Masoneria

NET
Revista electrónica
de la Gran Logia
de Libres y Aceptados Masones

Año 1 Número 4
Febrero de 2011

Carta del Gran Maestre

Comienza el nuevo ciclo lectivo

Firman un convenio de cooperación

y colaboración la Masonería y
la Universidad de Buenos Aires

Más aportes
Escriben y opinan los lectores

Suplemento
Los lectores de MASONERIA NET también se comunican por Facebook
http://www.masoneria-argentina.org.ar/masonerianet/download/suplemento0204.pdf

SUPLEMENTO
SOBRE EDUCACION
httphttp://www.masoneria-argentina.org.ar/masonerianet/download/suplemento0104.pdf

Año del Bicentenario de Domingo Faustino Sarmiento

 Carta
del Gran Maestre

Vivimos el último fin de semana de las vacaciones escolares, el próximo lunes comenzará el ciclo lectivo 2011.
El módico propósito de los ciento ochenta días de clase simboliza mejor que muchas palabras el estado de la
educación. En lugar de metas de enseñanza y aprendizaje, la propuesta consiste fundamentalmente en el
cumplimiento de la cantidad de jornadas escolares efectivamente cumplidas. El resto, en teoría, vendrá por
añadidura.
Muchos edificios lucirán sus refacciones, pero a otros tantos no habrá llegado la actualización edilicia o la conexión
de los servicios esenciales.
En otras palabras, comienza otro año en escuelas y colegios sin que se hayan llevado adelante las urgentes
actualizaciones organizativas y curriculares que reclama este tiempo de progreso permanente.
La masonería argentina expresa su honda preocupación por el presente y el futuro de nuestra educación pública y
laica.
Hemos destinado este año al análisis y evaluación de la situación educativa argentina y a la elaboración de
propuestas para colaborar en nuestra medida con gobernantes y legisladores. ¿Será, tal vez, el momento idóneo
para la convocatoria a un congreso pedagógico que reúna a los representantes del estado con los maestros y los
profesores, los padres y todos aquellos que tengan palabras que decir sin contaminaciones ideológicas o de
cualquier otro tipo?
Nos satisface que numerosos lectores, masones y no masones, participen con cartas y trabajos en esta revista
electrónica. Vuelcan sus ideas para contribuir a la tarea de todos. Se acerca el tiempo de compartir un espacio
concreto como el Instituto Laico de Estudios Contemporáneos (ILEC) y el Observador de la Ciudadanía donde nos
proponemos compartir y sistematizar el trabajo, discutir hasta llegar a consensos que permitan elaborar propuestas
concretas.
No se trata de edificar grandes castillos en el aire, sin buena base. Queremos colaborar, muy especialmente en este
2011 cuando se cumplen dos siglos del nacimiento del insigne Domingo Faustino Sarmiento, uno de nuestros
grandes iniciados.
A un click de distancia Usted, lector, podrá acceder al suplemento donde agrupamos los trabajos específicos sobre
el tema que nos desvela. Integran con los demás materiales, Este número 4 de Masonería Net.
Reciba mi saludo cordial y fraterno.

Ángel Jorge Clavero

Gran Maestre

Haga click sobre el link para leer los trabajos sobre educación
http://www.masoneria-argentina.org.ar/masonerianet/download/suplemento0104.pdf

Haga click sobre el link para leer los intercambios en facebook

http://www.masoneria-argentina.org.ar/masonerianet/download/suplemento0204.pdf
 CONVENIO DE COOPERACIÓN Y COLABORACIÓN INSTITUCIONAL
Universidad de Buenos Aires – Masonería Argentina

El Gran Maestre de la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones, Ángel Jorge Clavero
(der.) y el Rector de la Universidad de Buenos Aires, Prof. Rubén Hallú, durante la reunión
en la que firmaron el Convenio de Cooperación

