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Cantata popular:

La cantata popular se desarrolla en Chile de una forma más bien espontánea a finales de la década
del 50´, definiendo lo que podría ser un camino intermedio entre compositores y trovadores, por lo
tanto, se podría decir que es un género de fusión/hibridación. Este fenómeno musical surge como
un medio para enfrentar el paralelismo cultural en el que estaba inmerso Latinoamérica durante el
siglo XX. La cantata popular es algo netamente chileno debido a como se cultivó en este país, este
generó se empezó a desarrollar de una manera muy prolífica en esta tierra y no así en otras partes
de Ámerica Latina.

Entendemos por cantata popular obras de duración media a larga; es decir, desde los 8 minutos y
muchas de ellas sobrepasando los 30 minutos; superando con creces lo que podría ser una canción
popular común y corriente. Posee secciones internas que pueden ser contrastantes entre sí, algunas
cantadas y otras no. Posee temáticas variadas las cuales son abordadas por el texto. Está hecha con
medios sonoros propios de la canción popular, sin embargo, a veces se puede ver apoyado con
medios provenientes del mundo docto. Dentro del género hay 3 categorías de creadores:
Trovadores, compositores y personajes pertenecientes netamente a la fusión/hibridación.

Para abordar de buena forma el estudio de la cantata popular es necesario dividirlo en 4 partes, sin
embargo, y tomando como referencia la Cantata de Santa María de Iquique nombraremos las
primeras 3 partes:

1-. Pre cantata:

El antecedente de la cantata chilena es “El gavilán” de Violeta Parra, una obra experimental de 12
minutos, la cual posee 8 partes internas contrastantes, aplica recursos de bitonalidad y
heterometrías frecuentes. Es una obra que desde el punto de vista técnico musical excede por lejos
lo que es la canción popular, a pesar de que sus orígenes provienen de esta última. En cuanto al
texto, se podría decir que es una canción de amor (o desamor).

Sin embargo, a pesar de la grandeza de esta obra, no tuvo un impacto y continuidad inmediata en el
proceso de la cantata durante los años 60´s, ya que las grabaciones del gavilán fueron editadas con
mucha posterioridad a su registro (30 años después en el caso de la grabación de Alfonso Letelier y
durante la dictadura en el caso de las grabaciones en París), por lo cual no se abordó un camino
rupturista como el que proponía esta obra.

A la inversa del rol creador con el que recorrió la trovadora Violeta Parra el camino híbrido
docto/popular, está el compositor docto Gustavo Becerra (PNA), el cual hace su propia versión de
cantata popular. En 1962 Becerra crea una obra que se llama “Las canciones de alta copa”, la cual
hace alusión a emborracharse, abordándolo de una manera muy jocosa y poética. La letra fue hecha
por el poeta Andrés Sabella. Esta composición se estrenó en un acto interno del partido comunista
durante ese año. En cuanto a la instrumentación se compone principalmente por un conjunto que
podríamos definir como de música de cámara.

Otra obra dentro de esta línea, pero que tuvo un eco mucho más impactante a nivel nacional, fue
“Misa a la chilena” de Vicente Bianchi. El texto litúrgico de esta composición está en idioma español,
ya que el vaticano permitió que fuera transcrito del latín a nuestro idioma. A pesar de que esta obra,
musicalmente, está en un lenguaje popular, posee un coro y arreglos doctos, ya que Bianchi es un
músico profesional, además de que los instrumentos con las cuales se interpreta no pertenecen a la
tradición folclórica, por lo cual podríamos decir que esta composición es una fiel representante de la
fusión/hibridación.

Una obra contemporánea a la anterior mencionada es una versión de la misa chilena creada por el
trovador Raúl de Ramón.

Posterior a esto en 1965 Ángel Parra (hijo de Violeta Parra), hizo una obra por el estilo titulada
“Oratorio para el pueblo”, esta obra está dividida en varias partes y utiliza elementos de raíz
folclórica como el canto a lo poeta.

Posteriormente y durante esta evolución de la cantata, se produce una obra la cual podríamos
considerar como polémica, debido a la polarización política que se vivía en la época. Es una
“cantata” (o sumatoria de canciones con un hilo conductor en el texto) de Los cuatro cuartos (grupo
de derecha) hecha por Willy Bascuñán y titulada “Al séptimo de línea”, creada en base a una obra
histórica novelada de Jorge Inostroza la cual trata la guerra del pacífico. Fue controversial debido a
que durante esta década se estaban promoviendo los ideales de unión latinoamericana y de
resistencia contra el enemigo común, que es el imperialismo, por ende, que aparezca una obra
promoviendo las guerras y divisiones entre países del mismo continente fue considerado fuera de
contexto, por lo cual fue ampliamente criticada por los sectores de izquierda. No obstante, la obra
tuvo un relativo impacto a nivel nacional y de ella quedó una canción con ritmo de marcha, con las
voces de Los cuatro cuartos titulada “Los viejos estandartes”, la cual posteriormente fue utilizada en
dictadura como el himno oficial del ejército de Chile.

Una obra que tuvo un tremendo impacto fue “El sueño americano”, con música y texto de Patricio
Manns, incorporó la narración y en esta composición va referida a la independencia de América y el
liberarse del imperialismo. Manns hizo una sumatoria de canciones con ritmo folclórico la cual tuvo
un impacto al nivel de la elite cultural chilena. La canción que tuvo más permanencia de esta cantata
fue “América novia mía”, con la cual culmina la obra completa.

2-. La cantata de Santa María de Iquique:

Luis Advis, fue un compositor con educación musical no acabada que siempre tuvo una dualidad
entre el mundo docto y el popular, teniendo como referente el romanticismo y la canción popular,
Advis es un compositor con una cualidad única, y es que no hay antecesores para lo que él hace, por
lo cual es de los pioneros de la música fusión en Chile, podríamos decir que es un músico que no
tiene una escuela definida y eso le genera libertad al momento de componer.

