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iv
EL HÁBITO DE LA SUBVERSIÓN.
MANUAL PARA LA ACCIÓN
Max de la rosa
De La Rosa, Max
El hábito de la subversión. Manual para la acción. Vol. I
Lima, Perú. 2021
128 p.; 14,8 x 21 cm

ISBN
1. Ensayo 2. Miscelánea. 3. Filosofía política

El hábito de la subversión.
Manual para la acción.
Vol. I

Autor:
Max De La Rosa ©

Editor:
Max De La Rosa
Lima – Perú

Diseño de portada:
Max De La Rosa en base a caricaturas de Atanasio Fuentes

Diseño de contraportada:
Giaquinto Corrado - Alegoría de la Justicia y la Paz

Edición online, setiembre 2021

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción y distribución total o


parcial de esta obra, por cualquier medio o procedimiento, sea mecánico, fotoquímico,
electrónico, magnético, fotocopiado u otro; sin la autorización escrita de los editores,
bajo las sanciones establecidas en la ley.

vi
Dedico este ensayo
al padre de mi padre
Miguel De La Rosa Riquez.
Agradecimientos a Luzmeria
Medina, Yumira Llacquez,
Lucero Palacios, Rosa
Icanaque, Julio Barco, José
Salazar, Yared Medina, Pável
Yábar, César Urviola y Stella
Russell

viii
Cuando seas grande, haz
valer tus derechos, y procura
ser más hombre que tu padre

Platón. La República

1
¿Por qué son tan escasas las revoluciones?
¿Cómo es que a veces las masas aplaudan y
aclamen, y hagan todo lo que el hombre del
balcón les ordena, aunque en teoría en
cualquier momento podrían abalanzarse
contra él y despedazarlo?

Yuval Noah. Homo Deus

2
ÍNDICE
Prólogo ...................................................................................... 5

Introducción ............................................................................... 8

I. La ideología y la subversión ................................................ 21

II. Un fantasma recorre América: el fantasma monarquista. .... 27

III. Perú, una república en formación hacia el Estado de

Derecho ................................................................................... 30

III.I. Ciudadanía y Estado de Derecho ..................................... 35

III.II. ¿Por qué surge la subversión? ........................................ 39

IV. Principio de polaridad ......................................................... 51

V. Panegírico de la Política ...................................................... 59

VI. El símbolo del enemigo ...................................................... 64

VII. Naturaleza humana ........................................................... 72

Posfacio. El problema de la tierra o las protestas en Virú e Ica

................................................................................................. 91

3
En este país tan jodido, la gente se corrompe,
se jode, enloquece. Como el loco Vera en la
Casa Matusita, piensa. Sí, el Perú es como la
Casa Matusita: un sitio embrujado donde los
que se quedan se vuelven medio locos

Jaime Bayly. Los últimos días de La Prensa.


1996

…si fuese pobre, honestamente, sería casi


subversivo. La situación por la que transitan
la mayoría de peruanos… es indignante.

Juan Carlos Tafur. Periodista. Declaración en


Nada está dicho. RPP. 29/10/2019

…entender el Perú desde una élite ya


cumplió su ciclo, tuvo su oportunidad histórica
pero no funcionó

Guillermo Nugent. Historiador y sociólogo.


Diario El Peruano. 14/2/2020

4
Prólogo

Al recibir el mensaje de mi amigo Max De La Rosa para escribir unas


palabras respecto a su libro: El hábito de la subversión, mi sorpresa fue
mayúscula al no compartir muchas posiciones políticas semejantes,
salvo una: el utilizar la crítica como elemento principal de nuestros
argumentos. Precisamente haciendo honor a ese principio crítico que
nos une, debo dar algunas impresiones sobre este libro:
1. Es de resaltar la valentía del autor por escribir este ensayo en
un ambiente intelectual que parece, cada vez más, acercarse a la
unidireccionalidad. Plantear por lo menos la discusión sobre el viejo
concepto de la Subversión es arriesgado, más aún bajo la sombra de
un pasado que en nuestro país ha estado marcado por el terrorismo.
La confusión entre terrorismo y subversión tiene una delgada línea,
justificada muchas veces por los grupos que pretenden el poder por la
toma violenta e impuesta de una cúpula y no por la construcción y
ejercicio del poder. Este libro nos ayuda con pequeños argumentos a
desentrañar el concepto de la subversión y cómo en gran medida es la
base de esta sociedad fruto de las revoluciones burguesas de los siglos
XVIII. Este libro también nos lleva por conceptos filosóficos que van
desde Rousseau a Platón, de Aristóteles a Freud, de Hobbes a Žižek,
y valga la crítica aquí, muy poco o casi nada de Marx. Quizá mi buen
amigo Max lo esté guardando para el segundo volumen que espero
leer lo más pronto posible.
2. El que yo no comparta muchas de las posiciones de Max De
La Rosa, no ha sido impedimento para que él se arriesgue a invitarme
a escribir unas líneas sobre su libro. Y el que yo aceptara escribir estas
líneas demuestra también, que, si queremos o pretendemos
entendernos como país, como sector social, como ciudadanía o como
clase, es fundamental el debate y enfrentamiento de ideas. Si
queremos entender el fenómeno terrorista vivido en el Perú en los años
ochenta y el concepto de subversión es necesario discutirlo desde
todas las visiones y posiciones políticas.
3. Comparto con Max la idea que es transversal a todo el libro:
La desigualdad y la injusticia son las causas de la subversión. No creo
que con esto se diga una verdad que antes no haya sido planteada a
lo largo de la historia y particularmente en el Perú. Nuestra más
5
cercana y violenta experiencia subversiva como república han sido los
años ochenta y noventa, pero venimos de experiencias subversivas
aún más antiguas como la gran tempestad encabezada por José
Gabriel Condorcanqui, que intento subvertir el orden de cosas
establecidas desde la corona española. Y si retrocedemos aún más (al
contrario de lo que plantean algunos que edulcoran el Tahuantinsuyo)
encontraremos actos subversivos y rebeldes en Chancas, Huancas y
Cañaris. La desigualdad y la injusticia son el motor, los resortes que
impulsan la violencia contra el orden de cosas establecidas. Y si
planteamos que la sociedad es desigual e injusta per se, entonces ya
tenemos los ingredientes ideológicos que le faltaban al coctel perfecto
para dar inicio a la subversión.
4. Considero que el debate aún está abierto y este libro refleja el
gran interés que existe por debatir y replantearnos lo que normalmente
se asume. Los términos: subversión, terrorismo, democracia, libertad,
no pueden seguir tomándose a la ligera, ni repetirse de paporreta por
periodistas leyendo un teleprónter. Es necesario que se vuelvan a
plantear} los viejos, pero aún vigentes debates modernos (por más que
Max crea en el fin de los metarrelatos). Considero que son necesarios
más libros como el que presenta Max, son precisamente estos libros
los que contribuyen al pensamiento crítico desde la intelectualidad,
desde la cultura. Debo remarcar, en aras de profundizar lo antes
mencionado, que el fenómeno terrorista no solo se vence con las
armas, si esto fuera así ya se hubiera acabado en 1992. El terrorismo
como arma política debe ser derrotado también en el campo de las
ideas, en el cual es aún más difícil vencer. El estado peruano jamás
derrotó al terrorismo, todos sabemos que aun anda por allí usando
saco y corbata o esperando agazapado el momento de aparecer. La
subversión y el terrorismo tienen un hilo muy delgado que los divide y
las justificaciones para uno y otro dependerán de la ideología con la
que se les analice. La subversión es casi consustancial a la sociedad
humana, como dice el título del libro es casi un hábito. Pero los actos
terroristas son también recurrentes en la historia humana (pero no por
ello justificables). Las violaciones de mujeres dentro de las iglesias y
su posterior quema durante la rebelión, sublevación de Tupac Amaru II
podemos catalogarla como actos terroristas. Recuerdo ahora un
documental sobre la CNT y la FAI en España en el cual aparecía un
pequeño extracto de un video con Juan García Oliver, reconocido
6
anarquista quien decía: “Lo que no tengo vergüenza en decir, lo que
tengo orgullo en confesar, los reyes de la pistola obrera de Barcelona…
hicimos una selección: los mejores terroristas de la clase trabajadora,
los que mejor podían devolver golpe por golpe...”. Vemos una alabanza
de los actos terroristas en plena Guerra civil española. O lo que en
Francia revolucionaria se conoció como La Terreur, el terrorismo de
estado y la imposición violenta de la justicia ciudadana deliberada. Por
ello el debate es imprescindible para identificar hasta qué punto las
ideas políticas y los afanes de justicia e igualdad se transforman y
degeneran.
5. El tema racial es también crucial en este Perú que aún no logra
salir de su anacronismo. Si bien es cierto podemos encontrar mayor
movilidad social que en el virreinato o al inicio de la república, podemos
decir que la verdadera movilidad social en el Perú se origina recién en
los años ochenta. Que un ciudadano tenga actualmente mayores
oportunidades por el apellido o por su color de piel, es otro ingrediente
más a ese coctel de desigualdades e injusticias, y quizá este sea un
ingrediente mayor, porque involucra el origen, antepasados, familia,
etc. Muchas veces se ha dicho que el Perú es una bomba de tiempo,
una olla a presión, quizá Velasco Alvarado liberó un poco de presión a
esa fuerza que ya aumentaba de manera imparable.
6. Finalmente, solo puedo agregar que este libro contribuye al
debate político nacional en momentos tan complicados en los que
parece que pedir un concepto lógico, un argumento bien elaborado,
una idea política con base teórica es imposible. Este libro demuestra
que el debate aún está abierto y que todavía parte de la intelectualidad
quiere cumplir su función social: La crítica como propuesta.

César Urviola Ipanaqué. Setiembre, 2021

Titulado en Derecho y Filosofía. Magister


en Gestión Pública. Como escritor ha
publicado cuentos y poemas en antologías
y revistas en Perú, México, Chile y
España.

7
Introducción

"Soy ciudadano de un Estado libre


y miembro del poder soberano,
por débil que sea la influencia
que mi voz pueda tener en
los asuntos públicos, el derecho que
tengo de votarlos es suficiente para
imponerme el deber de instruirme
acerca de ellos"1

El objetivo del presente texto surge de una preocupación que se nos


suscita de urgente análisis y reflexión frente a las acciones terroristas
de fanáticos vesánicos quienes consideraron el uso del fusil como el
modo de lograr una revolución como único método de mejora tanto de
la estructura y superestructura peruana por cuanto pervive en nuestro
país la injusticia, inequidad, racismo, segregación, explotación, olvido
por parte del aparato estatal de algunas regiones del país y la condición
de la mayoría de peruanos, valorados antes que como personas, tan
solo como mano de obra barata para el beneficio de una oligarquía de
corte tiránico y opresor; donde prima una distinción ontológica acerca
de quienes son sujetos de derecho y quienes no lo son.

En este orden de ideas, la presencia de grupos que ven el camino de


la revolución mediante el uso de las armas para llegar al poder e
instalar un gobierno justo, según su interpretación de la realidad, se
contradice en sí mismo, puesto que, el discurso de luchar por el
desarrollo de la nación, por parte de estos radicales asume como costo
de la revolución el asesinar personas para llegar a su meta. Por ello,
me parece necesario señalar que tanto por parte del Estado (para

1
Rousseau. El Contrato social
8
mantener el poder y el orden) se asesina, como por parte de estos
grupos remanentes de Sendero Luminoso-el caso del Vraem-. En
ningún caso se puede concebir que el matar un ser humano puede ser
un medio para un fin, ni por parte del Estado, ni por parte de algún
grupo sedicioso y criminal. Ni para pacificar, ni para hacer la revolución.

La vida humana es un absoluto, la vida es o no es. Asesinar personas


para pacificar el Estado, cuando estas se reúnen para protestar por la
ejecución de políticas públicas que recortan los derechos de los
trabajadores; asesinar personas cuando los pueblos oriundos de la
selva protegen sus tierras -que les son propias mucho antes que se
pensara si quiera en la instalación de una república en el territorio
andino y oriental- ante la extracción minera ejecutada de manera
criminal contaminando sus ríos y sus bosques o el oír que algún
“político” afirme que ellos no son “ciudadanos de primera clase”,
genera repulsión de manera inmediata a quienes entendemos que
nuestro país es o debería culminar en ser una república democrática
donde las naciones que viven en ella al poseer este carácter de
diversidad, no cabe o no debería caber algún tipo de valoración
negativa en tanto su humanidad, dignidad y la realización efectiva de
su condición como sujetos de derecho.

La violencia simbólica y fáctica ejercida sobre comunidades que el


Ministerio de Justicia denomina como grupos de especial protección,
precisamente porque se ha identificado palpablemente que son
individuos que padecen agresión en distintos ámbitos nos indica que
hay un largo camino que recorrer en cuanto al desarrollo de los
Derechos humanos en nuestro país. Algunos de los grupos señalados
en esta nominación son, la población afrodescendiente, los pueblos
nativos, las mujeres y la comunidad LGTBIQ+. Al respecto de esta
situación una de las tesis que señalamos es la siguiente: la
marginación deriva en radicalismos, hecho que podemos apreciar a lo
largo de la historia, de cómo pueblos oprimidos, grupos minorizados y
segregados se unen en contra del grupo que los marginó. Al día de
hoy, hemos podido ser espectadores de cómo alrededor del mundo,
grupos afrodescendientes y simpatizantes se organizaron mediante el
esporádico movimiento BlackLivesMatter-en 2020- tras el asesinato de
9
George Floyd en Estados Unidos; por el lado de las mujeres vimos
como el 9 de marzo de 2021, en México grupos feministas radicales
salieron a las calles a romper todo lo que se les cruzara; asimismo,
presenciamos la participación de los pueblos nativos en las protestas
masivas en los recientes casos de Ecuador y Bolivia, así como el
enarbolamiento de la bandera mapuche en las protestas de Chile que
llevaron a la creación de una nueva Constitución; y en el caso de la
historia reciente de nuestro país, los vimos defender sus territorios en
el denominado Baguazo.

El ejercicio de la violencia institucionalizada, normalizada y cultural solo


nos indica consecuentemente, el surgimiento de reacciones como de
resorte, energías de tracción, mecánicamente hablando, obteniendo
como resultado, acciones de violencia colectiva en nombre de una
reivindicación, en nombre de la justicia, en nombre del resarcimiento.
Consideramos que en la lógica de un país que funge de ser una
república democrática, estos problemas son solucionables mediante la
aplicación de políticas públicas, tras la identificación de estas taras
estructurales que no nos permiten avanzar a ser un mejor país donde
se ejerza el respeto al otro; suena simple, pero si lo fuera, ya habría
sido solucionado esto. Vivimos en un país donde todavía quedan
resabios virreinales a los cuales se les ha sumado el pensamiento
imperialista del darwinismo social, pensamiento o ideología por la cual
se valora a un grupo de seres humanos como personas y otros solo
como ejecutores de fuerza de trabajo carentes de dignidad.

En este sentido, pensamos que se busca instaurar-reactualizar una


lógica monárquica disfrazada de ideologías liberales que apuntan en
realidad a la preponderancia de grupos oligárquicos o nuevas/y viejas
aristocracias por sobre las denominadas, masas; las mismas que en
épocas anteriores a la formación de las repúblicas, tras luchas que
conquistaron documentos revolucionarios como la Constitución -la cual
invierte la lógica monárquica de un individuo y grupo elegido por
derecho divino, a la elección de un mandatario que tiene como deber
representar, ejecutar y administrar el Estado bajo los intereses de la
nación y no de un grupo minoritario y plutócrata- buscan ser sometidas
nuevamente en un orden cuasi-feudal. De igual modo, hemos visto
10
como a lo largo de la historia el fanatismo por los líderes carismáticos
deviene en totalitarismos como en el caso de Hitler y su ascenso como
führer en búsqueda de instaurar un nuevo Reich. Sea como fueran, las
dinámicas de poder instauradas, consideramos que debemos estar
alertas a estas lógicas monárquicas y oligárquicas-aristocráticas que
se suceden a sí mismas como tiránicas y opresoras haciendo
retroceder a las naciones en las conquistas de sus derechos en
repúblicas y democracias, donde por definición, debe primar la equidad
y la igualdad jurídica.

El Estado contemporáneo como lo conocemos procede, como lo


hemos señalado, de una conquista de los pueblos, realizada por
hombres libres contra tiranos y opresores, de súbditos contra
monarcas. De manera genérica, estas nuevas organizaciones políticas
tendrán como base la igualdad, libertad e independencia de los
ciudadanos, además de poseer el derecho a la propiedad de modo que
el aparato político propicie la obtención de la felicidad y seguridad; así
también, se asume que el poder no recae en un individuo sino pues,
en la voluntad del pueblo. De modo que cuando este identifique en el
ejercicio de sus representantes la ejecución que pervierta estos fines
le es lícito subvertir este orden o por lo menos lo plantea así, Rousseau
en su Contrato Social. Veamos algunos documentos que fundamentan
los principios por los cuales se cimientan las repúblicas modernas y del
cómo se legitimó el subvertir el orden en tanto no se cumplieran los
objetivos de la nación por parte de sus autoridades. En la Declaración
de Derechos del buen pueblo de Virginia del 12 de junio de 1776, se
señala en el artículo III que: “cuando un Gobierno resulte inadecuado
o es contrario a estos principios, una mayoría de la comunidad tiene el
derecho indiscutible, inalienable e irrevocable de reformarlo, alterarlo
o abolirlo de la manera que se juzgue más conveniente al bien
público”.