Entre la Universidad de Buenos Aires, en adelante denominada la UBA, con domicilio en la calle
Viamonte 430 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, representada en este acto por su Rector,
Dr. D. Rubén HALLÚ; y la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, en
adelante la Gran Logia, con domicilio en la calle Tte. Gral. Juan Domingo Perón 1242 de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, representada en este acto por el Gran Maestre de la
Masonería Argentina D. Ángel Jorge CLAVERO, se formaliza el presente convenio sujeto a las
cláusulas que a continuación se establecen:
PRIMERA: El objeto de este convenio es la prestación de Cooperación y Colaboración
Institucional, en todos aquellos temas que las partes consideren de interés.-
SEGUNDA: Oportunamente y para concretar los objetivos antes mencionados, las partes
instrumentarán en Convenios Específicos las tareas a que dará lugar el presente convenio, los
cuales deberán ser aprobados por el Consejo Superior de la UBA antes de su puesta en
ejecución y por las autoridades respectivas de la Gran Logia.-
TERCERA: Las partes se comprometen a adaptar el presente convenio en caso de que el mismo
fuere objetado en cuanto a sus alcances por el Consejo Superior de la UBA. Las partes pueden
enmendar y/o modificar el presente en cualquier momento por acuerdo mutuo escrito.-
CUARTA: Con el objeto de llevar a la práctica los propósitos arriba señalados, las partes
integrarán una Unidad de Coordinación, que será la encargada de proponer y supervisar las
actividades que se deriven de la aplicación del presente convenio.- Dicha Unidad estará integrada
por un (1) miembro titular y un (1) miembro alterno por cada una de las partes del presente, y
deberá constituirse dentro de los treinta (30) días corridos de la firma del presente.- Cada parte
podrá reemplazar a sus miembros designados en la Unidad de Coordinación, notificando ello a la
otra, sin que se genere indemnización alguna.-
QUINTA: El presente convenio no limita el derecho de las partes a las formalizaciones de
acuerdos semejantes con otras instituciones. Las partes son autónomas e independientes en sus
respectivas estructuras técnicas y administrativas y asumirán particularmente, por lo tanto, las
responsabilidades consiguientes.-
SEXTA: Utilización de la denominación “UBA”. Ambas partes declaran conocer la Resolución
(CS) Nº 3404/99 en referencia a las pautas de utilización del logotipo, isotipo y nombre de la
UBA.-
SÉPTIMA: Este convenio se celebra por el término de dos (2) años a partir de su firma. No
obstante ello, cualquiera de las partes podrá denunciarlo unilateralmente sin expresión de causa
mediante preaviso escrito a la otra parte efectuado con una antelación de por lo menos 90
(noventa) días.-
La denuncia no dará derecho a las partes a reclamar indemnización de naturaleza alguna. Los
trabajos en ejecución al producir efecto la denuncia serán finalizados dentro del período anual en
que la misma fuera formulada.-
OCTAVA: Las partes acuerdan, para el caso de controversia entre ellas, someterse a la
jurisdicción de los Tribunales Federales de la Capital Federal, para los cuales serán válidos los
domicilios arriba denunciados.

Rubén Hallú Ángel Jorge Clavero

Rector Gran Maestre
En este número de MASONERIA NET incluimos nuevamente cartas de los lectores y
colaboraciones referidas al tema educativo.

Se mantiene activo el intercambio propuesto por nuestra publicación electrónica

quincenal. Esperamos ahora que el comienzo del nuevo ciclo lectivo acentúe el interés
participativo, al amparo del pensamiento libre.

Abrigamos la esperanza de sistematizar cartas y trabajos y, en una segunda etapa, realizar

una convocatoria con especialistas para arribar a propuestas concretas dirigidas a
legisladores y gobernantes.

Señores Lectores; escuelas, sin tener control de lo que se

es una gran verdad que nuestra educación
transita por un desorden no solo estructural e
ideológico.
Es también verdad que la tecnología nos da y
acompaña con su vehemencia.
¿Por qué no observamos a todos los medios
que están a nuestro alcance y tomamos de
ellos lo preponderante, lo concreto y lo real?.
Es lamentable cómo se induce a pensar a
nuestra juventud. No se inicia a nuestra
juventud en el camino de lo pensante,
lamentablemente no se le da esa
oportunidad.
Con falsedad de contenido les deforman su
criterio para obtener de ellos su obediencia
incondicional.
No se trata de censura sino de salvaguardar
la integridad de la información.
¿Cómo podemos estar inmóviles ante el
avance de las comunicaciones en nuestras
difunde?
No me gustan las censuras, pero menos me
gusta la hipocresía. Y menos aun los
organismos corruptos que utilizan su
estructura para sus propios beneficios.
Tengo 60 años, he visto y pasado por
muchas situaciones y las que más repudio
son las aptitudes hipócritas de los que
haciendo mal uso de su autoridad deforman
mentes jóvenes.
Hoy como Uds. bien saben hay posibilidades
tecnológicas para poder administrar la
información. Debemos aunar criterios y dirigir
nuestros esfuerzos por el bien de los jóvenes
pensadores.
Jorge Telmo Delfino

