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CORPORACION UNIVERSITARIA REGIONAL DEL CARIBE IAFIC

TRABAJO DE CONSULTA

ASIGNATURA. PROCESAL PENAL DERECHO

PRESENTADO POR: JOSE DE JESUS MENCO JORGE

DOCENTE: DRA. LICETH PAOLA PORTO LOPEZ

SEMESTRE. V
JORNADA VIERNES Y SABADO
CIUDAD FECHA. CARTAGENA DE INDIAS MARZO 31 DE 2020
1-SEÑALE COMO ERA ENTENDIDO EL DERECHO PROCESAL PENAL EN
LA ANTIGUA ROMA
En el proceso penal tenía un rasgo marcadamente discrecional en virtud de la
naturaleza del proceso inquisitivo en que se fundamentaba, rasgo común en los
derechos medievales europeos, incluido el español, aunque en algunos períodos
durante la baja edad media se hubiera acudido al sistema de “pesquisidores” de
talante acusatorio, pues a la postre se impuso el derecho procesal penal canónico
de la recepción de corte inquisitivo, que privilegiaba el poder absoluto del juez
para dirigir la investigación, acopiar las pruebas y valorarlas, lo que resulta
comprensible, porque a través de dicho procedimiento se fortalecía el poder regio,
que trataba de absorber a “la justicia penal entre las partes, elevándola al ámbito
del interés público y poniéndola bajo la tutela del poder real; se quería superar la
“verdad” admitida entre las partes, para perseguir la “verdad material”, lo
realmente ocurrido, “gustase o no a los implicados en cualquier asunto
criminal” .Sin embargo, la naturaleza del proceso penal vulneraba los principios
que hoy se conocen como garantías procesales en el derecho penal moderno. No
mediaba la presunción de inocencia; la publicidad y contradicción de los medios
de prueba; la doble instancia; el respeto a la dignidad humana o la valoración
probatoria cimentada en la sana crítica, entre otros. Su carácter arbitrario y
totalitarista, se ilustra con una cita del texto del profesor Tomás y Valiente en la
cual describe a detalle cómo operaba dicho procedimiento:“ Las fases del proceso
inquisitivo eran, a grandes rasgos las siguientes: el juez ordenaba al escribano
que abriese cabeza de proceso por inquisición, dirigida a aclarar cierto delito
cometido, del cual se tenía noticia concreta y directa; seguidamente, se procedía a
“información sumaria”, que comprendía las primeras indagaciones efectuadas por
el juez; si de ellas resultaba algún sospechoso (y casi siempre había un indiciado
de culpabilidad), se le encarcelaba, y en muchas ocasiones se le embargaban
judicialmente sus bienes. Hasta entonces todo había sido secreto para el
sospechoso de culpabilidad. Después, el juez continuaba buscando aliquias
probationes contra reum, y principalmente procuraba adquirirlas a través de
interrogatorios de testigos y de la confesión del reo; tras haber interrogado el juez
inquisidor a los testigos, se daba al reo relación de los nombres de aquellos, por si
quería interponer “repulsas” contra ellos. En la fase final, se procedía a la
publicación de los testimonios y demás pruebas, a la acusación formal, hecha por
el promotor fiscal normalmente, y al escrito de defensa; por último, se daba
sentencia de tormento para intentar conseguir la confesión del reo sobre su propia
culpabilidad o sobre la de sus posibles cómplices, o bien se pronunciaba sentencia
definitiva, por lo general condenatorio”. A lo anterior se sumaban las condenas
movidas por el afán de lucro, sobre todo, cuando el juez participaba de las penas
pecuniarias que imponía, pues le era “agonísticamente indiferente condenar o
absolver”. Junto a este tipo de condenas estaban también las “penas pecuniarias
arbitrarias” que provenían de la práctica común de la indeterminación de las
penas, de tal forma que los jueces imponían en las sentencias penas distintas a
las “legales ordinarias”, de allí derivaban su nombre de “arbitrarias” porque la
moderación de su clase y rigor en relación con cada condena concreta dependía
del arbitrio del juez. Dicha corrupción se extendía a la posibilidad que tenían los
jueces de disponer en beneficio personal de los bienes confiscados a los
condenados, de suerte que, siempre estaban interesados en imponer dicha clase
de sanciones, con lo que se rompía el principio de imparcialidad que debían
observar. En otras palabras, en el proceso inquisitivo, el juez se convertía
inicialmente en parte procesal, y, luego, estaba interesado en la imposición de la
sentencia de carácter condenatorio, por el mecanismo de participación en las
penas pecuniarias, lo que obviamente redundaba en la concepción patrimonialista
del ejercicio del cargo, ya que al tener que pagar por éste al rey, entendía que
adquiría el derecho a lucrarse a través del ejercicio del mismo como merecida
retribución a sus servicios .Otro aspecto importante, aunque ya mencionado
tangencialmente, tiene que ver con el sistema tarifario de pruebas que imperaba
en la aplicación del proceso penal en el contexto del sistema inquisitivo, donde se
tenía en cuenta la mera “información” que consistía en “simples dichos o
afirmaciones pronunciados por alguien ante el juez, sin juramento; pasando por el
“indicio o presunción” que era ya una “razonable o verosímil conjetura acerca de la
participación de alguien en un hecho delictivo”, hasta la prueba “semiplena” o
incompleta, que se producía al existir contra alguien un sólo testimonio fidedigno o
la plena prueba, constituida por la confesión de la que se dedujera el perfecto
conocimiento fáctico del delito . Como se ve un sistema irracional construido en
orden a la obtención de la prueba para condenar al sindicado, pues al final la
aplicación de la tortura judicial estaba destinada a lograr la confesión del indiciado
, mientras la prueba testimonial, destinada en el mejor de los casos a ser
“sumada” —dos testimonios constituían plena prueba— o simplemente valorada
para darle la categoría de indicio o semiplena, con lo cual se abría la posibilidad
de adelantar la investigación y aplicar al final el tormento como medio eficaz para
lograr la confesión del reo , y luego, la sentencia: “simple y escueta declaración
de voluntad”, carente en no pocos casos “de explicación y justificación”. En
síntesis, el proceso penal inquisitivo del antiguo régimen europeo se caracterizaba
por la falta de imparcialidad del juez; la orientación del sistema de pruebas
encaminado a obtener la condena de los indiciados de culpabilidad; la inexistencia
de la presunción de inocencia; la inferioridad procesal del reo, derivada de la
naturaleza secreta del procedimiento y de la valoración de las pruebas; la
reducción de las garantías procesales probatorias; el excesivo margen de arbitrio
judicial y la confusa estructuración de las instituciones encargadas de administrar
justicia penal.
