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) al
Museu Egipci de Barcelona.
TASQUES
LES 3: PORTADA 1 PAG (no conta)
LES 3: ÍNDEX 1 PAG
CORPUS:
MAR: 2 PAGS
- ISIS I OSIRIS:
Catalogació, Anàlisi formal, tècnica i conceptual
LAU:
- COMPARACIÓ A AMB AQUILES Y PATROCLO/ARES Y VENUS?
Catalogació, Anàlisi formal, tècnica i conceptual
MOU: 2 PAGS
- COMPARACIÓ B AMB PSIQUE Y CUPIDO
Catalogació, Anàlisi formal, tècnica i conceptual
LAU: 2 PAGS
- COMPARACIÓ C BESO DE RODIN?
Catalogació, Anàlisi formal, tècnica i conceptual
Como diosa del deseo, la única función de Afrodita consistía en hacer y propagar el amor. Cuentan que en una
ocasión Atenea la encontró tejiendo en el telar y fue a quejarse a su padre Zeus porque Afrodita se estaba
entrometiendo en sus dominios. Desde esa ocasión nunca más volvió a tejer. Se dedicó a repartir amor y deseo
entre los mortales y también entre los dioses, cayendo en numerosas ocasiones víctima de sus propias artes.
Pero aunque sus amantes fueron muchos, el lugar central lo ocupaba el dios de la guerra.
Ares era el dios de la guerra, de la guerra cruenta. Hay que especificar, puesto que la diosa de la guerra
estratégica era Atenea. Este dios hasta el extremo conflictivo resultó paradójicamente el símbolo de la justicia
ateniense. Ocurrió en una ocasión que Ares asesinó a un hijo de Poseidón porque había violado a su hija.
Poseidón se quejó y los dioses celebraron el primer juicio de la historia reunidos en una colina que desde
entonces recibe el nombre de Areópago, es decir, la colina de Ares, y que fue el centro de la vida política de la
Atenas del siglo V.
Su vida en el Olimpo no fue fácil, ningún dios le apreciaba pues le consideraban especialmente violento y no
acababan de entender su función en el universo Olímpico. Sólo Afrodita deseaba estar cerca de él, tal vez por lo
que de violento es a veces el deseo.
Los dos amantes se reunían siempre que podían en casa de Afrodita cuando su marido Hefesto no estaba. Un
buen día Helios, el Sol, los vio en la cama y corrió a contárselo a Hefesto. El herrero forjó una red metálica
invisible pero inquebrantable y la colocó de un extremo a otro de su cama esperando la oportunidad de
vengarse.
En la siguiente ocasión en que Ares y Afrodita se encontraron en el lecho se vieron atrapados por una red
invisible de la que no podían escapar. Hefesto convocó a todos los dioses para poner en evidencia a los
adúlteros, pero según lo cuenta Homero en la Odisea, no se sabe bien quién pasó más vergüenza, si los
amantes descubiertos, o el marido engañado. Se formó un escándalo monumental: Hefesto exigiendo la
devolución de la dote, los dioses carcajeándose y más de uno deseando ocupar el lugar de Ares.
Finalmente Poseidón intercedió en favor de los amantes ofreciéndose a pagar él la dote con la intención de
ganarse las simpatías de Afrodita, algo que consiguió. Y con el mismo objetivo Hermes intervino para suavizar
los ánimos obteniendo el agradecimiento de Afrodita en forma de un hijo, Hermafrodito.
Como era de esperar, la relación de Afrodita y Ares no terminó en este episodio sino que se consolidó. Los hijos
nacidos de esta pareja, de la violencia y del deseo, no podían ser otros que el Terror (Deimos), el Miedo
(Fobos), la Harmonía (Armonía) y por supuesto el amor y deseo desenfrenado (Eros), y el amor correspondido,
y vengador de los desamores (Anteros).