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Resumén.
El trabajo social exige un amplio análisis del contexto social, político y cultural desde
una propuesta crítica que permita en la construcción de los lineamientos
curriculares, analizar la historia y la filosofía que fundamenta los aportes teóricos y
epistemológicos tomados por el trabajo social para desarrollar sus procesos de
intervención e investigación, apostando al reconocimiento y continuación de la
ontología de la liberación y emancipación latinoamericana.
Summary.
The Social work requires a broad analysis of the social, political and cultural context
analyze the history and philosophy that underpin the theoretical and epistemological
CAPÍTULO I
TRABAJO SOCIAL: HISTORIA Y CONTEXTO CONTEMPORÁNEO
simple concepto como uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para
dominar a alguien o imponer algo, con el fin de profundizar la razonabilidad de la
violencia la deconstrucción del concepto ya nos abre caminos, En física,
la fuerza se conceptualiza como una magnitud vectorial que mide la razón de
cambio de momento lineal entre dos partículas o sistemas de partículas. Según una
definición clásica, fuerza es todo agente capaz de modificar la cantidad de
movimiento o la forma de los materiales.
(Ellacuria, n.d.) propone enfocar el problema particular de los DH, no solo desde la
perspectiva del triunfo de la razón sobre la fuerza sino más en concreto, desde la
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Veáse: LA CONSTRUCCIÓN IMAGINARIA DEL “OTRO MIGRANTE”; (Bonilla, 2012), vale decir, la
vulnerabilidad subjetiva (dolor y sufrimiento) y la vulnerabilidad objetiva (exclusión de la comunidad
ciudadana de derechos y obligaciones).
Autor: Diana Alejandra Soto Ossa, Trabajadora Social Fundación Universitaria de Popayán, Tesista
Maestría en Ética y Filosofía política Universidad del Cauca
Contacto: dsoto@unicauca.edu.co
defensa del débil contra el fuerte. Aunque el derecho puede tener en cuenta y debe
tener en cuenta consideraciones universales de un tipo o de otro, que alienten y/o
controlen el discurso lógico, no puede dejar de lado lo que es el hombre en sus
concretas relaciones sociales e históricas. Vistas las cosas así, el hombre no es una
generalidad unívoca y abstracta que se repite multiplicadamente en los hombres
concretos, sino, especialmente en lo que toca a los problemas del derecho, es una
realidad escindida entre el que lo disfruta y el que lo padece, y más pertinente para
nuestro problema, es una realidad dialéctica (Carlos Pedro Lecaros Zavala, 2015)
entre el fuerte y el débil, entre el señor y el esclavo, entre el opresor y el oprimido.
2Ad verecundiam. Un argumento ad verecundiam es el que se funda en la "intimidación" supuestamente ejercida por la autoridad o
autoridades a las cuales se recurre con el fin de convencer al interlocutor o interlocutores; (Ferrater Mora).
Autor: Diana Alejandra Soto Ossa, Trabajadora Social Fundación Universitaria de Popayán, Tesista
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En el “descubrimiento” de los demás continentes y de los demás hombres no existe realmente ese sentimiento de extrañeza radical:
los europeos nunca ignoraron por completo la existencia de África, o de la India, o de China: su recuerdo está siempre ya pre sente,
desde los orígenes, cierto es que la luna está más lejos que América, pero sabemos que ese encuentro no es tal, que ese
descubrimiento no implica sorpresas del mismo tipo, para fotografiar a un ser vivo en la Luna, es necesario que un comonauta vaya a
colocarse frente a la cámara y en su casco solo vemos un reflejo, el de otro terrícola. Al comienza del siglo XVI los Indios de América,
por su parte están bien presentes, pero ignoramos todo de ellos, aún si, como es de esperar, proyectamos sobre los seres
recientemente descubiertos imágenes e ideas que se refieren a otras poblaciones lejanas. El encuentro nunca volverá a alcanzar tal
intensidad si ésa es la palabra que se debe emplear: el siglo XVI habrá visto perpetrarse el mayor genocidio de la historia humana. P.p. 6
(Todorov, 1987) La conquista de América, el problema del otro.
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La violencia puede ser vista como una privación de los derechos humanos fundamentales, en términos más genéricos hacia la vida,
eudaimonia, la búsqueda de la felicidad y prosperidad, pero también lo es una disminución del nivel real de satisfacción de las
necesidades básicas, por debajo de lo que es potencialmente posible. Las amenazas son también violencia. La combinación de la
distinción entre violencia directa y estructural con las diferentes clases de necesidades básicas nos proporciona una tipología reflejada en
el Cuadro 1. Las cuatro clases de necesidades básicas –fruto de exhaustivos diálogos en muchas partes del mundo- son: las necesidades
de supervivencia (negación: la muerte, la mortalidad); necesidades de bienestar (negación: sufrimiento, falta de salud); de
reconocimiento, necesidades identitarias (negación: alienación); y necesidad de libertad (negación: la represión). P.150 (Galtung, 2005)
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, (Dragonetti & Tola , 2005) traducen del libro Digha Nikaya: las doctrinas erróneas se producen por la inquietud y perturbación que da
origen al deseo, que encadena a los seres a la existencia y los hace incurrir en el error.
Autor: Diana Alejandra Soto Ossa, Trabajadora Social Fundación Universitaria de Popayán, Tesista
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Régimen social y económico basado en el uso de esclavos como mano de obra.
