Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. Concepto y generalidades
Para que sea posible y eficaz el desplazamiento de cosas y personas se requiere tanto del
vehículo que se corresponda con el ámbito espacial en donde se realice, como de la
infraestructura y logística necesarias para su consecución.
De tal manera, denominamos infraestructura de un sistema de transporte al conjunto de
obras civiles, elementos y servicios necesarios para su realización, que se traduce en
instalaciones fijas, carreteras, puentes, puertos, canales, vías férreas, estaciones de transferencia
o de trasbordo, aeródromos, plataformas de lanzamiento, red de comunicaciones, seguridad,
señalización, etcétera.
Contrariamente a los que le asignan a la infraestructura un carácter auxiliar del
transporte, nosotros lo consideramos un elemento esencial sin el cual aquél no tendría ni la
eficiencia que los tiempos modernos reclaman, ni la funcionalidad necesaria a su realización
profesional.
Por su parte, la logística del transporte está constituida por la infraestructura
precedentemente definida y por los demás elementos y servicios necesarios – organizados y
coordinados – en el proceso de manipuleo, movimiento, custodia y traslado de la carga o del
pasajero desde el punto de origen al de destino.
La infraestructura, la logística, el recurso humano calificado y los vehículos adecuados
a cada ámbito espacial, son así los elementos constitutivos de un sistema de transporte, sea este
carretero, ferroviario, acuático, aéreo, espacial o de ductos. De tal manera, la variedad y
combinaciones que el transporte ofrece son muy amplias.
2. La unitarización de la carga
1
malla o película envolvente (p. ej., polietileno termocontraíble) que permite ser manipulada,
almacenada y transportada como una sola unidad de carga. Estas paletas se maniobran mediante
la utilización de carretillas elevadoras, que insertan sus “uñas” en las aberturas que presentan
estas plataformas.
Con la segunda modalidad de este proceso (contenedorización), las cargas pequeñas o
sueltas – paletizadas o no – se introducen o consolidan y se fijan en una caja metálica
(container) que admite ser manipulada y trasladada como una unidad indivisible, segura,
inviolable y generalmente estanca que posibilita, en grado sumo, su utilización (y reutilización o
reemplazo) en los transportes intermodales.
La contenedorización de la carga ha significado la transformación de la infraestructura y
logística del transporte y la especialización de los buques, camiones, vehículos ferroviarios,
puertos y terminales, elementos de elevación (grúas pórtico y transtainers) y depósitos.
Jurídicamente, además, provocó la modificación de aspectos vinculados a la responsabilidad por
los transportes de contenedores a la intemperie (sobre camión, vagón o cubierta), toda vez que
el container – por su estanqueidad – no genera riesgos adicionales para la mercadería así
trasladada.
2
La ISO (International Organiation of Standardization), cuya sede está en Ginebra, es
una federación de organismos nacionales de normalización que acepta sólo un representante por
país. En el caso de la Argentina, el IRAM es el representante. Para esta institución el contenedor
es un “elemento del equipo de transporte de carácter permanente y por lo tanto, suficientemente
fuerte para ser utilizado varias veces, diseñado especialmente para facilitar la movilización de
productos por uno o varios modos de transporte, suprimiendo el proceso intermedio de recargue
entre los modos, provisto de dispositivos para un manipuleo rápido, especialmente su
transferencia de un modo de transporte a otro, y concebido para ser llenado o vaciado de manera
expedita…”
En los dos conceptos transcriptos, se destaca la calidad de “elemento del equipo de
transporte” de estas cajas de carga que se construyen bajo medidas estandarizadas. De ello se
extrae como conclusión, que, en modo alguno, el contenedor puede ser considerado un mero
embalaje o recipiente, no obstante servir de elemento protector adicional a la mercadería que
contiene y que debe estar debidamente embalada y arrumada en su interior. Por lo tanto y
teniendo en cuenta que éste es un reclamo generalizado de los operadores, tampoco admite ser
considerado “mercancía”. No obstante lo expuesto, y de manera contradictoria, el Código
Aduanero, si bien le reconoce acertadamente al contenedor el carácter de elemento del equipo
de transporte, le da tratamiento de mercadería de importación temporaria con imposición de
fuertes multas para el caso de que se exceda el plazo fijado para su reexportación. Muchos han
sido los proyectos presentados para rectificar esta contradicción, pero ninguno de ellos ha
encontrado recepción favorable en la autoridad fiscal.
Además de los SD recientemente descriptos, daremos una breve reseña de otros tipos de
containers que se utilizan en el transporte de cosas y que se presentan generalmente en las
versiones de 20 y de 40 pies.
1. Refrigerados o reefer (RF): son aquéllos que han sido diseñados con equipo propio
de generación de frío para el transporte de carga que requiere temperaturas constantes – sobre o
bajo cero – como carnes, pescado, fruta, etcétera. Admiten las medidas de 20 pies, 40 pies y
high cube.
2. Open top (OT): se caracterizan por contar con un techo removible de lona y son
utilizados en cargas pesadas o de dimensiones extras (maquinarias pesadas, planchas de
mármol, etc.). Estos contenedores permiten ser consolidados (cargados) o desconsolidados
(descargados) por la parte superior. No se les puede apilar otro arriba. Admite 20 y 40 pies, pero
no high cube.
