Julia Mercedes Castilla
Padres ajenos
Ilustraciones de Juan Felipe SanmiguelPADRES AJENOS
Contenido
Capitulo I
Capitulo II
Capitulo III
Capitulo IV
Capitulo V
Capitulo VI
Capitulo VII
Capitulo VIII
Capitulo IX.
Capitulo X
Capitulo XI
Capitulo XII
Capitulo XIII
Capitulo XV
Ua.
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93PADRES AJENOS
Capitulo I
Marisol sostiene la fotografia contra su pecho mientras mira por la
ventana del auto bus que se la lleva del lugar y.de la familia que
ama. A través de las lagrimas que cubren sus ojos, se queda mirando
a su abuela y a la tia Filomena —a quien todos llaman tia Filo— que
todavia lloran y la despiden con la mano desde la calle. "No me
quiero ir", murmura al devolverles el ademan de mano. Pero el
autobus ya estd en camino y no hay manera de retroceder. Tiene por
delante una larga jornada que la Ilevara a vivir con sus padres en
Santiago de Chile.
Marisol trata de traer a la mente los rostros de las dos personas
que debe querer mas que a cualquier otras, pero no logra hacerlo. El
miedo se aferra a ella con furia. Vagamente recuerda a una mujer
delgada que visit6 la casa de su abuela en el pueblo varios afios
antes. Le dijo que era su madre, pero Marisol no le crey6,
Deja que la fotografia resbale sobre su regazo y fija los ojos en
ella. Lita —abreviatura de "abuelita"—, se la dio en la estacién. Ma-
risol se limpia los oj9s con la mano y observa el retrato. Mira su
imagen, su pelo oscuro y largo que enmarca su rostro sonriente; la
rodean Lita, tia Filo, Arnuldo, su primo de nueve afios, y Anita, la
hermana menor de Armuldo.
Hace unas semanas, Lita recibié una carta y le dijo: "Tus padres
ya tienen la posibilidad de sostenerte a ti y a tu hermano Eddy, quien
nacié en la capital. Ellos quieren que tengas una buena educacién y
darte lo que ellos no tuvieron aqui".JULIA MERCEDES CASTILLA
estudiar en un instituto en Antofagasta, donde vive una compafiera
de universidad. Soy de Tejas.
Hablan por un largo rato. Marisol pone su tristeza y descontento
en espera; esta demasiado distraida con las historias que le cuenta
Belinda. No puede mas que reirse de todo Io que le pasé a su nueva
amiga por no hablar bien espafiol. Durante un momento, Marisol
piensa en su propio dilema; se siente inadecuada para vivir en una
gran ciudad. La Ilamaran pueblerina y quién sabe qué mds. La idea
de que la gente se burle de ella no le hace gracia.
— Vive en Antofagasta? —pregunta Be-linda.
—Vivo en Las Juntas, es una aldea cercana. Seguro que no la
ha oido nombrar; es muy pequefia.
—Puede que haya pasado por ahi —Belinda sonrie y saca una
revista de su bolsa.
Marisol le devuelve la sonrisa y cierra los ojos. No quiere
pensar en nada. Tal vez esta sofiando y cuando abra los ojos estara
en la casa donde siempre ha vivido.
Pero no abre los ojos en su casa. Se qued6é dormida y la
despierta el ruido de personas moviéndose de un lado a otro. El
autobus esta detenido y los pasajeros se estén bajando.
—{ Qué esta pasando? ¢Por qué se bajan todos?
—Llegamos a un restaurante. Es hora de Ja cena. Estaremos
aqui por un buen rato. Ha dormido por varias horas. {No quiere ira
comer y al bafio? —Belinda le pregunta mientras se para y toma su
bolsa.
—Esta bien, me bajo pero como aqui. Mi abuelita me dio
comida y sélo tengo unos pocos pesos.
Marisol agarra la mochila y sigue a Belinda. No tiene idea de
donde esta y no le interesa saber. El sol empieza a ocultarse y pronto
estaré oscuro. Una corriente fria le atraviesa los huesos. Mafiana
llegaré a su nuevo hogar, a vivir con padres desconocidos. ;Por qué
la vida es tan impredecible?PADRES AJENOSJULIA MERCEDES CASTILLA
Mas tarde, en el autobus, Marisol pasa una noche desasosegada.
