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Marie Skłodowska (Curie)

Marie Skłodowska nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia. Era la quinta hija de


Władysław Skłodowski, profesor de física y matemáticas de liceo, y de Bronisława
Boguska, quien fue maestra, pianista y cantante.
Marie era la menor de cinco hijos: Zofia (1862), Józef (1863), Bronisława (1865), Helena
(1866) y finalmente ella Marie (1867).
En aquel tiempo, la mayor parte de Polonia estaba ocupada por Rusia que, tras varias
revueltas nacionalistas sofocadas violentamente, había impuesto su lengua y sus
costumbres. Junto con su hermana Helena, Maria asistía a clases clandestinas ofrecidas
en un pensionado en las que se enseñaba la cultura polaca.
Entre sus intereses destacaba la pasión por la lectura, especialmente en la historia natural
y la física
En secundaria fue siempre la primera alumna de su clase y dominaba los idiomas ruso,
polaco, alemán y francés.
Se graduó a los 15 años.
En ese tiempo, en Polonia, las mujeres tenían prohibido estudiar en la Universidad. Por lo
cual, en 1891, Marie se fue a Francia.
Sus menguados medios económicos no le permitían pagar los estudios universitarios,
pero consiguió una beca y se inscribió en la Facultad de Ciencias Matemáticas y
Naturales de la Universidad de la Sorbona.
Obtuvo la licenciatura en física (con el primer puesto de su promoción) y también se
licenció en matemática (la segunda de su promoción).
Es importante recordar que, en cuanto pudo, devolvió el dinero de la beca.
En 1894, conoció al que sería su marido, Pierre Curie, que era profesor de física.
Los dos empezaron a trabajar juntos en el laboratorio.
Al año siguiente, en 1895, Pierre y Marie se casaron, en una boda sencilla en la que les
dieron algo de dinero. Con este dinero se compraron dos bicicletas y pasaron todo el
verano viajando por Francia con ellas.
Todo esto muestra un estilo de vida frugal y sencillo, pero que no les impedía disfrutar de
las alegrías de la vida.
En 1986, Marie animada por Pierre decidió hacer su tesis doctoral sobre los recientes
trabajos de Henri Becquerel y Wilhem Roentgen, que habían descubierto que las sales de
uranio transmitían unos rayos de naturaleza desconocida.
Este trabajo estaba relacionado con el reciente descubrimiento de los rayos X por parte
del físico Wilhelm Röntgen.
Marie Curie se interesó por estos trabajos y, con la ayuda de su esposo, decidió investigar
la naturaleza de las radiaciones que producían las sales de uranio.
Lo primero que descubrieron ambos es que las radiaciones no eran el producto de
reacciones químicas, sino que se debían a la naturaleza misma de la materia.
En 1898, tras varios años de trabajo constante, a través de la concentración de varias
clases de pechblenda, aislaron dos nuevos elementos químicos: el polonio (lo nombraron
así en referencia a su país natal) y el radio (debido a su intensa radioactividad).
Marie y Pierre Curie se dedicaron a estudiar los materiales radiactivos, en particular la
pechblenda, que tenía la curiosa propiedad de ser más radiactiva que el uranio que se
extraía de ella.
En esos años trabajaron en un cobertizo y Pierre era el encargado de suministrar todos
los medios y artilugios para que Marie trabajara. Los dos sufrieron quemaduras y llagas
producidas por los peligrosos materiales radiactivos.
El 25 de junio de 1903, Marie publicó su tesis doctoral, intitulada “Investigaciones acerca
de las sustancias radiactivas”. Defendió su tesis ante un tribunal y obtuvo el doctorado
con mención cum laude.
Ese mismo año, junto con Pierre Curie y Henri Becquerel, Marie fue galardonada con el
Premio Nobel de Física "en reconocimiento a los extraordinarios servicios rendidos en sus
investigaciones conjuntas sobre los fenómenos de radiación descubierta por Henri
Becquerel". Es notable que estos dos grandes científicos, a pesar de vivir con muy escaso
recursos económicos, nunca quisieron patentar sus descubrimientos e inventos. Siempre
se atuvieron a sus ideas de que el conocimiento debía estar a total disposición de los
otros científicos.
En 1904, tuvieron a su segunda hija, Eve, un inmenso consuelo después de que Marie
hubiera tenido un aborto, probablemente producido por la radiactividad.
El 19 de abril de 1906 ocurrió una tragedia: Pierre fue atropellado por un carruaje de seis
toneladas. Murió sin que nada se pudiera hacer por él. Marie quedó muy afectada y
rechazó una pensión vitalicia. Sin embargo, quiso seguir con sus trabajos y, además,
aceptó la cátedra de física que su marido había obtenido en 1904.
Su primera clase en la Universidad causó gran expectación, pues era la primera mujer
que daba clases en la Universidad de la Sorbona, fundada hacía ya 650 años.
En 1910, después de denodados esfuerzos, y después de manipular hasta ocho
toneladas de pechblenda en su cobertizo, Marie obtuvo escasamente un gramo de cloruro
de radio. Al año siguiente, en 1911, recibió el Premio Nobel de Química «en
reconocimiento de sus servicios en el avance de la Química por el descubrimiento de los
elementos radio y polonio, el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y
compuestos de este elemento».
Con una actitud desinteresada, no patentó el proceso de aislamiento del radio, dejándolo
abierto a la investigación de toda la comunidad científica. Marie Curie fue la primera
persona a la que se le concedieron dos Premios Nobel en dos diferentes campos.
Durante la Primera Guerra Mundial Curie propuso el uso de la radiografía móvil para el
tratamiento de soldados heridos. El coche llevaba el nombre de Petit Curie. Su hija Irène
empieza a ayudarla con 18 años. El gramo de radio lo dona a la investigación científica,
luego le darían otro que también donaría al Instituto del Radio de Varsovia.
Marie Curie murió cerca de Salanches, Francia, el 4 de julio de 1934 por anemia aplásica,
probablemente a consecuencia de las radiaciones a la que estuvo expuesta en sus
trabajos.
Un año después, en 1935, su hija mayor, Irène Joliot-Curie, también obtuvo el Premio
Nobel de Química por su descubrimiento de la radiactividad artificial.
En 1995, los restos de Marie Curie fueron trasladados al Panteón de París, convirtiéndose
así en la primera mujer en ser enterrada en él.
En Varsovia, actualmente se puede visitar la que fue su casa familiar, convertida en un
museo del recuerdo de esta gran mujer.

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