Semanas después, el 4 de julio de 1776, las anteriormente llamadas


Trece colonias sometidas al poder monárquico inglés, se
autodenominarán “Estados unidos de América” y en su Declaración de
Independencia consignarán: “cuando quiera que una forma de
gobierno se haga destructora de estos principios: Vida, Libertad y
11
Búsqueda de la Felicidad, el pueblo tiene el derecho a reformarla, o
abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos
principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio
ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y
felicidad.” Vemos en esta declaración, tanto como en la de Virginia la
licitud de alterar, abolir y reformar el gobierno en tanto no cumpla las
funciones por las que el pueblo le ha conferido el poder. Sin el
cumplimiento de estos principios la existencia del gobierno no es válida
ni legítima. Asimismo, esta declaración hace un llamado a la prudencia
y la atención vigilante: “Pero cuando una larga serie de abusos y
usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, evidencia
el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su
derecho, es su deber, derrocar a ese gobierno y proveer de nuevas
salvaguardas para su futura seguridad y felicidad”

En el caso de la Declaración de Virginia como en la Declaración de


Independencia de Estados Unidos, podemos ver el rechazo y
superación del orden monárquico. Así también, en el artículo IV de la
Declaración de Virginia, podemos leer: “Que ningún hombre o grupo
de hombres tiene derecho a percibir de la comunidad emolumentos o
privilegios exclusivos o especiales”. Cerrando así la etapa de
súbditos que mantienen a un grupo de privilegio o una corte
monárquica; de igual modo, en la Declaración de Independencia se
justifican las acciones de guerra por la libertad en tanto se denuncia las
acciones obstaculizadoras por parte de la corona inglesa, pues ésta:
“se ha esforzado en estorbar los progresos de la población”, “ha
obstruido la administración de justicia”, “Ha atentado a la libertad civil
de los ciudadanos”, por lo cual el monarca ya no es “apto para ser el
gobernador de un pueblo libre”. Igualmente, se indica que las,
anteriormente denominadas Trece colonias, buscaron solucionar los
problemas con el Rey de manera pacífica, pero sus “súplicas han sido
contestadas con repetidas injurias”, de modo que no les quedó otra
opción que hacer uso de la fuerza para protegerse como individuos y
comunidad; es pues, el rey Jorge III, quien con su “obra de muerte,
desolación y tiranía” ocasionó esta emancipación, la cual se expresó
en acciones de guerra como respuesta a que estos, ahora ciudadanos,

12
vieron también en las acciones del monarca, acciones bélicas. De
modo, que para los colonos norteamericanos, esa actitud regia se
entendía como sigue, el rey: “Ha abdicado el derecho que tenía para
gobernarnos, declarándonos la guerra y poniéndonos fuera de su
protección”

En el caso de Francia, como culminación de la Revolución francesa, el


5 de octubre de 1789 el rey Luis XVI acepta la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano, en la cual la Asamblea
considera que “la ignorancia, la negligencia o el desprecio de los
derechos humanos son las únicas causas de las calamidades
públicas y de la corrupción de los gobiernos”. Asimismo, este texto
se basa en los documentos previamente citados de Estados Unidos,
es decir, se basa en los principios señalados ellos, tanto como la
igualdad entre los hombres y el objetivo del Estado como propiciador
de la felicidad de los ciudadanos. Asimismo, consigna en el artículo 2,
lo siguiente: “La finalidad de todas las asociaciones políticas es la
protección de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre; y
esos derechos son libertad, propiedad, seguridad y resistencia a la
opresión”. Como podemos ver, los documentos legitiman la defensa
de los ciudadanos ante un posible abuso de poder por parte de quienes
detentan el poder del gobierno, regulando así la conducta de los
mandatarios. Así también, en la Constitución francesa del 21 junio de
1793, el artículo 11, señala lo siguiente: “Todo acto ejercido contra
un hombre, fuera de los casos y formas que determina la ley, es
arbitrario y tiránico, y aquel contra quien se trate de ejecutarlo por
fuerza, tiene el derecho de repelerlo con la fuerza”. Como vemos,
este dispositivo legal, permitía que los ciudadanos afectados por el uso
arbitrario de la fuerza por parte del Estado se encuentren legitimados
a reaccionar del mismo modo en contra de este.

Las declaraciones citadas nos dan un panorama de los objetivos de los


Estados y la responsabilidad que tenemos los ciudadanos para con él,
en tanto la conciencia de que quienes se hallan en el poder tienen tan
solo el poder de representación de la nación tanto como de ejecutar la
administración bajo los principios previamente recopilados. Como
vemos, estos documentos son producto de una superación de
13
gobiernos monárquicos y la instauración de gobiernos seculares donde
la libertad, seguridad, propiedad, pensamiento e identidad pueda ser
respetada. En este sentido, nos parece necesario señalar que el
dispositivo de regulación de los gobernantes por parte de los
ciudadanos como la abolición, el derrocamiento, la resistencia a la
opresión y el derecho a repeler mediante el uso de la fuerza ya no
son dispositivos válidos. Tras la Segunda guerra mundial, el 10 de
diciembre de 1948 la Declaración Universal de Derechos Humanos
adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones
Unidas, no considera legítimos los mencionados recursos de uso de la
violencia para regular las directrices que los gobernantes deben
cumplir en nombre del Estado. Este documento considera que el
desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos ocasiona
actos de barbarie, que la libertad, la justicia y la paz tienen como
fundamento la dignidad y los derechos iguales e inalienables de la
familia humana; por lo cual, se instaura así, un régimen de Derecho
con el fin “de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso
de la rebelión contra la tiranía y la opresión.”

En el caso de nuestro país, el artículo 46 de la Constitución vigente:


Usurpación del Gobierno y Derecho de Insurgencia, consigna lo
siguiente:
Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador,
ni a quienes sumen funciones públicas en
violación de la Constitución y de las leyes.
La población civil tiene el derecho de insurgencia en
defensa del orden constitucional.
Son nulos los actos de quienes usurpan funciones
públicas

La insurgencia, como nos indica el DRAE, se define como:


Levantamiento, sublevación o rebelión de un pueblo, de una nación.
De modo que en nuestra Carta magna se hace lícito el uso de la fuerza
por parte de los ciudadanos en defensa del orden constitucional,
puesto que no es legítimo que alguien se subrogue funciones públicas
sino de mediante el sufragio mediante el uso de las herramientas

14
jurídicas halladas en la Constitución. Esta dinámica representativa nos
permite mantener la república y la democracia. Cabe señalar que este
es el único mecanismo en nuestro ordenamiento jurídico que valida el
uso de la fuerza, de modo que no hay otro dispositivo legal que avale
medidas de violencia con respecto a este tema en específico. Por otro
lado, nos es necesario indicar que la rebelión2, la sedición3, el motín4 y
la conspiración5 son delitos reconocidos por el Código penal vigente en
el Título XIV, como Delitos contra los Poderes del Estado y el orden
constitucional. Así como también es delito el terrorismo, y la apología
al terrorismo6. De modo que todo uso de violencia para lograr poder
político, tanto como la alabanza-exaltación, justificación o

2
Artículo 346 del Código penal vigente: “El que se alza en armas para variar la forma del
gobierno, deponer el gobierno legalmente constituido o suprimir o modificar el régimen
constitucional, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor
de veinte años”
3
Artículo 347 del Código penal vigente: “El que, sin desconocer el gobierno legalmente
constituido, se alza en armas para impedir que la autoridad ejerza libremente sus
funciones o para evitar el cumplimiento de las leyes o resoluciones o impedir las
elecciones generales. Parlamentarias, regionales o locales, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de cinco ni mayor de diez años”
4
Artículo 348 del Código penal vigente: “El que, en forma tumultuaria, empleando
violencia contra las personas o fuerza en las cosas, se atribuye los derechos del pueblo
y peticiones en nombre de éste para exigir de la autoridad la ejecución u omisión de un
acto propio de sus funciones, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
uno ni mayor de seis años.”
5
Artículo 349 del Código penal vigente: “El que toma parte en una conspiración de dos
o más personas para cometer delitos de rebelión, sedición o motín, será reprimido con
pena privativa de libertad no mayor de la mitad del máximo de la señalada para el delito
que se trataba de perpetrar”
6
Artículo 316-A del Código penal vigente: “Si la exaltación, justificación o enaltecimiento
se hace del delito de terrorismo o de cualquiera de sus tipos, o de la persona que haya
sido condenada por sentencia firme como autor o partícipe, la pena será no menor de
cuatro años ni mayor de ocho años… Si la exaltación, justificación o enaltecimiento del
delito de terrorismo se realiza: a) en ejercicio de la condición de autoridad, docente, o
personal administrativo de una institución educativa, o b) utilizando o facilitando la
presencia de menores de edad, la pena será no menor de seis años ni mayor de diez
años… Si la exaltación, justificación o enaltecimiento se propaga mediante objetos,
libros, escritos, imágenes visuales o audios, o se realiza a través de imprenta,
radiodifusión u otros medios de comunicación social o mediante el uso de tecnologías
de la información o de la comunicación, del delito de terrorismo o de la persona que haya
sido condenada por sentencia firme como autor o partícipe de actos de terrorismo, la
pena será no menor de ocho años ni mayor de quince años…”
15
enaltecimiento- del ejercicio de la violencia por parte de un grupo
radical constituye delito y es penado con cárcel.

Consideramos que las herramientas democráticas y constitucionales


son las únicas que deben prevalecer y rechazamos por completo las
acciones y el pensamiento terrorista en todas su formas y
ramificaciones ideológicas. En este sentido nos suscribimos a Geoffroy
Van Der Hasselt, en cuanto afirma que: “El terrorismo tiene por objetivo
destruir al Estado y a las autoridades, la paz y la estabilidad, y la
armonía social en general”7. Asimismo, consideramos apropiada la
definición de terrorismo por parte del ex Relator Especial sobre la
promoción y la protección de los derechos humanos y las libertades
fundamentales en la lucha contra el terrorismo, el Sr. Martin Scheinin,
quien ofrece la siguiente definición:

Se entenderá por terrorismo todo acto o tentativa de acto como sigue:

1. El acto:
a. Está constituido por toma de rehenes intencionada: o
b. Se proponga causar la muerte o lesiones corporales graves a
una o más personas o a partes de la población; o
c. Entrañe el recurso a la violencia física con efecto mortal o
contra una o más personas o partes de la población; y

2. El acto o la tentativa deben ejecutarse con la intención de:


a. Provocar un estado de terror entre la población en general o
parte de ella: u
b. Obligar a un gobierno a una organización internacional a hacer
algo o abstenerse de hacerlo
3. El acto:
a. Debe corresponder a la definición de delito grave contenida en
la legislación nacional promulgada con el propósito de
ajustarse a los convenios y protocolos internacionales relativos

7
Unión interparlamentaria & Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
(2016). Derechos Humanos. Manal para Parlamentario N°26. Courand et Associés.
Pp. 239
16
al terrorismo o a las resoluciones del Consejo de Seguridad
relativas al terrorismo; o
b. Debe contener todos los elementos de delito grave definido por
la legislación nacional8

Así también, este texto se suma a la Estrategia global de las Naciones


Unidas contra el Terrorismo desarrollada en el 2006, donde la
Asamblea presentó los siguientes cuatro pilares:

• Abordar las condiciones que propician la propagación del


terrorismo;
• Prevenir y combatir el terrorismo;
• Crear capacidades en los países para prevenir y combatir el
terrorismo y fortalecer la función del sistema de las Naciones
Unidas a este respecto, y
• Velar por el respeto a los derechos humanos para todos y todas,
así como por el estado de derecho en un contexto de lucha contra
el terrorismo. 9
A este respecto asumimos la responsabilidad como ciudadanos el
primer punto, el cual es abordar las condiciones que propician la
propagación del terrorismo, mediante un análisis cultural, histórico y
político enfocado en los Derechos humanos. Así nos sumamos a “velar
por los derechos humanos y el estado de derecho como base
fundamental de la lucha contra el terrorismo”10. Puesto que “el
terrorismo tiene por objetivo la total destrucción de los derechos
humanos. Afecta al disfrute de diversos derechos humanos, en
particular los derechos a la vida, la libertad y la integridad física. Los
actos terroristas pueden desestabilizar gobiernos, socavar la sociedad
civil, poner en peligro la paz y la seguridad, suponer una amenaza al
desarrollo económico y social y tener consecuencias especialmente
negativas en determinados grupos.”11
Con este objetivo, el presente ensayo busca conocer las motivaciones
de los individuos tanto como de los grupos para justificar el uso de la

8
Ibidem. Pp. 242.
9
Ibidem Pp. 240.
10
Idem.
11
Ibidem. Pp. 241.
17
violencia para llegar al poder, consideramos que el conocimiento de
estos elementos nos permitirá contribuir a prevenir la existencia de
ideologías y acciones antivida, puesto que en nuestro país y en la
región, hemos vivido el surgimiento de sectas que se han asumido
como representantes de los intereses de la nación para solucionar
problemas endémicos y sistémicos mediante el uso de violencia
difundiendo pensamientos genocidas. Todo ello, tanto el pensamiento
violento como las acciones son completamente rechazadas por el
autor.

El libro se entrega en dos volúmenes, el presente, subtitulado: Manual


para la acción; y el segundo: El viento soplaba, afuera, anunciando
tempestad, el cual será entregado, espero, a fines de 2022. Asimismo,
el texto se encuentra dividido en doce partes. El primero trata sobre el
uso de las palabras ideología y subversión por parte de los medios de
comunicación, además de hacer énfasis en su uso corrupto. El
segundo apartado, Un fantasma recorre América. La fantasma
monarquista, corresponde a una lectura sobre la derecha política y las
élites que parecieran querer implantar una suerte de apartheid por
posición social o raza. El tercer apartado Perú, una república en
formación al Estado de Derecho, analiza el concepto de ciudadanía y
la posibilidad de que nuestro Estado sea realmente representativo; y
finaliza buscando en algunos filósofos y pensadores la explicación del
motivo por el cual surgen grupos que buscan subvertir el orden
establecido. La cuarta sección, Principio de polaridad, reflexiona sobre
el modo en que culturalmente nos hayamos condicionados a valorar el
orden cósmico, político y moral de la realidad de manera binaria. La
sección quinta, Panegírico de la política, es un llamado a la
participación política por parte del pueblo-nación haciendo énfasis en
la importancia de asumir una responsabilidad ciudadana protagonistas
de nuestra historia y realidad inmediata. La sección sexta, El símbolo
del enemigo, analiza la problemática simbólica y consecuencias
valorativas respecto a los trabajadores manuales. En la sección
séptima, denominada Naturaleza humana, se reflexiona sobre la
agresión humana y el comportamiento tribal arcaico y peruano
contemporáneo.
18
Como parte del segundo volumen, la sección octava denominada
Espectando la pandemia desde los mass media, consiste en la
reflexión del autor sobre fenómenos de cultura de masas y como en
ellos se normaliza el racismo o se quiebran ciertos ideales en búsqueda
del beneficio económico. En la sección novena, denominada
Neoliberalismo cultural, se realiza una reflexión acerca de tres novelas
distópicas y la contemporaneidad nacional. En la sección décima.
Biopolítica, arte y espacio público se analiza el circuito de arte,
literatura, industria cultural y organismos legitimadores de Cultura,
además de una recopilación de los performances realizados en torno
a la escultura de Cristóbal Colón en diferentes países de Latinoamérica
como rechazo a su simbología colonialista. El apartado décimoprimero
denominado Habitus, racismo y posición social, trata conceptos como
raza y clase con el objetivo de desmitificar su uso. La sección
decimosegunda y final, El viento soplaba, afuera, anunciando la
tempestad, consiste en una recopilación de las causas que derivaron
en rebeliones, intentos de revolución, terrorismo y conflictos por el
poder mediante la violencia a lo largo de nuestra mitología e historia.

Max De La Rosa, Lima. 2021.

19
20
I. La ideología 12 y la subversión

«La democracia no ha existido nunca.


No la hubo ni siquiera en Grecia,
donde estaba reservada para una élite»13

Habría que des-satanizar la palabra ideología14, puesto que a


causa del uso anatemático ejercido por los medios tradicionales con
respecto a los terroristas ha resultado mistificada esta herramienta de
pensamiento, en tanto que la ideología es una interpretación alterna
del mundo, a la vez que, una propuesta estructurada del mismo; lo cual,
es lo más saludable y lo más necesario en un país donde el peruano
promedio recibe ideas/conocimiento/educación de los medios de
comunicación masivos, los cuales en casi todos los casos se hallan
limitados al dictado del mercado, es decir, el escandalizar o el explotar
el miedo para vender. De modo que, para la generación reciente, la
palabra ideología suena a maledicencia, a procacidad a recuerdos
recientes de horror y terror.

Del mismo modo, sucede con la palabra subversión. Se


denomina subversivo en los medios, a los terroristas y a los
guerrilleros; del mismo modo, denominan, por contaminación, a

12
En la actualidad, en nuestro país, a juicio de Eduardo Dargent, los actores políticos
comunes o predominantes son, según su ideología o programa político: “conservadores
populares, libertarios criollos e izquierdistas dogmáticos” (p. 30). Estos últimos
entendidos por Dargent como individualistas y mesiánicos. Eduardo, Dargent (2021) El
páramo reformista. Un ensayo pesimista sobre la posibilidad de reformar el Perú. Lima:
Fondo editorial PUCP.
13
Entrevista a Pablo Macera. 1980. Hildebrandt, 2018:285 Hildebrandt, César. (2018).
Cambio de palabras. Editorial Debate. Lima, Perú.
14
¿Alguien podría decir hoy que la ideología denominada Ilustración o Iluminismo hizo
que Europa se retrase o llevó a Francia a ser un país menos justo? Las ideologías
políticas actuales y no actuales suelen tomar posturas e interpretaciones de teorías que
suelen corresponder a un mismo autor. De Platón y Aristóteles se suele tomar una
postura aristocrática, de Hegel se suele citar sus ideas sobre la libertad o sobre el Estado;
de modo que las ideologías parten de ideas y posturas superpuestas y yuxtapuestas a
modo de palimpsesto. En el uso retórico vulgar y de corte “político”, se usa la palabra
ideología para deslegitimar la interpretación y postura del otro cuando este último no
tiene la misma ideología.
21
quienes salen a las calles a reclamar sus derechos básicos, a los
huelguistas, a los sindicalistas. En nuestro país, se les llama así, a
quienes protestan por el incumplimiento de sus de derechos
fundamentales, a quienes tratan de defender el medio ambiente, los
derechos laborales: los mineros, los agricultores, los trabajadores de
transnacionales; y si no se les denomina subversivos: se les trata del
mismo modo o se les intenta vincular a algún pensamiento radical. Así
también, llaman subversivos o sugieren que lo son, a quienes se
indignan frente a alguna injusticia realizada por grupos de poder
económico, que a la postre, son quienes en realidad gobiernan, y no
un presidente democráticamente elegido con un plan de nación. Estos
presidentes terminan siendo solo empleados que deben obedecer a
sus jefes, gremios empresariales que les pagan para dirigir el país en
favor de sus intereses incluso cuando éstos se contraponen los
intereses de una nación. Sucede de igual manera con algunos
congresistas.

La pregunta sería hoy: ¿Podríamos denominar subversivos a


los grupos económicos de poder que dirigen el aparato político de
nuestra república para sus intereses, incluso en contra de la mayoría
de los ciudadanos, recortando derechos vitales o recortando territorios
que ancestralmente le han pertenecido a naciones originarias? La
palabra ideología y la palabra subversión son una peste en los medios,
a nivel neurótico, desatan en el espectador promedio ansiedad y
miedo. Las palabras ideología y subversión en los medios, determinan
en primer orden a un enemigo. Otra pregunta surge acerca de esta
dinámica ¿Los gremios de poder económico en nuestro país poseen
una ideología?

Veamos que dice la Academia, sobre la palabra ideología15:

15
Es necesario señalar con respecto al uso de la palabra ideología, las ideas de Slavoj
Žižek, quien cuestiona su validez y escasa precisión: “en referencia al estado actual de
la reflexión epistemológica, ¿no es contraproducente la noción de ideología? Entonces
¿por qué aferrarnos a una noción?”, continúa: “con tantas consecuencias
epistemológicas obviamente desactualizadas (la relación de la “representación” entre el
pensamiento y la realidad, etc.)? ¿No es su carácter completamente ambiguo y elusivo
una razón suficiente en sí misma para abandonarla? La palabra “ideología” puede
designar cualquier cosa, desde una actitud contemplativa que desconoce su
dependencia de la realidad social hasta un conjunto de creencias orientadas a la acción,
desde el medio indispensable en el que los individuos viven sus relaciones con una
22
“De idea y -logía, sobre el modelo del fr. idéologie.
1. f. Conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el
pensamiento de una persona, colectividad o época, de un
movimiento cultural, religioso o político, etc.”