En el año 69 compuso la obra más representativa del género y la que lo define a nivel nacional, la
“Cantata de Santa María de Iquique”. Fue estrenada en la sala La reforma (hoy sala Isidora Zegers),
luego de ser preparada por el grupo Quilapayún. Narra el acontecimiento de una masacre de
obreros en el norte de Chile. Es una obra que alterna momentos en que predomina el texto y
momentos en que predomina la música. Tiene un uso armónico propio de la armonía europea del
siglo XIX, y elementos de tipo estructural como el leitmotiv, sin mencionar su gran poder expresivo
que la hizo trascender en la cultura chilena. Sin duda es una obra que marcó un antes y un después
en el género y al ser tal su importancia es que la historia de la cantata popular toma como
precedente y eje de estudio esta conocidísima obra.
3-. Post cantata:

Después de la cantata de Santa María, más específicamente a principios del año 1971, ya con
Salvador Allende asumido como presidente de la república se gesta una cantata que se llama “El
canto al programa”, la cual es una obra de encargo del partido comunista, el texto fue creado por el
poeta Luis Rojas. Ya teniendo el canto al programa hecho, buscaron a alguien que la musicalizara en
15 días, las personas elegidas fueron Luis Advis y Sergio Ortega. Esta obra parte con un relato y luego
se van alternando las canciones de estos 2 compositores.

La siguiente cantata que se hizo en 1971 fue una que se hizo famosa en su tiempo, pero hoy en día
ha quedado un poco en el olvido, sin embargo, poéticamente tiene un valor tremendo. Se titula
“Canto General”, en base al texto homónimo de Pablo Neruda. En la música participó un colectivo de
creadores los cuales dieron rienda a la creación de las diferentes canciones, por este mismo motivo
falta un poco de unidad compositiva. Este colectivo estaba compuesto por el grupo Aparcoa, con
aportes de Gustavo Becerra, Sergio Ortega y Luis Advis. La música se adapta a graficar con el estilo
correspondiente las diferentes facetas de lucha en el texto de Neruda (América Precolombina,
Colonización española, rebeldía contra españa, etc...), es una obra extensa que dura más de 1 hora.

En 1972; Luis Advis crea su segunda cantata tomando Décimas, autobiografía en verso de Violeta
Parra. Advis seleccionó partes de esta autobiografía para poder armar algo con una lógica secuencial
sobre su vida, bajo estos parámetros creo su obra “Canto para una semilla”, que se podría acercar a
una continuidad de lo que sería la cantata de Santa María de Iquique. Esta obra es narrada por una
voz femenina haciendo alusión a Violeta. Musicalmente maneja recursos que sobrepasan lo que es
la canción popular, empleando por ejemplo contrapuntos refinados, por lo tanto, la definimos como
una obra de fusión.

La siguiente obra a destacar es del 1972 y se titula “Oratorio de los trabajadores” del compositor
Jaime Soto León. Esta obra fue creada a partir de que su profesor de composición, Sergio Ortega, le
delegó la labor de componer una cantata a este talentoso joven veinteañero, depositando su
confianza en él. Posee letras de Julio Rojas, quien también creo las letras de Canto al programa.

Posterior a esto es importante nombrar “La fragua”, del compositor Sergio Ortega, en la cual
también se encargó de crear el texto. Interpretado por Quilapayún junto a instrumentos de la
Orquesta Sinfónica de Chile, utiliza las cuerdas con algunas maderas y percusiones, enriqueciendo
bastante el sonido. Sin embargo, paralelismo y “diversidad "estilística al que intenta apuntar, hace
parecer a la composición exagerada en algunos momentos, no obstante, esto no le quita mérito a su
expresividad y potencial melódico.

También es necesario destacar la versión de cantata que desarrolló Víctor Jara este mismo año,
titulada “La población”, la cual posee grabaciones en vivo de diferentes personajes de la población
con las cuales desarrolla las canciones, un ejemplo es “Luchín”, que parte con una introducción de
un niño hablando para posteriormente dar paso al canto.

Para cerrar hay que destacar por el significado simbólico que tiene una “cuasi-cantata”, compuesta
por Cirilo Vila con texto de Isidora Aguirre titulada “La cantata del carbón”, es una obra inconclusa.
En este proyecto, Vila intentó integrarse a la cultura musical chilena debido a que se encontraba
desfasado en este aspecto, ya que durante la época de los 60´s vivó en Francia. No pudo continuar
esta cantata debido al golpe militar.
Compositores contemporáneos (desde 1945):

Dentro del mundo de los compositores se suele abordar el estudio en base a las individualidades, ya
que no hay obras que impacten de una manera inmediata en el panorama nacional chileno. Es así
que partimos esta nueva etapa desde el año 1945, debido a que es el año en que nace un personaje
importante en la cultura musical chilena llamado Guillermo Rifo.

Guillermo Rifo:

Rifo es un percusionista que estudió percusión clásica en la facultad de artes, a pesar de tocar
música popular, asume el rol de timbalista en la orquesta sinfónica y paralelo a esto comienza a
desarrollar proyectos en la línea de la fusión, es así como pasa a ser uno de los pioneros de la fusión
en Chile a través de una cantidad de grupos que va a formar y entre los cuales destaca
Latinomúsicaviva. Este grupo formado en la década del 70 (posterior al golpe militar) marca un
punto de partida en lo que conocemos como el concepto de la fusión al incorporar elementos de
diversa procedencia.

Rifo también fue un destacado maestro, entre sus aportes destacan la creación de la Escuela de arte
de la música popular en 1992, aportando al desarrollo de una tecnificación dentro de la música
popular. Debido a diferencias y conflictos con Eduardo Carrasco (Quilapayún) decide abandonar el
proyecto y llevarse la Escuela de música popular hacia la Escuela Moderna de música, debido a su
importancia como maestro deciden aceptarlo en esta nueva escuela. La escuela moderna de música
era una institución particular enfocada principalmente a la música docta, pero debido al pasar del
tiempo y el poco interés referido al estudio de la música docta empezó a caer en decadencia, por lo
cual la incorporación de Rifo y el cambio de enfoque la salvó de la desaparición, la escuela se
convirtió en un gran éxito.

