envuelto, listo para ser obsequiado a alguien. Lo podemos utilizar en plazas y parques donde se puede abrir un espacio de conversación con una persona que probablemente está sentada en una banca. También se puede utilizar con un grupo de personas.
Nelly.- Hola, podría sentarme un momento aquí.
Rocío.- Claro, no hay problema (recorre un poco de espacio) Nelly.- hola, mi nombre es Nelly y ¿el tuyo? Rocío.- Rocío Nelly.- Puedo hacerte algunas preguntas, si tuvieras un poco de tiempo… Rocío.- Claro, podría ser… Nelly.- ¿Podrías aceptar este regalo? Rocío.- Hum, no sé, por qué me lo darías a mí, Nelly.- No sé, tal vez porque me cediste un poco de espacio en la banca (un poco de risa). No, tal vez simplemente porque quiero dártelo a ti nada más. El punto es, ¿lo aceptarías? Rocío.- no creo que pueda aceptarlo, así por así nada más. Nelly.- entonces crees que deberías hacer algo para obtenerlo o esperar que llegue el día de tus cumpleaños. Rocío.- Tal vez. Nelly.- Eso es, a veces pensamos en eso, por qué tendríamos que aceptar un regalo de la nada, sin siquiera cumplir años y peor aún de una persona desconocida como yo, que apenas conoces mi nombre ¿verdad? Y tienes razón, nadie en este parque aceptaría mi regalo así por así. Me cuestionarían y hasta podrían pensar que estoy un poco mal de la cabeza. Pero, déjame decirte que hay alguien que nos dio un regalo sin la necesidad de que hagamos o digamos algo. Antes de decirte en qué consiste el regalo, quiero empezar por lo siguiente y debo hacerte algunas preguntas. Dime Rocío, ¿alguna vez fuiste a una iglesia o escuchaste sobre Dios? Rocío.- Sí, mis padres iban a la iglesia católica de vez en cuando Nelly.- ok. Y ¿escuchaste sobre el cielo y el infierno? Rocío.- Ah, algo como que los buenos irán al cielo y los malos al infierno. Nelly.- y tú, ¿qué piensas?, ¿Dónde crees que irás después de morir, al cielo o al infierno? Rocío.- Bueno, yo creo que al cielo Nelly.- ¿Por qué crees eso?, ¿Te consideras una buena persona, entonces? Rocío.- Hum, bueno, sí, porque trato de ser una buena persona y ayudo a los demás con lo que puedo. Nelly.- eso es bueno, ayudar a los demás, pero déjame hablarte de los diez mandamientos, ¿conoces alguno de ellos? Probablemente que sí. Bueno si cumpliste con todos ellos, probablemente si te vayas al cielo. Ahí van las preguntas: ¿Alguna vez has robado, aunque sea algo pequeño? Rocío: Sí Nelly: Entonces, ¿en qué te convierte eso? Rocío: en pecadora Nelly: sí, también, pero al que roba se le dice… si yo robo, sería una… Rocío: ladrona Nelly: ¿Alguna vez has mentido? Rocío: Sí Nelly: ¿Alguna vez has matado? Rocío.- no, no he matado. Nelly: Pero la Biblia dice que cualquiera que odie a su hermano o le trate mal ya ha cometido asesinato en su corazón. Rocío: Entonces, sí Nelly: ¿Alguna vez has sentido envidia por lo que tienen otras personas? Rocío: Si, claro que sí… Nelly: Tú misma reconociste que eres ladrona, mentirosa, asesina de corazón y envidiosa, entonces ¿serías culpable o inocente de quebrantar la ley de Dios? Rocío.- Sería culpable Nelly.- Entonces dónde irías si murieras hoy, ¿al cielo o al infierno? Rocío.- Al parecer iría al infierno, aunque Dios es amor, tal vez me perdone si me arrepiento y hago cosas buenas, ya no iría al infierno. Nelly.- Pero la Biblia dice en Isaías 64:6 “… todas nuestras justicias son como trapo de inmundicia…” y Dios es un Dios justo y santo y el no permitiría que el pecado entre en el cielo. La Biblia dice en Romanos 3:23 “Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios”. Entonces dónde crees que irías, sabiendo que Dios es santo, justo y bueno; ¿te dejaría pasar por alto tus pecados? Rocío: pues al parecer, no, entonces, iría al infierno. Nelly: Lamentablemente esa es la mala noticia, todo pecador merece ir al infierno por haber quebrantado la ley de Dios. Y no hay nada que podamos hacer para quitar nuestros pecados; Sin embargo, hay una buena noticia, hay un plan maravilloso para que tú y yo no tengamos que ser castigados por nuestros pecados. Pues Dios nos ama tanto que envió a su único hijo Jesucristo a este mundo para morir por nuestros pecados. Romanos 5:8 dice “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Jesús, el hijo de Dios, murió en nuestro lugar para tomar nuestro castigo. En la cruz todos nuestros pecados fueron puestos en él, quien vivió una vida perfecta sin pecado. Todo lo que nosotros merecíamos, Cristo lo sufrió. El Señor Jesucristo murió y fue sepultado. La Biblia también dice en 1 a los Corintios 15:3- 4 “…Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día”. El Señor Jesús vivió otra vez y ahora está en el cielo con su Padre. Y Ahora por lo que el Señor Jesucristo hizo por nosotros podemos tener nuestros pecados perdonados. Y Ahora, dime Rocío, ¿qué debemos hacer para poder recibir el perdón de Dios? Mira, la Biblia dice en Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Entonces debes arrepentirte y creer en el Señor Jesucristo. Dios te salvará si te arrepientes, esto significa que debes estar dispuesta a dejar el pecado y poner toda tu confianza en Jesús. Y bien, llegamos al punto clave, en esto consiste el regalo Rocío, LA SALVACIÓN y en que no necesitas hacer nada para obtenerla, sólo debes creer. La Biblia dice en Efesios 2:8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. Esa gracia de la que habla la Biblia es un regalo no merecido, pues no necesitamos hacer nada para recibir ese regalo. Nada de portarnos bien o hacer obras de caridad para ser salvos, simplemente es un regalo, un obsequio. Ahora, es tu decisión, Rocío, si la tomas o no. Y algo que debo decirte también es, que si tomas el regalo, no te preocupes, nadie te lo podrá quitar. Juan 10:28 “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie les arrebatará de mi mano”. Es decisión tuya el recibir o no el regalo de la salvación. Mira, si deseas puedes venir a la iglesia donde asisto, será un placer tenerte con nosotros para aprender más acerca de la Palabra de Dios y quiero obsequiarte esto, un folleto para que lo leas y una semillita de BBN para que puedas escuchar una radio cristiana. Gracias por tu tiempo Rocío, fue un gusto poder conversar contigo. Hasta pronto. Rocío: Gracias a ti también Nelly. Chau.