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DIPLOMADOS

ENFERMERIA EN TRAUMATOLOGÍA

MÓDULO 07

“CUIDADOS DEL PACIENTE INTERVENIDO DE


ARTROPLASTIA DE HOMBRO”

DOCUMENTO REPRODUCIDO CON FINES


EDUCATIVOS
CONTENIDO

COMPETENCIAS:

PARTE I

 Cuidados al Paciente.

 Material y métodos.

 Estancia en el Hospital.

 Instrucciones específicas.

 Reparación en doble hilera.

 Planificación prequirúrgica.

 Posición del paciente.


CUIDADOS DEL PACIENTE INTERVENIDO DE ARTROPLASTIA DE HOMBRO

Introducción:
La artroplastia de hombro constituye una opción de tratamiento quirúrgico para una
variedad de alteraciones de la articulación glenohumeral. El dolor intenso de hombro y
en muchos casos la impotencia funcional invalidante asociada a la destrucción de las
superficies glenohumerales ha planeado soluciones terapéuticas poco satisfactorias
durante mucho tiempo como la artrodesis o la resección de la cabeza humeral. Con el
paso de los años se han diseñado distintos tipos de prótesis que han modificado el
porvenir de los pacientes afectados.

El primer reporte de una artroplastía del hombro data del año 1894 cuando el cirujano
francés Pean sustituyó una articulación glenohumeral destruida por tuberculosis con
un implante de platino.2,24 En 1921, Albee realizó el trasplante de peroné proximal al
húmero proximal.

En 1933, Jones describió la artroplastía del hombro para las fracturas conminutas de la
cabeza humeral y de la diáfisis proximal en la que resecó los fragmentos de la cabeza y
de las tuberosidades, con reinserción del mango de los rotadores.2 En 1952 Neer
reemplazó exitosamente la cabeza humeral mediante una prótesis de vitalio, él mismo
realizó posteriormente reemplazo de la glenoides mediante implante de polietileno2 y
en 1953 reporta el uso de artroplastía y en la fractura-luxación compleja.

La causa más frecuente de artropatía que amerita artroplastía del hombro es la artritis
reumatoide, en la que los resultados han mejorado gracias a factores como: la
preservación del origen del músculo deltoides, la liberación de las contracturas en
rotación interna, la meticulosa colocación y cementación de los componentes no
constreñidos y de diseño anatómico y la realización temprana de movimientos pasivos;
todo ello aunado a la intervención quirúrgica en los estadíos primarios de la
enfermedad. La evidencia inicial del proceso degenerativo es la pérdida en los arcos de
movilidad en posición supina para la rotación externa y la elevación total pasiva con el
brazo al lado para las rotaciones. Los exámenes radiológicos de rutina son la vista
anteroposterior con el brazo en rotación interna y externa, buscando osteoporosis y
erosión de los márgenes de la articulación. La erosión de la cavidad glenoide, la pérdida
del espacio articular y la subluxación posterior de la cabeza humeral se ven mejor en la
proyección radiológica axilar. También son de utilidad los estudios de tomografía lineal,
tomografía axial computada y la resonancia magnética.

En la artritis reumatoide se han descrito tres tipos: seco, húmedo y resortivo. En el tipo
seco hay tendencia a la anquilosis, pérdida del espacio articular con esclerosis y áreas
quísticas, pero subsiste una adecuada masa ósea para la reconstrucción.

En el tipo húmedo se encuentran exuberantes granulaciones y erosiones marginales, así


como intrusión progresiva de la cabeza humeral en la glenoides. En el tipo resortivo el
hallazgo sobresaliente es la destrucción y resorción ósea y es la de más difícil
tratamiento.

Aún hoy, la implantación de una prótesis de hombro es una intervención quirúrgica


restringida, cuyas indicaciones se plantean con gran prudencia(1) . Incidencia y
prevalencia Según el (CMBD) Conjunto Mínimo Básico de Datos del Ministerio de
Santidad y Consumo (2) de 1999 el Número total de personas intervenidas de
artroplastia parcial o total fue de 1.206. Durante los años 1995 a 1997 ha habido un
aumento progresivo de pacientes intervenidos de artroplastia total o parcial de hombro
en España (pasando de 231 a 316 a 371).

Este aumento en el número de procedimientos puede estar relacionado con el


incremento en el porcentaje de población de edad avanzada y a la tendencia
demográfica del envejecimiento en la población española. En prevalencia, los
diagnósticos que indicaron mayor número de sustituciones fueron los siguientes: artritis
reumatoide, osteoartritis, fractura humeral, osteonecrosis y fractura escapular. 2/3
partes han sido mujeres, tal vez debido a la longevidad y a que el índice de afectación
por enfermedades que indican la sustitución de hombro es muy superior al de los
hombres. Sin embargo durante los 4 años estudiados en la población menor de 45 años,
se observa un mayor número de casos en varones.
Esta superioridad también se registra en términos relativos en el periodo comprendido
entre 45 y 59 años. La explicación puede ser la intensa demanda articular que sufre el
varón en este grupo de edad. En los grupos de población mayores de 45 años en valores
absolutos predomina la sustitución en mujeres.

Los diagnósticos de osteoartritis y fracturas son los más numerosos. Similares hallazgos
de frecuencia se han encontrado en otros estudios próximos al mundo occidental(2) .
Según la revisión realizada por nosotros en el CMBD estatal del año 2005 y tomando
como dato el GRD 219 correspondiente a Proc. Extr inf y húmero excluyendo cadera
pié fémur edad >17 años sin complicaciones nos encontramos con 24.072
intervenciones, con una estancia media de 6,95 días.

En general las indicaciones de sustitución protésica total pueden concretarse en tres


grupos diagnósticos principales: artrosis, artritis reumatoide y lesión traumática
(fractura, fractura luxación). Otras indicaciones comunes incluirían los fracasos en
cirugía reconstructiva, artropatía del manguito rotador y la osteonecrosis. Con menor
frecuencia la artritis séptica antigua, necrosis posradiación, hemofilias, otras
enfermedades reumáticas, etc.

En todo caso, además de la patología subyacente, el estado óseo humeral y glenoidal


(fractura, osteoporosis, reabsorción del hueso subcondral), la integridad y función de las
estructuras blandas periarticulares y en concreto de la musculatura del hombro, junto a
la edad del paciente condicionarán, entre otros factores, la elección de la prótesis, la
técnica quirúrgica y los resultados de la cirugía. La primera artroplastia de hombro fue
realizada en 1893 por Pean.

Posteriormente se realizaron artroplastias por interposición al igual que en la cadera;


pero el desarrollo real de la prótesis de hombro se inició con Jean Judet en 1947 y
después sobretodo con Neer, que en 1951 crea la primera prótesis humeral simple de
meta, que fue modificada en 1973 al agregarle una pieza glenoidea. Actualmente se
utilizan diferentes tipos de prótesis cuyo objetivo es el de garantizar la máxima
estabilidad y movilidad de la articulación glenohumeral protésica.
Así, disponemos de prótesis humerales simples, en las que el componente humeral se
ha diseñado reproduciendo la superficie normal de la cabeza humeral, acoplándose a
una glenoide estructuralmente conservada, en ellas la estabilidad y movilidad de la
articulación protésica está condicionada por el estado de los componentes blandos
periarticulares.

Las prótesis totales constan de dos componentes humeral y glenoideo pudiendo


agruparse en dos tipos semirrestringidas y restringidas. Las primeras también llamadas
de recubrimiento o anatómicas, asemejan en su diseño a las superficies articulares
normales, ofrecen gran movilidad y una menor estabilidad; pero precisan para su buen
funcionamiento, como en el caso de las simples, estructuras cápsuloligamentarias y
músculotendinosas intactas o reparadas. En este tipo de prótesis es esencial el estado
del manguito de los rotadores.

En caso de rotura total e irreparable del manguito de los rotadores, la elección se orienta
hacia prótesis restringidas, tipo invertidas, en las que el implante glenoideo esférico se
articula con un implante humeral cóncavo, que ofrece una buena estabilidad pero una
movilidad más limitada.

En esta modalidad el centrado de la cabeza humeral es realizado por la prótesis y la


elevación del miembro superior por el músculo deltoides. No producen, por tanto,
excesiva tensión en partes blandas pero aumentan las presiones sobre los anclajes óseos
en mayor medida que las de recubrimiento.

El buen resultado de sustitución articular depende de varios factores, selección del


paciente, técnica quirúrgica idónea, prevención de las complicaciones y un programa de
rehabilitación individualizado e intensivo, en el que la colaboración del paciente resulta
fundamental. Los beneficios de esta cirugía se valoran sobre su repercusión sobre el
dolor, la movilidad articular y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
Es difícil comparar los resultados del tratamiento en distintos trabajos. En muchas
ocasiones se mezclan en los estudios distintas patologías con distintos grados de
afectación, distintos modelos de prótesis y distintos criterios de evaluación. Sin
embargo, se puede considerar que se obtiene una remisión del dolor en un 90% de los
pacientes, aunque los datos se muestran más variables en cuanto a una mejoría en la
movilidad articular mostrándose ésta más relacionada con la patología subyacente.

Así parecen lograrse mejores resultados en la artrosis y en la artritis reumatoide que en


aquellos con indicación traumatológica. En todo caso los resultados son referidos
habitualmente en grados de amplitud articular, sin considerar los requerimientos
funcionales de los movimientos de las extremidad superior sobre las actividades de la
vida diaria.

Aunque el tratamiento fisioterápico se ha demostrado esencial en la recuperación


funcional del hombro tras artroplastia son limitadas las descripciones disponibles de los
programas utilizados y en muchos casos resultan incluso poco justificadas.