Sobre, la palabra subversión. El subvertir en el panhispánico


nos indica:
“‘Perturbar o trastornar [algo, especialmente el orden moral]’”.

estructura social hasta las ideas falsas que legitiman un poder político dominante.
Parecería surgir justamente cuando intentamos evitarla, mientras que no aparece
cuando es claramente esperable.” (p.10) Žižek, Slavov. (2003). Ideología. Un mapa de
la cuestión. Buenos aires: Fondo de Cultura Económica. En este mismo sentido, resulta
necesario señalar las consideraciones de Edgar Morin con respecto a la gravedad de
que el pensamiento proyectado a la praxis no se encuentre ligado a un estricto orden
científico, el autor considera a las propuestas que no se atienen a ello como, “inteligencia
ciega”: “Los problemas humanos quedan librados, no solamente a este oscurantismo
científico que produce especialistas ignaros, sino también a doctrinas obstrusas que
pretenden controlar la cientificidad (al estilo del marxismo althuseriano, del
econocratismo liberal), a ideas clave tanto más pobres cuanto que pretenden abrir todas
las puertas (el deseo, la mimesis, el desorden, etc.), como si la verdad estuviera
encerrada en una caja fuerte de la que bastara poseer la llave, y el ensayismo no
verificado se reparte el terreno con el cientificismo estrecho.
Desafortunadamente, la visión mutilante y unidimensional se paga cruelmente en los
fenómenos humanos: la mutilación corta la carne, derrama la sangre, disemine el
sufrimiento. La incapacidad para concebir la complejidad de la realidad antropo-social,
en su micro-dimensión (el ser individual) y en su macro-dimensión (el conjunte planetario
de la humanidad), ha conducido a infinitas tragedias y nos condujo a la tragedia suprema.
Se nos dijo que la política «debe» ser simplificante y maniquea. Lo es ciertamente, en
su versión manipulativa que utiliza a las pulsiones ciegas. Pero la estrategia política
requiere al conocimiento complejo, porque la estrategia surge trabajando con y contra lo
incierto, lo aleatorio, el juego múltiple de las interacciones y las retroacciones.” (p.32)
Edgar Morin. (1990). Introducción al pensamiento complejo. Madrid: Gedisa
El pensamiento del hombre andino y selvático es de carácter predominantemente
mágico, mítico, milenarista y mesiánico antes que cartesiano-técnico-citadino, esta
cualidad corresponde a nuestro tenor multicultural. Así parece también comprenderlo
José Carlos Mariátegui, cuando en El hombre y el mito, señala: “La Propia Razón se ha
encargado de demostrar los hombres que ella no les basta. Que únicamente el Mito
posee la preciosa virtud de llenar su yo profundo”. Es pues, este tenor alterno y propio,
donde aún algunos símbolos del Perú Antiguo mantienen su vigencia, tanto el de los
idiomas originarios que todavía suscitan predominantemente una aceptación y
reconocimiento. Frente a esta situación un grupo minoritario citadino-capitalino usa estos
símbolos e idiomas con intenciones mercantiles, pero rechaza la profundidad y
cosmovisión consustancial a estos. Mariátegui, José C. (2010). La tarea americana.
Buenos Aires: Clacso &Prometeo.

23
Asimismo, el Diccionario de la Academia nos indica, sobre lo
“subversivo”:

“Del lat. subversum, supino de subvertĕre 'subvertir'.


1. adj. Capaz de subvertir, o que tiende a subvertir,
especialmente el orden público”

Retomemos, no toda ideología16 es terrorista o de un enemigo.


La subversión consiste en perturbar o trastornar un orden moral o
público17. ¿Por qué los medios han creado esta suerte de sinécdoque
con estas palabras? ¿Todo protestante es subversivo o está
ideologizado? Sabemos bien que en muchos momentos en nuestro
país han surgido movimientos de protesta por pura unión de
comuneros o campesinos de manera espontánea; así también, han
protestado guiados por una ideología política o por un partido político
¿El problema es que tengan ideología, que tengan un partido o que
protesten? ¿Quién o quiénes se benefician de calificar como
subversivo e ideologizado a todo aquel que ejerce su derecho a la
protesta?

En primer lugar, que tengan o no un partido, que sean guiados


por un partido político no tiene nada de irregular, nada de negativo, es

16
Es lugar común señar que el neoliberalismo logra banalizar conceptos profundos, al
punto de que éstos pierden su espíritu y se convierten en objetos superficiales e inocuos
de consumo masivo. A este respecto, la consideración de banalización se extiende a
toda la producción cultural, en la denominada alta cultura y en la industria cultural/cultura
de masas. Tras considerar ello, resulta interesante como a finales de los 80´s, con la
introducción de este sistema económico, las propuestas estéticas o de pensamiento que
cuestionaran el establishment se fueron al subsuelo, es decir se convirtió todo atisbo de
pensamiento no homogeneizado en contracultura: “Esta des-ideologización como pacto
con lo personal probaría no estar lejos de ser un síntoma de los tiempos. Tal vez fue el
resultado del impacto de la creciente presencia del grupo terrorista Sendero Luminoso
en la vida social, política e ideológica o, quizás, un efecto causado por la apertura cultural
y económica la cultura de consumo.” Hernández, Max y Villacorta, Jorge. (2002).
Franquicias imaginarias. Las opciones estéticas en las artes plásticas en el Perú de fin
de siglo. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica. Pp.63
17
Los grupos radicales, denominados subversivos justifican sus programas mediante los
problemas presentes en la estructura social, económica y cultural que en su
interpretación de la realidad no se ajustan al orden moral o político que ellos representan,
de modo que buscan llevar a la práctica sus propuestas de solución mediante métodos
que pueden ser pacíficos o violentos.
24
más bien loable que un grupo de personas se reúna, piense y actúe en
favor de su comunidad. En nuestro país actual ya no hay, sí, me atrevo
a decirlo, no hay partidos con ideología (y si lo tienen da igual, porque
se olvidan de su plan de nación o lo dejan de lado tras ser comprados),
hay partidos que se venden a los intereses de quien o quienes les
pagan la publicidad para llegar al Congreso, a las alcaldías o la
presidencia. Con respecto a la segunda pregunta ¿Quiénes se
benefician? Tengo dos respuestas. Primero, obviamente, debemos
tener en claro que los medios se miden por la capacidad de llamar la
atención del cliente (las personas ya no son más personas, son solo
clientes), es decir, entre más escándalo o miedo causen mayor será el
hype, por eso es común el uso de clickbait hoy; así también se usa
desde hace décadas la falacia de énfasis o acento.

Sin escándalo, sin grandilocuencia, sin gancho no hay


consumo, sin consumo no hay dinero, entonces, el jefe, el gremio, el
dueño, el grupo, el conglomerado, la corporación, la empresa no gana,
sino pues, pierde. Y no tiene ningún sentido abrir una empresa si vas
a perder dinero. Bien es cierto que la intención de lucro mueve el
mercado y genera empleo; de modo que es un elemento fundamental
en una sociedad que busque ser próspera, pero también depende de
cómo se inserte en el mercado, de cómo es que enfrenta su
responsabilidad social. De modo que no es ético que impere la
posverdad en una República que se aprecie de serlo. En fin, los
empleados deben seguir la línea editorial del periódico, canal o medio
informativo web, es decir, informan y no informan según cómo sus jefes
han decidido que las noticias se den. En este sentido el producto
informativo depende del mercado, como también depende de una línea
ideológica, la de sus jefes.

El neoliberalismo, como bien sabemos, tiene como objetivo


vender contenido inocuo, es decir inocuo para los grupos de poder
económico de turno que dirigen el país ¿Qué sucede si le haces pensar
o analizar la realidad social o política a un consumidor/cliente? Ésta
podría cuestionar por qué toma Coca Cola y no una limonada o por qué
se siente más cómodo tomándose una foto en Starbucks, que tomando
quinoa, y pan con palta en carretilla. En esta misma línea, también en
el área cultural, los libros que se venden, para nada pueden hacer
cuestionar el stablishment, el status quo, eso sería ideológico, eso
25
sería, hasta subversivo. Esta ideología no solo consiste en vender, sino
mediante este contenido vacuo de ideas trascendentes convertir a las
personas, en solo, consumidores/clientes o en mano de obra barata o
en términos más humanos, cosificados o reificados. La persona ya no
es humana, es un objeto solo de valor económico, un producto con
fecha de caducidad.

Para mí, la prueba más evidente de que esto ha funcionado


excelentemente es que en nuestro país, el peruano promedio entra en
pánico cuando se habla de estructuras de poder. No sé si es porque en
el colegio no aprendieron nada o porque les da miedo el tema y se
retiran a una suerte de epojé que culmina en una risa neurótica de
desesperación al verse freudianamente expuestos con respecto a eso
que ya saben/sabemos pero nos cuesta asumir y realizar alguna
acción.

“Ninguna vida es igual


tampoco los pensamientos,
tu mente puede hacerte ir en tu contra
mientras crees que vas por el camino correcto.

Ninguna vida es igual


tampoco los sentimientos,
tu corazón puede idealizar a una persona
cuando sabemos que no hay ser humano perfecto.

Unos quieren una vida normal otros no quieren una vida normal,
una vida normal que no existe.

Ninguna vida es igual


tampoco del mismo precio,
mientras unos valen una fortuna, otros solamente lo que llevamos
puesto.

Aquí lo único normal, son nuestras desigualdades.”18

18
Metamorphosis. ¿Todos somos iguales?
26
II. Un fantasma recorre América: el fantasma monarquista.

«...creo que el Perú existe


es a pesar de la derecha,
que utiliza su nombre y
sus símbolos para protegerse»19

“... el mayor triunfo, este sí de proporciones, de la


hegemonía neoliberal en los últimos treinta años ha sido su
dominio en el mundo de las ideas. Pero no como
elaboración ideológica, sino como reiteración y cuando han
podido imposición metódica, de un conjunto de principios
importados que han sabido desempaquetar para organizar
nuestra vida cotidiana. En esto no se diferencian de los
encomenderos que también traían su catecismo importado
y lo imponían, por ello quizás el hedor colonial de ambos”20

El fantasma monarquista basado en Bossuet y Bodin, se refleja


en el área de Realeza en la revista peruana Cosas; en llamar
aristocracia limeña a la gente reunida al recibir al príncipe hace unos
años; en el espanto de un grupo de personas con poder frente a la
educación del pueblo que aún hoy en 2020 son considerados como
"pobladores", no vecinos, como indios sin derechos; hiede a cabeza de
rey cercenada y agusanada, a tartas enmohecidas de María Antonieta,
a sotana de cura pederasta, a "Me llega el pincho tu filtro, cholo de
mierda". Lima es todavía un espacio donde confluye en la mente de
algunos la idea de una superioridad racial, de una superioridad cultural,
de un virreinato, de un feudo y de siervos.

El siervo para estos huachafos es el trabajador precarizado,


que si se educa es terrorista o está ideologizado o es subversivo, que
si reclama sus derechos fundamentales y humanos consignados hace
más de setenta años en la Declaración Universal de Derechos

19
Entrevista a Pablo Macera. 1980. Hildebrandt, 2018:283. Hildebrandt, César. (2018).
Cambio de palabras. Editorial Debate. Lima, Perú.
20
Nicolás Lynch. 4/5/2020. Otra Mirada.
27
Humanos, es un marxista leninista, pensamiento Gonzalo, Movadef, un
radical. Nos quieren alejar de la educación para seguir dominando,
para seguir teniendo un grupo de gente servil y arrodillada.
Aparentemente a esta gente no le llegó la noticia de que esta es una
República, que vivimos en una democracia y en un Estado de Derecho,
donde todos somos ciudadanos, que todos tenemos los mismos
derechos.

Hay una fantasma monarquista, y eso también es ideología.


Pero claro, como la palabra ideología ha sido satanizada señalan
"ideología" o "ideologizado" a todo lo que no es de su postura, de su
cosmovisión, de su manera de interpretar el mundo. La Revolución no
es violencia, la Revolución, hoy es la educación, la visibilización del
racismo, de la discriminación, desnudar los grupos y estructuras de
poder y sus intereses económicos en cuya faz perviven ideologías ya
vencidas, ya destruidas, retrógradas, antivida, antihumanas, de
violencia intraespecie fascistoide en la que destacan su raza, su
sangre, a sus jefes. Es una tribu que desea mantener con ideas
oníricas y fácticas en lo económico, en lo político y en lo cultural, su
posición de privilegio.

Es un hecho que la Confiep se halla ideologizada. Roque


Benavides, hace unos días se pronunció frente a las medidas en
política económica por parte del ejecutivo y dijo: “Las reacciones del
ejecutivo son muy antiempresa privada”. Les dan préstamos dónde la
garantía es el impuesto que le cobran a los trabajadores y tiene la
desvergüenza de hablar sonseras. Roque vive en un universo paralelo
¿Qué quiere? ¿Un reino? ¿Anarcocapitalismo? Hay que ser bien
caraduras y estar bien alejados de la realidad para decir tremenda
tontería. Deberían estar agradecidos ¿Un gobierno
comunista/antiempresa privada le daría un préstamo de la magnitud
que se ha realizado en un país donde la gente muere en las puertas de
los hospitales y las clínicas cobran medio millón de soles por curar el
Covid-19?

Nuestro país, ha pasado por una etapa en el siglo XX,


denominada República aristocrática. Se llamaba así porque había una
oligarquía que se pasaba entre sí el poder. Décadas después, esta
manera de gobernar el país, terminó por explotar, llegó el denominado
28
Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, el cual, bajo el
liderazgo de Velazco, mediante políticas, culturales y económicas,
trastocó los cimientos del orden social. Una de las acciones más
recordadas fue la expropiación de tierras a hacendados. Este gobierno
es recordado de modo ambivalente, por un lado, se le considera como
lo peor que le pasó al Perú económicamente, y por otro, como una
acción necesaria de vindicación del hombre andino, tras siglos de
relegación.

En ese sentido, no parece ser que la historia avanza


definitivamente en un progreso lineal, sino más bien en un péndulo; y
apocalípticamente considero que si no hay reacciones sociales,
viviríamos en un eterno retorno. En esta misma línea, estos grupos de
poder parecen querer mantenerse en una oligarquía que perviva
sistemáticamente. Estos grupos tienen una actitud de desprecio por
posición social, y en muchos casos también por raza. Se dice acerca
de estos grupos que viven en una burbuja, y es cierto, es una
burbuja/palacio(su propio Versalles), pues el espacio urbano también
es sectorizado, cabe mencionar el denominado muro de la vergüenza
entre Villa María del Triunfo y La Molina. El cholo/el negro/el pobre/la
criada ingresa, claro que sí, como empleado/a, como trabajador/a
precarizado/a, y que ni piense en tener derechos laborales, eso es
ideología, eso no es urgente, eso es rojo. El que pide
derechos(derechos que ya se hayan consignados en la Constitución)
es el enemigo, el terruco, el subversivo ¿Quién es realmente el
subversivo aquí? ¿El que exige se respeten sus derechos o quién se
niega a brindárselos? ¿Quién es el subversivo, el que protesta o el que
paga congresistas para que cree leyes a medida de sus intereses
económicos aun en contra de la salud pública o eliminando/omitiendo
derechos laborales para la denominada clase trabajadora?

29
III. Perú, una república en formación hacia el Estado de Derecho

“...por lo menos alguna instrucción


se había filtrado hasta los últimos
estratos del orden social.
Si bien ya casi nadie leía, por lo menos
todo el mundo sabía leer e incluso escribir;
no había hijo de artesano
ambicioso o campesino desclasado
que no pretendiera algún cargo en la
administración”21

“Holes in our spirit causing tears and fears/


One-sided stories for years and years and years/
I'm inferior? Who's inferior?/
Yeah, we need to check the interior/
Of the system that cares about only one culture”22

Diversas declaraciones y constituciones se hallan basadas en


ideas que sostienen la lógica interna del plexo legislativo de cada país;
las mismas que conforman una guía y fundamentos estructurales en la
legislación internacional. Es preciso mencionar que, a lo largo de la
historia, estas constituciones, declaraciones e ideas base, fueron
conquistadas con sangre, con razón, con lucha, con gente que se
organizó, que pensó en un mundo mejor, mejor que en el que vivían,
pues entendieron que debe prevalecer la vida, la libertad, la justicia y
otros valores, ideas y principios que revisaremos en los siguientes
párrafos.

Aproximadamente en el año 1222, Soundjata, fundador del


Imperio de Mali, en la Carta de Manden o Manden Kalikan, declara la
extinción de la esclavitud. La Declaración de Independencia de
Estados Unidos de 1776, indica que los hombres fueron creados en
igualdad, y que este mismo creador los dotó del derecho a la vida, de
la libertad y la búsqueda de la felicidad. Del mismo modo, declara la
legitimidad de rebelarse en contra de un gobierno que no cumpla con
estos principios: “que cuando quiera que una forma de gobierno se

21
Julio Verne. Paris del Siglo XX.
22
Rage against the machine. Take the power back.
30
haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a
reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en
dichos principios”. La Declaración de los Derechos del Hombre y el
Ciudadano de 1789 del periodo revolucionario francés le suma a estos
principios el de la propiedad.

La Declaración universal de los Derechos Humanos de 1948,


señala los principios de justicia, paz y la dignidad de la persona. De
igual modo, enfatiza la “igualdad de derechos de hombres y mujeres”.
Este documento señala también que “es esencial que los derechos
humanos estén protegidos por un sistema legal para que el hombre no
se vea obligado, como último recurso, a rebelarse contra la tiranía y la
opresión”. Recordemos que esta declaración se realiza en un periodo
posterior a la Segunda Guerra mundial, precisamente con el objetivo
de mediar entre los países para evitar la bestialidad de las actividades
bélicas a gran escala.

La Constitución de la República de Sudáfrica de 1996 también


se fundamenta en las ideas mencionadas; así también, la Constitución
de la República de Korea de 1987. La Constitución de nuestro país del
año 1993, en los dos primeros capítulos indica los derechos
fundamentales de la persona y el de los derechos sociales y
económicos. En principio, se indica que el fin supremo de la sociedad
y el Estado son la defensa de la persona humana y el respeto de su
dignidad. Es a partir del reconocimiento de la dignidad de la persona
que se reconocen los derechos fundamentales consignados en el
artículo 2, los cuales tienen como eje fundamental las ideas directrices
señaladas anteriormente: vida, libertad, igualdad, justicia, paz, la
propiedad y felicidad.

En primer lugar, se respeta el derecho a la vida, debido a que


sin vida no es posible el individuo, de donde emanan los derechos y
deberes, así como en consecuencia, la sociedad. La dignidad como
valor del ser humano se refiere a que las personas poseen un valor
intrínseco de modo que no pueden ser usados en provecho de otro. En
palabras de Kant: “el hombre y en general todo ser racional existe como
un fin en sí mismo, no simplemente como un medio para ser utilizado
discrecionalmente por esta o aquella voluntad, sino que tanto en las
acciones orientadas hacia sí mismo como en las dirigidas hacia otros
31
seres racionales el hombre ha de ser considerado siempre al mismo
tiempo como un fin.”23

Sobre la felicidad o base para ella, se requiere integridad


moral, psíquica y física, como el libre desarrollo y bienestar, tal como
se halla consignado en el artículo 2 de nuestra constitución. En
términos generales, la base para la felicidad sería el bienestar y la
equidad entendidas como los requisitos mínimos que requiere una
persona para poder decidir por sí mismo el destino de su vida sin
limitaciones de diversas índoles como origen, género, características
somáticas y situación socioeconómica.

