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Manuel Alberto Torres Núñez

Problemas sociales colombianos


Artes liberales semestre IV
Profesor: Edisson Aguilar

Pelotón de cuestionamiento

Colombia, un país con límites, pero lleno de personas sin estos. Territorio limitado
con leyes y derechos limitados donde existe las Fuerzas Armadas de Colombia, entendida
con las siglas: FFMM. Nacidos de la crema revolucionaria de Simón Bolívar, el Batallón
Voluntarios de Guardias Nacionales al mando del Teniente Coronel Antonio Baraya fue de
los primeros antecedentes de un ejército dentro de este territorio. Nombre que fue
evolucionando a medida que la guerra continuaba, pasando por conflictos entre federalistas
y centralistas, hasta el conflicto armado colombiano actual. Las FFMM son la actualidad
del ejército colombiano y dado a que Colombia ha estado en un constante marco de
violencia, han sido un requerimiento para la lucha contra las posibles amenazas hacia el
Estado, sin embargo, es importante resaltar el hecho de que este servicio público ha estado
marcado por situaciones de violaciones a derechos humanos, por lo tanto, el ejército
colombiano si bien es necesario en términos de defensa de un territorio y Estado, ha
fracasado en un servicio confiable y justo.

Dicho lo anterior, hago referencia a mi pasado, tengo 24 años y siempre me dio


miedo la guerra, nunca la viví y me parecía injusto terminar dentro de un batallón solo por
algo que no entendía, a los dieciocho años mis padres me explicaron que tenía que ir al
Batallón 51 para resolver mi situación; no comprendía bien, pero resulta y acontece que el
servicio militar es una obligación para todo varón como dice la constitución de la siguiente
manera:

 ARTÍCULO 4o. SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO. El servicio militar


obligatorio es un deber constitucional dirigido a todos los colombianos de servir a
la patria, que nace al momento de cumplir su mayoría edad para contribuir y
alcanzar los fines del Estado encomendados a la Fuerza Pública. Todos los
colombianos están obligados a tomar las armas cuando las necesidades públicas lo
exijan, para defender la Independencia nacional, y las instituciones públicas con
los beneficios y exclusiones que establece la presente ley, salvo para quienes
ejerzan el derecho fundamental a la objeción de conciencia.
 PARÁGRAFO 1o. La mujer podrá prestar el servicio militar de manera voluntaria y
será obligatorio cuando las circunstancias del país lo exijan y el Gobierno nacional
lo determine, y tendrán derecho a los estímulos y prerrogativas que establece esta
ley.
 PARÁGRAFO 2o. Por ningún motivo se permitirá a la fuerza pública realizar
detenciones ni operativos sorpresa para aprehender a los colombianos que a ese
momento no se hubieran presentado o prestado el servicio militar obligatorio.
 SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO:  ARTÍCULO 11. OBLIGACIÓN DE
DEFINIR LA SITUACIÓN MILITAR. Todo varón colombiano está obligado a
definir su situación militar como reservista de primera o segunda clase, a partir de
la fecha en que cumpla su mayoría de edad y hasta el día en que cumpla 50 años.
[CITATION Asa91 \l 9226 ]

Así pues, en esa época ya estaba al tanto de los asesinatos extrajudiciales, de


varios robos y casos de corrupción dentro del ejército, por ello, pienso que es una
institución permeada de horrores, fuera de esto, nunca se me pasó por la cabeza hacer parte
de algo que tenga que ver con violación a derechos humanos. Sin embargo, es necesario
tener la libreta militar, sin ella muchas personas no pueden acceder a trabajos e incluso a
adecuación técnica o superior. En mi caso siempre tuve opciones laborales sin este
requisito, además, pude acceder a educación superior sin este requerimiento. No obstante,
lo digo desde una situación de privilegio, ignorando millones de personas que habitan este
territorio. Ahora bien, el enfoque de este trabajo está dirigido a la comunidad trans y su
acceso al documento de la libreta militar, por el motivo de que hay un espacio gris que no
define bien su situación, lo digo por el caso de un hombre trans llamado Samuel, médico,
de la Universidad del Rosario el cual se ha visto en un escenario incierto por su nuevo
trabajo en la Clínica del Country dado a que le pidieron este documento como requisito y
dado su estado como mujer que realizó un tránsito, no se sabe con certeza sobre su
situación militar. En este caso se puede analizar que afecta su condición laboral, por el
motivo de que es requisito, sin embargo, no hay leyes o decretos que respalden la obtención
o exoneración a este documento hacía comunidades trans, por tanto, decidí hacer este
trabajo que tiene como objetivo principal analizar cómo la burocratización de un
documento necesario para dinámicas de la sociedad afectan a la comunidad trans, en tanto
al servicio y libreta militar se refiere, igualmente, dentro del trabajo se plantea una
aproximación con perspectiva de género frente a un documento de una institución nacional,
además, se analizarán distintos puntos de vista frente a la problemática, tanto de personas
trans como de integrantes del ejercito con la finalidad de obtener información para mejores
resultados, por último se indagará sobre distintas masculinidades frente a una institución
militar.