Revisión del tema


En general estos programas proponen ejercicios que se inician con movilidad pasiva para
progresivamente incorporar el movimiento activo, y posteriormente ejercicios de
estiramiento y reforzamiento. Su objetivo es equilibrar la necesidad de mantener o
lograr movilidad con la necesidad de permitir la adecuada curación de tejidos blandos;
evitando por un lado la posible rigidez secundaria a la deficiente movilización y por
otro las complicaciones de sobreesfuerzo sobre la estabilidad y la función asociadas a
la alteración en la reparación de los tejidos.

Un punto de controversia actual se refiere al momento en que se debe iniciar el


tratamiento fisioterápico. Aunque la mayoría de los protocolos reflejados en la literatura
médica comienzan el tratamiento a las 24-48 horas tras la cirugía, otros autores refieren
mejores resultados cuando el programa de fisioterapia difiere su iniciohasta pasadas 3
o 4 semanas desde la cirugía.
El diseño de los protocolos de terapia, se basa en general, en el establecimiento de
objetivos por fases - tiempo Más recientemente se han publicado protocolos de
fisioterapia cuyo diseño tiene en cuenta tanto la técnica quirúrgica, como el proceso
de reparación normal de los tejidos biológicos.

Estas observaciones permiten la programación de ejercicios de fisioterapia adaptados


individualmente y que no interfieran negativamente en el proceso de cicatrización de
los tejidos.

Además, cada día se destaca más el lugar preponderante de la reeducaciónneuromotríz


entre las técnicas de tratamiento fisioterápico. En ellas la participación activa del
paciente en el proceso es fundamental. El logro de un centrado activo de la cabeza
humeral y la recuperación del ritmo escapulo-humeral partiendo de una posición
escapular correcta se presentan como objetivos prioritarios.

Un comportamiento motor que no tenga en cuenta estos principios generará


desequilibrios tónicos, sobrecargas musculares, y tensiones en los anclajes protésicos
que repercutirán negativamente en la función del hombro protésico y quizás en la
supervivencia de la prótesis.

Distintos trabajos han abordado el papel de la electromiografía – biofeedback (EMG-


BFB) como técnica de tratamiento complementario en las patologías que afectan al
complejo articular del hombro. Se ha sugerido un efecto adicional cuando se utiliza con
fisioterapia estándar en la recuperación del rango de amplitud de movimiento en el
hombro hemipléjico.

También se utiliza frecuentemente en los programas de rehabilitación para ayudar a los


pacientes con dolor músculoesquelético crónico en los que el dolor inhibe el
movimiento y como técnica efectiva de estiramiento favoreciendo la relajación de la
tensión muscular y el alivio de contracturas defensivas.
Tras la revisión exhaustiva de la literatura científica no hay en el momento actual, al
menos no consta en nuestro conocimiento, ninguna referencia sobre la utilidad de la
técnica electromiográfica en el tratamiento fisioterápico tras artroplastia de hombro.

El biofeedback puede mostrarse útil para monitorizar la activación de músculos


específicos y alertar al paciente sobre el sobreuso o la tensión excesiva en el curso de
la reeducación que pueden llevar al desarrollo de dolor y limitación funcional. Facilita a
su vez, que el paciente adquiera habilidades para sentir la tensión muscular e incorporar
la relajación de grupos musculares no deseados en el desarrollo del movimiento.

El biofeedback debería considerarse como una herramienta de aprendizaje útil para


facilitar la readaptación progresiva del paciente a las actividades de la vida diaria
propiciando programas cinéticos correctos y habilidades que permitan la inhibición de
tensiones inapropiadas o excesivas durante las tareas rutinarias.

Consultada la literatura y basándonos en las consideraciones previas señaladas, con este


trabajo se pretende establecer un protocolo de intervención fisioterápica en las
artroplastias totales de hombro teniendo en cuenta el tipo de prótesis utilizada, la
técnica quirúrgica empleada y el estado de reparación de los tejidos blandos; y evaluar
el beneficio complementario que la EMG – biofeedback aporta en la reeducación
muscular de los pacientes sometidos a tratamiento fisioterápico y su readaptación a
las actividades de la vida diaria.

HIPÓTESIS
La utilización de la fisioterapia estándar unida a los beneficios del EMG de superficie –
biofeedback es más eficaz en la reeducación muscular, frente a otros tratamientos
estándar de fisioterapia.

La osteoartritis glenohumeral es menos común que la coxartrosis o la gonartrosis; los


hallazgos radiológicos difieren de la artritis reumatoide en la presencia de áreas de
esclerosis en ocasiones con quistes subcondrales en la parte proximal de la cabeza
humeral que se encuentra en contacto con la glenoides en la posición de abducción. La
esclerosis se forma en la zona de máxima presión mientras que los osteofitos seforman
en la zona de menor presión generalmente inferior.

La glenoides se erosiona más frecuentemente en su superficie posterior. Es sumamente


rara la lesión del mango de los rotadores en una osteoartritis primaria; en contraste, los
pacientes que desarrollan ruptura del mango de los rotadores no muestran cambios en
la cabeza humeral sino hasta tardíamente.

Numerosas patologías causan daño articular que asemejan al provocado por la


osteoartritis primaria y éstas incluyen: alteraciones metabólicas como la gota o la
ocronosis, artritis supurativa inactiva, enfermedades que causan infartos óseos como
la anemia de células falciformes, lupus y enfermedad de Gaucher, y los traumatismos
articulares como las fracturas y luxaciones con o sin tratamiento quirúrgico previo. En
los casos de necrosis aséptica por artropatía esteroidea o por infarto óseo, el mango
rotador se preserva y por lo menos en las etapas tempranas también se preserva la
glenoides.

El colapso y las irregularidades de la cabeza humeral pueden posteriormente erosionar


la glenoides.21 La prótesis está indicada en toda fractura de la cabeza humeral con
involucro de más de 45% de la superficie articular, así como en casos de luxación de más
de seis meses de evolución en los que la cabeza ha degenerado, en casos de fractura con
olistesis de la cabeza humeral que usualmente se asocian con fracturas de las
tuberosidades o del cuello quirúrgico, en fracturas de cuatro partes y de tres partes
conminutas en húmeros osteoporóticos e inclusive en fracturas-luxación de dos partes
si el fragmento del cuello anatómico se encuentra fuera de la articulación.

Neer estipuló cuatro condiciones que deben considerarse con el fin de minimizar las
complicaciones: 1) deficiencias óseas de la cabeza humeral o de la glenoides, 2) lesión
o deficiencia del mango de los rotadores, 3) deficiencia del deltoides secundaria a
retracción irreparable o lesión del nervio axilar en una cirugía previa y 4) inestabilidad
crónica.24 Las complicaciones reportadas por orden de frecuencia son: 1) aflojamiento
del componente del glenoideo o humeral, y 2) inestabilidad glenohumeral. Esta última
puede ser: anterior, en asociación con la mala rotación del componente humeral,
disfunción de la porción anterior del deltoides o disrupción del tendón del subescapular;
superior, en asociación con disfunción muscular reparación fallida del mango de los
rotadores; posterior, asociada a retroversión glenoidea de más de 20 grados o
retroversión humeral de más de 45 grados, desequilibrio muscular y erosión glenoidea
posterior.

Finalmente la inferior, que aparece en acortamiento del húmero en casos de revisión,


fractura crónica u osteosíntesis previa.24 Otras complicaciones son: ruptura del mango
rotador, fracturas periprotésicas trans o postoperatorias, infección, lesión nerviosa,
disfunción del músculo deltoides y complicaciones relacionadas con el
implante.1,6,9,10,23-25 Neer15 en 1982 clasificó la evaluación de las fallas de la
artroplastía del hombro bajo diversas condiciones y consideraciones preoperatorias:
psicológicas, neuromusculares, infecciosas y estado de las articulaciones vecinas.

Consideraciones quirúrgicas: de tejidos blandos (deltoides, mango rotador, presencia de


osificación heterotópica); de tejido óseo (coracoides, acromion, articulación
acromioclavicular, tuberosidades, presencia de osteofitos, pérdida de longitud humeral
y glenoides); de la prótesis: componente humeral (versión, altura, longitud de la cabeza,
tamaño del vástago, estabilidad, aflojamiento o fractura del implante); componente
glenoideo (versión, altura, aflojamiento o fractura) y el cemento (fragmentos,
prominencias).

Consideraciones postoperatorias: inestabilidad residual y capacidad muscular. En el


presente estudio se buscó determinar la utilidad de la artroplastía total del hombro en
padecimientos no traumáticos.

Material y métodos
Se estudiaron clínica y radiológicamente siete pacientes (10 hombros) intervenidos de
artroplastía total del hombro por diferentes cirujanos en el hospital ABC, en el período
comprendido de enero de 1993 a diciembre de 1997, a los cuales se les dio seguimiento
mínimo de dos años.

Se trataron cuatro mujeres y tres hombres con edades entre 39 y 76 años, intervenidos
de 10 hombros (tres pacientes con artroplastía bilateral, en dos tiempos quirúrgicos, dos
mujeres y un hombre). La sintomatología observada fue dolor discapacitante,limitación
para realizar arcos de movilidad y para la actividad diaria con datos de artropatía en los
estudios radiológicos.

Técnica. Se realizó abordaje deltopectoral; sólo en dos casos se realizó desinserción


parcial de la porción anterior del deltoides en la clavícula. Se refirió el nervio axilar, se
realizó desinserción distal del músculo subescapular, respetando el tendón largo del
bíceps, el corte humeral se practicó a nivel del cuello anatómico, de manera tal que el
ápex de la prótesis quedara localizado ligeramente por arriba del nivel del trocánter
mayor evitando así el pinzamiento.