2- SEÑALE COMO SE APLICABA EL DERECHO PROCESAL PENAL EN LA
EDAD MEDIA
La influencia del cristianismo, formó una fuente importante de derecho penal,
porque casi toda la justicia estaba dominada por la idea religiosa.
Los atentados contra el dogma, las personas y cosas de la Iglesia constituyeron
los principales delitos de esa época y todas las leyes estuvieron inspiradas en el
espíritu sacerdotal y religioso.
EMBLEMA DE LA SANTA INQUISICIÓN ESPAÑOLA.
La Santa Inquisición medieval fue fundada en 1184 en la zona de Languedoc (en
el sur de Francia). Posteriormente se implementó en toda Europa. Luego en
algunas partes del mundo (por ejemplo en nuestro país, con la Conquista
Española).
La pena tenía un papel fundamentalmente infamante e intimidatorio; abuzando el
ingenio se creó las más crueles penas:
La tortura era la forma de extraer la confesión.
(Transcurre entre los siglos V y XV de nuestra era)
Inicia en el año 476 con la caída del Imperio romano de Occidente.
Finaliza en 1453 con la caída del Imperio bizantino.
1492 con el descubrimiento de América
Durante el largo período en que consistió la edad media, se dio en el Derecho
Penal una mezcla de elementos romanos, canónicos y bárbaros.
Coexistieron los Derechos particulares por su dura práctica y ancestral, de origen
del Derecho Penal Romano.
Se dio una lucha en contra de la venganza, pero subsiste la composición y la
dureza en las penas, caracterizándose con la de muerte, con el procedimiento
inquisitivo
Los herejes eran encarcelados sin ser acusados formalmente y encadenados en
frías y hediondas mazmorras infestadas de insectos y ratas. Por semanas, meses
o años, los cuales se transformaban en décadas.
Con la Santa inquisición, surgieron, diversas formas de tortura.
LA SILLA DE INTERROGATORIO
Se trataba de un utensilio básico del inquisidor, la victima sufría atrozmente desde
el primer momento del interrogatorio.
Siempre el inquisidor y el obispo debían de estar presentes.
LA DONCELLA DE HIERRO DE NUREMBERG
Es un envase, caja cerrada, similar a un ataúd que estaba parado íntegramente y
cerrado firmemente, se añadieron unos pinchos, Se colocaban a las víctimas
paradas allí dentro, cuando la puerta se cerraba, los pinchos se dirigían al cuerpo
de la víctima. Las garras no fueron diseñadas para matar al instante, pero si en
varios días.
Se sancionaba a capricho de los monarcas, y estas situaciones no cambiaron al
terminar la edad media sino que siguieron durante una parte del renacimiento,
hasta el surgimiento del iluminismo.
Tornillo de silla del garrote.
Usado para sujetar la nuca de la víctima. El tornillo se introducía lentamente en la
nuca del condenado (reservado para los que tenían dinero).
3-EXPLIQUE COMO FUE LA EVOLUCION DEL DERECHO PENAL EN LOS
SIGLOS XV, XVI, XVII XVIII
Es importante, partir mencionado, que la revolución Histórica de la ciencia del
derecho penal, pertenece propiamente a la historia del Derecho, la misma que
comienza por así decirlo en la época primitiva, la cual se refiere a la historia
general del derecho romano, canónico e italiano.
Que tiene su literatura propia relacionada con el derecho penal alemán, común de
los siglos XVI, XVII, XVIII, en el cual la ciencia del derecho penal, se hallaba en las
manos de copistas, sin ingenio ni espíritu crítico, por lo cual es entendida como
nacida en las sociedades, tras la necesidad de la creación de la propiedad
privada, la cual es considerada como uno de los indicios del derecho penal, otro
aspecto importante dentro de la época primitiva, es también que se basa en la
costumbre es decir es un derecho consuetudinario, que por ende llega a tener
características religiosas y otras denominadas místicas o mágicas.
Esto, debido a que en esa época, la sociedad tenía una mentalidad dirigida hacia
la venganza privada, la cual se considera como una manifestación primitiva de la
represión penal, ya que se creía que la sanción acarreaba un castigo de fuerzas
sobrenaturales o divinas.
Lo cual conllevaba a plantearse como fuentes principales, la ley divina y la ley del
hombre, en lo cual esto se percibía claramente en el momento de la ejecución de
la sanción, puesto que la realizaban de manera colectiva, mas no individual para
así buscar, que toda la sociedad intervenga y de alguna manera al hacerlo se dé
cuenta de las sanciones las cuales eran castigadas, con penas atroces tales como
matar, quemar, lapidar entre otras.
