tres pero a mí como tu bes no significa nada, una casa numerada no adquiere mejor presencia, ni limpieza ni decencia, pero ni un bobo lo niega que con un número llega mejor la correspondencia. Tal vez un estrafalario que en el tiempo de Batista fue recogedor de lista de castillos y campanarios, sigo a diario la charada misteriosa, pero al pasar por la choza miserable de Regino, no se fijan si es cochino, si es paloma o si es tiñosa. También es mui poca cosa que si una fiesta se liga pase alguien y diga, señora de la tiñosa, malo es salir con su esposa a pasear de estos encierros y que Ricito Testa perros se burle al preguntar ¿hoy trajiste a pasear, la señora de los perros? Si el treinta y cuatro es el mono y el treinta y dos es cochino, la tiñosa entre ellos, vino para darles mejor tono y aunque no me relaciono con el juego de interés, porque aquel que juega e de la miseria el tacho, no puede haber treinta y cuatro si no hubiera treinta y tres. REGINO BLANCO 21/4/1991