El componente humeral se colocó con 30 a 35 grados de retroversión. En la glenoides se


realiza el corte respetando los márgenes corticales, posicionando el componente
glenoideo anterolateralmente en el plano de la escápula. Todas las prótesis fueron
cementadas con metilmetacrilato y se realizó la exploración del mango de los rotadores.
En todos los pacientes se exploró el mango de los rotadores y se resecó el ligamento
coracoacromial.

En ocho interven- Georges Jirjis Makdissy-Salomon y cols. REV MEX ORTOP TRAUM
2001; 15(6): 298-302 300 edigraphic.com ciones se realizó acromioplastía anterior e
inferior. En seis pacientes (nueve hombros) se colocó inmovilización absoluta por cuatro
días, posteriormente un cabestrillo por 6-8 semanas realizando ejercicios activos
asistidos e isométricos, evitando la flexión y la abducción activas. La rotación externa se
inicia a los 4-7 días y después de este período se agregaron ejercicios pendulares. A las
5-6 semanas se inician los ejercicios de fortalecimiento del mango de los rotadores
incluyendo el subescapular y el músculo deltoides. En un paciente (dos hombros) se
iniciaron los ejercicios, asistidos al segundo día.2,3,5,21 Se evaluó el dolor
preoperatorio en todos los pacientes y nuevamente a los 12 y 24 meses. El dolor se
clasificó en 4 grados:3 0) no dolor, 1) dolor leve, ocasional y que no limita la actividad
diaria, 2) dolor moderado, intermitente en reposo y al realizar actividad con limitación
menor y 3) dolor severo, continuo en reposo. Se evaluaron los arcos de movilidad
tanto activos como pasivos.

El índice de la función de la actividad diaria evalúa el poder peinarse, vestirse, usar la


extremidad torácica hasta el nivel del hombro, cuidar la higiene, alcanzar las bolsas de
la ropa o abrochar el sostén, alimentarse, cargar 10 kilogramos, usar el brazo por encima
de la cabeza, acostarse sobre el hombro operado, participar en deportes no violentos.

Se asignan 10 puntos a cada modalidad si la función es normal, seis puntos si es difícil


aunque se logra sin ayuda del otro lado, tres puntos si se necesita asistencia, un punto
si la función se podría realizar ocasionalmente o no.3 El dolor postoperatorio fue
manejado con analgésicos, antiinflamatorios no esteroides, disminuyendo
progresivamente la dosificación, a excepción de los pacientes con artritis reumatoide
que se encontraban con esteroides y antimetabolito por enfermedad sistémica.

Resultados Respecto a la técnica, no observamos complicaciones por la desinsersión


clavicular de las fibras anteriores del deltoides. Al año de la cirugía 50% de los casos
refirió dolor leve ocasional que cede con analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos;
a los dos años el dolor cedió en 100% de los casos (Tabla 1). La recuperación máxima
en los arcos de movilidad activos se presentó a los seis meses en promedio (de tres a
nueve meses).

La flexión y las rotaciones son las más beneficiadas y la abducción la menos beneficiada,
inclusive ésta disminuyó en cuatro pacientes, lo que en todo caso no afectó la actividad
diaria. En suma, las ganancias en los arcos de movilidad oscilaron entre 40 y 140 grados,
siendo la más baja en un paciente con artritis degenerativa en el que se realizó
desinserción parcial de las fibras anteriores del deltoides. La capacidad para cargar 10
kilogramos, para usar el brazo por arriba del nivel del
hombro y en particular para participar en deportes no violentos influyen, de manera
negativa, en la calificación pre y postoperatoria. En ningún paciente se reportó lesión
que comprometiera la función del mango de los rotadores o pinzamiento. No se
presentaron luxaciones, aflojamiento aséptico, infecciones o lesiones vasculonerviosas.

Discusión La indicación principal de una artroplastía del hombro es el dolor que no se


elimina con el tratamiento conservador y en segundo término la limitación a los arcos
de movilidad con repercusión funcional.21 Los pacientes con artritis degenerativa se
deben manejar con artroplastía del hombro una vez que el manejo conservador empiece
a fallar.

Los pacientes con artritis reumatoide se manejan con artroplastía total porque
generalmente la glenoides se encuentra afectada y porque la estabilidad proporcionada
por los dos componentes ayuda en la rehabilitación muscular y previene el pinzamiento
subacromial. El componente glenoideo se omite en caso de gran destrucción que no
permite adecuada fijación. Se ha descrito la destrucción cartilaginosa después de un
largo período de contacto metal-cartílago y por ende la necesidad de revisión de una
hemiartroplastía convirtiéndola en artroplastía total.

El uso de metilmetacrilato no se ha asociado con complicación alguna. La integridad


funcional del mango de los rotadores permite mejor rehabilitación. La desinserción
parcial del deltoides en dos pacientes retardó la recuperación, aunque a los nueve meses
del postoperatorio todos recuperaron la función.

Una evaluación que considere la causa del proceso degenerativo, la edad del paciente,
el tiempo de evolución de la artropatía y el estado de la función muscular con particular
atención al mango de los rotadores, proporcionará una información predictiva acerca
de las expectativas para el reemplazo protésico. Como ejemplo, en el presente estudio
un paciente de 73 años con artrosis de 96 meses de evolución fue el que menos ganancia
obtuvo en los arcos de movilidad. La mayor contraindicación para realizar la artroplastía
es la presencia de una infección activa, artritis degenerativa con
parálisis de la musculatura de la cintura escapular, en particular los músculos deltoides
y del mango de los rotadores y una articulación de Charcot, ninguna de éstas se observó
en este estudio.

En conclusión, la artroplastía de hombro es un método confiable para el manejo del


hombro doloroso por artrosis, artritis reumatoide y necrosis avascular una vez que el
manejo conservador haya fallado. La técnica quirúrgica es de suma importancia; se
deben cuidar estructuras nerviosas, vasculares y musculares, así como asegurar una
adecuada colocación de la prótesis respetando los 30 a 35 grados de retroversión del
componente humeral y la orientación anterolateral en el plano de la escápula del
componente glenoideo así como una adecuada técnica de cementado.

Aunque no es una articulación de carga es indispensable evitar el acortamiento o el


alargamiento de la extremidad porque este último puede causar pinzamiento
subacromial mientras que el acortamiento conduce a la subluxación inferior y al
acortamiento del deltoides, comprometiendo su función y por ende produciendo
discapacidad para elevar el hombro.

La terapia médica y física postquirúrgica es igualmente importante buscando una


adecuada y pronta recuperación sistematizando los ejercicios activos asistidos. En un
principio se evita la flexión y la abducción activas, posteriormente a los ocho días se
inician éstas con ejercicios de rotación, seguidos de ejercicios pendulares y por último
los ejercicios de fortalecimiento muscular.

Realizar una dieta saludable Esta incluye la toma adecuada de líquidos en cualquiera de
sus formas (agua, zumos, infusiones, etc), toma de fruta y vegetales, así como de otros
alimentos ricos en fibra que ayuden a un buen hábito intestinal. Debe procurar hacer
comidas ligeras y varias veces al día antes que copiosas y de difícil asimilación. Recuerde
que va a recibir un procedimiento anestésico y va a permanecer durante un tiempo en
reposo y esto puede dificultar su proceso de evacuación de heces y orina. Consumo de
Tabaco y alcohol Son recomendaciones generales de hábitos de vida saludable que
probablemente habrá indicado su médico de familia, pero ahora se hace
más importante que, en caso de tener hábitos de este tipo, los suspenda al menos un
mes antes de la cirugía. No hacerlo puede influir en la aparición de complicaciones
durante su proceso. Ejercicio físico Sabemos que en ocasiones su patología puede
condicionar una disminución de su actividad física.

No obstante, deberá esforzarse por mantener una actividad física moderada. Esto le
ayudará a mantener el tono de su musculatura en la mejor situación para acometer la
rehabilitación tras la cirugía. También es importante que ejercite los músculos de sus
brazos, recuerde que deberá utilizar ayudas para la marcha (muletas o andador) durante
un tiempo tras la cirugía.

Realizar estos ejercicios también le ayudará a mejorar su circulación y con ello evitar
algunos de los riesgos asociados durante su periodo de reposo, como son la aparición
de Trombosis Venosa Profunda. Preparación de la zona Es muy importante que la zona
a intervenir se encuentre en las mejores condiciones para controlar de forma óptima el
riesgo de infección.

Para ello, deberá eliminar el vello de la región de la cadera incluyendo desde el ombligo
hasta la rodilla. Debe hacerse con crema depilatoria o maquinilla eléctrica
preferiblemente. Debería hacerlo entre 36 y 48 horas antes de la intervención.
Posteriormente deberá pintar esta zona con un antiséptico como puede ser la povidona
iodada o clorhexidina.

Deberá vigilar si existe alguna alteración local, heridas, abscesos o cualquier otra
situación de infección. También debe prestar atención al resto del miembro inferior,
incluyendo los dedos de los pies. Medicación previa Recuerde que debe poner en
conocimiento del equipo cuales son los medicamentos que toma habitualmente para
saber si pueden tener relevancia o interferir con la medicación que se le va a administrar.
La enfermera de planta se encargará de hacer la conciliación de su medicación. Es
particularmente importante que nos comunique - Medicación anticoagulante -
Antiinflamatorios como Ibuprofeno o Naproxeno - Antidiabéticos. Recuerde que la
medicación que tome para controlar su diabetes puede ser
modificada en el periodo preoperatorio y durante su ingreso. Ser diabético personaliza
los riesgos de esta cirugía Soporte domiciliario Es probable que cuando regrese a su
domicilio tenga dificultades para realizar las actividades básicas de la vida diaria y por
lo tanto que necesite de ayuda para llevarlas a cabo. Si usted no tiene esta facilidad, es
necesario que nos lo haga saber.

