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RESUMEN

La definición de hedonismo debe partir, para su comprensión, de un sentido filosófico,


ya que es una doctrina que considera que el objetivo o la única finalidad que los
humanos tienen en la vida es la búsqueda del placer y el goce en todo sentido. De hecho
esta apreciación no se basa solamente en afirmar que el placer es un bien, sino que se
considera el placer como el «único» y «supremo bien».

Pero además para profundizar en esta teoría para la cual la motivación fundamental del
ser humano es la búsqueda del placer y la huída del dolor hay que tener en cuenta
también su sentido filosófico y psicológico.

Desde el ámbito de la filosofía encontramos esta tesis en la escuela cirenaica (Aristipo


de Cirene, que resaltaba el placer del cuerpo sobre los placeres mentales) y en la escuela
de Epicuro de Samos, cuyo objetivo era evitar el sufrimiento procurando felicidad,
priorizando la satisfacción del placer que no excita los sentidos, sino la que se refiera a
la usencia del dolor.

El utilitarismo, representado en los siglos XVII y XIX por los filósofos británicos John
Stuart Mill, Jeremy Bentham y James Mill, defendían que el comportamiento humano
debía tener como criterio final el bien social buscando todo aquello que favorezca el
bienestar de un mayor número de personas.

Ya en la filosofía contemporánea destaca Michel Onfray, que propone el hedonismo del


«ser» en vez del «tener», disfrutando así de la existencia: oler, escuchar, degustar... y
considerar las pasiones como amigas.

En la psicología el concepto de hedonismo figura en varias corrientes: el psicoanálisis


(recordemos, por ejemplo, la importancia que Freud otorga al principio de placer como
resorte básico del Ello) y, con más claridad en el conductismo de Skinner y su
referencia a los refuerzos y los castigos como modelos básicos del aprendizaje en
humanos y animales.

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