Está en la página 1de 36

Capítulo 11

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA
EN CRISIS SUICIDAS
Mª Patricia Acinas Acinas

hŶƐƵŝĐŝĚŝŽŶŽƉƵĞĚĞƐĞƌŶŝĐŽŵĞŶƚĂĚŽŶŝĞdžƉůŝĐĂĚŽ͕
sólo puede ser llorado
(Antonelli)

INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN
El comportamiento suicida es universal, aparece en prácticamente todas las culturas,
aunque la actitud hacia este tipo de conductas varía en función de las culturas, sociedades
y tiempo histórico1,2. En la actualidad está superando a otras muertes de causa traumática
FRPRORVKRPLFLGLRV\ORVDFFLGHQWHVGHWUi¿FR
Cada muerte tiene su luto, sus porqués y sus diversas repercusiones en los sobrevi-
vientes. La muerte que es más difícil de aceptar no es aquella que viene provocada por
la naturaleza (enfermedad) o por causa ajena (accidente), sino la que es causada por la
decisión de un ser querido de quitarse la vida3.
Las personas que muestran conductas suicidas verbalizan frases negativas del tipo:
no puedo más, no hay salida, no tiene sentido mi vida… Las situaciones de crisis pueden
surgir en cualquier ámbito de la vida, incluido el familiar, laboral, público, personal,
etc... y por ello es necesario saber actuar en ese tipo de situaciones. Lo mismo que se ha-
cen cursos de primeros auxilios médicos para aprender a actuar en una emergencia física,

269
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

para actuar hasta que lleguen los servicios sanitarios profesionales, sería conveniente
que se sepa actuar ante situaciones de emergencia o crisis psicológicas. De hecho van
apareciendo cursos para formar a profesionales de la emergencia y también a psicólogos
sobre cómo actuar ante una persona en riesgo vital. Además, si cabe, es más necesario
saber cuál es la mejor intervención en situaciones de suicidio en las que no se puede de-
morar la intervención, que en otras situaciones en las que una demora de la atención no
tiene consecuencias fatales. Y se puede esperar para actuar convenientemente.
También hay que decir que cada vez más profesionales de salud mental (psicólogos y
psiquiatras principalmente) están formados en atención en emergencias, lo cual facilita,
pero lógicamente no garantiza, que se haga una buena intervención en emergencias. Para
todos los profesionales, aunque haya formación que respalde la intervención, siempre se
trata de actuaciones especialmente difíciles por el riesgo asociado y por la responsabili-
GDGSHUFLELGDHQUHODFLyQDODVFRQVHFXHQFLDV¿QDOHVRUHVXOWDGRV
Cada caso es diferente, porque la experiencia humana lo es, porque detrás de cada
XQRKD\XQDYLYHQFLDELRJUi¿FDTXHKDFHTXHVHDPRVVHUHV~QLFRVHLUUHSHWLEOHV\TXH
la experiencia de sufrimiento personal incida de distinta manera en nuestra vida y con
nuestras variables de personalidad y estrategias de afrontamiento (las que empleamos
habituales porque nos han servido o porque no tenemos otras a las que recurrir…). Cada
intervención psicológica es diferente porque es diverso lo que hace que una persona
llegue al borde del abismo y otra encuentre asideros o apoyos antes de llegar al borde
del mismo abismo, y puede sucumbir a la espiral que le lleva a plantearse el suicidio con
todas sus consecuencias.
Aplicando el famoso aforismo médico podemos decir, que”no hay suicidios sino
suicidas”.

ASPECTOS GENERALES DE INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS


Cuando una persona es víctima de una situación de crisis, se encuentra desconcertada
por lo ocurrido, con lo cual disminuye su capacidad de reacción. La crisis se desencade-
na por la incapacidad del sujeto para enfrentarse a un estímulo que la ha desencadenado.
La percepción o la construcción personal que elabora la persona es fundamental de cara
a la intervención.
El reconocimiento de la persona en crisis depende de, por un lado, la conciencia del
que interviene sobre lo que la víctima está comunicando verbal y no verbalmente; por
otro lado, de las capacidades de percepción del que interviene. La víctima puede llegar
a un punto en el que no tenga el control total de su vida y sienta pánico; se puede agitar
emocionalmente, verbalmente o incluso físicamente4.
8QDFULVLVVHPDQL¿HVWDSRUXQDVHULHGHIDVHVODSHUVRQDVHJ~QODIDVHHQODTXH
se encuentre, tendrá distintas maneras de exteriorizar su malestar, que requerirán
una intervención en crisis diferenciada. Las fases que pueden establecerse son las
siguientes.

1. Fase de Impacto: Inmediatamente después de la experiencia traumática; dura mi-


nutos u horas (a veces días). Embotamiento, desorientación, pérdida del sentido del
tiempo y la realidad, confusión, apatía, inmovilidad o hiperactividad.

270
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

2. Fase de Reacción: La persona empieza a comprender lo que ha ocurrido realmente.


Labilidad emocional, ansiedad, miedo, culpa, impotencia, negación, aislamiento,
búsqueda de protección…
3. Fase de Reorientación: La persona empieza a adaptarse a lo ocurrido, pueden apa-
recer síntomas de afectación importante que hay que valorar.

Crisis suicida

6HKDFRPSUREDGRTXHODVSHUVRQDVTXHWLHQHQDOJ~QDFWRVXLFLGDPXHVWUDQGH¿FLHQFLDV
en su capacidad para generar y evaluar soluciones o perspectivas alternativas5. El suicidio
es una solución eterna para lo que a menudo no es más que un problema temporal6.
/RVHVTXHPDVPHQWDOHVGHORVVXLFLGDVVHFHQWUDQDPHQXGRHQWHPDVHVSHFt¿FRVGH
vulnerabilidad a la pérdida y al abandono, su incapacidad o desmerecimiento de lo que
les ocurre en la vida. Con bastante frecuencia la tentativa de suicidio se ha considerado
como un simulacro de suicidio, o como una conducta diferente y diferenciada de éste7.
El suicidio puede desencadenarse por una sucesión de acontecimientos vitales estresantes
actuando durante periodos de tiempo más o menos prolongados, lo que se denomina carrera
suicida. El estrés tiene un carácter de crónico y lentamente acumulativo. La presencia de un
estado de desesperación se considera un factor básico para la comisión de un acto suicida.
En ocasiones la consumación del suicidio supone un alivio para la familia, porque el
VXLFLGDVHKDYLVWRLQPHUVRHQPXOWLWXGGHFRQÀLFWRVTXHOHKDQRULJLQDGRXQDOWRVXIUL-
PLHQWRTXHKD¿QDOL]DGRFRQHOVXLFLGLR2KDVXIULGRXQWUDVWRUQRItVLFRRSVLFROyJLFR
grave, prolongado o irrecuperable que ha culminado con el suicidio.
0XFKDVGHODVSHUVRQDVTXHFXPSOHQHOSHU¿OGHLQWHQWRVDXWROtWLFRVVHFRQYLHUWHQ
en suicidas crónicos, que realizan múltiples episodios autodestructivos. Son pacientes
GLItFLOHV\GHVD¿DQWHV7DPELpQKD\TXHWHQHUHQFXHQWDTXHHQODSUHGLFFLyQGHOVXLFLGLR
consumado, la existencia de tentativas previas es un factor importante. Cuanto más edad,
más tradicionales son los métodos4.
Las situaciones de crisis relacionadas con urgencias y emergencias psicológicas son di-
ferentes pero comparten una serie de características comunes que las hacen comparables8:

1. Precisan una intervención ante una demanda no demorable en una situación de


emergencia.
2. Las reacciones psicológicas son similares en función de las consecuencias, tenien-
do en cuenta la magnitud del evento y las repercusiones en el sujeto.
3. Son situaciones imprevisibles y accidentales, que pueden causar sorpresa, indefen-
sión y desestabilización.
4. Pueden constituir una situación de peligro inmediato para la vida o la integridad
física.
5. Son sucesos graves, repentinos, peligrosos y que pueden causar la pérdida de vidas
y bienes materiales.

7RGDVODVVLWXDFLRQHVGHXUJHQFLDGHHVWHWLSRSUHFLVDQGHXQDSURQWDHMHFXFLyQTXH
no se puede demorar en el tiempo, porque tiene repercusiones emocionales en las vícti-
mas y porque se produce un efecto acumulativo negativo.

271
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

La palabra crisis hace referencia a un cambio rápido, a una situación, que sobreviene
en sentido favorable o adverso, que amenaza con alterar el equilibrio personal; requiere
poner en funcionamiento todas sus estrategias de afrontamiento. Supone un cambio de-
cisivo en la vida de la persona, con dos tipos de posibles resoluciones:

- Favorable para la persona: que puede derivar en crecimiento personal, superación del
problema y posible desarrollo mecanismo de inmunidad y preventivo ante crisis futuras.
- Desfavorable para la persona: cuando no se resuelve adecuadamente, puede culmi-
nar con el desarrollo de patologías y trastornos psicológicos.

Cuando una persona está en crisis, su percepción del mundo se estrecha, debido al
impacto de la situación que lo ha generado. Desde este punto de vista, la crisis se con-
vierte en un periodo transicional que representa una oportunidad para el desarrollo per-
sonal (si se resuelve satisfactoriamente) o en un peligro (al aumentar la vulnerabilidad
del individuo). Curiosamente, los caracteres chinos para expresar una crisis son la com-
binación de los que se utilizan para indicar peligro y oportunidad.

Tabla 1.ŽŶĐĞƉƚŽƐďĄƐŝĐŽƐĐŽŵƷŶŵĞŶƚĞĂĐĞƉƚĂĚŽƐĞŶůĂƚĞŽƌşĂĚĞůĂĐƌŝƐŝƐ͘
1. >ĂƐ ĐƌŝƐŝƐ ƐŽŶ ĞdžƉĞƌŝĞŶĐŝĂƐ ŶŽƌŵĂůĞƐ ĞŶ ůĂ ǀŝĚĂ͘ ZĞŇĞũĂŶ ůĂ ůƵĐŚĂ ĚĞů ŝŶĚŝǀŝĚƵŽ ƉŽƌ ŝŶƚĞŶƚĂƌ
mantener un estado de equilibrio entre sí mismo y su entorno.
Ϯ͘ ů ĞƐƚƌĠƐ ƋƵĞ ĚĞƐĞŶĐĂĚĞŶĂ ůĂ ĐƌŝƐŝƐ ƉƵĞĚĞ ƐĞƌ ƵŶ ĂĐŽŶƚĞĐŝŵŝĞŶƚŽ ĞdžƚĞƌŶŽ Ž ŝŶƚĞƌŶŽ͖ ƵŶ ƐŽůŽ
ŚĞĐŚŽĐĂƚĂƐƚƌſĮĐŽŽƵŶĂĂĐƵŵƵůĂĐŝſŶĚĞĂĐŽŶƚĞĐŝŵŝĞŶƚŽƐŵĞŶŽƐŐƌĂǀĞƐ͘
3. >ĂŐƌĂǀĞĚĂĚĚĞůĂĐƌŝƐŝƐŶŽƐĞƌĞůĂĐŝŽŶĂĐŽŶůĂŝŶƚĞŶƐŝĚĂĚĚĞůĞƐƚƌĞƐŽƌ͕ƐŝŶŽĐŽŶůĂƉĞƌĐĞƉĐŝſŶĚĞů
individuo.
ϰ͘ WƵĞĚĞĞdžŝƐƟƌƵŶŶĞdžŽ;ĞdžƉĞƌŝŵĞŶƚĂĚŽĞŵŽĐŝŽŶĂůŵĞŶƚĞLJŶŽŶĞĐĞƐĂƌŝĂŵĞŶƚĞĐŽŶƐĐŝĞŶƚĞͿĞŶƚƌĞ
ůĂƐŝƚƵĂĐŝſŶĂĐƚƵĂůLJůŽƐĐŽŶŇŝĐƚŽƐĚĞůƉĂƐĂĚŽ͘
5. >ĂƐĐƌŝƐŝƐƐŽŶĂĐŽŶƚĞĐŝŵŝĞŶƚŽƐĂƵƚŽůŝŵŝƚĂĚŽƐ;ϰͲϲƐĞŵĂŶĂƐͿ͕ƋƵĞƐĞƌĞƐƵĞůǀĞŶĚĞĨŽƌŵĂĂĚĂƉƚĂƟǀĂ
ŽĚĞƐĂĚĂƉƚĂƟǀĂ͘
6. ŶůĂƐĐƌŝƐŝƐ͕ůĂƐĚĞĨĞŶƐĂƐĞƐƚĄŶĚĞďŝůŝƚĂĚĂƐ͕ƉŽƌůŽƋƵĞĞůƐƵũĞƚŽĞƐƚĄŵĄƐƌĞĐĞƉƟǀŽĂůĂĂLJƵĚĂ͖
ĞƐĨƵĞƌnjŽƐŵşŶŝŵŽƐĐŽŶůůĞǀĂŶƌĞƐƵůƚĂĚŽƐŵĄdžŝŵŽƐ͘
7. >ĂƌĞƐŽůƵĐŝſŶĂĚĂƉƚĂƟǀĂĚĞůĂĐƌŝƐŝƐŽĨƌĞĐĞƵŶĂƚƌŝƉůĞŽƉŽƌƚƵŶŝĚĂĚ͗
- Dominar la situación actual.
- ůĂďŽƌĂƌĐŽŶŇŝĐƚŽƐƉĂƐĂĚŽƐ͘
- ƉƌĞŶĚĞƌĞƐƚƌĂƚĞŐŝĂƐƉĂƌĂĞůĨƵƚƵƌŽ͘
8. La resolución no está tan determinada por las experiencias pasadas o la estructura de la
personalidad como por procesos presentes.
9. >ĂƐƉĠƌĚŝĚĂƐĂŶƟĐŝƉĂĚĂƐŽƌĞĂůĞƐ͕ƐƵĞůĞŶƐĞƌƵŶĨĂĐƚŽƌŝŵƉŽƌƚĂŶƚĞƉĂƌĂƚƌĂďĂũĂƌ͘
10. ŽŶůĂƌĞƐŽůƵĐŝſŶĂĚĂƉƚĂƟǀĂĞŵĞƌŐĞŶŶƵĞǀĂƐŚĂďŝůŝĚĂĚĞƐĚĞƌĞƐŽůƵĐŝſŶĚĞƉƌŽďůĞŵĂƐƷƟůĞƐ
en el futuro.

Fuente: ^ǁĂŶƐŽŶtLJĂƌďŽŶ:͕ϭϵϴϵ9.

La crisis va a aparecer cuando un determinado suceso o situación amenaza con alterar


su equilibrio personal. Cuando los mecanismos adaptativos fallen (por falta de recursos
SHUVRQDOHVIDOWDGHDSR\RH[WHUQRRSRUODSURSLDQDWXUDOH]DFDWDVWUy¿FDGHOVXFHVR HVWD
situación de indefensión puede derivar en síntomas que persistirán en el tiempo.
Cuando se produce una crisis, no sólo afecta a la persona que la sufre directamente,
sino se que se produce una repercusión en otras personas, como cuando lanzamos una
piedra a un estanque y tienen lugar círculos concéntricos.

272
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

Figura 1:dŝƉŽƐĚĞǀşĐƟŵĂƐĚĞƵŶŝŵƉĂĐƚŽ͘

Fuente: Elaboración propia.

Entre el intento y la consumación suicida

La evolución de la conducta suicida pasa porque la persona se plantee seriamente la


PXHUWHEXVTXHORVPHGLRV\HOPRPHQWRSDUDOOHYDUORDFDER\¿QDOPHQWHORLQWHQWH
Según cómo sea ese intento puede culminar con la muerte (consumación) o puede ser un
intento fallido.
A veces hay intento pero no consumación del acto suicida; las razones por las que
se interrumpe la progresión (de la tentativa al suicidio consumado) son las siguientes10:

- El mecanismo de suicidio falla, el suicidio es malogrado por una técnica inadecua-


GDSDUDHO¿QSHUVHJXLGR
- La persona es rescatada, o intervienen otras personas.
- Es un suicidio aparente pero la persona desea seguir viviendo. No obstante, hay
algunos suicidios que pueden considerarse espontáneos, por una mala decisión to-
mada un día fatídico.

Se ha encontrado que el haber intentado suicidarse antes puede indicar altas posibilidades
de que la persona llegue a suicidarse, especialmente durante el año siguiente a la tentativa.
Cada persona tiene un umbral de control, que cuando es superado puede hacer que la persona
pierda el control de los impulsos y considere seriamente la posibilidad de quitarse la vida.
Para entender esto vamos a establecer dos grupos diferenciados de conducta suicida11.
Tabla 2: Grupos diferenciados de conducta suicida.
GRUPO 1 GRUPO 2
No aparece un claro factor desencadenante Claro factor desencadenante.
Si hay situación adversa mantenida. KďũĞƟǀŽĞƐŵĄƐƵŶĂŵŽĚŝĮĐĂĐŝſŶĂŵďŝĞŶƚĂů
Usan métodos de más letalidad. Método de menor letalidad.
Aparecen más trastornos psiquiátricos y más Intentos de suicidio o suicidios son más impul-
ĨĂĐƚŽƌĞƐĨĂŵŝůŝĂƌĞƐŶĞŐĂƟǀŽƐ͘ sivos y menos premeditados.
WĞŽƌƉƌŽŶſƐƟĐŽ͘ >ĂĂĐƟƚƵĚŵĂŶŝƉƵůĂĚŽƌĂŶŽĚĞďĞŝŵƉĞĚŝƌǀĂůŽƌĂƌůĂ
ŝŵƉŽƌƚĂŶĐŝĂĚĞůŝŶƚĞŶƚŽLJƉŽƐŝďŝůŝĚĂĚĚĞƌĞƉĞƟĐŝſŶ
del mismo, y posible consumación futura.

Fuente: Choquet M et al., 198911

273
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

A veces pensamos que una persona que lo va a intentar y avisa puede que no quiera
suicidarse, pero hay muchos casos, demasiados, en los que la persona consuma el acto
suicida, ante la mirada desconcertada de los bomberos o policías12.
Algunos intentos serios (meterse una pistola en la boca, preparar la cuerda y subirse
a una silla para ahorcarse, etc.) pueden pasar desapercibidos para el entorno, mientras
otros menos importantes, como una intoxicación leve por psicofármacos, son atendidos
en el hospital y derivados a salud mental.

Estado psicológico de la persona suicida en crisis emergente

Una persona que se plantea el suicidio se encuentra desbordada por la situación que vive,
tiene múltiples estresores que cree que no puede afrontar y tiene las estrategias de afronta-
miento paralizadas y no le son de utilidad. Siente que no hay salida y que no puede recurrir a
nadie que le ayude. Está en una situación de vulnerabilidad y fragilidad extrema. Se encuentra
sensible a cualquier cambio en su entorno, un comentario, una frase inocente le puede hacer
mucho daño y empezar a poner en marcha sus pensamientos y plantearse un plan de suicidio.
Muchas veces se sienten defraudados por su entorno, personas que les han fallado,
VLHQWHQTXHQRSXHGHQFRQ¿DUHQQDGLHTXHQRWLHQHQVDOLGDQLDOWHUQDWLYDSRVLEOHPiV
que el suicidio. El estado de desesperación y desesperanza supera cualquier posible indi-
cio o atisbo de ayuda. Piensan que todo iría mejor si ellos no estuvieran; a veces han visto
incluso a otras personas que se han planteado el suicidio para solucionar los problemas.
El estado de sufrimiento que tiene una persona al borde del suicidio es extremo.
Se podría hablar de suicidio lúcido o existencial al suicidio meditado en el que la
persona es capaz de verbalizar su intención y las razones de su acto; generalmente no se
UHDOL]DGHXQDPDQHUDLPSXOVLYDVLQRFRQXQDSODQL¿FDFLyQPiVRPHQRVHODERUDGD13.