Acercarse a un tema con perspectiva de género desde un punto de vista masculino


privilegiado es complicado. En primer lugar, definiré género no como un agregado al
término mujer porque ese es problema que cae en este texto, el hecho de que se entienda
género con el binario acostumbrado desaparece otras formas en las que el ser humano
expresa su identidad, por lo tanto, Teresa de Lauretis dice:

Lo que la sabiduría popular sabe, entonces, es que el género no es el sexo, un


estado natural, sino la representación de cada individuo en términos de una relación
social particular que preexiste al individuo y es predicada en la oposición conceptual y
rígida (estructural) de dos sexos biológicos. Esta estructura conceptual es lo que las
científicas sociales feministas han designado el sistema sexo género. [CITATION
Ter89 \p 11 \n \t \l 9226 ]

Como se puede ver Lauretis problematiza este sistema sexo-género que está
instaurado en nuestros saberes, mejor dicho, están constituidos o naturalizados como
propone Michel Foucault:

Lo importante es que el sexo no haya sido únicamente una cuestión de


sensación y de placer, de ley o de interdicción, sino también de verdad y de falsedad,
que la verdad del sexo haya llegado a ser algo esencial, útil o peligroso, precioso o
temible; en suma, que el sexo haya sido constituido como una apuesta en el juego de la
verdad. [CITATION Mic98 \p 35 \n \t \l 9226 ]

Este juego que se propone es la naturalización y constitución dentro de la sociedad


de Occidente en el sistema sexo-género. Además, dentro de este sistema hay una
jerarquización de dominación donde, como diría Pierre Bourdieu, los afectados no son solo
los dominados sino los dominantes, dado que se estigmatiza todo aquello que se salga de lo
natural dentro de una estructura. Ahora bien, los autores mencionados consideran el sexo-
género como una construcción social, sin embargo, esta definición queda muy amplia y
abstracta, por ello, retomando a Teresa de Lauretis según mi interpretación, el género es
una representación ideológica que caracteriza al sujeto, pero es una representación que
puede tener un movimiento oscilante entre el atrás y el adelante.

En consecuencia, esta primera definición entra en algunos aspectos de la


documentación colombiana, ya que:

en Colombia hemos pasado de la criminalización de la homosexualidad —


penalización vigente hasta 1980, enmarcada en el proyecto de la Constitución Política
de 1886— a una paulatina ganancia de terreno en cuanto a reconocimiento de los
sujetos políticos, de derechos y sociales.[CITATION Cam14 \p 20 \t \l 9226 ]

De igual modo es relevante mencionar el decreto 1227 del 2015, el cual es la


prueba fehaciente de que la comunidad LGTBI+ ha ido ganando espacios de
reconocimiento en el ámbito judicial dentro del Estado colombiano. Para ilustrar, el decreto
dice:

Artículo 2.2.6.12.4.1. Objeto. La presente sección reglamenta el trámite


previsto en los artículos 91 y 95 del Decreto-ley 1260 de 1970, cuando una persona
quiere corregir el componente sexo en el Registro del Estado Civil. 

Artículo 2.2.6.12.4.2. Ámbito de aplicación. Las disposiciones de esta


sección se aplicarán a las personas que busquen corregir el componente sexo de su
Registro Civil de Nacimiento. También se aplicarán a los notarios y autoridades
administrativas que tengan competencias relacionadas con el Registro del Estado
Civil. 

Artículo 2.2.6.12.4.3. Alcance de la corrección. La corrección del


componente sexo en el Registro Civil de Nacimiento podrá consistir en la inscripción
del sexo masculino (M) o femenino (F). [ CITATION Min15 \l 9226 ]  

Ahora bien, teniendo en cuenta que el Estado colombiano poco a poco ha ido
avanzando en temas de reconocimiento a la comunidad LGTBI+, por lo tanto, no es debido
afirmar que el Estado colombiano ignora a estas comunidades, por ello, la presencia del
Estado en cuanto a la organización de la cohesión social, interna de sus poblaciones y de su
articulación es diferenciada. Diferenciada en tanto que se busca una manera de ‘’expresar la
manera diversa como las instituciones estatales se relacionan con las diferentes regiones y
las redes de poder que existen entre ellas, según sus particularidades, du tipo de
poblamiento y el grado de cohesión y jerarquización social que hayan alcanzado (Gonzáles
G., F.E. et al..,2003)’’[CITATION Fer14 \p 59-60 \l 9226 ]. Así pues, el Estado
centralizado de Colombia también muestra una presencia diferenciada no solo en las
regiones como muestra González con su cita, sino en distintas comunidades, es un Estado
que poco a poco va creando las herramientas necesarias según las luchas o retos que haya a
medida que el mundo avanza. Entonces, el Estado colombiano tiene una presencia
diferenciada sobre la documentación de identidad frente a varias comunidades porque es
necesario no olvidar el modo en que el colectivo ‘’Nacidos el 31 de diciembre’’ fue usado
para una documentación de uso injusto y opresor, aunque, en este caso voy a estar enfocado
en la comunidad trans.

Consecuentemente, es importante la lucha que está haciendo la comunidad trans


por el motivo de que está siendo reconocida poco a poco dentro de esta institución. Ahora
bien, la institución en la que voy a estar enfocado es en las FFMM, que como dije
anteriormente, está siempre en tela de juicio por la violación a los derechos humanos, por
tanto, esta institución siempre ha tenido una clara dominación masculina, se puede notar en
todos sus altos mandos actuales, esta dominación dentro de las FFMM puede entenderse
como un ejercicio simbólico de violencia, donde hay una estructura social jerárquica
masculina, es decir, ‘’un orden social que funciona como una inmensa máquina simbólica
que tiende a ratificar la dominación masculina en las que se apoya’’[CITATION Pie00 \p
11 \n \t \l 9226 ]. Sumado a esto, ‘’el mundo social construye el cuerpo como una realidad
sexuada y como depositario de principios de visión y de división sexuantes’’ (Ibidem, pág.
11). Por tanto, las FFMM se pueden entender como una institución dominada por hombres,
además, consta de una dominación como la da a entender Bourdieu:

Cuando los dominados aplican a lo que les domina unos esquemas que son el
producto de la dominación, o, en otras palabras, cuando sus pensamientos y sus
percepciones están estructurados de acuerdo con las propias estructuras de la relación
de dominación que se les ha impuesto, sus actos de conocimiento son, inevitablemente,
unos actos de reconocimiento, de sumisión. [CITATION Pie00 \p 14 \n \t \l 9226 ]
Es decir, la dominación comprende a todos los sujetos que hacen parte de la
sociedad, desde los que dominan hasta los dominados. Ahora, las FFMM hacen parte del
Estado colombiano, y su servicio es público, sumado a esto, es el Ministerio de Defensa el
encargado de comandar las decisiones de las FFMM, de ahí que, el Estado colombiano esté
sujeto a este cuestionamiento sobre la dominación masculina dado que en su mayoría está
con cargos ejercidos por hombres, por tanto, ¿cómo será posible que dentro de las FFMM
se pueda entender el planteamiento de género? De igual modo, si dentro del Estado todavía
se entienden el sistema sexo-género como lo esencial, ¿cómo será posible pensar en una
libreta militar para comunidades trans si las demandas que se hacen al Estado no
prosperan?[ CITATION Red19 \l 9226 ]. Las luchas por el reconocimiento deben
continuar, porque si no siguen puede que el Estado continúe haciendo caso omiso a las
demandas de las personas.

Conjuntamente, hay que tener en cuenta los modos en que se puede ver lo
masculino en las FFMM dado que “la investigación sobre los hombres es tan antigua
como el saber mismo, aunque el enfoque sobre la masculinidad o los hombres como
individuos explícitamente pertenecientes a un género es más bien reciente”13.  [CITATION
Kim09 \p 8 \t \l 9226 ]. De igual manera, cómo las FFMM entienden lo masculino o cómo
la sociedad colombiana entiende lo masculino porque como dice Kimberly Theidon:

Ser un “buen hombre” incluye proteger a la familia y ser un buen proveedor;


así que deponer las armas puede ser castrante en varios sentidos47. Las muchachas se
sienten atraídas a estos “grandes hombres” que tienen poder adquisitivo y la capacidad
para proporcionar seguridad en un contexto público violento. Por eso se esconden las
armas en las casas, “por si acaso”.[CITATION Kim09 \p 17 \n \y \t \l 9226 ]

Ser un buen hombre dentro de las FFMM puede entenderse como aquel que logra
cumplir con las doctrinas físicas y emocionales que se les impone, es aquel que logra
empuñar un arma contra el enemigo sin miedo a matarlo o matándolo lo más rápido
posible, es aquel que defiende a su patria hasta la muerte, es aquel que defiende a su
batallón hasta cubrir verdades que incomodan, ¿cómo se entiende la masculinidad en las
FFMM? Si las nociones de lo masculino se comprenden como algo dominante, cómo lograr
cambios con nociones de lo femenino y del género, es decir, de los distintos modos en que
un individuo entiende su identidad para representar una institución.

En suma, pienso que las nociones del género quedan plasmadas en cómo un
individuo se representa ante una sociedad donde la dominación masculina es constante,
fuera de esto, sobre cómo será posible que la presencia diferenciada del Estado entienda
una comunidad que es tenida en cuenta tan recientemente, cómo va a velar por sus derechos
y cómo hará para que estos derechos lleguen a todos los ámbitos de la vida en Colombia,
por ello, menciono la libreta militar como uno de estos ámbitos, dado que sus derechos
están en un vacío por el motivo de que no pueden acceder a estudios u oportunidades
laborales (Nikita Dupuis)[ CITATION CMl19 \l 9226 ], por lo tanto se puede demostrar
cómo este es un problema social colombiano.

Para ilustrar, el debate académico que hay sobre la libreta militar en Colombia,
primero se debe entender cómo se obtiene:

Lo primero es registrarse en la página web www.libretamilitar.mil.co y


activar su cuenta. Luego, tiene que consultar el estado de su situación militar y adjuntar
una serie de documentos: ahí el sistema le asignará uno de los 60 distritos militares que
hay en el país. Posteriormente, le indicarán la documentación necesaria y lo citarán a
una concentración militar. Le realizarán un examen psico-físico. Si es apto, le toca
prestar servicio militar. Si no, tendrá que presentar otros documentos para que le hagan
una liquidación y pagar la cuota de compensación. El costo del documento sale de
calcular el patrimonio de los padres o personal con los ingresos de los padres o
personal, teniendo en cuenta si todavía depende de ellos económicamente. Para que lo
tenga en cuenta: algunos de los documentos que debe presentar son fotos 2,5 x 4,5
fondo azul, cédula o tarjeta de identidad y cédula de los padres. Además, si
corresponde, el soporte de exención de ley.
 Ser hijo único.
 Tener padres incapacitados o mayores de 60 años.
 Tener un hermano muerto o con discapacidad por cuenta del servicio
militar.
 Discapacidad relativa y permanente.
 Que sea un trabajador independiente.
 Que sea indígena.
 Ser huérfano de padre o madre y que su trabajo sea lo que ayude al
mantenimiento de sus hermanos. (Tiempo, 2020)

