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La Constitución de 1991: 25 años de un

proyecto humanista y democrático


(ahora 30 años)
Escrito por José Gregorio Hernández julio 11, 2016

¿Cuáles fueron los aciertos y cuáles los errores de


la Carta Política que rige a los colombianos? ¿En qué
circunstancias se dio su creación hace un cuarto de siglo?
¿Cómo ha cambiado después de las 42 reformas que se le
han hecho?
José Gregorio Hernández*
Una Constitución de paz
Aunque las labores de la Asamblea Nacional Constituyente concluyeron el 4 de
julio de 1991 y ese día se llevó a cabo el acto de firma de los constituyentes y
juramento de sus presidentes (Álvaro Gómez Hurtado, Horacio Serpa y Antonio
Navarro Wolf), la vigencia de la Constitución empezó el 7 de julio, día en que el
texto se publicó en la Gaceta Constitucional.
La Constitución de 1991 nació no solamente por la necesidad de reestructurar el
Estado y el sistema jurídico colombiano tras 104 años de vigencia de la
Constitución de 1886, o como instrumento de reivindicación de libertades,
garantías y derechos hasta entonces limitados, sino como respuesta
institucional a las varias formas de violencia que asolaban al país.

Uno de los motivos primordiales de la Asamblea Constituyente fue la necesidad de


buscar la paz y restablecer el orden público, gravemente perturbado por las
acciones del narcotráfico y de las organizaciones subversivas. De hecho, en la
Sentencia con la cual la Corte Suprema aprobó que el pueblo acudiera a las urnas
para impulsar la enmienda constitucional fue citada la frase del jurista italiano
Norberto Bobbio según la cual “las constituciones son tratados de paz con mayor
vocación de permanencia”.
Vale la pena señalar que precisamente en este vigésimo quinto aniversario de la
Constitución del 91 se estén abriendo paso nuevas reglas de juego (aunque
todavía no las conocemos) para favorecer la paz y poner punto final al conflicto
armado entre el Estado colombiano y las FARC-EP.

Las reformas
Algunas de las reformas de la Constitución han sido declaradas inconstitucionales,
unas veces por vicios de trámite y otras porque la Corte Constitucional consideró
que con ellas se buscó sustituir valores o principios esenciales de su configuración
original.Durante estos veinticinco años, la Constitución ha sido reformada 42
veces (la reforma de 2003 fue aprobada por el pueblo en referendo, pero las
demás se hicieron mediante acto legislativo del Congreso), en la mayoría de los
casos sin necesidad, ni utilidad, y más bien  respondiendo a objetivos políticos
coyunturales y a metas de corto plazo.

Diferente fue el caso de la reforma de la justicia tramitada en 2011. Este fue un


acto legislativo muy criticable, aprobado en los ocho debates exigidos así como en
los debates de conciliación por las plenarias de Senado y Cámara, pero hundido
por voluntad presidencial en sesiones extraordinarias (improcedentes y por tanto
inválidas).

Un número tan alto de enmiendas constitucionales demuestra una gran inestabilidad


institucional.

Aunque ninguna constitución es irreformable porque ninguna es perfecta y la


sociedad enfrenta nuevos desafíos que exigen adaptar el ordenamiento jurídico,
un número tan alto de enmiendas constitucionales (y sobre todo la falta de
coherencia y las contradicciones entre ellas) demuestra una gran inestabilidad
institucional, además de una lamentable tendencia a la improvisación por parte de
quienes tienen a su cargo el poder de reforma.

Esta situación conduce a la progresiva desvalorización y fragilidad de las normas


fundamentales, las cuales, a pesar de estar consignadas en un texto escrito, se
convierten en elementos manipulados sin la madurez que acompaña los cambios
constitucionales en los sistemas consuetudinarios (de tradición).

Que un desayuno ofrecido a los congresistas, las prebendas o las cuotas


burocráticas definan la suerte de una reforma constitucional habla muy mal de la
seriedad de los reformadores y deja en entredicho la justificación y la verdadera
necesidad de estas reformas.

Sus logros
A pesar de su innecesaria extensión (que tiende a crecer con las reformas) y
algunos defectos de redacción, vacíos y contradicciones, la Constitución de
Colombia es rica en valores y principios.

