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Enfoques

teóricos de la
dimensión social

Psicología Social
y Comunitaria

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Enfoques teóricos de la
dimensión social
En este apartado se buscará dilucidar las diferentes orientaciones o
enfoques de la Psicología Social que, a lo largo del tiempo, la hicieron más
compleja y la enriquecieron para lograr una mejor aproximación a la
realidad social.

Interaccionismo simbólico

El interaccionismo simbólico comprende una línea importante en el


desarrollo teórico de la Psicología Social durante los años 1950 y 1960. Su
principal precursor fue Herbert Blumer (1900-1987), quien consideraba
que la interacción simbólica hace referencia no solo a las respuestas de los
individuos, sino al significado que le otorgan a las acciones, ya que
mediatizan la interacción humana por el uso de interpretaciones, simbolos,
etcétera (como se cita en Garrido y Estramiano, 2007). Es decir, el ser
humano nunca es un individuo aislado, sino que todos sus actos están
orientados a la significación que le dan a las cosas a partir de una
interpretación de estas.

Según Garrido y Álvaro:

Blúmer (1969) subraya como característica esencial del


interaccionismo simbólico la concepción de la persona como
agente de sus propios actos. Frente al determinismo que
atribuye a ambas corrientes, resalta el hecho de que la
acción social es el producto de la interpretación que la
persona hace de su entorno y no de la actuación de factores
externos. Con ello, se aleja del concepto de conducta, en el
que subraya el carácter reactivo del comportamiento, y se
centra en el concepto de acción en el que se enfatiza su
carácter reflexivo. (2007, p. 289).

En este sentido, podemos subrayar como concepto central el de


interacción, y es en esta interacción con los otros miembros del grupo
cuando se otorga significado a los objetos. Por eso, si queremos
comprender las acciones de un individuo, es tan importante comprender
cuál es la interpretación subjetiva que hace cada uno y también tener en

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cuenta que es en la misma interacción con los otros cuando se forma la
interpretación de la realidad.

En este enfoque, se considera al sujeto como un sujeto activo y no pasivo,


ya que es este quien elabora y transmite sus significados, aunque sea a
partir de una interacción con los otros.

El socio conductismo

El padre del conductismo es John Broadus Watson (como se cita en Garrido


y Estramiana, 2007). Esta rama insistía en estudiar los comportamientos
objetivamente a partir de objetos observables. Intentaba hacer una ciencia
de la conducta que buscara leyes que nos permitieran explicar y predecir el
comportamiento humano.

Al seguir esta línea teórica se dejaría de lado la introspección y se buscaría


una Psicología que fuera una rama experimental objetiva de las ciencias
naturales.

Así, Ibáñez da cuenta de que:

... el conductismo considera que, para predecir la conducta


que desarrollara una persona, hace falta conocer, por una
parte, las características concretas de una situación en la
que se encuentra y conocer, por otra, la experiencia previa
que haya tenido la persona con estas características o con
características similares (2004, p. 80).

Un ejemplo claro de esto son los experimentos de Pavlov. Una persona


aprende cómo establecer relaciones estables por las características de una
situación y las respuestas adecuadas a esta.

Esta rama fue asimilada por los psicólogos sociales para estudiar los
procesos sociales mediante las pautas de comportamiento adecuadas a la
vida social que consiguen desarrollar.

Se supone que una persona tiene ciertas pautas sociales que guiarán su
conducta de acuerdo con el grupo social en el que está inserto y se
entiende a este entorno como un conjunto de estímulos a partir de los
cuales se podría predecir su conducta.

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Una persona no tiene el mismo comportamiento en su trabajo que en un
partido de fútbol con sus amigos; es decir, las pautas de comportamiento
se adecuan a su vida social.

La orientación psicoanalítica

El fundador de esta orientación es Sigmund Freud, quien se preocupo por


explicar los fenómenos psicosociales.

El psicoanálisis admite que somos seres sociales y, desde un principio, se


desarrolla a partir de la relación que se establece con otro, ya sea por
aprendizaje, identificación, etcétera.

El individuo es un ser social desde el principio de su vida, por eso, el


estudio de este podría considerarse como una Psicología Social.

De esta rama hay importantes estudios sobre la sociedad, ya sea estudio de


autoritarismo o el de las relaciones sociales. Su importancia radica en las
investigaciones que dejaron conocimientos sobre el individuo y la
importancia de relación de este con los otros.

La teoría de la Gestalt y el socio cognitivismo

La Gestalt, o teoría de la forma, tuvo un crecimiento considerable entre


1950-1960. Sus principales aportes teóricos fueron sobre la percepción
social, la influencia social y la consistencia cognitiva. Esta corriente sostiene
que la persona percibe el mundo que lo rodea como un todo estructurado
y coherente, al igual que sus relaciones, en las que no solo percibe las
características físicas, sino también sus cualidades, su personalidad, sus
rasgos, etcétera. No solo es lo que percibimos, sino también las
atribuciones que les damos a las cosas (como se cita en Garrido y
Estramiana, 2007).