Paralelamente a esto, Guillermo Rifo empieza a desarrollar una etapa compositiva a partir de la
década del 80´s, utilizando la orquesta sinfónica, debido a que ya la conocía y había sido participe de
esta, cabe destacar que debido a que era conocido en el mundo popular, le hicieron variedad de
encargos, como hacer música para cine, desarrollando así esta nueva faceta, de igual forma es
importante mencionar que todo este proceso lo abordó de una manera autodidacta en cuanto a la
orquestación y composición, siendo cuestionado en cuanto a su aplicación técnica en estos ámbitos.
Debido a la alta demanda de obras que recibía, no pudo lograr un trabajo musical conciso, haciendo
composiciones no tan destacables, y adaptaciones poco logradas, como por ejemplo su arreglo de la
“Anticueca n.5” de Violeta Parra.

Edward Brown:

Nació en Massachusetts, EEUU, en el año 1948 y emigró a Chile. Ha formado a diversos directores a
nivel nacional, sin embargo, en cuanto a composición no es un personaje tan destacable, ya que sus
obras no lograron un impacto ni trascendencia en Chile.

Santiago Vera Rivera:

Estudió pedagogía en música y luego fue profesor de armonía, también estudió composición al alero
de Alfonso Letelier. Dentro del ámbito compositivo su labor no es tan destacable, ya que no posee
una técnica tan acabada, de todas formas, compuso una gran cantidad de obras. Un ejemplo es la
obra “Sonata al Jazz” en la cual se siente una falta de unidad en el tratamiento sonoro.
Destacó como profesor de armonía de la UMCE durante muchos años y fue un gran arreglista. Uno
de sus grandes aportes a la cultura chilena fue la creación del sello Santiago Vera Rivera,
dedicándose a la grabación de compositores nacionales. Llegó a ser presidente de la Academia de
bellas artes y del Instituto Chile

Alejandro Guarello Finlay:

Nacido en el 1951, fue alumno de la carrera de pedagogía en música de la Universidad Católica de


Valparaíso, en la que su profesora de armonía se dio cuenta que tenía un talento sobresaliente,
recomendándolo al maestro Cirilo Vila, quien lo acogió como alumno particular, formándolo en
contrapunto y composición durante 2 años. Posteriormente entró a estudiar composición en la
Universidad de Chile, gracias a recomendación de su maestro. Guarello dio su paso a la música docta
luego de venir de la música popular, ya que en sus inicios se dedicaba al rock.

Guarello compositivamente tenía la capacidad de componer rápido y variado. Estilísticamente partió


con el dodecafonismo y técnicas dentro de la tonalidad, pero alcanzo su punto culminante luego de
egresar con Cirilo Vila ya que tomó la decisión de viajar a Italia a formarse con Franco Donatoni, allá
consolida su técnica compositiva y su estilo estructuralista. Sin embargo, es un compositor que no
tiene problema en componer diversos estilos y lográndolo de buena forma, incluso llegando a crear
una cantata.

En su obra “Vetro” de 1984 se logra percibir sus acabadas técnicas y su fineza al llevar a cabo los
diversos estilos en que incursiona, como en este caso el contemporáneo, ya sea por decisión creativa
propia o por encargo.

Llegó a ser un destacado profesor de armonía de la Universidad Católica y presidente de la SCD.

Andrés Alcalde Cordero:

Fue alumno de composición de Alfonso Letelier y paralelamente de Cirilo Vila. Alcalde viajó a Italia a
estudiar con Donatoni un año antes que Alejandro Guarello, por lo cual, pavimentó el camino a este
compositor para que emprendiera su viaje. Con Donatoni forjó su técnica a un gran nivel,
concibiendo la música de una forma estructuralista, con obras muy elaboradas intelectualmente.
Podríamos decir que Andrés Alcalde es el compositor más técnico dentro de lo que es la cultura
chilena. Por esto último tuvo una gran cantidad de estudiantes que aprendieron de él, desarrollando
una gran faceta de maestro, siendo uno de los más importantes formadores chilenos. Sin embargo,
debido a su carácter autoritario ha tenido varios problemas con diversas personas.

"Llongüein" es una obra que está dentro de una línea que podríamos asemejar al serialismo, pero con
un estilo desarrollado bajo la visión del que fue su maestro; Donatoni.

Patricio Wang Tapia:

Es un personaje poco convencional dentro de la composición. Nació en 1952. En sus primeros años
de universidad perteneció a la agrupación Lolopayún. Posteriormente se fue a estudiar composición
docta a Holanda, y terminado eso se desarrolló en el grupo Amancay. En el año 1981 se unió a las
filas del grupo Quilapayún. Es uno de los compositores más importantes de la fusión chilena. Se
dedica a hacer música docta para cine en holanda y actualmente vive de eso.
La obra “Requiebros” para orquesta de cuerdas y guitarra es un ejemplo de su faceta como
compositor docto.

Fernando Carrasco Pantoja:

Estudió pedagogía en música en el pedagógico y posteriormente paso a estudiar composición en la


facultad de artes de la Universidad de Chile, de la cual egresó. Se le suele tildar de contradictorio ya
que es un músico esencialmente popular que entró al mundo de la música docta sin ser su enfoque
principal. Hizo composiciones doctas, fusión y netamente música popular, siendo estas 2 últimas su
fuerte, es un personaje que podríamos definir como multifacético.

Una obra que lo representa es “Tihuelas” para 3 guitarras.

Actualmente es decano interino de la facultad de artes de la Universidad de Chile.

Rolando Cori:

Es guitarrista y compositor, ha sido un formador importante como profesor, sin embargo, es a través
de la guitarra que se ha destacado más, realizando un rescate del instrumento en obras de cámara.
Es importante mencionar su orientación religiosa católica, que obviamente ha influido en su estilo a
la hora de abordar la composición. Sin embargo, no tiene un lenguaje propio tan marcado como
otros compositores.

Una obra a modo de ejemplo es “Dedicatorias” para guitarra sola en 3 movimientos.

Gabriel Matthey:

Fue alumno de Cirilo Vila, es guitarrista y compositor. Estudió ingeniería civil en la Universidad de
Chile. Dentro de la composición es bastante experimental, también es destacable mencionar el
intento de rescate de la cultura mapuche al aplicarlo a su música.

Es tomado en cuenta por los guitarristas al tener afinidad y componer desde dentro del instrumento,
un ejemplo es el “Preludio para guitarra n.2”.

A parte de la música para guitarra ha hecho música de cámara basándose en la obra de Nicanor
Parra acogiendo su actitud contestataria. Sin embargo, a pesar de todo lo anterior mencionado
Matthey no sale de su línea docta experimental al componer, podríamos decir que hay una falta de
toquío.