La Trabajadora Social es parte activa de nuestro equipo e intentará informarle sobre la


posible forma de solucionar este déficit. Preparación de su domicilio Tras la cirugía usted
va a ser una persona con alguna dificultad de movimiento y esto condiciona la
posibilidad de que aparezcan complicaciones como tropiezos y caídas. Por lo tanto,
deberá acondicionar su domicilio para que estos riesgos se minimicen. En este aspecto,
es importante tener en cuenta la presencia de mascotas o alfombras con las que pueda
tropezar. Deberá pensar que su movilidad para acceder al baño también puede estar
disminuida. Si es posible, adecue el baño para acceder sin dificultades.

Es recomendable la disponibilidad de ducha mejor que una bañera. También le


ofreceremos información sobre adecuación de sillas y accesorios para las actividades
que realice sentado como puede ser el uso del inodoro. Usted será instruido en la forma
de acceder a las escaleras.

Es posible que necesite de elementos como - Asiento adaptado de inodoro - Silla para la
ducha - Barras de apoyo en baño Listado de comprobaciones antes de su ingreso He
advertido de mis posibles objeciones a recibir sangre en caso de necesidad He informado
sobre limitación de información a mis familiares tras la cirugía.

He hecho saber que deseo hacer uso de mi derecho a expresar mi Declaración Vital
Anticipada Me he asegurado de rasurar la zona recomendada 3 días antes de la cirugía
He revisado la ausencia de lesiones cutáneas, infecciones o úlceras, así como mi estado
de salud dental He hecho las modificaciones necesarias de mi casa He conseguido
solucionar el apoyo social o familiar He dejado de fumar He dejado de beber Tengo el
listado de medicación He suspendido la medicación que interfiere con el procedimiento
Cosas que debo llevar al hospital o Pijama o Zapatillas o Útiles de A El
día antes del ingreso Le avisarán de los servicios administrativos del Hospital indicándole
el ingreso por la tarde del día anterior o en la mañana del mismo día de la cirugía.

Ante esta llamada usted deberá cumplimentar su preparación con - Realizar una ducha
y lavado de pelo - Retirar el esmalte de las uñas en su caso - No cambie el detergente de
lavado de la ropa de cama - Recuerde la ingesta de agua, frutas, verdura y comidas
ligeras - Recuerde hacer el ayuno según se le ha comunicado - Compruebe las
instrucciones previas como infecciones, heridas en la pierna que ha de ser operada -
Recuerde las indicaciones que le hemos dado para controlar la medicación que ha
estado tomando.

Estancia en el Hospital
El día de la cirugía - Recuerde las indicaciones de ayuno de agua y alimentos - Recuerde
las recomendaciones respecto a medicación que tome: antidiabéticos, anticoagulantes,
antiinflamatorios, etc - Retire los elementos metálicos que tenga en su organismo como
piercing, anillos, implantes metálicos removibles, dentadura postiza etc - Se
comprobará su documentación - Se controlarán sus constantes Anestesia El anestesista
ya le ha indicado el tipo de anestesia más adecuado para sus circunstancias. Recuerde
advertir de posibles alergias.

La cirugía Su cirujano ya le ha informado sobre el tipo de implante, así como todas las
instrucciones respecto al tipo de este. Previamente habremos comprobado las
condiciones del quirófano para asegurar que el procedimiento se realice en las mejores
condiciones.

Se realizará profilaxis de la infección mediante la administración de antibiótico adaptado


a sus posibles de alergias Tras la cirugía Cuando usted esté en la zona de reanimación
postanestésica se informará a sus familiares de las circunstancias de la cirugía. Recuerde
hacer saber cualquier tipo de limitación tanto de la información como de las personas
a las que se les pueda facilitar. Vuelta a la habitación Una vez el Servicio de
Anestesiología y Reanimación considere que está recuperado y en
condiciones para volver a su habitación será trasladado a ella. Tras este momento
comenzará el proceso de control inmediato y de puesta en marcha de una serie de
medidas para controlar sus constantes y facilitar cualquier mecanismo de corrección.

Usted va a ser atendido por un equipo de profesionales que tienen instrucciones en


cuanto al control de su estado físico, constantes, así como control y movilización. Este
equipo mantendrá la observación sobre - Dolor. Recuerde que tendrá prescrita
medicación para el dolor. Si no es suficiente para controlarlo, deberá decirnos cuál es
el nivel de dolor que tiene mediante las escalas que le hemos enseñado previamente y
el equipo de enfermería adaptará la medicación prescrita.

En caso de sangrado, se establecerá vigilancia por si necesita de cambio de apósitos o


revisión de la incisión. - En caso de haber tenido que colocar un sondaje urinario, lo
retiraremos lo antes posible. - Procuraremos que la oxigenación sea adecuada para
facilitar su recuperación - Deberá empeñarse en movilizar sus tobillo y rodillas, así como
su cadera dentro de las indicaciones dadas previamente. - Se le administrarán líquidos y
alimentos según evolucione su recuperación.

Se comenzará con las medidas para evitar la aparición de complicaciones


tromboflebíticas. Señale cuál es la intensidad del dolor que siente El día siguiente a la
cirugía ü Vigilaremos la pérdida de sangre y la necesidad de reposición. ü Procuraremos
tener un control radiográfico de la cirugía tan pronto como sea posible.ü Le indicaremos
que puede incorporarse en cama y posteriormente sentarse. ü Desde el día siguiente,
salvo instrucciones en contrario, le recomendaremos que empiece a caminar e incluso
puede ir al baño.

Recibirá la visita del equipo de Rehabilitación para encarecer los ejercicios que debe
hacer. ü El equipo de Rehabilitación acordará con usted la mejor ayuda adaptada para
la deambulación y su prescripción en caso de ser necesario. ü El proceso de
rehabilitación incluirá o Medidas recomendadas de hacer o Medidas no recomendadas
de posición, deambulación. o Forma de incorporarse desde la posición de sentado y
para sentarse o Forma de subir y bajar escaleras ü Intentaremos retirar la sueroterapia
y adaptar la medicación a formas de administración más cómodos para usted.

Instrucciones específicas
La Artroplastia Total de Cadera puede presentar algunas complicaciones en el
postoperatorio, como es luxación de la prótesis. Para ello, deberá evitar las posiciones
que la pueden producir y que son aquellas que presenten una flexión de la cadera más
allá de los 90º, así como las rotaciones extremas interna y externa de la cadera. Deberá
evitar el recostarse sobre el lado intervenido Es recomendable, en caso de dormir de
lado interponer una almohada entre sus piernas.

Usted tiene autorizada la subida y bajada de escaleras desde el momento en el que


tenga un mínimo de control para evitar posibles caídas y consecuentes complicaciones.

A ese respecto deberá:


• Subir: recuerde que primero debe poner la pierna no operada en el escalón, después
apoye el bastón del lado contrario.

A continuación la pierna operada y por último el otro bastón.


• Bajar: primero apoye los bastones, luego la pierna operada y a continuación la otra.
Días de ingreso hospitalario Dependiendo de su evolución usted recibirá una o dos
sesiones de Rehabilitación. Usted podrá ser dado de Alta desde las 48 horas a las 72
horas en caso de no existir incidencias en su postoperatorio. Recuerde, aunque no es
fácil conseguir un procedimiento totalmente libre de dolor, usted tiene prescrita
medicación para que esta sea lo menos intensa posible. Recuerde que debe intentar
medir el dolor según las escalas que se le han facilitado.

El conocimiento y el tratamiento de las roturas del manguito rotador están mejorando


progresivamente al tiempo que evolucionan las técnicas de reparación artroscópica. En
las últimas investigaciones se ha recomendado la reparación anatómica y el uso de
anclajes con suturas en doble hilera, cuando sea posible, para mejorar la seguridad de
la reparación.

La artroscopia permite hacer una valoración intraarticular y tratar la patología asociada,


permite determinar con más exactitud el tipo de rotura y facilita la reparación
anatómica. A causa de su naturaleza mínimamente agresiva, la reparación artroscópica
del manguito disminuye el riesgo para el deltoides, el riesgo de rigidez y el dolor
postoperatorio.

Los roturas de un solo tendón son las candidatas óptimas para técnicas de reparación
artroscópica, pero las ro tu - ras masivas de gran tamaño también pueden mejorar con
esta técnicaHn La evaluación artroscópica del tipo de rotura permite al cirujano apreciar
mejor la morfología de la misma y mejora la capacidad de valorar sus componentes,
como, por ejemplo, la división longitudinal que acompaña a la mayoría de las roturas en
forma de L o de L invertida.

Los pacientes puntuaron el alivio del dolor y la satisfacción como buena o excelente
después de la reparación del manguito usando un procedimiento artroscópico
tradicional abierto o mini -abierto 12·21. Estos resultados son constantes, a pesar de las
conclusiones de un estudio de variables de evaluación que encontró nuevas roturas
postquirúrgicas y afectación de la integridad del tendón después de reparaciones
abiertas o artroscópicas, evaluadas mediante ecografía o RM.

INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES PARA LA CIRUGfA Los candidatos a


reparación artroscópica del manguito deben tener una rotura del manguito completa o
parcial significativa, y dolor o disfunción del hombro que no hayan mejorado con
tratamientos no quirúrgicos. El can1 didato ideal es un paciente joven y activo con una
rotura aguda (Tabla 1). Un leve episodio o una pequeña agresión pueden haber
precipitado los síntomas, aunque, en muchos pacientes, el inicio de los síntomas es
insidioso. Ningún estudio ha definido el grupo de pacientes en los que la reparación
artroscópica es más apropiada que la reparación abierta.

