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SENTENCIA N° 322 DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA, SALA

CONSTITUCIONAL DE 22 DE JULIO DE 2021.

La Sala contempla en dicha sentencia que el sobreseimiento supone un


debate sobre cuestiones de fondo como atipicidad, inculpabilidad, causa de
justificación, prescripción y otras formas de extinción de la acción pena
contemplados en el artículo 300 de la norma adjetiva, las cuales, no pueden ser
consideradas como exclusivas del juicio oral, sino que pueden ser discutidas en la
celebración de la Audiencia Preliminar.

Además, dicha Sala ratifica que si bien es cierto que se califica a la decisión
tomada por el juez de que declara el sobreseimiento de la causa como un auto, no
es menos cierto que este resulta ser un auto con fuerza definitiva, ya que dicha
decisión pone fin al proceso e impide su continuación, por lo cual dicho dictamen
debe equipararse a una sentencia definitiva y, por tanto, debe estar
suficientemente motivado.

Aunado a lo anterior, la Sala trae a colación que la norma del control judicial,
prevista en el artículo 282 del COPP, confiere al juez de control la facultad de
verificar y avalar que se cumpla el debido proceso, así como el respeto de los
derechos y el fiel acatamiento de los principios y garantías establecidos en el
Código Orgánico Procesal Penal y en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, es decir, es un juez garantista del debido proceso penal, el cual es
fundamental dentro del proceso judicial y consiste en que la justicia se imparta de
acuerdo con las normas procesales establecidas en la Constitución y las leyes.

Es importante destacar que en la presente sentencia la Sala Constitucional


decidió resaltar que cuando se trate de supuestas infracciones constitucionales que
involucran derechos constitucionales de eminente orden público, o al estar en
juego principios y valores constitucionales, o que afecten las buenas costumbres,
no puede declararse terminado el procedimiento de amparo como consecuencia
de la inactividad de las partes por el plazo de 6 meses.

SENTENCIA N° 172 DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA, SALA


CONSTITUCIONAL DE 14 DE MAYO DE 2021

- La conducta humana y voluntaria es el primer elemento que se analiza en


teoría general del delito.
- La conducta humana y voluntaria, para alcanzar relevancia desde el
punto de vista normativo, necesariamente debe subsumirse en un tipo
penal previsto en la legislación.

- La tipicidad es el segundo elemento de la teoría general del delito y ésta


existe cuando una conducta humana y voluntaria puede adecuarse a un
tipo penal.

- Un hecho atípico es aquel que no reviste carácter penal.

- Son atípicos los hechos que versen sobre el mero incumplimiento de


obligaciones nacidas de un contrato, es decir, de un conflicto extra-penal
cuya solución deba ventilarse en juzgados civiles o mercantiles.

- El incumplimiento de un contrato de servicios profesionales no es un


conflicto de naturaleza penal.

- Son atípicos aquellos hechos que se circunscriban a una disputa


suscitada entre particulares con ocasión a la titularidad del derecho de
propiedad sobre un bien inmueble.

- Son atípicos los conflictos penales que se reduzcan a una mera discusión
sobre quién es el titular del derecho real de propiedad sobre un terreno,
pues ello debe ventilarse ante los tribunales de la jurisdicción civil.

- Cuando las controversias puedan arreglarse por conducto de


mecanismos extra penales, como son los aportados, por ejemplo, por el
Derecho Civil, el Derecho Mercantil y el Derecho Administrativo, no será
necesaria la intervención penal, la cual, de suyo, es la última ratio para la
solución de los conflictos sociales.

- Aquellos casos en los cuales hay ausencia de una afectación dolosa y


grave a los bienes jurídicos que protegen la fe pública y la propiedad,
pueden solventarse por vías extrapenales.

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