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RESEÑA BIBLIOGRÁFICA/Book Review

Regiones y religiones en México. Estudios de la transformación sociorreligiosa,


Alberto Hernández y Carolina Rivera, coords., México,
El Colef/Ciesas/Colmich, 2009

Salvador Pérez Ramírez


Profesor-investigador de El Colegio de Michoacán
Dirección electrónica: salvador@colmich.edu.mx

En esta obra se aborda la composición para internarse en el complejo campo


del campo social religioso en las últimas de las creencias religiosas.
décadas y muestra un panorama donde Los autores de esta obra abren una
gran parte de la población mexicana era ventana al conocimiento de la diversi-
aglutinada por una religión –la católica– ficación religiosa en la república mexi-
y su transición a un paisaje donde los cana, cuya efervescencia –apuntan– ha
fieles han diversificado sus creencias, tenido lugar desde hace 30 años pero
abriendo un mosaico de nuevas prácti- su inicio se vislumbra un par de dé-
cas y propuestas religiosas, asumiendo cadas más atrás. Dichos antecedentes
un papel dinámico en medio de un con- son analizados a lo largo del texto de
texto tirante de carácter sociohistórico manera que se pueda seguir en cada
y, en gran medida, económico. región los variados escenarios de cor-
El precedente inmediato de Regio- te histórico, social y económico, que
nes y religiones en México. Estudios de la han hilvanado esta compleja trama del
transformación sociorreligiosa, coordinado campo religioso y que este estudio des-
por Alberto Hernández y Carolina Ri- teje para los lectores de forma bastante
vera, se encuentra en el Atlas de la di- comprensible.
versidad religiosa en México (De la Torre y A lo largo de nueve capítulos, divi-
Gutiérrez, 2007), en el cual se analizó didos en cuatro apartados, los autores
el proceso de diversificación de las re- consiguen un atinado acoplamiento
ligiones. Allí fue abordada la multicau- entre el concepto de región y el estudio
salidad del cambio religioso. El análisis de un fenómeno social complejo. Cabe
estadístico ha trascendido la frontera mencionar la relevancia del último
entre aquella obra y la que me ocupa apartado que, a su modo y mediante el

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recurso de las imágenes, invita a incur- expresiones culturales proclives a la re-