Es decir se basaban prácticamente en la ley del talión, lo que supone un marcado
progreso social y un avance en las penas más comunes, como son la muerte y la
puesta fuera de la ley privándose por esta última al delincuente, de la protección
legal colectiva.
Debido a que, en si esta ley impone la regla que importa la retribución del mal por
un mal igual, la cual es “El ojo por ojo diente por diente”, claro refiriéndose ante
iguales, es por eso que las personas de esa época, se encontraban sugestionadas
el momento del incumplimiento de ciertas reglas.
Por así llamarlas las cuales establecían una simbiosis a manera de fundamento,
que se basaba en un temor que las sociedades tenían, por lo desconocido o
sobrenatural o a lo que simplemente no se lo podía explicar, ellos de alguna
manera lo que hacían es endiosar, esos por así llamarlos fenómenos y ponerlos
como castigos por el daño cometido, es esto a lo que también se lo llega a
denominar como pena objetiva, ya que está referida hacia el daño y la otra es la
denominada pena subjetiva, la cual está dirigida hacia la intención tanto así que
Soler fija al derecho penal propio de la mentalidad pre lógica que puede reunirse
así:
Las primitivas prohibiciones no responden a razones biológicas, sino estrictamente
sociales;
Las sanciones tienen un matiz marcadamente expiatorio y religioso;
La sanción es automática y por ello objetiva, y;
La responsabilidad no queda circunscrita al individuo que ha roto la prohibición.
Cabe señalar, que en esta época, la responsabilidad no es siempre humana ya
que se aplicaban penas, como consecuencia directa del principio de intimidación.
Edad Antigua: Este comienza por así decirlo, con el derecho oriental el cual tiene
un tinte religioso acerca de las reacciones punitivas que resultaban del estudio
comparativo de la historia de los pueblos del Antiguo Oriente, posteriormente
aparece el derecho chino, el cual es completamente de carácter sagrado
visualizando que las penas terrenales, son seguidas por castigos de ultratumba.
Mientras que el derecho penal Persia puede en cambio ser dividido en dos
épocas:
La remota.- Se caracterizó por la venganza privada y se regulo por el talión.
La que recibe la influencia del Islamismo, se condenó toda infracción que se
consideraba atentado a la majestad del soberano.
En si luego de estos acontecimientos, apareció el derecho penal Hebreo el cual es
fundamental el estudio de la legislación mosaica.
Mismo, que da lugar al aparecimiento de dos periodos en la evolución del primitivo
derecho penal Griego, que deben distinguirse puesto que tienen caracteres
diferentes, el primero corresponde a la época legendaria en el que predomina la
venganza, pero con un carácter que alcanza también a la familia, a continuación
sigue el periodo religioso, en que el estado dicta las penas pero obrando como
delegado de Dios.
Derecho Romano: Son muy escasas las noticias que se tienen de la fundación de
Roma, que se conoce con el nombre de Consorcios gentilicios preexistentes de la
ciudad, por lo que es difícil precisar, cuál fue en ese entonces el derecho penal, en
los primeros tiempos que antecede a la fundación de Roma, se puede situar
entonces, que la etapa del desarrollo del derecho penal, en el que la pena tiene
carácter de expiación religiosa, es decir carácter sagrado de la pena, en el cual la
venganza privada no solo es admitida sino que es obligatoria para quienes
pertenecen a la familia.
Dentro de este periodo existen cuatro aportes destacables dentro del derecho
Romano los cuales son:
La potestad sancionadora pasó a ser pública es decir solo el imperio y la
Republica podían sancionar además del Páter Familias;
La división de delitos en Públicos (aquellos que atentaban contra el Estado) y
Privados (Aquellos que atentaban contra los individuos);
Tipificación de delitos tales como parricidio, violación, hurto, estafa, secuestro;
Desarrollaron conceptos de Instituciones Jurídicas del Derecho Penal tales como:
Dolo: Entendido como una ecuación que consiste en el conocimiento más la
voluntad.
Tentativa: Entendido como los actos idóneos que conllevan a la comisión del
delito.
Complicidad: Entendido como las formas de participación del delito.
Legítima Defensa: Entendido como una de las causas de Justificación por así
decirlo.
Fuerza Irresistible: Misma, que se produce por eventos naturales o de terceras
personas cuando la voluntad no puede ser controlada.
Edad Media: Esta comienza con el desarrollo del derecho Germánico, tras la caída
del Imperio Romano de Occidente, con el que comienza el predominio de los
barbaros o periodo Germánico, que corre desde los siglos VI a XI, en el cual hay
una prevalencia del derecho Germánico en el campo del derecho en general y
sobre todo en el derecho penal, que no es ya un derecho rudimentario primitivo
como se mantuvo hasta el siglo V, sino por el contrario este, empieza a gozar de
un proceso de notable progreso que se divide en dos épocas:
La del derecho Germánico, antes de las invasiones que se regía por costumbres y
según GRISPIGNI, se lo puede situar dentro del carácter sagrado de las penas,
periodo de la expiación religiosa y de la venganza de sangre, como deber del
grupo familiar, además era considerado como el orden de la paz por consiguiente
su violación representaba la ruptura de la paz, que se clasificaba en total o parcial
según se tratara de delitos públicos o privados.
Comprende el derecho Germánico de la época de las invasiones, en los que no se
asigna a la pena un carácter de expiatorio, sino que descansa en la idea de que la
venganza del poder público, en donde la autoridad pública se ha consolidado y
tiende a circunscribir, es así como da lugar al concepto de composición, el cual
tenía carácter de resarcimiento y de pena.