Estimados caballeros masones:
Celebro la apertura hacia la masividad de la
red de vuestra agrupación..
Soy un periodista tucumano con inquietudes
intelectuales y filosóficas.
A través de esta pequeña misiva, me pongo
a disposición de ustedes para lo que
necesiten.
.Muchas gracias.
Gustavo Martinelli
Estimados,
Es para mí una satisfacción que me hayan
invitado a participar de este tipo de
discusiones y desde ya les agradezco la
posibilidad brindada. Soy una ciudadana
comprometida desde lo profesional con la
educación argentina, ya que trabajo
activamente en la enseñanza. Durante el
mes de enero he tenido algo más de tiempo
que lo corriente y he esbozado algunas ideas
respecto a la evaluación realizada por PISA
2009 y sus posibles causas, las que adjunto
en un archivo. En la medida de mis
posibilidades me iré sumando a las
discusiones que se vayan abriendo. Muchas
veces las ausencias no necesariamente son
falta de interés sino de tiempo. De todos
modos, es mi anhelo poder participar y por
este medio estar en contacto con Ustedes.
Prof. Ana García,
Cátedra Química Analítica Facultad. de
Agronomía-UBA
Estimados Sres:
Ignoro la razón, por la cual me han sumado a
la lista de distribución de esta publicación
electrónica, pero se lo agradezco de todos
modos. La suya me parece una iniciativa
loable. Después de haber concurrido a
instituciones de educación pública en todos
los niveles, primero en Hungría, luego en la
Argentina, de haberme ganado el pan con lo
aprendido allí, de haber criado cuatro hijos,
con la ayuda de una amante esposa, docente
de gran vocación, actualmente estoy
malcriando mis primeros cinco nietos,
aprovechando mis conocimientos de idiomas
para realizar traducciones a pedido, y mis
conocimientos técnicos para asesorar
algunas industrias. Creo que tengo ya cierta
perspectiva como para hacer un aporte más
o menos concreto, ponderando la evolución
de los sistemas educativos, tratando de hallar
las causas de la decadencia actual, primer
paso indispensable para juntar luego
nuestras cabezas en busca de soluciones.
Como comparación: el sistema educativo
húngaro del siglo XX (como tantos otros
detalles de evolución social) se ha
desarrollado en paralelo con el argentino
(con D. F. Sarmiento), llegando ambos a una
notable excelencia. Por ejemplo: casi todo el
equipo científico de Albert Einstein era
oriundo de Hungría, y todos declararon que
la base de sus brillantes carreras fue alguna
escuela secundaria de Budapest, donde les
enseñaron a pensar y a aprender.
Lo que distingue a un científico de un buen
técnico, es el nivel de conocimiento. El
técnico sabe como hacer las cosas, pero el
científico sabe también, por qué hay que
hacerlo de ese modo. Este nivel de
conocimiento está totalmente devaluado: hoy
cualquier hijo de vecino, buscando por las
páginas de Internet, encuentra instrucciones
paso a paso para armar un reactor nuclear (o
una bomba): pero no sabe ni las causas
físicas que producen la fisión de esos
átomos, ni las consecuencias reales de
provocar esa reacción. El mensaje actual de
nuestra sociedad le sugiere, que es
innecesario y superfluo saberlo, ya que
puede lograr lo que quiere sin aprender todo
eso. Nuestros jovenes están convencidos,
que llenarse la cabeza de conocimientos que
se pueden obtener apretando botones, es un
esfuerzo fútil. Es lo que les estamos
inculcando. Estamos criando generaciones
de "bárbaros tecnológicos", que construyen y
usan aparatos fabulosos, pero no saben ni
como ponerles los tornillos que cierran el
estuche.
El aprender a pensar, no importa la disciplina
en la cual lo hagamos, nos hace humanos,
nos distingue de las cucarachas y de los
monos. No hay nada que no valga la pena de
aprender, porque todo conocimiento
realmente adquirido será de utilidad... eso se
ve muy bien especialmente en tiempos
difíciles, cuando la supervivencia pende de
un hilo. Allí sobreviven solo los más aptos,
los que encuentran entre el cúmulo de
conocimientos adquiridos algún recurso más.
Hay que enfocar nuestro análisis alrededor