3
3. Flat rack (FR): están diseñados sin techo ni paredes laterales y se utilizan en el
transporte de carga de grandes dimensiones. Solo tiene cara anterior y posterior. Admite 20 y 40
pies, pero por regla general es de 40 pies
4. Graneleros: habitualmente son de 20 pies, tienen como característica contar con un
sistema de tomas en el techo y descarga por precipitación. Constan con un revestimiento
especial y son aptos para el transporte de semillas y todo tipo de granos. Son pocos los que hay,
y admiten solo la versión de 20 pies.
5. Tanque o tank (TK): está diseñado como el esqueleto de un contenedor estándar que
contiene, a la vista, una garrafa o tanque horizontal en todo su largo y alto. El revestimiento del
tanque varía según esté destinado al transporte de productos químicos corrosivos, aceites, vinos,
etc. Solo admite la versión de 20 pies.
6. Plataforma o platform (PL), en el largo y ancho standard consta sólo de piso
reforzado y es apto para el transporte de carga de grandes dimensiones o muy pesadas como el
material rodante (vagones de tren, locomotoras, maquinaria agrícola, etc.). Muffy: Contenedor
con ruedas de tren, se usa para un sistema de buques llamado Ro-Ro (Roll in – Roll on). Es de
40 pies exclusivamente. Tiene doble sistema de tracción.
4
Respecto de los contenedores aeronáuticos, no debe olvidarse que son de diseño
especial para viajar en las bodegas de las aeronaves, pero no cumplen la misma función que en
los otros medios de transporte, dado que nunca traspasan los límites de la zona aeroportuaria.
4. Infraestructura vial
5. Infraestructura ferroviaria
5
acepción aplicable a nuestra materia de estudio, constituye una especie del género vehículo
ferroviario, conformado por una serie de vagones enlazados o articulados unos tras otros y
arrastrados por una locomotora.
El transporte ferroviario así concebido reconoce antecedentes remotos que sirvieron a la
evolución del sistema tal cual hoy lo conocemos.
Vías adecuadas, locomotoras, vagones aptos para el transporte de pasajeros y para
cualquier tipo de carga, estaciones de transbordo, instalaciones administrativas, depósitos,
talleres, electrificación, señalización, sistemas de comunicaciones, recurso humano, seguridad,
etc., son algunos de los elementos necesarios de la infraestructura y logística del transporte
ferroviario.
En la República Argentina, todo lo relacionado al ferrocarril aparece acentuadamente
imbuido de ingredientes políticos que surgen desde la propia organización nacional lograda
después de la Batalla de Caseros del 3 de febrero de 1852. Entonces, tanto el servicio de
mensajerías como el pionero Ferrocarril oeste eran operados por los nativos en colaboración
con los habitantes extranjeros, ambos asociados a la suerte de la nueva Nación. Durante la
primera década (1852/1862), los capitales extranjeros no aparecen en la economía argentina,
hasta los casos del Ferrocarril del Sud y del Central Argentino. Estos dos servicios fueron
concesionados a capitales extranjeros, iniciándose, así, la intervención inglesa en la explotación
de los ferrocarriles.
Lo cierto es que los ferrocarriles, luego de estar durante largas décadas en manos
británicas, en el año 1947 fueron nacionalizados con fundamentos filosóficos y políticos que, a
prosteriori, alcanzaron rango constitucional en el año 1949. Más cerca en el tiempo, en 1989,
mediante la Ley 23.696 de Reforma del Estado, el gobierno resolvió su privatización, dando
inicio a un proceso de traspaso al sector privado. Se separaron los servicios de trenes urbanos y
suburbanos (Capital Federal y zona de influencia) de los interurbanos y de cargas. Algunos
ramales se abandonaron y la mayor parte de los del interior del país quedaron afectados al
transporte de cargas.
Posteriormente, por dec. 2075/02 se declaró en estado de emergencia a la prestación de
los servicios involucrados en los contratos de concesión en vías de ejecución correspondientes
al sistema público de transporte ferroviario de pasajeros de superficie y subterráneo del Área
Metropolitana de Buenos Aires y mediante el de. 1261/04, el Estado nacional reasumió la
prestación de tales servicios de transporte de pasajeros de largo recorrido, cuyo trazado sea de
carácter interjurisdiccional.
En el año 2005, el Gobierno dispuso un plan de inversiones para el sector ferroviario
con el objetivo de mejorar los servicios de la región metropolitana, rehabilitar los trenes de
pasajeros al interior y recuperar los corredores de cargas.
En consecuencia, el Estado nacional comprometió el aporte de fondos para la
realización de obras de infraestructura y material rodante de acuerdo con los programas que se
establezcan para el sistema ferroviario, particularmente en aquellos relacionados con el plan
integral de rehabilitación de servicios ferroviarios de pasajeros.
En cuanto a los subterráneos, inaugurados en 1913, la aludida ley 23.696 y el dec.
2074/90 constituyen el marco regulatorio del proceso de privatización de la empresa
Subterráneos de Buenos Aires S.E., cuyo traspaso a manos privadas operó el 1° de enero de
1994.
6. Infraestructura portuaria
El transporte por agua requiere de una infraestructura específica que encuentra su punto
de convergencia en el “puerto”. De él nos ocuparemos en los párrafos subsiguientes con el
objeto de establecer los aspectos que consideramos pertinentes a los fines que nos hemos
propuesto en esta obra.
6
Ulpiano aludió al puerto (portus) como el lugar por el que se importaban y del que se
exportaban mercaderías. De alguna manera, entonces, en esta línea de pensamiento, se analiza la
causa – fin del puerto que no es otra que la de servir de punto de transferencia o de transbordo
de mercancías y/o de personas, sin perjuicio de constituir un centro de servicios afectados al
transporte.
