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Los Pulsar.

Los púlsares son estrellas de neutrones con un intenso campo magnético que giran sobre sí
mismas y emiten, a través del cosmos, pulsos de radiación regulares en dos haces simétricos. Si
dichos haces quedan alineados con la Tierra, parecerán proyectar una luz intermitente como la de
un faro a medida que gira. Estos púlsares fueron anteriormente estrellas masivas que explotaron
en forma de supernova al final de su vida, antes de convertirse en pequeños cadáveres estelares
extraordinariamente densos.

Esta fuente de rayos X es la más luminosa de este tipo detectada hasta la fecha: es diez veces más
brillante que su predecesora a la cabeza del ranking. En un segundo es capaz de emitir la misma
cantidad de energía que nuestro Sol libera en tres años y medio.

XMM-Newton ha observado varias veces este objeto en los últimos 13 años, y el descubrimiento
es el resultado de una búsqueda sistemática de púlsares en su archivo de datos, siendo sus pulsos
periódicos de 1,13 segundos lo que ha permitido su identificación. La señal también había sido
detectada en los datos de archivo del telescopio Nustar de la NASA, lo que ha permitido obtener
alguna información adicional sobre la estrella de neutrones.

“Antes se creía que los únicos cuerpos capaces de alcanzar estas extraordinarias luminosidades
eran los agujeros negros. Y al menos los diez veces más masivos que nuestro Sol, al alimentarse de
sus estrellas compañeras. Sin embargo, las pulsaciones rápidas y regulares de esta fuente indican
claramente que se trata de una estrella de neutrones y no de un agujero negro”, afirma Gian Luca
Israel, del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF), el Observatorio Astronómico de Roma y autor
principal del artículo “An accreting pulsar with extreme properties drives an ultraluminous X-ray
source in NGC 5907” publicado recientemente en la revista Science.

Los datos de archivo también han revelado que la velocidad de rotación del púlsar ha cambiando
con el tiempo, pasando de realizar una rotación completa en 1,43 segundos en 2003 a hacerlo en
tan solo 1,13 en 2014. Para hacernos una idea de lo que eso supone, cabe decir una aceleración
relativa en la rotación de la Tierra haría que el día se acortara unas 5 horas.

Como explica Gian Luca: “Solo las estrellas de neutrones son lo bastante compactas como para no
desintegrarse al rotar a tal velocidad”. Aunque no es extraño que la velocidad de rotación de una
estrella de neutrones cambie, la alta frecuencia con que esta lo hace probablemente se deba a la
rapidez con que el objeto consume la masa de su compañera.

“Este púlsar verdaderamente desafía nuestra comprensión actual del proceso de acreción de las
estrellas de alta luminosidad —reconoce Gian Luca—. Es mil veces más brillante de lo que
creíamos posible para una estrella de neutrones en proceso de acreción, así que nuestros modelos
precisan de algo más para dar cuenta de la enorme cantidad de energía que libera el objeto”.

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