de un par de "paradigmas filosóficos"
fundamentales en nuestra cultura, pero que
deben ser estudiados en forma más objetiva.
IGUALDAD: este lema, que fue una de las
banderas de la Revolución Francesa, para
combatir los fabulosos privilegios de una
aristocracia y para eliminar la institución de la
esclavitud, en realidad es una falacia. La
igualdad entre los hombres es imposible, y
por una razón esencial, biológica: no hay dos
hombres iguales (salvo los gemelos
idénticos). Nunca existirá una sociedad
humana, donde todos tengan los mismos
bienes, los mismos niveles de conocimientos,
la mismas convicciones, salvo que se los
imponga algún poder avasallador,
incontestable... y en ese caso, los que
detenten ese poder para imponerlo, son a la
vez la negación del ideal impuesto.
Lo que sí parece razonable, y es lo que
nuestras leyes tratan de imponer, es la
igualdad de oportunidades para todos los
individuos de una sociedad dada. La
enseñanza gratuita y obligatoria es un buen
intento: pero el hecho de que cada niño
pueda ingresar a una escuela, no significa
que todos se graduarán con los
conocimientos bien adquiridos, porque no
todos tienen las capacidades, el tesón o el
interés indispensables para lograrlo. Tratar
de reducir el porcentaje de fracasos con el
recurso de bajar el nivel educativo, es un
contrasentido, porque arruina el esfuerzo de
los más aptos en beneficio de unas bonitas
estadísticas... y eso es lo que vemos hoy. Si
todos obtienen un diploma, sin tener que
esforzarse para estudiar, ese diploma no vale
nada, y esa es la razón de la actitud
negligente de la mayoría de la juventud
actual. No nos engañemos: esos jóvenes son
los que dirigirán el mundo dentro de muy
pocos años, son los que engendrarán y
criarán las generaciones futuras... ¿qué nos
espera? Debe existir la oportunidad – no la
facilidad gratuita – para que cada hombre
desarrolle sus capacidades, si hace el
esfuerzo necesario para lograrlo. Sin
embargo, solo una minoría está destinada,
solo unos pocos disponen de los recursos
intelectuales y espirituales para ser doctores,
en cualquier disciplina. Si todos obtienen un
doctorado ¿quién se dedicará a juntar la
basura, a alimentar a las gallinas y los
chanchos, a cavar las zanjas, a recoger la
cosecha, a manejar los medios de
transporte?
Otra falacia es tratar de imponer la idea de
igualdad entre educador y educando: esta no
es una relación simétrica, aunque puede
ser mutuamente muy fructífera y satisfactoria.
Las pocas veces que me tocó enseñar -
aunque les impuse a mis alumnos adquirir
todos los conocimientos que yo consideré
necesarios para su cometido, no lo que a
ellos les parecía - yo también aprendí mucho
de ellos. Mi esposa, docente con muchos
años de cátedra, recibe continuamente, hasta
la fecha, innumerables manifestaciones de
amor y simpatía de toda una generación que
concurrió a sus clases. Esta relación debe
basarse en el RESPETO, otra actitud social
devaluada. Mis alumnos no me respetaban
solo porque estaba sentado en la cátedra: yo
me gané su respeto, por mi actitud y
convicciones, porque les brindaba los
conocimientos que ellos realmente
necesitaban, porque los trataba con justicia y
ecuanimidad, ponderando sus acciones
positivas y castigando las negativas.
Aquí debe mencionarse otro factor decisivo:
la actitud de los padres y familiares del
educando. Si bien es cierto, que los primeros
educadores de cada persona son sus padres,
ellos deben colaborar positivamente con los
demás educadores profesionales, en vez de
tratar de imponerles su voluntad, que en
general se orienta a obtener ventajas
inmerecidas para su hijo, en detrimento de
sus compañeros de curso. Tampoco deben
intervenir agresivamente en las relaciones
sociales entre compañeros: los hijos deben
ganarse el respeto de sus pares con su
propia actitud y esfuerzo. El que no lo tenga
que hacer por necesidad, si no lo hizo por
disposición natural, se convertirá en
inadaptado social.
La vocación de pedagogo es bastante
sacrificada: el esfuerzo de transmitir
conocimientos no es menor. Si sumamos a