Aristóteles en su Ética a Nicómaco considera que la felicidad


se halla entre las acciones deseables por sí mismas, así como la
realización de “acciones virtuosas, porque hacer cosas bellas y buenas
pertenece [también] a lo que es en sí mismo deseable”. Para el filósofo,
la felicidad es conexa a la fortaleza, la templanza, la prudencia, la
contemplación, la sabiduría, y el honor; así también asevera: “será feliz
la vida del que obre conforme a la virtud”24, y considera que: “... el
hombre feliz es el que vive bien y obra bien”. En este sentido
entendemos la felicidad aristotélica como una ética, así entonces, el
estagirita califica a la felicidad “como una especie de vida dichosa y de
conducta recta”.

La libertad, según el Diccionario de la Real Academia


española, se define como la “facultad natural que tiene el hombre de
obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable
de sus actos”, “estado o condición de quien no es esclavo”, “falta de
sujeción y subordinación”. Asimismo, como una de sus acepciones
también indica: “En los sistemas democráticos, [significa] derecho de
valor superior que asegura la libre determinación de las personas”.

23
Kant, Immanuel. (1785) Fundamentación para una metafísica de las costumbres.
24
Para el autor, la virtud es definida como “un hábito selectivo, consistente en una
posición intermedia determinada por la razón”; es decir, la virtud se hace efectiva
cuando nos enfrentamos a un fenómeno y elegimos la acción que sería término medio,
cuando rechazamos los extremos. En este sentido, la actitud virtuosa, sería la
mesurada y alejada de las pasiones.
32
En el libro La Política, Aristóteles considera la libertad como “el
principio fundamental de la constitución democrática”, además
considera que “uno de los caracteres de la libertad es el alternarse en
la obediencia y en el mando” en tanto haya participación en el gobierno
del Estado por parte de la masa popular tanto como los de condición
económica elevada.

Con respecto al tema, Thomas Hobbes en El Leviatán señala


que la “libertad se entiende [como] la ausencia de impedimentos
externos, impedimentos que a menudo pueden arrebatar a un hombre
parte de su poder para hacer lo que le plaza, pero no pueden impedirle
usar el poder que le queda, de acuerdo con lo que le dicten su juicio y
razón”. A este respecto subrayamos la importancia ética que
condiciona el accionar de la persona en tanto el uso de las facultades
intelectivas de razón y juicio que señala el autor.

Acerca de la propiedad y la paz, John Locke considera que la


vida pacífica corresponde a la conquista del denominado estado de
naturaleza, periodo en el que el hombre no vivía en sociedad y por lo
tanto vivía en guerra de unos contra otros. Entonces, el Estado, como
organización en la que el ser humano se desenvuelve necesita como
condición primera: la paz. Asimismo, Locke defiende tres derechos
fundamentales de la persona: la vida, la libertad y la propiedad. Éste
último tendrá como principal generador al trabajo.25

Sobre el tema de la vida pacífica, Kant considera que el estado


de paz es un deber necesario para el libre desarrollo de los individuos
de una República. A este respecto, indica: “El estado de paz debe…
ser instaurado”26 debido a que reconoce que el estado natural del
hombre es la inclinación por la guerra (estado de guerra), y si aún no
se hallara en esta actividad, “existe una constante amenaza”27 en este
sentido, asevera que la omisión de hostilidades no es una garantía de
paz e insiste en la necesidad de mantenerla.

25
Höffe, 2003:187. Breve historia de la Filosofía. Traducción de José Luis Gil Aristu.
Publicado en alemán en el año 2001. Ediciones Península, Barcelona, España.
26
Kant, Immanuel. (1795) Sobre la paz perpetua.
27
Ídem.
33
Sobre la justicia veamos las consideraciones de Platón y
Aristóteles. En La República, Sócrates diserta sobre la justicia y lo
justo. Indica frente a Trasímaco y Glaucón, quiénes afirman que lo justo
se halla ligado al interés del más fuerte, es decir que quien se halla en
el poder puede ejercer fuerza sobre los menos fuertes para obtener
ventaja, pero Sócrates considera que la justicia es “la habilitad y la
virtud” y que “el que es inhábil e ignorante quiere tener ventaja sobre
el uno y sobre el otro”. Así también indica que ser justo es ventajoso,
que la justicia es un bien que se debe amar por sí mismo, dicho de otro
modo, sin búsqueda de obtener algún beneficio en desmedro de otros.

Aristóteles en La Política, considera que la justicia es la virtud


perfecta, “porque el que la posee puede practicar la virtud con relación
a otro, y no solo para sí mismo”. Sobre la persona justa indica: “el justo
será el observante de la ley y de la igualdad”. Así también afirma: “Lo
justo, pues, es lo legal y lo igual, lo injusto lo ilegal y lo desigual”. Luego,
señala: “llamamos justo a lo que produce y protege la felicidad y sus
elementos en la comunidad política”. Cabe resaltar la mirada de este
valor desde un punto de vista de ética ciudadana, o valor cívico.

Continúa el filósofo y señala que lo justo es algo proporcional.


Si las personas son diferentes no tendrán cosas iguales. Si las
personas son iguales obtendrán cosas iguales. Así también, quien
tenga mérito obtendrá mayores ventajas. Luego se refiere a lo justo en
tanto lo correctivo, por ejemplo, en un juicio, frente al agresor y la
víctima “el juez trata… de igualar… con el castigo, retirando lo que
corresponda del provecho del agresor” en beneficio de la víctima. Esto
se entiende, por ejemplo, en tanto el pago de las reparaciones civiles,
el pago monetario por la afrenta realizada.

Sobre la igualdad de los hombres, Thomas Hobbes en El


Leviatán, manifiesta: “La naturaleza ha hecho a los hombres tan
iguales28 en sus facultades corporales y mentales que, aunque pueda
encontrarse a veces con un hombre manifiestamente más fuerte de
cuerpo, o más rápido de mente que otro, aun así, cuando todo se toma

28
Rousseau en su Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres, es del
mismo parecer pues escribió: “los hombres… son naturalmente tan iguales entre sí como
lo eran los animales…”
34
en cuenta en conjunto, la diferencia entre hombre y hombre no es lo
bastante considerable como para que uno de ellos pueda reclamar
para sí beneficio alguno que no pueda el otro pretender tanto como él”.
En este sentido, continúa: “…en lo que toca a la fuerza corporal, aún el
más débil tiene la fuerza suficiente para matar al más fuerte, ya sea por
maquinación secreta o por federación con otros que se encuentran en
el mismo peligro que él “

III.I. Ciudadanía y Estado de Derecho

“Considero en la especie humana dos clases de


desigualdades: una, que yo llamo natural o física porque ha
sido instituida por la naturaleza, y que consiste en las
diferencias de edad, de salud, de las fuerzas del cuerpo y
de las cualidades del espíritu o del alma; otra, que puede
llamarse desigualdad moral o política porque depende de
una especie de convención y porque ha sido establecida, o
al menos autorizada, con el consentimiento de los hombres.
Esta consiste en los diferentes privilegios de que algunos
disfrutan en perjuicio de otros, como el ser más ricos, más
respetados, más poderosos, y hasta el hacerse
obedecer.”29

A la luz del texto leído, las ideas sobre las que se fundan los
Estados democráticos son las siguientes: vida, libertad, igualdad,
justicia, paz, propiedad y felicidad. Entonces cabe preguntarse: ¿En
nuestro país se reconocen estas ideas como directrices y/o
fundamentos de la Nación? En el texto sí, obviamente, los tratados
internacionales son parte de la legislación nacional ¿Y en la práctica?

¿Se respeta la vida de las personas que viven en las zonas de


extracción minera? ¿Se respeta la vida en Pasco o Espinar? ¿Acaso
en nuestro país no hay niños con cáncer por consumir agua con
metales pesados? ¿Sucedería esto en San Isidro o Miraflores o solo
en las provincias? ¿Se privilegia acaso la obtención de riqueza incluso
cuando el método de obtención del mineral y la producción de
desechos genera muertes tanto en el ganado, como en las personas y

29
Rousseau (1755) Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres.
35
el medio ambiente? ¿Somos totalmente libres de opinar como se nos
antoje sin miedo a que nos desaparezcan por cuestionar al régimen de
turno? ¿Somos libres de hablar nuestro idioma oficial en quechua sin
que se nos discrimine (incluso en el mismo congreso)? ¿Somos
realmente iguales en este país? ¿Acaso hay exclusión entre personas
de diferente color de piel o capacidad adquisitiva? ¿Todos podemos
ser ministros? ¿Es real que existe una brecha social?

¿En este país hay realmente justicia o solo se obtiene justicia


en tanto se pague cierta suma al juez o mientras el juez o jueza no se
hallen amenazados por la mafia de turno? ¿Podemos vivir en paz
mientras incluso hoy hay desaparecidos y asesinados tanto por el
Estado y los grupos armados del Conflicto interno? ¿Las comunidades
nativas pueden tener la propiedad de la tierra en la que han vivido
incluso antes de la existencia de la República del Perú? ¿Se puede
vivir feliz en el Perú, es decir, se nos da lo que nos es propio por ser
ciudadanos, salud y educación de calidad por la cual pagamos con
nuestros impuestos? ¿Podemos ser felices si al salir a la calle tenemos
que andar alertas de no ser asaltados, violados, asesinados o
secuestrados? ¿Las mujeres se sienten igual de seguras que los
varones al transitar por la vía pública?

Repasemos entonces qué es ser ciudadano, qué es república,


qué es democracia y qué es Estado de Derecho para saber si vivimos
en un país que pueda llamarse como tal, o caer en cuenta si somos
una sociedad aún en formación en miras a querer ser dignos de ser
denominados República o país democrático. Según el Panhispánico
del español jurídico, el ciudadano llega a serlo “cuando tiene
reconocida la totalidad de los derechos fundamentales consagrados en
la respectiva Constitución, teniendo derecho a utilizar las garantías de
protección de los mismos establecidos tanto en la norma fundamental
como en la legislación que los desarrolla”. Este concepto se refiere a
todos los habitantes de un país, sin ningún tipo de distinción (de
capacidad económica o color de piel u origen). Así también Rousseau,
nos señala que todos somos partícipes del poder soberano “partícipes
de la autoridad soberana”30. La ciudadanía no hace distinción si vives
en un pueblo, un caserío, una etnia, en una comunidad nativa, en una

30
Rousseau. (1762) El Contrato Social.
36
barriada, en una montaña, en un distrito de alta o baja capacidad
adquisitiva, todos somos ciudadanos en tanto seamos habitantes de
este país, en ese sentido, todos, tenemos los mismos derechos desde
Loreto hasta Puno desde Piura hasta Madre de dios. También los niños
de Pasco que tienen cáncer por tomar agua con metales pesados.

La República, según el panhispánico del español jurídico, es


una “Forma política del Estado cuyo jefe es elegido por los ciudadanos,
directamente o a través de su Parlamento, por un tiempo determinado”.
Con respecto a su etimología, res publica, se entiende como cosa
pública de la cual participan todos los ciudadanos tanto como en su
dirección como en la elección de sus representantes políticos.
Recordemos entonces que del político del cual te quejas, no está en el
hemiciclo de manera gratuita sino porque cierta fracción de la voluntad
general de nuestra nación lo decidió así.

La palabra democracia etimológicamente se entiende como el


gobierno del pueblo. Jean Touchard, señala tres elementos que la
componen: la igualdad política, la igualdad social y el gobierno del
pueblo. La igualdad política se entiende a su vez en tres conceptos. La
isonomía, es decir, que la ley es igual para todos; la isegoria, la cual
indica la igualdad en la participación de los asuntos públicos; y la
isocratia la participación de todos los ciudadanos en el poder. En este
sentido, si presenciamos que a un grupo se les trata distinto que a otro
no se está cumpliendo, sino más bien se contraviene contra el sentido
mismo del Estado; es decir, el Estado no está cumpliendo sus
funciones y hay que participar para detener ese contrasentido.

La igualdad social, a grandes rasgos, se entiende en términos


de equidad y bienestar; dicho de otro modo, que todos los ciudadanos
como tales tengan igualdad de oportunidades para el libre desarrollo
de su vida. Con respecto al gobierno del pueblo, el autor enfatiza que
el cuerpo cívico, en otras palabras, todos los ciudadanos están
obligados a ejercer la soberanía: “Ser ciudadano ya es una función”.
De igual modo, subraya que la soberanía “reside por partes iguales” en
cada ciudadano.31 Sobre la igualdad social y su cumplimiento en

31
Touchard, Jean. (2000) Historia de las ideas políticas. Traducción de J. Pradera.
Publicado originalmente en 1961. Editorial Tecnos. Madrid, España.
37
nuestro país parece ser más una mirada utópica que una realidad
palpable. Por otro lado, la soberanía la ejercemos en el sufragio y en
nuestra participación política, la cual también se manifiesta en el
ejercicio del Derecho a la Protesta.

El Estado de Derecho, es un concepto en el cual el Estado


tiene el deber de “procurar la satisfacción de los niveles de vida básicos
para los seres humanos que lo integran”32. De igual modo, se
caracteriza por la vigencia de la constitución, el respeto a la legalidad,
la igualdad ante la ley, la garantía de los derechos y libertades, el
respeto a la propiedad privada y los derechos políticos. Aguila, recaba
de Alberto Borea que las características del Estado de Derecho son: la
existencia de un poder limitado, la separación de poderes, existencia
de órganos autónomos que controlen el poder y el reconocimiento de
la responsabilidad del Estado. Como vemos, el poder no se halla en
nuestro país en una sola institución, sino en tres: el legislativo, el
ejecutivo y el judicial. Los tres se controlan entre sí, de modo que quien
lidera el ejecutivo, tanto como los representantes del pueblo pueden
ser juzgados. Así tambien, la responsabilidad del Estado se refiere a
que ningún funcionario se halla fuera de la ley, si comete un hecho
punible por el Código Penal, será procesado con mayor peso que
cualquier ciudadano común.

De igual manera el autor recaba de Borea, las condiciones


requeridas para la existencia de un Estado de Derecho, las cuales son
las siguientes: gobierno de las leyes; voluntad de cumplir las normas;
separación entre el Estado y la Sociedad; democracia; la asunción de
la superioridad de la persona; el pluralismo y la neutralidad política.
Ésta última condición se entiende como tolerancia y “la obligación de
las autoridades del Estado de comportarse con neutralidad en la
administración y en la resolución de conflictos por parte de las
autoridades del Estado”.33 Al leer estas palabras y definiciones, se
respira el aire de utopía, de un Estado ideal antes que un ordenamiento
concreto e identificable con lo nuestro. Al parecer la historia no es
lineal, ni circular, sino un espiral, en donde repetimos algunas taras del

32
Aguila Grados, Bruno (2007). El ABC del Derecho Constitucional. EGACAL. Lima,
Perú
33
Ibidem.
38
pasado y seguimos mirando al futuro, hacia un país, hacia un mundo
mejor, un ideal tal vez irrealizable.

III.II. ¿Por qué surge la subversión?

“… los patriotas tendían a señalar límites al poder


de los gobernantes: a esto se reducía lo que ellos
entendían por libertad. Y lo conseguían de dos
maneras; en primer lugar, por medio del
reconocimiento de ciertas inmunidades llamadas
libertades o derechos políticos; su infracción por
parte del gobernante suponía un quebrantamiento
del deber y tal vez el riesgo a suscitar una
resistencia particular o una rebelión general”34

En este parte del ensayo me interesa qué opinión tienen los


grandes pensadores al respecto del surgimiento de un grupo de
personas en búsqueda de subvertir el orden establecido. El objetivo al
que apunto es identificar las causas, para entender las motivaciones,
tanto como para tener claro qué se debe evitar para no generar en un
Estado el surgimiento de partidos políticos o grupos radicales que
consideren el uso de la violencia como forma de llegar al poder y
desarrollar su agenda política.

Pienso que si se solucionan esos temas es más fácil evitar el


surgimiento de ideologías antihumanas o que éstas busquen llegar al
poder mediante la violencia, desatando una vesania colectiva. Sucede
pues que vivimos en una democracia, donde por definición, tenemos
derechos políticos, y en teoría cualquier puede obtener un cargo
público, ser congresista o presidente por ejemplo. El método para
obtener un puesto de poder de este tipo corresponde a la elección
popular mediante el sufragio, así que, en teoría, nadie queda excluido
de poder llevar a cabo sus ideas de llevar bienestar mediante el servicio
público a sus conciudadanos.

34
John Stuart Mill. (1859). Sobre la libertad.
39
Aristóteles en La Política, nos explica que en un Estado, un
grupo de personas ya sean privilegiados o no, al ver que la estructura
del país o ciudad se haya constituido por una desigualdad fáctica, los
llevará a realizar una revolución, es decir, se reunirán y organizarán
para pelear contra lo injusto mediante una sublevación. Así también,
indica que una revolución puede llevarse a cabo en una democracia en
la que por su propia libertad algunos poderosos acaparen la dirección
del Estado: “al aumentar el número de ricos o acrecerse el de sus
propiedades, múdase el gobierno en oligárquico o dinástico”.

En la Edad Moderna, Hobbes, nos indica que el valor que todo


ser humano debe propiciar es la paz, la cual considera como primera y
fundamental ley de naturaleza. Así pues, en El Leviatán, el filósofo
legitima el uso de la fuerza por parte de la población para establecer la
paz o para mantenerla: “y que cuando no puede obtenerla, puede
entonces buscar y usar toda la ayuda y las ventajas de la guerra” en
este mismo sentido indica que la labor de la sociedad es defender la
paz “por todos los medios que podamos.”

John Locke, en su Segundo Tratado sobre el gobierno, nos


indica dos razones para que se den las condiciones de una rebelión.
Indica que si el Estado es dirigido por un poder arbitrario que hace sufrir
al pueblo, así como el mismo que no respete los derechos de la
población estará sujeto a una sublevación: “Un pueblo que es
maltratado y cuyos derechos no son respetados estará siempre listo
para, en cualquier ocasión, sacudirse de encima la carga que pesa
sobre él. Deseará y buscará esa oportunidad que no suele tardar
mucho en presentarse cuando se trata de asuntos humanos, siempre
sujetos a cambios, debilidades y accidentes”. El pueblo, señala Locke,
realizará estas acciones incluso cuando estos gobernantes hallan
justificado su poder mediante fundamentos religiosos: “hijos de Júpiter,
sagrados o divinos, descendidos de los cielos o autorizados por ellos,
o cualquier otra cosa”.

Immanuel Kant en Sobre la paz perpetua, considera adecuado


que una población “se sacuda el poder opresivo” mediante la
revolución, en tanto el gobierno sea tiránico y éste quebrante los
derechos de la nación: “«¿Es la revolución un medio legítimo para que
un pueblo se sacuda el poder opresivo de un, así llamado, tirano (non
40
titulo, sed excercitio talis)?». No hay duda de que los derechos del
pueblo están conculcados y que al tirano no se le hace ninguna
injusticia destronándole.” Asimismo, advierte que esta vía, al ser
violenta, quienes la dirigen y asumen: “no podrán quejarse de injusticia
si fueran vencidos en esta lucha y tuvieran que soportar las
consiguientes penas.”