La ley 20.094 en el art. 8° reitera la categoría de bien público atribuida a los puertos,
estableciendo en la norma siguiente que la delimitación de los bienes públicos destinados a la
navegación se hará por el Estado Nacional, con la intervención de la provincia respectiva,
cuando correspondiere.
El art. 29 la Ley de la Navegación contiene una definición de puerto que es también de
carácter descriptiva, toda vez que la conceptualiza como “el ámbito espacial que comprende,
por el agua: los diques, dársenas, muelles, radas, fondeaderos, escolleras y canales de acceso y
derivación; y por tierra: el conjunto de instalaciones, edificios, terrenos y vías de comunicación
indispensables para la normal actividad y desarrollo de la navegación”.
La ley 24.093 (Ley de Puertos), sancionada el 24 de junio de 1992 introdujo en su art.
2° el siguiente concepto: “Denomínase puertos a los ámbitos acuáticos y terrestres naturales o
artificiales e instalaciones fijas aptos para las maniobras de fondeo, atraque y desatraque y
permanencia en buques o artefactos navales para efectuar operaciones de transferencia de cargas
entre los modos de transportes acuático y terrestre o embarque y desembarque de pasajeros, y
demás servicios que puedan ser prestados a los buques o artefactos navales, pasajeros y cargas.
Quedan comprendidas dentro del régimen de esta ley las plataformas fijas o flotantes para alijo
o completamiento de cargas”
En orden a este trabajo, a la expresión “puerto” le atribuimos, además de las
transcriptas, una acepción de carácter económica, en razón de que constituye un área de
servicios que contribuye a favorecer la circulación de personas, bienes y servicios. Luego, el
puerto no sólo es la interface entre las modalidades de transporte marítimo, fluvial o lacustre y
el transporte terrestre (carretero o ferroviario) sino que es un verdadero centro de servicios.
También se ha afirmado, con razón, que los puertos (respecto exclusivamente al
transporte de cosas) constituyen la puerta de entrada, enlace y salida de las operaciones de
comercio exterior de un país o de una región determinada.
Como obra civil, la infraestructura básica de la denominada “área portuaria” es un
complejo conformado por dársenas y espacios en los que se ejecutan las operaciones y los
servicios que requieren tanto los buques como la carga o los pasajeros. Lógicamente, a esta área
portuaria se accede desde el espacio acuático o desde el terrestre. Ello requerirá de la
infraestructura necesaria que facilite estos accesos. Los diques, las escolleras, los muelles, los
artefactos navales auxiliares de la navegación (balizas, boyas), etc., favorecen la entrada desde
el agua. Las adecuadas redes viales o ferroviarias hacen lo propio respecto de la superficie
terrestre.
Los usuarios o clientes de los puertos son quienes, por un lado, disponen de los buques;
y, por el otro, las empresas de servicios que desarrollan su actividad dentro del área portuaria
(remolcadores, estibadores, astilleros, terminales de carga, etc.). Los primeros, por los servicios
de amarre, fondeo, estadías, etc., pagan las tarifas correspondientes. Los segundos, quienes
ofertan sus servicios a los buques, abonan el canon establecido por el Estado (en virtud de un
contrato de concesión o de un permiso precario), por el uso y explotación del espacio dentro del
área portuaria.
El concepto de puerto está ligado indisolublemente al de “vías navegables”, las cuales
están conformadas por los espacios acuáticos aptos para la navegación o tránsito de buques o
artefactos navales.
Sobre los puertos y las vías navegables el Estado tiene un genuino interés político y
económico. En la república Argentina, por medio del dictado del dec. 1142/03, se fijaron los
objetivos y funciones generales de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables.
En suma, el puerto es el ámbito en donde el transporte por vía acuática demanda una
cantidad de servicios combinados que requieren de la debida infraestructura y logística, y de una
coordinación y eficiencia extremas. El buque, entonces, necesita de los servicios necesarios para
el mantenimiento de la vía navegable (p. ej., el dragado de los canales de acceso) y de remolque
7
para la maniobra; de elementos auxiliares de la navegación (balizamiento, boyas, faros); y de un
muelle como punto de apoyo en tierra en donde atracar o de donde zarpar y que sierva para la
carga y descarga de los efectos a transportar o transportados, respectivamente y para el ascenso
y descenso de los pasajeros. La carga, además, requiere de los servicios profesionales de
manipuleo (handling), estiba (operaciones de carga y descarga), de grúas, de almacenaje, de
depósito, etcétera.
6.2. Clasificación
8
polivalentes. Cada una de ellas dispondrá de una infraestructura específica. Las de graneles
demandarán medios de elevación adecuados; las de contenedores, necesitarán de costosas
“grúas pórtico” (raial gantry crane), o “grúas de puerto” (Quay crane o portainer) para
manipular esas cajas de carga; y las polivalentes, en este sentido, tendrán costos más elevados al
requerir de mayor infraestructura y logística para atender a distintas clases de cargas.
6.4. Habilitación
En razón de que estos costos tienen una influencia directa en el precio del transporte
(flete o pasaje), consideramos útil enunciar a aquellos rubros que los conforman y sobre quiénes
recaen.
Si tomamos un ejemplo un transporte granelero de exportación, estos costos pueden ser
clasificados en: costos de navegación portuaria; costos de operatoria portuaria; y costos del
cargador (exportador).
Los costos de navegación portuaria son fijos e incluyen el peaje por uso de los canales
de acceso o de salida y el practicaje o pilotaje.
Los costos fijos de operatoria portuarias están conformados por el pilotaje de puerto; las
luces; el remolque; la comisión correspondiente a la agencia marítima; el amarre y el desamarre;
los servicios de Aduana, Prefectura y Migraciones. Son costos flexibles, en este caso, los del
sereno y los derechos de puerto.
Usualmente, el cargador correrá con los costos de almacenaje, de elevación y con los
correspondientes a las tarifas de servicios a la carga.
7. Infraestructura aeronáutica
9
En todo lo referido a la aeronavegación en general y al transporte aéreo en particular, la
infraestructura aeronáutica encuentra su regulación legal en el Código Aeronáutico y en el
Reglamento General de Uso y Funcionamiento de Aeropuertos del Sistema Nacional de
Aeropuertos (Regufa).
Sin embargo, el hecho técnico de la aeronavegación necesariamente involucra no sólo a
quienes participan directa o indirectamente de la actividad aeronáutica, sino también a quienes –
siendo ajenos a ella – se encuentran expuestos a soportar regímenes que establecen limitaciones
al derecho de dominio y al de libre circulación (Los cuales ceden en pos de la circulación aérea)
o a experimentar daños, en calidad de terceros superficiarios, provenientes de las aeronaves en
vuelo o de personas o cosas caídas o arrojadas de ellas o del ruido anormal que éstas provocan.
En materia de transporte aéreo, la infraestructura requerida goza de las mismas
características que las señaladas para los otros modos de transporte. En este sentido, y dado que
el transporte involucra actividades previas y posteriores al desplazamiento o traslación técnica,
resulta evidente que la infraestructura requerirá de una organización adecuada y coordinada
puesta a su servicio.
Esta organización, entonces, comprende al conjunto de instalaciones y servicios sin los
cuales el transporte aéreo se vería imposibilitado de ser realizado en las condiciones de
seguridad y control que resultan imprescindibles. Los ámbitos en el que se fijan los
servicios a los que hemos aludido y operan las instalaciones, se denominan genéricamente
“aeródromos”. Ellos dan origen, en una relación de género a especie, a los “aeropuertos”.
Si bien la infraestructura aeronáutica, en general, se fundamenta en edificios, obras
civiles (pistas, hangares, terminales de carga y de transbordo de pasajeros) y servicios
imprescindibles de protección al vuelo (radio y telecomunicaciones, meteorológicos,
balizamiento de pistas, señalamiento de obstáculos, etc.), la referida al transporte de personas o
cosas, obliga a delimitarla a los aeródromos, las vías de acceso y las instalaciones destinadas a
la recepción, manipuleo, resguardo, fiscalización y entrega de la carga. Respecto de transporte
de pasajeros, serán necesarias dependencias para recibirlos juntamente con sus equipajes (check
in), alojarlos a la espera de abordar la aeronave (preembarque), realizar los controles de sanidad,
migraciones y aduana, etcétera.
Las mercancías y efectos transportados por vía aérea, demandarán, además, una
logística adecuada para el movimiento de la carga como los servicios rodantes, contenedores
especialmente diseñados para la vía aérea, elevadores, balanzas, almacenes, depósitos, personal
de control (tallyman) y de verificación (surveyor), servicios de sanidad y aduana, etcétera.
Por último, la internacionalidad que le hemos asignado al transporte como rasgo
distintivo, ha logrado una real uniformidad y estandarización en materia de infraestructura y
logística a los fines de poder servir a las grandes aeronaves que hoy se emplean y a la mayor
cantidad de pasajeros y carga que día a día se transportan por la vía aérea.
10
Estado de fiscalizar y ejercer el poder de policía correspondiente al tráfico aéreo, es mediante la
imposición de la obligatoriedad, para todo aeródromo, de contar con la correspondiente
habilitación administrativa.
El art. 27 del Cód. Aeronáutico expresamente establece: “Todo aeródromo deberá estar
habilitado por la autoridad aeronáutica, a cuyo fin ésta se ajustará a las normas generales que el
efecto determine el Poder Ejecutivo. La autoridad aeronáutica fijará el régimen y las
condiciones de funcionamiento en cada caso”. Todo ello, porque la actividad aeronáutica es de
interés público.
La necesidad del Estado de conocer y controlar todo lugar que pueda ser utilizado para
actividades aeronáuticas justifica la inclusión en el Código Aeronáutico de la obligación del
propietario o del usuario de comunicar a la autoridad aeronáutica la existencia de toda superficie
idónea para la actividad aérea que sea utilizada habitual o periódicamente para ese fin (art. 29).
Con todo, y en razón de que el Código Aeronáutico no brinda un concepto de
aeródromo, podemos decir que, en términos jurídicos, aeródromo es toda superficie plana,
apta, destinada y habilitada para la actividad aeronáutica. Luego, sólo en aeródromos
habilitados es permitido el despegue y aterrizaje de aeronaves.
En este concepto quedan incluidas las superficies terrestres y las acuáticas que sirven,
en este último caso, por ejemplo, a los hidroaviones.
En el Anexo 14 de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), se define al
aeródromo como el “Área definida de tierra o de agua (que incluye todas sus edificaciones,
instalaciones y equipos) destinada total o parcialmente a la llegada, partida y movimiento de
aeronaves”. En este concepto, destacamos la referencia clara y expresa a la infraestructura
aeroportuaria.
La primera clasificación que emerge del texto del art. 25 del Cód. Aeronáutico es
aquella que distingue entre aeródromos públicos y aeródromos privados.
El texto legal expresa: “Los aeródromos son públicos o privados. Son aeródromos
públicos los que están destinados al uso público; los demás son privados. La condición del
propietario del inmueble no califica a un aeródromo como público o privado”.
Al considerar el texto transcripto, para determinar el elemento que define la
categorización del aeródromo como público o privado, se debe prescindir del sujeto que ostenta
la propiedad del inmueble en que aquél está asentado. Por el contrario, el criterio adoptado por
nuestro Código es el funcional; y, en razón del mismo, lo que califica al aeródromo como
público es únicamente el destino asignado. Ese aspecto teleológico por el cual se le asigna un
uso público al aeródromo habilitado, implica reconocerle su incorporación a la actividad
nacional, comprometiéndose así el bien común en su actividad. Tal circunstancia no está
presente cuando el propietario de un fundo instala en él un campo de aviación para su uso
particular.
Cuando señalamos que el aeropuerto es una especie de género aeródromo, no
abundamos sobre la cuestión en razón de que, para distinguir a la especie, nos hacía falta
conocer la diferencia entre aeródromos públicos y privados que ya hemos abordado.
Luego, el concepto de aeropuerto emerge claramente de lo establecido en el art. 26 del
Cód. Aeronáutico, que pretende resolver estema de la siguiente manera: “Son aeropuertos
aquellos aeródromos públicos que cuentan con servicios o intensidad de movimiento aéreo que
justifiquen tal denominación”
En esta orientación se le exige a un aeródromo, para merecer la categoría de aeropuerto,
contar con edificios, instalaciones de hangares, servicios de reparaciones y aprovisionamiento
de aeronaves, equipamiento y logística para atender a las necesidades tanto de la carga y de la
descarga de mercaderías como a las de los pasajeros, servicios de control y de seguridad, etc.
Sólo aquellos aeródromos que cuenten con tales instalaciones y servicios, son los que
evidencian el movimiento aéreo que los califica de aeropuertos.
11
Los mismos criterios a los ya apuntados permitirán categorizar a las superficies que
constituyen espejos de agua destinadas a la partida o llegada de aeronaves. Así, éstas serán
hidroaeródromos o hidroaeropuertos.
Por su parte, los aeropuertos pueden ser clasificados como de uso interno o
internacional. El criterio legal para establecer la diferencia radica en que un aeropuerto será
catalogado como internacional cuando ha sido destinado a la operación de aeronaves
provenientes del o con destino al extranjero; y en los cuales, atendiendo a ese destino, se presten
servicios de sanidad, aduana, migraciones y otros, delegando a la reglamentación los requisitos
a los que deberán ajustarse para que sean considerados como tales. El aeropuerto internacional
es un punto de frontera.
Cuando los aeródromos estén destinados especial y únicamente al aterrizaje en caso de
peligro, recibirán la denominación de campos de fortuna o aeródromos de emergencia. Esta
categoría surge de la necesidad de resguardar el valor seguridad siempre presente en actividad
aeronáutica.
ARTICULO 30. – A los fines de este código, denominase superficies de despeje de obstáculos,
a las áreas imaginarias, oblicuas y horizontales, que se extienden sobre cada aeródromo y sus
inmediaciones, tendientes a limitar la altura de los obstáculos a la circulación aérea.
ARTICULO 31. – En las áreas cubiertas por la proyección vertical de las superficies de despeje
de obstáculos de los aeródromos públicos y sus inmediaciones, las construcciones, plantaciones,
estructuras e instalaciones de cualquier naturaleza no podrán tener una altura mayor que la
limitada por dichas superficies, ni constituir un peligro para la circulación aérea.
12
ARTICULO 35. – Es obligatorio en todo el territorio de la República el señalamiento de los
obstáculos que constituyen peligro para la circulación aérea estando a cargo del propietario los
gastos de instalación y funcionamiento de las marcas, señales o luces que corresponda. El
señalamiento se hará de acuerdo con la reglamentación respectiva.
7.5 REGUFA
Las normas del presente Reglamento son de aplicación a toda persona física o jurídica, pública
o privada, que ingrese al aeropuerto y/o haga uso de las instalaciones aeroportuarias, de los
servicios brindados dentro del aeropuerto o que tenga cualquier tipo de relación directa o
indirecta con la actividad aeroportuaria Aeronáutica o no Aeronáutica desarrollada en el mismo,
quedando sujetas a su cumplimiento así como a las demás disposiciones que dicte el Organismo
Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), el Jefe del aeropuerto o el
Explotador del aeropuerto dentro del marco de sus respectivas competencias.
El ámbito de aplicación se extiende a todos los aeropuertos que integren el Sistema Nacional de
Aeropuertos (SNA), en el marco de los Decretos del Poder Ejecutivo Nacional Nº 375/97 y
500/97, ratificados por el Decreto de Necesidad y Urgencia Nº 842/97, del Decreto Nº 163/98 y
de la Decisión Administrativa del Jefe de Gabinete de Ministros Nº 60/98 y de las normas que
dispongan futuras incorporaciones a aquél.
Accidente Aéreo: Todo hecho que se produzca al operarse una aeronave y que ocasione muerte
o lesiones a alguna persona o daños a la aeronave o motive que ésta los ocasione.