Derecho Canónico: El derecho penal Canónico, en su origen tuvo vigencia general
al llegar a la edad media, pues su jurisdicción, se extiende por razón de las
personas es por eso que tuvo un desarrollo lento, con el crecer del número de
hechos que se consideraban como delitos los cuales pueden sintetizarse en:
Elemento Subjetivo: Se exigió que en todo delito se diera el ánimo;
Clasificación de los delitos: Se distinguió la moral del derecho y se subdividieron
en tres categorías:
Delicta eclesiástica: Atenta contra el derecho divino.
Delicta meré secularia: Lesiona tan solo el orden humano y se pena por el poder
laico.
Delicta mixta: Violan tanto una esfera como la otra y son penados por ambos
poderes.
Es decir, que entre las penas podemos citar, ya sea la internación en monasterios,
la reclusión en celdas, las penitencias públicas y la excomunión.
Estos aportes fundamentales, son el énfasis en el aspecto subjetivo del delito es
decir, la intención y la humanización de represión penal con instituciones que
protegen al individuo.
Edad Moderna: En Germania a fines de la Edad Media y con posterioridad a la
amalgama de los derechos Romano, Canónico y Bárbaro, producidos durante
aquel periodo, resurge el primero de ellos aunque modificado al que se lo conoce
con el nombre de recepción del Derecho Romano.
4-EXPLIQUE LA REFORMA DEL DERECHO PROCESAL PENAL DE CARAS A
LA REVOLUCION FRANCESA.
Resulta evidente el paralelo y correspondencia que se puede establecer
fácilmente con el sistema republicano de ejercicio del poder político; de allí que no
resulte posible considerar como una mera casualidad la aplicación de este sistema
en épocas de apogeo de las repúblicas, tanto antiguas (Grecia, Roma) cuanto las
modernas (Francia y el movimiento reformador del siglo xix).Este sistema de
procedimiento acusatorio rigió, prácticamente, durante toda la antigüedad (Grecia,
Roma) y en la Edad Media hasta el siglo XIII, momento en el cual, con base en el
último Derecho romano imperial, antes de la caída de Roma, es reemplazado por
la Inquisición. Este sistema de procedimiento acusatorio rigió, prácticamente,
Durante toda la antigüedad (Grecia, Roma) y en la Edad Media hasta el siglo XIII,
momento en el cual, con base en el último Derecho romano imperial, antes de la
caída de Roma, es reemplazado por la Inquisición.
SISTEMA INQUISITIVO
Este sistema responde a la concepción absoluta del poder central, a la idea
extrema sobre el valor de la autoridad, a la centralización del poder, de modo que
todos los atributos que concede la soberanía se reúnen en una única mano. La
personalidad del hombre, su libertad y dignidad no son ingredientes de este
ideario, que se consolida sobre la base del temor al pecado y al delito. En él se
pone de manifiesto la mayor dimensión del Estado, que se agiganta hasta
prescindir casi absolutamente del interés del ofendido. El escaso valor de la
persona humana individual frente al orden social, manifestado en toda su
extensión en la máxima Salus publica Suprema lex est, se tradujo al procedimiento
penal reduciendo al imputado a mero objeto de investigación, con lo cual se pierde
su consideración como sujeto de derecho, y en la autorización de cualquier medio,
por cruel que fuese, para alcanzar su fin: reprimir a quien perturbara el orden
creado (expurgare civitatem malis hominibus). De allí derivan las máximas
fundamentales que crea el sistema inquisitivo conforme a su fin: la persecución
penal pública de los delitos, con la característica de la obligatoriedad (deber) de su
ejercicio, para no depender de una manifestación de voluntad particular en la
represión. Además, el procedimiento era dirigido a la meta principal de «averiguar
la verdad», objetivo para cuyo cumplimiento no se reparaba en los medios de
realización. Desde la perspectiva histórico-política, la afirmación de universalidad
de la Iglesia Católica (Derecho Canónico) y la formación de los Estados
nacionales bajo el régimen de la monarquía absoluta, y sus luchas de predominio
contra los «infieles», por una parte, y contra el poder feudal, por otra, condujeron
necesariamente a este tipo de procedimiento. Como se expresara en párrafos
anteriores, la fuente jurídica de inspiración de este sistema fue el Derecho romano
imperial de la última época (cognitio extra ordinem), con su tenue introducción de
los rasgos principales de la inquisición, conservado por la Iglesia y perfeccionado
por el Derecho canónico, el cual, a su vez, constituyó la fuente donde abrevó la
inquisición laica, de paso triunfante por toda Europa continental a partir del siglo
XIII. Como lo han señalado los autores de Derecho procesal, la característica
fundamental de este sistema de enjuiciamiento reside en la concentración del
poder procesal en una única mano, la del inquisidor, a semejanza de la reunión de
los poderes de la soberanía (administrar, legislar y juzgar) en una única persona,
conforme el régimen político del absolutismo. Por lo demás, cabe destacar que, en
este procedimiento, perseguir y decidir eran labores que no sólo se concentraban
en el inquisidor, sino que representaban una única y misma tarea; la defensa no
era una facultad que se reconociera al perseguido, por aquello de que si era
culpable no lo merecía, en tanto que si era inocente el investigador lo descubriría;
claro que, en el mejor de los supuestos, ello ocurriría luego de un martirio, que
pesaba como carga sobre quien integraba el cuerpo social, en homenaje a la
propia sociedad. Asimismo, la fuerza de la dialéctica y la crítica no pertenecen a
esta idea de vida, que desconfía de ellas y, por tanto, desaparece la contradicción
como característica del juicio. Este sistema imperó en toda Europa continental,
triunfando sobre el Derecho germano, y la organización señorial (feudal) de la
administración de justicia, desde el siglo XIII hasta el siglo xvm. De triste recuerdo
por los excesos que permitió en aras de lograr por cualquier medio sus fines,
concebidos como absolutos, y las injusticias notorias que prohijó (procesos contra
herejes y brujas), al menos desde nuestro punto de partida cultural. La finalización
de este sistema la marca el comienzo de la nueva república representativa, con la
Revolución Francesa, que representa el triunfo político del Iluminismo, a cuyo
abrigo, y por influencia de la dominación napoleónica posterior, se renueva toda la
organización política de Europa continental. Nace así, también para el
enjuiciamiento penal, una nueva era, cuyo tipo de procedimiento ha sido
denominado por algunos tratadistas como mixto, aunque, en verdad, sólo se trata
de la reforma del sistema inquisitivo. Es por ello errónea la afirmación que indica la
muerte total de la Inquisición por abrogación de los principios que la gobernaban.