Por otro lado, Rousseau en el Discurso sobre la desigualdad


de los hombres, señala que debido a la desigualdad permitida por un
gobierno, ésta obligaría a “la multitud oprimida, al ver su derechos y
libertad extinguirse, tomar el camino de la sedición”, es decir, la
población se vería obligada a “dejar el arado para ceñir la espada”
generando un caos en el Estado de modo que el pueblo pelearía contra
el pueblo para restablecer el orden; así, quienes antes se encargaban
de mantener el orden se tornarían “tarde o temprano en sus enemigos
y tener sin cesar un puñal alzado sobre sus conciudadanos”

Del mismo modo, el mismo autor, en El Contrato Social, parte


de la idea de que, en un principio, los hombres, quienes no vivían en
sociedad, con el objetivo de evitar los obstáculos que impiden su
conservación en un mundo primitivo, crean el Estado mediante un
contrato o pacto social. Este contrato, tiene como principios la libertad,
la igualdad, la propiedad y el uso de la fuerza para la protección
comunitaria. En este sentido, el filósofo enfatiza que si se viola el pacto,
todos volverán a ser libres sin alguna sujeción al Estado creado en
tanto éste se desnaturalice: “violado el pacto social, cada cual recobra
sus primitivos derechos y recobra su libertad natural”.

Cada individuo entonces, mediante el contrato social, el cual


es compromiso mutuo de la sociedad, posee una porción del poder
político en tanto “asociado”: “Respeto a los asociados, estos toman
colectivamente el nombre de Pueblo y particularmente el de Ciudadano
como partícipes de la autoridad soberana, y Súbditos por estar
sometidos a las leyes del Estado”. Dicho de otro modo, la persona tiene
tanto derechos, como deberes. De este modo, el gobernador,
presidente, quien dirige el Estado manifestaría la voluntad general. En
esta lógica, el soberano/gobernador/presidente que no cumpliera estas
directrices, debido a que debe su existencia a la legitimidad del

41
contrato, desnaturalizaría el mismo su investidura, en palabras del
autor citado: “sería destruirse, y lo que nada es, nada produce.”

A este respecto, se enfatiza en el libro que los hombres que


conforman la sociedad se hallan en condición de igualdad, nadie es
más o menos que otro. Se entiende al Estado como un organismo en
el cual cada persona es un “miembro del cuerpo”. Esto, debido a que
la sociedad es un tejido de voluntades cuyo objetivo es tanto la
conservación propia como la mutua. El contrato social no es entonces:
“…un convenio del superior con el inferior, sino del cuerpo con cada
uno de sus miembros; convención legítima, porque tiene por base el
contrato social; equitativa… es común a todos; útil, porque no puede
tener otro objeto que el bien general, y sólida, porque tiene como
garantía la fuerza pública el poder supremo.”

Se destaca a su vez, la limitación de poder del


soberano/gobernante/presidente en tanto representante de la voluntad
general: “por más absoluto, sagrado e inviolable que sea, no traspasa
ni puede traspasar los límites de las convenciones generales”. De esta
manera se pone de manifiesto que el poder en realidad no está en
quien dirige, sino en los contratantes, es decir, el poder está en la
población; y el gobernante es un delegado de la voluntad general.
Asimismo, señalamos que para el filósofo, el acto de quebrar el
contrato social por parte de la población es totalmente legítimo, en
tanto que los ciudadanos no se hallen conformes con la representación
o consideren que quien se halle al mando no cumple con la voluntad
general: “ante el representado desaparece el representante”.

Este comportamiento de subvertir o trastocar el orden, se


entiende en tanto se quiebren los objetivos del contrato social, la
conservación, la libertad, la propiedad y la igualdad: “no existe en el
Estado ninguna ley fundamental que no se pueda revocar, ni siquiera
el mismo pacto social, pues si todos los ciudadanos se reuniesen para
romperlo de mutuo acuerdo, es evidente el acto sería legítimo”.
“No sirve de nada que los privilegiados cierren los
ojos ante la revolución que el tiempo y la fuerza de los
acontecimientos han provocado. No por ello dejará de ser
real. En otros tiempos, el tercer estado era siervo y el orden
noble lo era todo. Hoy el tercer estado lo es todo, la nobleza

42
no es más que una palabra; pero bajo este término se ha
deslizado ilegalmente y por la única influencia de una falsa
opinión, una novedosa y despiadada aristocracia. Y el
pueblo tiene toda la razón en no querer en absoluto a los
aristócratas.”

Emmanuel-Joseph. ¿Qué es el Tercer Estado?

Emmanuel-Joseph Sieyès en el texto: ¿Qué es el Tercer


Estado?, realiza una dilucidación entre el tercer estado y la nobleza.
En principio considera que el llamado tercer estado, es la nación en su
conjunto y considera que la aristocracia no corresponde a la
comunidad nacional por su condición de privilegio. El autor asevera
que, en una sociedad, la condición de privilegio debe ser erradicada.
Este pronunciamiento es realizado con el objetivo de justificar la
participación del estado llano, en tanto, la sustracción de la
participación de la nobleza en la Asamblea Nacional, en el contexto de
la Revolución francesa.

En el orden del Antiguo Régimen francés, el estado se hallaba


dividido por estamentos, los cuales definían los roles sociales,
económicos, culturales y políticos. El denominado tercer estado o
estado llano, era la población general, quienes debían pagar impuestos
y no tenían acceso a cargos públicos; por otro lado, la nobleza, poseía
todas las ventajas de su posición social privilegiada, teniendo para
ellos la función pública y religiosa, además de hallarse librados de
pagarle al Estado alguna imposición pecuniaria. De modo que todo el
peso del sostenimiento económico del reino recaía sobre los hombros
de la población general, mientras un pequeño grupo se beneficiaba de
él.
El tercer estado, es definido por Sieyès como “todo”, “un todo
aherrojado y oprimido”, “la nación” por excelencia, siendo la nobleza,
“una carga”, un “humor maligno que mina y tortura la nación” cuyos
privilegios “inicuos” y “antisociales” se sostienen a expensas de la
verdadera nación. Las condiciones de diferenciación, de otredad, de
segmentación definen la estructura de poder de un grupo sobre el otro.
El autor señala: “Los puestos lucrativos y honoríficos se hallan
solamente ocupados por los miembros del orden privilegiado”, y

43
considera a esta condición de sometimiento como una agresión a la
población general: “tal exclusión no es sino un crimen social y una
auténtica hostilidad para con el tercer estado”.

Asimismo, considera que mantener ese sistema de


clasificación social provoca un estado de guerra potencial que perpetúa
“el odio o, más bien, la guerra civil latente que agita a todo pueblo
dividido en privilegiados y no privilegiados”. El trato vertical y no
empático hacia el tercer estado se manifiesta en ignorar las peticiones
y consideraciones de éste, juzgándolas como una falta de respeto:
quienes “disponen de todos los poderes, consideran las demandas de
los plebeyos como una falta de subordinación”

En esta situación abismal en el ejercicio del poder político, el


ilustrado considera al no privilegiado como responsable de su destino,
así como sugiere un espíritu levantisco tras la autopercepción de la
realidad que no solo contempla sino en la que se haya sumergido: “El
retraso del tercer estado me temo obedece al hábito del silencio y del
temor propios del oprimido. Lo que representa una prueba adicional de
la realidad de la opresión. ¿resulta acaso posible reflexionar
seriamente sobre los principios y el fin del Estado, sin sublevarse en lo
más hondo del alma contra la monstruosa parcialidad de las
instituciones humanas?”.

En este mismo sentido, considera que quienes se hallan en la


situación de poder crear una gran nación al poseer los conocimientos,
y la cercanía con los conceptos elevados prefieren dirigir el Estado
hacia la deriva en pos de sus intereses personales. Por tanto, Siéyes
considera que los privilegiados se verán juzgados por la historia por
esta actuación innoble contra sus semejantes: “unos hombres que,
situados en las más adecuadas circunstancias y pudiendo dictar a una
gran nación lo que es justo, bello y bueno, han preferido prostituir tan
soberbia ocasión a tenor de un mezquino interés de cuerpo, dejando
para la posteridad un ejemplo más de los prejuicios sobre el espíritu
público”

44
El autor considera que el orden social de privilegio genera
desigualdad35, restringe la libertad, y genera impunidad. La
desigualdad se manifiesta en las leyes, en el ejercicio de la ciudadanía
y en la restricción de la participación en la función pública y religiosa.
Veamos, el autor considera que los privilegiados “integran una clase
diferente y opuesta al tercer estado, puesto que “una comunidad no
puede ser sino un conjunto de ciudadanos que poseen idénticos
derechos sociales y políticos.” En ese sentido, asevera: “No constituye
sino una sangrienta burla pretender entenderlo de otro modo, creyendo
formar una comunidad reunión de la misma sala a ciudadanos que
poseen desiguales privilegios civiles y políticos.” Así, enfatiza que el
ordenamiento jurídico sometido al orden social de privilegio genera
inequidad, donde “los privilegiados hayan usurpado todos los puestos
honoríficos y lucrativos”, entonces se pregunta sobre la legitimidad de
las leyes impuestas por los aristócratas: “¿En favor de quién están
hechas? En favor de los privilegiados. ¿Contra quién? Contra el
pueblo.”

La ley generada por los privilegiados y para los privilegiados


en desmedro de la población general, resulta como una “abominable
distinción que, en el fondo, no pude parecer justa sino a quienes
proyectaren la comisión de algún delito”. Así pues, en el privilegiado, el
ejercicio de la ciudadanía no es legítimo, en este orden de ideas, un
privilegiado no tiene ciudadanía: “El privilegiado sólo puede estar
representado por su calidad de su ciudadano: pero en él esta cualidad
está destruida, está fuera de la ciudadanía, es el enemigo de los
derechos comunes”. El ejercicio de la ciudadanía solo le corresponde
a la población general, todo fuera de ello es usurpación por parte de un
grupo espurio: “todas las ramas del poder ejecutivo han caído en
manos de la casta que provee a la Iglesia, a la Toga y a la Espada. Una

35
“Las desigualdades de propiedad y de industria son como las desigualdades de edad,
sexo, estatura, color, etc. No desnaturalizan de ningún modo la igualdad de la
ciudadanía; los derechos ciudadanos no pueden atribuirse según las diferencias. Sin
lugar a dudas, estas ventajas especiales están bajo la protección de la Ley; pero no es
el legislador el que crea esta naturaleza, el que da privilegios a unos y los rechaza otros.
La ley no da nada, que protege lo que es, hasta que empieza a ser contrario al interés
común. Estos son los únicos límites a la libertad individual… todos dependen igualmente
de la ley, todos le ofrecen su libertad y su derecho a ser protegidos; y esto es lo que yo
llamo derechos comunes de los ciudadanos, en los que todos coindicen”. Sieyès,
Emmanuel-Joseph. (1789). ¿Qué es el Tercer Estado?
45
especie de espíritu de fraternidad o incluso de connivencia hace que
los nobles se prefieran entre ellos, y para todo, sobre el resto de la
nación. La usurpación, así, es completa: ellos reinan verdaderamente”

Así también, considera el autor que los privilegios cooptados


por un pequeño grupo no permiten el ejercicio de la libertad por parte
de la población general, puesto que ésta se encuentra restringida a
obedecer la voluntad de aquellos que se encuentran en la posición de
poder, de modo que en el desenvolvimiento de la cosa pública, su
voluntad y por lo tanto sus intereses, así como el desarrollo de su
proyecto de vida no les corresponde a sí mismos: “No se es libre
gracias a los privilegios, sino en virtud de los derechos del ciudadano
que a todos pertenecen por igual”. Por otro lado, los privilegiados
poseen impunidad tras la ejecución de actos contra la nación o contra
los bienes de la misma sin ningún tipo de castigo: “¿Por qué los
privilegiados, tras haber cometido los más horrendos crímenes,
escapan casi siempre a la pena correspondiente, privándose así al
orden público de los ejemplos más eficaces?”. A este respecto, el autor
realiza una pregunta que se puede ajustar a nuestros tiempos sin
mucha dificultad: “¿Por qué los agentes de la policía y la justicia ejercen
temblando sus funciones en lo que a los privilegiados respecta,
incluidos aquellos sorprendidos en flagrante delito, mientras tratan con
brutalidad extrema al pobre meramente sospechoso?”

Sobre el orden social de privilegio, considera el autor que: “Es


preciso neutralizarlo, restablecer la salud y avivar todos los órganos,
de modo que no forme más de estas combinaciones letales, capaces
de viciar los principios más esenciales de la vida”. Sin el orden
privilegiado “todo iría infinitamente mejor”. El orden social de privilegio
es “despreciable, monstruoso y destructivo de toda industria, enemigo
del progreso social, envilecedor del género humano en general”.
Finalmente, señala que “cualquier privilegio es injusto por naturaleza,
odioso y contrario al pacto social.”

Veamos entonces las causas, estas son la desigualdad, la


injusticia, la búsqueda y el mantenimiento de la paz, un gobierno que
se maneje con un poder arbitrario, el hacer sufrir a la nación por parte
del gobierno, la defensa de la libertad, la propiedad y la propia y mutua
conservación y el orden social de privilegio. Suena simple, entonces
46
que simplemente se respeten los derechos humanos, que se cumpla
en nuestro país el artículo 2 de la Constitución Política, eso sería
suficiente. Así de fácil ¿Lo es? Ya está escrito, solo hace falta que se
cumpla a cabalidad. Entonces ¿Cuál es el problema? ¿Por qué nuestro
país periódicamente tiene rebrotes de protestas y surgimiento o
avivamientos de grupos armados radicales?

La responsabilidad es de los decididores, de quienes se hallan


en la dirección ejecutiva del poder, y de los que escriben las leyes; pero
es la nación quien elige a estos individuos y hemos visto que estos son
quienes subvierten el orden establecido de la República. Casi todos los
presidentes del pasado inmediato se hallan en la cárcel, así como
tenemos congresistas recientes con investigaciones por pertenecer a
mafias, a organizaciones criminales ¿Por qué elegimos delincuentes?
No… ¿Por qué seguimos eligiendo delincuentes?

En Jirón de la Uníón, en el centro de Lima, frente a la Catedral


de Lima, el Palacio de Gobierno, Municipalidad de Lima, la Plaza de
Armas, con una voz aguardentosa, rápida y palpitante un hombre
camina con unos cuadernillos fotocopiados en papel bulkin, mientras
vocifera: “Manual del pendejo, lleve su Manual del pendejo” ¿Acaso no
es sintomático? Somos criollos pues, es una autocrítica, nos creemos
pendejos, Llamamos así al “vivo”, al “mosca” al que saca provecho de
otro. Así somos, admiramos a quien pueda sacar mayor provecho del
otro. Somos pendejos, somos criollos, y nos enorgullece serlo. La
forma en que se dirige y performa nuestra política es pendeja, es
criolla, es delictiva. Esos delincuentes si nos representan, por eso los
seguimos eligiendo, aunque nos roben porque al parecer muchos de
nosotros hemos normalizado que trabajar para el Estado es para robar.

De alguna manera nos movemos entre equilibrio y


autodestrucción, entre paz y la propia aniquilación. Aquí a quien es
honesto o hace o intenta hacer las cosas bien es un pavo, es un “sano”.
Aquí hay que ser lo contrario, estar “enfermo”, tener el alma podrida
para ser socialmente aceptado. Tal vez debamos preguntarnos ¿Si me
hallo en una posición de poder robaría? ¿Colocaría a mis familiares y
amigos en puestos públicos que nos les corresponden por mérito? ¿Si
soy un empresario pagaré a algunos candidatos a cambio de que creen
leyes a mi favor? ¿Me importará si mi mina mata niños llenándoles de
47
plomo la sangre o si daño al ecosistema haciendo que los ríos se
conviertan en fuente de muerte?

Nuestra naturaleza humana, peleando entre el Eros y el


Thanatos, esa búsqueda de sentir placer y displacer; entre bordes,
entre extremos. No cabe duda que viajar en el chosicano es un deporte
extremo y no deja de serlo porque no hacemos lo suficiente para que
no se siga arriesgando nuestra vida, es simple, sucede porque lo
permitimos. Es como si nos balanceáramos cómodamente entre
extremos y medios. Tal vez estoy siendo muy duro con nosotros
mismos debido a que nos hallamos a merced de nuestros impulsos
humanos más básicos… No, no lo creo, no somos solo animales,
somos en palabras de Aristóteles, animales políticos, de sociedad,
gregarios, así como también racionales, y es nuestro deber estar por
encima de los instintos de nuestro cerebro reptiliano. Cuando dañamos
la ciudad, la naturaleza, cuando robamos, hacemos daño a nuestra
especie, hacemos un país peor, del cual nos quejamos y hacemos lo
que solemos hacer, esperar a que venga otro tipo que represente lo
peor de nosotros para colocarlo en el poder. Si surge alguien que no
tenga investigaciones, pues se le inventa alguna. No se podría tolerar
a alguna persona sin manchas, el que no roba, el que no tima, debe
ser exterminado. Su existencia, su presencia nos mostraría nuestra
propia mezquindad, nos dejaría en evidencia.

Ni los partidos de izquierda, ni los partidos de derecha nos van


a salvar de nosotros mismos. Este también es otro rasgo nuestro, el de
esperar. Esperamos mesías, esperamos salvadores36. Nadie nos va a
salvar. Nos queda construir y seguir construyendo, siendo
responsables de nosotros mismos mutuamente. Tomar la posta y ser
ciudadanos de verdad, estar atentos, estar alertas. Mantener el Estado

36
El mesianismo y el milenarismo es parte de nuestra cultura ligada a fenómenos como
el eterno retorno como el uso del mito de Inkarri por parte del candidato Alejandro Toledo
quien mediante el uso de la chakana -figura milenaria de tenor cósmico, símbolo de
carácter andino, usado en la cultura Chavín y por los incas- y denominarse “Pachacútec”,
logró llegar a la presidencia presentándose a nivel de imaginario social como el
realizador de un nuevo pachakutiq, es decir, fue percibido a nivel de mitología andina
como renovador del mundo en un país donde el grueso de la población sufre
discriminación, el ex presidente se presentaba como una figura de cambio y de
reivindicación, además de comunicar el aura mítica de quien ostenta el prestigio de lo
sagrado.
48
de Derecho, de otro modo jamás llegaremos a ser una República de
verdad, si el ciudadano se halla distraído la moral política se diluye y
los valores se pierden mientras consumimos mucha cultura vacía que
habla mucho y dice poco o nada.

Debemos dejar de esperar dictadores o mesías. Los dictadores


no confluyen con las ideas, principios y valores democráticos por los
que se ha peleado tanto para tener esta República. Debemos dejar la
cruz en el relicario. Dejar de esperar a un Padre que lo solucionará todo
con su magia. Dejar de ser ovejas en busca de pastor. Ya no vivimos
errantes o bajo monarcas y ya no sacrificamos grasa de animales
rogando a dioses que se fueron y han de venir. Ellos viven en los cielos.
Nosotros vivimos aquí y lo más real que tenemos es nuestra sociedad,
nuestro país, nuestro planeta ¡Seamos ciudadanos!