sionar en el mundo donde descansan novación o creación de nuevos patri-
las representaciones sociales religiosas. monios simbólicos. Gran parte de ello,
Los aportes generales son seña- según nos dice la autora, es producto
lados en la discusión final de la obra, de los nuevos procesos económicos y
donde los coordinadores señalan que productivos que funcionan como im-
“el escenario religioso mexicano ha pulsores de la diversidad religiosa.
seguido una trayectoria caracterizada Felipe Vázquez y Carolina Rivera
por una correlación de fuerzas histó- han encontrado que la gente “sin reli-
ricas, sociales y económicas generales, gión” repunta en la región Golfo, de-
a la vez que los proyectos de institu- bido posiblemente a un ambiente con
ciones religiosas y las creencias de las gran diversidad religiosa. Han encon-
personas, y cómo las adaptaciones in- trado también que existe un amplio re-
ternas ejercen su impacto reforzando cibimiento de los grupos cristianos no
y suplementando esas tendencias de católicos, tanto las iglesias protestantes
la historia, que van mucho más allá de y evangélicas (históricas, pentecostales
los confines del campo estrictamente y otras) como bíblicas no evangélicas
religioso” (p. 255). En esta reseña me (adventistas del Séptimo Día e Iglesia
limitaré a enumerar algunos de los re- de Jesucristo de los Santos de los Úl-
sultados emergidos de una propuesta timos Días, conocida como la Iglesia
metodológica que combina tanto da- mormona). Tales observaciones sur-
tos demográficos como etnográficos, gen contextualizadas en un estudio
mostrando algunos aspectos del pano- previo de las comunidades de los es-
rama religioso y lo que los autores han tados de Veracruz y Tabasco, así como
encontrado en cada una de las regiones de la población indígena en su relación
del país. con la petrolización de la economía.
Carolina Rivera, después de un re- Enrique Marroquín y Alberto
paso de la población y la pluralidad re- Hernández resaltan que, debido a sus
ligiosa en el sureste, pone énfasis en los composiciones étnica y orográfica,
procedimientos de las nuevas iglesias con 16 grupos etnolingüísticos de los
para conseguir fieles, en un ambiente troncos mixteco-zapotecas, Oaxaca
de creencias costumbristas y tradicio- ha sido siempre de complicado acce-
nales, en donde se mezclan elementos so: “la difícil geografía, las pésimas
católicos presentes y pasados, unidos a comunicaciones, la dispersión de las
su vez con rituales de carácter agrícola, comunidades, la diversidad de lenguas
cuyas prácticas desembocan en nuevas indígenas, los conflictos con caciques,
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la falta de catequistas, hacen del minis- ción y crecimiento de cultos como los
terio sacerdotal una labor agotadora y de las iglesias Bautista, Presbiteriana y
compleja” (p. 96). Marroquín y Her- Universal que han logrado mimetizar
nández desgranan concienzudamente sus ritos con otros de corte ancestral,
la expansión de religiones diferentes dando lugar a la aparición de rituales
a la católica en la región, encabezada agrícolas como la Cruz del Jilote y la
por los grupos pentecostales, Testigos Cruz de Mayo. El pentecostalismo, a
de Jehová, adventistas y mormones, en su vez, ha conseguido afianzarse en
ese orden. Completan su trabajo con la región incorporando consejos de
un repaso de la presencia protestan- ancianos, a la usanza tradicional, e in-
te en los municipios oaxaqueños y el cluyendo a personas locales en su fila
cambio religioso en la entidad y en la de ministros o pastores en tanto que el
zona mixteca, para finalizar con una uso de la lengua indígena también ha
mención al sistema de santos en las servido de anclaje.
culturas mesoamericanas y la crisis de En la segunda parte de la obra,
la comunidad tradicional. Carlos Garma tomó, a manera de mo-
En el capítulo siguiente, a cargo tivo, una serie de preguntas planteadas
de Isabel Osorio y Claudia Rangel, se por Guillermo Bonfil en relación con
menciona como primer dato que 99 la efervescencia de la diversificación
por ciento de la población guerreren- religiosa en México, para ofrecernos
se de mediados del siglo pasado era un análisis circunscrito al Distrito Fe-
católica, y enseguida saber que para el deral, al Estado de México, a Morelos,
año 2000 ya se había reducido a 89 por Puebla y Tlaxcala. Esta región es revi-
ciento. Un cambio nada halagador para sada a la luz de la interrogante: ¿cómo
el culto hasta entonces preponderan- se expresa espacialmente la religión? y
te y cuya persistencia se transforma al otras del mismo tenor. El autor destaca
ritmo de los acontecimientos estatales la importancia de la religión en el cen-
en materia económica, por ejemplo, tro de México en la configuración de la
la explotación intensiva de la madera, región e incluso de la nación median-
los crecientes flujos de población rural te siete contextos principales: elevada
hacia las ciudades y el extranjero, así concentración de población indígena;
como el fomento y crecimiento del tu- establecimiento de una capital virrei-
rismo. Tales factores –indican– y otros nal que unía los poderes imperiales con
más añejos como la presencia del Ins- los eclesiales; rivalidad de Puebla de los
tituto Lingüístico de Verano en la dé- Ángeles con la anterior capital por la
cada de 1940 han promovido la apari- primacía eclesial; reconocimiento de la
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Virgen de Guadalupe como santa pa- cambio en términos religiosos. Afirma