Ahora bien, a través de estas exenciones de ley se puede notar la ausencia por
parte no solo de la comunidad trans sino de cualquier otra comunidad, entre ellos, la
población afro. Estos son uno de los debates que se formula en la libreta militar, sin
embargo, este no será el enfoque, dado a que estoy hablando es de la comunidad trans,
aunque, lo que si tiene cabida y que va a quedar lleno de más vacíos es la comunidad trans
indígena y afro, por el motivo de que este trabajo no pudo tener un contenido importante de
información sobre interseccionalidad. Es una clara falta de reconocimiento a otras
poblaciones que tienen este problema y cómo decía anteriormente no es simplemente el
colectivo Nacidos el 31 de diciembre los únicos con falta de reconocimiento a nivel estatal
por medio de un documento, la comunidad Embera tiene parte de su población en un
pueblo llamado Santuario en Antioquia, es un conjunto de personas trans, que dejaron de
ser parte de su propia comunidad a raíz de que esto no es digno de su tradición, es decir, su
propia comunidad no los reconoce y en estos momentos no son leídos como personas,
entonces, teniendo en cuenta que son unos individuos trans e indígenas, la documentación
cae en uno de los problemas insignificantes ante la falta de aprecio por parte de su propia
comunidad. Es importante destacar que este es un debate que está abierto y que va a estar
ausente en este trabajo. Consecuentemente, al hablar de los debates que hay con respecto a
la documentación colombiana, haciendo énfasis en la libreta militar, tengo que revisar la
parte del derecho donde los autores investigados concuerdan en la discriminación hacia la
población trans.

En primer lugar, lo dicho por Felipe León, profesional en derecho de la Pontificia


Universidad Javeriana, plantea que un punto de partida para la búsqueda de derechos de la
población trans, consiste en el conocimiento propio de los litigantes sobre las personas
trans, es decir, que las personas litigantes sepan sobre las necesidades de la comunidad
trans, de este modo podrán brindar una protección legal [CITATION Fel17 \n \t \l 9226 ].
Ahora bien, lo ideal es que a las personas trans no se les trate condescendientemente, sino
que se les reconozca como personas, dicho esto, no solo los litigantes deben aprender sobre
la comunidad trans, sino en sí todas las personas que habitan este espacio terrenal, porque
como se va a ver a continuación en la investigación, varias personas han sido víctimas de
transfobia por parte de funcionarios públicos. Entonces en esta primera idea se formula la
idea de reconocimiento en el derecho y siento que es tema base de esta investigación, el
reconocimiento de una persona en una sociedad, comprendiendo reconocimiento como el
respeto recíproco entre seres sin ningún grado de menosprecio, en tres esferas: el derecho,
el amor y la solidaridad, según Axel Honneth en Luchas por el reconocimiento.

Continuamente, el profesional en derecho Marco Ruiz en su trabajo sobre la


situación militar de las mujeres trans, pienso que queda corto en cuanto a reconocimiento
de derechos de la comunidad trans, porque, quizás por enfoque investigativo, deja afuera a
los hombres trans, y hay que tener en cuenta que hay una clara distinción entre cada
identidad, sin embargo, es importante destacar que los hombres trans en estos momentos
han sido mucho más asediados por las autoridades de seguridad que requiere este
documento de identidad, digo esto porque como lo propone Ruiz:

Las mujeres transgéneros, han sido y continúan siendo víctimas de


violaciones a Derechos Humanos por parte de las autoridades, en el proceso de
definición de su situación militar, lo que muestra una imperiosa necesidad de generar
los canales de construcción y difusión de mecanismos legales e institucionales, que
apuesten por la protección de los Derechos Humanos de los cuales es sujeto todo
ciudadano colombiano [CITATION Mar16 \p 70 \n \t \l 9226 ]

Lo que dice Ruiz es real, no obstante, como decía, es importante tener en cuenta a
los hombres trans los cuales también necesitan resolver su situación militar. Por otra parte,
en la literatura de Simón Ramírez profesional en antropología de la Universidad de los
Andes, se habla de que la libreta militar sirve como un mecanismo de bio-
poder[CITATION Sim16 \n \t \l 9226 ], y es claro, pero aparte de ser una herramienta que
tiene unas relaciones de poder con una estructura que maneja la conducta de las personas,
sirve como un documento de identificación dentro de la narrativa de Estado-Nación. Los
documentos burocráticos sirven no solo para organizar e identificar a la población, sino que
sirven como un mecanismo de control estatal. En este sentido, la documentación tiene
varios propósitos, el control siendo uno de los propósitos que con un mal manejo puede
llevar a mecanismos de opresión y discriminación. No obstante, hay un mecanismo que es
relevante y es el del reconocimiento, el hecho de que un documento identifique a una
persona dentro de una nación significa una clase de reconocimiento a nivel jurídico, por lo
tanto, en lo que Ramírez propone hay una falta de reconocimiento de comunidades. Algo
que Ramírez agrega a la discusión, si bien su trabajo es algo personal, es la objeción de
conciencia, que, según la Constitución política de Colombia, se respalda de la siguiente
manera: ‘’Artículo 18. Se garantiza la libertad de conciencia. Nadie será molestado por
razón de sus convicciones o creencias ni compelido a revelarlas ni obligado a actuar contra
su conciencia (1991)’’. La objeción de conciencia es un derecho para aquellas personas que
por convicciones no creen en las proposiciones de alguna entidad u institución. Por ello, en
cuanto a las personas trans la objeción de conciencia ha servido como un derecho para
evitar su dilema con la libreta militar.

