ESCUCHAR Y OBEDECER

¡Dios les bendiga grandemente mis hermanos! ¡Mba’eichapa nde ko’e! ¡Dios
mire con misericordia y envíe su paz a nuestra hermosa nación!

Escuchar de verdad y con atención debe llevarnos a la obediencia.

La Palabra de Dios dice la orden que fue dada a Adán y Eva al principio en
Génesis 2:16-17,

«No debes comer del árbol del conocimiento del bien y del mal»

Tristemente, lo que el Señor le dijo a Adán fue escuchado, pero no

obedecido. Así es como opera el enemigo: Satanás enfoca su atención en el
objeto que está prohibido y te hace sentir insatisfecho con todas las
bendiciones que Dios te ha dado.

Sin embargo debes saber que, cada mandamiento en la Palabra de Dios es

una expresión del amor divino para ti. Él quiere protegerte y preservar tu
vida para que puedas disfrutar de todas las bendiciones que tiene planeadas
para ti.

Adán y Eva no lo entendieron y el mundo todavía está pagando por eso. No

cometas el mismo error.

Ñañembo’emina.
Ora conmigo: Señor, perdóname por las ocasiones en que te he oído hablar,
pero no te he obedecido. Quiero seguir tu voz fielmente de aquí en adelante.

En el Nombre de Jesús, Taupéicha.