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INSTITUTO POLITÉCNICO

ESCUELA SUPERIOR DE COMERCIO Y ADMINISTRACIÓN


UNIDAD SANTO TOMAS

LICENCIATURA EN RELACIONES COMERCIALES

MATERIA: VENTA ESPECIALIZADA

GRUPO: 3RM4

EQUIPO 5

Caso práctico 3

ALUMNO:
VAZQUEZ LAZARO ARMANDO

PROFESOR:
GOMÉZ LEÓN JESÚS
junio 2021

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INTRODUCCIÓN
La agricultura tiene una gran importancia en la economía de muchos países en
desarrollo debido a su significativa contribución a la producción interna y el
empleo, así como por su aporte a la seguridad alimentaria, esencial sobre todo
para los países menos industrializados. Mujeres y hombres participan en forma
diferente en las diversas actividades agrícolas, como la producción pecuaria o la
de cultivos de exportación. Dado que las repercusiones de la liberalización del
comercio en estos sectores no son iguales, sus efectos sobre mujeres y hombres
también son diferentes; pudiendo ampliar o reducir las disparidades de género
existentes. Por otra parte, dado que a menudo la formación y aptitudes de mujeres
y hombres, así como sus ingresos son distintos, también difiere su capacidad de
respuesta ante los cambios en las políticas. Así pues, la liberalización del
comercio repercute en forma distinta en las mujeres y los hombres porque son
diferentes las respectivas funciones de ambos en la agricultura y la posición que
históricamente han tenido en relación al acceso y el manejo de los recursos
productivos.

La agricultura es la base de la seguridad alimentaria, los ingresos de exportación y


el desarrollo rural casi en todos los países en desarrollo. La FAO estima que la
agricultura sigue siendo la única fuente de ingresos de alrededor del 70 por ciento
de la población rural de menores ingresos del mundo, cuya mayoría son pequeños
campesinos. Los medios de subsistencia de millones de personas en el planeta
dependen de la agricultura, directa o indirectamente.

LA IMPORTANCIA DE LOS PRODUCTOS DE CONSUMO PARA UNA ZONA


ECONOMICA

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A lo largo de la historia, las mismas sustancias y productos similares han ido
adquiriendo distintas maneras de ser consumidos y variados significados
simbólicos, íntimamente ligados al espíritu del momento. Las personas consumen,
no solamente para disfrutar de ellos, sino también para marcar su identidad. Esta
idea, si bien puede aplicarse al análisis del consumo en muchas culturas y épocas,
es especialmente pertinente en los tiempos actuales. Como afirma Robert Bocock
(1995), en el cambio de la modernidad hacia la posmodernidad se habla cada vez
más de la pérdida de importancia del papel que desempeñaba el trabajo como eje
central de la vida de los individuos y de su identidad. Ahora, cuestiones como el
ocio o el consumo tienen una importancia creciente a la hora de marcar la
identidad de las personas. Así, la imagen y el mensaje de las mercancías pasan a
tener más importancia que el objeto mismo por lo que, en gran medida se
consumen signos, publicidad e imágenes de marca. El proceso que conduce a la
producción de marcas –más que de productos, descrito magistralmente por Naomi
Klein (2002) ha determinado que la publicidad de diversos productos se oriente de
manera creciente hacia formas de promoción que venden estilos de vida,
experiencias y mitologías, más que a resaltar las características del producto en
sí. Además, como señala Adela Cortina (2002) el consumo ha llegado a
convertirse en una actividad valiosa por sí misma, al canalizar una de las
capacidades más profundas del ser humano: la capacidad de desear, que se
materializa en objetos en los que se espera encontrar algo de lo que falta, y lleva
implícita la idea de que lo novedoso es más valioso.

Desde el punto de vista de Vicent Borrás (1998), a pesar de la pérdida de


importancia de la posición en el sistema productivo como eje de definición de la
identidad social, éste aún tiene más importancia de la que algunos de los análisis
actuales, más centrados en la visión del consumo como un sistema de signos,
reconocen. Este autor sostiene el punto de vista de que las pautas de consumo
vienen determinadas estructuralmente por las mismas relaciones de producción,
que determinan la participación de cada individuo en la distribución de la renta, la
cantidad y la forma de consumo. En definitiva, es necesario tener el cuenta la

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posición de los individuos en el mercado de producción para poder entender su
forma de consumo.

