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CAPITULO XIII
SOLICITACIONES DINÁMICAS
13.1. Cargas dinámicas. Conceptos generales.
En los capítulos anteriores expresamos que en ciertos casos las acciones que solicitan a
tiempo y por lo tanto estas cargas no pueden considerarse como cargas estáticas; consecuencia de
ello las ecuaciones antes deducidas para determinar tensiones y deformaciones provocadas por los
esfuerzos característicos determinados, solo son aplicables a estructuras que estén solicitadas por
cargas estáticas, o sea cargas que se aplican en forma lenta y progresiva sobre el sólido resistente.
En el presente capítulo desarrollamos los efectos originados por cargas variables con el
hasta ahora para nuestros análisis se han supuesto que todas las cargas son aplicadas con lentitud,
conservándose este valor en forma invariable por un cierto tiempo y constituyendo lo que hemos
Debemos tener en cuenta que cuando las fuerzas o cargas sobre el sólido resistente se
aplican con mayor rapidez, estamos frente a un tipo de cargas donde las respuestas de las
estructuras cambian sustancialmente con respecto a las producidas por cargas estáticas, lo que nos
estructural, que nos permite determinar el comportamiento del cuerpo deformable sometido a
cargas dinámicas, o sea cargas de rápida aplicación o significativamente variables en función del
tiempo. Ejemplo de este tipo de cargas son las aguas de un río que golpean una compuerta, el
descenso brusco de un apoyo estructural o bien las de un automóvil cuando embiste una defensa,
En general los materiales tienen respuestas distintas en sus comportamientos, según sea la
forma y la velocidad con la que se aplican las cargas como, así también, del tiempo en las que éstas
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pueden considerarse las sobrecargas de uso que no son permanentes, pero en las que el
proceso de carga y descarga pueden ser asimilables al de la aplicación de cargas lentas y
progresivas.
b) Cargas estáticas que se mantiene por un tiempo muy prolongado: Son cargas
permanentes o de muy larga duración. Aunque la carga sea de igual intensidad, la
respuesta del material es distinta tanto al de las cargas estáticas antes definidas como a las
propio del área del conocimiento de materiales, resulta ser bastante complejo; adquieren
gran influencia otros factores determinantes como el de la temperatura ambiente, razón por
respuesta del material es de naturaleza totalmente distinta a la que origina una carga
estática, lo que veremos más adelante en nuestros estudios específicos sobre el tema.
la carga estática cuya aplicación es lenta y progresiva en que éste tipo de carga es aplicada
de forma súbita y repentina. La duración del tiempo de aplicación es muy corto y con
Esta forma de solicitación se conoce como "cargas de impacto de baja velocidad" o “cargas
súbitas”.
Las cargas dinámicas se distinguen de las cargas estáticas por modificar la respuesta del
material, tanto en magnitud de tensiones como de deformaciones, límites y formas de rotura.
Debemos señalar que la rotura por impacto se produce con una menor deformación que la
correspondiente a la de una carga de igual magnitud colocada en forma estática. Estas
deformaciones son tanto menores cuánto mayores concentraciones de tensiones puede presentar
el elemento solicitado.
ductilidad, aumentando consecuentemente su fragilidad. Por ello los materiales dúctiles ante este
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tipo de solicitaciones tienen comportamiento similar a los materiales frágiles. Tal es así que ciertos
elementos de máquinas cuando rompen por cargas de impacto muestran un tipo de fractura frágil,
pese a estar constituidos por materiales de comportamiento dúctil.
En las obras civiles las cargas dinámicas son producidas por distintas acciones como
pueden ser las del viento, las del paso de los ferrocarriles, las del choque de olas, las del tránsito de
vehículos sobre un puente, las de la puesta en funcionamiento de motores para máquinas, las de los
sismos, etc.