El sabor a empanadas rellenas de pollo y frijoles se devuelve por la
garganta en oleadas, mientras trata de dormir. Cada vez que cierra
los ojos la asaltan las pesadillas, ve gente hablandole y jalandola en
todas direcciones mientras ella lucha por zafarse.
El alba anuncia el amanecer de un nuevo dia y despierta a
Marisol y sus temores. Lleva tanto tiempo en el autobis que
empieza a creer que estar dentro de la panza del vehiculo para
siempre, por lo que no tendra que enfrentarse a vivir con extrafios.
Belinda despereza su pequefio cuerpo y abre los ojos.
—j Vamos a desayunar? Estoy muerta de hambre.
Marisol se queda mirandola: —No lo sé —le contesta.
Marisol saca un par de empanadas de su mochila y camina
detrds de Belinda quien ya va hacia la puerta.
—Tengo tanta sed que me beberia tres vasos de agua.
Marisol ya se habia bebido hasta la ultima gota del jugo que
Lita le habia dado en una botella de plastico. Lo mejor seria gastarse
los pesos en un refresco y tal vez comprar un huevo si le sobraba un
poco de dinero. Aunque le gustan mucho las empanadas, ya era hora
de comer algo diferente.
De vuelta en el autobiis, Belinda arranca una hoja de papel de
su cuademo y anota su direccién y su niimero de teléfono.
—Lladmeme cuando esté organizada. Me encantaria mostrarle la
ciudad, aunque seguro que sus papas lo haran —le dice y le da el
papel a Marisol.
—Yo no sé mi direccion, pero la Ilamaré cuando sepa donde es
mi casa.
Belinda dice algo que Marisol no oye; esté demasiado nerviosa
para continuar la conversacién. Cierra los ojos y trata de acallar su
cuerpo que quisiera saltar por la ventana. En un par de horas su vida
cambiara para siempre.PADRES AJENOS
Capitulo II
Belinda y Marisol se paran fuera de la estacion.
—{Quiere que espere a que lleguen sus padres? —pregunta
Belinda.
—Si, por favor.
Llevan mas de quince minutos esperando. A Marisol le da
vueltas la cabeza, confundida y atemorizada. ;Por qué no viene
nadie a recogerla? Tal vez vinieron y no la reconocieron. {Se
acordaria su mama de ella? Marisol era solo una nifia cuando la vio
la ultima vez, aunque Lita le ha enviado retratos desde hace afios.
—Si no llega nadie pronto, puede quedarse conmigo hasta
que...
— Marisol? —dice una voz que llega por detras e interrumpe
a Belinda. .
Marisol da media vuelta y se encuentra frente a una mujer un
poco mas pesada de como la recordaba, vestida con una falda flo-
reada y una blusa rosada, con el cabello sobre los hombros. La
mujer se acerca y la envuelve en un estrecho abrazo.
—Disctlpanos por llegar tarde. Habia un accidente en la
autopista y nos tocé esperar un largo rato.
—jLlameme cuando pueda! —grita Be-linda.
—Espere, Belinda, no se vaya todavia —grita Marisol, pero su
nueva amiga desaparece de su vista.
11JULIA MERCEDES CASTILLA
——Siento que se haya ido tu amiga. Nos hubiera gustado
conocerla. Entiendo lo extrafio que debe ser todo esto para ti.
Saluda a tu papa —le dice la mujer luego de soltarla.
Marisol se queda mirando al hombre detras de la mujer.
{Cuales son sus nombres? ¢Cémo puede estar encontrandose con
las dos personas que le dieron la vida y no saber cémo se Ilaman?
De pronto se acuerda de que Lita hablaba de una hija a quien
Ilamaba Dorcela. Una vecina le leyé una vez un cuento donde la
bruja se Ilamaba Dorcila. Siempre piensa en brujas cuando oye ese
nombre. Desecha la comparacién. Por algtin motivo Marisol nunca
habia asociado a la hija ausente de Lita con su propia madre.
Le sorprende el parecido que comparte con el hombre que
continia detras de la mujer. Es como si estuviera mirandose al
espejo, sdlo que él lleva el pelo negro, corto y tiene un pequefio
bigote. Ambos tienen la misma forma de los ojos, la misma nariz y
los labios llenos. Qué raro es todo esto. Marisol abre la boca para
decir algo pero las palabras no se materializan.