A modo de ejemplo de su obra destacamos “Las Parrianas”, un homenaje a Violeta Parra con textos
de Nicanor Parra.

Eduardo Cáceres:

Es un personaje extravagante, ya que está en el extremo “efectista” de la composición musical, en el


cual se aplica una gran cantidad de efectos sonoros, valga la redundancia, pero posee poca
sustancia, hace música indefinible e impredecible. Es un compositor que ha instalado un repertorio
dentro del ámbito musical docto en Chile. No posee una técnica tan sólida en cuanto a la
composición y podríamos decir que lo que hace es más “improvisativo”

“Entre lunas” para violonchelo y piano, es una buena muestra de lo que hace.

Fue profesor de arte de la Universidad de Chile hasta ser suspendido por casos de abuso sexual.

José Miguel Tobar:

Estudió pedagogía en música en el pedagógico, siguió la línea fusión en la época de la dictadura con
Grupo Taller y posteriormente estudió composición docta, fue así como termino siendo el arreglista
del grupo Schwenke y Nilo dentro de la música popular. Luego se desarrolló en la música de teatro
para posteriormente trabajar en la música de cine, que es en lo que se desarrolla hasta hoy en día.

Dentro de toda su formación pasaron maestro como Cirilo Vila y Andrés Alcalde, por lo cual maneja
la técnica de buena forma. Además de que es compositor que puede desarrollar de gran forma
diversos estilos.

“El son” para guitarra es una obra a modo de ejemplo de lo que hacía este compositor.

Nino García:

Es uno de los compositores más multifacéticos de todos, ya que además de su faceta dentro del
mundo de la fusión, se dedica a hacer canciones populares, incluso presentándolas en el festival de
viña del mar, en esta faceta de trovador está la canción “Sin razón”. García también desarrolló un
camino en el mundo de la composición docta, estudio y se formó con Tomás Lefever, el cual, a pesar
de carecer de un desarrollo técnico acabado como para formarlo de buena manera, lo motivó a
componer. Esto determinó que se desenvolvió en las 3 aristas (compositor, trovador y fusión) de una
forma que ninguno lo había hecho antes. Nino García era una persona comprometida con las causas
sociales y políticas durante dictadura. Debido a problemas personales se suicidó un 2 de febrero de
1998.

Una de sus obras doctas fue “Gran sonata para violín y piano”.

También hizo obras para guitarra dentro de lo que es la música de cámara como en “Artículo de
concierto” para guitarra solista, cuarteto de cuerdas, oboe, flauta y corno.

De igual forma abordo el género sinfónico con su “Sinfonía democrática” una obra de 5
movimientos.

Pablo Aranda:

Compositor contemporáneo experimental y maestro de armonía, ganó el premio altazor de las artes
dejando una frase significativa para el género: “Nosotros los contemporáneos hemos renunciado a la
belleza”.

Un ejemplo de su obra es “Di”, del 1995, para violín, viola, violonchelo y piano.
Federico Schumacher:

Es un compositor que estudió licenciatura en música para posteriormente hacer un post título en
Francia, especializándose en música electroacústica, sin duda es el compositor más experimentado
en este estilo. Al ser un personaje calificado en el tema, creó el libro “50 años de música
electroacústica en Chile”.

Una obra que está en su haber se titula “Estrellas compactas”

Edgardo Cantón:

Nacido en 1963, estudió licenciatura en música en Santiago y Francia, es un compositor bastante


sobrio dentro de lo que podría ser el mundo contemporáneo, ya que su música tiene que ver en
cierta parte con el minimalismo, por lo cual sus obras son de una escucha más amigable.

Una obra de 1993 de este compositor es “Música en espera de su imagen” para orquesta sinfónica.

Aliocha Solovera:

Es un compositor tremendamente formado con una gran solidez técnica, ya que sus primeros años
de formación fueron en Europa, incluso pasando por Viena. Actualmente es un maestro que maneja
la tradición clásica y contemporánea.

Una obra a modo de ejemplo son las “Variaciones para oboe, violonchelo y piano”.

Rafael Díaz:

Es un compositor que también ha realizado estudios sobre la música indígena, escribiendo algunos
libros. Hay un intento de búsqueda de identidad cultural en este mundo ancestral.

Obra para orquesta sinfónica “Abro la ventana”, del año 1997.

Andrés Maupoint:

Para terminar, mencionaremos a este compositor. Nacido en 1968, Valparaíso. Fue a hacer estudios
de postgrado a Francia y Alemania donde consiguió su acabada formación técnica. Cabe destacar
que su desarrollo musical es netamente europeo. Es un importante formador, actualmente viaja a
Francia en ciertas ocasiones para dar algunos cursos.

Una obra del año 1999 es “Streichquartett” y otra del 2012 es “Konzert für Klavier und Orchester”.

*Como reflexión final es importante destacar que el desarrollo de esta música contemporánea tuvo
poca trascendencia, ya que muchas veces pecaba de esnobismo. No generó representatividad en el
pueblo chileno, más que el reconocimiento de ciertas personas de la pseudo elite intelectual. No hay
un pasado musical que abale la música docta que se hace en este país, por lo cual se genera una
falta identitaria al momento de componer y escuchar.

Cantata popular post-golpe militar:

En esta etapa de la cantata popular sigue habiendo un desarrollo por parte de trovadores y
compositores, sin embargo, después del golpe militar hay un colapso evidente en la cultura chilena,
muchos artistas fueron exiliados, detenidos, torturados o incluso asesinados. Bajo este paradigma es
que no hay una proliferación del género en un principio, produciéndose un vacío cultural. Las pocas
y primeras cantatas de esta época fueron hechas fuera de Chile.