trona; la pugna entre conservadores y que otras dinámicas caracterizan a esta
liberales y la difusión de la seculariza- región: altos niveles de marginación y
ción y la laicidad; el crecimiento de la pobreza, sobre todo en localidades in-
zona metropolitana y su papel como dígenas, y la asociación de prácticas ca-
impulsora de flujos migratorios y de tólicas populares con ritos ancestrales
nuevas necesidades espirituales, y la en la ejecución de prácticas agrícolas;
consolidación de una gran diversidad lo que no obsta para que en algunas
religiosa. comunidades como Amealco, con
Por su parte, María Gabriela Ga- 25.15 por ciento de analfabetismo y
rret hace hincapié en cómo los flujos un grado de marginación alto, conser-
migratorios que parten de las comuni- ve su confesión católica. Observando
dades indígenas del estado de Hidalgo la región centro norte, la autora nos
hacia el extranjero o hacia el interior muestra una perspectiva que destaca
del país han traído como consecuen- el comportamiento religioso de los es-
cia una transformación significativa tados de Aguascalientes, Guanajuato,
en la composición religiosa de estos Querétaro, San Luis Potosí y Zacate-
grupos y en el papel que juegan el cas; además, apoyándose en el Censo
crecimiento y el desarrollo de centros general de población y vivienda (inegi,
urbanos regionales, los cuales aparte 2000) trae a foco los rasgos y particula-
de funcionar como polos de atracción ridades económicas, sociales y religio-
migratoria también se desempeñan sas de esta parte del país. A diferencia
como “centros ‘difusores’, tanto de de las regiones mencionadas anterior-
los movimientos no católicos como de mente, ésta se define con un alto grado
los catolicismos ‘reformados’ después de catolicismo, incluso en las zonas in-
del Concilio Vaticano II” (p. 158). La dígenas de Guanajuato y Querétaro la
movilidad poblacional y el desarrollo autora reporta un índice de 95.55 por
económico regional son propuestas ciento y de 80.90 por ciento de pobla-
por la autora como ingredientes para ción católica. Por supuesto, esta región
la “descatolización” de la población no es ajena a las incursiones y al creci-
hidalguense. miento de otros credos cuya importan-
En lo que parece ser una constan- cia en orden decreciente es el siguiente:
te nacional, y abriendo el tercer apar- Testigos de Jehová, iglesias pentecos-
tado de esta obra, Elizabeth Juárez en- tales, Iglesia de Jesucristo de los Santos
cuentra a la migración como un factor de los Últimos Días y las iglesias pro-
importante para que se pueda dar un testantes históricas.
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¿Por qué razones tiene más pre- las últimas tres décadas del siglo xx.
sencia la religión católica en la región Igualmente, buscan aprehender la for-
centro? Para responder a tal pregunta, mación de la diversidad religiosa en el
Cristina Gutiérrez Zúñiga hace fijar la norte de México a partir de la integra-
mirada en el proceso evangelizador lle- ción regional en el período colonial, de
vado a cabo durante el período colo- los esfuerzos por poblar el área en el
nial a través de “una infraestructura de México independiente y el crecimiento
control territorial que, iniciada con la demográfico iniciado a fines del siglo
intensiva labor de las órdenes monás- xix. El análisis de dos casos particu-
ticas desde los primeros años, perma- lares coronan este trabajo: El Valle de
nece hasta nuestros días, así como la los Cirios en el municipio de Ensenada
‘densidad’ de las devociones del cato- y Los menonitas del norte de México.
licismo popular a que dio origen dicha Es digno de mencionar el esfuerzo
estrategia evangelizadora” (p. 201). En de los autores por trascender la sepa-
ese mismo sentido es bastante esclare- ración que se hace comúnmente en-
cedor el mapa donde la autora indica la tre estudios de tipo cuantitativo y de
repartición de las fundaciones conven- corte cualitativo; además, a lo largo de
tuales hacia 1570 y que coincide con la la obra se observan los antecedentes
región centro sur. Este capítulo finaliza históricos y los nuevos ingredientes
con un análisis comparativo de la com- sociales, culturales y económicos que
posición demográfica de las feligresías. contextualizan el fenómeno de la di-
La explicación al cambio religioso versificación religiosa. Los nuevos mo-
en la región norte del país, correspon- vimientos religiosos responden, pues,
diente a los estados de Baja California, a nuevas necesidades y ésta es una de
Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, las principales razones por las que es-
Chihuahua, Coahuila, Durango, Nue- tos movimientos, ya sean emergentes
vo León y Tamaulipas, la encuentran o derivados de otros ya existentes, se
Gloria Galaviz, Olga Odgers y Alber- hagan prontamente de su universo de
to Hernández en dos elementos his- fieles en lo que al parecer es la clave
tóricos: a) el proceso de conquista y de su éxito en la creciente oferta de las
evangelización y b) el poblamiento del nuevas religiones. Esta dinámica de las
territorio a partir de la instalación y de- religiones boyantes ofrece ahora posi-
sarrollo de centros industriales. En este bilidades para que los creyentes pue-
estudio, perteneciente al último aparta- dan incluso acceder a nuevas creencias
do del libro, los autores identifican el hechas “a la medida”, o como se les
cambio en la composición religiosa en conoce en el medio, “a la carta”.
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Bibliografia

De La Torre, Renée y Cristina Gutiérrez Zuñiga, coords., 2007, Atlas de la diver-


sidad religiosa en México, México, ciesas-El Colegio de Jalisco/El Colegio de
la Frontera Norte/El Colegio de Michoacán/Universidad de Quintana Roo/
Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de
Gobernación/Conacyt.
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (inegi), 2000, xii Censo
general de población y vivienda, México, 2000.

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