Sin embargo, la percepción de que la morbilidad quirúrgica disminuye con la reparación


artroscópica probablemente ha reducido el umbral para considerar la reparación
artroscópica, en particular, en pacientes mayores de 70 años que tienen una rotura
amplia que no puede repararse de otra manera. No está indicada la cirugía en pacientes
con síntomas no atribuible s a la rotura del manguito rotador, que están evolucionando
satisfactoriamente con tratamientos no quirúrgicos o que no podrán cooperar en la
rehabilitación postquirúrgica.

Especialmente en ancianos los síntomas del hombro pueden no estar relacionados con
los resultados de las pruebas de imagen2224

• La edad, el tamaño de la rotura, la migración cefálica de la cabeza del húmero, el grado


de atrofia muscular y la presencia o el grado de infiltración grasa ya no son
contraindicaciones absolutas a la reparación artroscópica del manguito rotador. La edad
es una contraindicación relativa, aunque la reducción clara de la vascularización de los
tendones del manguito asociada a la edad sugiere problemas potenciales de
cicatrización en pacientes mayores 65 años con roturas crónicas.

Los resultados satisfactorios en pacientes con atrofia muscular o con infiltración grasa,
demostradas en la TC o en la RM, sugieren que estas características de la rotura del
manguito rotador no son contraindicaciones absolutas.

Muchos autores han investigado la influencia de otras patologías coexistentes sobre el


resultado de la reparación. En 125 pacientes sometidos a reparación del manguito
rotador, los que tenían más enfermedades coexistentes tuvieron mejorías máximas en
las puntuaciones del dolor, función y calidad de vida relacionada con el hombro. Los
autores concluyeron que las demás patologías no eran un factor negativo para
determinar si un paciente debería someterse a reparación del manguito rotador27 . La
migración cefálica de la cabeza del húmero es otra contraindicación relativa a la
reparación quirúrgica, porque sugiere que el manguito rotador no puede ser reparado.
Varios estudios encontraron que la translación superior de la cabeza se invertía después
de la reparación artroscópica, especialmente si también se reparaba el tendón
subescapular.

Algunos datos recientes revelaron que determinados factores, como el tabaquismo o el


consumo de antiinflamatorios no esteroideos, pueden dificultar la curación del
manguito rotador.

• La disminución de la calidad del hueso puede impedir la fijación de los anclajes y


requerir injerto de hueso en una tuberosidad deficiente para permitir la reparación del
manguito rotador. La reparación no es adecuada en pacientes con artropatía del
manguito rotador.

PLANIFICACiÓN PREQUIRÚRGICA
La evaluación médica prequirúrgica debería centrarse en la exploración física del
hombro e incluir una valoración de la atrofia muscular, de la amplitud de movimiento y
del estado del manguito rotador. Debe realizarse una exploración del aparato locomotor
exhaustiva para identificar cualquier patología de la columna cervical, de la articulación
acromioclavicular o de la glenohumeral.

Deben hacerse radiografías simples para valorar las articulaciones glenohumeral y


acromioclavicular, así como el estrechamiento de espacio subacromial y la morfología
del túnel de salida. La migración cefálica de la cabeza del húmero y el estrechamiento
de la distancia acromiohumeral a menos de 6 mm tienen un pronóstico desfavorable
con cualquier técnica de reparación del manguito rotador. La RM y la ecografía añaden
datos adicionales e imágenes exactas sobre roturas completas del manguito rotador'1
'33. 2 La RM puede ayudar a determinar el tamaño y la posición de la rotura, la cantidad
de retracción y el grado, si hay alguno, de atrofia muscular e infiltración
grasa. En un estudio, la RM fue significativamente predictiva de los hallazgos
artroscópicos. La RM con inyección intraarticular de contraste puede ser útil en
pacientes intervenidos previamente del hombro.

La ecografía es una técnica tan precisa como la RM y tiene la ventaja de que permite la
exploración dinámica de un determinado componente del hombro y su comparación
con el hombro sano. Parece ser que la sensibilidad de la ecografía realizada en consulta
es similar a la de la RM.

En un estudio usando esta técnica se consiguió el diagnóstico exacto en 37 de 42


hombros con roturas completas (88%) y en 26 de 37 hombros con roturas parciales
(70%), y su sensibilidad para reconocer tendones del manguito rotador sanos fue del
80%32. Sin embargo, la utilización de la ecografía está limitada porque requiere mucha
experiencia del ecografista.

La reparación artroscópica del manguito rotador exige el uso de instrumentación


especial e implantes. Hay dispositivos para el paso de suturas a través de los tendones
en un solo paso o en dos pasos; el diámetro de las cánulas artroscópicas debe ser
suficientemente grande para introducir los instrumentos para pasar las suturas. Como
los anclajes varían bastante, el cirujano debe familiarizarse con los pasos específicos
necesarios para la inserción y el manejo de éstos. Para completar la cirugía son
necesarios un empujador de nudos y un dispositivo para cortar los nudos con capacidad
para cortar las nuevas suturas de alta resistencia.

TECNICA QUIRÚRGICA EXPLORACiÓN BAJO ANESTESIA


Para evaluar cualquier limitación pasiva en la movilidad del hombro se realiza una
exploración bajo anestesia regionalo general. Por lo general la rigidez se libera mediante
manipulación y, si fuera necesario, por liberación artroscópica.

Si la rigidez no va acompañada de hiperemia y sinovitis significativa, la liberación


capsular y la reparación artroscópica, por lo general, pueden realizarse en el mismo
tiempo quirúrgico. En caso contrario, puede realizarse la reparación del manguito en
un segundo tiempo tras la resolución y la recuperación clínica del primer tiempo de
manipulación y liberación capsular.

POSICiÓN DEL PACIENTE


La reparación artroscópica del manguito rotador puede realizarse con el paciente en la
posición de «silla de playa» o en decúbito lateral. Los factores que afectan a la elección
de la posición son: el uso de anestesia general de bloqueo interescalénico; la posibilidad
de colocar el equipo, es decir, estabilizador de cabeza y de cuello y dispositivos de
tracción y de sujeción del brazo; la disponibilidad de ayudantes y la preferencia del
cirujano.

El cirujano debe prever que puede se necesaria la conversión a reparación abierta.


Independientemente de la posición, el paciente debe cubrirse con paños
cuidadosamente y debe quedar suficientemente expuesta la cintura escapular.

acceso más directo a la tuberosidad mayor y conseguir una inserción y angulación


adecuadas. Un portal superomedial, posterior a la articulación acromioclavicular, puede
ayudar a pasar las suturas a través del supraespinoso. Se establecen otros portales
periacromiales cuando sea necesario para visualización y reparación. EXPLORACIÓN
ARTROSCÓPICA La cirugía comienza con la exploración artroscópica dela articulación
glenohumeral, del manguito rotador, del tendón del bíceps, dellabrum, del carh1ago
articular y del borde superior del subescapular.

En este momento se valora cualquier otra patología coexistente. Cada vez se están
encontrando más roturas del tendón subescapular en pacientes que se someten a
reparación de manguito rota dar.

Entonces, se vuelve a situar el artroscopio en el espacio subacromial, donde se realiza


una bursectomía para definir la posición y las dimensiones de la rotura del manguito
rotador. El cirujano decide cuál es el mejor método para reparar la rotura.
BURSECTOMIA y DESCOMPRESIÓN SUBACROMIAL Con el artroscopio situado en el
portal posterior, se usa el portal lateral para realizar la bursectomía subacromial y, si
está indicada, la descompresión. Generalmente, el sinoviotomo, el vaporizador de
radiofrecuencia y la broca se introducen y manejan por el portal lateral, y se ven por el
portal posterior.

Puede estar indicada la sección del ligamento coracoacromial si está desgastado o


engrosado, pero la liberación o escisión completa pueden estar contraindicadas en
roturas grandes o irreparables debido a que la sección del ligamento coracoacromial
puede desestabilizar el arco coracoacromial y producir un escape anterosuperior. Tanto
en la cirugía abierta como en la cirugía artroscópica, la necesidad de acromioplastia
depende de las características de cada caso.

Puede realizarse una radiografía lateral prequirúrgica para clasificar la forma del perfil
acromial, una proyección AP para ver la pendiente lateral del acromion y una proyección
axilar para diagnosticar cualquier epífisis acromial no fusionada (os acromiale). Aunque
la reparación artroscópica sin acromioplastia es satisfactoria, la mayor parte de los
cirujanos artroscópicos creen que un acromion ganchoso (tipo III deBigliani) debería
alisarse si hay estenosis subacromial o signos de atrapamiento subacromial (ligamento
coracoacromial desgastado).

Los cirujanos que realizan habitualmente acromioplastias creen que la descompresión


puede mejorar la visión y aumentar el espacio para el instrumental. Además, puede
introducir factores biológicos que mejoren la cicatrización. La bursectomía es unaparte
importante de la reparación artroscópica del manguito rotador. Aumenta lacapacidad
de ver la rotura, de identificar el tipo de rotura y de distinguir la bolsa subacromial del
verdadero tendón.

La bolsa puede desempeñar algún papel en la cicatrización de roturas crónicas en


ancianos y, por lo tanto, hay dudas sobre la cantidad exacta que debe resecarse. En un
estudio controlado de laboratorio sobre el ARN mensajero de tejido de la bolsa
subacromial y del manguito rotador se encontró un proceso activo de remodelado, lo
que sugiere que ambos tejidos podrían contribuir a la cicatrización del manguito
rotadoro. Sin embargo, la visualización y la movilización de los márgenes de la rotura
del manguito rotador son fundamentales para conseguir que la reparación sea
satisfactoria.

IDENTIFICACIÓN DEL TIPO DE ROTURA


La identificación del tipo de rotura es un paso importante en la reparación artroscópica
del manguito rotador. La mayor parte de las roturas pueden clasificarse en alguna de las
siguientes formas: forma de media luna, forma de L, forma de L inversa o rotura grande
en forma de U. Una rotura en forma de media luna comienza con avulsión del manguito
rotador y se extiende anteriormente o posteriormente.