En paralelo, la profesional en derecho Carolina Moreno de la Pontificia


Universidad Javeriana, comprende esta situación con una construcción argumentativa muy
interesante, lo digo porque parte desde la filosofía del derecho, y pienso que la
interpretación de ella sobre ‘’lo trans’’ es relevante dentro de este escrito:

Así bien, lo trans implica la posibilidad de transitar de una identidad a otra; e


incluso plantea al tránsito como característica identitaria permanente, partiendo de la
base de que tanto el género como el sexo han sido construidos culturalmente. Esta
visión ha sido impulsada por la teoría de la performatividad de Judith Butler. Butler
plantea que el género es una construcción social performativa que funciona como una
norma y como práctica regulatoria que produce nuestra manera de ver a los sujetos
como seres sexuados.[CITATION Dia14 \p 126 \n \t \l 9226 ]

Esta interpretación es acertada, porque a la luz de Butler la norma de género es una


ontología esencialista, y que debe ser leída como una construcción sociocultural. Es decir,
lo natural entendido como un discurso que constituyó al sujeto. Entonces la lectura sirve
para mostrar que los documentos nacionales parte de una norma de genero binaria, cuestión
que va en contra de nuevas expresiones de identidad. Sumado a esto, Moreno dice que hay
que desafiar al sistema sexo-género de forma radical desde el activismo, el derecho y la
academia con la finalidad de que el Estado desarrolle políticas y normatividad para
asegurar los derechos a las personas trans. Por otra parte, pienso que hay un factor que
suma no Moreno sino Ruiz que consiste en el marco internacional dado que este marco da
pautas, rutas y obligaciones del Estado sobre el deber de respetar identidades de género.
Claramente, teniendo en cuenta la raza o la religión. Pienso que este factor es relevante por
el motivo de que hay una presión por parte internacional para la defensa de los derechos de
la comunidad trans. Ahora bien, esta breve revisión de literatura concuerda con muchos
aspectos de los distintos matices que tiene esta investigación, por ejemplo, que la
comunidad trans tiene una clara falta de reconocimiento, además que sufre de
discriminación que va desde la sociedad hasta procesos de documentación burocráticos,
igualmente que varios plantean una perspectiva de género apropiada para abarcar este tema
de tan denso calibre y finalmente en su gran mayoría permite concretar que la libreta militar
es un documento que permite el acceso a unos derechos y el reconocimiento frente al
Estado.

Por otra parte, la metodología que se plantea para el proyecto es de carácter


cualitativo, con la finalidad de conseguir un acercamiento antropológico mediante
entrevistas semiestructuradas, además de una investigación de archivo por motivos del
confinamiento a causa de la cuarentena generada por el coronavirus. La entrevista se
propondrá a una mujer trans y a un hombre trans, con el propósito de tener dos puntos de
vistas distintos, desde una persona que renuncia a privilegios y otra persona que adopta
privilegios, por otra parte, también se planea entrevistar a personas pertenecientes al
ejército nacional. Así pues, las preguntas que se plantean son las siguientes, teniendo en
cuenta que son una base y que la entrevista es semiestructurada:

Base comunidad trans: 1. ¿Cómo se ha sentido con


respecto la solicitud de
documentos en Colombia?
2. ¿Se ha sentido 3. ¿Cree que hay vacíos en
discriminada/o al hacer una documentación
sus correspondientes identitaria abierta y
papeles para reclamar sus diversas a todas las
documentos de identidad? personas que habitan
Colombia?
4. ¿Qué opina del decreto 5. ¿Cómo ha sido su
1227 del 2015 donde se situación frente la libreta
respaldan algunos militar?
derechos hacia la
comunidad LGTBI+?
6. ¿Cree que es necesaria la 7. ¿Le gustaría ser parte del
libreta militar? ejército de Colombia?
8. ¿Le ha afectado no tener 9. ¿En qué ámbitos le ha
la libreta militar? afectado no tener la libreta
militar?
10. ¿Si se ve obligada/o a
estar dentro del ejercito
haría parte de esta
institución?
Base servidores de las fuerzas armadas 1. Cómo fue su experiencia
en esta institución de la
hizo o hace parte
2. Cuántos años lleva o duró 3. Qué cargo ocupó/a
en esta institución
4. Cuáles son sus recuerdos 5. Qué opina de la libreta
más gratos dentro de la militar
institución
6. Qué opina del servicio 7. ¿Conoce la comunidad
militar obligatorio solo trans?
para varones
8. ¿Cuáles son sus opiniones 9. ¿Sabía que esta comunidad
frente a la comunidad tiene problemas con la
trans? obtención o exoneración
de la libreta militar?
10. ¿Cuál es su opinión frente 11. ¿Qué opina de mujeres y
a esta problemática? hombres trans dentro del
ejercito?
12. ¿Cree que este 13. ¿Cree que debería haber
planteamiento es diversidad en el ejército,
imposible? además, de mujeres dentro
de este?

Con base en las preguntas se formularon 3 entrevistas realizadas a dos chicos trans
y una chica trans, de igual modo se contactó por vía digital un foro de la red trans de
Colombia, en el cual participaron 3 personas: un señor trans y dos chicas trans. Finalmente,
se pudo realizar la entrevista a un general retirado de las fuerzas de seguridad estatal. Así y
las cosas, lo interesante de las respuestas dadas surge a partir del trato dicotómico que
reciben las personas trans dentro de una institución pública, o dentro de un espacio público
en general. Una violencia que puede ir desde lo simbólico hasta lo físico. Es decir, en 5 de
los 6 casos, recibieron un trato hostil una vez se encontraban dentro de la institución, como
dice Aylin, chica trans de Bogotá:

llegué a la notaría y empezaron a verme mal. Eso no fue lo que me hizo


largarme de ahí. Lo que me obligó a irme fue el trato de una notaría, porque apenas le
hablé me dijo - acaso usted quién es, si ni siquiera sabe qué es. Yo de esos papeles no
sé nada –. Bueno listo está bien que no sepa del decreto que salió hace 5 años, pero no
es necesaria tanta maldad. Me puse brava y me fui. [ CITATION Ayl20 \l 9226 ]

