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CODIGO : 2012216563
La ebullición del agua potable con combustible es el método de tratamiento de agua doméstico
más antiguo y comúnmente utilizado. El agua debe calentarse hasta la aparición de las primeras
burbujas grandes para así garantizar que esté libre de patógenos. Muchas organizaciones
recomiendan hervir el agua tanto para su tratamiento en los países en desarrollo, como para
proporcionar agua potable en situaciones de emergencia en todo el mundo, aunque es un proceso
bastante laborioso y consume mucha energía. La ebullición sólo mata los patógenos y no elimina la
turbidez o la contaminación química (por ejemplo, arsénico) del agua potable. Por lo tanto, antes
de hervir, el agua se puede purificar mediante un método de sedimentación o filtración o distintos
procesos de purificación o filtrado.
IDONEIDAD
El tratamiento de hervir el agua en casa, para su consumo, es uno de los procesos más antiguos y
sencillos y lo que busca principalmente es matar todos los posibles patógenos o microorganismos
presentes en ella para hacerla más segura. En muchos casos, es un tratamiento que se aplica en
momentos puntuales como desastres y emergencias y, va acompañada de otros procesos como
una filtración previa y una cloración posterior a ese proceso mencionado.
Si se alcanza el punto de ebullición, o sea, que la temperatura del agua alcance los 100°C, se logra
que el proceso sea efectivo para matar bacterias, virus, protozoos, helmintos y la mayoría de los
patógenos que pueden estar presentes en el agua que se va a consumir. La inactivación
incompleta de patógenos en agua hervida se atribuye a los usuarios que no calientan el agua hasta
el punto de ebullición.
En tabla vemos con datos de efectividad del tratamiento del agua con ebullición, tanto en
laboratorio como en campo, respecto a patógenos como bacteria, virus, protozoos y helmintos y
turbiedad:
También debemos tener en cuenta que hay elementos que no se reducen o eliminan si el agua es
hervida, como por ejemplo el nitrato. Por más que se hierva el agua los niveles de este no se
reducirán, es más, podría darse el caso que el nivel fuese ligeramente más alto debido a la
evaporación del agua en su proceso de ebullición.
OPERACIÓN Y MANTENIMIENTO
Los tratamientos son muy sencillas. Se debe calentar agua sobre un fuego o a través de diferentes
fuentes de energía que se realizara hasta que hierva el agua. El uso de la fuente de energía
dependerá de la disponibilidad económica del hogar, así como de la zona en la que se viva. Para
reconocer que el agua está hirviendo vivamente, sólo hace falta ver que aparezca un burbujeo
continuo del agua. El tiempo de ebullición recomendado cambia entre varias organizaciones
reconocidas.
Existe un riesgo muy común que se ha convertido en uno de los principales problemas en este
tratamiento de agua y es la recontaminación de la misma. En muchos casos, al cambiar el agua de
la olla a los recipientes o contenedores de almacenamiento, estos están sucios o no son tapados
de forma adecuada, por lo que es recomendable que los envases donde se almacenará el agua
estén limpios previamente. En algunos casos, este tratamiento, además de realizar una filtración
previa, posteriormente se clora el agua como medida adicional de desinfección, tan sólo 5 gotas
de cloro por cada litro de agua son necesarias para la desinfección preventiva.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS
Desventajas
Ventajas