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Aparato urinario
La radiología es una técnica de diagnóstico que tiene una gran importancia para
el estudio del tracto urinario, pues aporta datos de gran valor y en ocasiones
puede incluso proporcionar directamente el diagnóstico (cálculos, cistitis, roturas
de vejiga).
Riñones
Cuando se utilice esta proyección se debe tener en cuenta que el riñón que está
más alejado del chasis, y por tanto más próximo al foco, va a sufrir un aumento de
tamaño, que será tanto mayor cuanto mayor sea el tamaño del animal.
Una radiografía simple renal de buena calidad con el animal bien preparado
puede aportar datos valiosos sobre:
• Nefritis aguda.
• Riñón poliquístico.
• Otras.
• Hipertrofia compensadora.
• Hematoma subcapsular.
• Neoplasia primaria.
• Hidronefrosis.
3. Irregularidad localizada o generalizada de uno o ambos riñones:
a) Modificaciones de la densidad:
- Hiperadrenocorticismo.
- Hiperparatiroidismo.
- Hipercalcemia.
- Idiopàtica.
- Uni o bilaterales.
b) Modificaciones de la posición:
• Anomalías congénitas.
• Traumatismos que provocan su avulsión.
Neumoperitoneo
Esta técnica permite ver mucho mejor la forma, tamaño, situación, perfil y
densidad de los riñones. Además, en ocasiones permitirá ver uréteres y ovarios,
útero, vejiga, hígado y vesícula biliar.
Urografía excretora
Técnica
- Obstrucción de uréter.
• Nefrograma heterogéneo:
- Hidronefrosis.
- Tumor renal.
- Enfermedad poliquística.
- Infarto renal.
- Pielitis y pielonefritis.
- Cálculos renales.
Alteraciones congénitas
Riñones poliquísticos
Agenesia renal
Displasia renal
Hipoplasia renal
Duplicación renal.
Riñones supernumerarios.
Riñones en herradura.
Alteraciones adquiridas
Nefritis y pielonefritis
Radiografía simple
Radiografía de contraste
Cálculos renales
Radiografía simple
Radiografía de contraste
Hidronefrosis
Es una alteración casi siempre secundaria a una obstrucción del uréter o de la pel-
vis renal y, con mucha frecuencia, puede ser de origen congènito (ectopias
renales, estenosis de la unión pielouretral, vasos anómalos que comprimen el
uréter, estenosis con- génitas del cuello vesical y uretra) o de origen funcional (por
atonía muscular o de origen neurologico). Esta obstrucción suele ser debida, en la
mayoría de los casos, a la presencia de cálculos.
Radiografía simple
Radiografía de Contraste
Quistes perirrenoles
Es una alteración bilateral en la que aparece una sombra renal muy aumentada de
tamaño y con límites regulares, aunque en realidad el riñón está disminuido de
tamaño y con perfil ligeramente irregular.
Quiste renal
Signos radiológicos
Radiografía simple
El quiste renal suele ser con mayor frecuencia único, grande y de locali-
zación marginal, por lo que el riñón aparece aumentado de tamaño, pero
solamente en una porción localizada (zona donde se sitúa el quiste).
Radiografía de contraste
Neoplasias renales
Dentro de las primarias malignas, las más frecuentes son los carcinomas renales,
que aparecen en animales adultos y viejos, destacando por orden de frecuencia el
hipernefroma, el adenocarcinoma renal, el carcinoma de células claras y el
nefroma maligno.
Linfoma maligno
Mieloma múltiple
En la radiografía simple:
a) Fase de nefrograma:
Amiloidosis
Pionefrosis
Rotura renal
Suele producirse por traumatismos y, mucho más raramente, por neoplasias. Esta
rotura puede ser total o parcial (rotura del parénquima manteniendo intacta la
cápsula).
En las roturas parciales se observa en la radiografía simple el riñón ligeramente
deformado y agrandado por el hematoma subcapsular (agrandamiento localizado).