Incidente: Todo suceso relacionado con la utilización de una aeronave, que no se defina como
un accidente, que afecte o pueda afectar la seguridad de las operaciones aéreas.
13
Seguridad aeronáutica (Safety) (Seguridad operativa): Comprende la legislación, elementos
materiales y humanos para el desarrollo seguro y ordenado de la aviación civil. Se refiere a la
seguridad de operación de las aeronaves en el espacio aéreo, del equipamiento instalado en
tierra y en aeronaves, recursos humanos, normas de construcción de los aeropuertos, con sus
correspondientes instalaciones y servicios necesarios, para efectuar operaciones aéreas
regulares, seguras y eficientes.
El Jefe del aeropuerto es designado por la Fuerza Aérea Argentina y constituye la Autoridad
Aeronáutica del aeropuerto para la dirección, coordinación y régimen interno aplicable a las
funciones que le competen a dicha Fuerza. Ejerce funciones operativas, de fiscalización y de
seguridad de competencia de la Fuerza Aérea Argentina en el ámbito del aeropuerto y presta
colaboración al ORSNA, a los Organismos y Dependencias Estatales, que cumplen funciones en
el ámbito del aeropuerto y al Explotador del aeropuerto, para lograr el cumplimiento de las
normas y disposiciones vigentes.
4.2.1 Velar por el estricto cumplimiento de las normas vigentes relativas a las superficies de
despeje de obstáculos determinadas para los aeropuertos y el señalamiento de éstos, conforme lo
dispuesto en los artículos 31, 34 y 35 del Código Aeronáutico y sus modificaciones y en el
Anexo 14 de la OACI, y coordinar con el ORSNA el control de las construcciones que realice el
Explotador del aeropuerto en los Aeropuertos del SNA, las que deberán ser ejecutadas con
respeto a la normativa vigente en este tópico.
4.2.2 Llevar a cabo todas las comunicaciones y reuniones necesarias con las autoridades
competentes para que se respete la legislación en materia de Limitaciones al Dominio descriptas
en el Título III, Infraestructura, Capítulo II, Artículo 30 del Código Aeronáutico y sus
modificaciones en la planificación y autorización de obras civiles públicas y privadas.
4.2.3 Informar de inmediato a las Autoridades competentes las novedades que se presenten
respecto del emplazamiento o construcción de nuevos objetos (antenas, edificios, depósitos de
combustible, tendidos aéreos de cables de cualquier tipo, carteles de propaganda, etc.) en las
proximidades del aeropuerto, que puedan constituir peligro para el desarrollo de la actividad
aérea o para el normal funcionamiento de las instalaciones aeroportuarias.
4.3 Autorizaciones.
14
Controlar las autorizaciones otorgadas para operar aeronaves de acuerdo con lo establecido en
las disposiciones vigentes.
Coordinar con el Explotador del aeropuerto y los Organismos y Dependencias Estatales que
cumplen funciones en el ámbito del aeropuerto las actividades comunes previstas en el presente
Reglamento.
4.6.2 Verificar que la Oficina ARO-AIS exija a los Explotadores de aeronaves antes del inicio
del vuelo, la presentación de todas las constancias de pago de las tasas Aeronáuticas que
recauda el Estado Nacional, de acuerdo con las normas establecidas en el cuadro tarifario
vigente.
Aplicar y hacer cumplir las normas y disposiciones relacionadas con festivales aéreos y
aerodeportivos coordinando su realización con el Explotador del aeropuerto, quien pondrá en
conocimiento del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos el detalle de tales
actividades.
4.9.1 Ejercer las funciones y obligaciones a su cargo, en caso de declararse un incidente aéreo,
una emergencia aérea o accidente aéreo y cualquier otra emergencia que ocurra en el área de su
responsabilidad.
4.9.2 Intervenir en las denuncias, vigilancia de despojos o restos de aeronaves y colaborar con la
Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil, en caso de producirse accidentes
aéreos en el aeropuerto.
15
4.9.3 Notificar inmediatamente al servicio de Seguridad del aeropuerto, al Explotador del
aeropuerto, a la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación Civil, a la Autoridad
judicial competente y al ORSNA los incidentes, emergencias y accidentes aéreos acaecidos
dentro del perímetro aeroportuario.
En caso de ser necesario, para cumplir con las tareas de prevención, fiscalización y seguridad de
competencia de la Fuerza Aérea Argentina podrá requerir el auxilio de la Fuerza Pública el que
será prestado de acuerdo con lo establecido en el artículo 206 del Código Aeronáutico (Ley Nº
17.285 y sus normas modificatorias y reglamentarias).
"Orientaciones sobre respuestas a emergencias para afrontar incidentes aéreos relacionados con
mercancías peligrosas". Doc. 9481 (OACI).
"Instrucciones técnicas para el transporte sin riesgo de mercancías peligrosas por vía aérea".
Doc. 9284 (OACI).
16
Efectuar las verificaciones que considere necesarias y adoptar las medidas adecuadas para
garantizar la seguridad de las operaciones aéreas de acuerdo con lo previsto en el artículo 12 del
Código Aeronáutico (Ley Nº 17.285 y sus modificaciones).
Capacitar al personal a su cargo y dotarlo de los recursos necesarios a efectos del adecuado
cumplimiento de las funciones asignadas.
Dar a conocer, hacer cumplir y mantener actualizada la cartografía y publicaciones editadas por
la Fuerza Aérea Argentina y demás documentación administrativa, técnica, contable, legal y
operativa a su cargo.