Sin embargo, en el año 1978 pasa algo que da una reanudación al género. Durante este año el
cardenal Raúl Silva Henríquez, con una actitud de resistencia a los crímenes de lesa humanidad
cometidos en la dictadura, crea un simposio internacional de derechos humanos en el cual un grupo
de expertos durante una semana se juntó a conversar sobre derechos humanos, al considerarlo un
evento importante y solemne fue que decidieron acompañar el cierre con una obra musical, donde
surgió la idea de continuar con las cantatas populares. En vista y consideración del poco tiempo que
había para concretar la obra, el músico Fernando Rosas recomendó para el trabajo de composición a
Alejandro Guarello, fue así como creo la “Cantata de los derechos humanos". Esta cantata
representa la continuidad de un género que estuvo en pausa durante 5 años. A pesar de que
Guarello no poseía un vínculo directo con la nueva canción chilena, era un compositor talentoso que
pudo recrear el sonido, tiene el mérito de mezclar el sonido andino con elementos sinfónicos. Fue
estrenada por el grupo Ortiga, un grupo que nació en el departamento de música del pedagógico y
de los primeros en intentar plantear la nueva canción chilena en Santiago después del golpe militar.
El texto fue encomendado al sacerdote Esteban Gumucio. A pesar de que todavía no es posible
juzgar su universalidad, esta obra es considerada un referente. Dentro de la cantata hubo una
canción que destacó y se puede considerar un hit, esta es la “Canción de la esperanza”.

También durante el año 1978, pero en el exilio, Gustavo Becerra crea otra cantata popular
importante titulada “Américas”, con texto de Pablo Neruda (Canto general) e interpretada por el
grupo Quilapayún. Musicalmente es una obra minimalista ya que se destaca su facilidad a la hora de
montar, pero por otra parte es importante destacar que poseía armonías y contra cantos complejos.

En el año 1979 se crean 2 cantatas a destacar, una en territorio chileno y la otra en el exilio. La
primera fue hecha en Santiago por el grupo Illapu, antes de que Pinochet los dejara en el exilio. Esta
cantata se llama “El grito de la raza”. El texto pertenece a Osvaldo Torres y la música a Roberto
Márquez, también participa como relatora Rosa Miranda. Paralelamente a esta obra, en París, Sergio
Ortega realiza su segunda cantata, la obra se llama “Bernardo O'Higgins Riquelme 1810”, posee el
texto de Pablo Neruda (Canto General). Fue montada con el Taller Recabarren, compuesto por
jóvenes e hijos de exiliados.

Con posterioridad, el año 1981 se produce una obra no tan convencional en relación a las otras
cantatas, esta es “Alturas de Machu Picchu” del grupo Los Jaivas, musicalizaron algunos pasajes de
los textos de Pablo Neruda (Canto General). La obra tiene 7 partes y logra un particular sincretismo.
Es importante mencionar que es muy famosa a nivel nacional.
En 1985, Juan Orrego Salas (PNA), que reside en Estados Unidos, crea una cantata titulada “Un canto
para Bolívar”, con texto de Pablo Neruda e interpretada por el grupo Quilapayún. Es una obra
experimental, no muy extensa, con elementos rítmicos nuevos, como uso de compases de 5 y
armonías que no se habían empleado antes.

En 1987 Patricio Wang crea “Dialecto de pájaros” con texto de Vicente Huidobro y montada en el
exilio por el grupo Quilapayún. Es una obra de 30 minutos de duración que musicalmente logra una
gran síntesis de lo que es el concepto de la fusión.

Posterior a esto, Luis Advis, en 1988, crea su tercera y última cantata titulada “Los tres tiempos de
Ámerica”. Fue estrenada en España y cantada por Paloma San Basilio, cantante española que no
tenía mucho que ver con la canción chilena, junto al grupo Quilapayún, por lo cual resultó un híbrido
que podríamos definir como bastante extraño.

En 1989 aparece Jaime Soto con la cantata “Recados de Gabriela Mistral” con textos de esta misma
poetiza. Posee un gran trabajo polifónico que es importante destacar, no es una obra fácil de
montar, ya que tiene un coro de niños en varias secciones.

La siguiente obra significativa que es importante mencionar se creó en el año 2000 a manos de
Gastón Soublette, y se titula “Auto sacramental por navidad”, con textos de Fidel Sepúlveda.
Musicalmente es una obra de gran predominio coral.

*Como comentario final es necesario destacar que la cantata popular es un género vivo y vigente,
que se sigue desarrollando y cultivando, por lo cual todavía falta historia por recorrer para lograr
llegar a una definición certera de lo que es.

Trovadores chilenos post golpe militar:

Dentro del mundo de los trovadores podemos destacar 2 líneas, por una parte, la de los trovadores
de corte comercial, quienes se dedican principalmente a vender disco y que por regla general
carecen de un contenido político contestatario, lo cual es alabado por la dictadura y por otra parte
están los trovadores de corte marginal o “underground”, que si tenían un mensaje sociopolítico
contestatario.

Durante estos años hubo un apagón cultural debido a la dictadura, cerrando espacios para el
desarrollo de la música, un factor entre muchos fue el toque de queda, que hizo desaparecer la vida
bohemia y la amplia escena que representaba para los músicos. A pesar de estos primeros años de
inactividad, con el tiempo se empezaron a dar manifestaciones gradualmente, tanto en algunas
universidades, como en ciertas agrupaciones amparadas por la iglesia católica. En 1977, y dentro del
ámbito netamente universitario, se funda la agrupación folclórica universitaria con el fin de crear
espacio para l@s estudiantes y al año siguiente se funda la agrupación cultural universitaria, con el
mismo propósito. Un espacio ligado a la religión que se creó entre 1978 y 1980 fueron los
encuentros de juventud y canto, este espacio fue dado en la parroquia universitaria, donde se podía
presentar canciones con libertad.

Una figura que no se considera mucho, pero que de todas formas es necesario destacar en esta línea
es Fernando Ubiergo. Es un trovador que hizo una transición del mundo de la música comercial a un
intento de canción de contenido social. Su obra “Un café para platón”, estrenada en el año 1978,
causó discusión en las radios por su contenido lírico, que trataba sobre un detenido desaparecido,
sin embargo, no causó mayores estragos. Gracias a su formato “comercial” esta canción se convirtió
en un hit de la época.

Dentro de la línea más contestataria hay un grupo de transición que es necesario nombra, este es el
grupo Ortiga. Esta agrupación nace en el 1975, integrada por jóvenes estudiantes del departamento
de música del pedagógico. Este conjunto parte por la idea de rescatar ese sonido de la nueva
canción chilena que se había estancado debido al golpe militar. En sus inicios se proyectó a nivel
universitario, tocando para pocas personas durante el punto más álgido de la represión, pero
posteriormente pudo desenvolverse más ampliamente, llegando a interpretar la “cantata por los
derechos humanos”. El grupo Ortiga también logro instalar algunas obras de corte instrumental que
pasaron a ser un hit del momento, como lo fue “Tic-tac”, compuesta por Juan Carlos García o “La
danza de los payasos” de Marcelo Velis y García. Este grupo también tuvo roces con la
fusión/hibridación, una obra a modo de ejemplo es “Ojos azules” en versión de Jaime Soto e
interpretada por Ortiga. Finalmente, el grupo se disuelve y algunos de sus miembros se radicaron en
Alemania.

Posterior a el grupo mencionado anteriormente, se gestó el desarrollo de una línea musical que
podríamos definir como la más importante del mundo de los trovadores post golpe militar, este
movimiento subterráneo se conoce como “Canto Nuevo”, cabe destacar que debido a las
dificultades de la época (por todas las razones mencionadas anteriormente) estos grupos no
lograban crear registros de buena calidad de su música, incluso algunos llegando a grabar en
cassette usando como espacio el living de una casa. Esto influyó en la poca masividad y alcance del
canto nuevo. Sin embargo, hubo una proyección a nivel universitario de forma clandestina. El canto
nuevo es considerado heredero del contenido social de lo que fue la Nueva Canción Chilena. Bajo
esta premisa también se dan a conocer obras de músicos que antes habían estado ocultos de cierta
forma, como es el caso de Osvaldo Gitano Rodríguez, que sacó 2 obras importantes que se dieron a
conocer con el fenómeno del canto nuevo, estas son “Defensa de Violeta Parra” y el vals
“Valparaíso”.

A pesar de que estos grupos no tuvieron una continuidad tan extendida, hubo otros que si la
tuvieron, como es el caso de Santiago del nuevo extremo, grupo constituido en 1977, bajo el
liderazgo compositivo del cantautor Luis Le-bert. Este conjunto consolidó una gran cantidad de
música en el periodo, de ellas se destacan especialmente 3: “Simplemente”, “Homenaje” (a victor
jara) y “Canción dedicada a mi ciudad”, esta última es la que más impacto tuvo. En el ámbito lírico,
los textos son más poéticos que directos, debido a que se tenía que mantener un trato prudente al
denunciar, siendo los límites tan difusos, no se sabía hasta donde se podía llegar con una letra de
resistencia, por lo cual corrían el riesgo de ser abordados por la DINA en cualquier momento. Este
grupo, junto con el que mencionaré a continuación, son de los más representativos del canto nuevo.

Otro grupo a destacar es el dúo Schwenke y Nilo, formados en la universidad austral de Valdivia por
Nelson Schwenke; estudiante de antropología y Marcelo Nilo; estudiante de pedagogía en música.
Partieron presentándose en la ciudad de Valdivia y lugares aledaños, para posteriormente llegar a
Santiago de una forma vigorosa, ganando el festival de la ACU con una canción emblemática del
canto nuevo, titulada “El viaje”, de 1980.

A pesar de que el canto nuevo continúa llevando el contenido social de la nueva canción chilena, si
deja atrás otras cosas, como lo son la raíz folclórica chilena, y posteriormente, latinoamericana. La
música se nutría tanto de Latinoamérica, como Norteamérica, Europa, etc. No hubo un norte
definido en cuanto al género, ya que la necesidad de expresión inmediata como proceso de catarsis,
era más fuerte, debido a la cruel situación que se vivía en dictadura.

Debido a la crisis sucedida en 1982 por la quiebra de la banca a manos de los empresarios, se gestó
un proceso de rebeldía con diversas protestas. La energía a nivel país había cambiado, por lo cual la
dulzura musical del canto nuevo no iba de la mano al sentimiento popular, que necesitaba una
música más potente, agresiva y directa. En este espacio es que nace el grupo “Los prisioneros”, en la
década del 80. A diferencia de grupos del espacio universitario mencionados anteriormente los
cuales pertenecen a sectores más acomodados, los integrantes del grupo Los prisioneros tienen
orígenes más sencillos y que representan a los sectores más desposeídos de Chile. Este hecho
sumado a la influencia del rock y su capacidad expresiva, hicieron que este grupo tuviera un éxito
rotundo. Revindicaron el rock como una instancia de rebeldía social y política. Tal fue su popularidad
que empezaron a prohibirle sus conciertos. Fue una banda representativa principalmente de los
jóvenes, de corte más universal y de sectores desposeídos de la cultura chilena de ese periodo. Es
importante mencionar que, si ya había una decadencia identitaria en cuanto a la raíz folclórica antes,
con Los prisioneros se termina de eliminar.

En la cultura chilena había una cierta sed identitaria, la cual fue saciada con la aparición de la cueca
brava. La cueca, que es la única danza viva que le quedaba a chile, y que se había mantenido
escondida desde finales de la década del 60´, resurge por obra de los jóvenes en la década del 90´. El
grupo Los chileneros reaparece como uno de los grandes grupos de este subgénero. La cueca brava
sigue con vigencia hasta nuestros días, con grupos como Los caballeros pasan piola, Las mononas,
Las capitalinas y Los corriguela.

Fusión chilena post golpe militar (alternativa a la cantata popular):

Este género todavía no se logra definir con unanimidad debido a su heterogeneidad, esto está dado
debido a sus diversos componentes, nos encontramos a compositores doctos que se acercan a lo
popular a través de la fusión. Desde el otro lado, tenemos a trovadores que exceden el mundo de la
canción con propuestas más complejas, básicamente no es música popular tan típica, pero tampoco
es música docta, pero sin duda podríamos decir que en el mundo de la fusión predomina un
personaje lectoescritor. Desde el punto estilístico es algo muy disperso, ya que la palabra viene del
mundo del jazz estadounidense, en el cual la usaban para referirse a jazz mezclado con otro género.
En Chile nos apropiamos de este término para referirnos a una hibridación de mundos sonoros
diversos de cualquier índole, con esto nos referimos a una suerte de no pureza en cuanto a género.
Cabe destacar que esta línea está viva y sigue generando música hasta el día de hoy.

Sergio Ortega:

Es un músico popular, que en este ámbito realizó varias canciones de corte revolucionario, que
escaparon del molde tradicional de la canción.

