Aceite de cannabis

1.- Limpiar la cannabis eliminando las hojas y ramas, quedando solamente la flor. Esto para asegurar
la pureza en el aceite y con más cantidad de THC en el aceite.

2.- Se lleva a cabo un proceso de descarboxilización, proceso donde se efectúa el cambio de THC-A
a THC y CBD-A a CBD (donde estos cannabinoides pasan de su forma ácida a su forma neutra.
El THC-A necesita 30 minutos de exposición a temperaturas entre 60ºC y 125ºC para convertirse en
THC. A su vez el THC se degrada a 155ºC – al igual que el terpeno Pineno -, lo que significa que para
realizar elaboraciones con un punto óptimo de tetrahidrocannabinol no debemos superar esta
temperatura en ningún momento. De la degradación del THC surge el CBN, con propiedades
analgésicas y sedantes, que tiene su punto de ebullición en 185ºC.
El CBD-A necesita 60 minutos en el horno – o el método que prefiramos – entre 80ºC y 135ºC para
convertirse en CBD, que se degrada a 165ºC, convirtiéndose en CBE, que a su vez se destruye a
195ºC, como el terpeno Linalool.
La descarboxilización se hace en agua hirviendo durante 1 hora, esto para eliminar compuestos
hidrosolubles como ceras, clorofila y otros compuestos que provocan sabores desagradables.
O teniendo un horno de convección se deja en un horno precalentado a 120°C por 30 minutos.
3.- Una vez descarboxilada la cannabis se coloca en un envase de vidrio a baño maría. De preferencia
se utiliza el aceite de oliva debido a que es uno de los mejores solventes que conserva mejor los
terpernos, cannabinoides y los principios activos de la planta por no hablar de que es un producto
asequible para todo tipo de público.
Para asegurarse de que todo cannabinoide pase al aceite es necesario dejarlo a baño maría de 90 a
120 minutos.

4.- Se coloca en un envase de vidrio para su conserva. El envase se elige por que es un material
hermetico y no permite el paso del oxigeno para que el aceite no se oxide.

Costos y rendimientos: