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Fundadora de las
Hermanas Carmelitas de la Tercera Orden Regular de
Venezuela
"Hermanas Carmelitas de la Madre Candelaria"
Martirologio Romano: En Altagracia de Orituco, Venezuela,
beata Candelaria de San José (Paz Castillo Ramírez), virgen,
fundadora de las Hermanas Carmelitas de la
Candelaria. († 1940)
A los seis meses de edad Susana fue bautizada en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de
Altagracia, por el párroco Juan Pablo. Aprendió a leer, escribir y a realizar trabajos de corte y
confección, especialmente el bordado.
Su padre murió el 23 de noviembre de 1870, cuando ella tenía 7 años.
Su madre, murió el 24 de diciembre de 1887, cuando Susana tenía 24 años. En ese momento,
le tocó asumir las responsabilidades del hogar. Paralelamente, comenzó a hacer obras de
caridad con los enfermos y heridos, que recogía y cuidaba en una casa semi-abandonada que
estaba anexa a la Iglesia Parroquial.
El 13 de septiembre de 1906, con autorización del Obispo diocesano, viste el hábito de las
Hermanitas de los Pobres y cambia su nombre por el de Candelaria de San José.
Monseñor Felipe Neri Sendrea, confirmó Madre Candelaria como Superiora General de la
Congregación.
En diciembre de 1916 emitió sus votos perpetuos en manos del Padre Fundador, en Ciudad
Bolívar.
La Madre Candelaria de San José tenía una profunda humildad y un gran sentido de
filantropía. Era muy sensible a la desgracia ajena, en especial hacia los enfermos pobres y los
abandonados. Su gran devoción estuvo dedicada a Jesús Crucificado y la Santísima Virgen.
Tenía mucha fe y todo lo que emprendía lo hacía con amor y confianza en la Divina
Providencia. Fue una gran luchadora por las obras que llevaba a cabo.
Los últimos años de la vida de la Madre Candelaria estuvieron marcados por una terrible
artritis. Con paciencia soportó los dolores y malestares. Era su deseo que en el momento de
su muerte tuviera el nombre de Jesús en sus labios y así fue.
Murió en la madrugada del 31 de enero de 1940, a los 77 años. En sus últimos segundos de
vida, le vino un vómito de sangre y pronunciando tres veces el nombre de Jesús, se apagó la
vida de esta gran mujer.
En la actualidad la Congregación de las Madres Carmelitas está formada por unas ochenta
religiosas y tiene trece casas en Venezuela y una casa en Puerto Rico.
La Madre Candelaria de San José tiene en estudio un posible milagro. En 1995, la señora
Rafaela Meza de Bermúdez, residente en Altagracia de Orituco, le fue diagnosticado un
embarazo de alto riesgo, con síntomas de insuficiencia cardiaca, anemia y preeclámpsia. En
la semana 29 de gestación, se le práctico un ecosonograma que mostró ausencia de actividad
en el corazón del feto, y por ende, su muerte. La señora Rafaela oró con mucha devoción a la
Madre Candelaria de San José y cuando los médicos fueron a limpiar su útero, vieron nacer
con asombro a la criatura.
Hoy día, la niña tiene 9 años y lleva por nombre Milagro Candelaria, en homenaje a la Madre
Candelaria de San José.
Información personal
Nombre de
Susana Paz-Castillo Ramírez
nacimiento
Nacionalidad Venezolana
Información profesional
Información religiosa
Canonización En trámite
Festividad 31 de enero Fallecida
1 de febrero Litúrgica
Atributos Crucifijo
Títulos y
reconocimientos[mostrar]
[editar datos en Wikidata]
Índice
1Biografía
2Infancia
3Inicios de sus proezas
o 3.1Fallecimiento
4Honores
5Beatificación
6Véase también
7Referencias
8Enlaces externos
Biografía[editar]
Susana Paz-Castillo Ramírez nació en Altagracia de Orituco, el 11 de agosto de
1863. Sus padres fueron Francisco de Paula Paz Castillo y María del Rosario
Ramírez.
Infancia[editar]
Fue bautizada en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Altagracia, por el
párroco Juan Pablo. Aprendió a leer, escribir y a realizar trabajos de corte y
confección, especialmente el bordado.
Honores[editar]
Instituto Residencial de Servicio Social Madre Candelaria (o INASS Madre
Candelaria). Carretera Nacional vía oriente, frente a la entrada del sector
Paural.
U. E. Colegio Madre Candelaria, renombrada después de su promoción XX
con el nombre de: U. E. Colegio Nrta Sra. de Altagracia. Carretera Nacional
después del Hospital Dr. José Fransisco Torrealba, siguiendo derecho,
contando 4 esquinas y al llegar a la cuarta se dobla a la izquierda.
Farmacia Madre Candelaria. Bulevar Rómulo Gallegos, detrás del Hotel El
Galicia.
Sector Madre Candelaria.
Beatificación[editar]
Artículo principal: Beatificación de la Madre Candelaria de San José
Su Beatificación fue aprobada por el Papa Benedicto XVI en Roma el 24 de abril
de 2008, según investigación realizada por la Congregación para la Causa de los
Santos, La Madre Candelaria de San José tiene aprobado un milagro. En 1995, la
señora Rafaela Meza de Bermúdez, residente en Altagracia de Orituco, le fue
diagnosticado un embarazo de alto riesgo, con síntomas de insuficiencia
cardíaca, anemia y preeclampsia. En la semana 29 de gestación, se le práctico
un ecosonograma que mostró ausencia de actividad en el corazón del feto, y por
ende, su muerte. La señora Rafaela oró con mucha devoción a la Madre
Candelaria de San José y cuando los médicos fueron a limpiar su útero, vieron
nacer con asombro a una niña, luego bautizada con el nombre de Milagros
Candelaria. Este "milagro viviente" como denominan a Milagros algunos de sus
paisanos de Altagracia de Orituco, estuvo presente en el acto de Beatificación.
Beata Madre Candelaria de San José
En su última enfermedad que duró casi dos años y la dejó
imposibilitada, dio muestra de gran paciencia y plena aceptación de la
voluntad de Dios. En su lecho decía: "no hay que buscar suavizar las
penas sino ofrecérselas a Dios".
Fiesta: 1 de febrero
Madre Candelaria estaba ligada con el Libertador "Dios todo lo dispone con peso y medida"
Simón Bolívar con el parentesco del quinto grado
igual de consanguinidad. "Que Dios suscite almas amantes del sacrificio"
El Padre Sixto Sosa, párroco de Altagracia, junto con Imágenes del día de la beatificación, domingo 27 de abril 2008:
el Dr. Pedro María Arévalo y el Dr. Estanislao
Landaeta, piensan en fundar un hospital para dar
solución a este grave problema que aquejaba a
Altagracia. Sabían que para llevarlo a cabo
necesitaban de la colaboración de una mujer que
tuviera el suficiente espíritu de abnegación y de
sacrificio para dirijir aquella obra caritativa. Fue asi
como pensaron en Susana y al proponérselo ella les
contestó sin titubeos: “Estoy a la orden; pueden
disponer de mí”.