SISTEMA MIXTO O REFORMA DEL SISTEMA INQUISITIVO
Del sistema inquisitivo perduran hasta nuestros días sus dos máximas
fundamentales: 1) La persecución penal pública de los delitos, al menos como
regla, considerados los máximos exponentes del comportamiento desviado en el
seno social, y, por ello, intolerables para el orden y la paz social, al punto que se
estima necesaria su persecución por parte del Estado y sin atención a ninguna
voluntad particular. 2) La averiguación de la verdad histórica, como meta directa
del procedimiento penal, sobre cuya base debe fundarse la decisión. En tal
sentido, cabe destacar que el triunfo político del Iluminismo, a partir de la
Revolución Francesa, y la creación de un nuevo orden social y jurídico, no
lograron abrogar esos postulados, los cuales, considerados como un progreso,
representan el legado de la Inquisición al enjuiciamiento penal actual. Ello es así, a
pesar de que en los comienzos de la Revolución, la idea de República postuló
consecuentemente el regreso al sistema acusatorio con acusación popular, creado
por los griegos, perfeccionado por la República Romana, y conservado en
Inglaterra; sin embargo, la solución que se impuso finalmente fue, en verdad, un
compromiso, pues siguieron rigiendo ciertas reglas de la Inquisición, en especial
los principios mencionados, e hicieron irrupción otros, provenientes del regreso a
las formas acusatorias, que condicionaron la significación de aquéllos. A fin de
expresar en pocas palabras ese compromiso, corresponde:
Manifestar que la persecución penal pública y la averiguación de la verdad
histórica, entendidas como metas absolutas en el enjuiciamiento inquisitivo, se
transformaron en valores relativos, importantes en sí, pero superados en rango por
ciertos atributos fundamentales de la persona humana, que prevalecen sobre
aquéllos y condicionan los medios por los cuales pueden ser alcanzadas aquellas
metas. Tales atributos se tradujeron en reglas de garantía y derechos individuales,
que impusieron el tratamiento como inocente de una persona hasta que los jueces
designados por la ley no pronunciasen una sentencia firme de condena, para lo
cual resulta imprescindible un juicio previo, conforme a reglas establecidas por la
ley, en el que se asegure la libertad y eficacia de la defensa, prohibiéndose toda
coacción utilizada contra el enjuiciado para obligarlo a revelar datos que puedan
perjudicarlo. Se comprende, así, cómo estos valores, relativos a la dignidad
humana, fueron preferidos a la misma eficacia de la persecución penal y a la
posibilidad de averiguar la verdad, con el imperativo de ser observados aun a
costa de estos objetivos. Ahora bien, la colisión entre ambas ideas fue inevitable,
tanto así que el enjuiciamiento penal moderno se encuentra dominado
políticamente por la solución legislativa del conflicto entre estos intereses, y, a fin
de darle solución, las necesidades fueron pergeñando un nuevo método de
procedimiento penal, que consiste en dividir el procedimiento en dos períodos
principales, enlazados por uno intermedio. Así, el primero de esos periodos es una
investigación, a la manera inquisitiva, aunque con límites, que reconoce la
necesidad del Estado, como persecutor penal, de informarse, previo a realizar la
acusación penal respecto de alguien ante un tribunal judicial; el segundo paso,
intermedio, pretende asegurar la seriedad y pulcritud del requerimiento penal del
Estado, antes de convocar al juicio público, evitando así juicios inútiles, y
asimismo controlar las decisiones del Estado que cierran la persecución penal
anticipadamente, es decir, sin llegar a la etapa del juicio; el tercer periodo consiste,
principalmente, en la realización del debate público y oral ante el Tribunal de
Justicia, con la presencia ininterrumpida del acusador y del acusado, que
culminará con la absolución o la condena de éste, fundadas únicamente en los
actos llevados a cabo durante ese debate. Este sistema, descrito aquí
sintéticamente, traduce el resultado final en la materia, emergente de la reforma
del sistema inquisitivo en Europa continental durante el siglo XIX. Su ley base es
el Code d'instruction criminelle francés de 1808, que, como ya se ha señalado, se
expandió por Europa continental a partir del triunfo de las ideas que fundaron la
Revolución Francesa y la dominación napoleónica. Este sistema trasciende hasta
nuestros días y su comparación con la ley que rige el procedimiento penal en la
Argentina pone de manifiesto muy claramente el atraso cultural en que vivimos.