Con influencia de lo social, nos remitimos a que, dentro de un grupo, las


personas tienen referencias comunes y se comportan de la misma manera
que lo hacen los otros.

Con el cognitivismo el análisis comenzó a centrarse en aspectos del


pensamiento humano y el impacto que tienen los factores sociales en los
resultados de nuestras actividades. Uno de los pioneros de esta línea fue
Fritz Heider (1896-1988), quien consideraba que la persona percibe el

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medio como una forma organizada y las relaciones, ya sean con un objeto
o interpersonales, tienden a un estado de equilibrio (como se cita en
Garrido y Estramiana, 2007). El quiebre de ese equilibrio lleva a una acción
o una reorganización cognitiva, busca dar cuenta de cómo las personas se
perciben tanto a sí mismas como a su entorno y cómo procesan, elaboran y
traducen eso que perciben y la comprensión que tienen de las cosas. A
partir de esa construcción, las personas piensan y ven el entorno y el
mundo social que los rodea.

Uno de los precursores del cognitivismo fue Festinger, quien plantea dos
de las teorías más importantes de la corriente que estamos tratando, estas
son:

 la teoría de la comparación social: dice que las personas buscamos


validar constantemente nuestro comportamiento a través de la
realidad física, al igual que sucede con nuestras creencias y
habilidades al compararnos con otras personas;

 la teoría de la disonancia cognitiva: postula que la disonancia


ocurrida por un quiebre en el equilibrio interno de una persona es
un factor motivacional, ya sea porque es psicológicamente
incómoda o porque al generar esa incomodidad la persona busca
evitarla (como se cita en Garrido y Estramiana, 2007).

Socio construccionismo

Con el construccionismo social se pone el foco de atención en las acciones


del individuo como resultado de un proceso activo y de intercambio. Lo
social se construye a partir de intercambios en un momento dado entre las
personas. Anthony Giddens (como se cita en Garrido y Estramiana, 2007)
da como ejemplo nuestras costumbres, ya que estas producen cosas y esas
cosas modifican a las costumbres. Es decir, la realidad es contruida
dinámicamente por los individuos de una sociedad en un proceso activo de
interacción a partir de sus conocimientos o sus interpretaciones. Por eso,
“cambiando las costumbres, los seres humanos tienen la posibilidad de
cambiar a la sociedad que resulta y cambiarse a ellos mismos” (Ibáñez,
2004, p. 84).

La construcción de la realidad está en manos de los individuos que la


componen y pueden cambiar tanto la realidad como a ellos mismos para
modificar sus costumbres.

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Teorías planteadas por Moscovici

Moscovici (1984) habla de la Psicología Social como una ciencia que critica
la oposición individual y social.

A partir de este enfoque, los psicólogos intentarán explicar las relaciones


entre los individuos y los grupos dentro de un medio social, y se guiarán
por teorías y observaciones.

Según este autor, en Psicología Social, entonces, hay tres teorías que
deben distinguirse:

 Las teorías paradigmáticas: proponen una visión de la naturaleza


humana, es decir, su papel esencial es proponer una visión global de las
relaciones y los comportamientos humanos. Lewin (como se cita en
Moscovici, 1984) logró trasladar la Gestalt a la Psicología Social y generó
un lenguaje para describir los fenómenos sociales.

 Las teorías fenomenológicas: describen y explican fenómenos


conocidos. Algunas se ocupan de los fenómenos fundamentales
(influencia, obediencia, etc.) y otras de los que no lo son tanto. Se
preocupan por responder preguntas (¿cómo? y ¿por qué?) que tienen
como respuesta un montón de efectos.

 Las teorías operatorias: se busca llegar a un mecanismo desconocido


hasta el momento y explicar un conjunto de hechos. También buscan
prever hechos. Un ejemplo de estas teorías es la de la disonancia
cognitiva (Moscovici, 1984).

Estas teorías coexisten dentro de la Psicología Social, sin que ninguna


constituya un rubro puro.

Dentro de los métodos de verificación de las teorías tenemos:

 el método de la observación;

 el método experimental (Moscovici, 1984).

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Referencias
Garrido, A., y Álvaro, J. L. (2007). Psicología Social: perspectivas
psicológicas y sociológicas. Madrid: McGraw Hill.

Ibáñez Gracia, T. (Coord.). (2004). Introducción a la Psicología Social.


Barcelona, ES: Universidad Abierta de Cataluña (UOC).

Moscovici, S. (1984). Introducción: el campo de la psicología social. En


Autor, Psicología Social I (pp. 17-37) España: Paidós.

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