Del mismo modo pasó con Daniel y Donato, dos estudiantes de la Universidad del
Rosario que hicieron su tránsito en plena cursada, con ellos pasó algo parecido, solo que en
el caso de Daniel fue con las personas del ejército, dado a que habló sobre su tránsito, de
una vez fue visto de modo distinto y displicente. Las palabras cambiaron de joven, a
‘’ese’’; y este ‘’ese’’ ya fue violento para Daniel. Una lectura que vale la pena incorporar es
si realmente las personas trans son consideradas personas, como lo hace Judith Butler en
Cuerpos que importan: la corporalidad de estas personas se ve reducida no es sus justas
proporciones, como diría un nefasto presidente colombiano, sino en su totalidad y terminan
siendo unos cuerpos que no importan dentro de una sociedad inconsciente, basada en la
moral judeocristiana. ‘’Ama a tu prójimo’’ claro ama a tu prójimo, pero solamente si entra
en la norma de género y tiene los mismos lineamientos ideológicos. Se puede notar de una
vez la discriminación interseccional que hay en Colombia. Paralelamente, pasa al contrario
con un hombre trans llamado Camilo, el cual tiene una familia establecida, todos sus
papeles los realizó en el consulado colombiano de Barcelona, España, y durante el foro
comentó que los funcionarios públicos que trataron con él fueron muy amables, incluso se
sorprendió por tanta amabilidad en el ambiente, dado que a lo largo de su vida y de su
transición tuvo varios casos de discriminación. Son por estos casos que digo que una
persona trans es una persona que dentro del imaginario colombiano es polarizante, por el
motivo de que, según lo obtenido, o hay violencia de distintos tipos por su presencia en
algún espacio, o hay una especie de amabilidad condescendiente en algún espacio. Estas
reacciones son ‘’normales’’ en una comunidad que está constituida con un binarismo
intachable, lo ‘’anormal’’ llama la atención positiva o negativamente, en este sentido,
haciendo énfasis en el objetivo del proyecto los funcionarios públicos tienen dos modos de
tratar a las personas trans en el momento no solo en el que ingresan dentro de la institución
sino con el simple acto de cruzar la puerta de la institución, como se pudo notar en el caso
de Aylin.

En conjunto, es relevante hacer la distinción de hechos que ocurren con una mujer
trans a lo que ocurre con un hombre trans, dado que si bien el hombre trans transita de un
cuerpo leído como dominado a un cuerpo participe de la dominación, sin embargo, es
importante tener en cuenta que la libreta militar en su obligación constitucional binaria
debe establecer que todo varón debe prestar servicio militar en honor a la patria, por lo
tanto el hombre trans, una vez realizada su transición ya es leído como un varón, por lo
tanto, debe si o si tener su libreta militar en orden. Entonces, el hombre trans a diferencia de
la mujer trans de una vez tiene una obligación según la Constitución Política de Colombia.
Por ello, Nikita Dupuis, hombre trans, afirma que es necesario que se exonere al hombre
trans de este proceso de documentación burocrático, por el motivo de que si bien ahora es
hombre, tiene una historia de transición que hace de su caso una excepcionalidad dentro de
la norma y dentro de la sociedad, porque el hecho de tener este documento puede significar
un trabajo o una beca en alguna entidad de educación y como existe un vacío con la
comunidad trans, pues es debido resolver este dilema, de ahí que en cuanto a la
documentación de la comunidad el problema es mucho más profundo que el decreto 1227
del 2015, es un avance, aunque es un avance que queda corto a la hora de reconocer en su
totalidad a la comunidad trans, especialmente a los hombres trans, porque como dice Laura,
chica trans, estudiante de comunicación social de la Pontificia Universidad Javeriana,
‘’pues a mi no me ha parecido algún problema con la libreta militar, ya hice mi
documentación y por el hecho de que soy mujer pues la policía no me para’’ [CITATION
Lau20 \n \t \l 9226 ] . A este argumento puedo agregar la opinión de Camilo ‘’es que la
mujer y las personas de edad como yo pasamos de agache’’. Camilo, tiene alrededor de 50
años, comenzó su transición hace 30 años y debido a que realizó su documentación hace 3
años le dijeron los mismos funcionarios que la libreta militar a esa edad no era realmente
necesaria. En consecuencia, de la edad y la lectura que hace la institución de la persona
depende el requisito de la libreta en un nivel superficial, como por ejemplo una petición de
documentos por parte de la policía, sin embargo, en un nivel profundo si la persona accede
a un trabajo o a una beca que tiene como requisito este documento estos aspectos quedan
relegados a un problema legal complejo y sin respuestas por parte del Estado.