Detección de signos de riesgo inminente de suicidio

Hay una serie de factores que podemos tener en cuenta, que nos pueden indicar el
riesgo subyacente en una situación de crisis suicida (tabla 3) 14.
Tabla 3: Predictores del suicidio.
1. Enfermedad depresiva. Otros trastornos psiquiátricos.
Ϯ͘ ůĐŽŚŽůŝƐŵŽ͕ĂďƵƐŽͬĚĞƉĞŶĚĞŶĐŝĂĚĞƐƵƐƚĂŶĐŝĂƐƉƐŝĐŽĂĐƟǀĂƐ͘
3. /ĚĞĂĐŝſŶƐƵŝĐŝĚĂ͕ǀĞƌďĂůŝnjĂĐŝŽŶĞƐƐƵŝĐŝĚĂƐ͕ƉůĂŶŝĮĐĂĐŝſŶĚĞůĂĐƚŽ͘
ϰ͘ ŶƚĞĐĞĚĞŶƚĞƐĚĞƚĞŶƚĂƟǀĂƐĚĞƐƵŝĐŝĚŝŽ͘
5. hƟůŝnjĂĐŝſŶĚĞŵĠƚŽĚŽƐůĞƚĂůĞƐĞŶůĂƐƚĞŶƚĂƟǀĂƐ͘
6. ŝƐůĂŵŝĞŶƚŽƐŽĐŝĂů͕ǀŝǀŝƌƐŽůŽ͖ƉĠƌĚŝĚĂĚĞƐŽƉŽƌƚĞLJĂƉŽLJŽ͘
7. ^ĞŶƟŵŝĞŶƚŽƐĚĞĚĞƐĞƐƉĞƌĂŶnjĂ͘ZŝŐŝĚĞnjĐŽŐŶŝƟǀĂ͘
8. ^ĞƌŚŽŵďƌĞĂĚƵůƚŽLJĚĞƌĂnjĂďůĂŶĐĂ͘
9. ,ŝƐƚŽƌŝĂĚĞƐƵŝĐŝĚŝŽĨĂŵŝůŝĂƌ;ĨĂĐƚŽƌĞƐĨĂŵŝůŝĂƌĞƐͿ͘
10. Problemas económicos. Problemas laborales.
11. Problemas maritales.
ϭϮ͘Presencia de estrés o life-events.
13. WƌĞƐĞŶĐŝĂĚĞŝƌƌŝƚĂďŝůŝĚĂĚLJĂŐƌĞƐŝǀŝĚĂĚ͘ŝƐŵŝŶƵĐŝſŶĚĞϱͲ,/͘
ϭϰ͘ŶĨĞƌŵĞĚĂĚİƐŝĐĂ͘
15. ZĞƉĞƟĐŝſŶLJĐŽŵŽƌďŝůŝĚĂĚĚĞůŽƐĨĂĐƚŽƌĞƐϭĂϭϰ͘
Fuente: DĂƌŝƐZ͕ϭϵϵϮϭϰ.

274
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

Pero aunque tengamos estudios que nos den información sobre los predictores de sui-
cidio y eso nos permita adelantarnos y predecir qué ocurrirá. Es fundamental reconocer
las señales de alerta de riesgo inminente15 (tabla 4).
Tabla 4.^ĞŹĂůĞƐĚĞĂůĞƌƚĂĚĞƉƌŽďĂďůĞƌŝĞƐŐŽŝŶŵŝŶĞŶƚĞĚĞƐƵŝĐŝĚŝŽ͘
Preparación de documentos necesarios para cuando la persona que intenta el suicidio ya no
ĞƐƚĠ;ŚĂĐĞƌƚĞƐƚĂŵĞŶƚŽ͕ƐƵƐĐƌŝďŝƌƵŶƐĞŐƵƌŽĚĞǀŝĚĂ͙Ϳ͕ĚĞũĂƌůŽƐƉĂƉĞůĞƐĞŶƵŶůƵŐĂƌǀŝƐŝďůĞŽ
de fácil acceso.
ĞƐƉĞĚŝƌƐĞǀĞƌďĂůŵĞŶƚĞ;ƉĂůĂďƌĂƐĂŵĂďůĞƐ͕ĂŐƌĂĚĞĐŝŵŝĞŶƚŽ͕ƉĞƌĚſŶ͙Ϳ͕ĐŽƌƉŽƌĂůŵĞŶƚĞ;ĂďƌĂnjŽƐ͕
ďĞƐŽƐͿŽƉŽƌĞƐĐƌŝƚŽ;ĚĞũĂƌŶŽƚĂŽĐĂƌƚĂ͕ŽŝŶĐůƵƐŽĞŶǀŝĂƌƵŶĞŵĂŝůƋƵĞůĂƉĞƌƐŽŶĂƉƵĞĚĞůĞĞƌĂŶƚĞƐŽ
ĚĞƐƉƵĠƐĚĞůĂĐŽŶƐƵŵĂĐŝſŶĚĞůƐƵŝĐŝĚŝŽͿ͘
,ĂĐĞƌƵŶĂĚĞƐƉĞĚŝĚĂ͕ĐŽŵŽƵŶĂĮĞƐƚĂ͕ŽƵŶŚŽŵĞŶĂũĞ͕ĐŽŵŽƐŝŶŽƐĞĨƵĞƌĂĂǀĞƌĂůĂƉĞƌƐŽŶĂĞŶ
ŵƵĐŚŽƟĞŵƉŽ;ŶƵŶĐĂŵĄƐͿ͕LJŶŽƐĞƟĞŶĞƉůĂŶƚĞĂĚŽǀŝĂũĞƐĚĞƚƌĂďĂũŽŽůĂƌŐĂƐǀĂĐĂĐŝŽŶĞƐ͕ĐĂŵďŝŽƐ
ĚĞĚŽŵŝĐŝůŝŽĂůƵŐĂƌĞƐůĞũĂŶŽƐ͘͘͘
ĞũĂƌĚĞƚŽŵĂƌŵĞĚŝĐĂĐŝŽŶĞƐĞƐĞŶĐŝĂůĞƐ͕ĚĞũĂƌĚĞǀĞƌĂůŽƐŵĠĚŝĐŽƐLJͬŽƚĞƌĂƉĞƵƚĂƐ͘
ZĞŐĂůĂƌ ŽďũĞƚŽƐ ƉĞƌƐŽŶĂůĞƐ͕ ǀĂůŝŽƐŽƐ ĞĐŽŶſŵŝĐĂŵĞŶƚĞ Ž ƐĞŶƟŵĞŶƚĂůŵĞŶƚĞ͕ Ă ƉĞƌƐŽŶĂƐ ŵƵLJ
ĐĞƌĐĂŶĂƐŽƚŽĚŽůŽĐŽŶƚƌĂƌŝŽ;ƉĞƌƐŽŶĂƐĚĞƐĐŽŶŽĐŝĚĂƐ͕ƚƌĂŶƐĞƷŶƚĞƐ͕KE'Ɛ͙Ϳ͘
ƐƚĂĚŽ ĚĞƉƌŝŵŝĚŽ ĐŽŶƐƚĂŶƚĞ ;ƚƌŝƐƚĞnjĂ ĐŽŶƟŶƵĂĚĂ͕ ŽũŽƐ ůůŽƌŽƐŽƐ͕ ĞƐĐŽŶĚĞƌƐĞ ƉĂƌĂ ůůŽƌĂƌ͕
ŚŝƉĞƌĞŵŽƟǀŝĚĂĚ͕ĂƉĂơĂ͕ƉĂƌĂƟŵŝĂ͕ƐĞŶƟŵŝĞŶƚŽƐĚĞŝŶƵƟůŝĚĂĚ͕ďĂũĂĂƵƚŽĞƐƟŵĂ͕ĨĂůƚĂŽĞdžĐĞƐŽĚĞ
ŶĞĐĞƐŝĚĂĚĞƐƉƌŝŵĂƌŝĂƐ;ĂƉĞƟƚŽ͕ƐƵĞŹŽ͙Ϳ͕ƐĞdžƵĂůŝĚĂĚŝŶŚŝďŝĚĂŽƉƌŽŵŝƐĐƵĂ͙
WĂƌĞĐĞƌĐŽŵŽĂƵƐĞŶƚĞĞŶĂĐƟǀŝĚĂĚĞƐŽƌĞƵŶŝŽŶĞƐƋƵĞĂŶƚĞƐůĞŵŽƟǀĂďĂŶ͕ŵŝƌĂĚĂƉĞƌĚŝĚĂ͕ĂƉĂƌĞŶƚĞ
desinterés, dar respuestas extrañas o que parecen incoherentes.
džƉƌĞƐŝŽŶĞƐŝŶĚŝƌĞĐƚĂƐ͕ǀĞƌďĂůĞƐLJŶŽǀĞƌďĂůĞƐƐŽďƌĞůĂĨĂůƚĂĚĞƐĞŶƟĚŽĚĞůĂǀŝĚĂ͕ůĂĨƌĂŐŝůŝĚĂĚĚĞůĂ
ĞdžŝƐƚĞŶĐŝĂŽůĂǀƵůŶĞƌĂďŝůŝĚĂĚƉĞƌƐŽŶĂůĂŶƚĞƐŝƚƵĂĐŝŽŶĞƐĂnjĂƌŽƐĂƐ͙
sĞƌďĂůŝnjĂĐŝŽŶĞƐĚŝƌĞĐƚĂƐƐŽďƌĞƋƵĞŶŽůĞŝŵƉŽƌƚĂƌşĂŵŽƌŝƌƐĞŽƋƵĞŽƚƌĂƐƉĞƌƐŽŶĂƐĞƐƚĂƌşĂŶŵĞũŽƌ
sin él.
ǀŝƐŽƐŽĂŵĞŶĂnjĂƐĚĞŝĚĞĂĐŝſŶƐƵŝĐŝĚĂ͕ƚƌĂƚĂŶĚŽƚĞŵĂƐĚŝƌĞĐƚŽƐŽƉĞƌŝĨĠƌŝĐŽƐĞŶƌĞůĂĐŝſŶĂůĂŵƵĞƌƚĞ͘
ũ͗͘ƐĂĐĂƌĨŽƚŽƐĚĞƵŶĂƉĞƌƐŽŶĂƋƵĞƌŝĚĂĨĂůůĞĐŝĚĂ͕ŚĂďůĂƌĚĞƐƵŵĞĐĂŶŝƐŵŽĚĞŵƵĞƌƚĞ͘
ĐĐĞƐŽ Ă ĂƌŵĂƐ ĚĞ ĨƵĞŐŽ͕ ŵĞĚŝĐĂĐŝŽŶĞƐ Ă ĚŽƐŝƐ ƚſdžŝĐĂƐ Ž ĐƵĂůƋƵŝĞƌ ŽƚƌŽ ŵĞĚŝŽ ƋƵĞ ƉƵĞĚĂ ƐĞƌ
empleado para el suicidio.
ŽŶĚƵĐƚĂƐĐŽŶĐŝĞƌƚŽşŶĚŝĐĞĚĞĚĞƐĐŽŶƚƌŽů͕ĐŽŵŽŝŶŐĞƐƚĂĞůĞǀĂĚĂĚĞĂůĐŽŚŽů;ĐƵĂŶĚŽĂŶƚĞƐŶŽůŽ
ŚĂďşĂŚĞĐŚŽͿ͘
ƉĂƌĞŶƚĞLJƐƷďŝƚĂŵĞũŽƌşĂĚĞƐƵĞƐƚĂĚŽĂŶşŵŝĐŽ;ƐƵĞůĞĂƉĂƌĞĐĞƌĐƵĂŶĚŽƟĞŶĞƵŶƉůĂŶLJĂĞůĂďŽƌĂĚŽ
LJƐĞƐŝĞŶƚĞĂůŝǀŝĂĚŽƉŽƌƐĂďĞƌĐſŵŽůŽǀĂĂƉŽŶĞƌĞŶƉƌĄĐƟĐĂͿ͘
ŶŝǀĞƌƐĂƌŝŽƐĚĞĨĂůůĞĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞƉĞƌƐŽŶĂƐĐĞƌĐĂŶĂƐŽĨĞĐŚĂƐƐŝŐŶŝĮĐĂƟǀĂƐĞŶƵŶĨƵƚƵƌŽĐĞƌĐĂŶŽ͘

Fuente:ĚĂƉƚĂĚŽĚĞ:ŝŵĠŶĞnjWŝĞƚƌŽƉĂŽůŽ͕ϮϬϭϮ15 y NAMI16.

Una forma efectiva de reducir las tasas de suicidio es mejorar la capacidad de los
médicos de atención primaria en reconocer y tratar los trastornos mentales.
Hablar de suicidio con los pacientes en los que se detecte o que comuniquen ideación
suicida puede aliviar su ansiedad y contribuir a que se sientan mejor comprendidos, sin
que ello aumente el riesgo de desencadenar una conducta suicida. También hay que tener
en cuenta que el que un paciente hable sobre el suicidio no elimina la posibilidad de que
lo cometa17.
Hay situaciones en las que las personas pueden recibir ayuda sin que la persona que
ayuda sepa realmente que está contribuyendo a ayudar. A continuación se muestra una
KLVWRULDTXHUHÀHMDFyPRVHYDJHVWDQGRHOULHVJRHQXQDDGROHVFHQWHDGXOWDMRYHQ

275
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

ůĚşĂϭϭĚĞŶŽǀŝĞŵďƌĞĚĞϭϵϵϳ͕sĞƌŽŶŝŬĂĚĞĐŝĚŝſ͕ƋƵĞŚĂďşĂͲƉŽƌĮŶͲůůĞŐĂĚŽĞůŵŽŵĞŶƚŽĚĞŵĂƚĂƌƐĞ͘
>ŝŵƉŝſĐƵŝĚĂĚŽƐĂŵĞŶƚĞƐƵĐƵĂƌƚŽ͕ĂůƋƵŝůĂĚŽĞŶƵŶĐŽŶǀĞŶƚŽĚĞŵŽŶũĂƐ͕ĂƉĂŐŽůĂĐĂůĞĨĂĐĐŝſŶ͕ƐĞ
cepilló los dientes y se echó a la cama.
Ŷ ůĂ ŵĞƐŝƚĂ ĚĞ ŶŽĐŚĞ ĐŽůŽĐſ ůĂƐ ĐƵĂƚƌŽ ĐĂũĂƐ ĚĞ ƉĂƐƟůůĂƐ ƉĂƌĂ ĚŽƌŵŝƌ͘ Ŷ ǀĞnj ĚĞ ƚƌŝƚƵƌĂƌůĂƐ LJ
ŵĞnjĐůĂƌůĂƐ ĐŽŶ ĂŐƵĂ͕ ƌĞƐŽůǀŝſ ƚŽŵĄƌƐĞůĂƐ ƵŶĂ Ă ƵŶĂ͕ LJĂ ƋƵĞ ĞdžŝƐƚĞ ƵŶĂ ŐƌĂŶ ĚŝƐƚĂŶĐŝĂ ĞŶƚƌĞ ůĂ
ŝŶƚĞŶĐŝſŶLJĞůĂĐƚŽLJĞůůĂƋƵĞƌşĂƚĞŶĞƌůĂůŝďĞƌƚĂĚĚĞĂƌƌĞƉĞŶƟƌƐĞĂŵĞĚŝŽĐĂŵŝŶŽ͘DŝĞŶƚƌĂƐ͕ĐŽŶĐĂĚĂ
ƉĂƐƟůůĂƋƵĞĞŶŐƵůůşĂƐĞƐĞŶơĂŵĄƐĐŽŶǀĞŶĐŝĚĂ͗ĂůĐĂďŽĚĞĐŝŶĐŽŵŝŶƵƚŽƐůĂƐĐĂũĂƐĞƐƚĂďĂŶǀĂĐşĂƐ͘
ŽŵŽ ŶŽ ƐĂďşĂ ĞdžĂĐƚĂŵĞŶƚĞ ĐƵĄŶƚŽ ƟĞŵƉŽ ƚĂƌĚĂƌşĂ ĞŶ ƉĞƌĚĞƌ ůĂ ĐŽŶĐŝĞŶĐŝĂ͕ ƐĞ ŚĂďşĂ ůůĞǀĂĚŽ Ă
ůĂĐĂŵĂƵŶĂƌĞǀŝƐƚĂĨƌĂŶĐĞƐĂ͕,ŽŵŵĞ͕ŶƷŵĞƌŽĚĞĂƋƵĞůŵĞƐ͕ƌĞĐŝĠŶůůĞŐĂĚĂĂůĂďŝďůŝŽƚĞĐĂĚŽŶĚĞ
ƚƌĂďĂũĂďĂ͘^ŝďŝĞŶŶŽƚĞŶşĂĞƐƉĞĐŝĂůŝŶƚĞƌĠƐƉŽƌůĂŝŶĨŽƌŵĄƟĐĂ͕ĂůŚŽũĞĂƌůĂƌĞǀŝƐƚĂƐĞƚŽƉſĐŽŶƵŶ
ĂƌơĐƵůŽ ƐŽďƌĞ ƵŶ ũƵĞŐŽ ƉĂƌĂ ĐŽŵƉƵƚĂĚŽƌĂ ;ͲƌŽŵ ĐŽŵŽ ůŽ ůůĂŵĂŶͿ͕ ĐƌĞĂĚŽ ƉŽƌ WĂŽůŽ ŽĞůŚŽ͕
ĞƐĐƌŝƚŽƌďƌĂƐŝůĞŹŽ͕ĂůƋƵĞŚĂďşĂƚĞŶŝĚŽůĂŽƉŽƌƚƵŶŝĚĂĚĚĞĐŽŶŽĐĞƌĞŶƵŶĂĐŽŶĨĞƌĞŶĐŝĂ͕ĞŶĐĂĨĠĚĞů
hotel Gran Unión. Ambos habían intercambiado algunas palabras y ella acabó siendo invitada a
comer por el editor de Coelho. (…)
DŝĞŶƚƌĂƐĞƐƉĞƌĂďĂůĂŵƵĞƌƚĞĐŽŵĞŶnjſĂůĞĞƌ͕ƉƵĞƐ͕ƐŽďƌĞŝŶĨŽƌŵĄƟĐĂ͕ŵĂƚĞƌŝĂƉŽƌůĂƋƵĞŶŽƐĞŶơĂ
ĞůŵĄƐŵşŶŝŵŽŝŶƚĞƌĠƐ͕ůŽĐƵĂůŶŽĚĞƐĚĞĐşĂĚĞƚŽĚŽůŽƋƵĞŚĂďşĂŚĞĐŚŽůĂǀŝĚĂĞŶƚĞƌĂ͕ďƵƐĐĂŶĚŽ
siempre lo más fácil o al alcance de la mano.

;WĂŽůŽŽĞůŚŽ͘sĞƌŽŶŝŬĂĚĞĐŝĚĞŵŽƌŝƌ18Ϳ͘

Crisis suicida en menores

La conducta suicida en la infancia y en la adolescencia se ha convertido en las úl-


timas décadas en un importante problema de salud mental, por el incremento que está
experimentando, la repercusión emocional asociada a la muerte del joven y los costes
económicos y sociales que comporta.
En los menores pueden aparecer crisis suicidas fruto en parte de la impulsividad de la
edad, en la adolescencia, por ejemplo. Por otro lado no se han desarrollado habilidades
de autocontrol, que amortigüen, mitiguen o minimicen el malestar latente.
En muchos casos se siguen etiquetando como accidentes lo que son suicidios (esto
ocurre también en los adultos pero en los menores es más patente que se emplee la eti-
queta de “accidente” ante lo que podría ser un suicidio).
El suicidio consumado es poco frecuente antes de los 12 años, pero hay algunos casos
que indican suicidios a los 7 años19/DVGL¿FXOWDGHVVHSODQWHDQSRUTXHHQODLQIDQFLDHO
concepto de muerte no está completamente adquirido. En el niño aparecen aspectos similares
DORVGHODGROHVFHQWHSODQL¿FDFLyQPpWRGRVGHSUHVLyQSHUFHSFLyQGHODPXHUWH\HOKHFKR
de que se trate de un proceso prolongado y no un acto impulsivo o manipulativo. Las causas
VRQYDULDGDVSHURSXHGHQWHQHUUHODFLyQFRQGL¿FXOWDGHVHVFRODUHVIDPLOLDUHVGHUHODFLRQHV
interpersonales (amigos, compañeros, etc.). Las implicaciones en el duelo y su elaboración
son evidentes.
La adolescencia es una etapa compleja de la vida que puede facilitar la conducta sui-
cida por varios motivos: propensión a tener estados depresivos, el cúmulo de cambios
corporales, y psicológicos, que pueden colocar al adolescente en una situación de cierto
GHVFRQWUROIRFDOL]DUKDFLDVtPLVPRODVWHQGHQFLDVDJUHVLYDV\DXWRGHVWUXFWLYDV \ODVGL¿-
cultades para su aceptación o integración en la imagen corporal), una tendencia a reaccio-
nar impulsivamente actuando (y sobreactuando), más que razonando ante las situaciones
que le frustran, le decepcionan y le hacen sufrir (como puede ser un desengaño amoroso,
una mala nota en el instituto, etc.).