tiempo y su frecuencia coincide o se le aproxima mucho con el período propio de vibración del
elemento que recibe dicha carga, puede presentarse el fenómeno conocido como resonancia. De
ocurrir este fenómeno es de esperar que se originen deformaciones de considerable magnitud que
piezas de máquinas y estructuras aeronáuticas y son importantes los casos de puentes colgantes
donde el efecto del viento debe ser cuidadosamente analizado para evitar que la estructura entre
en resonancia, evento que se presenta cuando coinciden las frecuencias de la acción con el de la
estructura, generalmente por vibraciones del tipo torsional y con el consecuente colapso de dichas
obras. Como claro y sonado ejemplo podemos citar el caso del puente original de Tacoma Narrow;
aún se recuerda que el 1° de julio de 1940 se inauguraba el primer puente colgante sobre el
estrecho de Tacoma - Washington con una luz de tramos de 853 metros. El 7 de noviembre de
1940, apenas cuatro meses después y aproximadamente a las 11:00 horas, la estructura colapsó
debido a las vibraciones inducidas por la acción del viento que actuaba con la misma frecuencia que
la frecuencia natural de vibración de la estructura, lo que produjo que ésta entrara en resonancia y
que la amplitud de las vibraciones aumentara desproporcionadamente hasta alcanzar la rotura. El
puente se extendía 1.810 metros para salvar un canal cercano a Tacoma en el Estado de Washington
(Estados Unidos) y colapsó durante un temporal de vientos con ráfagas que alcanzaban
amplitud del sistema oscilante; esta fuerza repetitiva hizo que el puente se elevara y balanceara
desmesuradamente hasta que finalmente se rompió y se precipitó al agua, llevando consigo
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En ese tiempo algunos expertos seguramente opinaron que León Moisseiff, proyectista del
consecuencia la rotura del puente, pero también gracias a este fracaso y a los estudios posteriores
hubo una gran profundización en el estudio del fenómeno que finalmente contribuyó al desarrollo
alcanzado luces de hasta 1.991 metros, como es el caso del puente colgante del estrecho Akashi
con una longitud total de 3.911 metros, o el que actualmente está proyectado y para ser ejecutado
sobre el estrecho de Messina, entre Sicilia y la península Itálica, cuya luz de vano llega a los 3.300
metros.
Para el caso de una solicitación dinámica se comprueba en forma experimental que tanto el
límite de fluencia como el de rotura del material resultan incrementados con respecto al
correspondiente a cargas estáticas, esto a priori puede hacer pensar en la posibilidad de adoptar un
aumento en el valor de las tensiones límites admisibles para el dimensionado estructural, problema
fundamental que el ingeniero debe considerar; empero debemos tener en cuenta que existe una
serie de factores que hacen que no se pueda aceptar un aumento de las tensiones límites
admisibles para cargas dinámicas y que se deben tomar los mismos valores o en ciertos casos aún
menores que los determinados en ensayos para cargas estáticas. Por ello es entonces importante y
significativo tener siempre presente que ambas formas de solicitación, la estática y la dinámica,
En este sentido, en el caso de solicitación estática lo que actúa es una carga que
inicialmente puede quedar perfectamente definida, mientras que para solicitaciones por cargas
dinámicas existe y es relevante la transferencia de una cierta cantidad de energía cinética o de
movimiento, no fácil de ser correctamente mensurada y que debe necesariamente ser considerada.
Además no se puede ignorar que una falta de homogeneidad localizada del material conduce a
efectos distintos para ambos tipos de solicitación, tal que en la solicitación de tipo de carga
dinámica la energía de deformación disminuye notablemente como consecuencia de una menor
deformación.
En síntesis, debemos tener presente que el error en la apreciación del valor de las cargas
dinámicas siempre es mucho mayor que el de la valoración de las cargas estáticas, por cuanto las
primeras dependen de una serie de factores de difícil apreciación y cuantificación como es el caso
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de las cargas dinámicas por sismos o bien tan solo por el real conocimiento de la composición de la
estructura interna constituyente del material. Además si tenemos en cuenta los efectos de la
solicitación dinámica que sobrepasa el límite de fluencia del material, sabemos que de su aplicación
resulta una deformación residual permanente que se suma a las que ocurren al reiterarse la carga
de impacto, lo que evidentemente hace mucho más peligrosa esta situación comparativamente con
el caso de la carga estática, puesto que la deformación acumulada puede alcanzar valores
inadmisibles. Todos estos son los motivos que justifican racionalmente la reducción de las tensiones
cargas dinámicas.
ejemplo las distintas normativas permiten para ciertas magnitudes de cargas dinámicas realizar el
de choque que siempre debe ser mayor a uno y que es función del tipo de carga como también del
suspendida desde el extremo superior y que soporta en el extremo opuesto, provisto de un freno o
brida, el impacto de una carga Q correspondiente al peso de un collar o elemento deslizante que
se deja caer libremente desde una altura h . Por efecto de dicha carga la barra se deforma y sufre
un alargamiento de una magnitud Lmáx , que consideramos limitado dentro del comportamiento
elástico lineal del material.