Entiendo que el argumento sobre la necesidad de resolver la situación de la


comunidad trans en cuanto a la libreta militar cae en una trampa de integración de una
población a estamentos estatales, hecho que va a favor del Estado, es decir, un Estado que
se entiende como una estructura dominada por hombres, por lo tanto, la población que
lucha en contra de este Estado, estaría alineándose bajo la documentación de un Estado
liberal de derecho, por ello, se forma una disputa en lo pro estatal y lo contra estatal. No
obstante, es importante destacar que Colombia es un Estado de derecho basado en una
república liberal, teniendo en cuenta esto, un argumento contra estatal es debatible por la
realidad del contexto actual. La necesidad de resolver los derechos de las personas trans
puede ir por encima de un debacle o cambio del Estado de derecho, aunque ¿es así, si el
Estado es un problema y la sociedad también unas leyes en favor a esta comunidad pueden
acabar con sus problemas? Mauricio Villegas, plantea el concepto de ‘’normas de papel’’, y
lo que puedo entender es que las leyes pueden estar dentro de la Constitución, sin embargo,
no son garantía de que la sociedad aplique y siga estas normas estipuladas por la autoridad
competente, y lo interesante que Villegas hace es que investiga el por qué la sociedad
latinoamericana incumple las normas. Así y las cosas, se puede pensar que el Estado es el
problema, pero la solución en cuanto a los procesos documentarios respecta a soluciones
legislativas y como lo ven Daniel y Donato en la entrevista, el decreto 1227 del 2015 si ha
servido para el reconocimiento de la comunidad trans, a pesar del trato que dan los
funcionarios públicos. Una posible salida a el trato de las personas trans consiste en una
educación y en capacitaciones a los funcionarios públicos sobre cómo tratar a la comunidad
trans y sobre todo de cómo se resuelve su situación documentaria.

Por consiguiente, existe polarización de opinión y trato sobre las personas trans,
hay una clara distinción entre un hombre y una mujer trans, su situación frente a la
situación militar es diferente pero no deja de ser problemático ni para el uno ni para la otra,
también, hay que tener en cuenta cómo son leídas las personas trans dentro de la sociedad
colombiana, ¿realmente son leídas como personas? Estas son algunas de las premisas que
este trabajo comienza a responder, de igual modo, el problema de la documentación como
se ha revisado es mucho más profundo, es decir, la libreta militar comienza desde el
registro civil y pasa por el documento de identidad, entonces es un derivado: se hacen los
cambios correspondientes al registro civil, se reclama la cédula que son alrededor de unos 3
meses, según las entrevistas realizadas a Aylin, y luego se tiene que resolver la situación
sobre la libreta militar, claramente, de ser necesario, si el trabajo o la institución educativa
lo requiere. Así pues, se puede rectificar que en la libreta militar hay vacíos que pueden ser
perjudiciales en las posibilidades laborales y educativas de una persona trans.

Dicho lo anterior, se corrobora que la burocratización de un documento leído de


modo binario perjudica e invisibiliza a personas que no se definen según la norma de
género y las deja en un limbo. Ahora bien, la última entrevista realiza en el marco de esta
investigación fue al general retirado Ruffo, duro 27 años en la institución, en la cual su
recuerdo más grato fue servirle a la patria en su sistema de defensa: salvando vidas,
rescatando personas y devolviéndoles la libertad a personas secuestradas. Una labor del
general meritoria. Porque, es importante aclarar que este trabajo no trata de despreciar a las
FFMM si bien son cuestionables, hay personas que son gratas e integras y que día a día dan
su vida por el territorio de esta nación. No obstante, las personas del ejercito que en su
mayoría son hombres, tienen un reconocimiento mayor dentro de la sociedad, las personas
trans el único reconocimiento que tienen es por parte de su propia comunidad, por eso es
relevante revisar y cuestionar instituciones sobre todo si perjudican derechos básicos de
personas. Dejando esto a la luz de la dignidad de este trabajo, continuo. Durante la
entrevista al general Ruffo dijo que el servicio militar debe ser prestado por todo
colombiano, dado a que todas las personas podrían conocer a su patria por medio de este
servicio. Además, deja en claro que no tiene ningún prejuicio frente a la comunidad trans,
son personas que podrían prestar el servicio siempre y cuando como cualquier persona su
conducta sea intachable, deben seguir las normas estipuladas, sin quebrantar la moral de la
institución.

La opinión de Ruffo queda como una opinión abierta frente a la comunidad trans,
lo que resalta Ruffo con más fervor, es el respeto a la institución con sus normas
estipuladas, siempre y cuando la persona respete las normas de la institución, aunque, un
primer cuestionamiento que puedo realizar al pensamiento de Ruffo, consiste en lo abiertas
y diversas de las normas de la institución, es decir, realmente una persona trans podría
prestar su servicio militar con normas que le den garantías. Esta es una arista que surge
dentro de este trabajo, y consiste en que hay varios planteamientos dentro de esta
problemática: primero, la exoneración a la comunidad trans del servicio y de la libreta
militar. Segundo, la inclusión a la comunidad dentro de la institución militar, si bien es una
posibilidad puede contar con la posibilidad de inclusión a la comunidad, este es un
argumento delicado, por el motivo de que Colombia es un país en constante conflicto y el
hecho de dar la posibilidad de que la comunidad entre a hacer parte de una institución
básica para una guerra, es un hecho que va en contra de muchos ideales de la propia
comunidad, dado a que Donato, Daniel y Camilo son objetores de conciencia y si bien ellos
no son la totalidad de la comunidad, si afirman que es una comunidad que no está a favor
de la guerra, por lo tanto, pensar que la comunidad pueda ser parte de la institución es
problemático y esta pregunta se planteó por el motivo de que una de las apuestas de esta
investigación es aparte de lo que ya se ha hecho, es sobre analizar nuevas masculinidades
dentro de esta institución.
Como mencionaba anteriormente, Katherine Theidon plantea cómo se pueden
replantear las fuerzas bélicas en un marco nacional de proceso de paz. Los integrantes de
las FFMM son considerados por algunos políticos como ‘’una fuerza para matar del
Estado’’. Sin embargo, este discurso aparte de bélico es un ideal dentro del imaginario que
está constituido en la población, por ello, Katherine Theidon, por medio de su escrito
Reconstrucción de la masculinidad y reintegración de excombatientes en Colombia dice
que es importante incorporar el género, es decir, un nuevo discurso en las instituciones
militarizadas. Un nuevo discurso que constituya nuevos pensamientos sobre la
masculinidad dado que:

En toda sociedad la producción del discurso está a la vez controlada,


seleccionada y redistribuida por un cierto número de procedimientos que tienen por
función conjurar los poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar
su pesada y temible materialidad[CITATION Mic99 \p 14 \l 9226 ].