276
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

2WUDVYHFHVDSDUHFHQGL¿FXOWDGHV SHUVRQDOHV\IDPLOLDUHV GHDVXPLUODSURSLDRULHQ-


tación sexual; por ejemplo, la homosexualidad puede convertirse en un factor de riesgo
de comportamientos suicidas20.
La multitud de estresores a la que está sometido un adolescente puede precipitar
XQDFULVLVVXLFLGDIUDFDVRVFRWLGLDQRVVHFUHWRVLQFRQIHVDEOHVGL¿FXOWDGHVHQHOHMHUFL-
cio de la sexualidad (disfunciones sexuales por inexperiencia, embarazos no deseados,
DEXVRVVH[XDOHVUHODFLRQHVVH[XDOHVQRFRQVHQWLGDVSHURWROHUDGDVSRUEHQH¿FLRVVH-
cundarios asociados), deseos de agradar y ser aceptado/a que no llegan a alcanzarse,
rechazo por parte del grupo de iguales, acoso y bullying, rivalidades, impacto de la
enfermedad y de otras muertes en la familia o el entorno (deseadas o no). En ocasio-
nes, el papel de los padres en el acompañamiento del miedo y la incertidumbre puede
tener una función moduladora (o todo lo contrario, precipitante de la crisis). Lo mismo
se puede decir del entorno escolar y del papel de los profesores, educadores y demás
miembros del entorno educativo.
También hay una serie de valores que pueden ejercer de efecto protector: la amistad,
la vida, la comunicación, el apoyo de otros; y un antídoto para poder hablar de la muerte
y saber gestionar el miedo, los sentimientos encontrados, la ambivalencia, etc.
Por lo tanto, en la evaluación de la conducta suicida de niños y adolescentes hay que
tener en cuenta5:

- Grado de consumación del intento de suicidio.


- Estresores que pueden aumentar la ideación, el riesgo o la probabilidad de repetición.
- Concepción del niño sobre la muerte o el morir.
- Historia familiar de suicidios.
- Nivel de impulsividad y control de impulsos.
- Intentos previos. Características de los mismos.
- Destrezas, recursos y problemas de manejo del niño o adolescente.
- Riesgo de acciones suicidas.
- $FWLWXGHVGHORVRWURVVLJQL¿FDWLYRVKDFLDHOVXLFLGLRODPXHUWHRHOPRULU
- $FWLWXGHVGHORVRWURVVLJQL¿FDWLYRVSDUDVROLFLWDURUHFLELUD\XGDH[WHUQD

Hay un capítulo en este mismo manual sobre las conductas suicidas en la infancia y
adolescencia en donde se puede profundizar en estos y otros aspectos.

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA CON LA PERSONA EN CRISIS SUICIDA


Cuando una persona necesita ser atendida se establece lo que ha dado en denominarse
5HODFLyQGH$\XGDTXHSXHGHGH¿QLUVHFRPRXQHQFXHQWURSHUVRQDOHQWUHXQDSHUVRQD
TXHSLGHD\XGD SDUDPRGL¿FDUDOJXQRVDVSHFWRVGHVXPRGRGHSHQVDUVHQWLU\DFWXDU 
y otra persona que quiere ayudarle, dentro de un marco interpersonal adecuado. En estas
FLUFXQVWDQFLDVVHGH¿QHXQD\XGDQWH DJHQWHGHD\XGDSVLFyORJRWHUDSHXWD« \XQD\X-
dando o ayudado (persona que solicita la ayuda).
La valoración psicológica en situaciones se torna difícil debido a las condiciones en que
debe realizarse, a la poca información con que se cuenta en muchas ocasiones y a que un
porcentaje alto de las ocasiones es prioritario atender a los síntomas más que a la evolución

277
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

de las causas que han desencadenado la crisis. En una evaluación de la crisis debe tomarse
en cuenta el precipitante o desencadenante de la crisis: situación, persona, etc.

hŶĚşĂ͕ĐƵĂŶĚŽĞƌĂĞƐƚƵĚŝĂŶƚĞĚĞƐĞĐƵŶĚĂƌŝĂ͕ǀŝĂƵŶĐŽŵƉĂŹĞƌŽĚĞŵŝĐůĂƐĞĐĂŵŝŶĂŶĚŽĚĞƌĞŐƌĞƐŽ
ĂƐƵĐĂƐĂ͘^ĞůůĂŵĂďĂ<LJůĞ͘/ďĂĐĂƌŐĂŶĚŽƚŽĚŽƐƐƵƐůŝďƌŽƐLJƉĞŶƐĠ͗"¿Por qué se estará llevando a su
casa todos los libros el viernes? ¡Debe ser un "nerd"!
zŽ LJĂ ƚĞŶşĂ ƉůĂŶĞƐ ƉĂƌĂ ƚŽĚŽ Ğů ĮŶ ĚĞ ƐĞŵĂŶĂ͗ ĮĞƐƚĂƐ LJ ƵŶ ƉĂƌƟĚŽ ĚĞ ĨƷƚďŽů ĐŽŶ ŵŝƐ ĂŵŝŐŽƐ Ğů
ƐĄďĂĚŽƉŽƌůĂƚĂƌĚĞ͕ĂƐşƋƵĞŵĞĞŶĐŽŐşĚĞŚŽŵďƌŽƐLJƐĞŐƵşŵŝĐĂŵŝŶŽ͘DŝĞŶƚƌĂƐĐĂŵŝŶĂďĂ͕ǀŝĂƵŶ
ŵŽŶƚſŶĚĞĐŚŝĐŽƐĐŽƌƌŝĞŶĚŽŚĂĐŝĂĠů͕ĐƵĂŶĚŽůŽĂůĐĂŶnjĂƌŽŶ͕ůĞƟƌĂƌŽŶƚŽĚŽƐƐƵƐůŝďƌŽƐLJůĞŚŝĐŝĞƌŽŶ
ƵŶĂnjĂŶĐĂĚŝůůĂƋƵĞůŽƟƌſĂůƐƵĞůŽ͘sŝƋƵĞƐƵƐĂŶƚĞŽũŽƐ;ŐĂĨĂƐͿǀŽůĂƌŽŶLJĐĂLJĞƌŽŶĞŶĞůƉĂƐƚŽĐŽŵŽ
ĂƚƌĞƐŵĞƚƌŽƐĚĞĠů͘DŝƌſŚĂĐŝĂĂƌƌŝďĂLJƉƵĚĞǀĞƌƵŶĂƚƌĞŵĞŶĚĂƚƌŝƐƚĞnjĂĞŶƐƵƐŽũŽƐ͘DŝĐŽƌĂnjſŶƐĞ
ĞƐƚƌĞŵĞĐŝſ͕ĂƐşƋƵĞĐŽƌƌşŚĂĐŝĂĠůŵŝĞŶƚƌĂƐŐĂƚĞĂďĂďƵƐĐĂŶĚŽƐƵƐĂŶƚĞŽũŽƐ;ŐĂĨĂƐͿ͘
sŝůĄŐƌŝŵĂƐĞŶƐƵƐŽũŽƐ͘>ĞĂĐĞƌƋƵĞĂƐƵƐŵĂŶŽƐƐƵƐĂŶƚĞŽũŽƐ;ŐĂĨĂƐͿLJůĞĚŝũĞ͗"¡Esos chicos son unos
ƚĂƌĂĚŽƐ͕ŶŽĚĞďĞƌşĂŶŚĂĐĞƌĞƐƚŽ͊Η͘DĞŵŝƌŽLJŵĞĚŝũŽ͗Η͋,ŽůĂ͕ŐƌĂĐŝĂƐ͊Η,ĂďşĂƵŶĂŐƌĂŶƐŽŶƌŝƐĂĞŶ
ƐƵĐĂƌĂ͖ƵŶĂĚĞĞƐĂƐƐŽŶƌŝƐĂƐƋƵĞŵŽƐƚƌĂďĂŶǀĞƌĚĂĚĞƌĂŐƌĂƟƚƵĚ͘
sŝǀşĂĐĞƌĐĂĚĞŵŝĐĂƐĂ͘>ĞƉƌĞŐƵŶƚĠƉŽƌƋƵĠŶŽůŽŚĂďşĂǀŝƐƚŽĂŶƚĞƐLJŵĞĐŽŶƚſƋƵĞƐĞĂĐĂďĂďĂĚĞ
ĐĂŵďŝĂƌĚĞƵŶĂĞƐĐƵĞůĂƉƌŝǀĂĚĂ͘zŽŶƵŶĐĂŚĂďşĂĐŽŶŽĐŝĚŽĂĂůŐƵŝĞŶƋƵĞĨƵĞƌĂĂƵŶĂĞƐĐƵĞůĂƉƌŝǀĂĚĂ͘
ĂŵŝŶĂŵŽƐŚĂƐƚĂĐĂƐĂ͘>ŽĂLJƵĚĠĐŽŶƐƵƐůŝďƌŽƐ͖ƉĂƌĞĐşĂƵŶďƵĞŶĐŚŝĐŽ͘
>ĞƉƌĞŐƵŶƚĠƐŝƋƵĞƌşĂũƵŐĂƌĂůĨƷƚďŽůĞůƐĄďĂĚŽ͕ĐŽŶŵŝŐŽLJŵŝƐĂŵŝŐŽƐ͕LJĂĐĞƉƚŽ͘ƐƚƵǀŝŵŽƐũƵŶƚŽƐƚŽĚŽĞů
ĮŶĚĞƐĞŵĂŶĂ͘DŝĞŶƚƌĂƐŵĄƐĐŽŶŽĐşĂĂ<LJůĞ͕ŵĞũŽƌŶŽƐĐĂşĂ͕ƚĂŶƚŽĂŵşĐŽŵŽĂŵŝƐĂŵŝŐŽƐ͘>ůĞŐſĞůůƵŶĞƐ
ƉŽƌůĂŵĂŹĂŶĂLJĂŚşĞƐƚĂďĂ<LJůĞĐŽŶĂƋƵĞůůĂĞŶŽƌŵĞƉŝůĂĚĞůŝďƌŽƐĚĞŶƵĞǀŽ͘DĞƉĂƌĞLJůĞĚŝũĞ͗Η,ŽůĂ͕
vas a sacar buenos músculos si cargas todos esos libros todos los días". Se rió y me dio la mitad para
ƋƵĞůĞĂLJƵĚĂƌĂ͘ƵƌĂŶƚĞůŽƐƐŝŐƵŝĞŶƚĞƐĐƵĂƚƌŽĂŹŽƐ͕<LJůĞLJLJŽŶŽƐĐŽŶǀĞƌƟŵŽƐĞŶůŽƐŵĞũŽƌĞƐĂŵŝŐŽƐ͘
ƵĂŶĚŽLJĂĞƐƚĄďĂŵŽƐƉŽƌƚĞƌŵŝŶĂƌůĂƐĞĐƵŶĚĂƌŝĂ͕<LJůĞĚĞĐŝĚŝſŝƌĂůĂhŶŝǀĞƌƐŝĚĂĚĚĞ'ĞŽƌŐĞƚŽǁŶ
LJLJŽŝƌşĂĂůĂĚĞƵŬĞ͘^ĂďşĂƋƵĞƐŝĞŵƉƌĞƐĞƌşĂŵŽƐĂŵŝŐŽƐ͕ƋƵĞůĂĚŝƐƚĂŶĐŝĂŶŽƐĞƌşĂƵŶƉƌŽďůĞŵĂ͘
ů ĞƐƚƵĚŝĂƌşĂ ŵĞĚŝĐŝŶĂ LJ LJŽ ĂĚŵŝŶŝƐƚƌĂĐŝſŶ͕ ĐŽŶ ƵŶĂ ďĞĐĂ ĚĞ ĨƷƚďŽů͘ <LJůĞ ĨƵĞ Ğů ŽƌĂĚŽƌ ĚĞ ŶƵĞƐƚƌĂ
ŐĞŶĞƌĂĐŝſŶ͘zŽůŽĐĂƌŐĂďĂƚŽĚŽĞůƟĞŵƉŽĚŝĐŝĞŶĚŽƋƵĞĞƌĂƵŶΗŶĞƌĚΗ͘>ůĞŐſĞůŐƌĂŶĚşĂĚĞůĂ'ƌĂĚƵĂĐŝſŶ͘
ů ƉƌĞƉĂƌſ Ğů ĚŝƐĐƵƌƐŽ͘ zŽ ĞƐƚĂďĂ ĨĞůŝnj ĚĞ ŶŽ ƐĞƌ Ğů ƋƵĞ ƚĞŶşĂ ƋƵĞ ŚĂďůĂƌ͘ <LJůĞ ƐĞ ǀĞşĂ ƌĞĂůŵĞŶƚĞ ďŝĞŶ͘
Era uno de esas personas que realmente se había encontrado a sí mismo durante la secundaria, había
ŵĞũŽƌĂĚŽĞŶƚŽĚŽƐůŽƐĂƐƉĞĐƚŽƐLJƐĞǀĞşĂďŝĞŶĐŽŶƐƵƐĂŶƚĞŽũŽƐ;ŐĂĨĂƐͿ͋͘dĞŶşĂŵĄƐĐŝƚĂƐĐŽŶĐŚŝĐĂƐƋƵĞ
LJŽLJƚŽĚĂƐůŽĂĚŽƌĂďĂŶ͊͋ĂƌĂŵďĂ͊ůŐƵŶĂƐǀĞĐĞƐŚĂƐƚĂŵĞƐĞŶơĂĐĞůŽƐŽ͘͘͘,ŽLJĞƌĂƵŶŽĚĞĞƐŽƐĚşĂƐ͘
WƵĚĞǀĞƌƋƵĞĠůĞƐƚĂďĂŶĞƌǀŝŽƐŽƉŽƌĞůĚŝƐĐƵƌƐŽ͕ĂƐşƋƵĞ͕ůĞĚŝƵŶĂƉĂůŵĂĚŝƚĂĞŶůĂĞƐƉĂůĚĂLJůĞĚŝũĞ͗"Vas a ver
ƋƵĞĞƐƚĂƌĄƐŐĞŶŝĂů͕ĂŵŝŐŽΗ͘DĞŵŝƌŽĐŽŶƵŶĂĚĞĞƐĂƐŵŝƌĂĚĂƐ;ƌĞĂůŵĞŶƚĞĚĞĂŐƌĂĚĞĐŝŵŝĞŶƚŽͿLJŵĞƐŽŶƌŝſ͘
"Gracias"ŵĞĚŝũŽ͘>ŝŵƉŝſƐƵŐĂƌŐĂŶƚĂLJĐŽŵĞŶnjſƐƵĚŝƐĐƵƌƐŽ͗ΗLa Graduación es un buen momento
ƉĂƌĂĚĂƌŐƌĂĐŝĂƐĂƚŽĚŽƐĂƋƵĞůůŽƐƋƵĞŶŽƐŚĂŶĂLJƵĚĂĚŽĂƚƌĂǀĠƐĚĞĞƐƚŽƐĂŹŽƐĚŝİĐŝůĞƐ͗ƚƵƐƉĂĚƌĞƐ͕
ƚƵƐŵĂĞƐƚƌŽƐ͕ƚƵƐŚĞƌŵĂŶŽƐ͕ƋƵŝnjĄĂůŐƷŶĞŶƚƌĞŶĂĚŽƌ͘͘͘ƉĞƌŽƉƌŝŶĐŝƉĂůŵĞŶƚĞĂƚƵƐĂŵŝŐŽƐ͘zŽĞƐƚŽLJ
ĂƋƵşƉĂƌĂĚĞĐŝƌůĞƐĂƵƐƚĞĚĞƐ͕ƋƵĞƐĞƌĂŵŝŐŽĚĞĂůŐƵŝĞŶĞƐĞůŵĞũŽƌƌĞŐĂůŽƋƵĞƉŽĚĞŵŽƐĚĂƌLJƌĞĐŝďŝƌ͕
LJĂƉƌŽƉſƐŝƚŽ͕ůĞƐǀŽLJĂĐŽŶƚĂƌƵŶĂŚŝƐƚŽƌŝĂ͘
zŽ ŵŝƌĂďĂ Ă ŵŝ ĂŵŝŐŽ ŝŶĐƌĠĚƵůŽ͕ ĐƵĂŶĚŽ ĐŽŵĞŶnjſ Ă ĐŽŶƚĂƌ ůĂ ŚŝƐƚŽƌŝĂ ĚĞů ƉƌŝŵĞƌ ̺à ƋƵĞ ŶŽƐ
ĐŽŶŽĐŝŵŽƐ͘ƋƵĞůĮŶĚĞƐĞŵĂŶĂĠůƚĞŶşĂƉůĂŶĞĂĚŽƐƵŝĐŝĚĂƌƐĞ͘,ĂďůſĚĞĐſŵŽůŝŵƉŝſƐƵĂƌŵĂƌŝŽLJ
ƉŽƌƋƵĠůůĞǀĂďĂƚŽĚŽƐƐƵƐůŝďƌŽƐĐŽŶĠů͕ƉĂƌĂƋƵĞƐƵŵĂŵĄŶŽƚƵǀŝĞƌĂƋƵĞŝƌĚĞƐƉƵĠƐĂƌĞĐŽŐĞƌůŽƐĂ
ůĂĞƐĐƵĞůĂ͘DĞŵŝƌĂďĂĮũĂŵĞŶƚĞLJŵĞƐŽŶƌĞşĂ͘
"Afortunadamente fui salvado. Mi amigo me salvó de hacer algo irremediable".
Yo escuchaba con asombro como este apuesto y popular chico contaba a todos ese momento de
ĚĞďŝůŝĚĂĚ͘^ƵƐƉĂĚƌĞƐƚĂŵďŝĠŶŵĞŵŝƌĂďĂŶLJŵĞƐŽŶƌĞşĂŶĐŽŶĞƐĂŵŝƐŵĂƐŽŶƌŝƐĂĚĞŐƌĂƟƚƵĚ͘ZĞĐŝĠŶ
ĞŶĞƐĞŵŽŵĞŶƚŽŵĞĚŝĐƵĞŶƚĂĚĞůŽƉƌŽĨƵŶĚŽĚĞƐƵƐƉĂůĂďƌĂƐ͗
ΗEƵŶĐĂƐƵďĞƐƟŵĞƐĞůƉŽĚĞƌĚĞƚƵƐĂĐĐŝŽŶĞƐ͗ĐŽŶƵŶƉĞƋƵĞŹŽŐĞƐƚŽ͕ƉƵĞĚĞƐĐĂŵďŝĂƌůĂǀŝĚĂĚĞŽƚƌĂ
ƉĞƌƐŽŶĂ͕ƉĂƌĂďŝĞŶŽƉĂƌĂŵĂů͘͟ŝŽƐŶŽƐƉŽŶĞĂĐĂĚĂƵŶŽĨƌĞŶƚĞĂůĂǀŝĚĂĚĞŽƚƌŽƐ͕ƉĂƌĂŝŵƉĂĐƚĂƌůŽƐ
de alguna manera. "Mira a Dios en los demás".
EƵĞǀĂŵĞŶƚĞŐƌĂĐŝĂƐ͕ĞŶƚĂŶƉŽĐŽƟĞŵƉŽĂƋƵşLJLJĂŵĞƐŝĞŶƚŽĐŽŵŽĞŶŵŝĐĂƐĂ͘ǀĞĐĞƐƐŽůŽĐŽŶƵŶĂ
ƉĂůĂďƌĂŽƵŶůŝŶĚŽŐĞƐƚŽůĞŚĂĐĞŵŽƐĞůĚşĂĂŽƚƌŽƐ͘
ĞƐŽƐ͕:ŽLJ͘͟
(Un pequeño gesto.)

278
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

Cuanto más íntima sea la relación y más amenazadoras las circunstancias, más pro-
fundas serán las consecuencias psicológicas21.
Uno de los requisitos para intentar ayudar a una persona en crisis es la disponibilidad
personal. El profesional debe estar localizable dispuesto a invertir tiempo, para ayudar
a resolver la crisis suicida. Esa disponibilidad directa tiene dos funciones importantes3:

- La persona con intencionalidad suicida sabe que tiene a su disposición un profesio-


nal preparado para atender a su petición de ayuda. Para personas que se han sentido
mucho tiempo impotentes y sin ayuda, que alguien se tome tiempo e interés en su
caso, supone una forma importante de ayuda.
- La persona con intencionalidad suicida puede romper su aislamiento; el poder co-
municarse con otros puede impulsarle a aprovechar la oportunidad de expresar sus
propios sentimientos e ideas.