Una rotura con extensión longitudinal puede tener una configuración en forma de L o
de L inversa. Una rotura grande en forma de U representa una hendidura longitudinal
de un tendón avulsionado con retracción medial.

El tipo de rotura se evalúa mediante bursectomÍa cuidadosa, y con visualización y


sujeción de los tejidos desde portales diferentes. Con una pinza de tracción de tejidos
blandos se puede intentar la reducción de la rotura desde múltiples direcciones para
distinguir el tipo de rotura. La identificación del tipo de rotura es primordial para
asegurar la reparación anatómica y reducir al mínimo la tensión en la unión a la
tuberosidad. La lateralización no anatómica de los tendones del manguito rotador, con
tensión excesiva y tasas altas de fracaso, en buena medida ha caído en desuso debido al
uso de técnicas artroscópicas y al mejor reconocimiento del tipo de rotura.

LIBERACIONES ARTROSCÓPICAS
En roturas crónicas con retracción tendinosa puede ser necesaria la movilización de los
tendones para aproximarlos, especialmente si las roturas son relativamente grandes o
parecen irreparables.

Puede realizarse una liberación del intervalo rotador anterior, una liberación posterior
entre los tendones supra e infraespinoso o una liberación de la cápsula superior entre la
cara inferior del manguito rotador (supraespinoso e infraespinoso) y la cápsulasuperior
de la articulación glenohumeral en función de la zona de inmovilidad del
tendón. Las liberaciones anteriores, laterales y posteriores de las adherencias de la bolsa
subacromial consiguen una movilidad adecuada en la mayor parte de las roturas.

La utilización de un dispositivo de tracción de tejidos o el uso de suturas de tracción


ayuda a identificar la necesidad de hacer liberaciones adicionales. Es habitual realizar
una liberación del intervalo anterior que incluya los ligamentos coracohumeral y
glenohumeral superior. Este procedimiento es eficaz para la movilización del tendón
supraespinoso y, en algunos casos, del tendón subescapular.

En una modificación de esta técnica conocida como deslizamiento del intervalo, se libera
el intervalo, pero el tejido del intervalo más lateral se conserva para servir como
referencia durante el intento de reparación anatómica del manguito rotador.

Cuando sea necesario, el tendón subescapular debe repararse antes de la liberación.


La conservación de referencias anatómicas normales, como el borde superior del
subescapular, la polea medial del bíceps y las estructuras capsulares, facilita la
reparación anatómica del manguito. Si se usa una liberación tradicional o un
deslizamiento del intervalo, el cirujano debe liberar las uniones de los tejidos blandos
entre el manguito rotador y la coracoides.

En la técnica de deslizamiento del intervalo posterior se usa un dispositivo bipolar para


separar la bolsa del margen posterior de la rotura, con el artroscopio en el portal
posterior, en el portal lateral o en ambos. Se identifica la espina de la escápula y se
identifica y libera el intervalo entre el supra y el infraespinoso.

La cápsula posterosuperior puede ser liberada. Con un elevador romo o con una pinza
de tracción se movilizan el supra e infraespinoso para mejorar la excursión lateral. Sin
embargo, debe tenerse cuidado para evitar la lesión del nervio supraescapular, que está,
aproximadamente, 1,5 cm medial al margen glenoideo. Las suturas de tracción en el
margen del manguito protegen al nervio mientras se realizan las liberaciones.
La movilización del tendón se revalúa después de cada liberación hasta que se recupera
la longitud máxima del tendón o la mayor cantidad posible.
CONVERGENCIA DE MÁRGENES
Una rotura en forma de L puede hacerse más grande por retracción del tejido al
separarse de las tuberosidades, por extensión medial de la rotura, por atrofia de
músculos REPARACIÓN ARTROSCÓPICA DE ROTURAS COMPLETAS DEL MANGUITO
ROTADOR y tendones o por contracturas. Una rotura grande y aparentemente
irreparable, a veces, puede aproximarse fácilmente reconociendo el tipo en L de rotura
e identificando el margen de convergencia46 -49 (Fig. 4). La reparación del componente
longitudinal de la rotura debe realizarse antes de la reinserción del tendón al hueso
porque el componente longitudinal no sólo permite identificar el tipo de rotura con más
precisión, sino que además reduce la tensión de la reconstrucción de la unión del
tendón al hueso. La convergencia de márgenes también puede reducir la angulación del
nervio supra escapular cuando éste pasa por la escotadura. Cuando se realiza una
convergencia de márgenes, se usa una pinza de tracción artroscópica para reducir la
rotura y evaluar la posición ideal de las suturas para conseguir la aproximación
anatómica. El desbridamiento de los bordes de la rotura del manguito rotador mediante
pinzas o sinoviotomos artroscópicos puede mejorar la cicatrización biológica de los
bordes tendinosos. Sin embargo, debe tenerse cuidado de regularizar sin eliminar tejido
del manguito rotador. Se han descrito varias técnicas para el pasode las suturas y otros
materiales. Las suturas se pasan a través del componente longitudinal, por lo general,
desde la zona anterior a la posterior, comenzando en el vértice medial de la rotura.
Cuando se anudan las suturas, el área más movilizada del manguito rotador (por lo
general, la posterior) se cambia para aproximar los márgenes de la rotura. Después de
valorar el componente longitudinal de la rotura, se considera la reparación tendón-
hueso. La convergencia de márgenes puede ser tan eficaz que afecte a la visualización
de la parte más lateral de la tuberosidad mayor. Por lo tanto,el cirujano puede preferir
preparar la huella antes de anudar las suturas más laterales de la convergencia de
márgenes. REPARACIÓN TENDÓN-HUESO Aunque la cabeza del húmero parece quedar
completamente cubierta usando la convergencia de márgenes, la mayoría de las
reparaciones incluye la reconstrucción de la unión osteotendinosa. Después del
desbridamiento de los tendones del manguito rotador y de la decorticación super.
Como se observó desde el portal anterior del hombro
derecho, lo mayor porte de uno roturo grande en formo de U se ha aproximado por
convergencia de márgenes simple. CH: cabezo del húmero; VR: vértice de lo roturo.
oficial para propiciar la cicatrización, se ponen anclajes en la zona de la tuberosidad
donde se ha planificado realizar la reinserción.

Hay controversias sobre la diseño biomecánico óptima para la reparación, es decir, el


número y la posición de los anclajes y las técnicas de sutura y de anudado. En un modelo
experimental de rotura del manguito rotador en cabras, el estudio de la relación
biomecánica entre el número de anclajes insertados con suturas incorporadas y la
resistencia de la interfaz tendón-hueso no se encontró ninguna diferencia significativa
en: la resistencia a la tensión hasta el fallo después de cuatro y ocho semanas.

En otro estudio experimental, la calidad del hueso influyó en la fuerza de colocación


del anclaje; y constató que en roturas crónicas, el hueso de la cara medial de la
tuberosidad era más fuerte que el hueso lateral.

REPARACIÓN EN DOBLE HILERA


La primera reparación artroscópica del manguito rotador se basó en una técnica de
suturas en una sola hilera, en la cual, el tendón del manguito rotador se reinsertó en la
tuberosidad mayor usando anclajes con suturas incorporadas. Los avances técnicos y
biomecánicos actuales se basan en la reparación con anclajes con suturas insertados en
una doble hilera, en diseños de anclajes con doble carga de suturas y anclajes sin nudos,
en materiales de sutura con más fuerza y mejor manejo y en configuraciones de suturas
de tendones alternativas para aumentar la seguridad de la fijación del tendón al hueso.

La técnica típica de dos hileras consiste en usar anclajes mediales, que se sitúan
adyacentes a la superficie articular y se aseguran con suturas de colchonero, y fijación
lateral con suturas simples. La restauración anatómica de la huella del manguito rotador
normal usando una técnica de unión con doble fila de suturas ha sido objetode algunos
estudios experimentales. La técnica de doble hilera ha
demostrado ser anatómica y biomecánicamente superior a la reparación con una sola
hilera. En un estudio en cadáveres se encontró que con la fijación del anclaje con dos
filas de suturas se conseguía una carga en extensión mayor que con tres modelos de
reparación con una sola fila de suturas.

En otro estudio con cadáveres se encontró que la reparación con doble hilera de suturas
mejora la resistencia a cargas cíclicas de tensión y reduce la formación de hendiduras en
el tendón, lo que indica que esta reparación, aunque es más difícil técnicamente, es más
segura que la de una sola fila. Una investigación reciente seha dedicado a estudiar una
modificación de la técnica de anclaje con suturas dobles llamada técnica del equivalente
transóseo.

Al asegurar el tendón medial y lateralmente, esta técnica disminuye el movimiento del


tendón en relación con la huella de inserción y aumenta la estabilidad de la fijación del
tendón al huesos4. En un estudio de una técnica de doble hilera para la reparación
artroscópica se destacó la necesidad de restablecer la huella del manguito rotador
normal y aumentar el área de contacto entre el tendón y el hueso para mejorar la
cicatrización.

En la exploración in vivo y medida de la huella del manguito rotador antes y despuésde


la reparación no se encontró ningún área descubierta después de una reparación con
doble hilera de suturas, pero se encontró un 53% de área descubierta después de la
reparación con una sola hilera de suturas.