El esperar la acción de un padre me recuerda a un texto de


Immanuel Kant, en donde compara la etapa previa a la Ilustración con
una condición de minoría de edad. Sugiere el filósofo que
abandonemos esa situación de dependencia de “minoría de edad”, en
este caso de esperar al padre, es decir esperar a un mesías que lo
solucione todo. Seamos ciudadanos, la humanidad se halla en su edad
adulta, se halla en condición de hacerse responsable del destino de
sus vidas individuales y colectivas. Separa al pastor, no eres oveja, sé
el pastor tú. Sino contribuyes a tu país, dejarás nuestro destino y el de
tus hijos en anomia, y serán los mismos de siempre, de los que nos
quejamos a diario quienes nos sigan gobernando, robando y
ultrajando, y este orden se sucede a sí mismo porque lo permitimos.
Continúo con Kant:

“Uno mismo es el culpable de dicha minoría de edad cuando


su causa no reside en la falta de entendimiento, sino en la falta de
resolución y valor para servirse del suyo propio sin la guía de algún
otro”. Solo nuestra pereza y cobardía son las causas por las cuales
“tantos hombres continúan siendo con gusto menores de edad durante
toda su vida.”37

37
Kant, Immanuel (1784). Contestación a la pregunta ¿Qué es la Ilustración?
49
“La danza negra empieza de nuevo y eres otra cabeza que insertar/
crece entre mediocres culpando a los demás/
siervo absoluto, obrero del engranaje de las farsas/
¡desde dentro! /
disidentes de autonomía culpan a su progenie/
nativos de nada, adoradores de la carne/
encadenas tus ojos, encadenan tus oídos, /
encadenan tus sueños/ ¡tus sentidos! /
No puedes huir, no hay a donde/
es mi karma, es tu karma, nuestro karma/
es mi especie condenante y condenada, ¡maldita!/
somos la mierda de la (cual) que te quejas/
eres la mierda (de la) que me quejo/
heredero de nada, tributante de todo/
tus iguales son "tus iguales" (pero) y más fuertes que tú/
corea al sistema y aliméntalo de ti/
la culpa es sólo tuya, no busques más culpables/desde dentro!/
no busques la mierda afuera, que la mierda está dentro.”38

38
Dios Hastío. Por servir al engranaje
50
IV. Principio de polaridad

"Cristo está entre los poetas... El hombre


fue para él lo que Dios para los
panteístas. Él fue el primero que concibió
la unidad de las diversas razas. Antes
que Él ya había dioses y hombres. Y Él,
sintiendo que en Él se habían hecho
carne, se llamaba a sí mismo unas veces
hijo de Dios y otras Hijo del Hombre"39

“La doctrina vincula a los individuos a


ciertos tipos de enunciación y como
consecuencia les prohíbe cualquier otro;
pero se sirve, en reciprocidad, de ciertos
tipos de enunciación para vincular a los
individuos entre ellos, y diferenciarlos por
ello mismo de los otros restantes.”40

Aprendimos a juzgar las cosas a partir del concepto binario: día, noche;
amor, odio; fuego, agua; oscuridad, luz, etc. Este principio cósmico,
también se haya en extremo en el misticismo judeo-cristiano, el cual,
como cultura nuestra, nos genera un dispositivo de interpretación como
principio de polaridad: el bien y el mal. Cabe mencionar que el
cristianismo, suele tomar tópicos y símbolos de otras culturas, el
decálogo mosaico de El libro de los muertos, los cuatro vivientes,
también de Egipto; el diluvio y el árbol de la vida de La epopeya de
Gilgamesh de Mesopotamia; o en este caso: el bien y el mal
manifestados en el zoroastrismo como Aura Mazda y Ahriman. En el
evangelio nos señalan que quien no está en el lado de Dios o en contra
de él, es un “tibio”: el vómito de dios todopoderoso; definiendo por
completo solo dos lados, la diada del yo/nosotros y el otro/los otros: el
bueno y el malo.

39
Wilde, Óscar. De profundis. 1897.
40
Pronunciado en 1970.Michel, Foucault. (1996). El orden del discurso. Madrid: La
Piqueta. Pp. 44.

51
El filtro de recepción valorativa dual, se hace presente en cómo
juzgamos o compremos al otro y a los otros; este filtro de conocimiento
es altamente etnocéntrico y genera segregación social, hace patente
la idea del enemigo, en quien no tiene la misma cultura, idiosincrasia o
civilización. Esto es sumamente fácil de entender en la frase popular
de carácter exhortativo: “-Habla en cristiano”. Se entiende lo propio
como lo correcto, lo real y lo ajeno como lo incorrecto, lo falso, e incluso
lo peligroso. Socialmente hablando el uso de esta herramienta
conceptual no permite la interculturalidad, puesto que se concibe la
cultura del otro o de los otros como una concepción mistificada del
mundo; mistificada intencionalmente por algún demonio, es decir, el
otro está siendo manipulado por el enemigo de Dios. La
pluriculturalidad se constituye en una afrenta al dios, al mismo tiempo
que se configura como un peligro para su comunidad; así como
también genera en ellos un sentimiento de interés en “salvar” a esos
otros, pues se hallan inmersos en ceguera. El cristianismo tiene así un
afán totalitario y excluyente de singularidades sociales distintas a la
suya.

El nosotros es todo aquello que es cristiano, se señala


peyorativamente como "pagano" a todo lo que no fuere de este grupo,
e incluso dentro del cristianismo hay divisiones, la más evidente es la
de los católicos y los evangelistas, se condenan entre sí: “¡Idólatras!”,
“¡Nuestra iglesia es la verdadera!”. Este dispositivo mental, los hace
ver casi como enemigos, y discuten una interpretación ligeramente
distinta de las Sagradas Escrituras. Es simple, entonces ¿no? Que lea
cualquiera la Biblia, pero el cristiano promedio no lee, y quien lee e
interpreta se haya bajo la conducción del pastor o sacerdote. Es que
sí, todavía hoy tenemos seres humanos que se consideran ovejas
simbólicamente; y en lo fáctico, necesitan lo que el pastor/sacerdote
diga como directriz de su vida, es que son ovejas no personas con libre
autodeterminación. Y cuando ven a un otro/diferente es pagano,
evangélico, un enemigo, un peligro para la comunidad ¿Debemos ser
enemigos por ser diferentes? ¿por pensar distinto? no lo creo. Es
necesario recordar el imperativo categórico de Jesús: Ámense los unos
a los otros, Ama a tu prójimo como a ti mismo. Juan escribió: Dios es
amor. En consecuencia, ama al otro, a quien no es como tú, Jesús no
vino por los santos, él mismo lo dijo, él andaba entre pecadoras y
52
rameras; además fue crucificado entre ladrones; y es más a uno de
ellos le reservó un lugar en el cielo. Jesús anduvo con "el enemigo" con
los "otros".

Otra herencia del pensamiento judeo-cristiano es el sacrificio, el mundo


será mejor, pero, en el paraíso, el reino de Dios no es de "este mundo",
las recompensas, la leche, la miel, el paraíso se halla luego de la
muerte, si eres bueno, si obedeces, si cumples el decálogo, si pagas
tus impuestos, si nunca te rebelas, porque el que se rebeló fue Lucifer,
y eso te convertiría en enemigo de Dios. Hay que imitar a Jesús, al
mesías, el sacrificio de Dios padre en nombre de la humanidad, en
nombre de su amor por la humanidad, el carnero degollado
apocalíptico, que lava con su sangre el pecado del hombre, es que el
hombre nace sucio con el pecado, y hay que hacerlo renacer en las
aguas, en el bautismo. Si eres un buen cristiano y sufres será porque
Dios te está colocando una prueba ¿¡Quién eres tú para quejarte!? Job
sufrió más y demostró su fe, solo, sometiéndose y asumiendo su
destino, porque solo Dios tiene de la dirección de la vida del hombre y
ni una hoja de ningún árbol se mueve sino es por voluntad de Él ¡Qué
honor ser un sacrificio o sufrir dolor tal como Jesús, al final, luego de
morir seremos felices y plenos, hasta que eso llegue, celebremos el
sufrir!

“Mi reino es de este mundo”41

¿Qué se espera de una civilización que durante casi dos milenios


contempla en calidad de fetiche un hombre crucificado de rostro
afectado con enfatizado patetismo, lleno de heridas, mirando al cielo?
El cristianismo no ha dejado de ser un sistema de adoctrinación para
mantener en sumisión y la ignorancia a los dominados y extraerles la
fuerza de trabajo, el dinero, la capacidad crítico-análitica y el espíritu
mismo. A nivel ciudadano, pocas veces se pronuncian contra injusticias
sobre derechos laborales, corrupción de funcionarios, la contaminación
ambiental o el maltrato animal. El cristiano promedio en nuestro país,
no parece usar la razón y la convicción política al realizar el sufragio,
sino parece ser guiados solo por fe; hay una contraposición
terriblemente dañina entre fe y razón /fe y convicción política; el

41
Vallejo, Cesar. El arte y la revolución. 1932.
53
fujimorismo ha usado esta diada a su favor desde sus inicios realizando
alianzas con este sector. Usar la fe y no la razón o la convicción política
en comicios es una renuncia a la responsabilidad para con el país y el
futuro del mismo. El fujimorismo se ha servido de una fe religiosa
enraizada en el lumpen desesperanzado y envilecido, que no mira
alrededor, a su realidad inmediata, no considera la realidad fáctica,
sino que considera su corporeidad y su rededor como algo efímero: su
reino no es de este mundo, pero sufragan en este mundo, se
desarrollan como todos, en el mismo entramado social, económico y
político. La fe debe dejarse a un lado al elegir representantes que van
a administrar la ciudad o el país. La fe debe dejarse de lado y dar paso
a la acción. ¿Qué es la fe sino tan sólo nuestra alma maravillada frente
a la creación, orgásmica muestra del capricho de la materia o
masturbación cósmica de algún dios en busca de gloria? El alma, así,
se encuentra en una estructura vertical de admiración, obnubilada, no
considera con claridad, y para elegir a un candidato eso es lo que
menos se requiere o volveremos a optar por aquellos que haciendo uso
de la musicalidad de las palabras, de quienes citan a los más
contundentes bardos nos enamoran y nos roban, mientras nuestra
alma se halla a flote en fantasías articuladas por los expertos en el uso
mágico de la retórica.

Roban y mienten /juzgan, condenan /no es fácil


obviar/cobardes basuras!!! /Se esconden tras máscaras,
/tras dioses y patrias /hijos de puta!!!
Nada debemos y sin embargo /nos pasamos la vida
pagando /captados al nacer para ser sólo esclavos...
Raza de gusanos, casta de esclavos /aceptándolo todo,
son sólo perros /sin voz para gritar, prefieren ser criados /y
servir hasta morir /Raza de Gusanos!!!
Ni tu fe, ni tu dios /valen un solo instante /Ni tu moral, ni tu
patria /valen un solo instante de Maldita libertad
Mis ojos nunca vieron, /la luz de la esperanza que otros
dicen conocer /Sólo era rencor, sólo furia que clama /que
siente que aguarda /malditos sean todos, maldito sea yo
/RAZA DE GUSANOS!!! 42

42
Dios hastío. Raza de gusanos.
54
Ingresé a una conferencia sobre liberalismo, pregunté: -¿El liberalismo
acaso no es también una ideología?. Uno de los ponentes respondió
que no, que el liberalismo es un concepto antiideología, debido a que
el concepto de ideología es un conjunto de ideas sistemáticamente
cerradas; que el liberalismo, básicamente, es el "sentido común". Lo
que me hizo recordar esta respuesta, no fue la "solidez" de su
argumento, sino su rostro, sus ojos se abrieron más, habló más alto,
como queriendo amedrentar, como los canes que ladran al ver que
alguien se acerca a su alimento, mostrando los dientes, gruñendo y
amenazando. Ese tenor fanático y necio también lo he oído en algunos
marxistas, en algunos evangélicos, en algunos católicos, en cualquiera
que defiende un dogma, ese rechazo visceral a cualquier cosa que
pudiera cuestionar sus fundamentos.

Ya he oído mucho sobre lo “anti”, aquello también es lo que niega; la


antipoesía, también es poesía, que el antiarte, también es arte, que la
antifil, también es una feria de libros, y entender que obviamente, una
ideología aun siendo denominada antiideología, también es ideología;
que la contracultura también es cultura. Lo que rescato por sintomático
es que, en su histrionismo, dijo: el liberalismo es el "sentido común".
Me pregunto cuántas personas podrían asumir esta apropiación de
filtro racional básico y universal a su ideología. Se ofrecían, los
liberalistas, como los únicos que pueden ver la realidad "real", que
todos somos miopes, y que ellos son los únicos con lentes de medida.
Hay cierta cualidad dogmática en estas posturas al igual que en las de
las izquierdas o las posturas religiosas.

De Hegel, los marxistas, toman como herramienta para interpretar la


historia en su conjunto, la dialéctica, una herramienta conceptual con
cierto tenor místico. El materialismo dialéctico se convierte para los
grupos de izquierda, por su solidez y profundo análisis de la cultura en
su totalidad, en una suerte de varita radiestésica que los llevará
irrefutablemente al comunismo. Y ha de aquel quien se atreva a
cuestionar ese fundamento, que para ellos es una verdad irrefutable,
una ley histórica y metahistórica, quien dude de ello es conminado a
ser denominado como reaccionario o revisionista ¿Cómo osa alguien
de cuestionar el "dogma" científico? Sí, dogma y ciencia no confluyen
en ningún sistema epistemológico ¿El materialismo histórico es una ley
universal? ¿La única interpretación válida es que luego del capitalismo
55
sigue el comunismo? ¿Acaso no es un exceso de confianza en un
"progreso" también ligado a esperanzas escatológicas del "fin de los
tiempos"? ¿Luego de capitalismo llega el paraíso comunista?

El liberalismo, tanto como el marxismo, base de las izquierdas, son


ideologías, las cuales son bases fundamentales del pensamiento y
sistemas de cada una. Las dos se ofrecen como salvadoras de la
humanidad, como respuestas cuasi-religiosas en las que se entretejen
postulados científicos con convicciones de fe. Las dos posturas ofrecen
mundos mejores, mundos posibles utópicos. Un mundo donde haya
libertad absoluta sin Estados intervencionistas o un mundo donde no
haya diferencias de clase. En la naturaleza misma se halla la necesidad
de diferencia como autodeterminación o afianzamiento del yo, como
una manera de identificación del ser uno mismo y no el otro. Sin
intervención del Estado simplemente regresaríamos a la ley del más
fuerte, a la barbarie, necesitamos un Estado que regule el bien común,
las leyes, los derechos, constituir un orden en este caos llamado vida
humana en sociedad, la cual necesita el uso y ejercicio de la razón para
ordenarse; este uso y ejercicio de la razón se hace patente en la
estructura del Estado, en una República, en una Democracia
participativa. No en un Estado Totalitario con castas, no en una
Monarquía, no un Estado en Dictadura, no en un Estado sin poder, a
merced de algunos.

El mercado se regula solo, Dictadura del proletariado. Hoy estas frases


son una suerte de mantras. Hoy el neoliberalismo y el comunismo son
mitos, metarrelatos. Si el mercado se regula solo y es la manera justa
e ideal para desarrollar en su dinámica un universo compuesto de
individuos ¿Es considerable o aceptable subir el precio del oxígeno o
medicamentos a precios exorbitantes cuando nos hallamos en la peor
crisis del siglo reciente? ¿Es más importante el beneficio lucrativo
inmediato de unos cuántos, por sobre lo que algunos neoliberales
denominan prójimo en un sentido bíblico? ¿El dinero es más
importante que la vida humana? Bajo este enfoque, el dinero y el
mercado se configura como resultado del mérito de quiénes se
esfuerzan más y quiénes ofrecen el mejor producto, pero ¿la vida
humana puede entenderse dentro de la dinámica del mercado, dentro
de la oferta y la demanda?

56
Lo peor que podemos hacer, es volver a creer que una izquierda o una
derecha nos va a salvar, es una tara del Siglo XX que no debemos
arrastrar, el enfrentamiento entre capitalismo y comunismo, todavía
hoy nos trae gran miseria. Ver a estas ideologías como una formula
milagrosa, como una doctrina insuperable no tiene ningún sentido. Esta
división ya causó guerras de carácter global; ya causó en nuestro país
el infame terrorismo, donde mediante una guerra interna fallecieron
tantas personas que todavía hoy no se tiene claro la cantidad de los
asesinados, tanto por el Estado, como por Sendero. Sino aprendemos
del siglo recientemente pasado ¿Para qué estudiamos historia en los
colegios?

Es sumamente anacrónico que hasta el día de hoy en el Congreso de


nuestro país contemplemos que se enfrenten la “derecha” contra la
“izquierda”. Parece ser que apenas se ha cortado la cabeza de Luis
XVI. Los congresistas se señalan “fachos”, “comunistas”. La economía
de nuestro país se llama Economía Social de Mercado, ésta surge en
Alemania, hoy potencia mundial, tomando lo mejor del Comunismo y lo
mejor del Capitalismo, por un lado, hay libertad de empresa, de
iniciativa privada tanto como regulación del mercado por parte del
Estado Entonces cabe preguntar ¿en nuestro país se cumple este
sistema? Estos congresistas, presidentes y postulantes a la función
pública se atacan entre sí frente a las pantallas y los micrófonos, pero
luego se toman fotografías juntos sonriendo. Eso de la enemistad
ideológica es solo una performance para polarizar, para dividir, para
lograr adeptos y evidenciar al “enemigo”.

Mientras al peruano promedio le hacen creer en una lucha ideológica,


los bosques siguen siendo talados, se asesinan a defensores del
medio ambiente, se suscitan más derrames de petróleo, la minería
criminalmente ejecutada envenena los ríos, matando animales,
enfermando personas; el grupo de poder de turno sigue sacando
provecho del erario nacional. Ni el Comunismo ni el Capitalismo
curarán la Tierra o acabarán con la corrupción, la responsabilidad está
en los ciudadanos, está en quién escribe esto y en quien lo lee. Lo peor
que podemos considerar es ser dogmáticos; el universo mismo, está
en cambio, nuestro cuerpo, nuestro espíritu, nuestros intereses, la
atmósfera, la tierra y de igual modo la realidad económica, política,
social y cultural.
57
"Necesitamos la Historia para la vida y para la
acción, no para apartarnos cómodamente de la
vida y de la acción o para venerar la vida egoísta,
la acción cobarde y malversada."43

“Siempre ha habido y siempre habrá


cambios de perspectiva sorprendentes,
completamente inesperados, que modifiquen
radicalmente el sentido de todo conocimiento
previamente adquirido. Ninguna visión del todo, y
en particular ninguna visión del todo de la vida
humana, puede alegar ser final o universalmente
válida. Toda doctrina, sin importar cuán final
parezca, será superada tarde o temprano por otra
doctrina”44

43
Nietzsche. Friedrich. Segunda consideración intempestiva.
44
Zygmunt, Bauman. Retrotopía. 2017.
58
V. Panegírico de la Política

“… el fin de la política es el bien supremo”45

“En la nación bien organizada el pueblo no vive


como el pasajero que descansadamente dormita en
su camarote y de cuando en cuando abre los ojos
para saber por curiosidad el número de leguas
recorridas: por el contrario, todos mandan, todos
trabajan, todos velan, porque hacen a la vez de
capitán, de tripulación y de pasajeros”46

Sepa hombre peruano, que usted es ciudadano, sin importar que lo


llamen poblador, morador o indígena usted es una persona con
dignidad, derechos y deberes, y no merece un gobierno que no lo
represente pues vive en una República democrática, aunque el
lenguaje de la prensa y la cultura mediática le indiquen lo contrario. Da
igual si usted vive en cualquiera de las ocho regiones de nuestro país,
es ciudadano, usted es agente de esta sociedad, de este país, es usted
responsable por omisión o por comisión de lo que suceda en su hogar.
Todos somos políticos, todos somos parte de la polis47, de la ciudad,
del Estado, es la nación quien dirige el país, la democracia, la
República: el poder emana del pueblo.

