Bueno los ingredientes que utilizaremos serán 900 ml de leche que no contenga
nata, 30 g de leche en polvo que equivaldría a 5 cucharadas tamaño normal y 60 g
de azúcar que equivaldría a 10 cucharadas tamaño normal aproximadamente, por último 150 g de yogurt de su preferencia, en este caso elegimos yogur griego sabor a fresa.
Ahora aplicaremos un proceso térmico conocido como pasteurización
pasterización que consiste en el tratamiento del calor de un alimento sometiéndolo a una alta temperatura para luego enfriarlo, con la intención de reducir la presencia de agentes patógenos que contenga. Debido a las altas temperaturas la gran mayoría de los agentes bacterianos mueren. Cabe aclarar que este procedimiento no altera el sabor, composición u otra cualidad del líquido.