—Hola, Marisol. ,Cémo estés? —el hombre le extiende la
mano—. Apuesto a que no sabes mi nombre. Hace ya tanto tiempo
que dejé de... Fuera de ser tu papa soy Roberto, pero todos me
llaman Rob. Estoy muy contento de que estés aqui —se acerca a
ella, le pone el brazo en el hombro por un momento y recoge la
maleta.
—Hola —dice ella finalmente. Nada mis le llega a la mente.
{Qué le puede decir a estas personas? *
Dorcela voltea la cara y se seca los ojos.
— Tuviste un buen viaje? Me imagino que estaras cansada y
con hambre. Vamos a casa para que comas y descanses. Ya tendre-
mos tiempo de hablar sobre los acontecimientos de tantos afios.
Eddy nos esta esperando. Pensamos que era mejor venir solos.
—Si, estoy rendida —Marisol sostiene contra su pecho la
mochila en la que lleva lo que le queda de su antigua vida.
Caminan en silencio hasta el pequefio camién de doble cabina.
Se sienta en la parte de atras. Van en silencio hasta que Dorcela lo
interrumpe con explicaciones sobre el panorama.
12PADRES AJENOS
La inmensidad de todo a su alrededor le parece a Marisol
irreal. Nunca habia visto tantos vehiculos ni avenidas tan anchas.
Se siente mareada al mirar por la ventana. Comparado con su
pequefia aldea y aun con Antofagasta, todo aqui es enorme e
incomprensible. Nunca se acomodaré en este lugar.
Le parece que han conducido por mucho tiempo cuando el
cami6n se detiene frente a un enorme edificio. "{Por qué es todo
tan grande aqui?", se pregunta Marisol, pero no se atreve a
preguntarles a ELLOS. Viene de un pueblito donde las casas son
pequefias, y nunca se hubiera imaginado...
—Ven, Marisol, esta es tu casa ahora —Rob abre la puerta y
la ayuda a salir del camién—. Més tarde me encargo de las ma-
letas. Vamos a que conozcas a tu hermano. Estoy segura de que se
la van a llevar muy bien —le dice Dorcela al tiempo que la toma
del brazo.
Marisol mira a su madre y piensa: "{Quién es esta mujer? ¢Por
qué estoy aqui esperando a un hermano a quien ni siquiera
conozco? {No fue suficiente tener que vérmelas con papas que
apenas sabia que existian? Tengo que encontrar la manera de
volver a casa. Echo mucho de menos a mi abuela, a tia Filo y a mis
primos”.
Su llamada mamd dice: —Has estado muy callada. Sé que es
dificil para ti venir a vivir con nosotros, pero somos tus padres y te
queremos mucho.
Rob las alcanza y le dice a su esposa:
—Dorcela, déjala que se acostumbre a nosotros. Ya habra
tiempo para hablar de temas importantes y de dar explicaciones.
—Gracias —les dice Marisol y sus ojos se llenan de lagrimas.
Traga saliva y se promete no llorar, no frente a ELLOS.
Rob sube las escaleras, se detiene junto a una puerta destefiida.
—EI apartamento no es muy grande, pero sera suficiente para
los cuatro.
Para Marisol es una mansi6n. Su casa en la aldea tiene techo
de lata y pisos de cemento, una alcoba que comparte con Lita y un
13JULIA MERCEDES CASTILLA
cuarto grande donde se hace de todo. Lita cocina, tia Filo y su
familia vienen de visita casi todos los dias y la mayoria del tiempo
comen alli. Hay una hamaca para descansar, dos sillas de madera y
mucha tierra alrededor para jugar con Arnuldo y otros nifios del
pueblo.
—Eddy, ven a saludar a tu hermana —llama Dorcela al entrar
aun recinto donde hay un sofa, una silla grande, dos sillas mas pe-
quefias y un televisor. Marisol se acerca despacio hacia la pequefia
pantalla, fascinada con el despliegue de colores. Sélo habia visto
television desde lejos, en las vitrinas, cuando acompafiaba a Lita a
Antofagasta, y algunas veces cuando pasaban por las hermosas
casas de la gente rica.
—Hola —el tono sarcdstico de la voz suena como un ataque.
Marisol voltea a mirar y se encuentra con un chico escualido,
de unos ocho o nueve afios, con el cabello castafio desordenado
que le cubre parte de la cara.
—Hola —por alguna razon no encuentra qué mas decirles a
las personas que la rodean. {Qué se le puede decir a extrafios?