El profesional que actúe con una persona en riesgo suicida debe dirigir a la persona
hacia no tomar una decisión extrema, y esperar a un momento de calma (tras el punto
culminante de la crisis), para examinar soluciones de una manera más tranquila.
Los objetivos iniciales de intervención, pueden incluir, entre otras cuestiones:

- Ofrecer canales alternativos de expresión de la agresividad para reducir las tenden-


cias suicidas.
- Contener o resolver el ansía intensa y el insomnio, cuando están presentes, que
SXHGHQGL¿FXOWDUODWRPDGHGHFLVLRQHVDGHFXDGD
- Ayudar a la persona a reconstruir sus relaciones sociales; si no existen, ayudar a
FUHDURWUDVQXHYDVTXHVHDQVX¿FLHQWHPHQWHVyOLGDV

WƌŝŵĞƌŽƐƵdžŝůŝŽƐWƐŝĐŽůſŐŝĐŽƐ;WWƐͿĞ/ŶƚĞƌǀĞŶĐŝſŶĞŶƌŝƐŝƐ;/ͿĞŶ
conducta suicida

Las atenciones que deben facilitarse a la persona en riesgo suicida en los primeros
momentos son de tipo físico o médico (si ha iniciado el intento y hay daños corporales),
pero también de tipo psicológico.
En ocasiones, cuando el alertante o el primer interviniente facilitan una buena aten-
ción a nivel psicológico, se favorece que la persona se encuentre mejor a nivel físico,
porque hay una conexión directa entre lo corporal y lo mental. Por este motivo, se habla
de lo que son los Primeros Auxilios Psicológicos.
Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAPs) (tablas 5 y 6) son la atención que la va a
prodigar una persona a otra persona en una urgencia. Son los actos o actitudes que se van a
facilitar a una víctima tras una “lesión psicológica”. Hay que tener en cuenta que en la fase
inicial la persona puede estar en fase de shock y puede ser difícil el acercamiento a ella.
Se trata de dotar a las personas con unas habilidades básicas para poder manejar si-
WXDFLRQHVFRQPD\RUVHJXULGDG\H¿FDFLDVHEXVFDD\XGDUDODSHUVRQDVLQROYLGDUTXHHO
VXIULPLHQWRVHSURGXFHHQHOSODQRItVLFR\SVLFROyJLFR/DPD\RUGL¿FXOWDGSDUDSUHVWDU
Primeros Auxilios Psicológicos (PAPs) se encuentra en la disparidad de reacciones que
puede tener una persona en una situación22.

279
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

Tabla 5.ĂƌĂĐƚĞƌşƐƟĐĂƐĚĞůŽƐWWƐ͘
TIPOS DE ATENCIÓN DE PAPS FINES DE LOS PAPs
Apoyo͗ ,ĂĐĞƌ ƐĞŶƟƌ Ă ůĂ ƉĞƌƐŽŶĂ ƋƵĞ ĞƐƚĄ
Aliviar el sufrimiento.
acompañada.
WƌĞǀĞŶŝƌůĂĂƉĂƌŝĐŝſŶĚĞƚƌĂƐƚŽƌŶŽƐƉƐŝĐŽůſŐŝĐŽƐ͘
Escucha͗ LJƵĚĂƌ Ă ĞdžƉƌĞƐĂƌ ƐƵƐ ƚĞŵŽƌĞƐ͕ ƐƵ
ŽŶƚƌŝďƵŝƌĂůƌĞƐƚĂďůĞĐŝŵŝĞŶƚŽİƐŝĐŽ͘
ƉĞŶĂ͕ƐƵƐƐĞŶƟŵŝĞŶƚŽƐ͙
&ĂĐŝůŝƚĂƌůĂƉƌŽŶƚĂƌĞŽƌŐĂŶŝnjĂĐŝſŶĚĞůĂĂĐƟǀŝĚĂĚ͘
Orientación͗ ^ƵŐĞƌŝƌůĞ͕ ĐƵĂŶĚŽ ƐĞ ĞŶĐƵĞŶƚƌĂ
desorientado, qué puede hacer en ese momento.
FASES DE LOS PAPS PRINCIPIOS DE LOS PAPS
ϭ͘ZĞĂůŝnjĂƌĞůĐŽŶƚĂĐƚŽƉƐŝĐŽůſŐŝĐŽ͘ /ED/d͗ĞŶĐƵĂŶƚŽĂƉĂƌĞĐĞŶůĂƐƉƌŝŵĞƌĂƐ
Ϯ͘džĂŵŝŶĂƌůĂƐĚŝŵĞŶƐŝŽŶĞƐĚĞůƉƌŽďůĞŵĂ͘ manifestaciones.
ϯ͘ŶĂůŝnjĂƌƉŽƐŝďůĞƐƐŽůƵĐŝŽŶĞƐ͘ WZKy/D/͗ůŽŵĄƐĐĞƌĐĂƉŽƐŝďůĞĚĞůĐŽŶƚĞdžƚŽ͘
ϰ͘LJƵĚĂƌĂĞũĞĐƵƚĂƌůĂĂĐĐŝſŶĐŽŶĐƌĞƚĂ͘ ^/DW>//͗ĐŽŶƚĠĐŶŝĐĂƐĚĞĐŽŵƵŶŝĐĂĐŝſŶ
breves y sencillas.
ϱ͘^ĞŐƵŝŵŝĞŶƚŽ͘
EKZD>//ME͗ĂLJƵĚĂƌĂůĂƉĞƌƐŽŶĂĂ
comprender que vive una reacción normal ante
un hecho extraordinario.

Fuente: DŽĚŝĮĐĂĚŽĚĞ^ůĂŝŬĞƵ<͕ϮϬϬϬϮϯ.

La herramienta principal a partir de la que se va a hacer la intervención psicológica es


la comunicación, verbal y no verbal. Por ello es muy importante tener buenas habilidades
y estrategias en este sentido, para favorecer el acercamiento a la persona y el manejo de
las situaciones difíciles. La intervención en crisis supone hablar, hablar, hablar, y escu-
char, escuchar, escuchar33DUDTXHHVWDFRPXQLFDFLyQVHDH¿FD]WLHQHQTXHGDUVHORV
siguientes pasos:

1. Escucha activa.
2. Empatía.
3. Refuerzo de conductas adecuadas (inmediato, sincero, concreto, proporcional
a la conducta).
4. (VSHFL¿FDU \ GHVFULELU +DFHU SUHJXQWDV TXH DFODUHQ FRQFUHWDU DVSHFWRV LP-
portantes.
5. &RPSUREDUFRPSUHVLyQ UHVXPLUSDUDYHUL¿FDUGHYROYHUORHQWHQGLGR 

Para poder aplicar todo esto y pormenorizarlo mejor, este autor plantea un modelo
de entrevista psicológica con los aspectos que recomienda hacer y no hacer23 (tabla 7).
La intervención en crisis puede aplicarse de dos maneras o en dos ámbitos dife-
renciados:

- La intervención urgente realizada, en el mismo lugar en que tiene lugar la crisis


(sin las comodidades que brinda un despacho). Se lleva a cabo en un primer
contacto con la persona que atraviesa la situación crítica. En muchos casos se
LGHQWL¿FDFRQORVSULPHURVDX[LOLRVSVLFROyJLFRVSHURIUHFXHQWHPHQWHVHWUDWD
de una intervención especializada que llevan a cabo psicólogos formados en el
área. En algunos casos se convierte en una intervención única con la persona
afectada.

280
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

Tabla 6.ĐƚƵĂĐŝŽŶĞƐƉƐŝĐŽƚĞƌĂƉĠƵƟĐĂƐĞŶůĂƐĚŝǀĞƌƐĂƐĨĂƐĞƐĚĞWWƐ͘
COMPONENTE COMPORTAMIENTO DEL ASISTENTE OBJETIVOS
ϭͲZĞĂůŝnjĂƌ Invitar al paciente a hablar Que el paciente se sienta
el contacto ƐĐƵĐŚĂƌůŽƐŚĞĐŚŽƐLJƐĞŶƟŵŝĞŶƚŽƐ͘ comprendido y apoyado.
psicológico Reducida intensidad del
^ŝŶƚĞƟnjĂƌͬƌĞŇĞũĂƌůŽƐŚĞĐŚŽƐͬƐĞŶƟŵŝĞŶƚŽƐ͘
aturdimiento emocional.
ĨĞĐƚƵĂƌĚĞĐůĂƌĂĐŝŽŶĞƐĞŵƉĄƟĐĂƐ͘
ZĞĂĐƟǀĂĐŝſŶĚĞůĂƐ
Interés por comunicarse. capacidades de resolución
dŽĐĂƌͬĂďƌĂnjĂƌİƐŝĐĂŵĞŶƚĞ͘ de problemas.
ϮͲdžĂŵŝŶĂƌůĂƐ /ŶĚĂŐĂƌƐŽďƌĞW^K/ED/dK͗ KZE:hZ1/K͗
dimensiones ͳ Incidente precipitante, funcionamiento previo Necesidades inmediatas
del problema. ;ŽŶĚƵĐƚƵĂů͕ĨĞĐƟǀŽ͕^ŽŵĄƟĐŽ͕/ŶƚĞƌƉĞƌƐŽŶĂů͕ Necesidades posteriores
ŽŐŶŽƐĐŝƟǀŽͿ^/
ͳ /ŶĚĂŐĂƌƐŽďƌĞWZ^Ed͗
ͳ &ƵŶĐŝŽŶĂŵŝĞŶƚŽ^/;ĨŽƌƚĂůĞnjĂƐLJĚĞďŝůŝĚĂĚĞƐͿ
ͳ ZĞĐƵƌƐŽƐƉĞƌƐŽŶĂůĞƐ;ŝŶƚĞƌŶŽƐͿLJƐŽĐŝĂůĞƐ
;ĞdžƚĞƌŶĂƐͿ
/ŶĚĂŐĂƌƐŽďƌĞ&hdhZK/ED/dK͗
ͳ Decisiones inminentes
ϯͲŶĂůŝnjĂƌ WƌĞŐƵŶƚĂƌůŽƋƵĞĞůƉĂĐŝĞŶƚĞŚĂŝŶƚĞŶƚĂĚŽŚĂƐƚĂ /ĚĞŶƟĮĐĂƌƵŶĂŽŵĄƐ
posibles ahora. soluciones para las
soluciones. Examinar lo que el paciente podría hacer ahora. necesidades inmediatas y
posteriores.
WƌŽƉŽŶĞƌŶƵĞǀĂƐĂůƚĞƌŶĂƟǀĂƐ͗ŶƵĞǀŽ
ĐŽŵƉŽƌƚĂŵŝĞŶƚŽ͕ƌĞĚĞĮŶŝĐŝſŶĚĞůƉƌŽďůĞŵĂ͕
cambio ambiental
ϰͲƐŝƐƟƌĞŶ ACTITUD FACILITADORA. Ejecutar soluciones
la ejecución ƵĂŶĚŽůĂůĞƚĂůŝĚĂĚĞƐďĂũĂLJůĂƉĞƌƐŽŶĂĞƐĐĂƉĂnj inmediatas, planteadas
de la acción ĚĞĂĐƚƵĂƌĞŶƐƵƉƌŽƉŝŽďĞŶĞĮĐŝŽ͘ ƉĂƌĂƐĂƟƐĨĂĐĞƌůĂƐ
concreta necesidades inmediatas
ACTITUD DIRECTIVA.
ƵĂŶĚŽůĂůĞƚĂůŝĚĂĚĞƐĂůƚĂLJůĂƉĞƌƐŽŶĂŶŽĞƐĐĂƉĂnj
ĚĞĂĐƚƵĂƌĞŶƐƵƉƌŽƉŝŽďĞŶĞĮĐŝŽ͘
ϱͲZĞĂůŝnjĂƌĞů ƐĞŐƵƌĂƌůĂŝĚĞŶƟĮĐĂĐŝſŶĚĞŝŶĨŽƌŵĂĐŝſŶ ƐĞŐƵƌĂƌƐĞĚĞůĂ
seguimiento. Examinar los posibles procedimientos, para el retroalimentación en las
ƐĞŐƵŝŵŝĞŶƚŽ͘ ϯƐƵďŵĞƚĂƐĚĞůŽƐWWƐ͗
apoyo recibido, reducción
Establecer un convenio para recontactar. de la mortalidad, enlace
con otros recursos.
Poner en movimiento
ůĂƐŝŐƵŝĞŶƚĞĨĂƐĞĐŽŶ
movimientos posteriores.

Fuente: DŽĚŝĮĐĂĚŽĚĞ^ůĂŝŬĞƵ<͕ϮϬϬϬϮϯ.

- La intervención que tiene lugar con un formato más parecido a lo que podría lla-
marse psicoterapia breve. Se realiza en condiciones similares y con un encuadre
similar al de otras intervenciones psicológicas (en un despacho o lugar acondicio-
nado, con la aplicación de técnicas diagnósticas estandarizadas). Suelen realizarse
varias sesiones, generalmente menos de diez.

281
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

Figura 2: WƌŝŵĞƌŽƐƵdžŝůŝŽƐWƐŝĐŽůſŐŝĐŽƐ͗ĐŽŶĐĞƉƚƵĂůŝnjĂĐŝſŶ͘

Fuente: Elaboración propia.

La IC debe llevarse a cabo desde una actuación multiprofesional y pluriinstitucional,


con diferentes planteamientos y formas de trabajar ante la emergencia24, debido a la gra-
vedad de los cuadros clínicos en estas situaciones, el número de personas involucradas y
afectadas, la presencia de la situación crítica en cualquier lugar y la peligrosidad que se
puede derivar de la intervención en algunos cuadros.
Desde una perspectiva comunitaria las características básicas de la Intervención en
crisis son25:

- Inmediatez de la respuesta.
- Carácter preventivo.
- Intervención lo más cercana posible al entorno habitual de la persona.
- &RQ¿DQ]DHQORVUHFXUVRVGHOLQGLYLGXR\GHVXUHGVRFLDO
- Coordinación con otros servicios asistenciales y sociales.
- Conveniencia de incorporar estrategias de intervención domiciliaria: desde los pri-
meros momentos de la crisis, como técnica de apoyo y mejor manejo de la situación.

282
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

Tabla 7:ŽŵƉŽŶĞŶƚĞƐĚĞůŽƐWƌŝŵĞƌŽƐƵdžŝůŝŽƐWƐŝĐŽůſŐŝĐŽƐĞŶ/ŶƚĞƌǀĞŶĐŝſŶĞŶĐƌŝƐŝƐ͘
FASES DE LA ENTREVISTA QUÉ HACER QUÉ NO HACER
Escuchar con cuidado. Contar su propia historia.
CONTACTO ZĞŇĞũĂƌƐĞŶƟŵŝĞŶƚŽƐLJŚĞĐŚŽƐ /ŐŶŽƌĂƌŚĞĐŚŽƐŽƐĞŶƟŵŝĞŶƚŽƐ͘
Comunicar aceptación. :ƵnjŐĂƌŽƚŽŵĂƌƉĂƌƟĚŽ͘
&ŽƌŵƵůĂƌƉƌĞŐƵŶƚĂƐĂďŝĞƌƚĂƐ͘ WƌĞŐƵŶƚĂƐĐĞƌƌĂĚĂƐ͘
/DE^/KE^>
Pedir a la persona concreción. WĞƌŵŝƟƌĂďƐƚƌĂĐĐŝŽŶĞƐ͘
WZK>D
Evaluar la mortalidad. /ŐŶŽƌĂƌƐŝŐŶŽƐĚĞƉĞůŝŐƌŽ͘
ƐƟŵƵůĂƌůĂŝŶƐƉŝƌĂĐŝſŶƐƷďŝƚĂ͘ WĞƌŵŝƟƌůĂǀŝƐŝſŶĚĞƚƷŶĞů͘
Abordar directamente los Dejar obstáculos inexplorados.
WK^/>^^K>h/KE^
obstáculos. dŽůĞƌĂƌƵŶĂŵĞnjĐůĂĚĞ
Establecer prioridades. necesidades.
Intentar resolver todo ahora.
dŽŵĂƌƵŶĂŵĞĚŝĚĂĂƵŶƟĞŵƉŽ͘
WĞŶƐĂƌĂůĂƌŐŽƉůĂnjŽ͘
ƐƚĂďůĞĐĞƌŽďũĞƟǀŽƐĞƐƉĞĐşĮĐŽƐĂ
ACCION CONCRETA ĐŽƌƚŽƉůĂnjŽ͘ ^ĞƌơŵŝĚŽ͘
Confrontar cuando sea necesario. Retraerse de tomar la
responsabilidad cuando sea
^ĞƌĚŝƌĞĐƟǀŽƐŽůŽƐŝĞƐŶĞĐĞƐĂƌŝŽ͘
necesario.
ZĞĂůŝnjĂƌƵŶĐŽŶƚƌĂƚŽƉĂƌĂĞů
Dejar detalles al aire.
SEGUIMIENTO recontacto.
ĞũĂƌůĂĞǀĂůƵĂĐŝſŶĂĂůŐƵŝĞŶ͘
Evaluar etapas de acción.

Fuente:DŽĚŝĮĐĂĚŽĚĞ^ůĂŝŬĞƵ<͕ϮϬϬϬϮϯ͘

El objetivo general de la Intervención en crisis es facilitar que el paciente pueda es-


tablecer un nuevo modo de funcionamiento psicológico, interpersonal y social26. La IC
podría entenderse como una ayuda para llevar a cabo con éxito un proceso que el sujeto
ha iniciado como consecuencia misma de la crisis, por lo que se pretendería facilitar el
proceso.
Se trata de facilitar un adecuado enfrentamiento a la situación crítica, evitando
la desorganización y generando estrategias de afrontamiento ante situaciones po-
tencialmente generadoras de estrés. Sería devolver a la persona al nivel de funcio-
namiento previo a la crisis, con nuevos y mejores recursos para el enfrentamiento a
nuevos sucesos vitales.
La intervención en crisis también es un mecanismo de prevención. Al realizar la
intervención en las personas que tienen una crisis psicológica, no sólo estamos in-
terviniendo sino que también hacemos prevención, al reducir los efectos debilitantes
de la crisis, ofreciendo una posibilidad de mayor adaptabilidad al suceso o cuadro
clínico27.
Se plantean 4 tareas de resolución de la crisis23:

1. Supervivencia física de las secuelas de la crisis.


2. Expresión de los sentimientos relacionados con la crisis.
3. Dominio cognoscitivo de la experiencia completa.
4. Los ajustes conductuales /interpersonales que se requieren para la vida futura.

283
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

Pero vamos a centrarnos en los aspectos más prácticos de lo que implica la interven-
ción en crisis, primero en los aspectos de intervención general y luego iremos concretan-
GRHQORTXHVHUH¿HUHDODFRQGXFWDVXLFLGD
Las premisas de intervención en crisis, que pueden ser una guía general de actua-
ción28:

- /DVHPHUJHQFLDVSVLFROyJLFDVQRVRQWDQSDOSDEOHVFRPRODVVDQLWDULDV/DDWHQFLyQ
HQFULVLVSXHGHQRWHQHUXQRVHIHFWRVWDQREYLRVHLQPHGLDWRV
- /DVOHVLRQHVHPRFLRQDOHVVRQWDQUHDOHV\WDQVHULDVFRPRODVItVLFDV
- Casi toda persona implicada en una situación crítica experimentará algún tipo de
DOWHUDFLyQHPRFLRQDO
- 7RGRVWHQHPRVXQSXQWRGHUXSWXUD
- /DSHUVRQDWLHQHGHUHFKRDVHQWLUVHFRPRVHVLHQWH
- 1DGLHHOLJHHVWDUDOWHUDGRHPRFLRQDOPHQWHHQXQDVLWXDFLyQFUtWLFD
- /DVSHUVRQDVWLHQHQPiVUHFXUVRV\UHVLVWHQFLDSVLFROyJLFDGHORTXHDSDUHQWDQ

La intervención debe realizarse de manera individual, con una relación de apoyo y


GHFRPSUHQVLyQSHURQXQFDGHVREUHSURWHFFLyQ(VFRQYHQLHQWHGLDORJDUDFHUFDGHVXV
VHQWLPLHQWRVGHIUDFDVRGHVHVSHUDQ]D\VXVSUHRFXSDFLRQHV
(OWHUDSHXWDQRGHEHVHQWLUVHLQFyPRGRFRQHOSDFLHQWHGLVFXWLHQGRVXLGHDGHPXHUWH
\ODVFLUFXQVWDQFLDVUHODFLRQDGDVFRQHOVXLFLGLR'HEHGDUVHHOPi[LPRDXWRFRQWUROSRU
parte del psicólogo interviniente (en cuanto a su reacción emocional ante el paciente, los
pensamientos automáticos, interpretaciones precipitadas, conducta verbal y no verbal,
FRPHQWDULRVDOSDFLHQWHHQORVSULPHURVPRPHQWRV (VLPSRUWDQWHHVWDEOHFHUXQDDOLDQ-
]DWHUDSpXWLFDTXHGpFRQ¿DQ]DDOSDFLHQWHSDUDKDEODUOLEUHPHQWH
(VWUDWHJLDVJHQHUDOHVGHLQWHUYHQFLyQHQFULVLV29:

- 2IUHFHUD\XGDDFWLYDHLQPHGLDWDPHQWH
- Proporcionar apoyo psicológico: escuchar, estar a mano y compartir las experien-
FLDVWUDXPiWLFDV
- 'DULPDJHQGHWUDQTXLOLGDGSHUFLELUiODVLWXDFLyQFRPRPHQRVDPHQD]DQWHVLGD-
PRVODLPSUHVLyQGHTXHWRGRHVWiEDMRFRQWURO\VLHQWHTXHHVWiHQEXHQDVPDQRV
- 7UDVODGDUDODYtFWLPDDXQOXJDUFDOPDGR3UHJXQWDUDORVIDPLOLDUHV
- Pedir permiso: ¿Quieres contarme lo que te ha pasado?
- (VWDUSUHSDUDGRSDUDLQYHUWLUWLHPSRFRQODYtFWLPD
- 0RVWUDUFRQ¿DQ]DHQODKDELOLGDGGHODSHUVRQDSDUDVXSHUDUODVLWXDFLyQ
- 1XQFDDVXPLUTXHHVLPSRVLEOHFRPXQLFDUVHFRQDOJXLHQKDVWDKDEHUORLQWHQWDGR
- Cuidar la acogida: Tratar con respeto,
- 3UHVHQWDUVHFRPRDJHQWHGHD\XGDSUHJXQWDUOHVXQRPEUH\WUDWDUOHSRUVXQRPEUH
- 1RMX]JDUORTXHQRVGLFHVHJ~QQXHVWURFyGLJRGHYDORUHV
- 8WLOL]DUXQWRQRGHYR]DGHFXDGRDODSHUVRQD\FDSDFLGDGFRJQLWLYD
- Mantenerse al mismo nivel que la otra persona: los dos sentados o de pie (para no
SHUGHUFRPXQLFDFLyQQRYHUEDO 
- 'LVPLQXLUORVVHQWLPLHQWRVGHLQGHIHQVLyQ\GHVHVSHUDQ]D
- 'HGLFDUPiVWLHPSRDHVFXFKDUTXHDKDEODU

284
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

- Empatizar: Ponerse en el lugar de la otra persona a nivel cognitivo y emocional.