Corresponde aclarar que esta diversidad de regímenes procesales, que la doctrina
considera como tipos abstractos, no se encuentra perfectamente establecidos en
las legislaciones antiguas o modernas, pues los diferentes derechos positivos casi
nunca operaron con la pureza de principios y características con que aquí han sido
delineados cada uno de los sistemas. Resta aquí manifestar, en cuanto al
presente siglo, que los principios fundamentales que estructuraron la reforma del
sistema inquisitivo, lo han gobernado casi en su totalidad, claro está, si se obvian
los excesos a que condujeron las aventuras políticas del fascismo y del
nacionalsocialismo, que no trascendieron históricamente por haber fundado un
nuevo orden. En tal sentido es dable afirmar que el siglo XX se ha ocupado de
consolidar cultural y jurídicamente esos principios, como lo prueba la gran
cantidad de convenciones internacionales (multilaterales) que ya forman parte del
Derecho internacional público, y del Derecho interno de muchos países. Tal
circunstancia determina que, como ha sido señalado con acierto por destacada
doctrina de nuestro país, este siglo se presente como predominantemente
conservador o, mejor dicho, sin reformas revolucionarias en esta materia. No
obstante ello, resulta de fundamental importancia que la cultura universal, pasando
peor sobre la diversidad ideológica, haya reconocido una serie de principios
esenciales, que superan la lucha política e ideológica. Es de" esperar que, en un
futuro no lejano, el reconocimiento de los estados como parte de la comunidad
internacional dependa de la observancia de estos principios. Al respecto
representa un significativo avance la creación de Cortes internacionales sobre
Derechos Humanos y el reconocimiento del carácter internacional a sus
transgresiones, aunque ello no sea todavía suficiente. Por lo demás, respecto de
estas reglas fundamentales, que constituyen el resultado de una dura, dramática y
sangrienta historia vinculada al logro de la cristalización de tales normas en. Las
leyes fundamentales de las sociedades civilizadas, sigue siendo hoy un desafío,
en algunas comunidades como la nuestra, la realización práctica de esas reglas.
Así lo demuestra la vigencia del sistema de administración de justicia penal para
los tribunales nacionales, sancionado en 1888 y vigente desde 1889, cuando la ley
de enjuiciamiento criminal española (1882) había transformado radicalmente la
antigua legislación de España que tomó como fuente el código de procedimiento
penal imperante hoy en nuestro país, de sustancia autoritaria y anticuado sistema
de procedimiento. También así, nuestra más reciente historia evidencia ese
desafío, toda vez que ella pone de manifiesto hasta qué punto el desconocimiento
de esas garantías determina las más terribles consecuencias para los valores
esenciales de los cuales depende la convivencia social pacífica de una
comunidad. Por ello, en esta época que nos loca vivir, signada por lo que ha dado
en llamarse «el fin de las ideologías», resulta imperativo reflexionar acerca del
contenido ideológico que nutre a cada una de estas reglas, sustentadas en el
respeto por la vida, libertad y dignidad humana que, a pesar de su consagración
en nuestra Carta Magna, no han sido cabalmente receptadas en la ley que rige el
procedimiento penal nacional en nuestra República. Circunstancia ésta que, unida
al hecho de que (como se demostrará a través de esta investigación) el sistema
posibilita la impunidad en áreas delictivas que hoy preocupan sobremanera a
nuestra sociedad, en tanto que reacciona sólo frente a los delitos más leves,
determina la urgente necesidad de una reforma integral de este régimen caduco y
autoritario, y su reemplazo por un sistema que, sin bastardear los principios
básicos de la forma republicana de gobierno y el estado 132 La reforma del
sistema de enjuiciamiento y la consolidación democrática de derecho, sea eficaz
en la persecución penal de las conductas que más gravemente afecten la
convivencia y la paz de nuestra comunidad.
SISTEMA ACUSATORIO FORMAL O MIXTO
El sistema acusatorio implica la repartición de tareas en el proceso penal puesto
que el juzgamiento y la acusación recaen en diferentes sujetos procesos es por
eso que el Juez no puede efectuar investigaciones por cuenta propia ni siquiera
cuando se cometa un delito durante el juicio entiéndase delante de él, en este
caso deberá comunicarlo al fiscal de turno; sin embargo, el Sistema Acusatorio no
solo implica la separación de funciones entre juzgador, acusador y defensor sino
también que trae consigo otras exigencias fundamentales tales como que
necesariamente deben existir indicios suficientes de que un individuo haya
cometido un hecho constitutivo de delito y no solo meras sospechas para poder
realizar una imputación o iniciar un proceso afectando de esta manera la dignidad
del sujeto imputado.
Fruto de las nuevas ideas filosóficas, como reacción ante las denuncias secretas,
las confesiones forzadas y la tortura, surge en Francia un nuevo sistema procesal
penal que respeta el derecho de todo ciudadano a ser juzgado públicamente en un
proceso contradictorio, pero conservando un elemento del sistema anterior, el de
la acusación oficial, encargada a funcionarios que de modo permanente suplan la
carencia de acusadores particulares, con lo que nace el Ministerio Fiscal, que es
órgano independiente de los juzgadores y representante de la ley y de la sociedad.
Además, se conserva una fase de investigación secreta, escrita y no
contradictoria, que a diferencia del sistema inquisitivo no sirve de base a la
sentencia, sino a la acusación. La sentencia sólo puede basarse en las pruebas
practicadas en el juicio.
Tanto el código termidoriano de 1795 como el código napoleónico de 1808 dieron
vida al procedimiento mixto, en el cual predominaba el sistema inquisitivo en la
primera fase, escrita, secreta, dominada por la acusación pública exenta de la
participación del inculpado, privado de la libertad durante la misma;
tendencialmente acusatorio en la fase sucesiva del enjuiciamiento, caracterizada
por el juicio contradictorio, oral y público con intervención de la acusación y la
defensa, pero destinado a convertirse en mera repetición o escenificación de la
primera fase.
LOS PRINCIPIOS EN QUE DESCANSA ESTE SISTEMA SON:
La separación de la función de investigación y acusación y la función de juzgar.
Para que haya juicio es preciso que exista acusación y la función de acusar
corresponde, no siempre en exclusiva, a órganos públicos especiales.