—Vamos a tu alcoba. Ven conmigo —Dorcela la guia por un
pasillo estrecho hasta un cuarto pequeiio.
Eddy le saca la lengua cuando pasa a su lado. Ella le devuelve
el gesto, con una mirada silenciosa que dice: "Tampoco me caes
bien".
—NDebes estar muy cansada para querer hacer algo ahora. Voy
a traerte un sandwich y una soda para que comas y después puedas
dormir la siesta. Mas tarde te ayudo a desempacar.
Después de que su nueva mama se aleja, Marisol empieza a
temblar. Se sienta en la cama y se abraza, para detener el temblor
de su cuerpo. {Qué le esta pasando? Sera porque esté cansada?
—Aqui tienes tu maleta —Rob entra, deposita la valija en el
piso y se para frente a Marisol—. {Qué pasa? {No te sientes bien?
—wNo sé —lo que sabe es que va a llorar otra vez y trata de
controlar la explosion, pero, a pesar de sus esfuerzos, sollozos y
lagrimas salen de muy adentro de su ser y explotan como si fueran
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lava de volcan. .
Rob se sienta junto a ella y le pone la mano en el hombro.
—Lo siento, esto debe ser duro para ti. Ojala te hubiéramos
traido hace mucho tiempo, pero no teniamos nada. No pudimos...
Marisol quiere decir algo pero no lo hace. Su mente contintia
diciendo: ";Por qué me esta pasando esto? No quiero estar aqui".
A través de las lagrimas observa al hombre que asegura ser su papa
y ve los ojos htmedos fijos en ella.
Dorcela entra sosteniendo una charola.
—A Eddy le encantan los sandwiches de jam6n, no sé si te
van a gustar pues no estas acostumbrada a comerlos. La comida del
campo es diferente. Espero que este te guste.
—Gracias —Marisol no entiende por qué se encuentra tan
corta de palabras. En su casa hablaba todo el tiempo, pero desde
que Ileg6 no encuentra qué decir. Casi sin mirar a su madre, toma
la charola, la pone sobre el canto y fija su mirada en ella. Dorcela
toma a su marido del brazo, salen de la alcoba y cierran la puerta.
Hambreada, agarra el sandwich y le mete un mordisco. No
sabe a nada que haya comido nunca. El pan es blando y sin sabor.
Una carne rosada y una hoja de lechuga le dan un sabor extrafio.
Pero no puede ser muy remilgada con el hambre que tiene. Tendra
que acostumbrarse a esta clase de comida.
Después de devorarse la merienda y beberse la soda, Marisol
se recuesta en la almohada, esta demasiado cansada para pensar en
algo mas. Cierra lo ojos y, por segunda vez, piensa que tal vez
cuando los vuelva a abrir estara en casa, durmiendo en su propia
cama, comiendo la comida que le gusta, rodeada de la familia que
quiere. Pronto el sue‘io la vence.
Algo que le sube por la pierna hace que salte de la cama. Al
hacerlo oye una risa estruendosa detras de la puerta.JULIA MERCEDES CASTILLAPADRES AJENOS
Capitulo III
Algo baboso le sube por la pierna. Marisol grita y salta por el
cuarto tratando de deshacerse de lo que imagina que es una culebra
0 algo repugnante. Agarra la almohada de la cama y se golpea las
piernas con ella. Un par de gruesos gusanos se mueven
perezosamente hacia su rodilla. Se las arregla para quitarse los
gusanos de encima y corre hacia la silla de madera cerca de la
ventana.
—{,Qué pasa? —Dorcela entra en la alcoba corriendo.
Marisol no esta consciente de haber llamado 0 gritado, pero
seguro lo hizo.
—Hay gusanos en mi cama y se subieron a mis piernas.
—Mée asustaste con los gritos. ;Cémo puede haber gusanos en
la cama? Yo misma la tendi.
Dorcela levanta el cobertor. Otros dos gusanos se retuercen
sobre las sdbanas.
—Nunca he visto gusanos en este apartamento. gCédmo
legaron...? —deja de hablar como si de pronto supiera—. Ven
conmigo a mi alcoba mientras me hago cargo de esto y cambio las
sdbanas.
Marisol sigue a la mujer por el pasillo hacia una alcoba un poco
17JULIA MERCEDES CASTILLA
mas grande que la suya. Una risa amortiguada le llega de alguna
parte. No voltea a mirar. ;Para qué darle satisfaccién al desagradable
chico?