- Hacer preguntas abiertas.
- 'DU LQIRUPDFLyQ FODUD VHQFLOOD \ VX¿FLHQWH DGDSWDGD D OD HGDG QLYHO FXOWXUDO R
problema presentado.
- Abstenerse de proporcionar a la víctima falsas esperanzas o prometer nada que no
se pueda cumplir.
- Valorar la presencia de otros causantes de la crisis:
- Enfermedad médica orgánica: alteraciones neurológicas, cardiacas...
- Uso de sustancias: abuso, intoxicación, abstinencia...
- Enfermedad psicológica ya existente: depresión...
- Velar por los objetos personales de la otra persona; no tocarlos sin pedirle antes permiso.
- Usar el sentido común.
- No tratar a la persona con excesiva simpatía ni con compasión.
- Aguantar los momentos de silencio. Respetar y apoyar.
- Satisfacción de necesidades básicas: comer, beber, orinar, dormir, abrigarse.
- Mantener a la persona acompañada.
- ,PSOLFDU\KDEODUFRQSHUVRQDVFHUFDQDVSDUDLQWHUFDPELDULQIRUPDFLyQSODQL¿FDU
cuidados psicológicos posteriores.
- Comprobar la situación de la persona cada cierto tiempo; asegurarse de que se la
puede apoyar tantas veces como lo necesite.
- Satisfacer necesidades psicológicas.
- Garantizar ayuda a corto plazo.
- No mentir sobre soluciones inviables.
- Adecuar comunicación no verbal

Actuación psicológica adaptada a las circunstancias

En muchas ocasiones el estado del paciente será tal que su capacidad para entender
y comprender al terapeuta está mermada; por este motivo se requiere cierto esfuerzo del
terapeuta para adaptar la intervención a la persona, al momento, al lugar y a otras cir-
FXQVWDQFLDVTXHSXHGHQHVWDULQÀX\HQGR
Cuando se realiza la actuación con la persona suicida, sería deseable un psicólogo
especializado en negociación y mediación en conductas suicidas, para poder manejar
los aspectos que ha ido recogiendo para la intervención y sopesar si la situación entraña
riesgo para otras personas30.
La entrevista en intervención en crisis no se realiza con la comodidad de un despacho,
debe ser activa, empática, no crítica, con una actitud de acogida benevolente, desculpabi-
lizadora, desdramatizadora de la situación; debe estimular una buena relación y establecer
un diálogo focalizado en la problemática actual. Nunca negar o quitar importancia al acto
suicida. El terapeuta debe estar preparado para conversaciones sinceras y para revisar su
propio esquema de la muerte y el acto de morir. La impresión subjetiva del terapeuta sobre
el suicida y sus circunstancias desempeña un papel importante en la evaluación.
,GHQWL¿FDQGRODVLWXDFLyQGHYXOQHUDELOLGDGVHSXHGHD\XGDUDORVSDFLHQWHVDFRQWUR-
lar su respuesta y a responder de forma diferente a la que ejecuta normalmente o a limitar
su respuesta negativa y a mantener el control.

285
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

6LHVSRVLEOHUHFDEDULQIRUPDFLyQGHODIDPLOLDDOOHJDGRVRWURVVLJQL¿FDWLYRVRWHVWL-
JRVSRGUHPRVWHQHUXQDYLVLyQPiVFRPSOHWDGHODFWRVXLFLGD\GHSRVLEOHVIDFWRUHVGH
ULHVJR\SRUTXpODSHUVRQDORKDLQWHQWDGRFRPHWHUHQHVHPRPHQWR1RVSHUPLWLUiDYH-
ULJXDUVLODIDPLOLDKDVLGRXQGHVHQFDGHQDQWHGHODFULVLVVXLFLGD\TXL]iVQRHVFRQYH-
QLHQWHUHDOL]DUODLQWHUYHQFLyQSVLFROyJLFDHQSUHVHQFLDGHHVDSHUVRQDTXHKDSUHFLSLWDGR
ODFULVLV6HUtDFRQYHQLHQWHHYDOXDUORVVHQWLPLHQWRVKDFLDHOSDFLHQWH\VXVSHQVDPLHQWRV
VREUHHOLQWHQWRGHVXLFLGLRGHOSDFLHQWH7DPELpQQRVD\XGDUiDFRPSUHQGHU\YDORUDUHO
JUDGRGHFRPSUHQVLyQ\UHFRQRFLPLHQWRGHODFULVLVVXLFLGDSRUSDUWHGHODIDPLOLD\VX
FDSDFLGDGSDUDKDFHUVHFDUJRGHOVXLFLGDFXDQGR¿QDOLFHODFULVLVGHVHQFDGHQDGD6HKD
FRPSUREDGRTXHODVDFWLWXGHVGHUHFKD]RLQGLIHUHQFLDQHJDFLyQRVREUHSURWHFFLyQSRU
SDUWHGHODIDPLOLDDXPHQWDQHOULHVJRGHUHSHWLFLyQGHODFWRVXLFLGD
(OSULQFLSDOREMHWLYRGHODHYDOXDFLyQLQLFLDOHVPDQWHQHUDOSDFLHQWHDVDOYRGHVXDJUH-
VLYLGDGDXWRJHQHUDGD*HQHUDOPHQWHTXHHOSDFLHQWHSXHGDFRPSDUWLUVXVSUHRFXSDFLRQHV
FRQHOWHUDSHXWDOHKDFHVHQWLUTXHVXVSUREOHPDVVRQFRPSUHQVLEOHVTXHVHSXHGHQREWHQHU
VROXFLRQHV\TXHHVDFHSWDGRFRPRSHUVRQD(QHVWHVHQWLGRKD\TXHSURFXUDU5:

- 6HUVHQVLEOHDORVGREOHVVLJQL¿FDGRVRDORVVLJQL¿FDGRVVXE\DFHQWHVGHFLHUWDVFRQ-
GXFWDV3UHJXQWDUDOSDFLHQWHSRUHOVLJQL¿FDGRFRQFUHWR\FRPHQWDUVXVSHQVDPLHQWRV
- 3HGLU DO SDFLHQWH TXH GHVFULED VXV SUHRFXSDFLRQHV GH PDQHUD FRQFUHWD 6H GHEH
SUHJXQWDUGHIRUPDFDXWHORVDSDUDSRGHULGHQWL¿FDUORVDVSHFWRVSVLFROyJLFRVHVSH-
Ft¿FRVTXHPDQWLHQHQODVLWXDFLyQ
- 7UDQVPLWLUOHTXHDFHSWDPRVVXVSUHRFXSDFLRQHV\VHQWLPLHQWRVVLQQHJDUODOHJLWL-
PLGDGGHVXVSHQVDPLHQWRVVXLFLGDV
- &HQWUDUVH HQ SHTXHxRV SDVRV SDUD FRQVHJXLU OR GHVHDGR SRUTXH SDUD HO VXLFLGD
FXDOTXLHUSDVROHSXHGHSDUHFHUGHPDVLDGRODUJR\SRUTXHVRQPiVUHIRU]DQWHV
- 1RWUDWDUGHDFHOHUDUHOSURFHVRFRQHOSDFLHQWHSRUTXHVHSXHGHSHUGHUODDOLDQ]D
WHUDSpXWLFD\ORVORJURVFRQVHJXLGRVFRQHOSDFLHQWHKDVWDHVHPRPHQWR
- )DFLOLWDUTXHDXPHQWHODPRWLYDFLyQKDFLDODWHUDSLDTXHSXHGHOOHYDUDFDERRWUR
WHUDSHXWD6LVHKDSUHSDUDGRHOFDPLQRFXDOTXLHULQWHUYHQFLyQSRVWHULRUFRQHVWH
LQGLYLGXRVHUiPiVHIHFWLYD\VHUYLUiFRPRHOHPHQWRGHSUHYHQFLyQGHUHFDtGDV
- ,GHQWL¿FDUORVUHFXUVRVGHDSR\R\VRSRUWHH[WHULRUTXHHOSDFLHQWHUHTXLULyHQHO
SDVDGRSDUDHYLWDUODVFULVLVHPRFLRQDOHV

+D\PRPHQWRVHQTXHODVLQWHUYHQFLRQHVYHUEDOHVSXHGHQVHUWRWDOPHQWHLQHIHFWLYDV
FXDQGRODVSUHRFXSDFLRQHVVXLFLGDVKDQDOFDQ]DGRXQDLQWHQVLGDGDOWD\KD\XQSHOLJUR
HOHYDGRGHTXHHOSDFLHQWHVHFRQYHQ]DGHOVHQWLGR\YDORUGHVXVLGHDVVXLFLGDV
/DDFWXDFLyQGHOSURIHVLRQDOGHEHLURULHQWDGDDTXHSRVSRQJDQVXGHFLVLyQFRQXQ
PHQVDMHGHOWLSR³HOVXLFLGLRSXHGHVHUXQDRSFLyQSHURKR\QR´12

Suicidio en riesgo inminente

La persona en riesgo suicida suele pasar por tres fases en relación al suicidio10:

1º- Suicidio como un método para resolver los problemasTXHWLHQHRTXHFRQVLGHUD


TXHH[LVWHQDQLYHOODERUDOHFRQyPLFRIDPLOLDUVRFLDODIHFWLYRGHVDOXGUHOLJLRVR

286
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

2º- Esquema cognitivo de la intensa ambivalencia, en el que la persona pondera los


aspectos que considera “positivos” y los que son “negativos” (por ejemplo, daños
a terceros, a quien perjudicaría), si ejecutara su conducta.
3º- 'HFLVLyQ¿UPH Cuando la persona cree que existen más motivos, más intensos,
importantes o satisfactorios, para él y/o para terceros, para ejecutar la conducta.
Suele culminar con la ejecución de la conducta autolítica.

(OSURIHVLRQDOHQFDUJDGRGHSUHVWDUODDVLVWHQFLDGHEHLGHQWL¿FDUORPiVUiSLGDPHQWH
posible la etapa o fase en la que se encuentra la persona y establecer alternativas.
Si la persona plantea el suicidio como un método para resolver problemas (1ª fase), debe
intentarse introducir en la conversación otra forma de resolver los problemas que la persona
indica que tiene y que pueda facilitar que consiga un cambio a nivel cognitivo, al menos pun-
tual, en ese momento sobre su esquema: Suicidio = Método de resolver problemas.
Si presenta intensa ambivalencia (2ª fase o etapa), debemos intentar conducir la con-
versación haciendo que la persona vea que “pesan” más los aspectos negativos o efectos
secundarios de la ejecución de su conducta, que lo “positivo” de realizarla; para ello
utilizaremos la información que nos facilita en la conversación e información de la que
dispongamos de la persona y que sea útil a tal efecto y momento.
Posteriormente, si la situación lo permite y procede, buscar otra forma de solucionar
los problemas que considera tiene y que le han llevado a esta situación.
6LHVWiHQXQDHWDSDGHGHFLVLyQ¿UPHGHEHYDORUDUVHHOLQWHQWDUJHQHUDULQWHQVD
ambivalencia, para facilitar que existan posibilidades de cortocircuitar la situación
DFWXDO GH GHFLVLyQ ¿UPH TXH WLHQH 3DUD HOOR KDEUi TXH DQDOL]DU TXp DVSHFWRV R VL-
tuaciones personales, familiares, sociales, religiosas, etc., pueden facilitar que dicha
ambivalencia sea generada en cada caso y que previamente el sujeto, o no valoró o no
lo hizo profundamente.
Los aspectos que debe valorar el psicólogo responsable de la intervención en crisis
son los siguientes5.

- Razones del paciente para pensar en el suicidio o para intentarlo. Alivio de sus pro-
blemas o manipulación de personas del entorno. Estresares y precipitantes.
- Factores situacionales y personales que contribuyen al intento autolítico.
- ([LVWHQFLDGHXQWUDVWRUQRSVLTXLiWULFRHVSHFt¿FRFRQFRPLWDQWH
- Presencia de sentimientos de depresión, desesperación.
- 7LSRGHSHQVDPLHQWR ÀH[LEOHUtJLGR 
- Percepción de su situación cotidiana como intolerable. Urgencia de solución inme-
diata a su situación.
- *UDGR GH FRQVHFXFLyQ GHO LQWHQWR DXWROtWLFR 3ODQL¿FDFLyQ &UHHQFLD UHDO GH TXH
consumaría el intento.
- Rescate, forma en que se llevó a cabo. Reacción del suicida cuando le rescataron.
6LJQL¿FDGRGHOIUDFDVRGHOLQWHQWR
- Apoyo social real y percibido. Tipo y calidad del mismo.
- Habilidades personales adaptativas de resolución de problemas. Superación de di-
¿FXOWDGHV\PDQHMRGHOHVWUpVHQHOSDVDGR
- Actitud ante la vida y la muerte. Pérdidas recientes y elaboración de duelos.

287
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

- Impedimentos para consumar el acto suicida. Ej.: ¿Por qué no te suicidas ahora?
¿Qué te retiene en este momento?
- Explorar razones para seguir viviendo.
- Creencias religiosas o morales, punitivas del suicidio.

También se debe valorar si las ideas de muerte son activas (cuando ha contemplado
alguna vez quitarse la vida) o pasivas (Me gustaría no despertarme jamás). Si la persona
considera el suicidio como la solución a sus problemas hay que considerar si ha ideado
DOJ~QPpWRGRHVSHFt¿FRSDUDOOHYDUORDFDERSUHVHQFLDGHSODQ\JUDGRGHSODQL¿FDFLyQ
Estudiar la disponibilidad de los medios para consumar el suicidio (armas de fuego,
objetos cortantes, fármacos, vivir en pisos altos, etc.).
Tener en cuenta la intencionalidad suicida, método elegido, creencia del paciente de
TXHGLFKRPpWRGRLEDDVHUHIHFWLYRVHYHULGDGVRPiWLFDGHOLQWHQWRJUDGRGHSODQL¿-
cación de la tentativa (puesta en orden de sus asuntos, suscripción de seguros de vida,
llamadas telefónicas a conocidos, notas de despedida, posibilidades de ser descubierto
durante el intento, alivio al ser salvado, embriaguez durante la tentativa o amenaza, ne-
JDFLyQSRUSDUWHGHODSHUVRQDGHODVHULHGDGGHODWHQWDWLYDGHVHRGHPXHUWHPDQL¿HVWR
ausencia de precipitante inmediato para el pensamiento suicida.
Algunas pautas adicionales que se pueden tener en cuenta son las siguientes31:

- Acercamiento físico a la persona progresivo y cauteloso (hasta donde nos lo vaya


permitiendo). Si nos acercamos demasiado al principio podemos acelerar el acto
suicida. La forma en que nos acerquemos y el tiempo que pasemos con el paciente
es primordial. Hay que cuidar mucho lo que se hace en los primeros momentos.
Puede ser una estrategia de intervención; por ejemplo, una psicóloga se ofreció a
darle su último beso para agarrarle y evitar la caída.
- El primer contacto con el paciente suicida debe realizarse en un ambiente tranqui-
lo, evitando interrupciones, en la medida de lo posible y adoptando una actitud de
escucha activa y comprensión.
- No empezar hablando del suicidio. Por ejemplo, si alguien está en lo alto de una
azotea, se le puede ofrecer algo de abrigo. Cuando lo rehúse puede incluir en la
respuesta algún indicio que nos permita iniciar la intervención sobre la tentativa
suicida. Evitar apresurarse, cuando más calmado haya sido el diálogo, más proba-
bilidades hay de que empiece a hablar de las preocupaciones más importantes y de
PDQWHQJDVXFRQ¿DQ]DHQHOWHUDSHXWD
- Alejar objetos que puedan atentar contra la vida de esa persona o contra nuestra segu-
ridad, si el paciente pierde el control de los impulsos. Objetos como tijeras, cuchillas,
cuerdas, pastillas, etc. deben mantenerse lejos del alcance del suicida potencial.
- Hablar con el paciente sin la presencia de familiares, amigos o terceras personas.
Pueden haber desencadenado la crisis, con lo que entorpecerían la intervención.
- No limitar el tiempo que se va a permanecer con el paciente; podría provocar un
desenlace inesperado o precipitado de la situación.
- 7UDQVPLWLUOHTXHKHPRVFRPSUHQGLGRODH[LVWHQFLDGHVXDÀLFFLyQPRUDO\TXHSDUD
nosotros es la persona más importante en ese momento; y por ello estamos dispues-
tos a ayudarle.

288
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

- Emplear un tono de voz cálido pero seguro (sin levantar la voz ni gritar).
- No utilizar expresiones de reproche hacia su conducta o expresiones moralistas.
- Con niños se puede empezar preguntando ¿Sabes por qué tus padres quieren que
hables conmigo? Si el menor responde que no lo sabe se le puede empezar describir
resumidamente lo que ha pasado y la preocupación de los progenitores: “Tu madre
te vio coger unas pastillas y está preocupada porque podías haberte hecho daño”.
- &RPRFRQPHQRUHVQRVHSXHGHJDUDQWL]DUODFRQ¿GHQFLDOLGDGDEVROXWDGHEHFR-
municárselo al niño o adolescente. Por ejemplo: “Puede que, a veces, digas cosas
que yo deberé comentar con tus familiares; cuando digas algo de este tipo yo te lo
advertiré. Entonces podrás decidir qué hacer con la idea que estés comentando”.
Siempre que sea posible hablar con los padres, para que tengan la oportunidad de
exponer su visión de los hechos.
- /D HVFXFKD UHÀH[LYD \ VHQVLEOH HV IXQGDPHQWDOSDUD HQFDX]DU DGHFXDGDPHQWHOD
intervención con el suicida. Es preciso partir de lo concreto y recorrer junto al
paciente el camino que lleva desde las situaciones actuales hasta los sentimientos
más antiguos.
- Interesarse por las razones que le han conducido al suicidio, sin que parezca un
interrogatorio policial ni planteando preguntas innecesarias. Ej.: “¿Qué te pasa?”,
“¿Por qué quieres hacerlo?”.
- Legitimar sus sentimientos y pensamientos, porque tiene razones para sentirse así,
que le han conducido a intentar quitarse la vida.
- Evaluar la situación partiendo de preguntas globales y comunes hacia cuestiones
más concretas e individualizadoras, que permitan delimitar con precisión la situa-
ción de intervención.
- Buscar las posibles razones que tiene para vivir y centrarse en ellas.
- Emplear ideas religiosas o morales sólo si la persona hace referencia a ellas.
- Buscar objetivos satisfactorios que pueda tener el paciente (inmediatos o a lar-
go plazo): posibilidad de encontrar trabajo, ayuda para resolver el problema
familiar.
- Ofrecerle algo a cambio. Plantearle una actividad agradable para esa persona,
antes de consumar el acto suicida. Ej.: bailar, ir a un lugar favorito… De esta
PDQHUD UHWUDVDPRV OD GHFLVLyQ ¿QDO OH GDPRV WLHPSR D UHFRQVLGHUDU VX GHFL-
sión, y podemos encontrar otras posibilidades como terapeutas (persona de su
red social para que hable con ella, dar tiempo para que vengan equipos sanita-
rios o de bomberos, etc.).
- Si la persona no quiere nuestra ayuda, hacer una pequeña negociación que permita
LQLFLDU XQD UHODFLyQ GH FRQ¿DQ]D \ FRQRFHU ODV FLUFXQVWDQFLDV TXH QRV SHUPLWDQ
ayudarle mejor: “Me voy si tú quieres, pero dime por qué estás ahí arriba”.
- Presentar al paciente estrategias prácticas para la crisis.
- Se puede negociar un aplazamiento del suicidio, hasta que ocurra alguna situación
VLJQL¿FDWLYDSDUDODSHUVRQD IDPLOLDUTXHYXHOYDGHYLDMHQRWL¿FDFLyQGHDFHSWD-
ción o no de un trabajo, siguiente intervención psicológica), que le haga reconsi-
derar su decisión.
- Si hay un cuadro violento, recurrir a la contención física y/o administración de
sedación farmacológica intramuscular.

