Reforma social batllista

Ideología social de Batlle

• Negaba la lucha de clases, que implicaba darle a la vida política un tono violento y
a la vez la identificación de un partido político con una sola clase social.
• Sostenía que las clases sociales tienen una exitencia material pero también otra
espiritual y que dentro de ellas era posible encontrar hombres de buena voluntad,
que actuaran dasligados de sus intereses materiales.
• Sugiero que no se entreveren mucho en este aspecto. Hay muchas cuestiones que
deben ser aclaradas y llevan otro proceso de aprendizaje. ¿Si les pregunto que
significa lo que subrayaron con amarillo podrían explicarlo?
• Está bueno que lo mencionen, pero no se compliquen en ello.
• Decía que el estado debía actuar como árbitro en los conflictos sociales.
• Debía inclinar la balanza del lado del más débil, de los oprimidos.
• Amplíar la intervención social: mejora en la salud pública, la educación, las leyes
sociales
Este último punto es importante, transcribo un fragmento que quizás les sirva para
comentar en clase:
 “El Estado será la herramienta niveladora que restablecerá la igualdad natural.
Concebido como el representante de toda la sociedad, inclinará la balanza del lado
del débil cuando la estructura económica, social o cultural haya colocado el fiel del
lado de los fuertes, los privilegiados los menos” (Barran y Nahum, 1985, p.40)

La obra de Batlle en lo social

• Ley de las 8 horas
• Ley sobre prevensión de accidentes de trabajo
• Establecimiento de ferias francas para abaratar el costo de vida
• Proyecto de ley sobre pensiones a la vejez
• Proyecto de ley sobre diversos problemas de trabajo
• proyecto de ley sobre indemnización por despido
quizás en este apartado pueden mencionar cómo era la vida de aquellos
trabajadores. Y si lo pueden vincular con la situación que trabajamos en la
revolución industrial mejor. Hay muchos testimonios de trabajadores reclamando.
Cualquier cosa me consultan y yo les arrimo algún testimonio.
Sugiero además hacer énfasis en que es la primera vez que el Estado comienza a
ponerse del “lado” de los más débiles. Por eso la importancia del período.
 En uno de los primeros informes de la Oficina Nacional de Trabajo, se describía así
la actividad de los niños en las fábricas de vidrio: “falanges e niños de aspecto
triste y enfermizo, vestidos pobremente, descalzos, trabajando jornadas de ocho
horas, soportando una temperatura media de 50 grados (…) y ya tarde, cuando
termina la jornada, al sonar la bocina, salir extenuados, traspasadas sus ropas de
sudor y todo ello por ganar 20 o 30 centavos. “ (Nahum, 2011, p.31-32.)

Secularización de la vida matrimonial y pública

Ley de divorcio del 1912

Ricardo J. Areco planteó (diputado Batllista) en 1912 propuso al parlamento el llamado
divorcio “ad-líbitum”, por sola voluntad de uno de los cónyuges. Domingo Arena (apoyado
por Batlle una fórmula sustitutiva qe fué aprovada: divorcio por sola voluntad de la mujer.
La mujer seguía siendo el miembro mas débil de una sociedad aún patriarcal; (según Vaz
Ferreira), el divorcio por mútuo consentimiento implicaba que el marido, siempre que
quisiera, podía imponerlo a la mujer, no así esta a aquel.
El proyecto aprobado contemplaba otro de los objetivos enunciados por Batlle: la
liberación de la mujer del despotismo del hombre.

Lucha contra la iglesia, la secularización de los actos públicos

En 1811: 1911 no será?
• Se procedió a la secularización del juramento de toma a cargo de los ediles de la
junta Económica-administrativa de la capital, debían limitarse a prestar juramento
de acatamiento a la constitución
• se eliminó la prestación de honores militares en actos religiosos de la iglesia
católica
• Se prohibió la presencia del ejercito como institución en ceremoñas religiosas
• Se suprimió el cargo de capellón en el ejército
• Se ordenó que la bandera nacional no saludara a personas ni símbolos religiosos
Todas las medidas eran preámbulos que se venían anunciando desde hacía varios años,
de la inevitable separación de la iglesia y el Estado, respondían a la firmísima convicción
del presidente Batlle de oposición a las religiones positivas, especialmente a la que era
declarada oficiál por nuestra constitución.