Como lo entiende Foucault el discurso es una herramienta de poder que


constituye la conducta de las personas, entonces, si dentro de la institución militar se
tiene una conducta guerrerista que ignora oportunidades de entrar en métodos
arraigados en el pacifismo y acompañamiento hacía las víctimas del conflicto armado
colombiano. No pienso que la defensa deba quitar un aspecto bélico, comprendiendo
que hay GAOS, disidencias de las FARC, neoparamilitares y narcotraficantes, sin
embargo, si debe tener un aspecto de mayor acompañamiento y de un pensamiento
más abierto hacia repensarse la masculinidad, o acaso el verdadero hombre del
ejército es aquel que da bala a diestra y siniestra y sigue directrices de su autoridad.
En estos momentos, hay víctimas que no están recibiendo ayuda de ningún tipo en
lugares complicados como por ejemplo el Catatumbo, la solución del gobierno es
llevar al Ejército, pero por más que haya personas armadas no hay soluciones con las
víctimas, sumado a eta el trato que los soldados dan a las víctimas es inapropiado, por
tanto, es importante que los soldados sepan tratar no solo a las víctimas sino a la
población en sí. Los modos en que las FFMM ha tratado a las víctimas en muchas
veces es incluso peor de lo que tratan a los verdaderos criminales de Colombia, es por
este motivo que hablo sobre el replanteamiento de esta institución. Un
acompañamiento de las FFMM en la población con ayudas de todo tipo, incluyendo
una perspectiva de género puede ser beneficiosa, es decir, pasar de ‘’una fuerza letal
del Estado, a una fuerza diversa de acompañamiento y defensa del Estado, donde los
soldados sean de la identidad que gusten, sepan acompañar y proteger a la población
en cuestión, con un enfoque claro en la protección de su vida y de sus derechos. Es un
argumento complejo y que todavía está crudo, que carece de interseccionalidad,
además, que supone un cambio radical a una parte esencial de la estructura estatal de
esta nación.

No obstante, lo que Colombia requiere son varios cambios estructurales,


desde la sociedad hasta el Estado, siempre caigo en esta trampa que lo lleva a uno a
un sinsentido. Pero, sinsentido dejar que las comunidades trans tengan libertad no
solo de expresar su identidad de género sino su orientación sexual, sino de ser
partícipes dentro de la sociedad colombiana y ser partícipes siendo leídos como
personas. Pienso que la exoneración es lo básico que se puede plantear frente a esta
problemática, pero el hecho de que puedan ser parte no solo de las FFMM sino del
Estado, sería un pensamiento que puede ayudar a la expansión de la democracia y de
la voz de la comunidad trans, y sé que es un pensamiento idealista con muchos
dilemas dentro de su argumentación. Sin embargo, el pensamiento ideal y con nuevas
soluciones sobre los problemas sociales colombianos.

Para finalizar, dentro de este trabajo se plantea una investigación sobre la


libreta militar con perspectiva de género, de ello, puedo decir que hay una fuerte
distinción entre la mujer trans y el hombre trans con respecto a este documento, no
me refiero a otro binarismo, sino que ocurre de diferentes maneras en cada identidad
de género. Hay una clara falta de reconocimiento en la documentación de la
comunidad trans, si bien el decreto 1227 del 2015 se creó hay vacíos que pueden
significar conseguir un trabajo o una beca, también es importante tener en cuenta que
la documentación va desde el registro civil hasta inclusive un pasaporte de viajes. En
cuanto a la sociedad colombiana, existe una polarización frente a esta comunidad, no
encontré punto medio en esta investigación, los funcionarios públicos deben de
aprender cómo tratar a una persona trans, porque la discriminación es fuerte y
estructural. La solución a través de nuevas leyes puede significar avances, no
obstante, no se niega la precarización del Estado dando garantías una vez la ley se
forma, pasa igual con la sociedad. Los problemas de Colombia son estructurales y si
se quiere un reconocimiento total hacía la comunidad trans debe haber cambios
drásticos. De igual modo, en este trabajo hubo ausencia de interseccionalidad, solo se
revisó el aspecto de género, ignorando otros cuerpos y no son cuerpos que valgan más
que otros, simplemente no tuve la información para formular un argumento, como
dije, la comunidad Embera tiene una población trans importante que no son ni
siquiera reconocidas por su propia comunidad, entonces es una falta de
reconocimiento no solo estatal sino también a nivel solidario de su propia etnia.
Finalmente, se plantea que las FFMM pueden repensarse como una fuerza no letal del
Estado sino como una fuerza diversa de acompañamiento y defensa del Estado.
Porque Colombia, tiene que pasar de ser un país donde uno es ‘’libre, libre para que
nos maten’’, como dice el escritor Fernando Vallejo, a un país libre, libre para que las
personas transiten, que transiten libremente, sin trabas por parte del Estado y de la
sociedad.

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