289
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

- Cuando se considere que el intento de suicidio puede estar controlado, valorar si la


persona permanece en su domicilio junto a un familiar o es más recomendable el
ingreso hospitalario.
- Si se realiza el traslado a un centro sanitario, valorar la posibilidad de que el tra-
yecto se haga acompañado de un psicólogo o psiquiatra (especialmente si no se ha
administrado medicación sedante).

Según cómo sea la intervención y las circunstancias de la misma, se puede establecer


un contrato-pacto de no suicidio15. Se establece un periodo de tiempo y qué hacer si sien-
te deseos irrefrenables de quitarse la vida.
También se pueden facilitar recursos de ayuda como teléfonos de esperanza, recur-
sos de ayuda 24h, centros especializados, instar a llevar el teléfono de su psicólogo o
psiquiatra habitual en una tarjeta o de los amigos/as a los que se puede llamar en caso
de crisis (la propia persona suicida o cualquier persona de ayuda que vea a la persona
durante el intento suicida).
También hay que tener en cuenta aspectos que no deben hacerse durante una inter-
vención con un presunto suicida32:

- Aproximarse a la persona de forma precipitada o violenta. Puede asustarse y ace-


lerar la decisión suicida.
- Acercarse excesivamente en un principio para sujetarlo o inmovilizarlo, porque
si se quiere precipitar puede arrastrar con él al agente de ayuda o puede tener una
conducta agresiva con el profesional y hacerle daño.
- Hablar mucho, hacer preguntas innecesarias (que no van a facilitar ni servir para la
intervención), hacer discursos muy elaborados, o dar explicaciones prematuras, sin
haber escuchado la historia de la persona.
- Emplear expresiones moralistas y de reproche hacia su conducta.
- Usar tópicos o frases hechas, que no personalizan la intervención. Por ejemplo:
“Les ha sucedido a muchos, pero no intentan suicidarse”, “no piense en eso”, “con
el tiempo se le pasará…”.
- Remover en ese momento los recuerdos tristes del pasado.
- Cuando el intento de suicidio es por precipitación, hablar al suicida desde abajo
puede incitarle a que se lance al vacío.

^ƵŝĐŝĚŝŽĞŶƵďŝĐĂĐŝŽŶĞƐĚŝİĐŝůĞƐ

La elección del lugar para suicidarse depende de varios factores; generalmente se


realiza en la propia vivienda, o en sitios habitualmente frecuentados por el suicida; tam-
bién es cierto que en cada país o ciudad hay unos lugares preferentes, como el Viaducto
en Madrid, la torre Eiffel en París. El ahorcamiento es el método preferido en la mayoría
de las provincias españolas, aunque también hay diferencias. No podemos olvidar que
se ha incrementado progresivamente el número de tentativas suicidas por intoxicación,
fundamentalmente medicamentosa4.
En las zonas rurales predominan las conductas suicidas según las oportunidades que
proporciona el territorio: la vía del tren, un canal de riego, la pared de un pantano, el río,

290
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

SURGXFWRV¿WRVDQLWDULRVXQiUEROFRQUDPDVPX\YLJRURVDVODHVFRSHWDGHFD]DXQSR]R
QDWXUDORDUWL¿FLDOXQDYLJDHQXQOXJDUVHPLDEDQGRQDGRHWF
(QHOiPELWRXUEDQRKD\HGL¿FLRVDOWRVVHSXHGHSRQHUHQPDUFKDHOJDVWRPDUSDV-
tillas o cualquier producto de la droguería que tenga una alta toxicidad12.
/DVLWXDFLyQPiVIUHFXHQWHHVXQLQWHQWRGHSUHFLSLWDFLyQ HGL¿FLRDFDQWLODGRSXHQ-
te, etc.), donde el riesgo es más que evidente. Es fundamental salvaguardar la seguridad
del propio interviniente, no exponiéndose a situaciones ya de por sí peligrosas.
Las pautas de acercamiento y manejo más útiles serían las siguientes12:

- Tratar de llamar su atención sin asustar a la persona y producir una precipitación


prematura.
- Tranquilizarle y exponer a la persona nuestra intención de ayudar (logotipo o ana-
grama del servicio, chaleco de sanitario o psicólogo o cualquier otro elemento iden-
WL¿FDWLYRTXHVHHVWLPHFRQYHQLHQWH 
- Si se aprecia un cambio repentino de actitud de la persona, emplear el”abrazo ins-
trumental”, que consiste en: abrazarle emotivamente mientras se dice “qué alegría
que hayas cambiado de opinión”, después se le pasa el brazo por el hombro para
agarrarle y se le acompaña para ser atendido por los servicios sanitarios.
- Procurar que las personas no pongan colchones en el suelo porque puede dar al
suicida la falsa sensación de seguridad y estas actuaciones no son muy efectivas si
se produce la precipitación.

Si la persona está en el interior de una vivienda, se buscará entablar conversación con


ella de manera paulatina; no podemos ver cómo está y lo que está haciendo dentro, pero
podemos tratar de escuchar entre silencio y silencio qué puede preparar, así como valo-
rar los riesgos asociados. Por la manera en que habla, el tono el timbre, etc., podemos
tratar de ver si lo que dice es fruto de una alucinación o se encuentra en una situación
desesperada, o no tiene nada que perder (por ejemplo tiene un diagnóstico de enferme-
dad terminal).
En estos casos es fundamental contar con la intervención de los bomberos y de fuer-
zas y cuerpos de seguridad.

KƚƌŽƐĐĂƐŽƐĚĞƐƵŝĐŝĚŝŽLJĂƐƉĞĐƚŽƐĂƚĞŶĞƌĞŶĐƵĞŶƚĂĞŶůĂĐƌŝƐŝƐƐƵŝĐŝĚĂ

En ocasiones, es difícil determinar si la causa de la muerte ha sido por suicidio o por


otro motivo: la muerte por autoenvenenamiento intencionado de un anciano por una
enfermedad potencialmente letal, puede parecer por causa natural (la patología médica),
un suicidio por inmersión puede aparentar un homicidio y una muerte por precipitación,
un accidente33,34. Investigaciones actuales en Estados Unidos35 le dan importancia a este
aspecto, concluyendo que el suicidio por autoenvenenamiento empleando medicaciones
suele ser minusvalorado y debe tenerse en cuenta para las políticas de prevención del
suicidio.
Un caso especial que tiene un difícil manejo aparece cuando la persona se plantea
el suicidio en el contexto de un brote psicótico. La persona pide aspectos imposibles,
WLHQHDOXFLQDFLRQHVRYHHOVXLFLGLRFRPRXQULWRGHSXUL¿FDFLyQRSDUDVDOYDUDRWURVGH

291
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

consecuencias muy negativas. En estos casos hay que ser sumamente cuidadosos porque
puede haber reacciones inesperadas. Aquí es importante la presencia de personal médico
que decida la administración de medicación que controle el brote y traslado al servicio
de urgencias del hospital de referencia.
Se debe saber escuchar y preguntar a los suicidas, porque se obtiene mayor infor-
mación de sus historias personales y los motivos que han desencadenado los actos. Son
capaces de comunicar sentimientos racionalizados, su vulnerabilidad emocional, la con-
vicción de que es la única salida ante la desesperanza, la depresión, la indefensión, la
soledad, la injusticia y el desamor y otras situaciones frustrantes o de fracaso personal, o
de sufrimiento físico o psíquico.
Si un terapeuta no puede hacerlo o se ve con pocas habilidades para manejar la situa-
FLyQGHOVXLFLGDFRQHIHFWLYLGDGHVPHMRUTXHOHWUDQV¿HUDDRWURWHUDSHXWDSDUDJHQHUDU
HVWUDWHJLDVWHUDSpXWLFDVH¿FDFHVFRQHOVXLFLGD\SDUDHYLWDUXQDDIHFWDFLyQGHOSVLFyORJR
preocupado por no saber ayudar al paciente convenientemente.
En muchos casos, tras la intervención en crisis hay que decidir si la persona puede
permanecer en domicilio o es necesario ingresar en hospital (tabla 8)30.

Tabla 8:ƌŝƚĞƌŝŽƐĚĞĚĞĐŝƐŝſŶƌĞƐƉĞĐƚŽĂůŝŶŐƌĞƐŽŽƉĞƌŵĂŶĞŶĐŝĂĞŶĞůĚŽŵŝĐŝůŝŽƚƌĂƐŝŶƚĞŶƚŽĂƵƚŽůşƟĐŽ
no consumado.
CRITERIOS DE INGRESO HOSPITALARIO CRITERIOS DE PERMANENCIA EN DOMICILIO
- Dudas razonables respecto a la evolución
- ƚĞŶĐŝſŶ͕ƉƌŽƚĞĐĐŝſŶLJǀŝŐŝůĂŶĐŝĂĐŽŶƟŶƵĂĞŶĞů
posterior del cuadro (persistencia con-
domicilio (contención y control).
ductual).
- Acceso rápido a los servicios de salud mental de
- Presencia de patología psicológica o médica
la zona ante nueva crisis suicida.
grave, que haga sospechar una nueva crisis.
- Oportunidad de controlar el cuadro de pérdida
- Presentación de alta impulsividad, ideación
de control de impulsos con medicación.
suicida o intencionalidad.
- Posibilidad de realizar un pacto con el paciente,
- Inadecuación de los niveles de asistencia,
que establezca medidas de actuación por su par-
control y seguimiento del paciente en la sit-
te, antes de que la situación se desborde.
uación concreta.

Fuente: Muñoz FA, 199930.

Al tomar la decisión se asume que todo tratamiento ambulatorio de un suicida impli-


ca un riesgo. Sopesar los aspectos favorables a cada opción puede facilitar la decisión.
En algunos casos o tipos de pacientes puede plantearse la disyuntiva de qué hacer, por
ejemplo con los pacientes con TLP (Trastorno Límite de la Personalidad), quienes debido a
la tendencia a la impulsividad son más proclives a los intentos autolíticos. Un estudio hecho
en Francia36 encuentra que la hospitalización no incrementa los intentos de suicidio entre los
SDFLHQWHVFRQ7/3FXDQGRODRUJDQL]DFLyQVDQLWDULDQRLQFOX\HXQGLVSRVLWLYRHVSHFt¿FR
Si un profesional comienza la intervención y no puede continuar, y ya se ha creado
un vínculo, porque la situación se prolonga, es importantísimo buscar una solución fac-
tible. No se puede crear un vacío asistencial porque el paciente puede sumirse en una
crisis existencial y una percepción de abandono más peligrosa que la propia crisis que
desencadenó todo lo anterior.
La intervención en crisis no debe comportar necesariamente el ofrecimiento de una
DVLVWHQFLDDODUJRSOD]RSRUTXHDYHFHVODLQWHUYHQFLyQHVORVX¿FLHQWHPHQWHH¿FD]SDUD

292
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

crear situaciones resolutivas sobre los problemas que tienen su origen en esos compor-
tamientos.
CALLOSIDADES
hŶŽďƌĞƌŽĚĞůĂĐŽŶƐƚƌƵĐĐŝſŶƐĞĐĂLJſĚĞƐĚĞĞůƉŝƐŽĐƵĂƌĞŶƚĂLJƚĞƌŵŝŶſĐŽŶĞůĐƵĞƌƉŽƉĂƌĂůŝƟĐŽ͕ĐŽŶ
ĞdžĐĞƉĐŝſŶĚĞƐƵƐďƌĂnjŽƐ͘&ƵĞƵŶĂůĞƐŝſŶƉĞƌŵĂŶĞŶƚĞ͕ĚĞƉŽƌǀŝĚĂ͘YƵĞƌşĂƐĂďĞƌƋƵĠƉŽĚşĂŚĂĐĞƌ
con sus dolores y con su penosa situación. “En realidad no es mucho lo que se puede hacer” le dije.
“Puede desarrollar callosidades en los nervios, para que así no le duela tanto” ĞƚŽĚĂƐŵĂŶĞƌĂƐ͕
ůĂ ǀŝĚĂ ůĞ ƌĞƐƵůƚĂƌĄ ŵƵLJ ĂďƵƌƌŝĚĂ͘ Ɛş ƉƵĞƐ͕ ĚşŐĂůĞ Ă ƐƵƐ ĂŵŝŐŽƐ ƋƵĞ ůĞ ƚƌĂŝŐĂŶ ůŝďƌŽƐ LJ ƌĞǀŝƐƚĂƐ
ĚĞŚŝƐƚŽƌŝĞƚĂƐ͖ůĂĞŶĨĞƌŵĞƌĂůĞĚĂƌĄƟũĞƌĂƐLJƉĞŐĂŵĞŶƚŽ͕LJƵƐƚĞĚƉŽĚƌĄĐŽŶĨĞĐĐŝŽŶĂƌĄůďƵŵĞƐĐŽŶ
ĐŚŝƐƚĞƐ͕ŽĐƵƌƌĞŶĐŝĂƐĞŚŝƐƚŽƌŝĞƚĂƐ͘ZĞĂůŵĞŶƚĞƐĞĚŝǀĞƌƟƌĄŵƵĐŚŽŚĂĐŝĞŶĚŽĞƐŽƐĄůďƵŵĞƐ͘zĐĂĚĂǀĞnj
ƋƵĞƵŶŽĚĞƐƵƐĐŽŵƉĂŹĞƌŽƐĚĞƚƌĂďĂũŽǀĞŶŐĂĂǀĞƌůŽĂůŚŽƐƉŝƚĂů͕ƌĞŐĄůĞůĞƵŶĄůďƵŵĚĞĠƐŽƐ”.
Confeccionó, ya no recuerdo, cuántos centenares de álbumes de recortes.
ŽŵĞŶƚĂƌŝŽĚĞůĂƵƚŽƌĚĞůĂƌĞĐŽƉŝůĂĐŝſŶ͗ůƉƌŝŶĐŝƉŝŽƌŝĐŬƐŽŶƌĞĞŶĐĂƵnjĂůĂŝŶƋƵŝĞƚƵĚĚĞůƉĂĐŝĞŶƚĞ͕
ĚĞƌŝǀĄŶĚŽůĂĚĞůĚŽůŽƌĚĞůĂƐĐĂůůŽƐŝĚĂĚĞƐͲƋƵĞĐŽŵŽŽďƌĞƌŽĚĞůĂĐŽŶƐƚƌƵĐĐŝſŶĐŽŶŽĐşĂďŝĞŶͲ͘>ƵĞŐŽ
ŶĞĐĞƐŝƚĂĚŝƌŝŐŝƌůŽŚĂĐŝĂĂůŐŽƋƵĞůĞĚĠĂůŐƷŶŝŶƚĞƌĠƐ͕ĂůŐƷŶŵŽƟǀŽƉĂƌĂǀŝǀŝƌ͘ŝĐĞůĂƉĞƌŽŐƌƵůůĂĚĂ͞ůĂ
ǀŝĚĂůĞƌĞƐƵůƚĂƌĄŵƵLJĂďƵƌƌŝĚĂ͕͟LJŚĂĐĞƋƵĞĞůƉĂĐŝĞŶƚĞƐĞŝŶƐĞƌƚĞĞŶƵŶĂĂĐƟǀŝĚĂĚƐŽĐŝĂů͗ƉƌŝŵĞƌŽůŽƐ
ĂŵŝŐŽƐůĞƚƌĂĞƌĄŶůŝďƌŽƐLJƌĞǀŝƐƚĂƐ͕ůƵĞŐŽĠůůĞƐĚĂƌĄůŽƐĄůďƵŵĞƐĚĞƌĞĐŽƌƚĞƐ͘ůƐƵũĞƚŽƐĞĚĞĚŝĐſĂƵŶĂ
ĂĐƟǀŝĚĂĚŵĂŶƵĂůƐŝŶĂĚǀĞƌƟƌƋƵĞĂůŵŝƐŵŽƟĞŵƉŽƋƵĞĚĂďĂĞŶǀƵĞůƚŽĐŽŶĞůůŽĞŶƵŶĂĂĐƟǀŝĚĂĚƐŽĐŝĂů͕
ĞŶůĂƌĞůĂĐŝſŶĐŽŶƉĞƌƐŽŶĂƐ͘^ĞǀŽůǀŝſŵĄƐĂƵƚſŶŽŵŽLJĨƵĞĐĂƉĂnjĚĞǀŝǀŝƌ͞ƐĞƉĂƌĂĚŽ͟ĚĞƐƵĚŽůŽƌ͘

Callosidades͘džƚƌú̎ĚĞ^ŝĚŶĞLJZŽƐĞŶ;ĐŽŵƉŝůĂĚŽƌͿ37.

Colaboración con otros intervinientes en suicidios en curso

Cuando se desencadena una crisis suicida la intervención no corresponde normal-


mente a una única persona. Muchas veces es necesaria la cooperación de varias personas
e intervinientes haciendo su trabajo habitual, y eso hace que los resultados sean mejores
y que no haya riesgos asociados. Por ejemplo si hay una persona que se quiere precipitar
desde un 10º piso a la hora de la comida, la policía acordonará la zona y evitarán que los
FXULRVRVFRPSOLTXHQPiVODVLWXDFLyQORVERPEHURVVXELUiQDOHGL¿FLRORVVDQLWDULRV
estarán esperando para intervenir si es necesario con la víctima, el psicólogo será preavi-
sado para actuar cuando sea necesario o para empezar a atender a los familiares.
6HWUDWDGHXQWUDEDMRHQHTXLSR(OWUDEDMRGHXQRVLQÀX\HHQHOGHRWURV\VLFDGDXQR
KDFHELHQVXWUDEDMRSXHGHIDYRUHFHUHOWUDEDMRGHRWURVWUDQVPLWLUOHLQIRUPDFLyQDRWURSHU¿O
profesional para mejorar su trabajo. Por ejemplo, si el psicólogo, hablando con la familia,
detecta que hay otra persona que se va a suicidarse a través de la red social, puede decírselo
a la policía para que emprenda las acciones oportunas. Si un bombero que ha contactado con
la victima que está en lugar poco accesible no sabe qué decir, puede recibir orientaciones del
psicólogo sobre qué hacer o qué decir para ayudar a resolver la situación sin graves conse-
cuencias. Todo debe encajar lo mejor posible, como si de un puzzle se tratara.
El éxito de la intervención no será unipersonal sino global; debido a la complejidad
de la situación no podemos trabajar solos porque estaríamos abocados al fracaso y a la
insatisfacción personal.
Por eso es necesario que los intervinientes se conozcan entre sí, aunque tengan diversos
SHU¿OHVSDUDTXHSXHGDQFRQ¿DUXQRVHQRWURV\VDEHUTXpWDUHDOOHYDDFDERFDGDXQR
QRHQWURPHWHUVHRDUULHVJDUVHVLKD\RWURSHU¿OTXHORSXHGHKDFHU\FRRSHUDUHQWUHWRGRV

293
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

Situaciones especiales de manejo de la conducta suicida

Si el suicida está agresivo hacia otros es necesario adoptar precauciones especia-


les; puede haber incluso comportamientos violentos dirigidos hacia los equipos de
rescate.
De esta manera, es fundamental centrarse inicialmente en la autoprotección, no po-
nerse bajo su alcance (distancia de seguridad), procurar alejar objetos peligrosos, con-
tundentes, punzantes o arrojadizos o no acercarse hasta que guarde mecheros, navajas
o similares. Se trata de prevenir un desbordamiento de la situación que produzca más
víctimas directas o indirectas32.
En estos casos será más conveniente que se acerquen policías con chalecos antibalas,
guantes anticorte y otras medidas de seguridad. Tratarán de aislar o inmovilizar a la per-
sona agresiva y controlar estímulos ambientales que puedan agravar la crisis.
Es prioritario que los intervinientes tengan previsto dejar una salida física de acceso
rápido y seguro, para poder evacuar o salir del lugar con facilidad, si fuera necesario y
colocarse entre la salida y el sujeto agresivo.
Puede haber otras situaciones más duras, como reconocer a la víctima, porque se
trata de una persona conocida (de nuestro presente o de nuestro pasado). Esto nos puede
bloquear a la hora de llevar a cabo la intervención. También hay que saber salirse de la
situación cuando uno ve que no puede actuar convenientemente.
Hay casos en los que hay suicidios múltiples, de varias personas al mismo tiempo, o
incluso de sectas o pseudogrupos que conducen al suicidio; al ser tantos posibles suicidas
los intervinientes se pueden sentir desbordados; debe intentarse contactar con el líder,
para manejar la intervención desde esta persona.