No existe, lo que se llama “político o políticos”, como un grupo de


personas que están destinadas entre sí a dirigir el país; no existe una
“clase política” como una suerte de grupo de individuos de carácter
inmanente y por sobre los demás ciudadanos. Lo que existe es la
nación y la voluntad de la nación, es decir, la voluntad de los
ciudadanos quienes eligen a sus representantes y si estos ya no los
representan pues los retiran, pues los ciudadanos, en palabras de
Rousseau son “partícipes de la voluntad soberana” o sea, el ciudadano
es tanto súbdito del poder tanto como soberano del mismo, siguiendo
con Rousseau en su Contrato social, éste se refiere al ciudadano en
una doble relación: “como miembro del soberano con respecto a los

45
Aristóteles. Ética Nicomaquea.
46
Gonzales Prada, Manuel. Perú y Chile. Circa 1879-1883.
47
Polis: denominación que se le otorgaba a las ciudades estado en la antigua Grecia.
59
particulares y como miembro del Estado respecto al soberano”. El
poder no es de los políticos o del soberano, sino de la nación/pueblo,
pues es su voluntad la que elige sus representantes en el Congreso o
en la Presidencia.

Todos somos políticos, el poder es nuestro, no de algunos que visten


en terno o sastre y se sientan en un curul o de quien ciñe la banda
presidencial, el poder es de la señora que vende caramelos en las
calles, del estudiante de colegio estatal sin tablet con internet, de los
hijos de los comerciantes que asisten a universidades estatales y
privadas, de los intelectuales, de los no intelectuales, del cobrador de
combi, de los trabajadores a quienes en pandemia se les ha reducido
el sueldo; es de esas familias de donde sale el dinero para sostener el
país, no solo de algunos limeños que miran con desprecio a quienes
consideran a los otros como mano de obra barata. Y sí, a 200 años de
la supuesta independencia, aún hoy somos un país, una sociedad, una
república en formación.

“-¿Eres gente u otra cosa?”48

Recordemos un poco a Aristóteles, en La Política, el filósofo consideró


que: “el hombre es por naturaleza un animal político” y así también
llamó a quien no necesitara de una Ciudad o un Estado como “una
bestia o un dios”. De modo que, el hombre como tal, civilizado, no
bárbaro, vive, convive y necesita de los demás para poder lograr sus
objetivos. El hombre requiere de otros para comerciar, producir,
comprar, vender, construir, destruir, crear; a menos que se
autosuficiente, ese es el caso de quienes son denominados bestias o
dioses.

En este sentido, en Ética nicomáquea, afirma: “el hombre es algo que


pertenece a la ciudad”. Entiéndase ciudad, como Estado o País, como
“comunidad política” ¿Qué puede suceder en un país donde el
ciudadano en ejercicio se segrega a sí mismo de su ciudad? ¿Puede
un ciudadano, dejar de ser ciudadano? Como vemos, semánticamente
es un contrasentido. Una persona no puede ser “apolítica”, al
considerarse uno bajo este rótulo, lo que se está haciendo es dejar a

48
José María Arguedas. El sueño del pongo.
60
la deriva la dirección de su ciudad, de su país, de su hogar. Tal vez es
más cómodo ser apolítico, es decir, ser un ciudadano que se
autosegrega de su ciudad; una bestia que se mira al ombligo, un
hombre que se mira el ombligo.

El ser apolítico, el hallarse en un estado total de mirar el sí mismo, es


contraproducente, y como hemos determinado, es un despropósito. El
meditar, el orar, el tener fe, un modo de equilibrar el interior no cabe en
el ser apolítico, en tanto, no olvides o dejes de lado que vives en una
comunidad política, que el desarrollo del hombre se realiza en relación
a los demás. Tal vez si un grupo de personas en una ciudad lejana
realizan un bloqueo de carretera como manifestación en defensa de
sus derechos ciudadanos y humanos no te afecte de manera
inmediata, y lo dejes pasar, pero ¿no tendrías empatía, ante un ser
humano, o varios seres humanos, personas con iguales derechos que
tú al verles sufrir? Tal vez el apolítico, se asuma como ciudadano el día
en que se le recorte algún derecho laboral, cuando no tenga áreas
verdes donde ir a jugar con sus hijos, cuando a su ciudad ya no llegue
agua potable qué beber para él, su esposa o sus hijos. Ser apolítico es
como sentarse y encender la TV, mientras en el cuarto de a lado, están
matando o violando a tu hija; y en el otro, raptando a tu hijo; y en la
cocina el caño abierto y las hornillas encendidas.

“… el hombre cuando llega a su perfección,


es el mejor de los animales, así también es
el peor de todos cuando está divorciado de
la ley y la justicia”49

La ley y la justicia no existen de manera espontánea en la naturaleza,


la ley y la justicia surgen como un orden creado por el hombre dentro
de una comunidad política, dentro de una sociedad, una ciudad, una
nación, un país. Sin estado no hay ley y justicia; es consustancial a la
ciudad o estado el derecho: ubi societas, ibi ius. Continuemos con
Giovanni Sartori y algunos apuntes sobre la polis en la Grecia antigua:
“Solo porque el hombre vive en la polis, y porque la polis vive en él, el
hombre se realiza completamente como tal”50; el hombre solo lo es en

49
Aristóteles. La Política.
50
Sartori, Giovanni (2013). La política. Lógica y método en las ciencias sociales.
México D.F.: Fondo de cultura económica.
61
tanto su cualidad de agente en la sociedad, se nos muestra el Estado
como una entidad totalitaria que es en tanto el hombre participe de ella;
y el hombre se realiza como tal en plenitud, solo como agente de la
sociedad.

Sartori, en su libro: La política. Lógica y método en las ciencias


sociales, nos ofrece también, la concepción griega de la vida:

Una concepción que hacía de la polis la unidad constitutiva


(indescomponible) y la dimensión completa (suprema) de la
existencia. Por lo tanto, en el vivir “político” y en la
“politicidad”, los griegos no veían una parte o un aspecto de
la vida; la veían en su totalidad y en su esencia. Por el
contrario, el hombre “no político” era un ser defectuoso, un
idion, un ser carente (el significado originario de nuestro
término “idiota”), cuya insuficiencia consistía precisamente
en haber perdido, o en no haber adquirido, la dimensión y la
plenitud de la simbiosis con la propia polis. Brevemente, un
hombre “no político” era simplemente un ser inferior, un
menos-que-hombre.

En ¿Qué significa hacer política? de Norbert Lechner texto que data de


1982, el autor asevera que “no existe una significación única y
permanente de lo que es hacer política”. Eso lo podemos ver
claramente, en tanto nos imaginemos cómo se hacía política en Grecia,
por ejemplo, un declamador a todo pulmón en el mercado, un rey
enviando un ejército a invadir un país para apropiarse de sus recursos
y sus mujeres, Thiers deslegitimando la monarquía desde su periódico,
los peruanos que hoy mediante redes sociales convocando marchas o
manifestaciones en el Congreso o frente a Palacio de Justicia. Lechner,
nos indica también que una persona dedicada profesionalmente toda
su vida al quehacer de la administración de la ciudad o para el militante
de un partido o el ciudadano común el “hacer política” le es distinto, así
también afirma: “Todo hombre hace política”.

La política no solo se hace desde las urnas, la política se hace también


en las calles; se manifiestan los campesinos cuando las leyes abusan
de su fuerza de trabajo; los trabajadores de las transnacionales que
forman un sindicato para proteger y hacer respetar sus derechos
laborales; la política se hace en casa conversando con los hijos, con
62
los hermanos acerca de las actuaciones de los representantes,
formando partidos, uniéndose grupos para rechazar la tortura animal,
denunciando ante el Poder Judicial las actuaciones racistas en los
medios de comunicación. La política se hace con partidos políticos, sin
partidos políticos, con representantes o sin ellos. Así pues, citando a
Lechner: “La política es pública, es asunto de conocimiento y acceso
general”

En el área del Derecho se define “la “política” como la actividad humana


destinada a ordenar jurídicamente la vida social, pues tiene por objeto
mediante dichas acciones crear, obtener, influir, conservar, modificar o
extinguir el Poder, la organización de éste, o el orden social donde
dicho poder es ejercido”51 Los ciudadanos somos partícipes de la
voluntad soberana, todos somos políticos; en nosotros está el
mantener el orden de nuestra ciudad, de nuestro país. Tal como afirma
Aristóteles: “el ciudadano en sentido absoluto por ningún otro rasgo
puede definirse mejor que por su participación en la judicatura y el
poder”52

“Es cosa amable hacer el bien a uno solo;


pero más bella y más divina es hacerlo al pueblo y
las ciudades.”53

“…el mayor castigo para el hombre de bien, cuando


rehúsa gobernar a los demás es el verse gobernado
por otro menos digno…”54

51
Lafferriere, Augusto. (2020). Curso de derecho politico. Paraná: Universidad Católica
Argentina.
52
Aristóteles. La Política.
53
Aristóteles. Ética Nicomaquea.
54
Platón. La República.
63
VI. El símbolo del enemigo

“... a nadie le importa


lo que dicen los proletarios...
no se hace caso nunca...”55

Los objetos de la realidad son una masa caótica, lo que hacemos es


abstraerlos en una suerte de poliedro, donde cada polígono es un área
del conocimiento. Al ser cada polígono un constructo cultural,
corresponden a cómo interpretamos la realidad según herramientas
conceptuales propias. De modo que se desprende de este esquema
dos principios fundamentales: la realidad que conocemos-
interpretamos es de carácter homomensurado; y no podremos
contemplar el “todo” a la vez, sino a través del tiempo. Mientras giremos
el poliedro podremos ver, según nuestro ánimo y capacidad, un solo
polígono o algunos polígonos a la vez -la contemplación de cada área
del conocimiento de la realidad se extiende en un lustro o más en
promedio-, de igual modo, haciendo uso de mayor esfuerzo podríamos
llegar a conocer todos los lados del prisma, pero tomemos en cuenta
que este denuedo y constancia requiere mucho más tiempo,
dedicación, reflexión y conocimiento -esto puede tomar toda una vida-
. La contemplación, de cerca; la reflexión a distancia. El involucrarse
suele provocar pérdida de perspectiva.

Ernst Cassirer, en su libro Antropología filósofica, en el apartado Una


clave de la naturaleza del hombre: el símbolo, desarrolla su concepción
del ser humano como animal simbólico. El filósofo parte del análisis de
Von Uexcküll y su explicación acerca de los organismos vivientes de
donde extrae, entre otras, estas dos ideas:

a. Las experiencias, por lo tanto, las realidades de dos


organismos diferentes son inconmensurables entre sí. En el
mundo de una mosca… encontramos solo “cosas de mosca”,

55
Orwell.1984.
64
en el mundo de un erizo de mar encontramos sólo “cosas de
erizo de mar”56
b. Los organismos poseen un determinado sistema “receptor” y
un determinado sistema “efector”. El organismo no podría
sobrevivir sin la cooperación y equilibrio de estos dos sistemas.
El receptor, por el cual una especie biológica recibe los
estímulos externos y el efector por el cual reacciona ante los
mismos se hallan siempre estrechamente entrelazados. Son
eslabones de una misma cadena… como un “círculo
funcional”57

Este primer dato, nos recuerda la frase de Jenófanes “si los toros
tuvieran dioses, tendrían forma de toro”, puesto que los seres vivos
aprehendemos según nuestro equipamiento orgánico, fotorreceptores,
termorreceptores y demás. Asimismo, nos indica que nuestra manera
de interpretar la realidad es de carácter antrópico, pues nos usamos a
nosotros mismos para explicar el sistema de cosas y los objetos
cognoscibles mediante la razón, la cual, es la herramienta con la que
abstraemos el mundo. Sobre el segundo punto, vemos que
complementa al primero puesto que, vemos en este círculo funcional,
de receptor y efector, el cómo nos relacionamos con la realidad,
recibiendo, almacenando y analizando la información para luego
reaccionar a los estímulos recibidos. En este sistema dual, Cassirer
señala la existencia del sistema simbólico, como sigue:

Entre el sistema receptor y efector, que se encuentran en


todas las especies animales, hallamos en él como eslabón
intermedio algo que podemos señalar como sistema
“simbólico”58

Cassirer señala que el hombre ha desarrollado a través de los siglos -


de evolución-, la adquisición de simbolizar, la cual “transforma la
totalidad de la vida humana”, y afirma: “Comparado con los demás
animales el hombre no sólo vive en una realidad más amplia sino, por
decirlo así, en una nueva dimensión de la realidad”. Así, el autor indica

56
Ernst Cassirer (1968) Antropología filosófica. Una introducción a una filosofía de la
cultura. México: Fondo de Cultura Económica. 25
57
Idem Pp. 25.
58
Ibidem. Pp. 26.
65
que la acción-reacción al estímulo en organismos menos complejos
que los humanos es de carácter inmediato y directo, pero en el caso
del ser humano: “la respuesta es demorada, es interrumpida y
retardada por un proceso lento y complicado de pensamiento”. Como
explican los libros de psicología de nivel escolar, el pensamiento está
conformado por dos elementos las palabras y las imágenes. Estos dos
elementos son por su naturaleza, de carácter simbólico, las palabras
no son sino abstracciones consensuadas para referirse algún objeto
físico o conceptual, y las imágenes que se almacenan en nuestra
memoria son de tenor evocatorio, no son solo punto, línea, colores y
formas. El filósofo señala que el ser humano “no vive en un puro
universo físico sino en un universo simbólico.” y continúa afirmando lo
siguiente:

El lenguaje, el mito, el arte y la religión constituyen parte de


este universo, forman los diversos hilos que tejen la red
simbólica, la urdimbre complicada de la experiencia humana.
Todo progreso en pensamiento y experiencia afina y refuerza
esta red. El hombre no puede enfrentarse ya con la realidad
de un modo inmediato; no puede verla, como si dijéramos,
cara a cara. La realidad física parece retroceder en la misma
proporción que avanza su actividad simbólica. En lugar de
tratar con las cosas mismas, en cierto sentido, conversa
constantemente consigo mismo. Se ha envuelto en formas
lingüísticas, en imágenes artísticas, en símbolos míticos o
en ritos religiosos, en tal forma que no puede ver o conocer
nada sino a través de la interposición de este medio artificial.
Su situación es la misma en la esfera teórica que en la
práctica. Tampoco en ésta vive en un mundo de crudos
hechos o a tenor de sus necesidades y deseos inmediatos.
Vive más bien, en medio de emociones, esperanzas y
temores, ilusiones y desilusiones imaginarias, en medio de
sus fantasías y de sus sueños. ¨Lo que perturba y alarma al
hombre -dice Epicteto-, no son las cosas sino sus opiniones
y figuraciones sobre las cosas.¨59

Con base en el pensamiento de Cassirer, me interesa analizar la


bandera de la Unión soviética y el cómo, tras su uso y desuso, nos
proporciona al día de hoy una lectura simbólica que se me torna

59
Ibidem. Pp. 27.
66
importante en tanto un filtro binario de amigo-enemigo. Veamos, la
bandera consta de ser un rectángulo rojo y presenta en su lado
izquierdo superior una hoz y un martillo superpuesto en un matiz de
amarillo. En nuestro país, se usó esta bandera para emular el
pensamiento comunista de la URSS60, tanto como para adoptarse
como símbolo de Sendero Luminoso, grupo terrorista que asoló
nuestro país en el pasado reciente, el cual tras realizar homicidios y
destrucción de comisarias, dejaban pintas con alusiones a la lucha
armada donde yuxtaponían la hoz y el martillo como “firma”. De modo
que es absolutamente entendible que personas que sufrieron violencia
por parte de este grupo cuando ven estas figuras superpuestas
expresen un rechazo visceral hacia ellos.