5.2 Ingreso, tránsito y permanencia de personas y vehículos en el área pública del aeropuerto.
5.3.1. Requerir a cualquier persona o grupo de personas que con su conducta infringiera las
disposiciones del presente Reglamento u otra normativa vigente o que razonablemente pudiera
implicar una molestia excesiva, que cesen en forma inmediata con dicha conducta.
5.3.2 Requerir el retiro de vehículos o medios de locomoción y/u objetos, que sean inapropiados
o peligrosos para la seguridad de la aviación y aeronáutica, para las personas y/o bienes del
aeropuerto, pasajeros, usuarios, Explotadores de aeronaves, o cuya utilización sea contraria a las
disposiciones del presente Reglamento y/o disposiciones del ORSNA, Autoridades del
aeropuerto u otra Autoridad competente.
El Explotador del aeropuerto deberá tomar las medidas de seguridad que sean necesarias para
salvaguardar la integridad de las personas y/o cosas que transiten en su ámbito, ello sin perjuicio
17
de las competencias que la legislación le confiere a la Autoridades Nacionales en el ámbito
aeroportuario.
5.5.3 Adoptar todas las medidas y/o acciones pertinentes, a los efectos de prevenir y/o hacer
cesar cualquier acto perjudicial para los pasajeros, usuarios, Explotadores de aeronaves que
pueda afectar el normal desarrollo de la actividad del aeropuerto.
5.5.5 Cumplir las normas y disposiciones dictadas en materia de publicidad visual, sonora o de
cualquier otra naturaleza en el aeropuerto.
5.5.6 Cumplir los estándares internacionales de capacidad estática y dinámica, acordes con la
demanda horaria y anual del aeropuerto, a fin de brindar el adecuado nivel de servicio y
mantener los flujos estables de las diferentes funciones, en las terminales de pasajeros, carga,
correo y aviación general.
5.5.8 Proveer el necesario y suficiente mobiliario y equipamiento en todas las áreas de las
terminales destinadas al movimiento de pasajeros, mercancías y correo y de las restantes
instalaciones aeroportuarias, a los efectos de lograr la mayor eficiencia y seguridad en el
desarrollo de las actividades aeroportuarias.
5.5.9 Aplicar los medios técnicos para lograr condiciones óptimas de temperatura ambiental en
los edificios del aeropuerto, a fin de obtener el confort adecuado para el desarrollo de las
actividades.
5.5.12 Aplicar las disposiciones relativas a la instalación y uso de sistemas de audio en los
edificios asignados del aeropuerto, pudiendo restringir o prohibir a los prestadores tales
actividades en los casos en los que impliquen una interferencia con los sistemas de información
del aeropuerto.
18
5.5.13 Verificar que los prestadores no alteren los destinos comerciales y el debido
cumplimiento de las demás condiciones establecidas en los instrumentos respectivos, en la
explotación o ejecución en el aeropuerto de las actividades comprometidas.
5.6.1 Aplicar y cumplir el nivel de servicio y los estándares de calidad de atención al pasajero,
usuario y público en general, establecidos por el ORSNA o por la Autoridad de aplicación que
corresponda.
5.6.2 Adoptar las medidas necesarias para restringir, prohibir o suprimir la generación de
emanaciones molestas tales como olores, gases, humo, polvo, vapores, ruidos, vibraciones, etc.
y las causas que los generen.
5.6.3 El Explotador del Aeropuerto deberá comunicar al ORSNA todas las quejas presentadas
ante los prestadores de las que tome conocimiento conforme al procedimiento previsto en el
Numeral 19.5.10 del presente Reglamento, mediante DOS (2) envíos parciales, antes del día
VEINTE (20) de cada mes si la queja y/o respuesta al usuario se produjera durante la primera
quincena y, si la misma fuera realizada durante la segunda, dentro de los primeros CINCO (5)
días del mes siguiente. (Numeral sustituido por art. 2° de la Resolución N° 155/2002 ORSNA
B.O. 7/1/2003)
5.6.4 El Explotador del Aeropuerto deberá poner a disposición de los usuarios, pasajeros y
público en general el Libro de Quejas del Aeropuerto y difundir su existencia en todas las Areas
del Aeropuerto informando debidamente el lugar de su consulta .
5.6.5 El Explotador del Aeropuerto deberá comunicar diariamente a los prestadores el tipo de
cambio a utilizar en las transacciones por servicios no aeronáuticos que se realicen en
DOLARES ESTADOUNIDENSES para su conversión a PESOS, las cuales deberán realizarse
utilizando el tipo de cambio comprador del BANCO DE LA NACION ARGENTINA, al cierre
de las operaciones del día hábil inmediato anterior, y dar publicidad al referido tipo de cambio,
a través de las redes de información instaladas en los aeropuertos. (Numeral incorporado por art.
2° de la Resolución N° 160/2002 del Organismo Regulador del Sistema Nacional de
Aeropuertos B.O. 23/12/2002).
Velar por que la actividad comercial se desarrolle en el marco de la Ley de Defensa del
Consumidor y la legislación vigente en la materia.
Para los casos no previstos en alguna regulación específica dictada por el ORSNA, el
Explotador del aeropuerto deberá confeccionar y elevar al ORSNA, para su aprobación, todo
proyecto de obra nueva y/o su modificación, a los efectos de que dicho Organismo controle y
supervise el mantenimiento, conservación y actualización de la infraestructura aeroportuaria de
los mismos, asegurando que el funcionamiento sea compatible con el normal desarrollo de la
vida de la comunidad, con la protección del medio ambiente, brindando servicios e instalaciones
aeroportuarias seguras, confiables y eficientes, de acuerdo con las disposiciones Nacionales e
Internacionales.