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Cuando la masa del collar cae y golpea a la brida colocada en el extremo inferior de la
barra, dicha barra sufre una rápida deformación de alargamiento originando concordantemente
esfuerzos axiales en su cuerpo interior. En un lapso muy corto el tope se mueve hacia abajo y
alcanza su posición de desplazamiento máximo ( lmáx ) antes señalado; luego por efectos
vibratorios característicos de la acción dinámica y por las propiedades elásticas del propio material
el extremo de la barra se acorta para luego volver a alargarse y así sucesivamente. Las vibraciones
que se producen son análogas a las que ocurren cuando estiramos un resorte y luego lo soltamos.
Las vibraciones de la barra prontamente cesan debido a varios efectos amortiguadores que
comienzan a actuar, finalmente la barra alcanza el estado de reposo con la masa apoyada sobre el
tope y con una deformación final l final menor al lmáx sufrida inicialmente y como era de esperar.
matemáticos avanzados; sin embargo es factible un análisis aproximado usando los conceptos de
energía de deformación ya estudiados y estableciendo además varias hipótesis simplificadoras, tales
mayoría de los casos dicho peso es despreciable respecto al peso Q de la masa móvil que origina
el impacto, se puede plantear una solución también aproximada y suficientemente exacta para los
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En efecto, al momento de producirse el impacto la masa móvil posee una velocidad v que
es función de la altura de caída h , velocidad que luego de producirse el impacto se reduce a cero
paulatinamente, mientras la barra se deforma axialmente. Ello significa que la energía cinética de la
masa Q , al momento del impacto, se trasforma en energía de deformación. Para ello admitimos
que la transformación es neta, o sea suponemos que toda la energía cinética se consume en
deformar la barra; rigurosamente esto no es cierto pues sabemos que parte de dicha energía
necesariamente se disipa de otras maneras.
consideramos que desde el punto de vista energético son similares los trabajos de deformación de
W1 Q.(h l ) (13.1)
Supongamos ahora una carga estática P que actuando en forma gradual origine la misma
El trabajo desarrollado en este caso por la carga estática es igual a la energía interna de
deformación U al considerar que tanto la variación de energía calórica como de energía cinética es
nula, será:
P.l
U = W2 (13.2)
2
La carga P a la que definimos como “carga estática equivalente” debe cumplir con nuestras
hipótesis, o sea que el trabajo desarrollado por la carga dinámica Q es igual al trabajo desarrollado
W1 W2
P.l
Esto es: Q (h l ) (13.3)
2
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P .A (13.4)
Además de acuerdo con la ley de Hooke y dentro del campo elástico lineal al cual hemos
ceñido el alcance de nuestro problema, tenemos:
l
E. E. (13.5)
l
Valor que reemplazado en la (13.4) nos da:
l
P A.E. (13.6)
l
De donde reemplazando valores en la segunda igualdad de la ecuación (13.3), nos queda:
A.E.(l )2
Q.(h l ) (13.7)
2.l
Y finalmente reordenando términos obtenemos la ecuación (13.8):
A.E
.(l )2 Q.h Q.l 0 (13.8)
2.L
O también:
2. Q. l 2. Q. l. h
(l )2 . l 0 (13.9)
A. E A. E
Ecuación de segundo grado de la que podemos despejar la deformación total l
producida por la carga dinámica. Ecuación de 2° grado cuyas raíces vienen dadas por la expresión:
b b2 4 a c
x1, 2 (13.10)
2
a 1
2Q l
b (13.11)
A.E
2Q l
c h
A.E
Así
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4
A E A E A E
l (13.12)
2
Q l Q l 2Q l h
2
Luego: l (13.13)
A E A E A E
Si designamos l ' a la deformación total producida por una carga estática pero de igual
Q l
intensidad a la carga dinámica Q , o sea L´ , la ecuación (13.13) puede escribirse como
A E
sigue:
v 2 g h (13.15)
v2
h (13.16)
2g
De donde, reemplazando en la (13.14) resulta finalmente:
v2
l l ' (l ')2 .l ' (13.17)