El consumo local promueve una economía equitativa en la que los pequeños


negocios de tu comunidad tendrán las mismas oportunidades que los grandes
monopolios, es decir, ayudas a crecer a MiPymes y a distribuir mejor la riqueza.

Además, este tipo de modelo asegura mantener la cadena de suministro activa, ya


que no depende del tipo de cambio del peso frente a otras monedas.

Las MiPymes (Micro, pequeñas y medianas empresas) representan más del 90%
del total de empresas y generan entre el 60 y el 70% del empleo en el país.

Según Salvador Guerrero Chiprés, Presidente del Consejo Ciudadano, en el 2019


solamente las MiPymes ubicadas en la Ciudad de México generaron 130 mil
empleos formales. Al consumir productos locales, podrás estar seguro que lo que
obtengas será único y elaborado de forma individual.

La calidad de estos productos ha aumentado a niveles de exportación, pero al


mismo tiempo, sigue satisfaciendo las necesidades locales. Las empresas locales
tienen la flexibilidad brindarle a su cliente productos o servicios diseñados
específicamente para satisfacer sus necesidades y preferencias. También,
pueden aplicar promociones especiales muy particulares y tiene la facilidad de que
un mismo trabajador atienda al cliente durante todo el Buyer Journey, en lugar de
que el cliente tenga que estar siendo remitido a diferentes trabajadores o áreas.

Por lo general, consumir local promueve un ahorro energético y la reducción de


emisiones de CO2. Además, al disminuir el uso de embalajes, hay menos
producción de desechos y aumenta la posibilidad de reciclar y reutilizar los
materiales, por lo cual, contribuye al cuidado del medio ambiente.

La contribución de los servicios a la economía es significativa, puesto que el


sector,

en particular el de servicios de infraestructura, puede suministrar insumos


intermedios para todas las actividades económicas. Esta certificación, esto es, la

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creciente importancia de los servicios en todos los sectores económicos, facilita la
producción y las exportaciones en todos los procesos productivos, principalmente
en los departamentos administrativos y auxiliares y las etapas de la producción
(por ejemplo, el control de calidad y los servicios de ingeniería), así como en las
fases de creación, preproducción, posproducción y posventa

En 2015, las actividades de apoyo a los servicios (como la investigación y el


desarrollo, la ingeniería y la distribución) representaron entre un 25% y un 60% del
empleo en las propias empresas manufactureras8. Los servicios también
desempeñan un papel importante en la coordinación de los procesos de
producción. Por ejemplo, los servicios de telecomunicaciones permiten la
cooperación entre distintas actividades en un proceso de producción y los
servicios basados en el conocimiento y la tecnología facilitan la especialización.

Si se considera que el municipio constituye la célula básica de la organización


social, económica y política de México, además de ser el enclave fundamental del
Sistema Nacional de Planeación Democrática, así como la piedra angular del
desarrollo regional, resulta conveniente analizar su importancia y participación por
entidad federativa. Para ello se incluirán indicadores sociales y económicos como
población, densidad y metropolización; además, los del valor agregado censal
bruto (VACB)3 y la producción bruta total (PBT),4 como indicadores censales del
nivel de riqueza generada por estado.

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CONCLUSIÓN

A partir del nacimiento del concepto de mercadotecnia, la evolución de este no ha


parado, pues siempre se está adaptando a las necesidades humanas y
empresariales. He ahí su importancia, pues sin necesidad de saber cuál es la
evolución de una empresa o país, éstas reconocen que es fundamental para su
desarrollo, por tanto, las actividades desarrolladas para el cumplimiento de sus
objetivos deberán ser apegadas a un plan de mercadotecnia específico.

Creo que la mercadotecnia, como materia dentro de un plan de estudios


universitarios, es de mucha importancia, ya que, como futuros profesionales
podemos enfrentarnos a la necesidad de crear nuestra propia empresa o
simplemente a un empleo donde se requiera de conocimientos básicos de
mercadotecnia, pues nos brinda las herramientas teóricas y prácticas para
desenvolvernos como verdaderos profesionales dentro y fuera de nuestra área de
trabajo.

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