Hay que reconocer que los constituyentes lograron en muy poco tiempo (seis
meses) diseñar un cuerpo normativo importante, que, sobre la base de
fundamentos democráticos, pluralistas y participativos:

▪ Consagró reglas novedosas,


▪ Renovó las instituciones,
▪ Acogió las tendencias internacionales en materia de derechos humanos y
libertades públicas,
▪ Reivindicó los derechos de las minorías y de los grupos tradicionalmente
discriminados o marginados,
▪ Procuró brindar herramientas jurídicas a los ciudadanos para asegurar la
intangibilidad de sus derechos, y
▪ Logró un perfil moderno y progresista que, pese a los reiterados intentos de
retroceso, aún se mantiene.
La del 91 es una constitución que delimita el poder, inclusive durante los estados
de excepción y hace valer los derechos humanos y el derecho internacional
humanitario. Se trata de una constitución humanista, cuya preceptiva, por
definición, rechaza la razón de Estado, las vías de hecho y la arbitrariedad en el
ejercicio del poder.

Es una constitución que recalca, como punto esencial de su fundamentación


política y base necesaria del sistema jurídico, el respeto a la dignidad de la
persona, y el reconocimiento por parte del Estado de valores insustituibles como la
libertad, la igualdad, la paz, el trabajo y la familia. Los delegatarios del 91 no
ahorraron tinta cuando se trató de dejar en claro que este es un Estado social y
democrático de derecho, participativo, pluralista, y que uno de los objetivos
principales de la organización estatal es garantizar la efectividad de los derechos,
libertades, garantías y deberes de los asociados.

Para nuestros constituyentes, así como para la Corte Constitucional, guardiana de


la integridad y supremacía de la Carta Política, un derecho puramente teórico o
una garantía apenas formal no debería tener cabida en el sistema jurídico
colombiano. Sin embargo, este propósito no ha sido comprendido ni desarrollado
por los órganos y funcionarios del país, lo cual ha dado como resultado que
derechos fundamentales como la salud, la educación, los derechos de la
mujer, los derechos de los niños, los derechos de los indígenas, la
seguridad social, la intimidad, el trabajo dignamente remunerado y la no
discriminación, entre otros, sigan siendo en buena parte teóricos y lejanos.

La salvaguarda de los derechos


Y a lo largo de este cuarto de siglo la Corte Constitucional, mediante su
jurisprudencia, ha procurado que tales derechos y garantías no se queden en el
papel y que, por el contrario, cobijen a la población y puedan ser reclamados ante
los jueces. Con instituciones como la tutela, las acciones populares, las
acciones de cumplimiento y la acción pública de inconstitucionalidad, los
ciudadanos han entendido que la Constitución es suya y que está para la garantía
de sus derechos y libertades. La Asamblea Nacional Constituyente, autora de la
Constitución de 1991, ha sido reconocida en el mundo por haber creado una
moderna carta de derechos al tiempo que establecía los mecanismos judiciales
idóneos para su protección.

Debido al Artículo 93 se ha dado valor prevalente a los tratados internacionales


sobre derechos humanos ratificados por Colombia, y gracias al Artículo 85 se han
establecido derechos de aplicación inmediata que no requieren una ley para ser
reclamados ante los jueces. El Artículo 94 de la Carta, por su parte, subraya el
carácter fundamental de los derechos y sus garantías aunque no estén
expresamente consagrados. Al respecto declara: “La enunciación de los derechos
y garantías contenidos en la Constitución y en los convenios internacionales
vigentes, no debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la
persona humana, no figuren expresamente en ellos”.

Los ciudadanos han entendido que la Constitución es suya y que está para la garantía
de sus derechos.

Por ello la Corte Constitucional ha definido el bloque de constitucionalidad como


una unidad jurídica compuesta por normas y principios contemplados en tratados
internacionales sobre derechos humanos, en el derecho internacional humanitario,
en la propia Constitución, en leyes estatutarias y en otras disposiciones integradas
con el propósito de amparar efectivamente los derechos fundamentales. Estas son
reglas jurídicas que, aún sin aparecer formalmente en los artículos de la Carta,
son utilizadas como criterios y parámetros del control de constitucionalidad de las
leyes y decretos con fuerza de ley.