Del resultado de la instrucción depende que haya acusación y juicio, pero el
juzgador ha de basarse en las pruebas del juicio oral.
El acto del juicio es oral, público y confrontativo, y se rige por el principio de
inmediación, dependiendo la sentencia de la apreciación por el Juez, no sometida
a regla alguna.
Según el modelo francés, la sentencia se da mediante una cooperación de
magistrados y jurados. La combinación de ambos elementos en la Administración
de Justicia varía según los distintos países. Puede excluirse la participación del
jurado y conservarse todas las demás notas esenciales.
"El proceso mixto, también denominado Napoleónico (1808), es
predominantemente inquisitivo en la primera fase, o sea escrito, secreto,
dominado por la acusación pública y exenta de la participación del imputado
privado de libertad durante la misma. Es aparentemente acusatorio en la segunda
fase del enjuiciamiento, caracterizada por el juicio contradictorio, por ser oral y
público con intervención de la acusación y la defensa, pero destinado a convertirse
en mera repetición o escenificación de la primera fase. El proceso mixto presenta
una acentuación de la etapa de investigación y una progresiva pérdida de
contenido de la fase de enjuiciamiento reducida a mera y prejuzgada duplicación
de la primera."
EL PROCESO PENAL PUEDE DESCANSAR EN UNO DE ESTOS TRES
SISTEMAS ASI:
Acusatorio
Mixto
Inquisitivo
En la mayoría de las naciones comenzó con la forma acusatoria, y pasó luego al
sistema inquisitivo y posteriormente, a lo largo del siglo XIX, al sistema mixto.
5- DIGA LAS CARACTERISICAS PRINCIPALES DEL CODIGO NAPOLEONICO
DENTRO DEL DERECHO PROCESAL PENAL

El primer código penal que recogió los requisitos que, a partir de la Ilustración,
fueron estableciéndose sobre la forma de un cuerpo legislativo moderno, fue el
Código Penal francés, de la época napoleónica (por ello también es denominado
Código penal napoleónico), promulgado en 1810 con la finalidad de dar
coherencia a un sistema jurídico casi indescifrable por la multitud de normas
dispersas que existían. Más adelante la codificación penal se fue extendiendo por
Europa (sobre todo por los países de Derecho continental) y por todos los
territorios bajo los cuales estos estados europeos tenían influencia.
. Además, en el caso del Código penal, permite a los ciudadanos un mayor
conocimiento de los delitos, y no ser enjuiciados por actos delictivos que podrían
desconocer; por lo anterior, séptica de forma casi unánime, y más teniendo en
cuenta que la ley puede limitarse a establecer disposiciones que modifiquen el
código, es una práctica que dista mucho de estar erradicada completamente de la
práctica legislativa.
Suprime los delitos de lesa majestad, colocando en su lugar los crímenes contra la
seguridad del Estado y la regularidad de las actividades del legislativo; acorta los
plazos
De prescripción de los delitos e introduce la inédita prescripción de las penas, y
elimina el derecho de gracia. La igualdad ante la Administración de Justicia en lo
criminal está en la raíz del juicio por jurados, que obedeció al designio de separar
las cuestiones de hecho y de Derecho, por modo de controlar la recta aplicación
de la ley a través del Tribunal de casación —esa emanación del Poder legislativo
creada en diciembre de 1790—, y al rechazo de una casta judicial cerrada y
corporativa. De la personalidad de la responsabilidad criminal son prenda las
disposiciones sobre la inimputabilidad por inmadurez y la participación delictiva.
6- MENCIONE LAS CARACERIICAS PRINCIPALES DE LOS SISTEMA
MIXTOS CON TENDENCIA ACUSAORIA, SISTEMAS MIXTOS CON
TENDENCIAS INQUISITIVA.
SISTEMA ACUSATORIO, INQUISITIVO Y MIXTO A.- SISTEMA ACUSATORIO
La primitiva concepción del Juicio Criminal exigía un acusador, prevalecía el
interés privado, el del ofendido; posteriormente evoluciona y esta persona era
cualquiera del pueblo, procedimiento que a su vez evoluciona por introducir la
publicidad y la oralidad. La decadencia de este sistema radica básicamente en que
para que funcione se requiere que se dé en un pueblo eminentemente educado en
las virtudes ciudadanas y que en la realidad este sistema no consulta los intereses
de la defensa social y el inadecuado ritmo de la vida contemporánea corrompida
por la baja política y donde están ausentas las virtudes cívicas. A.1.-
CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO ACUSATORIO
1. El juez no es un representante del Estado ni un juez elegido por el pueblo. El
juez es el pueblo mismo, o una parte de él, si este es muy numeroso para
intervenir en el juicio. La acción corresponde a la sociedad, mediante la acusación
que es libre y cuyo ejercicio se confiere no sólo al ofendido y a los parientes, sino
a cada ciudadano.
2. El juez no funda su sentencia. Se limita a pronunciar un sí o no. El juez por
tanto, no da justificación ni motiva sus fallos, debido a su poder soberano no tenía
porque rendir cuentas ante nadie y por otro lado por su falta de capacidad
intelectual y técnica para motivar sentencias.
3. Los fallos eran inapelables. El veredicto sólo es susceptible de recurso de
casación por un tribunal que únicamente tiene facultad de examinar si se han
observado las normas de rito o si la ley ha sido aplicada.
4. Es como un duelo entre el acusador y el acusado en que el juez permanece
inactivo. La etapa contradictoria del juicio se realiza con igualdad absoluta de
derechos y poderes entre acusador y acusado.
5. Si no existe acusación no podía haber juicio, es decir, en estos casos no había
acusaciones de oficio.