Infartos renales
El infarto renal afecta a una porción renal en forma de cuña, que parte del hilio
renal y cuya base está en la cortical. A este nivel se origina una depresión que va
a originar la imagen de irregularidad típica que aparece en el perfil renal. Estos
infartos renales, cuando son masivos, dan lugar a una disminución del volumen
renal. Esta alteración suele ser unilateral.
Uréteres
Son conductos urinarios retroperitonea- les que parten de los riñones y siguen
una ruta relativamente tortuosa hasta la vejiga.
En el perro y el gato, el uréter se extiende dentro del seno renal para formar la
pelvis renal. La periferia de la pelvis está adaptada a la configuración de la cresta
renal, dándole a la pielografía una apariencia festoneada. Los divertículos
pélvicos simulan, radiográficamente, cálices; pero como los riñones del perro y del
gato son unipapila- res, los cálices no existen.
El ángulo de abordaje del uréter a la vejiga debe pasar de los 90° e, incluso,
puede curvarse intensamente. Cuando el uréter atraviesa la pared vertical pierde
su capa exterior de músculo circular y se rodea de un tejido conectivo en vaina,
dentro del cual se insertan los fascículos musculares detrusores. El uréter llega a
una porción submucosa y corre oblicuamente hacia el cuello vesical.
Uréter ectópico
Consiste en una anomalía congènita, que afecta tanto a machos como a
hembras, aunque se presenta con mayor frecuencia en hembras de la especie
canina. Puede ser uni o bilateral, pero con mayor frecuencia es unilateral. Casi
siempre produce incontinencia urinaria, si el uréter ectópico evacúa distai al
esfínter uretral externo. Suele asociarse con megauréter.
Esta alteración congènita puede asociarse con otras, tales como hipoplasia renal,
hidronefrosis, etc.
En radiografía simple:
En radiografía de contraste:
Megauréter, hidrouréter
Roturo de uréter
En la radiografía simple:
En radiografía de contraste:
Neoplasias de uréter
Las primarias son muy raras (sólo se han descrito en perros). Son mucho más fre -
cuentes las secundarias a tumores abdominales. Estas neoplasias de uréter
suelen presentarse a nivel distal, producidas por tumores de vejiga que invaden el
trígono vesical. Otros tumores metastásicos provienen de útero, colon, etc.
Ureterocele
Es una dilatación quística del segmento submucoso del uréter intravesical. Puede
estar asociado a la presencia de un uréter ectópico.
Cuando el segmento dilatado alcanza gran tamaño puede obstruir el cuello vesical
y originar una hidronefrosis con atrofia total del parénquima renal.
Vejiga
La vejiga es un órgano hueco que actúa como depósito de orina. Es redondeada,
con la porción craneal más ancha y la caudal mucho más afilada, lo que la
confiere una forma de pera.
La vejiga distendida se apoya sobre el suelo del abdomen. Cuando contiene algo
de orina puede verse perfectamente delimitada en una radiografía simple, pero en
la mayoría de las ocasiones no es suficiente con este tipo de exploración y hay
que recurrir a técnicas de contraste. Se comenzará siempre por las más sencillas,
y lo normal es que se vacíe el intestino antes del estudio radiográfico.
Urografía excretora
Cistografía
Lo ideal es que el intestino grueso esté vacío para evitar compresiones y deforma-
ciones de la vejiga. Se efectúa un cateterismo y se evacúa la orina contenida en la
vejiga. Se introduce el medio de contraste en dosis de 5-13 ml/kg de peso. Este
se puede diluir en solución salina o agua estéril, ya que es irritante. Si se produce
espasmo vesical durante la técnica, se pueden administrar de 5-10 mi de
lidocaína al 2% sin epinefrina. Se realizan dos proyecciones como mínimo
(laterolateral y ventrodorsal).
Neumocistografía contraste negativo. La técnica es similar, pero en lugar de
introducir contraste yodado se introduce aire o gas (dióxido de carbono u óxido
nitroso) a dosis de 5-13 ml/kg de peso vivo del animal.