En una comparación de los resultados funcionales y estructurales de la reparación


artroscópica de rotura del manguito con una sola hilera y una hilera doble de suturas en
78 pacientes consecutivos (80 hombros) no se encontró ninguna diferencia en el
resultado funcional, pero con la técnica de doble hilera mejoró el resultado estructura.
En otro estudio de comparación de una sola hilera y tres configuraciones de sutura en
doble hilera se encontró que el área de contacto era mejor en la reparación con doble
fila, pero no se vio ninguna.
PASO DE LAS SUTURAS Y ANUDADO
Después de colocar el anclaje con una sola fila de suturas en la zona medial, se pasan las
suturas a través del tendón en la zona que se intenta aproximar al hueso. Las suturas
pueden pasarse utilizando técnicas diversas. Por ejemplo, puede introducirse
directamente la sutura con una técnica de un solo paso, o puede hacerse en dos pasos,
usando una sutura transportadora de monofilamento como dispositivo auxiliar. El
cirujano debe asegurarse de que hay una distancia suficiente entre las zonas de paso de
la sutura y de que la sujeción del tejido es adecuada, y evitar el corte del tejido por la
sutura.

Después de pasar la sutura, la superficie de contacto entre el tendón y el hueso se fija


con nudos. Hay múltiples técnicas para anudar las suturas destinadas a fijar el tejido
blando al hueso. Todas recomiendan asegurar los nudos y aproximar cuidadosamente
los tejidos para conseguir una cicatrización óptima. Pueden atarse los nudos
secuencialmente al colocar cada anclaje y pasar las suturas, o pueden atarse después de
que estén insertadas las suturas y pasadas por todos las anclajes.

También se han usado anclajes con suturas sin nudos, en particular, para asegurar la
fijación lateral en una reparación con doble fila de suturas. En la reparación artroscópica
del manguito rotador la interfaz entre el tendón y la sutura es una unión débiI. En un
estudio de un modelo bovino se demostró que las suturas bloqueadas eran más
resistentes que las suturas simples o de colchonero y que con ellas se formaban menos
hendiduras en la interfaz tendón-sutura al ser sometidas a tensión sobre la reparación.
El fortalecimiento escapular se inicia inmediatamente después de la intervención
quirúrgica. La mayoría de los protocolos desaconsejan la contracción del manguito
rotador durante las seis primeras semanas,independientemente del tendón específico
que se haya reparado. Aunque el movimiento activo, por lo general, comienza seis
semanas después de la cirugía, la protección de la reparación sigue varios meses debido
a la lentitud de la cicatrización del tendón biológico. El ejercicio contra resistencia por lo
general se inicia 12 semanas después de la cirugía. La rehabilitación puede
modificarse dependiendo de ciertos
factores, como la posición de la rotura, la confianza en la seguridad de la reparación y la
presencia de capsulitis adhesiva.

Por ejemplo, tras la reparación de una rotura posterosuperior, se pueden iniciar


ejercicios de rotación externa pasiva el primer día después de la cirugía. Por el contrario,
una reparación del subescapular requiere la restricción de la rotación pasiva externa. Si
se descubriera una restricción de movimiento o una sinovitis inflamatoria durante la
reparación del manguito rotador, pueden iniciarse los ejercicios en todo el arco de
movilidad a las tres semanas para reducir al mínimo el riesgo de rigidez.

La recuperación completa puede necesitar mucho tiempo. El período que debe


transcurrir hasta que el paciente pueda realizar deportes o trabajar depende del
progreso de la recuperación y de las exigencias del deporte o actividad particular,
pero, por lo general, son necesarios de cuatro a seis meses.

Un trabajador manual puede necesitar un período de reposo de seis a nueve meses


antes de volver a trabajar. Un paciente en baja laboral puede seleccionarse para un
programa de refuerzo, una exploración de la capacidad funcional para medir déficit de
fuerza y un programa de trabajo limitado antes de volver al trabajo completamente.

Cargas de tracción cíclicas. Sin embargo, las suturas de colchonero fueron más
reproducibles que las suturas trenzadas complejas. Incluso después de definir el tipo
exacto de rotura, de realizar una bursectomía generosa y las liberaciones adecuadas,
algunas roturas son irreparables.

Con la reparación parcial se puede conseguir una mejoría recuperando los pares de
fuerzas. Los aloinjertos, los xenoinjertos y los refuerzos sintéticos han tenido resultados
variados y actualmente se usan poco en las reparaciones artroscópicas del manguito.

REHABILITACIÓN
Es necesario proteger la reparación en el postoperatorio para mejorar la cicatrización
biológica y evitar el fracaso mecánico después de una reparación del manguito rotador,
sea artroscópica o abierta. La mayor parte de los cirujanos prefieren la inmovilización
postquirúrgica usando un cabestrillo, modificado generalmente incorporando una
pequeña almohada de abducción que reduce más la 7 tensión sobre la reparación.

El fortalecimiento escapular se inicia inmediatamente después de la intervención


quirúrgica. La mayoría de los protocolos desaconsejan la contracción del manguito
rotador durante las seis primeras semanas, independientemente del tendón específico
que se haya reparado.

Aunque el movimiento activo, por lo general, comienza seis semanas después de la


cirugía, la protección de la reparación sigue varios meses debido a la lentitud de la
cicatrización del tendón biológico. El ejercicio contra resistencia por lo general se inicia
12 semanas después de la cirugía.

La rehabilitación puede modificarse dependiendo de ciertos factores, como la posición


de la rotura, la confianza en la seguridad de la reparación y la presencia de capsulitis
adhesiva. Por ejemplo, tras la reparación de una rotura posterosuperior, se pueden
iniciar ejercicios de rotación externa pasiva el primer día después de la cirugía. Por el
contrario, una reparación del subescapular requiere la restricción de la rotación pasiva
externa.

Si se descubriera una restricción de movimiento o una sinovitis inflamatoria durante la


reparación del manguito rotador, pueden iniciarse los ejercicios en todo el arco de
movilidad a las tres semanas para reducir al mínimo el riesgo de rigidez. La recuperación
completa puede necesitar mucho tiempo.

El período que debe transcurrir hasta que el paciente pueda realizar deportes o trabajar
depende del progreso de la recuperación y de las exigencias del deporte o actividad
particular, pero, por lo general, son necesarios de cuatro a seis meses. Un
trabajador manual puede necesitar un período de reposo de seis a nueve meses antes
de volver a trabajar. Un paciente en baja laboral puede seleccionarse para un programa
de refuerzo, una exploración de la capacidad funcional para medir déficit de fuerza y un
programa de trabajo limitado antes de volver al trabajo completamente.

RESULTADOS
En los estudios que analizaron los resultados de la reparación artroscópica del manguito
rotador se encontró un nivel elevado de satisfacción en los pacientes, similaral obtenido
en los pacientes después de la reparación abierta. Sin embargo, la comparación de los
resultados de la reparación artroscópica y abierta está limitada por la relativa falta de
estudios bien diseñados, de alto nivel, así como por la variabilidad en los diseños de los
estudios y las diferencias en las indicaciones, técnicas, experiencia de cirujano y
medidas de las variables de evaluación del resultado.

En un estudio reciente de reparación artroscópica de roturas crónicas de espesor


completo del tendón supraespinoso, usando una técnica de banda de tensión, 62 de
65 pacientes operados consecutivamente quedaron satisfechos con el resultado tras
un seguimiento medio de 29 meses; las mejorías en la fuerza de elevación y en las
puntuaciones del hombro de Constant y de la Universidad de California Los Ángeles
(UCLA) fueron estadísticamente significativas.

La evaluación de la integridad de la reparación mediante artrografía con TC o RM en un


período entre seis meses y tres años desde la reparación artroscópica demostró
cicatrización completa en 46 hombros (71 %) y parcial en tres hombros; los tendones
cicatrizaron completamente en 23 pacientes (43%) mayores de 65 años14• De las 16
roturas con defectos residuales, 15 eran relativamente pequeñas. La fuerza de
antepulsión fue significativamente mayor en los pacientes con roturas del manguito
rotador cicatrizadas. Los factores que influyeron negativamente en el resultado fueron
la edad y la delaminación de los tendones del subescapular o del infraespinoso. Se
evaluó el resultado de la reparación artroscópica de 53 roturas aisladas del tendón
supraespinoso usando la técnica de una sola hilera de suturas de Mason-Allen
mediante la puntuación de Constant, dinamometría y RM abierta. La puntuación de
Constant mejoró en todos los pacientes, alcanzando la significación estadística en
pacientes con tendones del manguito cicatrizados. En un seguimiento medio de 26
meses, el porcentaje de rotura postoperatoria del manguito rotador fue del 24,5% yfue
mayor en personas mayores de 65 años. Sin embargo, en una serie retrospectiva de
casos, que analizó la influencia de la edad de los pacientes en el resultado, se encontró
que el 81 % de 54 pacientes con roturas del manguito rotador de varios tamaños
reparadas por artroscopia tuvo un resultado bueno o excelente, independientemente
de la edad75 • En una serie retrospectiva de pacientes con 42 roturas completas del
manguito rotador reparadas por artroscopia con convergenciade márgenes (ninguna
reparación fue de tendón-hueso), 41 pacientes (98%) tuvieron un resultado bueno o
excelente según la escala de valoración del hombro de UCLN. En un estudio
retrospectivo de 71 pacientes (105 hombros), evaluados mediante las escalas de la
American Shoulder and Elbow Surgeons (ASES), de Constant y visual analógica, en el
seguimiento a los 12 meses había mejorado la función, independientemente del tamaño
de la rotura, con mejorías menos marcadas en la fuerza y en el movimiento. En una serie
prospectiva de 42 pacientes con roturas grandes y crónicas con retracción tendinosa se
analizó el resultado después de la liberación artroscópica del intervalo y liberación
capsular posterior combinada con reparación artroscópica. Tras un seguimiento
promedio de 32 meses, 21 pacientes consiguieron resultados excelentes, 6 buenos y 11
regulares según la escala UCLA; en un paciente, el resultado fue malo. En el seguimiento
consecutivo de 48 pacientes durante 39 meses después de la reparación artroscópica de
una rotura mediana- grande20, 35 tuvieron resultados excelentes, 11 buenos y 2
resultados regulares, evaluados con las escalas UCLA y ASES; 47 pacientes (98%)
expresaron su satisfacción con el resultado. En un estudio realizado recientemente se
han analizado los resultados clínicos tras la reparación artroscópica de 52 roturas
completas (longitud media, 2,47 cm) usando una técnica de anclaje con dos hileras de
suturas7. En un seguimiento medio de 30 meses, los 48 pacientes experimentaron una
mejoría clínica, evaluada con el cuestionario de puntuación del hombro de L'Insalata y
mediante exploración clínica y medición de la fuerza. En nueve hombros (17%) se
encontraron nuevas roturas o defectos persistentes en la ecografía postoperatoria.
Los pacientes
con reparación intacta tenían más fuerza de elevación y rotación externa que los que
tenían algún defecto en la reparación, aunque las puntuaciones funcionales de los dos
grupos fueron similares.

