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Resumen:
En la actualidad las potencialidades de los microorganismos son explotadas en diversos sectores de la
economía y la salud, de ahí la importancia de contar con colecciones bien conservadas que cumplan las
premisas de un buen proceso de conservación; que el cultivo a conservar sea puro, evitando que se
produzcan contaminaciones durante el proceso de conservación; que durante el tiempo de conservación
sobrevivan al menos el 70-80% de las células y que estas células permanezcan genéticamente estables.
Hasta la fecha se han descrito diversos métodos de conservación, con los cuales se trata de mantener el
cultivo viable y con un mínimo de cambios genéticos, lo más cercano posible al aislamiento original. En
este trabajo se discuten los principios, ventajas y desventajas de cada uno de ellos y las posibilidades de
instrumentación en los diferentes laboratorios de acuerdo a las posibilidades económicas del mismo y a las
características del microorganismo, lo que lo convierte en un material de consulta primaria para el
entrenamiento del personal con escasa o ninguna formación al respecto. Se hace alusión a los métodos de
conservación, tales como métodos de elección o de conservación a largo plazo, métodos a corto plazo y por
último los métodos alternativos, además se realiza un breve comentario sobre el recobrado de las células.
I Taller Científico de los Laboratorios LIORAD, VI Taller de Colecciones de Cultivos Microbianos y otros 1/14
Materiales Biológicos. Finlay Ediciones, 2008.
ISBN: 978-959-7076-20-9.
Arencibia DF, Rosario LA, Gámez R. Métodos Generales de Conservación de Microorganismos.
2008
Introducción
El uso de los microorganismos ha sido clave en el enfrentamiento y solución de los graves problemas de la
humanidad en la agricultura y la alimentación de los pueblos, en la salud animal y humana, en la búsqueda
de nuevas fuentes de energía y en la conservación del medio ambiente.1 El estudio de microorganismos aún
en laboratorios con escasos recursos, involucra frecuentemente el uso de cultivos vivos. Estos necesitan ser
viables al menos durante el estudio y los experimentos, y si se prueba su importancia deberán ser
mantenidos y conservados en una colección de cultivos microbianos para garantizar su disponibilidad.2
Los microorganismos para su estudio primeramente son aislados de su ambiente natural, seguidamente son
conservados en colecciones de cultivos donde pasan a constituir el material de trabajo para estudios futuros,
constituyendo un inestimable fondo genético.3
Los objetivos del trabajo con microorganismos pueden ser variados, y pueden incluir investigaciones
medioambientales, taxonómicas, agrícolas y biomédicas e industrial.4 La conservación ex situ de todos los
microorganismos aislados, estudiados y reportados en la literatura científica, es fundamental para el
progreso de la ciencia. La ambigüedad asociada al reaislamiento subraya la necesidad de hacer depósitos de
microorganismos en una colección de cultivos, que proporcione servicio de conservación experimentada,
rápido acceso y la provisión de una cepa de referencia única y conservada. Sin esto, los científicos
necesitarían llevar a cabo constantemente el costoso proceso de caracterización e identificación al inicio de
cada nuevo estudio.5
Los cultivos de microorganismos con determinadas características son esenciales para la mayoría de los
ensayos microbiológicos. Los cultivos de referencia o controles son utilizados en un amplio número de
determinaciones, debido a que no pueden obtenerse resultados válidos si no se trabaja con cultivos de alta
calidad. Por todo esto una colección de cultivos bien mantenida es un requisito indispensable para las
buenas prácticas del laboratorio.4 Los microorganismos tienen una tendencia inherente a mutar en cultivos
de laboratorio, por lo que es muy importante el uso de procedimientos para mantenerlos viables y
genéticamente estables.