Uso instrumental de la conducta suicida

En ocasiones, el intento suicida se emplea para demandar o conseguir algo (un em-
pleo, que la pareja vuelva a retomar la relación, la presencia de alguna autoridad, etc.).
Muchas veces son personas con rasgos de personalidad histriónica, que intentan de esta
manera conseguir lo que necesitan. A pesar de eso, los riesgos existen y puede resbalar
prematuramente o hacer algo que aumente el riesgo o que tenga graves consecuencias
sin llegar a la muerte. Hay que extremar las precauciones porque pueden llegar a ser muy
impulsivos12.
El fenómeno suicida incluye realidades que se pueden entender como conductas de
riesgo (puenting, fumar compulsivamente, promiscuidad sexual, conducir coches a alta
velocidad), si conllevan una idea de autodestrucción consciente o no.
(QPXFKDVRFDVLRQHVDSDUHFHHOJHVWRVXLFLGDHQHOTXHODSHUVRQDPDQL¿HVWDVXGH-
seo de hacerse daño con conductas autolíticas o autolesivas, pero no hay intencionalidad
de muerte clara; sería como un suicidio fallido. El parasuicidio puede convertirse en una
forma de manipulación, una demostración de valor o de ira o una manera de procurarse
un cambio en la situación personal38.
En muchas ocasiones se puede producir la muerte accidental (realmente no desea-
da) como consecuencia de las conductas llevadas a cabo. Por ejemplo, toma una dosis
importante de pastillas que cree que no es letal o que será rescatada antes de que hagan

294
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

efecto, pero la dosis es muy alta o no hay el rescate esperado y la persona fallece cuando
no quería hacerlo.

ďƵƐŽLJŵĂůƚƌĂƚŽ

Se están viendo cada vez más casos de personas que están en una situación de vio-
lencia de género en las que se produce la muerte de un miembro de la pareja y el perpe-
trante luego opta por suicidarse. Los medios de comunicación social recogen con cierta
asiduidad este tipo de noticias.
Un maltratador o un abusador puede emplear el suicido o la amenaza de éste como
estrategia instrumental para que la persona no le deje, a pesar de que haya orden de pro-
tección y orden de alejamiento. Como intervinientes, debemos proteger a las personas y
no permitir que alguien salga dañado de la situación, no permitir ningún tipo de maltrato
(físico, psicológico, social, ambiental). Pueden darse casos en que el suicida pretenda
castigar a la víctima matándose en su presencia para hacerla sentir culpable. Si desean
conversar es preferible que lo hagan en un juzgado12.

Enfermedad grave o terminal

Algunas personas con enfermedad grave con mal pronóstico vital pueden optar por
suicidarse cuando aún pueden hacerlo. Ocurre en enfermedades oncológicas y en enferme-
dades degenerativas, por ejemplo, Alzheimer. Las personas desean mantener el control de
su vida, hasta de su propia muerte. Y una de las opciones que contemplan es el suicidio.
En algunos casos hay muchas situaciones vitales que pueden resolverse adelantando
ODIHFKDGHODPXHUWH2HOVXLFLGLRSXHGHFRQYHUWLUVHHQHO~QLFR¿QDOSRVLEOHSDUDUHGL-
mir la pena y liberar a la persona del peso de algunas culpas o sufrimientos extremos que
le han acompañado en una buena parte de la vida o de la enfermedad actual.
En situaciones de este tipo surge lo que se conoce como suicidio (médicamente o
no) asistido. Hay varias películas2 que nos han mostrado esta situación: Mar Adentro,
Las invasiones bárbaras, etc. En la mayor parte de los casos no se trata de un suicidio
médicamente asistido, sino de personas más o menos cercanas que facilitan los medios
para la ejecución suicida.
La mayor parte de estas situaciones corresponden a una crisis interna que se eviden-
cia en esos momentos y lo que indican es una urgencia psicológica por acabar con una
situación de sufrimiento psicológico. Hay que diferenciarlo de las situaciones de Ade-
cuación del Esfuerzo Terapéutico (en donde se busca que los medios sean proporcionales
DORVVtQWRPDVSRQHUORVTXHVHFRQVLGHUHQQRPDOH¿FHQWHV\TXLWDUORVTXHVtORVHDQR
impliquen obstinación terapéutica).
En algunos casos pueden ser una situación de crisis que implique tomar decisiones
rápidas porque hay que plantearse, por ejemplo qué supone para la persona, no ponerse
una sonda nasogástrica para alimentación, cuando decide autónomamente no ponérsela,
o tiene un documento de voluntades anticipadas (instrucciones previas) en donde explica
claramente lo que se desea que se haga.
También hay pacientes que dejan “voluntariamente” de seguir determinados trata-
mientos que son necesarios para la vida (y no se encuentran en una situación de ter-

295
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

minalidad), como pacientes que no desean seguir acudiendo a diálisis periódicas o no


someterse a un trasplante necesario para su supervivencia posterior.
Si la persona tiene Voluntades Anticipadas o Instrucciones Previas, habrá que valorar
con el personal médico de urgencias y/o psiquiatría, y con los responsables legales del
paciente, qué acciones llevar a cabo.

Otras situaciones

Algunas situaciones especiales son los suicidios entre el personal asistencial. Hay
ejemplos de médicos que terminan por suicidarse. Entre otras razones, por la impo-
tencia por no haber podido curar a algún paciente muy especial, sobreimplicación,
RFRPRDFWRDOWUXLVWD6HSXHGHYHUUHÀHMDGRHQODSHOtFXOD´(OPDODMHQR´GH2VNDU
Santos2.
Los suicidios entre personal sanitario tienen unas características diferenciales, es-
pecialmente si tienen lugar en el medio de trabajo (hospital, centro de salud, lugar de
cooperación o acción humanitaria) o por los medios empleados. Generalmente se utili-
zan medicaciones, porque conocen las dosis, saben que es una muerte segura, y general-
mente tienen acceso a los medios y saben cómo administrárselo. Por ejemplo mediante
inyección de insulina subcutánea.
Puede suponer una intervención en crisis si un compañero lo presencia o se lo comu-
nica y debe intervenir al respecto. El colectivo médico-sanitario se está convirtiendo en
uno de los que más se ha incrementado el riesgo en los últimos años.
6HKDEODPiVHVSHFt¿FDPHQWHGHHVWDVFXHVWLRQHVHQHOWHPDGHHVWHPDQXDOGHGLFDGR
a la conducta suicida en profesionales sanitarios

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA CON OTROS AFECTADOS POR LA


CRISIS SUICIDA
Las personas que presencian el hecho o que se enteran posteriormente del mismo,
porque lo conocían o son familiares directos, experimentan un dolor difícil de describir,
especialmente en los momentos inmediatamente posteriores.

dĞƐƟŵŽŶŝŽĞŶĚŝĂƌŝŽĚĞƵŶĂƉĞƌƐŽŶĂĐƵLJŽŚĞƌŵĂŶŽĨĂůůĞĐŝſƉŽƌƐƵŝĐŝĚŝŽ3.
KƚƌĂŶŽĐŚĞĞŶďůĂŶĐŽ͕ƚŽĚĂǀşĂĞƐƚŽLJƚƌĂƚĂŶĚŽĚĞĐŽŵƉƌĞŶĚĞƌƉŽƌƋƵĠŶŽƐŚĂƐĚĞũĂĚŽ͘,Ă
ƚƌĂŶƐĐƵƌƌŝĚŽĐĂƐŝƵŶĂŹŽĚĞƐĚĞĂƋƵĞůĚşĂLJ͕ƐŝŶĞŵďĂƌŐŽ͕ĞůĚŽůŽƌŶŽĚŝƐŵŝŶƵLJĞ͘EŽƐŽLJĐĂƉĂnjĚĞ
ĞŶĐŽŶƚƌĂƌůĂƉĂnj͕ƚĞĞĐŚŽŵƵĐŚŽĚĞŵĞŶŽƐ͘
DĞĨĂůƚĂƚƵƐŽŶƌŝƐĂ͕ƚƵǀŽnj͕ƚƵĞƐĐƵĐŚĂ͕ŶƵĞƐƚƌĂƐĚŝƐĐƵƐŝŽŶĞƐ͘zƐŝŶĞŵďĂƌŐŽŶŽŵĞŚĂďşĂĚĂĚŽ
cuenta del gran dolor que llevabas dentro ¿Por qué no me has hablado? ¿Por qué has querido
abandonarnos así? ¡Si llegas a imaginar el dolor que nos has producido no te habrías marchado!
Todavía me atormento tratando de comprender por qué yo lo he conseguido y tú no. Espero que
hayas encontrado la paz que deseabas.

Las personas que pueden resultar afectadas tras la crisis suicida son múltiples y muy
variadas. En realidad cualquier persona que presencie lo sucedido o incluso que tenga
conocimiento de lo ocurrido porque alguien se lo ha narrado o porque lo ha leído en los

296
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

periódicos, puede estar afectada. Obviamente los que más conocían a la persona o que
tenían algún vínculo afectivo con ella serán los que más probabilidad tienen de mostrar
reacciones psicológicas exacerbadas.
Vamos a ver en este apartado algunos aspectos más concretos que nos ayuden a en-
tender todo esto.

ƚĞŶĐŝſŶĂĨĂŵŝůŝĂƌĞƐͲĂůůĞŐĂĚŽƐĚƵƌĂŶƚĞůĂĐƌŝƐŝƐƐƵŝĐŝĚĂ

Mientras se produce la crisis suicida en los familiares y allegados surgen multitud de


emociones, pensamientos, sensaciones… Es fundamental que, de la misma manera
que hay personas interviniendo con la víctima, también haya intervinientes (si es
posible psicólogos) con los familiares, para manejar la angustia del momento, para
alejarles de estímulos desagradables y también para tener información de ciertos
aspectos que pueden servir para mejorar la intervención con la víctima. Por eso es
LPSRUWDQWH TXH KD\D EXHQD FRPXQLFDFLyQ HQWUH LQWHUYLQLHQWHV GH GLYHUVRV SHU¿OHV
profesionales.
Es importante ir dando información a la familia de lo que está sucediendo, de que se
está interviniendo con su familiar y que se está intentado ponerle a salvo.
Cuando se consuma la autolisis la familia se siente abrumada por los acontecimien-
tos. Se debe atribuir la causa al estado mental de la persona fallecida, destacando que no
tenían modo de evitarlo y que las personas de su entorno lo podrán ver así12.
(OFDPLQRGHODFXUDFLyQVLJQL¿FDDSUHQGHUDYLYLUFRQORVSURSLRVSRUTXpVVLQHV-
SHUDUXQDUHVSXHVWDFODUD\GH¿QLWLYDTXHQRVHSXHGHDOHMDUHOGRORUSHURVtDSUHQGHUD
convivir con ello para poder transformar la herida en amor. Transmitirle también que el
dolor no dura para siempre, que el suicidio no condena a vivir infelices para siempre y
que se puede aprender a volver a sonreír y soñar de nuevo.

ƚĞŶĐŝſŶĂĨĂŵŝůŝĂƌĞƐͲĂůůĞŐĂĚŽƐĚĞƐƉƵĠƐĚĞůĂĐƌŝƐŝƐƐƵŝĐŝĚĂ

Si no se consuma el intento, pero las lesiones requieren atención sanitaria conti-


nuada, se puede plantear con la familia, algún tipo de mensaje que se puede dar a los
allegados. Por ejemplo39 : “Juan está en el hospital, ha sufrido un grave accidente y
tiene importantes heridas; los médicos nos han dicho que se va a recuperar. Parece
ser que ha intentado acabar con su vida, ya sabéis los problemas que tenía. Nos
sentimos muy mal pero nos han dicho que con un buen tratamiento y todo nuestro
amor y cariño se recuperará”.
Si la crisis no se consuma y la persona vuelve a casa en esos momentos, es necesario
dar pautas a la familia para que sepa cómo manejar algunas de las situaciones que pue-
dan aparecer39:

- Hablar del intento de suicidio, abiertamente, sin juzgar ni discursos moralizantes


ni culpabilizadores.
- Escuchar sus razones, tolerar sus muestras de dolor y sus ideas de muerte.
- Ayudarle a reconocer lo que ha funcionado bien en su vida y buscar otras alterna-
tivas al suicidio.

297
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

- 5HÀH[LRQDUFRQODSHUVRQDVREUHODPXHUWHTXHODIDOWDGHH[LVWHQFLDHVSDUDVLHP-
SUHPLHQWUDVTXHDFHSWDUVHDVtPLVPDFRQVXVGHIHFWRV\YLUWXGHVOHSRGUtDVXSR-
QHUXQWLHPSRSHUROHSHUPLWLUtDYLYLU\GLVIUXWDUPXFKRVDxRVPiV
- &RQWURODUORVPHGLFDPHQWRVTXHKD\HQFDVDQRSRQHUORVDVXDOFDQFHSXHGHTXHVHD
QHFHVDULRFRQWUROiUVHORVRGDUOHVyORODPHGLFDFLyQTXHQHFHVLWHHQFDGDPRPHQWR
- (YLWDUODVREUHSURWHFFLyQ\HOH[FHVLYRFRQWUROTXHSXHGHQVHUFRQWUDSURGXFHQWHV
- 5HFRQRFHODVFDSDFLGDGHV\SRWHQFLDOLGDGHVTXHWLHQHODSHUVRQDIRPHQWDODDXWR-
HVWLPD\OHKDFHVHQWLUVHPiVFDSD]GHHQIUHQWDUVHDODVGL¿FXOWDGHV
- $O SULQFLSLR HV PHMRU TXH OD SHUVRQD HVWp DFRPSDxDGD GXUDQWH EXHQD SDUWH GHO
WLHPSR
- ([SOLFDUOH DO SDFLHQWH TXH VH OH TXLHUH D\XGDU TXH FRPR IDPLOLDU R DOOHJDGR HV
LPSRUWDQWHTXHHVWpELHQ\TXHOHFRPXQLTXHORVPRPHQWRVHQORVTXHHVWpPDO
- (VWDUDOWDQWRGHOSDFLHQWHSDUDTXHQRKD\DFRQVXPRGHDOFRKRO\DTXHDFW~DFRPR
XQSRWHQWHGHVLQKLELGRUGHODFRQGXFWD\KDFHTXHODSHUVRQDDFW~HGHPDQHUDPiV
OLEUHSRUORWDQWRSXHGHIDYRUHFHUODFRQGXFWDVXLFLGD16
- &RPRIDPLOLDUHVLPSRUWDQWHPDQWHQHUODHVSHUDQ]DHQTXHSXHGHKDEHUFDPELRV
SRVLWLYRV\IRPHQWDUHODXWRFXLGDGRFRPRIDPLOLDUSDUDVHJXLUFXLGDQGRGHOIDPL-
OLDUFRQULHVJRVXLFLGD

(VLPSRUWDQWHTXHODIDPLOLDHQWLHQGDTXHHQORVSULPHURVPRPHQWRVSXHGHQVHQWLU
TXHVXD\XGDQRHVH¿FD] DXQTXHSXHGHHVWDUVLpQGROR TXHKD\TXHDFHSWDUORVOtPLWHV
GHKDVWDGyQGHSXHGHQD\XGDU\TXHGHEHQVHJXLUFXLGiQGRVH\FXLGDQGRODUHODFLyQFRQ
OD SHUVRQD )LQDOPHQWH LQVWDU D OD IDPLOLD D KDEODU FRQ XQ WHUDSHXWD SDUD DQDOL]DU ORV
DVSHFWRVTXHQHFHVLWHQSDUDUHFLELUSDXWDVGHDFWXDFLyQDGLFLRQDOHVRSDUDUHFLELUORV
IDPLOLDUHVSVLFRWHUDSLDSRUODVLWXDFLyQYLYHQFLDGD\RSDUDPHMRUDUODUHODFLyQFRQOD
SHUVRQDVXLFLGD
(OXVRGHWHUDSLDFRJQLWLYRFRQGXFWXDO\SVLFRHGXFDFLyQQRWLHQHXQHIHFWRVLJQL¿FD-
WLYRHQHOGHVDUUROORGHUHDFFLRQHVGHGXHORFRPSOLFDGRGHSUHVLyQ\IDFWRUHVGHULHVJR
VXLFLGDHQVXSHUYLYLHQWHVGHVXLFLGLRSHURODLQWHUYHQFLyQGHEHVHUYLUGHVRSRUWHSVLFR-
OyJLFRSDUDORVVXSHUYLYLHQWHV41
7DPELpQKD\TXHWHQHUSUHVHQWHODLGHDGHTXHWUDVXQLQWHQWRGHVXLFLGLRHVSRVLEOH
TXHVHSURGX]FDRWURSRUORTXHKD\TXHHVWDUDOHUWDSRUVLVHUHSLWH3RUHMHPSORSXHGH
KDEHUYHUEDOL]DFLRQHVGHODSHUVRQDHQHOVHQWLGRGH³\DQRSXHGRPiV´³RWUDYH]YHR
TXHHVWR\WRFDQGRIRQGR´³HVWRHVLQVRSRUWDEOH´³QRSXHGRVHJXLUDGHODQWH´
6LVHFRQVXPDHOVXLFLGLRORVIDPLOLDUHVGHEHUiQHODERUDUHOGXHOR6HHVWLPDTXH
FDGDDxRHQWUHPLOORQHVGHSHUVRQDVH[SHULPHQWDQGXHORSRUVXLFLGLR(QXQHV-
WXGLRGHPHWDDQiOLVLVGHHVWXGLRVHQFRQWUDURQYDULRVUHVXOWDGRVQHJDWLYRVSDUDOD
VDOXG \ D QLYHO VRFLDO VHJ~Q OD UHODFLyQ GH OD SHUVRQD FRQ HO IDOOHFLGR (VWRV HIHFWRV
LQFOX\HURQPD\RUULHVJRGHVXLFLGLRHQODVSDUHMDVGHORVVXLFLGDV\HODXPHQWRGHULHVJR
GHLQJUHVRSVLTXLiWULFRSDUDORVSDGUHVHQGXHORSRUVXLFLGLRGHXQKLMRHODXPHQWRGH
ULHVJRGHVXLFLGLRGHPDGUHVSRUVXLFLGLRGHKLMRDGXOWR\PD\RUULHVJRGHGHSUHVLyQHQ
KLMRVDIHFWDGRVSRUHOVXLFLGLRGHXQRGHORVSURJHQLWRUHV
(QDOJXQRVFDVRVVHSURGXFHQGL¿FXOWDGHVHQODHODERUDFLyQGHOGXHORTXHFRQYLHQH
UHVDOWDU(QXQHVWXGLRUHFLHQWH41HQFRQWUDURQTXHVHJ~QODFDXVDHVSHFt¿FDGHODPXHUWH
QDWXUDODQWLFLSDGDQDWXUDOV~ELWDKRPLFLGLRVXLFLGLRRDFFLGHQWHIDWDO VHSRGtDQSUH-