g
Dentro del campo elástico lineal es de aplicación la ley de Hooke:
E
.l
l
Por lo que la tensión normal desarrollada en el momento del impacto resulta ser:
E v2
l ' l ' l '
2
(13.18)
l g
En la mayoría de los casos la altura de caída h resulta considerablemente mayor a la
deformación l ' y con más razón al cuadrado de la misma, o sea a (l ')2 , por lo que podemos
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1
admitir , como primera aproximación la igualdad dada por la ecuación (13.19)
E v2
. .l ' (13.19)
l g
Q.l
Y recordando que: l ' (13.20)
A.E
Introduciendo este valor en la ecuación (13.19) resulta finalmente, como expresión de la
2 E Q v2
. (13.21)
Al 2 g
su altura de caída h . Aparte de ello, a constancia de estos últimos factores podemos observar que
la tensión puede disminuir si se reduce el módulo de elasticidad del material o bien si se
aumenta el volumen de la pieza que en este caso viene dado por el producto A.l . Entonces, para
una barra de un determinado material cuya sección A sea constante, las tensiones producidas por
una carga Q que cae de una altura h pueden reducirse si se aumenta la longitud de la barra o bien
Teniendo en cuenta la igualdad dada por (13.16), la ecuación (13.21) puede escribirse
2 E
.Q h (13.22)
Al
E
l
l ' l '
2
(13.23)
2.E.l '
y (13.24)
l
1 Esta aseveración se hace bajo la consideración de lo que en el Análisis Matemático se conoce como
“infinitésimo de orden superior “
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E.l '
E. E E (13.25)
l
Tenemos que el segundo miembro de la igualdad, dada por la ecuación (13.24), es dos
veces la tensión E originada por la carga Q actuando ésta en forma estática, por lo que:
D 2 E (13.26)
O sea, la carga Q de impacto cuando actúa en forma dinámica pero sin velocidad, es una
carga súbita que produce un alargamiento igual al doble del que produciría la misma carga pero
aplicada en forma estática, o sea incrementada en forma muy lenta desde 0 al valor final.
Nos limitaremos en consecuencia, y a los efectos de suministrar al lector una idea del
problema, al caso de una viga simplemente apoyada donde se desprecia la influencia del peso
propio de la viga.
Supondremos las mismas hipótesis admitidas para cargas de impacto por solicitación axial,
considerando por tanto que no hay pérdida de energía ante la solicitación y que la totalidad de la
Supongamos, Figura 13.2, una viga simplemente apoyada de luz l sujeta en su punto
medio al impacto de una carga concentrada Q que cae de una altura h.
la viga, que también absorben energía, y supondremos que las elásticas de deformación de la viga
son semejantes para una carga estática como para una carga actuando en forma dinámica.
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carga Q de impacto; la carga estática equivalente P capaz de producir en la viga la misma flecha
máxima será:
P.l 3 48.E.I
P . (13.27)
48.E.I l3
Donde I es el momento de inercia de la sección trasversal de la viga respecto del eje
neutro, supuesto constante para toda la luz.
P. 24 E I 2
W2 W2 (13.28)
2 l3
El trabajo correspondiente a la carga dinámica Q , que cae de una altura h, será:
W1 Q (h ) (13.29)
Por hipótesis los trabajos deben ser iguales, por ello reemplazando y ordenando:
24 E I 2
Q (h ) (13.30)
l3
24 E I 2
Q h Q 0
l3
O bien:
Q l3 Q l3 h
2 0
24 EI 24 E I
Q.l 3 Q.l 3
2 . .h 0
24.E.I 24.E.I
De donde:
2
Q l3 Q l3 Q l3
2 .h (13.31)
48 E I 48 E I 48 E I
Podemos observar que la deflexión dinámica máxima ( máx ) se incrementa si:
Aumenta la carga, ó
La altura de caída es mayor
Paralelamente también se puede concluir de la ecuación (13.31) que la deflexión máxima
E .I
disminuye si la rigidez de la viga se incrementa.
l3
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peso Q , con e :
Q l3 Q l3
e 2 e (13.32)
48 E I 24 E I
Flecha o máxima deflexión originada por la carga Q , aplicada como carga estática en el
centro de la viga.