La conservación de microorganismo de interés industrial es una técnica básica en todo el proceso. La
conservación ha de estar encaminada al mantenimiento de las cepas altamente productivas durante largos
períodos de tiempo sin que se produzcan cambios fenotípicos, especialmente en las características
relacionadas con la producción de los metabolitos secundarios de interés.6
Para lograr estas condiciones se han establecido varios métodos de preservación con los cuales se trata de
mantener el cultivo viable y con un mínimo de cambios genéticos, lo más cercano posible al aislamiento
original. La mayoría de los métodos de preservación logran reducir el ritmo metabólico de los organismos
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por retención de nutrientes, agua y oxígeno; por reducción de la temperatura de conservación; o por
combinación de ambos.7
Los tres objetivos que hay que alcanzar para conservar correctamente las cepas microbianas en los
laboratorios de microbiología son: que el cultivo a conservar sea puro, evitando que se produzcan
contaminaciones durante el proceso de conservación; que durante el tiempo de conservación sobrevivan al
menos el 70-80% de las células, y por último, que estas células permanezcan genéticamente estables. Los
dos primeros objetivos no son muy difíciles de conseguir cuando se conoce bien la técnica microbiológica,
pero el tercero puede presentar dificultades, y este es el motivo por el cual existen varios métodos de
conservación para los microorganismos, y ninguno de ellos es de utilización general.8
Debido al alto costo de las cepas de referencia y de los equipos utilizados en la conservación de
microorganismos es necesario que cada laboratorio entrene a su personal para desarrollar sus propias
colecciones de forma que estas cumplan con los principios de conservación planteados anteriormente. Esta
revisión pretende ser un material de consulta primaria que permita determinar a los investigadores que
métodos de conservación utilizar en función de las características del microorganismo y las posibilidades
económicas del laboratorio, siendo utilizado por lo general en los laboratorios de Microbiología,
Toxicología etc.
Desarrollo
Los métodos de conservación para microorganismos se agrupan atendiendo a los factores tiempo y
características fisiológicas de la cepa en tres grandes grupos:
Métodos a largo y corto plazo y métodos alternativos.
1. Métodos de conservación a largo plazo.
Estos métodos garantizan al máximo la estabilidad genética, al evitar la aparición de generaciones sucesivas
y por tanto son los más utilizados en microorganismos que han sido sujetos a manipulaciones genéticas las
cuales los hacen diferentes de las cepas de origen y permiten mediante ellas evaluar medicamentos con alto
potencial genotóxico y carcinogénico, a partir de la teoría bien abundada sobre las mutaciones,
clasificándose como cambios bruscos ocurridos en el genotipo, y que son transmitidos a las generaciones
siguientes. Dentro de esta evaluaciones se encuentra el test de Ames, en el cual se utilizan una serie de cepas
his- de Salmonella typhimurium, muy bien caracterizadas a nivel genético-molecular, donde se evalúa el
crecimiento de bacterias que hayan experimentado reversiones.9 Por lo tanto es de vital importancia que el
investigador conozca las limitaciones de cada método para que de esta forma pueda obtener resultados
reales de gran veracidad investigativa. Entre estos métodos se encuentran la congelación y la liofilización,
siendo los más aplicables en cualquier laboratorio.
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criobolas (bolas de tipo abalorio que se impregnan con la solución celular a congelar), ya que para tomar
una muestra basta con emplear una o varias bolitas sin necesidad de descongelar el resto.16 Este método no
se debe emplear para la conservación de microorganismos anaerobios, como por ejemplo el género
bacteriano Clostridium, ya que al estar las células en una superficie hay un mayor contacto con el oxígeno y
puede afectarse la viabilidad.17
- Empleo de agentes crioprotectores: Estas sustancias protegen del daño que se pueda producir en las células
microbianas en el momento de la congelación. Existen muchos compuestos que se pueden utilizar como
crioprotectores, pero el que se utiliza con más frecuencia es el glicerol, a una concentración del 15 al 20%.
También se pueden utilizar el dimetilsulfóxido, la leche descremada y carbohidratos como glucosa, lactosa,
sacarosa, inositol, etc. En su elección influye el tipo de microorganismo que se quiera conservar.18
La temperatura de almacenamiento seleccionada depende de las facilidades disponibles, pero las
temperaturas más bajas favorecen la viabilidad y la estabilidad genética.19 La mayoría de los
microorganismos (bacterias, hongos, virus, bacteriófagos) sobreviven largos períodos el almacenamiento en
estado de congelación por la reducción marcada de su ritmo metabólico. Algunos protozoos, algas y células
humanas también pueden ser preservados por este método. Existen muchos factores que pueden afectar la
viabilidad y estabilidad de los cultivos durante el proceso de congelación, por lo que deben realizarse
pruebas de ajustes del grado de enfriamiento y calentamiento, además de la adición de crioprotectores a la
suspensión celular.20
El almacenamiento de microorganismos por el método de congelación a temperaturas extremadamente bajas
es muy simple y se ha logrado estandarizar para la preservación de un amplio rango de microorganismos.
Con él se obtiene la más reducida pérdida de viabilidad, un alto grado de estabilidad y períodos de
sobrevivencia de más de 30 años. El costo inicial del equipamiento puede ser alto pero la seguridad de este
método justifica su costo, sobre todo en cultivos difíciles de preservar por otros métodos.21 Sin embargo, el
nivel de nitrógeno líquido de los contenedores debe chequearse diariamente y mantenerse constante la
distribución del mismo en todo el recipiente.