Quedan exceptuadas las obras urgentes necesarias para mantener el nivel de operatividad del
aeropuerto.
19
5.9 Disposiciones Generales.
Los proyectos de Disposiciones Generales a ser dictadas por el Explotador del aeropuerto, serán
sometidos a consideración del ORSNA para su aprobación con carácter previo a su dictado y
puesta en vigencia. El Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos deberá
expedirse dentro del plazo de quince (15) días hábiles de realizada la presentación.
Cuando las disposiciones resulten susceptibles de afectar funciones atribuidas a la Fuerza Aérea
Argentina, deberá tomar intervención el Jefe de aeropuerto el que tendrá para expedirse los
mismos plazos contemplados para el ORSNA.
En el caso que el Jefe del aeropuerto observe un proyecto de Disposición General deberá
hacerlo en forma fundada. En esta circunstancia, el Explotador del aeropuerto elevará al
ORSNA para la decisión final el proyecto de Disposición General con las observaciones
efectuadas por el Jefe del aeropuerto.
El Explotador del aeropuerto deberá dictar y mantener actualizados los siguientes documentos:
Asimismo deberá verificar que los Explotadores de aeronaves, Organismos Estatales y/o
Empresas que desarrollen actividades en el ámbito del aeropuerto, hayan confeccionado sus
Planes de Seguridad, los que serán contribuyentes con el Plan de Seguridad del Aeropuerto, de
acuerdo con lo previsto en el presente Reglamento.
El Explotador del Aeropuerto o aquellas personas en las que se delegue esa función, en los
casos que así lo justifique, podrá requerir el auxilio de la PAN y/o de la Fuerza Pública según
corresponda.
20
5.13 Régimen de sanciones
El Explotador del aeropuerto podrá, de acuerdo a la naturaleza de las infracciones o faltas que se
cometan en el ámbito aeroportuario y a la condición del infractor (explotador de aeronaves,
prestadores o personal dependiente de aquéllos y de los Organismos y Dependencias estatales
que prestan funciones en el aeropuerto y usuarios), solicitar a la autoridad administrativa
correspondiente la aplicación de las sanciones que correspondan en cada caso o aplicar por sí las
sanciones que se establezcan en las regulaciones que dicte el ORSNA en esa materia y siempre
que exista expresa delegación de la potestad disciplinaria.
8. Infraestructura espacial
8.1. Generalidades
21
dec. 532/05 (2004-2015). En dicho Plan se pone de manifiesto que la Argentina puede ser
catalogada como un “país espacial”, ya que por sus características hace y hará uso intensivo de
los productos derivados de la ciencia y la tecnología espaciales. Consecuentemente, el PAE
tiende a definir de qué modo se ha de acceder a ellos en el futuro.
En cuanto a la infraestructura, el PAE determina un plan de acción que prevé acciones
vinculadas con la estación terrena para la adquisición y procesamiento de datos satelitales. Este
curso de acción comprende todas las tareas que realice la Conae en relación con estaciones
terrenas para seguimiento, telemetría y control, enlaces terrenos con satélites o vehículos
espaciales, laboratorios para integración, ensayos espaciales, laboratorios para integración,
ensayos y simulaciones y banco de ensayos para subsistemas de satélites o vehículos espaciales.
De tal manera, se continuará con los servicios de telemetría, telecomando y control
(TTyC) de satélites, a través de una red de estaciones que se destinarán al control de satélites
propios. Se proyectó también la instalación de estaciones de recepción de imágenes e
información teledetectada, para servir de apoyo a los sectores productivos nacionales y
regionales.
El PAE contempla continuar con el mantenimiento de la Estación Geodésica
Permanente (GPS) y de las tres estaciones instaladas en la Argentina y que forman parte de una
red mundial de monitoreo de aerosoles y de archivo basado en tierra; ésta es, la Red Robótica de
Aerosoles (Aeronet) de la NASA (National Aeronautics and Space Administration) de los
Estados Unidos.
Dentro de las acciones a desarrollar por la Conae se destaca la de instalar y operar el
instrumental y equipamiento necesarios para un adecuado funcionamiento de los laboratorios de
integración y ensayos en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT), ubicado en la provincia
de Córdoba.
En cuanto a las nuevas tecnologías se proyectó la realización de estudios técnicos, de
factibilidad y diseño de prototipo de una antena de avanzada (multihaz y multibanda) para la
recepción simultánea de varios satélites; la construcción e instalación de instrumental de la sala
de integración de misiones satelitales; y, por último, en cuanto a la infraestructura informática y
de comunicaciones, la implementación de un sistema de distribución de imágenes y datos por
redes teleinformáticas.
En cuanto al del transporte espacial, y a los fines de evaluar la importancia de la
infraestructura y logística que éste demanda, siempre debe ser tenido en especial consideración
que los elementos de precisión necesarios para la compatibilización física de la carga (p. ej., un
satélite)con el vehículo de transporte, obliga a exactas operaciones de telemetría y telecomando,
en razón de que “a partir del despegue, el manejo y control de ambos se efectúa en forma
remota, utilizando las bandas de frecuencia del espectro radioeléctrico, desde una estación
terrena”.
22