—Puedes acostarte en la cama. Ya vuelvo. Esto no volvera a
pasar —el rostro tenso de Dorcela muestra su desagrado y sin
voltear a mirar sale de la habitacion.
Marisol mira a su alrededor en estado de confusion. De pronto
oye la voz airada de Dorcela pero no entiende lo que dice. Un vo-
zarrén de hombre interrumpe: "Vas de inmediato a pedir disculpas".
Escucha el Ilanto de Eddy y el regafio de sus padres que continta.
No es un buen comienzo, peor de lo que se habia imaginado.
Eddy no la quiere y le va a hacer la vida imposible, de eso esta
segura. Se sienta en la silla junto a la cama, sin saber qué hacer 0
cémo reaccionar; decide esperar a ver qué pasa.
Mas tarde se abre la puerta y sus padres entran arrastrando a
Eddy de los brazos. Marisol se pone de pie como si alguien se lo hu-
biera ordenado. Su desagradable hermano se resiste, pero sus papas
lo empujan hacia ella.
—{No tienes que decirle algo a tu hermana? —Rob pregunta, y
le da a su hijo otro empujén.
—Lo siento —la voz de Eddy es casi imperceptible. Luego da
un paso adelante para que sus padres no lo vean y le hace una mueca
a Marisol. Ella no dice nada. No tiene objeto. Si lo acusa sera peor
para ella. Tendra que encontrar una forma de arreglarselas con el
hermano-pillo. Si vuelve a su pueblo no tendra que vérselas con él ni
con una familia que no la quiere.
—wNo te oimos y seguro que Marisol tampoco te oyd. Habla
mas alto —le dice Dorcela a su hijo.
Por entre los dientes Eddy repite la disculpa y luego pregunta si
se puede ir ya.
—No, primero me escuchas —Rob se sienta en la cama—.
Debes estar contento de tener una hermana, otro miembro de la
familia que se interesa por ti. Ella no te esta quitando nada. Te
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queremos igual que siempre. Esperamos que seas amable con
Marisol y le des la bienvenida con gusto. ;Puedes hacerlo?
Eddy se queda callado, se muerde los labios y asiente con la
cabeza.
—Ahora me puedo ir?
—Vete —dice Dorcela, quien luce desalentada y molesta.
El chico sale a toda velocidad, y deja a los dos padres
desconcertados y a una hermana descontenta.
—No le pongas atencién —Dorcela toma la mano de Marisol—
. Eddy es slo un nifio celoso. Ha sido el tinico hijo desde que nacié
y por eso esta en contra tuya. Dale tiempo. Ya verds que pronto te
acepta.
Marisol no dice nada. ;Qué puede decir? Es posible que Eddy
la acepte uno de estos dias, pero mientras tanto serd el blanco de sus
travesuras. Ella no pidié venir ni causarle problemas a nadie. Estaba
muy bien donde se encontraba.
—Quieres que vayamos a la heladeria mientras tu mama
arregla tu alcoba y hace la cena? —Rob se acerca y le pone otra vez
la mano en el hombro.
—Esta bien —Marisol quiere irse, por lo menos por un rato. No
le gusta el desagradable sentimiento que se aposenta en su interior.
—Hace mucho calor —dice Marisol cuando caminan hacia el
viejo cami6n.
—Los veranos a ui son calientes. No lo sentiste esta mafiana
porque todavia era ‘tolerable y estabas demasiado asustada para
notarlo, {cierto? —le dice Rob mientras le abre la puerta del lado del
pasajero.
—Si —murmura. Su mente no encuentra qué decirle a este
papa que sale de la nada.
—En unas semanas el tiempo estara un poco més fresco.
Queriamos tener unos dias contigo antes de que empiece la escuela,
19JULIA MERCEDES CASTILLA
por lo que ahora tienes que soportar el calor del verano.
jEscuela! No habia pensado en eso. {Tendra que ir a la escuela
con estudiantes que no conoce y que seguro no Ia van a recibir bien?
En su aldea, sdlo fue a la escuela durante los ultimos tres afios
porque quedaba muy lejos y ella no podia caminar sola esa distancia
cuando era pequefia.
Ya era suficiente tener que aceptar a una familia que aparecié
de repente, para también tener que ir a una nueva escuela. "No voy a
pensar en esto por ahora. Esperaré hasta que me toque hacerlo".
