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I. ANTECEDENTES
PRETENSIONES
DOCUMENTOS ALLEGADOS
La presente acción de tutela fue admitida mediante proveído del veintiuno (21) de
mayo de dos mil veinte (2020) y puesta en conocimiento de la entidad accionada
mediante correo electrónico, concediéndosele el término perentorio de dos (2) días
para que se pronunciara acerca de los hechos y pretensiones de esta acción.
II. CONSIDERACIONES
La acción de tutela como bien es sabido, fue erigida como una acción pública por el
Constituyente de 1991, con la pretensión de salvaguardar y hacer efectivos los
derechos y libertades que a todo ser humano le asisten por el solo hecho de su
existencia, enmarcados dentro de un Estado Social de Derecho como el que en
nuestro país impera y que a la postre persigue facilitar las garantías para el
cumplimiento de los fines esenciales que le son inherentes y que la misma Carta
Magna le impone.
“La acción de tutela es un instrumento jurídico que permite brindar a cualquier persona,
sin mayores requisitos de orden formal, la protección específica e inmediata de sus
derechos constitucionales fundamentales cuando, de acuerdo con las circunstancias
concretas de cada caso y a falta de otro medio de orden legal que permita el debido
amparo de los derechos, éstos sean vulnerados o amenazados por la acción o la
omisión de una autoridad pública o de un particular en los términos que señale la Ley. Al
consagrarse en la Carta Política la figura de la acción de tutela, se pretende lograr la
efectividad de los derechos inherentes a la persona -y, por lo mismo, fundamentales-, de
suerte que sea realidad el principio que señala que Colombia es un Estado Social de
Derecho, basado, entre otros postulados, en la dignidad humana… ”.
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fundamentales de todas las personas que, en una u otra forma resulten vulnerados
o amenazados por la acción u omisión de cualquier autoridad pública o, en ciertos
eventos definidos por la Ley, por los particulares.
Así las cosas, se tiene que el derecho de petición se encuentra previsto como
fundamental en el artículo 23 de la Constitución Nacional. Dicha norma está
reglamentada por los artículos 13 y siguientes del Código de Procedimiento
Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, modificados por el artículo 1° de
la Ley 1755 de 2015.
Por su parte, el artículo 14 de dicho estatuto prevé, que toda petición deberá
resolverse en un término de quince (15) días, contados a partir de la fecha de su
recibo, y que, cuando no fuere posible resolverla en dicho término, deberá
informarse de inmediato lo pertinente al interesado (antes del vencimiento del
término señalado en la ley), exponiéndole las razones del caso y dándole a conocer
el término razonable para resolverla, el cual no podrá exceder del doble del término
inicialmente previsto.
“…Se ha manifestado que este derecho se traduce en la facultad que tiene toda persona de elevar ante
las autoridades públicas y los particulares que presten un servicio público, solicitudes de carácter
particular o general a fin de que éstas den respuesta en un término específico. Respuesta que puede o
no satisfacer los intereses de quien ha elevado la solicitud, en el sentido de acceder o no a sus
pretensiones, pero siempre con una contestación que le permita al peticionario conocer cuál es la
voluntad de la administración frente al asunto planteado. Por tanto, se satisface este derecho, cuando
se emiten respuestas que resuelven en forma sustancial la materia objeto de la solicitud, sin importar el
sentido de la misma…"2.
Nótese que este derecho consiste no simplemente en obtener una respuesta por
parte de las autoridades, sino de que haya una resolución del asunto solicitado, lo
cual si bien no implica que la decisión sea favorable, tampoco se satisface sin que
se entre a tomar una posición de fondo, clara y precisa, por el competente. Por lo
1
Reiterada por la sentencia T-527 de 2015.
2
Ídem.
3
anterior puede decirse también, que el derecho de petición que la Constitución
consagra no queda satisfecho con el silencio administrativo negativo que algunas
normas disponen, pues esto es apenas un mecanismo que la ley se ingenia para
que el adelantamiento de la actuación sea posible y no sea bloqueada por la
administración, especialmente con vista en la promoción de las acciones judiciales
respectivas, pero en forma ninguna cumple con las exigencias constitucionales que
se dejan expuestas y que responden a una necesidad material y sustantiva de
resolución y no a una consecuencia meramente formal y procedimental, así sea de
tanta importancia.