eso el problema de la falta de prestigio, los
programas obligatorios de enseñanza cada
vez más irracionales, los bajos salarios, y
que los educadores de hoy están obligados a
soportar la agresión generalmente impune de
los alumnos y de sus padres, no hay que
sorprenderse por la decadencia actual. En la
mayor parte de siglo XX., los pedagogos eran
respetados, y – algo fundamental – tenían la
LIBERTAD para enseñar (otro paradigma
fundamental de la Revolución Francesa). La
sociedad que les permitió acceder a sus
cátedras, que los eligió para esa tarea,
confiaba en su buen juicio y su nivel
intelectual. Es inevitable, que un maestro
ejerza influencia decisiva sobre el carácter de
su alumno (y viceversa, porque la relación no
es tan unilateral como parece). También es
cierto, que siempre hubo casos, cuando un
maestro – abusando de esta libertad – llevó a
sus alumnos por mal camino... pero estos
hechos lamentables no hacen más que
demostrar los riesgos, que toda libertad
verdadera lleva aparejados. Las sociedades
modernas de nuestra actualidad están
clamando por cada vez mayor seguridad, sin
detenerse a pensar, que cada esfuerzo en
ese sentido implica resignar siempre un poco
más de esa libertad tan anhelada. Hay
sociedades, donde hasta los menores
detalles de la vida cotidiana están
reglamentados, lo único que falta aun, que
dicten unos decretos para regular el temario
de los secretos que se susurran los amantes
en su alcoba.
En este sentido, América Latina es aun un
baluarte. Aquí todavía disfrutamos de libertad
verdadera, libertad espiritual (cada vez
menos). Tal vez las grandes extensiones,
escasamente pobladas, son las que nos
inspiraron. Sufrimos abusos constantes:
porque una de las consecuencias de esta
libertad es la posibilidad de que algunos
abusen de ella. Sin embargo – con todos sus
riesgos – es la opción preferente para todo
hombre que se precie de tal.
Los puntos de análisis, que propongo a
continuación, son:
a/ ¿cómo podríamos asegurar a los
educadores la libertad para ejercer su
vocación con dignidad, a salvo de
interferencias indebidas y agresiones
gratuitas?
b/ ¿cómo podríamos impedir que la codicia
de los pudientes, que los mezquinos
intereses políticos de unos pocos, impidan el
desarrollo social de la gran mayoría, sin caer
ni en abusos dictatoriales, ni en demagogías
inadmisibles?
c/ ¿cómo podríamos asegurar una vida
mínimamente digna para esta enorme masa
de la Humanidad actual, sin devastar,
arruinar, destruír irremediablemente los
limitados recursos que este planeta aun es
capaz de ofrecernos?
La actitud más coherente sobre el tema fue la
declaración del Presidente recién electo de la
República Oriental del Uruguay. Desde su
alta investidura, se ha tomado el trabajo de
dejar bien claro, para todos sus queridos
conciudadanos, que si no se toman en serio
el estudio, el país nunca llegará a nada...
¡que declaración tan poco política! Estamos
al fin ante un ESTADISTA. Sarmiento dijo:
ARGENTINO e IGNORANTE se escriben con
las mismas letras (son anagramas). Uds.
deben esforzarse, para que no se conviertan
en sinónimos...
Pedro Kiss
Estimados Señores:
Quiero agradecer, en primer lugar, la
amabilidad de hacerme llegar su boletín
electrónico y en segundo, vuestra propuesta
de abrir el mismo a la discusión del problema
educativo.
Como casi todo el mundo en la Argentina
poseo opinión sobre el tema, en mi caso
fundada tanto en la comparación con la
época en que realicé mis estudios primarios,
secundarios y universitarios (siempre en
instituciones públicas) como en la
experiencia acumulada durante más de
treinta años en el desempeño de la actividad
de docente, investigador y divulgador en la
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de
la Universidad de Buenos Aires, en un área
tan poco conocida de la mayoría de la gente
como son las Ciencias Geológicas.
Mis actividades como divulgador me han
puesto en contacto tanto con alumnos como
con docentes de escuelas primarias y
secundarias a través de certámenes
escolares, cursos de capacitación,