Para evaluar la integridad del manguito rotador, se analizaron los resultados funcionales
y anatómicos de la reparación artroscópica con un solo anclaje de una rotura del
manguito rotador grande o masiva en 18 pacientes.

• La ecografía reveló un porcentaje de defectos del tendón del 94%. Sin embargo, la
satisfacción de los pacientes fue alta, consiguiéndose la mejoría del dolor y de la
puntuación funcional según la escala ASES en 16 pacientes (89%) tras un mínimo de 12
meses de seguimiento.

Sin embargo, los resultados se habían deteriorado en el seguimiento realizado a los


dos años, ya que sólo 12 pacientes (67%) tuvieron una puntuación ASES mayor de 80. En
otro estudio se evaluó en 40 pacientes la integridad postquirúrgica del manguito rotador
después de la reparación artroscópica y se comparó con la de un grupo de control
histórico de 32 pacientes cuyas roturas del manguito rotador habían sido reparadas
mediante cirugía abierta.

•En la RM, el 69% de las reparaciones abiertas y e153% de las reparaciones artroscópicas
estaban intactas. Las roturas más pequeñas (3 cm) tenían más probabilidad de estar
intactas (el 74% de las tratadas con artroscopia y el 84% de las abiertas) que las roturas
más grandes (> 3 cm) (el 62% de las tratadas con artroscopia y el 24% de las abiertas).

La tasa de fallo de la integridad del manguito rotador en roturas más grandes fue el
doble de la de las roturas más pequeñas. Ningún estudio prospectivo ha demostrado la
superioridad clínica de las técnicas de reparación artroscópica de sutura en doble hilera
sobre las técnicas de una sola hilera. dado que la forma de las roturas esvariable, una
simple comparación de las dos técnicas podría no ser concluyente. Los gastos de los
implantes y el aumento del tiempo quirúrgico necesario para la
reparación con dos hileras de anclajes puede debilitar aun más sus teóricas ventajas.
Tampoco se ha establecido hasta ahora la superioridad de la reparación artroscópica
respecto a la reparación abierta, aunque la reparación artroscópica tiene algunas
ventajas teóricas, como la reparación anatómica, el menor riesgo de rigidez y la
disminución de la morbilidad del deltoides.

El resultado de la reparación del manguito, probablemente, está más limitado por los
factores biológicos que por los factores técnicos; los problemas técnicos disminuyen al
aumentar la experiencia del cirujano con la técnica artroscópica. El éxito de la reparación
artroscópica primaria del manguito rotador ha propiciado su uso en reparaciones de
revisión.

En un grupo heterogéneo de 14 pacientes (2 con roturas medias, 1 con roturas grandes


y 11 con roturas masivas; tamaño medio de la rotura, 4,4 x 5,5 cm), 13 (93%) expresaron
su satisfacción por la revisión artroscópica tras el fracaso de la cirugía inicial.

Las roturas grandes o masivas requirieron disección extensa, liberación y movilización


de los tendones. En un seguimiento medio de 23 meses se encontraron cuatro
resultados excelentes, cinco buenos, cuatro normales y uno deficiente, según la escala
UCLA. En este estudio se destacó la importancia de la selección adecuada de los
pacientes y la atención cuidadosa a la movilización del manguito rotador.

ópica del manguito rotador es una nueva rotura. Las tasas de rotura postoperatoria
oscilan desde el 25% con la reparación de la rotura aislada del supraespinosd3 hasta el
94 % con la reparación de roturas masivas.

Sin embargo, muchos pacientes consiguen alivio del dolor y mejoría funcional a pesar de
que queden defectos residuales o de que haya una nueva rotura. La repetición de la
rotura, por lo general, se debe a un fallo técnico por no conseguir una reparación sin
tensión o al fracaso de la cicatrización biológica y esto, probablemente, corresponde a
la falta de integridad de la reparación más que una nueva lesión. La incidencia de
defectos residuales o recidivantes puede ser especialmente alta en pacientes roturas
tendinosas que afectan a varios tendones. Los estudios más recientes de integridad
postquirúrgica del manguito rotador han encontrado una disminución de los defectos
postoperatorios del manguito que son consecuencia de la técnica quirúrgica, de la
instrumentación, de los implantes o de la inexperiencia del cirujano.

La presencia de artefactos puede dificultar la evaluación de la integridad de la


reparación en la RM postquirúrgica. Las secuencias específicas de RM que pueden
reducir el artefacto derivado de la cirugía son las técnicas de inversión-recuperación y
las técnicas de eco-espín rápida más que las técnicas de secuencias de saturación grasa
y eco-espín convencionales o de eco de gradiente

• La ecografía permite realizar una valoración muy precisa de la integridad


postquirúrgica del manguito rotador. Otra complicación frecuente es el dolor
persistente debido a la artritis de la articulación acromioclavicular, a la patología que
afecta al tendón subescapular o a la de la porción larga del tendón del bíceps. Estas
patologías deben identificarse preferiblemente antes de la cirugía y se valoran
intraoperatoriamente.

La rigidez es una complicación bastante rara en la reparación artroscópica del manguito


rotador. Los pacientes con capsulitis adhesiva pueden tener mayor riesgode rigidez
postquirúrgica, sobre todo, si la reparación se combina con manovilización o liberación
capsular. Setenta y dos pacientes con rigidez comprobada se dividieron en tres grupos
en función del grado de restricción del movimiento antes de la reparación artroscópica
del manguito rotador.

El grupo 1 se compuso de 42 pacientes con déficit total del arco de movimiento(DTAM)


de 20° o menos; en el grupo 2, 24 pacientes tenían un DTAM de 25 a 70° y enel grupo
3, 6 pacientes tenían un DTAM mayor de 70°. El promedio del DTAM mejoró en todos
los grupos después de la reparación artroscópica (en el grupo 1, de 10 a 4°;en el grupo
2, de 36 a 12°; y en el grupo 3, de 89 a 31°). Tres pacientes del grupo 3 que tenían
capsulitis adhesiva no tuvieron ninguna mejoría postquirúrgica en el arco de
movimiento o ésta fue mínima y necesitaron una liberación artroscópica de la cápsula
secundaria; su arco de movimiento total era de 35° en promedio en el seguimiento final.
El estudio concluyó que aunque puede realizarse la reparación artroscópica del
manguito rotador habiendo rigidez prequirúrgica, el arco de movimiento no alcanza la
normalidad después de la reparación.

La rehabilitación puede ser importante para recuperar el movimiento antes de la


reparación quirúrgica. Una estrategia alternativa para algunos pacientes con rigidez
significativa es un procedimiento de dos etapas, en el cual, la recuperación del
movimiento va seguida de la reparación del manguito rotador. Si el paciente tiene
rigidez postoperatoria, la liberación quirúrgica y la manipulación deberían retrasarse lo
más posible, probablemente, al menos, seis meses.

La recuperación del movimiento puede retrasarse relativamente mucho tiempo si hay


rigidez, pero la cicatrización del manguito rotador tiene prioridad sobre la recuperación
del arco de movimiento. El riesgo de rigidez después de la reparación artroscópica del
manguito rotador puede reducirse al mínimo realizando unareparación anatómica sin
tensión y eliminando en la medida de lo posible el traumadel deltoides.

La atrofia y la disfunción muscular son una consecuencia inevitable de la reparación, más


que una complicación. Es importante conocer el estado de los músculos antes y después
de la reparación del manguito rotador para determinar la recuperación total.

Excepto en pacientes jóvenes con roturas agudas, los pacientes con una rotura del
manguito rotador, por lo general, tienen atrofia muscular y, a veces, infiltración grasa.
Por esto, puede persistir cierta debilidad después de la recuperación de la inserción del
tendón. Con la excepción del fracaso de la reparación, las complicaciones de la
reparación artroscópica del manguito rotador son relativamente raras. La migración del
implante, que ahora es una complicación poco frecuente, puede aumentar con el uso
de diferentes diseños de anclaje.
ANEXO

EXAMEN MÓDULO N° VII

CUIDADOS DEL PACIENTE INTERVENIDO DE ARTROPLASTIA DE HOMBRO

1. ¿Qué es la artroplastia?

2. ¿Qué tipos de cuidados debe recibir el paciente intervenido al hombro?

3. ¿Cuáles son las instrucciones específicas en artroplastia del hombro?

4. Explique la planificación prequirúrgica.

5. ¿En qué consiste la Reparación en doble hilera?

6. ¿Cuáles son los Material y métodos para la artroplastia del hombro?

7. ¿Qué recomendaciones se le sugiere al paciente intervenido?

8. ¿En qué consiste la artroplastia a la cadera?

9. ¿Cuáles son las causas de las contusiones de hombro?

10. ¿Cómo se realizan los cuidados al paciente intervenido en artroplastia al

hombro?

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