Este tipo de método se hace difícil y costoso; y la penetración de nitrógeno líquido en ámpulas mal selladas
puede provocar explosiones cuando se trasladen del contenedor a otro lugar, por lo que se recomienda
utilizar recipientes de plástico o almacenamiento en la fase de vapor del nitrógeno. Cuando se utiliza este
método debe utilizarse protector para la cara, bata y guantes de laboratorio como medidas de seguridad
contra las salpicaduras y derrames de nitrógeno líquido y la explosión de las ámpulas de vidrio.22
Conservación por liofilización.
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La liofilización consiste en la eliminación del agua de una sustancia congelada por sublimación del hielo
bajo vacío. Este proceso consta de tres etapas, la precongelación del producto para asegurar una estructura
completamente congelada; el secado primario con el que se elimina la mayor parte del agua por
sublimación; y el secado secundario con el que se remueve el agua que queda ligada.23
En las células conservadas por este método no hay crecimiento puesto que la actividad de agua es cero igual
que en la congelación pero a diferencia de la primera, los liófilos no tienen agua en el medio debido a la
sublimación. Para este proceso se emplean los aparatos denominados liofilizadores, de los que hay muchos
modelos en el mercado. Sin embargo, este es un método muy recomendable por su comodidad para el
almacenamiento y para el envío de las cepas, pues una vez conseguidos los liófilos pueden almacenarse a
una temperatura ambiente de 18ºC-20ºC.24
El medio de preservación es esencial para proteger las células de los daños producto de los procesos de
congelación y sobresecado. La elección del medio depende del microorganismo de manera que se logre
mantener la viabilidad y permitir un buen recobrado posterior al proceso de liofilización. 25 Usualmente el
medio de preservación contiene altos niveles de suero, proteínas, aminoácidos (ej: glutamato monosódico),
carbohidratos (ej: glucosa, sacarosa) o leche descremada.26 Entre los crioprotectores recomendados se
encuentran el inositol, para la mayoría de las bacterias; la leche descremada para hongos y actinomicetos,
pero para algunos microorganismos pueden ser más convenientes otros crioprotectores, como por ejemplo el
glutámico-glutamato para las bacterias lácticas, mezclas de glucosa con caldo hígado o chopped meat (sin
carne) para bacterias anaerobias, etc.27
El éxito de la liofilización para la preservación de los microorganismos no sólo depende de los pasos de esta
técnica (congelación y deshidratación) sino también de las características físico-químicas del medio de
suspensión, el tipo de microorganismo, el estado fisiológico del cultivo, las condiciones del cultivo, la
concentración de los microorganismos, entre otros.28
Los factores que influyen específicamente en la eficacia de la liofilización como medio de conservación
son: 29
1. Tipo de microorganismo. Hay algunos microorganismos que no resisten la liofilización y lógicamente
serán aquellos que contengan más agua en su interior. Algunos hongos filamentosos, especialmente los
no esporulados, no se pueden guardar liofilizados y hay que recurrir a otros métodos.
2. Concentración celular. Lo mejor es liofilizar suspensiones celulares con una concentración del orden de
108-109 células/ml en el caso de las bacterias y algo inferior en el caso de hongos filamentosos y
levaduras, debido a que siempre se pierde alrededor de 102 unidades formadoras de colonia (UFC)
durante el proceso.
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3. Temperatura durante la sublimación. Debe ser lo más baja posible, sin subir por encima de –50ºC.
4. Grado de deshidratación alcanzado. Debe ser lo más alto posible, aunque la concentración de solutos
puede conllevar una pequeña cantidad de agua remanente que no es perjudicial.
5. Atmósfera de oxígeno en el tubo. Las células liofilizadas se guardan en tubos cerrados al vacío para
evitar, tanto la rehidratación como la presencia de algún gas dentro del tubo, como el oxígeno que puede
dañar a las células.
6. Condiciones de almacenamiento. La temperatura debe ser constante, preferentemente a 18ºC y sin bajar
de los 0ºC. Los liófilos se deben guardar en la oscuridad.