Salvo norma especial toda petición deberá resolverse dentro de los treinta (30) días
siguientes a su recepción.
(ii) Las peticiones mediante las cuales se eleva una consulta a las autoridades en
relación con las materias a su cargo deberán resolverse dentro de los treinta y cinco
(35) días siguientes a su recepción.
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Parágrafo. La presente disposición no aplica a las peticiones relativas a la
efectividad de otros derechos fundamentales…”
Ahora bien, en todo caso se advierte a la entidad incoada que al resolver la petición
de reconocimiento de indemnización administrativa, deberá tener en cuenta lo
instituido por la H. Corte Constitucional, entre otras en decisión T–450 de 2019,
M.P. Dra. Diana Fajardo Rivera, en la que indicó:
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deberá, previa inscripción en el Registro Único de Víctimas, solicitarle a la
UARIV la entrega de la indemnización administrativa a través del formulario
que esta disponga para el efecto, sin aportar documentación adicional salvo
datos de contacto o apertura de una cuenta bancaria o depósito electrónico, si
la entidad lo considera pertinente (Art. 151 Decreto 4800 de 2011). En ese
orden, si hay lugar a ello se entregará la indemnización administrativa en
pagos parciales o un solo pago total, atendiendo a criterios de vulnerabilidad y
priorización[15].
10. “Conforme a lo anterior, se concluye que el ordenamiento jurídico vigente
contempla reglas que permiten a las víctimas del conflicto armado obtener la
reparación integral para sí y para los miembros de su familia. Entre las
medidas de reparación se encuentra la indemnización administrativa, cuyo
procedimiento de entrega, criterios de distribución y montos, está encaminado a
optimizar la asignación masiva de reparaciones previstas para víctimas del
conflicto armado”[16]. Por ello, cuando las personas víctimas de este tipo de
hechos victimizantes acudan ante las autoridades para solicitar su
reconocimiento como víctimas, deberán ser incluidas en el RUV, salvo que la
UARIV desvirtúe que la relación fáctica tiene vinculación con el conflicto
armado. Asimismo, deberá esta Entidad asignar el respectivo turno GAC a las
personas que sean incluidas dentro del RUV con la finalidad de que les sea
entregada la indemnización administrativa a que tienen derecho.
11. Ahora bien, frente a los criterios de priorización, actualmente el artículo 9
de la Resolución 01049 del 15 de marzo de 2019 establece las condiciones en
las cuales las víctimas de desplazamiento forzado y sus núcleos familiares
pueden acceder a la indemnización por vía administrativa de manera más
pronta. Para el efecto, señala que “[u]na vez diligenciado el formulario de
solicitud y entregado el radicado de cierre a la víctima, la Unidad para las
Víctimas clasificará las solicitudes en: a) solicitudes prioritarias: Corresponde
a las solicitudes en las que se acredite cualquiera de las situaciones previstas en
el artículo 4 del presente acto administrativo”, a su vez, el artículo
4 ibídem establece la edad como una de las situaciones de urgencia manifiesta
o extrema vulnerabilidad (tener una edad igual o superior a los 74 años)…”
De igual forma, debe hacer claridad este Despacho, que del material probatorio
adjunto con la presente acción no se evidencia vulneración alguna de ningún otro
derecho fundamental y por lo mismo no habrá lugar al pronunciamiento de los
mismos en la parte resolutiva de la presente sentencia.
DECISIÓN
5
Sentencia T-235 de 2012, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto, en la cual se cita la Sentencia T-533 de 2009, M.P. Humberto Antonio Sierra
Porto.
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En mérito de lo expuesto, el JUZGADO VEINTISÉIS (26) LABORAL DEL
CIRCUITO DE BOGOTÁ D.C., administrando justicia en nombre de la República de
Colombia y por autoridad de la Ley,
R E S U E L V E:
La Juez,