Tales preceptos han sido normativamente integrados a la Constitución por


diversas vías y por mandato de la propia Carta. Se trata entonces de
verdaderos principios y reglas de valor y jerarquía superior: normas situadas
en el nivel constitucional aunque no estén incorporadas a la Constitución en
estricto sentido.

Por todas estas razones la de 1991 es una constitución humanista, democrática y


genuinamente protectora de los derechos y su vigencia e intangibilidad deben ser
defendidas con los mismos principios democráticos que inspiraron a los
delegatarios hace veinticinco años.

Lástima que en muchos aspectos no se cumpla y que a veces el poder público no


haga valer sus postulados.

16-09-21

Leer: Violencia urbana en Colombia (42 a 45 mínimo). 6642544


(blackboardcdn.com)

Procesos para cambiar una constitución:

● Asamblea Nacional Constituyente (para cambiar la constitución.)


● Plebiscito: el 70% votó por sí, el 30% votó no (cambio de constitución del
1886-1991).
● Organizó elecciones para elegir grupo de colombianos que escribirían la
constitución del 91 (74 candidatos ganadores, ellos escribieron la
constitución durante 6 meses).
● Convocatoría por parte del presidente de la república (poco democrático,
intervienen partidos políticos, personas naturales...).

Constitución de 1886: un artículo decía que cuando el Gobierno declara estado de


sitio, las fuerzas armadas y el mismo gobierno podían tomar decisiones aunque
no se encontrarán en dicha constitución (sin cumplir leyes, abuso de poder y
autoridades). No se permitía que el pueblo opinara o estuviera en contra del
estado. Una constitución conservadora y reaccionaria, permitiendo al gobierno
gobernar por fuera de leyes.

Antecedentes para la creación de la constitución del 91:

● Oleada de terrorismo fuerte, Colombia estaba azotada desde los 80 hasta


los 90 por expresiones generadas desde el narcotráfico, teniendo el pueblo
inmerso en el miedo por acciones de estos carteles, el narcotráfico se
fortaleció (Medellín con Pablo Escobar, familia Ochoa, Gonzalo Rodrígues
Gacha y Cali, hermanos Rodriguez / carteles).
● Deseo superar la situación terrorista impuesta por mafiosos.
● Guerra entre guerrillas y Estado, metiendo en medio al pueblo, aumentando
el número de víctimas de actos terroristas (especialmente con el Cartel de
Medellín).
● Motivante del Cartel de Medellín a ser terrorista: extradición, convenio
bilateral entre países (se comprometen a capturar y enviar a una persona a
cometer delitos que afectan a otro país). EEUU ha propuesto a Colombia la
figura de extradición para personas que se dediquen al narcotráfico,
pagando cárcel en EEUU. Su objetivo era sembrar temor tanto en el pueblo
como para las autoridades con el fin de impedir ese acuerdo de extradición.
● Motivante del Estado: por que la justicia en colombia es corruptible, los
delincuentes no pagan como deberían (situaciones que llevan a que
Estados Unidos piense que deben cumplirse la extradición en su país y no
en Colombia).
● “Preferimos una tumba en Colombia a una cárcel en EEUU” (Pablo Escobar
murió en su ley).
● Asesinato de Luis Carlos Galán (estaba de acuerdo con la extradición),
candidato a la presidencia. Lo mandó asesinar Pablo Escolar, Alberto
Botero (del partido Liberal, quería ser presidente y Galán estaba de
atravesado y le quitó el puesto), General de la policía y DAS. Razón, por
ser político honesto.
● Asesinatos a más líderes políticos.
● Los jóvenes universitarios fueron quienes promovieron y buscaron cambiar
la constitución (Fernando Carrillo Rojas, Claudia López).
● Participaron hombres, mujeres, políticos y personas naturales, indígenas,
poetas, líderes ex-guerrilleros que dejaron las armas, profesores,
defensores de DH,

Reformas en la constitución:

● 30 reformas que se han ido introduciendo.

*Cofundador de Razón Pública. Para ver el perfil del autor, haga clic en
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@josegreghg

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