2 e 4 e 4 2 e h
2
2
O bien:
e e2 2 e h
A partir de esta expresión podemos plantearnos dos casos:
Caso1
2 e h
Es decir que:
Q l3 Q l3
2h h
48 E I 24 E I
Caso 2
v2
v 2 g h h (13.33)
2g
Si estamos dentro del caso de carga súbita con velocidad nula v 0 , resultando
obviamente que h 0 , tenemos que:
2 e
Por otro lado y teniendo en cuenta la velocidad de impacto de la carga Q dada por la
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v2 Q l 3
e e2 (13.34a)
g 48 E I
O también:
v2
e e2 e (13.34b)
g
Expresión similar a la (13.14) que muestra que la deflexión dinámica siempre es mayor que
la estática para igual valor de carga y que depende fuertemente de la velocidad con que impacta la
carga.
sección. La fórmula de la flexión simple normal nos dice que si y máx es la distancia de la fibra más
alejada del eje neutro, resulta:
M máx
máx y máx (13.35)
I
P.l
2
l ymáx P. l ymáx
máx R A . (13.36)
2 I 4 I
Mmáx
48.E.I
P . (13.37)
l3
12.E
máx . ymáx . (13.38)
l2
Q l3
h (13.39)
24 E I
O bien:
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v2
e
g
12.E Q.l 3
máx . ymáx . .h (13.40)
l2 24.E.I
O lo que es lo mismo:
144 E 2 Q l 3 v 2 144 E Q v 2
máx y
48 E I g 48 l I g
máx
l4
(13.41)
144 E Q 6Q E h
2 h ymáx ymáx
48 l I lI
Es decir:
6Q E h
máx ymáx (13.42)
lI
Como vemos la sección gravita fuertemente en el comportamiento. Por ello, para las
Sección rectangular
a b3
I
12
b
y máx (13.43)
2
A a b
De donde:
6Q E h b 12 6 Q E h b 72 Q E h b
máx
a b 3
2 l a b 3
2 l a b3 2
l
12
Expresión que se puede llevar a una forma más compacta operando de la siguiente forma:
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72 Q E h b2 18 Q E h 18 E
máx Q h
l a b3 4 l a b lA
18 E
Es decir: máx Q h (13.44)
lA
Sección cuadrada
Para esta sección es fácil de demostrar que se llega a la expresión:
18 E
máx Q h
lA
A a2
Sección circular
R4
I
4
R
ymáx (13.45)
2
A R2
6Q E h R 46Q E h R 24 Q E h b
máx
R 4
2 l R 4
2 l R4 2
l
4
24 Q E h R 2 6Q E h 6 E
máx Q h (13.46)
l R4 4 l R 2
lA
área, de módulo de elasticidad, de longitud de viga, de carga dinámica y de altura de caída, las
tensiones máximas desarrolladas por solicitación dinámica para la sección circular son
aproximadamente un 11,6% mayores que las originadas en las secciones rectangulares; por tanto en
el diseño de vigas solicitadas por cargas dinámicas es conveniente optar por secciones
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Para el caso particular en que la carga dinámica actúa súbitamente vimos que:
2 e (13.47)
Así la flecha originada por la carga Q actuando súbitamente duplica a la flecha producida
12.E
máx . ymáx .2. e (13.48)
l2
Q l3
Y reemplazando 2 e de la (13.32):
24 E I
Ql
Entonces, máx ymáx (13.49)
2I
Ql
máx ymáx (13.50)
4I
O sea, la tensión producida por una misma carga de impacto con v0 es el doble de la
La razón de la respuesta dinámica de una estructura a la respuesta estática para una misma
carga se llama factor o coeficiente de impacto; luego el factor de impacto para el alargamiento de
una barra viene dado por la razón entre el alargamiento máximo dinámico con el alargamiento
máximo estático:
alargamiento dinámico
factor de impacto
alargamiento estático
2h
1 1
l '
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v2
1 1
g l '
deformaciones como en las tensiones que se originan y tal como lo habíamos aclarado al comenzar
el capítulo.
impacto como así también el valor de las tensiones originadas por la acción dinámica.
v 2
e 1 1
g e
Cuando la inercia de la viga debe necesariamente considerarse, la expresión del coeficiente
de impacto viene dado por:
v2
0 1 1
g fs
En síntesis, se puede escribir ecuaciones análogas a la anterior para otros factores de
impacto, como el factor o coeficiente de impacto para el esfuerzo en la barra a la razón de máx a
est . Cuando el collar cae desde una altura considerable, el factor de impacto puede ser muy
impacto. Aquí es pues donde radica la importancia de la capacidad de un cuerpo para absorber
energía, ya que cuanto mayor sea la capacidad de absorción, mayor será la resistencia del elemento
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Las cargas cíclicas o repetidas, comúnmente conocidas como solicitaciones por fatiga,
entran dentro de los problemas dinámicos. Son cargas que en su aplicación pueden o no producir
cambios de signos en los esfuerzos y en las tensiones que se desarrollan en un determinado punto
de una sección dada. En efecto, muchas piezas de máquinas durante su trabajo se someten a
tensiones que varían en función del tiempo, son las llamadas cargas cíclicas. Así por ejemplo, las
piezas del mecanismo de biela y manivela del motor de combustión interna que muestra la Figura
En efecto, este es un clásico ejemplo de solicitación cíclica constituida por la biela del
mecanismo biela-manivela, la que se encuentra sujeta a solicitaciones alternadas de tracción y
movimiento de un vagón de ferrocarril, Figura 13.4. Por simple observación vemos que puntos del
eje también se ven sometidos a tensiones que varían cíclicamente, aunque las fuerzas exteriores
conserven su magnitud. La Figura 13.4 muestra también el diagrama de los momentos flectores en
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Una vez más insistimos que debe entenderse que estamos frente a una solicitación distinta
a la de cargas estáticas y por lo tanto la respuesta del material también ha de ser distinta.