Una obra a modo de ejemplo es “Naciste de los leñadores”, con texto de Pablo Neruda e
interpretada por el grupo Inti Illimani en el exilio.
Ernesto Holman:

Es un músico no convencional, bajista, en algún momento perteneciente al grupo Congreso. Fue


estudiante de composición de la Universidad de Chile y alumno de Cirilo Vila, sin embargo, no tuvo la
asignatura de composición con él, así que decidió dejar la carrera. En su música hay cierto misticismo
religioso, Holman decidió construir una música desde la raíz mapuche al conocer este mundo
internamente. Musicalmente destaca por los elementos rítmicos y colorísticos.

Trabaja una síntesis interesante en sus composiciones, como se puede percibir en la obra “Visión de
Kona” del 2008.

Horacio Salinas:

Asumió con 16 años la dirección musical del grupo Inti Illimani. Fue desarrollando un proceso de
creación a través de la canción, pero con mucho énfasis en la música instrumental. Esta creatividad
al componer música instrumental, que podríamos darle el nombre de música de cámara
latinoamericana, lo hace entrar al género de la fusión. También es destacable su labor como
melodista, generando un amplio repertorio.

2 ejemplos son “Trigales” y “Sensemaya (canto para matar una culebra)”, ambas del año 1979.

Los Jaivas:

Liderado por su guitarrista apodado “El gato" Alquinta. Partió como un grupo que interpretaba
canciones de danza en algunas fiestas, pero que, sin embargo, dio un paso a un proceso de creación
que definió su estilo en el cual sintetizaban el rock con la música de raíz latinoamericana y chilena,
siendo pioneros de esto. Poseen en su haber una gran cantidad de discos editados.

En 1977 liberan “La vida mágica”, perteneciente al álbum “Canción del sur” en la cual se logra ver la
línea por la cual se dirigía su estilo.

Jaime Soto León:

Este músico generó un aporte posterior al golpe militar que fue sacar el estigma político de los
instrumentos andinos con la creación de Barroco Andino, mezclando la sonoridad de estos
instrumentos con la sonoridad barroca, parte reversionando estas obras europeas bajo este
concepto. Eligió el barroco porque en este estilo, el color no es significativo en el resultado sonoro.
Posteriormente este grupo empezó a interpretar composiciones personales de Soto, a partir
aproximadamente del año 1976.

Un ejemplo, pero en este caso de una obra moderna del siglo XX, adaptada por Barroco Andino es
“Serenata Matutina”.

Congreso:

Grupo liderado por Sergio “Tilo” González, quien es el principal compositor de la banda. Este grupo
posee una tremenda trayectoria con una gran cantidad de discos editados. Nace como un grupo en
la misma línea que Los Jaivas, mezclando el rock con la vertiente latinoamericana (y a futuro el jazz).
El ritmo y el color son dos elementos a destacar en las composiciones interpretadas por el grupo
Congreso, esto debido a la cualidad de percusionista de “Tilo”. Es un grupo referencial para la cultura
chilena, ya que ha demostrado una permanencia a través del tiempo.

A modo de ejemplo está la obra “Parinas” del año 1990, perteneciente al disco “Aire puro”, otra
obra es “El trapecista” del disco “Para los arqueólogos del futuro” del año 1989, donde se nota una
línea más orientada al jazz.

Patricio Wang:

Es un compositor bastante completa en diversos ámbitos, su música siempre ha estado orientada


dentro de lo que es la línea fusión, ha realizado diversas composiciones para el grupo Quilapayún, las
cuales se pueden encasillar dentro de este género. Se dice que es completo porque en sus obras
podemos encontrar una novedad en cuanto a los acordes, heterometrías, polifonías y elementos de
tipo colorístico.

Un ejemplo representativo es “Es el colmo que... Chabela”, está inspirado en una situación vivida por
Isabel Parra en el exilio, a la cual no dejaron entrar a Chile para asistir a un funeral de un familiar.

Andrés Cóndon:

Tiene un estilo muy característico, con un buen manejo de los elementos colorísticos.

Una muestra de su trabajo es la obra “Mensajera” perteneciente a su disco “Nómade” del año 1997.

Fernando Carrasco:

Compositor docto y popular, actual decano de la facultad de artes de la Universidad de Chile. En


algún momento perteneció al grupo Barroco Andino y Cruz del sur mostrando su arraigo por la raíz
latinoamericana, intentando un rescate de la canción popular, pero que siempre va más allá de esta,
entrando en la categoría de fusión. Actualmente trabaja con el grupo Aranto.

Sus composiciones “Autorretrato” y “Nahuelbuta” sirven como ejemplo para entender su obra.

Joaquín Bello:

Es un compositor y talentoso multi instrumentista de clase acomodada, que utilizo esos recursos
para dedicarse a la música. Estudió composición, egresando de esta carrera. Algo a destacar es que
es uno de los pocos compositores que ha trabajado la música para piano. Estilísticamente su obra es
de corte más universalista, ya que no se ha dedicado a indagar en la música de raíz folclórica.
Actualmente reside en el Valle del Elqui, grabando su música con sus propios medios. No suele tener
presentaciones en vivo, solo en contadas ocasiones con un público restringido, por lo cual el círculo
musical en el cual se desenvuelve es bastante cerrado.

Todos estos factores se aprecian en su obra “Preludios para piano”, interpretada por el mismo
Joaquín Bello.
Antonio Restucci:

Músico especializado en instrumentos cordófonos que ha desarrollado un trabajo compositivo


importante en el mundo de la fusión. Podríamos definirlo como un Intérprete-compositor, ya que su
obra se sustenta esencialmente en su interpretación. Musicalmente explora los diferentes toquíos
de la música latinoamericana, siendo uno de los mayores referentes en la fusión chilena.

Una obra a modo de ejemplo es “Candombe” del disco “Hilando fino” publicado en el año 1992.

Quique Cruz:

Fue un músico comprometido con el gobierno de Salvador Allende y por la misma razón, detenido y
torturado en el centro de tortura Villa Grimaldi, felizmente sobrevivió y tuvo que irse al exilio.
Desarrolló fuera de Chile su carrera musical formando el grupo Quijeremá, generando sus
composiciones a través de una peculiar y personalizada bandola llanera. Quique Cruz no fue tan
conocido debido a que su música pertenece a una cierta elite cultural no masiva. Hace poco tiempo
regresó a Chile.

