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Alex Feis-Bryce tenía 18 años cuando fue violado por un extraño en una fiesta.

Acababa de declararse gay y se mudó de su pequeña ciudad a Manchester, Inglaterra, para


estudiar.

"Creo que fue la segunda vez que fui a un bar o pub gay. Mi amigo y yo nos encontramos con
algunas personas que nos invitaron a una fiesta en una casa", cuenta.

"Era desesperadamente ingenuo y quería hacer amigos y ser abierto con la gente. Acepté, pero mi
amigo cambió de opinión en el último minuto".

Alex fue llevado a una propiedad donde cree que fue drogado.

"El dueño de la casa me sirvió un trago y comencé a sentirme somnoliento. Me llevó a un


dormitorio y poco después vino allí y me violó. Me sentí como si estuviera clavado a la cama".

Al día siguiente, "el instinto de supervivencia entró en acción".

Alex aceptó que el hombre lo llevara de regreso a la universidad y trató de enterrar lo que había
sucedido.

"De hecho, pensé que la violación no es algo que les sucede a los hombres, así que tal vez no fue
algo que me sucedió a mí".

"Estaba programado para pensar que les pasa a las mujeres, y eso hizo que fuera mucho más difícil
de procesar o denunciar a la policía, porque no pensé que me creerían ", dice.

Después de pensarlo por varios meses y consultarlo finalmente este chico puso la denuncia en
contra del sujeto, aunque no sabia quien era, pudieron dar con él ya que se conocía que la casa
donde fue llevado Alex y sus amigos el hombre organizaba fiestas clandestinas y allí tenia varias
denuncias de hombres que aseguraban ser accedidos por este hombre de la misma manera,
primero ponía a su victima en un trance bajo alguna sustancia lo que la ponía en disposición para
el hacer lo que quisiera y allí accedida carnalmente. La policía tras seguir sus pasos fue capturado,
pasara en detención 34 años por los delitos de acceso carnal violento bajo la agravación de poner
indefensa a las víctimas.

Extraído de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-57976391

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