Van en silencio hasta llegar a la heladeria. Marisol continia
admirando la inmensidad de todo lo que ve. Tantas tiendas y
edificios a su alrededor la marean.
—jQué sabor prefieres? —le pregunta Rob y se paran a
observar frente al mostrador de cristal. Marisol se queda mirando el
colorido de los deliciosos helados mientras saliva.
—wNo sé, hay tantos que no puedo decidir. Ni siquiera sé de qué
son,
—Hay de casi todos los sabores imaginables. Estoy seguro de
que no has probado la mayoria, por lo que puedes empezar con uno,
la préxima vez pruebas otro hasta que los hayas probado todos —
Rob se rie—. {Qué tal uno de chocolate?
—Si, ese esta bien.
Un chico simpatico, un poco mayor que ella, toma la orden y le
entrega un cono con una inmensa bola de chocolate encima. Al-
gunas veces, cuando iba con Lita a Antofagasta, compraba una
paleta, pero nunca se habia comido algo como esto. Rob recibe un
cono de fresa y se sientan en una mesa roja con asientos
compafieros. Marisol saborea el cremoso helado con gusto.
—Esta delicioso —se olvida de Eddy y de su nueva vida para
concentrarse en lamer la bola de chocolate que se hace cada vez mas
pequefia.
—Me alegra que te haya gustado, pero tématelo con calma, no
20PADRES AJENOS
comas tan rapido; disfruta cada lamida —Rob toma la servilleta y
limpia el brazo de Marisol. El chocolate escurre mano abajo.
—jOh! —exclama y suelta una carcajada. Lame el otro lado del
cono y lo muerde pedazo a pedazo hasta que no queda nada.
Caminan de vuelta al camién con una sonrisa en los labios. Se
siente contenta durante un momento, pero cuando recuerda que debe
volver al apartamento, borra la sonrisa de su rostro. Su papa
enciende el motor y vuelve los ojos hacia ella.
—EI primer dia en un sitio nuevo es siempre dificil, mas en una
ciudad grande y con una familia que no conoces. Debe ser asustador,
gcierto?
Marisol baja la cabeza porque espera un sermén sobre el tema.
Sin embargo, él le vuelve a poner la mano sobre el hombro.
—Quiero decirte que tu mamé y yo entendemos cémo te sientes
y trataremos de hacer lo posible para hacerte la vida mas facil.
—Gracias —quiere afiadir: "zy Eddy?", pero resuelve no decir
nada al respecto.
Al volver a casa, Marisol tiene la sensacién de que en lugar de
un dia a punto de terminar, una semana parece haber pasado desde
que se bajé del autobus en la estacién. Ya no puede mantener los
ojos abiertos.
—~Estuviste contenta? —pregunta Dorcela cuando entran—.
Ven, aytidame. jQué bueno es tener una nifia en casa!
Marisol hace lo que su mamé le pide como si fuera un robot.
Apenas si prueba lo «jue come durante la cena. Lo tinico que quiere
es irse a la cama y dormir. Eddy se sienta al otro lado de la mesa y
evita mirarla. Come rapido y no dice nada.
—Tengo que leer un libro para la escuela. Tenemos que leer
cinco libros durante el verano y todavia no lo he hecho —dice Eddy,
luego se escurre de la silla y desaparece.
Marisol espera unos minutos. No quiere encontrarse con el
pequefio monstruo de camino a su alcoba.
21JULIA MERCEDES CASTILLA
22PADRES AJENOS
—Estoy muy cansada. {Me puedo ir a la cama ya?
—Seguro —Dorcela se levanta—. Voy contigo. Quiero estar
segura de que todo esté bien y no tengamos mas problemas con gu-
sanos.
Rob las acompafia y se detiene en la entrada del dormitorio.
—Estoy muy contento de que estés aqui con nosotros. Que
duermas bien —le toca la espalda con los dedos y espera.
—Buenas noches y gracias por el helado —Marisol le extiende
la mano torpemente y entra en la alcoba. Dorcela la ayuda a ponerse
la pijama.
—He esperado este dia por largo tiempo. Fue terrible para mi
tener que dejarte en el pueblo, pero entonces no tuve otra alternativa.
¢Puedes entenderlo?
—Tal vez.