Anomalías congénitas
Agenesia
Hipoplasia vesical
Duplicidad vesical
Normalmente más que la existencia de dos vejigas separadas, lo que aparece son
dos reservorios comunicados entre sí, con un diafragma incompleto, a la misma
altura o uno debajo de otro. La radiografía con contraste confirma el diagnóstico,
ya que el cuadro clínico es muy parecido al del divertículo vesical.
Anomalías adquiridas
Cistitis
Cálculos vesicales
Son más frecuentes en perros que en gatos, y dentro del perro, más frecuentes en
las hembras, siendo además cálculos de gran tamaño. En el gato, los cálculos
grandes son más frecuentes en las hembras, mientras que en el macho aparecen
cálculos muy pequeños en forma de arenillas.
Neoplasias
Roturas de la vejiga
En primer lugar, tras sondar al animal, se introduce aire (30-50 mi) y se efectúa
una radiografía laterolateral y otra ventrodorsal. La visualización de aire libre en
cavidad abdominal y la falta de la sombra vesical rellena de este contraste
negativo confirman el diagnóstico.
Distensiones vesicales
Los aumentos de tamaño de la vejiga de la orina pueden ser debidos a los hábitos
del animal (perros que por habitar en pisos retienen durante muchas horas la
orina) o a alteraciones como lesiones medulares, obstrucciones uretrales por
cálculos o fracturas pélvicas, o bien asociadas a neoplasias.
En la radiografía simple se aprecia una vejiga de gran tamaño, que puede llegar a
ocupar gran parte de la cavidad abdominal, comprimiendo y* desplazando otros
órganos.
Distopias vesicales
Reflujo vesicoureteral
Uretra
Dilatación congènita
Epispadias
Fístula uretrorrectal
Uretritis
Cálculos uretrales
Traumatismos uretrales
Pueden originar:
Neoplasias uretrales
Las neoplasias primarias de uretra son poco frecuentes en perros y muy raras en
gatos. Dentro de la especie canina aparecen más en hembras viejas. Dentro de
su rareza, las más frecuentes son las de origen epitelial, entre las que destacan el
carcinoma de células escamosas, el carcinoma de células transicionales y los
adenocarcinomas.
El aparato genital femenino está compuesto por dos órganos abdominales: los
ovarios y el útero. Ambos ovarios se localizan caudales a los riñones. El útero
consta de cuello, cuerpo y dos cuernos. Los cuernos se encuentran en la cavidad
abdominal y el cuerpo está, en parte, en la cavidad pélvica.
Técnicas de estudio
Gestación
Distocia
Gestación ectópica
Piómetra
Se manifiesta por un aumento de tamaño del útero, que puede hacerlo visible
radiológicamente.
Este útero llega a desplazar a otros órganos abdominales, tales como asas de
intestino delgado y grueso. En ocasiones puede ocupar prácticamente toda la
cavidad abdominal, por lo cual resulta muy difícil reconocer el resto de los
órganos abdominales.
La histerosalpingografía puede ser de interés para el diagnóstico de otras
lesiones, como tumores o la hiperplasia quística endometrial.
Neoplasias uterinas
Mientras que las neoplasias de las trompas uterinas (oviductos) son raras en la
perra y no se han descrito en las gatas, las de útero suponen el 0.3-0.5% de las
neoplasias en la especie canina y el 0.2-0.4% en la felina.
En la radiografía sólo se ve una masa abdominal, que puede alcanzar gran tama-
ño llegando a producir desplazamiento y compresión de órganos limítrofes, tales
como intestino grueso y delgado, y compresión o desplazamiento de la vejiga de
la orina.
Masas ováricas
Pene
Testículos
Próstata
Las neoplasias prostáticas son bastante raras. Dentro de ellas, las que aparecen
con mayor frecuencia son los adenocarcinomas, los carcinomas no diferenciados,
los carcinomas de células de transición, los leiomiosarcomas, etc.