conferencias, etc. Estas actividades se han
llevado a cabo tanto en la ciudad de Buenos
Aires como en el interior del país y puedo
decir que, aunque con una relativa
superficialidad, la situación general de la
educación me resulta conocida.
Luego de esta breve presentación me atrevo
a señalar que, siempre en mi opinión
personal (que tampoco pretende ser
excesivamente original ni exclusiva), los
problemas más graves de la educación en
todos sus niveles no incluyen actualmente al
factor económico. Éste es el más sencillo de
resolver, pues depende sólo de una decisión
política, y ya se han dado importantes pasos
al respecto. La situación económica de los
docentes no es hoy la misma que hace 20
años (aunque pueda discutirse si es o no
óptima). Por otro lado, también se han
destinado al equipamiento de escuelas y
universidades muy importantes sumas de
dinero que se han convertido en libros,
computadoras, mejoras edilicias,
equipamiento para investigación, etc. Es
decir, el eje del problema no pasa
actualmente por el presupuesto, más allá de
que sería deseable que mejorara aún más.
Lo más preocupante para que realmente se
produzca la transformación cualitativa y
cuantitativa requerida en la educación, es la
necesidad de realizar, en la sociedad misma,
cambios profundos que no pueden
instrumentarse solo desde la voluntad de las
autoridades del Ministerio de Educación ni
desde ninguno de los Poderes del Estado.
Me refiero a los cambios culturales que son
imprescindibles en todos los niveles de la
sociedad para que la transformación pueda
materializarse. Se trata de cambios
profundos en la forma actual de apreciar la
educación y a sus actores institucionales e
individuales e implican la recuperación, por
parte de la sociedad en su conjunto, de
actitudes como:
a. Valoración positiva del docente como
un individuo que posee conocimientos
y los transmite, poniendo lo mejor de
sí mismo al servicio de los demás y
que debe ser respetado por los
alumnos, los padres de éstos y la
sociedad en general.
b. Valoración positiva de la escuela en
general y de la escuela pública en
particular, como una institución al
servicio de la sociedad y que debe ser
respetada, protegida y ayudada por la
misma.
c. Valoración positiva del conocimiento,
no sólo como un requisito laboral
inevitable, sino como un patrimonio
personal deseable y como fuente de
satisfacción intelectual y progreso
personal.
Quizás el nudo gordiano sea, en este punto,
la necesidad de que la familia (cada una de
ellas dentro del entramado social) comprenda
que la Escuela no reemplaza a los padres y
que estos, por el contrario, deben colaborar
con aquélla, apoyando la labor de los
maestros y de la institución aún en aquéllos
casos en que no compartan algunos de sus
criterios o métodos. La desautorización
familiar hacia el docente y la escuela son la
piedra angular de una gran parte de la
ineficiencia actual del sistema educativo.
Los cambios recién señalados implican a los
actores sociales, la familia y al alumno, pero
no podrían materializarse si no van
acompañados de cambios complementarios
en las contrapartes del contrato educativo.
Estos cambios, “internos” con respecto al
sistema educativo, y que serían
imprescindibles para romper el círculo
vicioso, pueden sintetizarse en:
a. Promoción de nuevas perspectivas en
la organización y presentación de los
contenidos disciplinares que hagan
más interesantes la enseñanza y el
aprendizaje.
b. Promoción de relaciones estrechas
entre las Universidades y los centros
educativos (sobre todo, pero no
solamente, de las primeras con los
Institutos de Formación Docente).
c. Concentración de la labor docente de
cada profesor en un único
establecimiento.
d. Incentivado del docente para que se
asocie a grupos de investigación en el
área del conocimiento que enseña y
 para que participe en proyectos pluri-
disciplinarios.
e. Ampliación de la cultura general del
cuerpo docente y no sólo de sus
conocimientos disciplinares y
pedagógicos.
f. Desarrollo de un sistema justo de