Es también apropiado aclarar que el estudio pormenorizado del tema, como el
Antes de encarar la solución del problema en estudio es necesario adoptar las siguientes
definiciones:
suprime dicho esfuerzo para luego repetir la acción varias veces, cada vez que se
varias veces.
Modo de falla: la falla en un material dúctil solicitado por cargas repetidas es por
fractura gradual o progresiva, concepto que estudiaremos con más detalle y con
1914) en el siglo XIX, cuando este tipo de falla se presentaba en los ejes de los ferrocarriles y eran
motivo de gran preocupación. Fue Poncelet quien entonces usó el término de fatiga para indicar
esta clase de falla en elementos sometidos a esfuerzos cíclicos. Wöhler, de origen alemán e
ingeniero de ferrocarriles, tuvo el crédito de desarrollar la primera máquina de pruebas de ensayos
a fatiga, aunque también se conocen las experiencias de Fairbairn en EE.UU y que datan del año
1864.
Una importante contribución al conocimiento de cargas repetidas es debida a Bauschinger,
quien estudió el efecto sobre el límite de fluencia de tensiones alternadas cuyo valor sobrepasaban
dicho límite.
En lo que respecta al mecanismo de rotura por cargas repetidas, se han propuesto diversas
teorías para justificarlo.
fractura frágil, similar a la que ocurre en materiales quebradizos o poco cohesivos por efecto de
cargas estáticas. Por esta razón en un principio se pensó que la repetición alternada de la
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solicitación originaba un cambio en la naturaleza del material; se suponía que este se cristalizaba.
Fue posteriormente con el uso del microscopio aplicado al estudio de la estructura o conformación
de los metales lo que permitió comprobar que tal suposición era falsa y que en realidad en las
superficies de rotura por cargas repetidas no había evidencia alguna de una modificación de la
estructura cristalina del material; en cambio sí pudo detectarse la existencia de zonas de
de cierto número de ciclos puede ocurrir la rotura de la pieza, mientras que cuando actúa la misma
repetidas veces, como muestra la Figura 13.5. Si realizamos dicha acción veremos que el alambre
en dicho proceso levanta temperatura que inclusive puede llegar a quemar los dedos de la mano,
tensión máx , y varía entre amplios límites. Para la destrucción de un elemento sometido a cargas
10
repetidas son necesarios 5 x 10 ciclos cuando la tensión no supera ciertos valores límites.
Cuando las tensiones son menores, la pieza resiste millones y miles de millones de ciclos. En
el caso de tensiones aún menores, puede trabajar un tiempo infinitamente largo sin lograr la rotura.
Después de la falla generalmente se pueden distinguir dos zonas bien definidas en la
superficie de rotura de la pieza; en una de ellas seguramente aparecen cristales que se pueden ver a
simple vista, pero con gran dificultad; la micro-superficie de rotura es lisa en dicha parte; mientras
tanto en otra zona se puede observar claramente las huellas de una ruptura frágil. No cabe duda
que la primera impresión que se puede tener es que este tipo de falla está relacionada con el
cambio de la estructura cristalina del metal, así es como tiempo atrás se explicaba la destrucción de
una pieza para el caso de solicitaciones por cargas que producen tensiones con variaciones cíclicas.
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metal y que el comienzo de la rotura tiene un carácter puramente local. En la zona de grandes
tensiones originadas por diversos factores, sean de origen constructivo, tecnológico o estructural,
pueden aparecer grietas microscópicas. Al variar repetidamente las tensiones los cristales que se
roce y como resultado los cristales se pulen y las superficies adquieren el aspecto de la estructura
de granulación fina; así se origina una de las posibles zonas de la superficie de futura rotura.
