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ANÁLISIS DE LAS SINFONÍAS NO. 45 Y NO.

104 DE HAYDN

SINFONÍA NO. 45 EN FA SOSTENIDO MENOR

Al analizar esta sinfonía es muy importante enfatizar el valor histórico que


encierra, a través de esta obra se intenta encontrar la despedida y el adiós. En ese
momento, Haydn era el maestro de la iglesia del príncipe Antón . La música se
utilizaba para las actividades diarias, una de las cuales era pasar las semanas y
meses necesarios en el Palacio de Verano del Príncipe; algo que alienó a los
músicos de Viena, sus familias, sus hijos y amigos. Aquel verano fue tan
agradable para el príncipe que pasaron días, semanas y meses sin que se
anunciara el regreso a Viena. Entonces, los músicos comenzaron a preocuparse y
desesperados por buscar una forma de ya no seguir en ese lugar, decidieron
hablar con Haydn, y Haydn encontró la solución perfecta. Diseña una sinfonía para
decirle al príncipe de forma muy curiosa que necesitaban retirarse. Fa sostenido
menor se utilizo en esta obra , una tonalidad incómoda pero a la vez interesante,
muy poco usada y de hecho, por primera y única vez utilizada en una sinfonía.
Conforme llega el final del cuarto movimiento los músicos van tomando su
instrumento y se retiran, poco a poco la sala comienza a quedar vacía, hasta
quedar un solo violín que finalmente se retira, apagando su vela y dejando la sala
vacía, carente de música . Con esto, el sutil mensaje fue comprendido.

1er movimiento: Allegro assai.

Este movimiento es interpretado con fuerza y rapidez, se crea una especie de brío
que no sorprende demasiado debido a esta particularidad que tanto caracteriza
las obras de Haydn, sólo que en esta ocasión ocurre algo un poco diferente de la
forma sonata a la que todos estamos acostumbrados, ya que da paso al tema B
cuando el A aún no ha sido resuelto, dado que casi siempre hay una resolución
del primer tema para dar entrada al siguiente.

La melodía principal recorre los primeros 16 compases. El primer violín desarrolla


la melodía, mientras que los instrumentos de viento y de metal (oboe y corno)

Alanis Margarita Pérez Zenteno


mantienen siempre un ritmo de blanca, formando una especie de colchón
armónico, que se encarga de sustentar los sonidos graves. en el caso del fagot.
En la parte de cuerda, el segundo violín de todo el ritmo tiene un ritmo sincopado,
muy relacionado con el ritmo y la intención melódica de la viola, violonchelo y
contrabajo, siempre marcan el ritmo interno de la música en octavos que ayudan a
llevar el tiempo de la obra.

Terminando la presentación, en el compás 17 hasta el 55 se desarrolla el tema


inicial (A) de una forma mucho más amplia y haciendo un uso mucho más notorio
y marcado en el uso de dinámicas haciendo la obra mas diversidad y expresión a
esta sección del movimiento, que además acompaña con un tipo de pregunta-
respuesta entre los violines primeros y la sección baja de la cuerda; finalmente
utiliza los últimos diecisiete compases a modo de una pequeña transición para ir a
un da capo y continuar a la segunda casilla con la parte B del movimiento, que a
diferencia de la parte A, empieza en la tercera de la tonalidad, aquí utiliza los
primeros catorce compases para presentar el tema y posteriormente dejar la
melodía a los alientos durante los siguientes 14, mientras la cuerda se mantiene
con ritmos de octavo.

Nuevamente en el compás 102 resuelve con toda esta primera parte, terminando
en un calderón y dando paso a un nuevo tema, mucho menos agresivo y más
relajado y expresivo, creando un gran contraste con toda la primera parte del
movimiento. Estos siguientes treinta y cuatro compases dan a conocer el nuevo
tema en una dinámica totalmente en una matiz de piano, inicialmente (los
primeros veinticuatro compases) realiza una pequeña introducción y desarrollo
para posteriormente crear una especie de eco en los siguientes 10 compases y
finalmente recapitular hacia el tema A1 donde ya estamos al final del movimiento.