premios y sanciones para los docentes
y directivos de los establecimientos
escolares en función de su
desempeño.
La trivialización observable en la actualidad
respecto a las acciones de capacitación
docente y de reflexión sobre la educación,
así como la escasa o nula participación de
las Universidades en los Institutos de
Formación Docente (a pesar de que existe
una ley al respecto) advierten que no basta
con tomar la dirección correcta desde los
niveles de gestión, sino que es
imprescindible, además, que los docentes
deseen sinceramente mejorar y para ello
deben implementarse los necesarios
sistemas de concursos de antecedentes y
proyectos, premios a la calidad de la
docencia, etc., etc. y facilitar también la
participación de los docentes en actividades
de capacitación, siempre que estas sean
dictadas por personal idóneo y contengan
instancias serias de evaluación.
Digamos para concluir que existe consenso
entre los especialistas en que es
imprescindible cambiar. Encontrar el modo
para que la sociedad en su conjunto
(incluyendo a los educadores y los
educandos) decida incorporarse al proyecto
de cambio y encontrar también la manera de
instrumentar y gestionar luego ese cambio
es, en mi criterio, el gran desafío de este
momento.
Sin duda que los medios masivos de
comunicación tienen en sus manos, como
formadores de opinión, una de las llaves
fundamentales para producir el cambio. Que
participen activamente y de buen grado en
ello y lo hagan de modo eficiente, y no sólo
desde la retórica, es también parte del
desafío.
El peso de la indiferencia, de los usos y
costumbres, de los intereses creados en la
política y los sindicatos, el miedo personal al
cambio, etc., etc., etc., son factores que
pesaran sin duda en la velocidad de cambio y
actuarán como lastre, pero no pueden ser
desconocidos y deben ser tenidos en cuenta
en la planificación.
Expresada esta especie de “introducción” a
mis pensamientos sobre el tema, interrumpo
aquí los mismos y dejo para más adelante, si
alguien resultara interesado en ellas, mis
reflexiones acerca de algunos pasos
(pequeños pero necesarios) que sería
necesario ir andando para avanzar en la
dirección requerida y quedo a disposición de
los lectores para la ampliación de algunos de
los puntos esbozados en los párrafos
anteriores si existieran dudas.
Y para finalizar quiero señalar que, en este
año del bicentenario del nacimiento de
Sarmiento, considero que ponerse a trabajar
seriamente en un cambio sustancial del
sistema educativo es el mejor homenaje que
puede hacérsele. Sin éste, todos los demás
serán sólo decorativos.
José Sellés-Martínez
Como personas, el saber de dónde venimos,
quiénes somos, contribuye a la construcción
de un camino hacia el futuro, en este caso
resolverlo incluye el aporte de la familia y el
entorno. Pero cuando la construcción de esa
identidad es la del “ser nacional” el aporte de
la familia no alcanza y los actores se
amplían: el Estado mediante la Educación, el
Periodismo ayudando a construir la verdad,
la Política aportando el Crisol de ideas.
Resolver la identidad del ser nacional
conlleva una responsabilidad suprema pues
es directa consecuencia del “contrato social”
que nos mantiene unidos como nación.
Si no sabemos quiénes somos y muchas
veces no sabemos de dónde venimos,
difícilmente podamos establecer un camino
que permita una sociedad organizada, con
una justa división de poderes, con igualdad
de posibilidades y a su pueblo soberano.
La educación tiene la responsabilidad en los
hogares por medio de los padres y por el
Estado a través de los planes de estudio, de
revolver los recuerdos del colectivo, ayudar a
buscar la verdad mediante la razón, para que
los ciudadanos de esta nación seamos
verdaderamente libres.
Estas solo son pequeñas reflexiones para el
debate, vistas en sentido general con el
objetivo de pensar máximas que no deberían
faltar en el trazado de un ideal educativo.
Desde ya gracias por el espacio que me
están brindando para expresar ideas sobre
un problema tan complejo como es el de la
