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IDEA PRINCIPAL

En un estado o país, el feminicidio es un problema social; el cual no respeta el tipo de persona,


religión, color, tamaño o condición social. El agresor puede ser una persona extraña a su
entorno o vida social, así mismo también puede ser un familiar, amigo o conocido; siendo en
todos los casos los agresores quienes destruyen primero su seguridad, autoestima de la mujer
víctima y posteriormente las aíslan de personas que en verdad las quieren o quieren el
bienestar para ellas.

La mujer atacada es fácilmente controlada por este tipo de agresores y en ocasiones hasta
creen que es normal o justifican el maltrato por que se sienten solas y aisladas, muchas o casi
todas las veces estas mujeres terminan en hospital o un cementerio, ya que no son capaces de
pedir ayuda.

El estado no cubre eficientemente la ayuda que ellas necesitan, en las comisarias aun existe el
tonto machismo que trata de justificar los daños ocasionados a las mujeres y que contribuyen
a que estas mujeres atacadas sigan callando el maltrato, una mujer agredida a parte de pasar
por el proceso de maltrato por parte de su agresor tiene que pasar, si aún está con vida, por
una serie de procesos como médico legista, declaración policial y encima son cuestionadas no
por sus actos sino por los del maltratador. El callar de ellas permite que los feminicidios sigan
en crecimiento y mas mujeres que inicialmente eran maltratadas de manera verbal, pasen a
ser agredidas de manera física y finalmente lleguen a morir en manos de una persona a la que
equivocadamente le tuvieron un poquito de confianza.

Las leyes peruanas no contemplan un procesamiento de personas y/o un mecanismo de


protección de estas mujeres, si bien hay planes de ayuda social como el PLAN NACIONAL
CONTRA LA VIOLENCIA HACIA LA MUJER 2009-2015, tiene muchas interpretaciones y huecos
que permiten que personas agresoras o feminicidas logren escapar de la ley y de su pena civil
que deberían pagar, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables trata de hacer el
intento de contener el aumento de feminicidios en el Perú pero no cuentan con la gestión para
cumplirla y el poder judicial no es el aliado estratégico de este ministerio en la lucha por el
bienestar de la mujer en nuestro país.

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