Destacamos su obra “Cenizas” perteneciente al disco “Kakri”.

Pedro Villagra:

Músico que perteneció a grupos como Huara, Santiago del nuevo extremo e Inti Illimani. Finalmente
formó su propia banda llamada Pedroband. Músico que aún sigue vigente.

Alberto Cumplido:

Nació en el año 1958, es un guitarrista y compositor del ámbito fusión. Musicalmente su obra es más
bien colorística y efectista.

Jaime Barría:

Director del grupo Bordemar, estudió pedagogía en música en la Universidad de Valdivia.


Musicalmente hizo una síntesis importante basándose en la danza chilota, dando un resultado
bastante original, es así como se convirtió en un personaje bastante aclamado por la gente de
Chiloé.

Una de sus composiciones famosas es “Tierra adentro”, creada para el programa homónimo.

Fulano:

Grabaron su primer álbum el año 1987, durante esa época estuvieron “escondidos”, por decirlo de
alguna forma, y retomaron el año 2015 con algunos cambios de integrantes. Dentro de este grupo
hay varios creadores como Jaime Vivanco, Jorge Campos y Cristián Crisosto, sin embargo,
destacamos a este último por sobre los demás ya que mantiene una continuidad en cuanto a la
composición, al formar el grupo Mediabanda. Fulano es una mezcla de jazz con música popular,
como es el rock, planteando un virtuosismo bastante interesante en su obra.

La canción “Maquinarias” del disco “Fulano”, posee un gran trabajo en sus heterometrías.

Entrama:

Es un grupo que nace de estudiantes de licenciatura en música de la facultad de artes de la


Universidad de Chile. Muchos de sus integrantes, a pesar de pertenecer al colectivo en primera
instancia, deciden seguir sus caminos en modo solitario. En sus composiciones destaca el trabajo
instrumental con sonoridad de cámara y mucha heterometría. Es un grupo que se considera muy
apreciado dentro de los músicos.

De su primer disco homónimo, destacamos la obra “Juego”, de Rodrigo Durán, “Al encuentro”, de
Daniel delgado y “Mediterránea”, de Juan Antonio Sanchez. Otra obra a destacar, pero que
pertenece a su segundo disco, se titula “Las dos lunas” de Ítalo Pedrotti. Otro integrante destacado
es Manuel Meriño con la obra “Joropo”.

Magdalena Matthey:

Hermana de Gabriel Matthey, a pesar de no ser tan influyente, se ha mantenido a través del tiempo
en la escena de la fusión creando un buen set de discos. La música de Magdalena, a pesar de ser
fusión, está más cerca del ámbito popular.

A modo de ejemplo está la canción “Me das tu risa y más te quiero” perteneciente al disco “Del otro
lado”, del año 1999

Elizabeth Morris:

Cantautora chilena, estudió música en la escuela de la SCD. Musicalmente logra un gran sincretismo,
debido a su destacado manejo del toquío y los ritmos latinoamericanos. Ha logrado instalar un
repertorio de canciones conocidas a nivel nacional.

A modo de ejemplo tenemos la obra “Darte luz”, que posee su fama. También tenemos la canción
“Duelo”, que destaca por su uso de heterometrías.

Los Trukeros:

El aporte de este grupo se debe a que han sabido proyectar la cueca en un plano distinto al de la
cueca tradicional, generando aportes que sobrepasan el género como originalmente lo conocemos,
por lo cual son considerados de la línea fusión. Fue uno de los grupos que canalizo de manera más
creativa todo el movimiento de la cueca que venía gestándose en los 90´s.

Una canción a destacar es “Tumba, tumba” del disco “De visita”, editado el año 2005.

Merkén:
Es un grupo formado esencialmente por estudiantes de licenciatura en música de la Universidad de
Chile, partió el año 2012 y actualmente poseen 3 discos en su haber. Algo a destacar de este
conjunto es que han planteado un trabajo social, se han dedicado a montar cantatas de Luis Advis en
poblaciones.

Una obra a modo de ejemplo es “Comala” de su disco homónimo.

De Caramba:

Es una agrupación relativamente nueva, que desde el sonido de la cueca proyectan una fusión.
Sacaron su primer disco el año 2015.

Una obra a modo de ejemplo es “Bajo el cemento” perteneciente a su primer disco con el mismo
nombre.

Departamento de música (Pedagógico):

Marcelo Garay:

Egresado de licenciatura en música, entre sus aportes está la creación del instrumento Vihuela
Andina, compuso un repertorio en base a este.

Un par de ejemplos de su música son “Pericona” y “Preludio n.7”.

María Paz Mera:

Es pianista y cantora, con bastantes influencias de la música brasileña.

Danilo Cabaluz:

Guitarrista y arreglista, interpreta tanto música de él, como de otros músicos.

Una obra como muestra es “Huaynito”.

Lorenzo Cornejo:

Joven músico de 31 años egresado de pedagogía en música, virtuoso instrumentista. Como


compositor es muy prolífico, abordando la creación desde la raíz latinoamericana.

A modo de ejemplo está la obra “Trasandinas para guitarra”.

Eduardo Padilla:

Autor de la cantata popular “Halelí”, basada en un texto de Vicente Huidobro. Estudió licenciatura
en música y posteriormente composición popular en la escuela moderna de música.
Juan Pablo Cofré:

Estudió licenciatura en música. Abordó la guitarra flamenca, haciendo una síntesis de este estilo con
una identidad propia.

“Paco eterno” es una obra que sirve para ilustrar su estilo.

María Jesús Silva:

Con su grupo Sargento Merquén editó un disco el 2019 que roza la fusión.

*A pesar de plantearlo como un género disperso, debido a su difícil clasificación. El mundo de la


fusión se ha desarrollado de una manera potente en nuestro país hasta el día de hoy. Los grupos y
compositores se destacan por su originalidad y personalidad sonora característica, determinando
una identidad que es difícil de “transplantar”. Es un género que está vivo y sigue generando material
hasta nuestros días, siendo vanguardia a nivel latinoamericano, sin embargo, no se ha generado una
escena unificada del género en Chile.

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