En realidad Marisol no lo entiende. gCémo puede una madre
dejar a su nifia? Marisol tuvo suerte y le fue bien. Tuvo una
maravillosa nifiez con Lita, tia Filo, Amuldo, Anita y todos los
demas en Ia aldea. Como le gustaria estar ahora con ellos.
Dorcela la abraza. El cuerpo de Marisol se pone rigido. No
siente nada por esta mujer que llora sobre su hombro.
—Te repito que no le pongas atencién a Eddy. Pronto se le
pasaré. Ya sabes cémo son los chicos. Ahora te dejo para que
duermas.
Dorcela camina hacia la puerta, voltea a mirar a su hija. Con
ojos humedos, se aleja.
Marisol desliza el cuerpo dentro de las sabanas y cierra los ojos.
{Qué clase de vida le espera aqui? Este es el ultimo pensamiento
que le pasa por la mente antes de caer en el mundo de los suefios.
23JULIA MERCEDES CASTILLA
Capitulo IV
Tres dias lentos y desesperantes pasan sin que suceda nada
especial. Marisol trata de ser amable pero le es dificil. Todos y
todo es tan extrafio para ella que lo mismo podria estar viviendo
en la luna. Eddy la ha dejado en paz hasta ahora pues su mama le
tiene el ojo encima. Marisol sabe que la tregua no va a ser larga.
—Estoy esperandolo, hermano-pillo. Yo también sé pelear
—murmura al verlo mirarla mal cuando pasa por su alcoba.
Marisol echa de menos el campo abierto donde corria y
jugaba con sus primos y amigos. Cuando cumplié doce afios Lita
quiso que se portara como una jovencita. De todas maneras,
corria hacia el rio o por lo campos cuando queria. En su nueva
casa, cuando sale ve edificios, calles y carros. Todo es muy bo-
nito y la gente parece tener mucho, mucho més de lo que ella
tenia, pero no puede decir que sea nada especial. No se siente en
su hogar. Ademas de todo, afuera el sol quema la piel, asi que
decide quedarse adentro esta tarde y escribirle una carta a Lita.
—{Quieres que hagamos galletas? —pregunta Dorcela e
interrumpe la escritura de la carta—. A los nifios les encantan las
galletas con pedazos de chocolate. Te voy a ensefiar a hacerlas.
Los veranos tienen dias aburridos y calurosos por lo que hay que
buscar algo que hacer.
24PADRES AJENOS
—Bueno —Marisol pone el papel y la pluma en la mesa y
sigue a su mama a la cocina.
Dorcela le habia dicho el dia anterior que le iba a ensefiar a
cocinar y a hacer los oficios de la casa. Marisol piensa que ya
sabe hacer todo eso. Le ayudaba a su abuela a cocinar y a limpiar
la pequefia casa de adobe desde nifia. Pero aqui todo es diferente.
En casa de Lita se cocina en estufa de carbon mientras que
Dorcela lo hace en la estufa eléctrica. Marisol barria con la
escoba mientras que su madre lo hace con una aspiradora vieja.
Ella no conocia ni la palabra "aspiradora" cuando oyé a Dorcela
usarla. Marisol sabe que la gente rica y acomodada usa estos
aparatos, pero Lita y su familia no son de esos. Tiene tanto que
aprender.
—Pon atencién a lo que hago —Dorcela mezcla harina,
azucar, una especie de polvo, leche y otros ingredientes—. Ven,
revuelve todo esto mientras traigo los pedazos de chocolate.
Marisol ayuda a hacer los redondeles de masa, los coloca en
un molde plano de aluminio y luego su mama los mete al horno.
Mientras esperan a que estén listos, Dorcela le pide que lave los
platos y los utensilios que habian usado.
—Estoy contenta de haber tenido unos dias contigo antes de
volver al trabajo. Toma, bébete este vaso de jugo —le dice y le
entrega un vaso con un liquido rojo oscuro.
—jTrabajas? Yo crei...
—Claro que trabajo. Todos trabajan aqui. El costo de vida es
muy alto en la ciudad. El sueldo de Rob no es suficiente, si yo no
trabajara no hubiéraraos podido traerte.
"{Por qué lo hicieron? Yo estaba bien donde me encontraba".
En lugar de decir lo que pensaba pregunté: —Dénde
trabajas?
——Soy mesera en un restaurante y trabajo a diferentes horas.
De martes a jueves trabajo durante el dia, y viernes y sdbados
trabajo en la noche. Tengo libres domingos y lunes. Voy a
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