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ELECCIÓN Y SELECCIÓN DE LA RAZA

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Ante todo la persona que se decida a la cría de buchones lo primero que tiene
que plantearse es que raza va a escoger con arreglo a su gusto, necesidades,
espacio, tiempo disponible etc., para ello lo mejor es tener unos conocimientos
previos como son el estándar, sus cualidades, precio en el mercado y
posibilidades de adquisición.

Una vez decididos por una raza, pasaremos a la elección de los progenitores,
debiendo de observar unas reglas básicas al respecto; en primer lugar su
salubridad ha de ser total, a continuación deberemos cotejarlos con el estándar,
no apreciándose defecto alguno que denote falta de raza. De ser posible tratar
con aficionados de renombre en cuanto a casta y honestidad comercial. Una vez
que dentro de nuestras posibilidades estemos eligiendo, observaremos los
siguientes puntos que suele ser comunes a casi todas las razas:

1.-El esternón o quilla deberá estar completamente recto, de lo contrario podría


denotar un defecto congénito de absorción de calcio, raquitismo, falta de instinto
de reproducción etc. El resto de su esqueleto igualmente carecerá de defectos
de constitución (patas, dedos, pico torcidos etc.,).

2.- Las patas deberán de estar libres de plumas (no calzado) del codillo hacia
abajo; sus escamas serán anilladas en lo posible y simétricas.

3.-Las plumas principales (remeras, caudales) serán anchas y vigorosas, los


cañones fuertes y sanos, el resto de las plumas deben de darle al animal un
aspecto sedoso y suave.

4.-El abdomen debe de ser recogido, desechando los ejemplares que tengan esta
deficiencia nos evitaremos luego que nuestros palomos sufran de "quebrancías".

5.-Estas razas han sido casi todas de vuelo y trabajo, si no mantenemos con la
selección la relación peso tamaño, dejaran de hacerlo, es decir que un ejemplar
fuerte y sano no deberá de pesar en exceso. Tengamos en cuenta que sus
huesos son neumáticos o sea aéreos ya que carecen de la gelatina que poseen
los mamíferos.

6.-Observaremos simetría en todos sus partes definidas en el estándar (cabeza,


alas, buche, color...) dentro de lo posible.

7.-De ser factible lo observaremos en vuelo y con la aplicación del estándar


veremos si tienen defectos incorregibles o graves. De no estar su vuelo definido
en él consultaremos con aficionados entendidos en la materia.
Como significación final tener en cuenta que cuanto más meticulosos seamos en
la elección de los progenitores, más posibilidades tendremos de obtener
ejemplares de calidad. Sepamos que son portadores de genes cuya expresión
visual esta oculta, (genotipo) por lo que quizás aun escogiendo buenos
reproductores nos aparezcan descendientes que al heredar esos genes habría
que desecharlos con lo que entraríamos en la selección de la raza.

La selección de la raza ha sido la gran pasión de la mayoría de los


columbicultores que he conocido, buscando todos igual finalidad conseguir el
palomo perfecto con arreglo al gusto del momento o a las directrices de las
necesidades de la demanda. Mucho se ha escrito y hablado sobre cruces y
recruces, no entro en la crítica de la viabilidad hacia las razas conseguidas, pues
soy de la opinión que pudiendo partir de un baremo notable cuanto menos, como
es el que tenemos en casi todas las razas, encuentro absurdo intentar hacerlas
de nuevo. Aclarada mi subjetividad al respecto quiero detallar unas normas
básicas a seguir para la selección de la raza, la mayoría de ellas fruto de la
experiencia.

1.-Evitar como norma la consanguinidad, dado que sus consecuencias son


nefastas para una raza: alteración del tamaño, alteraciones del esqueleto
,perdida de vigor, progreso degenerativo por multiplicación de taras etc.

2.-De nuestras emparejadas saldrán en ocasiones dos hembras o dos machos,


utilicemos siempre el que venga de su sexo. Quiero decir que si obtenemos dos
hembras de la misma postura, la que viene de macho (en el argot nuestro) será
la menos idónea para criar aunque sea la más bonita, pues ello nos da lugar a lo
que en la actualidad está ocurriendo en algunas razas que se está perdiendo el
dimorfismo sexual (diferencia entre el macho y la hembra), sin contar con el
exceso de hembras que nos darían las nidadas de hembras así seleccionadas. El
caso contrario o sea el de dos machos en la misma nidada por lógica se cumple
es decir siempre escogemos el más bonito y de mejor aspecto o lo que es lo
mismo el que viene de macho. La experiencia me ha demostrado que los machos
que vienen de hembras y viceversa tienen el carácter bastante fuera de lo
común con arreglo a la línea de cultivo.

3.- Eliminación de los ejemplares con taras físicas o psíquicas, como puede ser
falta de aptitudes físicas, carácter etc.

4.-Las emparejadas debemos de realizarlas con animales homogéneos, es decir


de igual tamaño y características físicas, de no ser posible trataremos de
compensar, por ejemplo a un macho grande lo acoplaremos con una hembra
pequeña, pero nos exponemos a que sus productos no tengan tanta armonía.

5.-Tratemos de dar uniformidad a su pluma, pues un ejemplar sea de la raza que


sea, será más bonito si es uniforme en su colorido. Si bien tendremos cuidado de
no emparejar dos ejemplares que sean ambos de pluma de difuminación
melánica o pastel, a fin de darles fortaleza contra las inclemencias del tiempo.
Ejemplo sería poco correcto una emparejada ambos rosado jazmín,
probablemente sus productos tendrían problemas de pluma. Si queremos
obtener rosados jazmín, se consiguen igualmente con el azul, negro o al menos
con otro tipo de rosado como puede ser el guinda. Y el otro componente de la
emparejada rosado jazmín.

6.-Una vez que tengamos nuestro palomar formado con varias líneas de trabajo,
nos abstendremos de meter sangre nueva a no ser que trabajemos en
colaboración con algún aficionado y sigamos nosotros mismos sus líneas, con lo
que tendremos un conocimiento profundo de sus antecesores.

7.-En ganadería existe el término MEJORANTE, que se refiere aquellos


sementales que nacen de tarde en tarde que no solo son bonitos (en su fenotipo)
sino que además son portadores y transmisores de lo mejor de la raza
(genotipo).Si tenemos la suerte de dar con un ejemplar de esa índole podemos
aplicar lo que en ganadería se llaman las tablas de felch, que en términos más
sencillos es cruzar el mejorante con la hija, nieta, etc., hasta la cuarta
generación, siempre cruce ascendente o descendente, nunca colaterales
(hermanos, primos).

De todas formas quiero insistir en que no soy partidario de la utilización de la


consanguinidad por el riesgo que conlleva, salvo para la fijación de unas
características que de otra forma probablemente incluso se perderían, por
ejemplo las mutaciones.

8.-De todas estas normas hay una que la experiencia me ha demostrado que es
la más difícil de cumplir y es la paciencia. La precocidad que hoy se le pide a
nuestras aves está rozando el limite y pienso que no es bueno tentar la suerte y
seguir ganando precocidad a costa de otras buenas características. Palomos que
con ocho meses ganan un concurso y a los dos años son viejos y no adultos,
poco han de aportar a la raza.

En fin que con un poco de paciencia, trabajo y sobre todo mucha observación
podemos conseguir fijar una raza en nuestro palomar. Pero cuidado que lo que se
tarda en conseguir años se puede echar por la borda en días.

Juan Espinosa Martínez

Jaén

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