educación.
Carlos L Daneri – Gualeguaychú
Estimados Señores:
Ante todo agradezco recibir el boletín
electrónico. Leyendo la carta del Gran
Maestre, veo la claridad que la educación es
la base de cualquier cultura y desarrollo de
un pueblo. Me regocija leer frases como “No
es ahora un tiempo de iluminados, todos los
lugares ya están habilitados,”. Pienso que sin
ello es imposible, pensar en progreso, en
cultura, en desarrollo y menos que menos en
valores. Creo que tenemos todos un
compromiso con nuestro país. El trabajo de
educar no solo es en las aulas sino en la vida
cotidiana, en los actos que realizamos día a
día. En vez de la queja continua “mira como
está el país” o “ mira lo peligroso que está”.
Por qué no nos preguntamos, ¿ qué hago yo
para mejorar esta situación? Nosotros
somos los únicos responsables de nuestro
propio destino y seamos nosotros los
protagonistas de el cambio de la historia.
Saludos
Eduardo A. Paez
Señores Masones:
Agradecería la posiblidad de ser incluido en
sus listados de remitentes para el envío de
sus publicaciones, ya que es de mi interés
participar de su lectura, como también en los
debates resultantes de ellos.
Soy arquitecto, vivo en la ciudad capital de
Salta, trabajo en forma independiente en un
estudio propio; a la vez que soy docente en
la Universidad Católica de Salta...
Resultaría de sumo interés poder dar lectura
completa los articulos SOBRE EDUCACION ,
ya que a mi entender se lo podría considerar
como un BIEN DIGNO DE SER DEJADO
COMO HERENCIA A LAS GENERACIONES
VENIDERAS, es decir dejar el conocimiento
que puede obtenerse de la educación de una
/ unas personas es dejarles un medio
superior a cualquier herencia material, ya que
es algo que los prepara en la vida, y para
distintas vicisitudes de esta (la vida misma),
que, cuanto mas desafortunadas sean José
Mármol jamas..... podrán
despojarlas de este bien.
En resumen, una herencia material, de
cualquier tipo puede perderse, la educación,
osea el conocimiento y preparación que esta
significa jamas, esta acompañará al individuo
hasta lo ultimo de su vida...
Si podemos llevar este BIEN a la mayoria de
la humanidad, (conocimiento y educacion), el
resultado será un progreso cultural que se
reflejará en sociedades cada vez mejores, lo
cual redundará en el desarrollo y progreso de
cada pueblo....
El analisis de la situación actual de Argentina
a nivel de la Educación, ha entrado en un
grado de deterioro que es progresivo a la
mala y /o falta de planificacion que existe en
este campo, resultado de ello es la baja en la
matricula de las Universidades, como
también el nivel bajo con el que terminan la
secundaría nuestros chicos, como docente
de primer año de la Facultad de Arquitectura,
puedo palpar directamente la indiferencia, la
falta de cultura.... una especie de
adormecimiento con el cual llegan a
comenzar una etapa, que debería ser
considerada de gran importancia, como es el
inicio de "su futuro", que es comenzar la
universidad y el hecho de iniciarse en una
actividad que los debera acompañar el resto
de sus vidas...... Y aun es peor compprobar
que esta actitud que se observa en el
comienzo de la vida universitaria es la misma
con la que transitan como seres de una
sociedad, y como tal, es el aporte que
realizan a la misma; Es de considerar que
estoy haciendo referencia "al sector social
preparado", del cual saldran en varios casos
nuestros representantes y /o personas que
tendrán cargos relevantes en nuestra
sociedad!!!!!
Me despido, con la esperanza de poder
ser destinatario de vuestros futuros envios.
 José Mármol

Arq. Luis Fernando Eladio Kúncar

Estimados, les agradezco el envio de
vuestras publicaciones, son muy interesantes
e ilustrativas.
Veo bien que hagan conocer la actividad de
la institución, su historia y las opiniones.
Mi bisabuelo, José Mármol, perteneció a la
Logia Consuelo del infortunio, la Nº 3, una
vez fui invitado a una reunión y tuvieron la
gentileza de mostrarme las actas de su
creación.
Los saludo cordialmente.

Si vis pacem, para bellum