Autor: Diana Alejandra Soto Ossa, Trabajadora Social Fundación Universitaria de Popayán, Tesista
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Fomento) luego llamado el Banco Mundial; pasando por la doctrina de los Chicago
Boys en chile, y el Consenso de Washington. (Rangel*, 2012). La ofensiva actual
por la Cobertura Universal en Salud (CUS) – emprendida por la fundación
Rockefeller, Lancet y el Banco Mundial (Alzate Mora, 2014). Los diversos informes
y lineamientos emitidos por el (Banco Mundial, 1993), siguiendo la línea cronológica,
a nivel nacional la implementación de la ley 10 de 1990, la constitución de 1991, la
ley 100 de 1993 y algunos artículos posteriores relevantes en la modificación del
Estado y la privatización de los recursos públicos, permite en el abordaje de la
comprensión de las problemáticas individuales, la amplitud de la visión y la postura
crítica frente a la intervención directa como indirecta con un trasfondo político que
promueva la transformación real de la sociedad o colectivo afectado.
Con una clase política que ya no representa a nadie, un pueblo que ya no se llama
pueblo, una democracia que más se parece al totalitarismo que a la participación,
y, un Estado, que más que eso es un Administrador de corrupción; transfiguraban
un acuerdo espurio de las más altas cúpulas de la sociedad; en él, se le concedió
a la constitución de 1991 la responsabilidad de configurar el Estado Social de
Derecho y las obligaciones que de ello devenían, no obstante, una serie de
incongruentes características de las más elaboradas maniobras de poderes
hegemónicos, reflejaban un panorama ulterior a una consigna vaticinadora de un
espejo devastador. Veáse (Lewkowicz, 2006).
pobres los obstruye y les deja sometidos en una clase de despojo no solo de sus
tierras y sus riquezas naturales, sino de su propia humanidad. El humano en tanto
ser humano sin distinción de raza, ideología política o religión, tiene derechos,
derechos con los que nace y crece, derechos irrenunciables otorgados por el hecho
de vivir en esta tierra, en la que el amor hacia otros debe motivar nuestros actos, en
la que el deseo por transformar realidades inoperantes debe primar por encima del
deseo de acumulación; el mecanismo ideológico utilizado desde la conquista de
nuestra América, lleva consigo un menosprecio profundo de la raza, la capacidad
del imperialismo de imponerse como dueño y señor, se fundamenta en la debilidad
mental de un pueblo por revelarse, en una violencia estructural y simbólica como
bien la llama (Galtung, 2003), en la que nuestros americanos parecen hundirse sin
conciencia de que están siendo violentados. La única salida y última opción aparece
en el conocimiento; (Wallerstein, 1979) en este mismo sentido nos invita a utilizar
ese conocimiento, teniendo en cuenta que el conocimiento supone poder, es un
poder que deberá ser utilizado en beneficio de la parte mayor y más oprimida de la
sociedad.
El tan anhelado desarrollo que motiva día a día, el trabajo de hombres y mujeres
que no pueden suplir sus necesidades básicas a causa de un salario mínimo que
no alcanza ni para cubrir las necesidades fisiológicas fundamentales (alimentación,
vivienda digna, salud, educación, empleo, vestido, entre otros), situación que salta
a simple vista en un Estado conformado para garantizar el Bienestar de sus
habitantes, se manifiesta súbitamente una amorfa constitución.(Soto Ossa, 2020)
Autor: Diana Alejandra Soto Ossa, Trabajadora Social Fundación Universitaria de Popayán, Tesista
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En esta línea, en la Justicia como equidad, (Rawls, 2003) refiere, El conflicto arraiga
no sólo en las diferencias respecto de intereses sociales y económicos sino también
en las diferencias entre teorías políticas, económicas y sociales generales sobre
cómo funcionan las instituciones, así como en las diferentes visiones sobre las
consecuencias probables de las políticas públicas.
De lo anterior, en contextos actuales como el nuestro en los que la lucha política
se ha convertido en un circo de discursos imperialistas y maniquís jugando por el
poder de dominio, las guerras y sus muertos, el abandono físico social y emocional
sufrido por nuestros combatientes y sus familias, deberá ser el sostén de nuestro
propósito, un propósito que iluminando las oscuridades de nuestra realidad, a su
vez, procure transformarla, devolviendo a nuestro pueblo lo que le pertenece, su
identidad como Nación, su economía como poseedor de recursos, un pueblo en el
que, los más vulnerados sean los favorecidos y los que con sus funestas acciones
los han mantenido allí sean castigados como bien lo exige la ley.
Así, la Ley dispone a nuestro alcance los derechos humanos consagrados para
garantizar que cada ser humano pueda potencializar las capacidades con las que
fue dotado para hacer parte del mundo, en este sentido, la construcción de un tejido
colectivo capaz de abrir nuevos procesos de insurrección, a partir de la toma de una
conciencia comunitaria y colectiva, enarbola nuestra mente en la posibilidad de una
utopía de humanidad, en la que la diferencia nos una y no lo contrario, en la que el
sentido de pertenencia por nuestro territorio acreciente el espíritu de cada uno de
nuestros conciudadanos, y en ese mismo sentido la construcción de una nueva
humanidad se haga posible.
386137630-La-Condicion-Humana-Hannah-Arendt. (n.d.).
Alzate Mora, D. (2014). Las formas jurídicas (pos) neoliberales desde Colombia: el
sistema de salud en las dinámicas lucro-destructivas del derecho útil al
capital. 1–384.
http://repository.urosario.edu.co/bitstream/handle/10336/10191/80726674-
2015.pdf?sequence=1
teoria_de_la_justicia. (n.d.).
Wallerstein, I. (1979). El Moderno sistema mundial y la agricultura del siglo XVI (S.
X. Editores (Ed.)).