Como resultado del desarrollo de la grieta o fisura se debilita la sección y finalmente tiene
lugar la ruptura brusca, la superficie aparece con los cristales bien pronunciados y sin alteraciones.
la destrucción por fatiga se determina por las particularidades de la estructura molecular y cristalina
de la materia. Por lo tanto, el esquema de material continuo que se aplicó con éxito en los
problemas que hasta aquí se analizó, en este caso determinado no pueden servir de base
satisfactoria para las investigaciones. Para crear una teoría suficientemente orgánica de la resistencia
a la fatiga, se hace necesario penetrar en las particularidades de la estructura de los cristales como
en el de las ligaduras entre los cristales para poder entonces recurrir a la estadística como a la teoría
de las probabilidades.
La falta de suposiciones fijas en esta teoría impide que sea ésta una teoría rigurosa. Las
observancias obtenidas experimentalmente mediante ensayos no son pues universales y los cálculos
dan una exactitud relativamente pequeña del problema.
Actualmente se admite que la rotura por fatiga es una fractura progresiva, donde dicha
fractura, ya explicada anteriormente, parece comenzar en algún punto del miembro en que el
esfuerzo o las tensiones es más alto. En efecto, se inicia en un punto o zona de fuerte concentración
de tensiones cuyo origen obedece a irregularidades superficiales por presencia de filetes, ranuras o
agujeros, como también a cambios bruscos de forma o bien a la existencia de fisuras internas
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microscópicas o también por inclusiones microscópicas de granos de escoria para el caso de los
metales.
Es evidente la importancia de esta forma de rotura por cuanto la existencia de una ligera
encontrar ecuaciones que nos permitan conocer las respuestas del miembro, por ejemplo
encontrar las magnitudes de las tensiones derivadas de las cargas que provocan la falla. De esta
manera se podrá limitar la máxima carga que puede aplicarse en forma repetida a una cierta
estructura.
Es probable que alguna vez el lector haya doblado y desdoblado varias veces un trozo de
alambre hasta que al final logró romperlo. La falla no sucede al doblar el alambre por primera vez,
aun cuando se deforme mucho anelásticamente; en lugar de ello la falla se presenta después de
algunas inversiones del esfuerzo de flexión en el alambre. Esta es la clase de falla que venimos
estudiando y que se conoce como falla a la fatiga o por fisura progresiva. En efecto, se puede definir
la fatiga como el deterioro de un material bajo ciclos repetidos de esfuerzo y deformación y que
ciclos. Sin embargo muchos componentes metálicos sufren falla por fatiga solo después de millones
de ciclos de esfuerzo. En cualquier caso, cuando se presenta la falla con un valor de esfuerzo menor
que el que produciría la fractura con una sola aplicación estática de carga, la falla es por fatiga.
Tomemos nuevamente el ejemplo del eje de un tren que soporta dos cargas simétricas que
se trasmiten a tierra por intermedio de dos ruedas como se grafica en la Figura 13.4.
Mz
y
Iz
Ahora bien, para un instante un punto A del borde del eje estará solicitado por una
tensión normal máxima:
Mz d
máx Donde yd .
2
Iz 2
Pero si el eje gira con una velocidad angular , trascurrido un tiempo t el punto A pasará
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a ocupar la posición A ' , cambiando su posición por el giro del eje a una velocidad angular y su
d
y sen 90 t
2
M d
. .sen.(90 .t )
I 2
Como podemos observar la tensión en el punto es variable con el tiempo y dicha variación
se corresponde a una función sinusoidal con una amplitud igual a máx . Figura 13.6.
FIGURA 13.6. Función sinusoidal de las tensiones en el punto A para distintas posiciones
cigüeñales, bielas, dientes de engranajes, resortes de válvulas, entre muchos otros más. En cambio,
en otras estructuras como ocurre con los puentes ferroviarios, la variación de las tensiones ocurre
en períodos de tiempo relativamente cortos en relación con la vida de la estructura, en estos casos
el aumento del valor de las tensiones por sobre las tensiones de origen estático, es relativamente
reducido.
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A su vez, según los valores que alcancen las tensiones podemos distinguir cuatro tipos de
Tipo II: Carga pulsatoria intermitente (se caracteriza por ser nula una de las tensiones
extremas).