298
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

decir distintos niveles de duelo complicado y de duelo espiritual complicado, como dos
constructos diferenciados.
Todo suicido deja tras de sí heridas profundas, pero uno no se muere nunca solo, sino
que lleva consigo una parte de la vida de los seres queridos y deja a los supervivientes
un poco de la propia muerte.
En menores, el sufrimiento de los padres cuyos hijos se suicidan es inmenso, mezcla
de culpa, desamparo, ira e incomprensión, y parece aún mayor que el enorme impacto
emocional que supone en las familias un suicidio en cualquier edad42. Además, el duelo
por suicidio es más complejo ante una muerte por suicidio y ante la muerte de un hijo;
ambas circunstancias se dan en esta situación.
Los sobrevivientes se sienten a menudo traicionados en el amor, desilusionados por
una promesa no mantenida y surgen pensamientos del tipo: “Nos dijo que no iba a volver
a suceder”, “nos pidió disculpas”, “no ha cumplido lo prometido”, “nos mintió” (se sien-
ten defraudados); “¿Por qué no ha pensado en su mujer y su hijo?”, “si hubiera sabido
cómo me iba a sentir yo, no lo habría hecho, porque yo le quería mucho” (desconcierto y
resentimiento). Aparecen también muchas preguntas sin respuesta dirigidas a la persona
fallecida: “¿Por qué no me dijiste nada?”. En ocasiones la simple ventilación emocional
FRQXQDSHUVRQDGHFRQ¿DQ]DEDVWDUtDSDUDOLEHUDUODHQHUJtDHPRFLRQDOQHJDWLYDDFX-
mulada, depurar el propio sistema mental y emotivo intoxicado, para poder superar algo
que parece insuperable.
Aparecen sentimientos de vergüenza y autoacusación por no haberlo podido evitar,
o por los comentarios de las personas que les rodean. Algunas familias, para evitar la
vergüenza social, optan por cambiar de domicilio o de ciudad43.
A veces se oculta la verdadera causa de la muerte a los allegados, y se dice que ha
sido un accidente, un infarto cardiaco, un ictus masivo, una enfermedad, etc. La nega-
ción de lo sucedido impide una correcta elaboración del duelo y consume mucha energia
en poder contar siempre lo mismo, que parezca coherente, que nadie se entere de la ver-
dadera razón... Muchas veces los hijos o los nietos no conocen la verdadera razón, que
puede ser descubierta en lugares ajenos a la familia y originar más dolor.
Puede aparecer la ira, el resentimiento hacia las creencias religiosas ¿Por qué Dios ha
permitido esto? Y siguen apareciendo misterios sin resolver en la mente de las personas
que se quedan.
Se produce un proceso de elaboración gradual del duelo y el luto. Cuando se ha ido
elaborando la muerte pueden aparecer aspectos positivos de expresión emocional de la
familia y de comunicación de ideas relacionadas con la muerte suicida con mayor sere-
nidad y profundidad.
Debido a la tragedia, los supervivientes se ven envueltos en un diálogo extenuante
con un interlocutor ausente. Después empiezan a vislumbrarse espacio de luz y razo-
nes para la vida. Se suele encontrar apoyo escuchando los recuerdos del difunto. El
apoyo social ayuda a reconciliarse con lo sucedido, orienta a una sana evaluación de
las responsabilidades en relación con lo ocurrido, les permite no medir el pasado con
el conocimiento del presente, sugiere que no se puede elegir por otros, porque de lo
contrario el ser querido estaría vivo. Frases que ayudan: “Me siento mal por lo sucedi-
do, he venido a visitaros para acompañaros”,”Puedes llorar si necesitas liberarte de la
tristeza e impotencia que te está suponiendo todo esto”, “¿Quieres compartir conmigo

299
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

lo que estás sintiendo y pensando en estos momentos?”, “Tienes derecho a protestar,


a decir que no lo entiendes, que la vida es injusta”, “Haz lo que consideres más apro-
piado, no hay una manera mejor que otra de vivir el duelo y el luto”, “Estoy aquí para
lo que necesites”.

Mensaje de una familia dirigido a un fallecido por suicidio3͘


Querido… Te escribimos para decirte cuánto te echamos de menos y cómo ha cambiado la vida
desde que nos has dejado. Estamos profundamente turbados a causa de tu gesto y nos amarga el
hecho de que no hayas podido decirnos adiós.
,ĞŵŽƐ ĚĞƌƌĂŵĂĚŽ ŵƵĐŚĂƐ ůĄŐƌŝŵĂƐ ƚƌĂƚĂŶĚŽ ĚĞ ĐŽŵƉƌĞŶĚĞƌ ƚƵ ĚĞƐĞƐƉĞƌĂĐŝſŶ͕ ƚƵ ŵŝƐƚĞƌŝŽ͘ 
ǀĞĐĞƐƚĞŶĞŵŽƐƌĞƐĞŶƟŵŝĞŶƚŽĐŽŶƚƌĂƟƉŽƌĞůŝŶŵĞŶƐŽĚŽůŽƌƋƵĞŶŽƐŚĂƐĚĂĚŽ͘KƚƌĂƐŶŽƐƐĞŶƟŵŽƐ
ĚĞƐĐŽŶƚĞŶƚŽƐĐŽŶŶŽƐŽƚƌŽƐŵŝƐŵŽƐƉŽƌŶŽŚĂďĞƌƐŝĚŽĐĂƉĂĐĞƐĚĞƉƌĞǀĞŶŝƌůĂƚƌĂŐĞĚŝĂ͖ĚĞůŽĐŽŶƚƌĂƌŝŽ͕
tú seguirías vivo entre nosotros.
WĞŶƐĂŵŽƐĞŶƟĐŽŶƟŶƵĂŵĞŶƚĞ͕ƚĂŵďŝĠŶĐƵĂŶĚŽůŽƐƌĞĐƵĞƌĚŽƐŶŽƐĞŶƚƌŝƐƚĞĐĞŶ͘^ŝŶĞŵďĂƌŐŽ͕ĂƉĞƐĂƌ
ĚĞůĂĂŵĂƌŐƵƌĂ͕ŶŽŚĞŵŽƐƌĞŶƵŶĐŝĂĚŽĂůĂǀŝĚĂLJůĂĞƐƉĞƌĂŶnjĂ͘ůŽŵĞũŽƌŶŽƐŚĂƐǀŝƐƚŽƷůƟŵĂŵĞŶƚĞ
sonreír un poco más.
Nuestro deseo es que hayas encontrado la paz que buscabas. Nuestra plegaria es la de poder
ĂďƌĂnjĂƌƚĞĂůĮŶĂůĚĞŶƵĞƐƚƌŽƐĚşĂƐ͘
ŽŶĂĨĞĐƚŽ͗dƵƐƐĞƌĞƐƋƵĞƌŝĚŽƐ͘

Pero el apoyo comunitario puede ser pernicioso cuando es acusador, cuando no es


comprensivo con las circunstancias y los sobrevivientes se sienten señalados con el
dedo, cuando no dan importancia a las emociones de quienes han perdido a una persona
querida de manera traumática.

ĐƚƵĂĐŝſŶƉƐŝĐŽůſŐŝĐĂĐŽŶƚĞƐƟŐŽƐ

Cuando ocurre un suicidio puede haber testigos presentes en ese momento viendo lo
sucedido o presentes pero visionando lo que ocurre en la distancia, por ejemplo, a través
de redes sociales.
Muchas veces se ve lo que sucede desde la estupefacción y el bloqueo de no saber si
realmente es algo serio, una broma o una provocación; por eso en ocasiones se tarda en
buscar ayuda o hay intentos en los que la sociedad se conmociona porque la persona no
recibió la atención urgente que requería.
Las personas pueden ser testigos del hecho y ver al suicida intentarlo y/o morir; o pue-
den ser testigos del resultado de la acción suicida. Por ejemplo, las personas que descubren
el cuerpo tras el suicidio. También es diferente que esto ocurra según las circunstancias (so-
bredosis de benzodiacepinas, precipitación, ahorcamiento, etc.), la edad de la persona (me-
nores, adultos o personas mayores), o la relación con la persona suicida (familiar, amigo,
desconocido), la intencionalidad del propio suicida (quería que lo encontrara una persona
FRQFUHWDRQR 7RGDVHVWDVYDULDEOHVHVWiQLQÀX\HQGR\SURGXFHQUHDFFLRQHVSVLFROyJLFDV
muy diferentes que requieren también una intervención diferenciada.
Hay casos que conviene precisar un poco más; si se produce un suicidio en el tra-
bajo, como tristemente ha ocurrido en Francia al inicio de la crisis. Los compañeros
pueden estar conmocionados, resistirse a hablar porque ello supone tocar cuestiones
que generan una gran ansiedad, culpabilidades latentes o mecanismos de defensa

300
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

más o menos automáticos44. Muchas veces se convierte en un tema tabú y muchos


de los trabajadores se sienten desbordados por los acontecimientos y sin posibilidad
de elaborar lo sucedido.
Esto supone un cuestionamiento de la organización y pone en tela de juicio cier-
tos métodos de trabajo, gestión de recursos humanos y demás aspectos asociados al
funcionamiento interno. La acción tras el descubrimiento de un suicidio es irracional
si no se dirige principal y prioritariamente a criticar los métodos introducidos por la
organización del trabajo mediante la gestión y dirección de las empresas durante los
últimos veinte años46.

Intervención psicológica con intervinientes en suicidio

En ocasiones cuando se consuma la conducta suicida y los profesionales intervi-


nientes han intentado muchas estrategias para poder salvar a la persona, pueden sentirse
frustrados y muy afectados, incluso culpables por lo sucedido, y puede afectar a su au-
toimagen personal. Los intervinientes a veces recurren a los psicólogos para atención
posterior por los sentimientos y emociones que le ha originado la actuación frustrada o
sin resultado positivo.
Por lo tanto, los profesionales que atiendan algún intento de suicidio, deben tener
presente que en ocasiones no es posible salvar la vida de la persona, a pesar de que su
intervención haya sido buena. En estos casos hay que aceptar y asumir el hecho como
inevitable y no dejarse invadir por el sentimiento de culpa, y abatimiento. Es fundamen-
WDOSHQVDUTXHVXGHFLVLyQHUD¿UPHTXHHVWDED\DWRPDGD\TXHVHPHQWDOLFHGHTXH
ha hecho todo lo que estaba en su mano para ayudarle, pero el suicida no se ha dejado
ayudar34.

CONCLUSIONES E IDEAS CLAVE


1. Muchas veces las crisis son inevitables. Pero la resolución de la misma va a estar
en relación con el tiempo y el espacio en que se produce, de los recursos personales
de afrontamiento y los recursos sociales y comunitarios.
2. Los intentos de suicidio deben tomarse siempre en serio, aunque se aprecie un
componente manipulador.
3. El mayor predictor de la conducta futura es la conducta pasada. El riesgo aumenta
cuando la meta del primer intento no se cumplió y aún permanece el estrés que lo
provocó.
4. Los intentos de suicidio previos son un importante predictor de suicidio futuro.
5. Cualquier pérdida puede reactivar recuerdos dolorosos sobre pérdidas anteriores.
6. La situación de crisis va a depender, por lo tanto de los recursos adaptativos del
sujeto.
7. Cualquier persona que tenga conocimiento de la crisis suicida puede estar afectada
y requerir atención psicológica.
8. Cada vez hay más profesionales formados en intervención en crisis que saben ac-
tuar ante un intento de suicidio pero es importante también saber adaptarse a las
circunstancias y recabar información para mejorar la intervención.

301
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

BIBLIOGRAFÍA
1. Acinas MP. El paciente suicida. En: Acinas MP. Habilidades de comunicación y estrategias asis-
tenciales en el ámbito sanitario. Volumen 2. Actuación en situaciones de urgencias y emergencias.
Jaén: Editorial Formación Alcalá; 2004.
2. Ogando Díaz B, Tejera Torroja E, Hernández Guillén R. El rostro del suicida en el espejo del cine.
Rev Med Cine. 2011;7(3-4):107-117.
3. Pangrazzi A (ed.). El suicidio. De la rendición a la lucha por la vida. Madrid: San Pablo; 2005.
4. Acinas MP. Intervención en crisis y urgencias. En: UNED. Máster de Intervención Psicoterapéuti-
ca. Material didáctico.
5. Freeman A, Reinecke MA. Terapia cognitiva aplicada a la conducta suicida. Bilbao: Desclée de
Brouwer; 1995.
6. Ringel E. Founder”s perspectives. Then and now. Crisis. 1988;9(1):1-6.
7. Hernández Martínez J. El proceso suicida. En: Ros Montalbán S (coord.). La conducta suicida.
Madrid: Arán; 1998.
8. Hernández-Coronado A, Martínez RM, Losada D, Nevado M, Fouce JG. Modelo comprensivo de
estrés en situaciones de emergencia. Apuntes de Psicología. 1999;17(1-2):147-153.
9. Swanson WC, Carbon JB. Crisis intervention: Theory and technique. En: Karasu TB (coord.).
Treatment of psychiatric disorder. Washington: American Psychiatric Press; 1989, 2520-2531.
10. Acinas P, Muñoz FA. Gestión de emergencias por intento de suicidio. En: Parada E (coord.). Psi-
cología y emergencia. Habilidades psicológicas en las profesiones de socorro y emergencia. Bil-
bao: Desclée de Brower; 2008.
11. Choquet M, Facy F, Davidson F. Suicide and attempted suicide among adolescents in France.
The suicide syndrome. London: Croom Helm Ltd; 1980.
12. Lorente F. Asistencia psicológica a víctimas. Psicología para bomberos y profesionales de emer-
gencias. Madrid: Arán; 2008.
13. Roorda H. Mi suicidio. Madrid: Trama Editorial; 1997.
14. Maris R. The relationship of nonfatal suicide attemps to completed suicides. En: Maris R,
%HUPDQ$ 0DOWVEHUJHU -<X¿W 5 HGV $VVHVVPHQW DQG SUHGLFWLRQ RI VXLFLGH 1HZ<RUN
Guilford; 1992.
15. Jiménez Pietropaolo J. Intervención con pacientes suicidas en Atención Primaria. En: Sainz A,
Nomen L. Tratando… situaciones de emergencia. Madrid: Pirámide; 2012.
16. NAMI. Cuidándose a sí mismo y a su familia después de un intento de suicidio. Una guía familiar
para su pariente en la sala de urgencias. Disponible en: http://www.nami.org.
17. Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suici-
da. Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Plan de Calidad
para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Agencia
de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Galicia (Avalia-t); 2012. Guías de Práctica Clínica en
el SNS: Avalia-t 2010/02.
18. Coelho P. Veronika decide morir. Barcelona: Planeta; 1998.
19. Mardomingo Sanz MJ. Suicidio e intentos de suicidio. En: Mardomingo Sanz MJ (ed.). Psiquiatría
del niño y del adolescente. Madrid: Ed. Díaz de Santos; 1999, 499-519.
20. Paul JP et al. Suicide attempts among gay and bisexual men: life time prevalence and antecedents.
Am J Public Heath. 2002;92(8):1338-1345.
21. Rubin Wainrib B, Bloch EL. Intervención en crisis y respuesta al trauma. Teoría y práctica. Bilbao:
Desclée de Brouwer; 2001.
22. Acinas MP. Capítulo 8: Primeros Auxilios Psicológicos (PAPs). En: Gómez Encinas JL, Gutiérrez
López E (coords.). Primeros Auxilios. Madrid: Editex; 2009.
23. Slaikeu KA. Intervención en crisis. Manual para práctica e investigación. México: El Manual Mo-
derno; 2000.

302
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS SUICIDAS

24. De Miguel A, Muñoz FA. Aspectos conductuales de la intervención en crisis. Rev Psiquiatría Fac
Med Barna. 1998;25(6):177-181.
25. Martínez Azumendi O. Intervención en crisis. Conceptos generales y descripción de dos modelos
particulares. Psiquis. 2005;16(2):43-50.
26. Fernández Liria A, Rodríguez Vega B. Intervención en crisis. Madrid: Síntesis; 2002.
27. Muñoz FA, Lillo A. Intervención psicológica en urgencias. En: Remor E, Arranz P, Ulla S (eds.).
El psicólogo en el ámbito hospitalario. Bilbao: Desclée de Brouwer; 2003, 699-776.
28. Parada E (coord.). Psicología y emergencia. Habilidades psicológicas en las profesiones de socorro
y emergencia. Bilbao: Desclée de Brouwer; 2008.
29. Robles I, Acinas MP, Pérez Íñigo JL. Estrategias de intervención psicológica en la conducta suici-
da. Madrid: Síntesis; 2013.
30. Muñoz FA. Intervención psicológica en el suicida extrahospitalario. Psiquis. 1999;20(5):203- 206.
31. Fernández Millán JM (coord.). Apoyo psicológico en situaciones de emergencia. Madrid: Pirámi-
de; 2005.
32. Ros Montalbán S (coord.). La conducta suicida. Madrid: Arán; 1998.
33. Gil Muñoz Y. Manual Básico de Psicología para bomberos. Escuela de Protección Civil y Bombe-
ros. Madrid; 2005.
34. Arranz Estévez FJ. Factores psicológico-conductuales y psicosociales de riesgo suicida. En: Ros
Montalbán S (coord.). La conducta suicida. Madrid: Arán; 1998.
35. Acinas MP. Manejo psicológico de la conducta ansiosa y suicida en afectados por un accidente de
WUi¿FR&XDGHUQRVGH&ULVLV  
36. Caihol L, Riedi G, Mathur A, Czapla P, Charpentier S, Genestal M, Birmes P. Should hospitaliza-
tion be required after the emergency discharge of patients with borderline personality disorder who
have attempted suicide (french crisis cohort)? Encephale. 2014;7. pii: S0013-7006(13)00247-9.
37. Rosen S (comp.). Mi voz irá contigo. Los cuentos didácticos de Milton H. Erickson. Paidós Terapia
Familiar. Barcelona: Paidós; 1982.
38. Corberá M, Sarasa MD. Manejo del paciente suicida en urgencias. En: Civeira J, Pérez A, Corberá
0 HGV 8UJHQFLDVHQ3VLTXLDWUtD)DHV)DUPD0DGULG*UD¿PDF
39. Lillo A, Hernández C. Ha intentado suicidarse. En: VVAA. Guía: La familia ante momentos di-
fíciles. Comunidad de Madrid. Dirección General de Familia. Consejería de Familia y Asuntos
Sociales; 2004.
40. Pitman A, Osborn D, King M, Erlangsen A. Effects of suicide bereavement on mental health and
suicide risk. The Lancet Psychiatry. 2014;1(2):109.
41. Wittouk C, Van Autreve S, Portzky G, Van Heeringen K. A CBT-based psychoeducational inter-
vention for suicide survivors. Crisis. 2014;35(3):193-201.
42. Posse A. Cuando muere el hijo. Barcelona: Emecé; 2009.
43. Acinas MP. Duelo en situaciones especiales: Suicidio, desaparecidos y muerte traumática. Rev
Med Psicosomát. 2012;2(1):1-17.
44. Dejours C, Bègue F. Trabajo y suicidio. Madrid: Ed. Modus Laborandi; 2010.

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN

ASPECTOS GENERALES DE INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN CRISIS


Crisis suicida
Entre el intento y la consumación suicida
Estado psicológico de la persona suicida en crisis emergente
Detección de signos de riesgo inminente de suicidio
Crisis suicida en menores

303
SUICIDIOS. MANUAL DE PREVENCIÓN, INTERVENCIÓN Y POSTVENCIÓN EN CONDUCTA SUICIDA

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA CON LA PERSONA EN CRISIS SUICIDA


WƌŝŵĞƌŽƐƵdžŝůŝŽƐWƐŝĐŽůſŐŝĐŽƐ;WWƐͿĞ/ŶƚĞƌǀĞŶĐŝſŶĞŶƌŝƐŝƐ;/ͿĞŶĐŽŶĚƵĐƚĂƐƵŝĐŝĚĂ
Actuación psicológica adaptada a las circunstancias
- ^ƵŝĐŝĚŝŽĞŶƌŝĞƐŐŽŝŶŵŝŶĞŶƚĞ
- ^ƵŝĐŝĚŝŽĞŶƵďŝĐĂĐŝŽŶĞƐĚŝİĐŝůĞƐ
- Otros casos de suicidio y aspectos a tener en cuenta en la crisis suicida
Colaboración con otros intervinientes en suicidios en curso
Situaciones especiales de manejo de la conducta suicida
- Uso instrumental de la conducta suicida
- Abuso y maltrato
- ŶĨĞƌŵĞĚĂĚŐƌĂǀĞŽƚĞƌŵŝŶĂů
- Otras situaciones

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA CON OTROS AFECTADOS POR LA CRISIS SUICIDA


ƚĞŶĐŝſŶĂĨĂŵŝůŝĂƌĞƐͲĂůůĞŐĂĚŽƐĚƵƌĂŶƚĞůĂĐƌŝƐŝƐƐƵŝĐŝĚĂ
ƚĞŶĐŝſŶĂĨĂŵŝůŝĂƌĞƐͲĂůůĞŐĂĚŽƐĚĞƐƉƵĠƐĚĞůĂĐƌŝƐŝƐƐƵŝĐŝĚĂ
ĐƚƵĂĐŝſŶƉƐŝĐŽůſŐŝĐĂĐŽŶƚĞƐƟŐŽƐ
Intervención psicológica con intervinientes en suicidio

CONCLUSIONES E IDEAS CLAVE

BIBLIOGRAFÍA

304

También podría gustarte