Alanis Margarita Pérez Zenteno


SINFONÍA NO. 104 EN RE MAYOR Primer movimiento: Adagio-Allegro

Como podemos ver los primeros dos compases son una diminuta introducción en
unísono utilizando el ritmo de negra seguida de un octavo y dieciseisavo con punto
para terminar en un calderón de blanca que da una preparación al primer tema :
un adagio en F mayor que se desarrolla durante los siguientes compases a
manera de pregunta-respuesta que podemos decir que es algo que tiene en
común con los movimientos de la obra anterior. Entre los instrumentos de cuerda
grave, acompañados de los violines segundos y el fagot, con la respuesta en los
primeros violines. En el decimo compás nuevamente utiliza el recurso de unísono
y la rítmica del inicio del movimiento pero ahora una tercera arriba para dar mas
variedad y no se sienta monótona la obra. En el octavo compás y para terminar
con esta primera parte del movimiento en adagio realiza una especie de transición,
donde todos se mantienen con notas atenidas y el oboe culmina con este adagio
llevando la armonía hacia un color menor que finalmente resuelve si podría
decirse así ya que se siente casi casi como un seguimiento a algo mas.

Escuchando mucho este movimiento podemos notar que la sensación interna


rítmica del allegro está determinada por el octavo, la introducción a este primer
tema ocurre durante los primeros quince compases en una dinámica piano,
contrastante a lo que ocurre en el compás dieciséis con un fortissimo que marca el
inicio del desarrollo. Durante los próximos treinta y tres compases introduce el
nuevo tema con algunas variantes generando movimiento y energía, además de
dar gran impulso al introducir dieciseisavos y utilizando octavos constantemente
en alguna de las voces. Posteriormente introduce lo que llamaría tema A2, usando
la melodía del inicio del allegro pero a la quinta, realizando una pequeña variación
acelerando poco a poco los ritmos y volviendo a la repetición de toda esta sección
y los nuevos ritmos mas rápido que hacen que se sienta mas versátil y ligera.

Alanis Margarita Pérez Zenteno


Despues llega al puente que conecta con la parte B, cambiando un poco los
recursos rítmicos que lo estructuran pero manteniendo todo el tiempo la intensión
dinámica, contrastando bastante entre pianos, fortes, etc. Aquí introduce un tema
muy contrastante con el primero, peor en esta ocasión el fraseo se siente mucho
más ligado cada dos compases, a diferencia del primero en el que se llevaba cada
cuatro compases; esta sección es mucho más intensa, la armonía se vuelve más
oscura cada vez hasta que llega nuevamente a la recapitulación del tema A, y
termina con una sucesión de escalas hasta llegar a los últimos tres acordes y
culminar con el movimiento.

No es muy difícil notar el característico estilo compositivo de Haydn, en ambas


sinfonías existe un increíble contraste, dado en parte por los recursos dinámicos
que dan expresividad y claridad a sus obras, y en parte por los recursos armónicos
y estructurales que las rodean. Ambos movimientos constan de ciertos elementos
muy parecidos y contrastantes entre sí, una de las diferencias que puedo notar
entre ellos es el adagio de la sinfonía No. 104, pero de cierta forma considero que
lo utiliza como una forma de dar más peso al allegro, donde todo se llena de color,
expresividad y contraste entre cada instrumento.

Al llegar al allegro algo que llama mucho la atención es justo la manera en la que
introduce las dinámicas en ambas sinfonías, inicialmente en piano y llegando de
pronto a un fortissimo para la presentación en cierta forma “oficial” de cada tema.

De igual forma, la disposición armónica y rítmica es muy similar, siempre va de


menos a más, es decir, reduce cada vez la duración de cada grupo de notas para
mi opinión algo progresivo en cuestión de reducir el tiempo de las notas cada vez
más pequeñas pero dando una variedad a la obra muy grande.

Alanis Margarita Pérez Zenteno

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