Tipo IV: Carga oscilante alternada (se caracteriza por ser las tensiones extremas máximas
Definimos:
Tensión media:
máx min
m
2
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máx min
a
2
Expresión que da la amplitud de la tensión dinámica. Cualquier ciclo puede ser interpretado
como el resultado de la superposición de una tensión constante m y la tensión que varía según el
La razón entre las tensiones mínima y máxima se denomina coeficiente de asimetría del ciclo:
min
r
máx
Como podemos observar para el caso II, carga pulsatoria intermitente, tenemos:
máx máx
mín 0; m ; a r 0
2 2
Este ciclo ocurre particularmente en el ejemplo analizado anteriormente del eje de rotación
del vagón.
Donde como ya definimos, las tensiones máxima y mínima, respectivamente del ciclo, son
máx y mín .
Los ciclos con iguales exponentes de r , se denominan ciclos semejantes.
amplitud de la tensión dinámica y del valor de la tensión media, pero no de la ley de variación entre
las tensiones extremas y sólo muy poco de la frecuencia.
Para un dado material, la resistencia a la rotura por cargas cíclicas son equivalentes,
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Podemos distinguir como casos particulares de la resistencia de fatiga los dos siguientes:
media es igual a cero y la tensión dinámica oscila entre dos valores iguales pero de distinto
tensión variable.
romperse bajo un esfuerzo unitario no sólo inferior a la carga de rotura estática sino también al
límite elástico cuando se repite el esfuerzo un número suficiente de veces”; así mismo “no se
produce la rotura, sea cual fuere el número de solicitaciones, si la diferencia entre el esfuerzo
máximo y el mínimo es inferior a un cierto límite llamado resistencia de servicio”. En efecto, para
caracterizar el comportamiento de un material sometido a ciclos repetidos se realizan pruebas de
fatiga con diversos valores de esfuerzo, los resultados se grafican en un diagrama , N o curva
de fatiga. Diagrama que generalmente se realiza en gráfica Logarítmica para mejor lectura e
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interpretación.
del ciclo dado, es suficiente conocer solamente los valores de máx y mín o de m y a.
Los más difundidos son los ensayos para el ciclo simétrico (equivalente a decir r 1 ).
Aquí se recurre generalmente al principio de la flexión pura de la probeta en rotación que se
introducen dispositivos adicionales. Así, por ejemplo, se puede establecer en la probeta que se
ensaya un resorte de tal manera que origine una tracción constante con una tensión igual a m.
Ver la Figura 13.10.
En efecto, lo que se hace es someter una probeta del material que queremos ensayar a una
carga variable, generalmente de los tipos II ó IV, de una amplitud a y una tensión media m
prefijadas. Durante el ensayo esta tensión, es decir m , se suma a la originada por la flexión que
varía según el ciclo simétrico. Se repite el ensayo para otros valores de a y m , determinándose
los correspondientes valores de N (si se dispone del número suficiente de probeta S ) y se
determina el número N de ciclos para el cual se produce la rotura por fatiga., es decir, se puede
determinar el número de ciclos que resiste la probeta hasta destruirse en función de la magnitud de
máx del ciclo. Finalmente, esta dependencia tiene el aspecto de la curva de las Figuras 13.11 a) y b)
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límite por abajo del cual se puede efectuar una cantidad virtualmente infinita de ciclos de esfuerzo
disminuir máx es preferible generalmente ubicar sobre el eje de las abscisas, no el número N sino
su logaritmo, esto permite construir el diagrama de manera más compacta como el de la Figura
La experiencia indica por otra parte que existen materiales capaces de resistir un número
ilimitado de ciclos. Por ello cuando el número de los mismos alcanza un cierto valor sin que se
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Como existen materiales que pueden resistir un número ilimitado de ciclos, la norma DIN
50100 fija como número límite de ciclos:
Metales livianos: N 10
8
Para aceros: N 10
7
tratado de vincularla mediante fórmulas empíricas que tengan en cuenta las características
mecánicas de los materiales, determinadas por ensayos estáticos.
F 12 f
Dónde:
F 0,25 a 0,50. f
Existen diversos factores que afectan la resistencia a la fatiga, entre los que podemos
resumir:
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f .
Cualquier combinación de cargas con tensiones máx y mín , dentro del triángulo formado
por los puntos C A D O B , no producen falla.-
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levanta.
Entender las limitaciones del diseño y encontrar fallas al comienzo y no al
final del proyecto.
Referencia: " To Engineer is Human: The Role of failure in Engineering Design" H. Petroski,
Vintage Books 1992.
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