6. En el proceso se juzga el valor formal de la prueba, la cual incumbe al acusador
y el juez sólo evalúa la forma y en ello se basa para expedir su resolución. La
presentación de las pruebas constituye una carga exclusiva de las partes.
7. La libertad personal del acusado es respetada hasta el instante en que se dicte
la sentencia condenatoria.
8. La libertad personal del acusado es respetada 9. El veredicto se fundamenta en
el libre convencimiento.
SISTEMA INQUISITIVO El tipo inquisitorio nace desde el momento en que
aparecen las primeras pesquisas de oficio y esto ocurre cuando desaparece la
venganza y cuando el Estado, velando por su conservación, comprende la
necesidad de reprimir poco a poco ciertos delitos y así es como nació en Roma y
en las monarquías cristianas del siglo XII, lo cual origina el desuso del sistema
acusatorio que se practicó hasta el siglo XIII. Bajo la influencia de la Inquisición
recibió el proceso penal hondas modificaciones que lo transformaron por
completo. Es así que en algunos países como España, el sistema inquisitivo
floreció gracias al compromiso de algunos reyes con la iglesia católica, como
sucedió con la instalación del tribunal de la Santa Inquisición. En este sistema el
Juez, es el que por denuncia, por quejas, por rumores, inicia el procedimiento de
oficio, se dedica a buscar las pruebas, examina a los testigos, todo lo guarda en
secreto. No hay acusado, la persona es detenida y colocada en un calabozo dura
hasta la aparición de la Revolución Francesa, cuya influencia se extiende por toda
Europa, con el espíritu renovador de los libertarios, que generó una conciencia
crítica frente a todo lo que venía de la vieja sociedad feudal. El nuevo modelo
proponía en lugar de la escritura y el secreto de los procedimientos, de la
negación de la defensa y de los jueces delegados del poder imperial, la publicidad
y oralidad en los debates, la libertad de defensa y el juzgamiento de los jurados, lo
cual generó la extinción de este sistema netamente inquisitorio para aparecer el
denominado sistema inquisitivo reformado o sistema mixto.
CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA
INQUISITIVO
1. En este sistema el juzgador es un técnico.
2. Durante el curso del proceso, el acusado es segregado de la sociedad,
mediante la institución denominada prisión preventiva.
3. El juzgador es un funcionario designado por autoridad pública
4. El juzgador representa al Estado y es superior a las partes.
5. Aunque el ofendido se desistiera, el proceso debe continuar hasta su término.
6. El juez tiene iniciativa propia y poderes discrecionales para investigar. La
prueba, en cuanto a su ubicación, recepción y valoración, es facultad exclusiva del
juez.
7. Se otorga un valor a la confesión del reo, llamada la reina de las pruebas. 8. El
juez no llega a una condena si no ha obtenido una completa confesión,
. 9. No existe conflicto entre las partes, sino que obedece a una indagación técnica
por lo que esta decisión es susceptible de apelación.
10. Todos los actos eran secretos y escritos.
11. El acusado no conoce el proceso hasta que la investigación no este afinada
12. El juez no está sujeto a recusación de las partes. 13. La decisión no se adopta
sobre la base del convencimiento moral, sino de conformidad con el sistema de
pruebas legales.
SISTEMA MIXTO: Debido a los inconvenientes y ventajas de los procesos
acusatorios e inquisitorios y a modo de una combinación entre ambos ha nacido la
forma mixta. Tuvo su origen en Francia. La Asamblea Constituyente ideó una
nueva forma y dividió el proceso en dos fases: una secreta que comprendía la
instrucción y otra pública que comprendía el oral. Esta forma cobra realidad con el
Código de Instrucción Criminal de 1808 y de allí se difundió a todas las
legislaciones modernas más o menos modificadas, pero manteniendo siempre el
principio básico de la combinación de las dos formas tradicionales. El proceso
mixto comprende dos períodos, en el primero tiene una mayor influencia
inquisitoria y el segundo cuando aparece el con el decreto de envío.
CARACTERÍSTICAS DEL SISTEMA MIXTO
PRIMER PERIODO
1. Instrucción escrita
2. Absoluto secreto
3. Encarcelación preventiva y segregación del inculpado
4. Dirección de la investigación al arbitrio del juez, con mayor o menor
subordinación al Ministerio Público.
5. Intervalo arbitrario entre los actos.
6. Procedimiento siempre analítico.
7. Decisión secreta o sin defensa o con defensa escrita, en lo relacionado del
envío del procesado al juicio o sobre su excarcelación provisoria.
SEGUNDO PERIODO
1. Desde aquél momento nace la publicidad.
2. Se emite por el Ministerio Público el libelo de acusación contra el reo, quien de
"exquisito" pasó a ser "acusato".
3. Cesa el análisis y comienza la síntesis.
4. Se intima un juicio que debía hacerse a la vista del público.
5. Se da libre comunicación al justiciable y al defensor.
6. Se da noticia de los testimonios de los cuales se valdrá la acusación en el
nuevo proceso.
7. El proceso entero se repite en audiencia pública y los actos del proceso escrito
no son valederos si no se producen en el proceso oral. En otras palabras, el
proceso tiene dos fases: una que comienza con la fase preparatoria o de
instrucción, le sigue el juicio o procedimiento principal, cuyo eje central es el
debate y la inmediación entre el tribunal y el acusado.
8. Siempre en la audiencia pública, en presencia del pueblo del acusado y de su
defensor, el acusador debe reproducir y sostener la acusación; el acusado sus
descargos y el defensor exponer sus razones.
9. Debe leerse la sentencia en público.
10. Todo debe seguirse sin interrupción, esto es, sin desviación a otros actos.

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