Ángela María habla con la mente dislocada, inadaptada al ecosistema, entendido
como economía sistémica que nos achica.
No soy de ciencias ni de palabras, paso cada segundo fagocitando imágenes, que, revueltas con unos sentimientos, presos de una mala educación emocional, me etiquetan como desarraigada social. Hace seis años la Rara troupe me ofreció el brebaje para poder vomitar la ingesta de imágenes y emociones. Me situó. Autorrepresentación y a la vez definición grupal, un solo pensamiento de diversos cuerpos, un solo cuerpo con diferentes pensamientos. La Rara, este ente mutante, mudó otra vez parte de sus componentes a finales de 2019. El nuevo proyecto consistía en documentar esos márgenes sociales en los que nos sitúan. “Rodando el límite” ¿Dónde están las barreras? ¿entre que limitaciones nos movemos? Empezamos amasando el grupo con nuestras reuniones de los jueves, lecturas compartidas, visionados, talleres multidisciplinares, ejercicios de autodefinición audiovisual… Cuando estábamos concretando nuestra representación grupal llegó la pandemia. Nos trazaron unas nítidas acotaciones sociales. “Ya habremos olvidado” nos sitúa en emociones y miedos compartidos dentro de unos límites que ahora se hacen palpables, pero que algunas hemos sufrido de otra manera. A pesar de la separación hemos conseguido un cuerpo común, una solamente.