Este método es uno de los más eficaces para la conservación de muchos tipos de microorganismos, como:
bacterias, hongos, bacteriófagos y virus; algunos de ellos pueden sobrevivir por períodos de más de 40
años.30 Es conveniente para la producción y distribución masiva de cultivos, la viabilidad, pureza y
estabilidad de los cultivos se mantenga por largos períodos de tiempo, no se requiere de una atención
constante después de almacenarse los cultivos liofilizados y cientos de éstos pueden guardarse en un
pequeño espacio. Otro método dentro de la liofilización es utilizando capilares de vidrio mediante el cual se
reduce el espacio de almacenamiento y el costo de la distribución de los cultivos. Sin embargo, el proceso es
complejo y caro, pues aunque no necesariamente requiere de un equipo sofisticado, se necesita al menos de
un sistema de vacío, por lo que no se puede aplicar en laboratorios con recursos limitados.28-30
2. Métodos de conservación a corto plazo.
Son los que se utilizan cuando no se pueden emplear los métodos de elección, fundamentalmente por
carecer de los equipos necesarios, porque la cepa microbiana no resiste los tratamientos de la conservación
por estos métodos o porque las cepas contengan construcciones genéticas trayendo consigo que estas
pierdan elementos, determinadas características especiales que se utilicen para medir el efecto del
medicamento o fármaco en la misma, desde el punto de vista tóxico. Conviene tener en cuenta que nunca se
debe usar un único método alternativo, sino que se recomienda conservar el microorganismo empleando
varios de estos métodos.
Conservación por transferencia periódica o subcultivo.
La cepa microbiana se guarda en forma de cultivo activo en el medio de cultivo en el que ha crecido,
consiste en la transferencia del cultivo a un medio de cultivo fresco a intervalos que aseguren la viabilidad
del mismo. Estos intervalos varían dependiendo de las características del microorganismo en cuestión,
algunas especies requieren ser transferidas a nuevos medios después de días o semanas, y otras después de
meses o años. Esta frecuencia puede reducirse con el almacenamiento del subcultivo a temperaturas
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relativamente bajas, en un refrigerador a 40C o en un freezer entre –100C y –200C, bajo aceite mineral o
agua.30-31
Sin embargo, estas células no pueden permanecer indefinidamente en el mismo tubo, porque al seguir
activas excretan productos tóxicos del metabolismo que se acumulan, provocando el envejecimiento y
muerte celulares. Este es el peor método para conseguir la estabilidad genética, puesto que al estar las
células creciendo hay una alternancia de generaciones, y al cabo del tiempo las células que se están
guardando serán descendientes lejanas de las células iniciales y es posible que ya no conserven algunas de
sus características.31
Es conocido que el riesgo de contaminación y de cambios genéticos se incrementa a mayor número de
transferencias; así como el peligro de pérdida del cultivo sobre todo cuando se trabaja con microorganismos
delicados y la posibilidad de que ocurra deshidratación del medio de cultivo, a estos inconvenientes se suma
además que cuando hay muchos microorganismos el trabajo es muy intenso y se requiere un espacio grande
para el almacenamiento.31-32
Si se va a utilizar este método es aconsejable retardar el envejecimiento y alargar los periodos entre dos
resiembras. Esto se puede conseguir de varias maneras como por ejemplo: disminuyendo la cantidad de
inóculo; rebajando la proporción de algunos nutrientes en el medio de cultivo; inoculando en picadura los
microorganismos que son anaerobios facultativos, ya que el crecimiento en presencia de oxígeno es más
rápido y origina productos generalmente tóxicos.33
Este método es muy simple, con él se puede mantener la viabilidad de algunos microorganismos por
muchos años, y la recuperación de los cultivos activos es relativamente fácil. En el caso de colecciones
pequeñas, éste puede ser un método económicamente factible en cuanto al equipamiento y al tiempo que se
invierte.34
Conservación por suspensión en agua destilada o en agua de mar estéril.
Es un método alternativo muy utilizado y que da altos porcentajes de viabilidad en diversos tipos de
microorganismos, tanto hongos filamentosos como levaduras y algunas bacterias. Consiste en suspender en
agua estéril unas cuantas células del cultivo que se quiere conservar. Se pueden preparar en criotubos de los
anteriormente mencionados. En este caso la concentración celular no debe ser superior a 104-105 células/ml
en el caso de bacterias. Los resultados obtenidos en laboratorios de microbiología en la conservación de
microorganismos por este método muestran altos porcentajes de viabilidad en períodos a veces superiores a
5 años. La estabilidad para caracteres morfológicos y fisiológicos es buena, pero no se ha comprobado para
caracteres específicos como la virulencia, el poder fermentativo y la preservación de transformantes
genéticos.35
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del método a utilizar haciendo una análisis de las características de cada técnica, factibilidad de su uso y las
necesidades del usuario. Generalmente la elección depende de la disponibilidad del equipamiento y de la
competencia del personal, así como de las características del microorganismo a conservar, es recomendable
utilizar siempre más de un método de preservación y trabajar con réplicas del microorganismo que se desea
preservar como medida de seguridad.
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