Bien, ahora veamos los signos: la hoz, y el martillo. Alejados de las


recientes luchas, digamos que, en puridad, la hoz, es la herramienta
de trabajo del campesino, y el martillo, la herramienta de trabajo del
obrero;
de modo que la hoz y el martillo simbolizan al hombre que trabaja, con
su cuerpo, con sus manos. A este respecto, por contaminación
histórica, vemos un rechazo, a la hoz y el martillo superpuestos, pues
rememoran hechos que todos rechazamos y consideramos a toda
costa, irrepetibles. Asimismo, nos es necesario entender el cómo
recepcionamos a los trabajadores y trabajadoras. En este sentido
debemos recordar lo siguiente. Heredamos de Grecia el valorar de
manera distinta el trabajo con las manos61 y el trabajo con la mente,
tanto como a quienes trabajan con las manos y a quienes trabajan con

60
Es importante señalar que el Partido Comunista Patria Roja también hace uso de la
bandera como símbolo del partido, pero no tienen como guía el pensamiento Gonzalo.
61
“…a partir de finales del siglo V comenzó la polis a clasificar las ocupaciones según
el esfuerzo requerido, y así Aristóteles calificaba esas ocupaciones ¨en las que el cuerpo
más se deteriora¨ como las más bajas.” Y continúa, afirmando: “La opinión de que labor
y trabajo eran despreciados en la antigüedad debido a que sólo incumbían a los esclavos,
es un principio de los historiadores modernos. Los antiguos razonaban de manera
totalmente distinta; creían que era necesario poseer esclavos debido a la servil
naturaleza de todas las ocupaciones útiles para el mantenimiento de la vida” Si por un
lado se valora estas actividades para mantenimiento de la vida, éstas eran realizada por
los esclavos; a los cuales no se les engrandecía o enaltecía sino solo se les confinaba a
las actividades productivas en un orden que podríamos llamar de clase. Hannah Arendt.
(2019). La condición humana. Bogotá. Paidós. Pp. 109.
67
la mente. Por otro lado, los trabajadores y trabajadoras62 del campo,
tanto como trabajadores de fábricas y talleres, albañiles, carpinteros,
etc; son valorados de modo desigual al punto de que quienes trabajan
con sus manos y su cuerpo poseen una contraprestación económica
menor a quienes trabajan con su mente. Además de ello, en nuestro
país, desde el periodo virreinal, esta división laboral, fue realizada en
tanto la raza-la república de españoles y la repúblicas de indios-; unos
trabajaban con la mente y los otros con el cuerpo. Quienes eran
sometidos a la producción de bienes y servicios económicos se
hallaban no en situación laboral propiamente dicha, pues no recibían
dinero por su trabajo, sino más bien eran explotados por la república
de españoles, tanto los denominados indios, negros y luego los culíes
en el Siglo XIX, siendo ya República. Cabe mencionar que en la
denominada por Jorge Basadre, República aristocrática, se estafaba a
los trabajadores, llevándolos a la explotación mediante el enganche, y
en la selva -en el periodo de la explotación del caucho- se registró el
uso de correrías, en donde se perseguían a los nativos para obligarlos
a realizar labores sin remuneración63

Sobre el Infierno de Putumayo: Cuando visité la región vité


el testimonio de este hombre, que estaba en mi poder, como
la evidencia del mismo y fue ampliamente confirmado por

62
A este respecto nos interesa resaltar que la investigadora Remedios Zafra
conceptualiza la vida y el trabajo como una díada inseparable, la vida humana se
desarrolla con el objetivo que generar recursos económicos para subsistir, vivir y/o en
busca de calidad de vida. Asimismo, las vidas/trabajo de los trabajadores y trabajadoras,
se halla envuelto en la precariedad económica, laboral, vivencial y ecológica, provocando
angustia y ansiedad sobre todo en un país como el nuestro donde no existe estabilidad
laboral. “…el malestar contemporáneo tiene un claro foco de tensión en la tríada de
precariedad, contingencia y ansiedad, cuando los trabajadores se convierten también en
producto, pero justamente en ellos reside una suerte de malestar necesario y
perturbador.” Remedios Zafra. El malestar de la cultura. Revista Arcadia. Ed. 168. 29 de
octubre de 2019.
63
“El del caucho fue un sistema de explotación salvaje, primitivo y silvestre, que
depredaba recursos y expoliaba a los nativos y a los serranos enganchados que se
llevaba a trabajar a la Amazonía. Los trabajadores eran sometidos a un sistema de virtual
esclavitud y de limitaban a recoger el caucho de los árboles en condiciones de total
aislamiento. Como entre los nativos de la región no se había desarrollado una
sensibilidad por el salario, los empresarios caucheros recurrieron a ¨incentivos negativos¨
para estimular el trabajo, como el castigo físico, la extorsión y el secuestro.” Carlos
Contreras & Marcos Cueto. (2018) Historia del Perú contemporáneo. Desde las luchas
por la Independencia hasta el presente. 5ª Ed. Lima: IEP. Pp. 223
68
uno de los súbditos británicos que examiné, quien estaba
acusado de la flagelación de una joven indígena, a quien el
hombre al que me refiero mató después, cuando, luego de
la flagelación, su espalda se pudrió de tal manera que estaba
¨llena de gusanos¨… Los indígenas eran azotados no
solamente debido a una disminución de caucho, sino
también, y aún más cruelmente, si se atrevían a escapar de
sus casas para fugarse a una región distante y librarse juntos
de los trabajos que se les habían impuesto. Si los fugitivos
veían capturados se los torturaba hasta darles muerte
mediante los brutales azotes, ya que la fuga era considerada
como ofensa capital.64

Cabe mencionar las recientes marchas -2020- en Virú e Ica, donde los
trabajadores del área agrícola tomaron medidas de fuerza por una ley
que no garantizaba sus derechos laborales, sino que los expoliaba, en
plena pandemia, salieron a las calles a cerrar carreteras; y fueron
reprimidos por la policía, en donde se produjo el saldo de varios
trabajadores asesinados; o aquellas otras donde regularmente mineros
llegan hasta Lima a reclamar que no se cumplen sus derechos
laborales y son expuesto al peligro, tanto ellos como sus familias,
además de denunciar el daño ecológico por la minería ejecutada de tal
manera que contamina la tierra y el agua, de modo que los animales
que son su sustento, mueren, y del mismo modo sus hijos. Frente a
ello, los grandes medios de comunicación, les prestan atención por
menos de 15 segundos como hechos aislados y sin importancia o en
el peor de los casos que es lo normal, ni siquiera les prestan atención
y los televidentes ni nos enteramos qué sucedió en tal o cuál
departamento con respecto a los efectos de los metales pesados en
algunas regiones: y en otros casos no nos interesa, pues, nos
entretenemos con los programas de espectáculos donde se presenta
a la última pareja de moda, sus rupturas y sus infidelidades como lo
más importante y urgente qué atender.

El maltrato y la invisibilización de éstos, recibido por estos grupos


segregados y explotados con fines económicos con base en su
distinción de raza, pervivió o pervive hasta el día de hoy en nuestra

64
Carlos Contreras & Marcos Cueto. (2018) Historia del Perú contemporáneo. Desde las
luchas por la Independencia hasta el presente. 5ª Ed. Lima: IEP. Pp. 224
69
sociedad de pensamiento cuasi-virreinal en términos axiológicos y
fácticos en cuanto a la discriminación racial en la búsqueda de
empleos, donde se disgrega por apellido o color de piel, y otro tanto
por la preparación académica o habilidades para el trabajo solicitado.
A este respecto citamos el trabajo reciente de Marco Avilés:

II. Los ingenieros de apellido Colque Huamancuri y Bresciani


Camogliano envían sus hojas de vida a una empresa para
competir por el mismo puesto. ¿A quién llaman los
reclutadores para la entrevista de trabajo? Un equipo de
investigadores de la Universidad del Pacífico realizó este
experimento para medir la influencia del racismo en el
proceso de contratación de personal en empresas privadas.
La investigación se llama «Discriminación laboral en Lima: el
rol de la belleza, la raza y el sexo» y para realizarla crearon
unas 5.000 hojas de vida ficticias y las enviaron a compañías
que buscaban empleados. Los postulantes de apellidos de
origen europeo y tez blanca que postulaban a puestos
profesionales recibieron 120% más de respuestas positivas
que los postulantes de tez marrón y apellidos indígenas. Es
decir, cuando las compañías buscan profesionales, prefieren
con mayor frecuencia a las personas blancas que a las
cholas.65

De modo que podemos apreciar este fenómeno de carácter axiológico,


del cómo valoramos a un grupo por su raza; origen y apellidos; y
carácter somático, como el color de piel, para definir su posición
laboral. Como hemos visto, este fenómeno tiene una raigambre
virreinal imperialista que se extiende incluso hoy en el bicentenario de
la república peruana. Así pues, regresando a los signos, hoz y martillo,
concluimos lo siguiente: el uso de estos signos, en el imaginario
colectivo, pasaron de ser el símbolo de la bandera de la URSS a ser el
símbolo del grupo terrorista Sendero luminoso; con la implicación de
que tanto la hoz y el martillo, siendo herramientas de campesinos y
obreros, se les sumó por contaminación, a este grupo de trabajadores
y trabajadoras, ya segregados por raza a condiciones laborales

65
Marco Avilés. Lo bueno, lo malo y lo cholo Postales sobre el racismo desde el Perú
(2017-2019). Revista Nueva Sociedad. Nº 292 / Marzo - Abril 2021. Recuperado de
https://nuso.org/articulo/lo-bueno-lo-malo-y-lo-cholo/?fbclid=IwAR2rGZpWeL1JTmw-
OJAhJait-94o2neTRCAEm8dXYcT3kGAtQFa_Mu8Ks6I 20 de abril 2021
70
pauperizadas y explotación, una marca de injuria en una lógica del
símbolo del enemigo. De este modo se entiende que cuando estos
grupos de trabajadores y trabajadoras salen en marchas y en protestas
justas; en principio, la reacción sea de rechazo, incluso por parte de
personas que se hallan en ese grupo de trabajadores y trabajadoras
que realizan actividades económicas con las manos y con el cuerpo;
puesto que la violencia desatada anudada a este símbolo caló en
nuestra memoria colectiva; y partimos de este filtro dual amigo-
enemigo para valorar y legitimar. Por todo ello, cuando se ven
campesinos y trabajadores en sindicatos o reclamando el cumplimiento
de los derechos ya escritos en el ordenamiento jurídico se les
estigmatiza como el adversario, como los “rojos”, portadores de
destrucción, de desorden y caos.

-…Además, no sé si a ustedes les pasa,


pero yo siento rabia cuando veo a la
Policía disparando contra campesinos y
obreros inocentes.
-Har, eso siempre ha ocurrido y no es la
primera vez66

66
Rodolfo Ybarra (2020) Revolución caliente.
71
VII. Naturaleza humana

“Sobre los cuellos las cadenas,


domesticando al animal. Sobre las almas,
la condena de nuestro instinto criminal”67

"Mi enemigo soy yo... Debo evitar


alimentar al monstruo que vive conmigo,
debo evitar alimentar al monstruo en que
me has convertido."68

En este apartado del texto se analizará la agresión humana mediante


el análisis de algunos autores clásicos y otros contemporáneos. El
objetivo principal es determinar qué motivos ocasionan que una
persona o un grupo de personas tiendan a reaccionar de manera
violenta frente a las circunstancias en las que se hallan inmersas
generando acciones que resulten lesivas a sus semejantes, el enfoque
que le daremos a este punto es amplio y genérico puesto que
consideramos a la humanidad como una entidad unitaria en lo biológico
(el ADN) en tanto pues que las personas que actualmente vivimos en
ciudades o en no ciudades pertenecemos a la misma especie, es decir,
que compartimos un pasado común, el de la historia de la humanidad.

Me parece necesario iniciar con el comportamiento de los organismos


unicelulares de donde podemos aprender mucho en tanto la
conservación de sí mismos y su reacción frente a un estímulo que le
causara algún daño. En el caso de los seres microscópicos apreciamos
que frente a la necesidad de alimento o de protección es que se
manifiestan violentamente, es decir, que un organismo unicelular
emplea la violencia para alimentarse con otro ser unicelular y para
protegerse de otro ser cuya intención es fagocitarlo. Simplificando: el
alimento, la supervivencia, la autoconservación es lo que genera el
ejercicio de la violencia en estos seres.

A este respecto, Laborit explica: "la única razón de ser de un ser es la


de ser, la de conservar su información-estructura y sea cual fuere la

67
Cuchillazo. Alacrán.
68
Árboles en llamas. San Expedito.
72
riqueza de su comportamiento, allí reside su "teleonomia" su Único
producto, sin lo cual no habría seres.”69 De manera tautológica
entonces se desprende que el fin de los seres vivos es, en este nivel,
su existencia, y en tanto algún estímulo externo melle su equilibrio
homeostático, éste ejercerá violencia para mantener su propia
estructura. Esta es la característica de seres vivos a nivel micro,
veamos ahora que sucede con la humanidad.

Hace 2.5 millones de años surge el género homo en África, desde


donde hace dos millones de años se extienden a Eurasia. Hace 200
000 años surge la especie Homo sapiens, nuestra especie, una entre
otros humanos ahora extintos, cabe señalar que un ser humano de otra
especie fue contemporánea a nosotros hasta hace 30 000 años, el
Neanderthal. Ya hace 20 000 años en promedio es que nuestro género
se halla en todos los continentes: y es alrededor de hace 12 000 años
que recientemente vivimos en ciudades. Vivimos como cazadores
recolectores nómades -bandas- durante 190 000 años de nuestra
historia, por lo tanto, tenemos mucha de esa herencia conductual aún
hoy.

Yuval Noah, en Sapiens, de animales a dioses, de 2018 en el epígrafe


Un animal sin importancia, nos ofrece una imagen del género homo de
hace 2 millones de años:

En una excursión por África oriental hace dos millones de


años, bien pudiéramos haber encontrado un reparto familiar
de personajes humanos; madres ansiosas que acariciarían
a sus bebés y grupos de niños despreocupados que jugarían
en el fango; adolescentes temperamentales que se
enfadarían ante los dictados de la sociedad, y ancianos
cansados que solo querrían que se les dejara en paz;
machos que se golpearían el pecho intentando impresionar
a la belleza local, y matriarcas sabias y viejas que ya lo
habrían visto todo. Estos humanos arcaicos amaban,
jugaban, formaban amistades intimas y competían por el
rango social y el poder… pero también lo hacían los
chimpancés, los papiones y los elefantes.

69
Varios autores. (2000). La Violencia y sus causas. Unesco. Pp. 50
73
Esto es lo que hemos sido y en parte también lo que aún somos, y no
se puede borrar como si fueran fotografías o perfiles de Hi5. Esta
comunidad fabulada por Yuval Noah tiene validez en tanto que, como
señala en la parte resaltada en negrita, estas conductas nos hermanan
con otros animales, otros mamíferos. Es necedad negar nuestra
relación familiar con los demás seres dotados de vida y conciencia que
nos preceden. Al igual que ellos, nos vestimos con ropas llamativas
para llamar la atención de la pareja, o buscamos mostrarnos
saludables y vigorosos con el mismo objetivo-plumaje de pavo real,
danza de cortejo, peleas por las hembras para demostrarles que quien
venza es capaz de protegerlas y darles crías saludables-, las crías
humanas le dedican varios años al juego a modo de aprendizaje, los
más viejos y viejas, quienes han acumulado experiencia detienen a los
inexpertos frente al peligro; y es manifiesta también la necesidad del
dominio por sobre los otros, por ejemplo, el joven cachorro fuerte que
se enfrenta al macho alfa avejentado con el objetivo de ser el nuevo
alfa.

Leslie Stevenson, en Siete teorías de la naturaleza humana de 1995,


nos resume las ideas del etólogo Konrad Lorenz en Lorenz, la agresión
innata. Veamos, en primer lugar, nos explica que los animales poseen
conductas instintivas, las cuales son pautas de conducta animal
entendidas como coordinaciones hereditarias de carácter innato. Estas
se hallan sujetas a los siguientes impulsos: alimentación, reproducción,
huida y agresión. Asimismo, Lorenz considera tres motivos por los
cuales se ejerce agresión entre miembros de la misma especie: el
primero sugiere que el objetivo es “distribuir equitativamente a los
individuos de una especie sobre el territorio disponible, al objeto de que
haya suficiente alimento para cada uno”, el segundo que “la agresión
entre machos rivales de una especie asegura que los individuos más
fuertes dejan descendencia, y son aprovechables para la defensa de
la familia y el rebaño” y el último tiene por objetivo “establecer y
mantener una “graduación” o jerarquía en una comunidad animal que
puede ser beneficiosa, ya que los animales más viejos y con más
experiencia pueden dirigir al grupo y transmitirle lo que ellos han
aprendido”

74
De modo que, esta violencia intraespecífica se ejerce entre grupos que
se reconocen a sí mismos como dentro de una comunidad a la cual
deben proteger puesto que dependen de ella al punto de suprimir al
enemigo con el objetivo de mantener su grupo tribal en equilibrio y
bienestar. A este respecto Lorenz concluye que los seres humanos “al
igual que otros animales, tenemos un impulso innato de conducta
agresiva hacia nuestra propia especie. [y] Piensa que es la única
explicación posible de los conflictos y de las guerras a través de toda
la historia de la humanidad, de la conducta continuamente irrazonable
de seres supuestamente razonantes.”70 Así pues, a lo largo de la
historia de la humanidad las tribus veían peligro en otras y peleaban
entre sí, por la apropiación de recursos para el bienestar de los suyos,
en este sentido, el etólogo determina que la competición entre las tribus
vecinas hostiles sería el principal factor de la selección natural, y surge
de este modo la valoración de las “virtudes del guerrero”, del individuo
fuerte como entidad necesaria para mantener protegida a la tribu, como
autoridad, como instrumento de orden y estabilidad. Así, Lorenz
considera que aquellos grupos que mejor se aglutinaron para luchar
con otros grupos tenderían a sobrevivir más tiempo”71

Acerca de los inicios de la humanidad como tal Freud nos ofrece un


panorama amplio extraído de los análisis realizados en las costumbres
de los pueblos originarios, de donde en Tótem y Tabú, el médico judío
nos explica la relación edípica del hombre y su tótem, del hijo y el padre
en conflicto, del cómo el hijo “asesina” al padre para elegir su propio
lugar en la tribu. Esta extrapolación deriva, por ejemplo, en la religión
cristiana-humanos, hijos; Dios, Padre; ovejas, pastores-, y en el modo
en que concebimos el Estado: ciudadanos, hijos; Estado, padre y sus
consecuencias autoritarias. De modo que el soberano comparte esta
cualidad de lo paterno y trasciende el significado de orden y bienestar
para la tribu: “el gobernante sólo vive para sus súbditos; su vida sólo
posee valor mientas él cumple los deberes de su cargo y regula el
curso de la naturaleza para beneficio del pueblo. Tan pronto descuida

70
Stevenson, Leslie (1995). Siete teorías de la naturaleza humana. Madrid: Cátedra.
Pp. 157
71
Ídem.
75
hacerlo o lo deniega, el cuidado, la consagración, la veneración
religiosa de que hasta entonces era objeto en generosa medida se
truecan en odio y desprecio. Lo expulsan afrentosamente, y puede
darse por contento si lo dejan con vida. Venerado hoy como un dios,
puede ocurrirle que mañana lo abatan como a un criminal”72

El autor explica la relación de poder en la comunidad tribal, de modo


que el “salvaje” en su pensar pre-lógico y/o contemporáneamente, el
neurótico, es concebida como “la actitud infantil del niño hacia el
padre”73. La presencia del afecto al padre se halla reñido con la
hostilidad que posee el hijo al padre, puesto que éste último es quien
detenta el poder, de modo que en la mente del “salvaje” hay un conflicto
afecto-hostilidad:
El odio (al padre) proveniente de la rivalidad por la madre no
puede difundirse desinhibido en la vida anímica del niño:
tiene que luchar con la ternura y admiración que desde
siempre le suscitó esa misma persona; el niño se encuentra
en una actitud de sentimiento de sentido doble -ambivalente-
hacia su padre, y en ese conflicto de ambivalencia se
procura un alivio si desplaza sus sentimientos hostiles y
angustiados sobre un subrogado del padre74

De modo que estos sentimientos derivan en la creación del tótem,


animal que encarnará al padre, objeto de carácter cultual: “el niño
desplaza una parte de sus sentimientos desde el padre hacia un
animal”75. Así, en una relación donde el líder de la tribu, el padre,
violento, envidiado y temido es enfrentado, asesinado y devorado por
los hijos varones. La figura paterna, odiada y querida es convertida en
objeto de carácter litúrgico, los hijos sienten culpa y generan un
elemento religioso al cual adorar y en donde puedan expiar su crimen
a la vez que enaltecer y sacralizar. El ícono religioso se vuelve “más
fuerte de lo que fuera en vida” y ordena el mundo, influyendo en la ética

72
Freud, Sigmund. (1995). Tótem y tabú y otras obras. Obras completas. Volumen XIII.
Buenos Aires: Amorrortu. Pp. 51
73
Ibídem. 56
74
Ibidem 132
75
Ídem.
76
de la tribu. Las nuevas generaciones, frente al orden obsoleto -violento,
temido- y autoritario del padre sobrevienen en rebelión contra el orden
establecido y conocido, para instaurar el suyo propio en tanto lo
consideren “injusto”. Así Freud, señala: “Los sentimientos sociales
fraternos sobre los cuales descansa la gran subversión conservan a
partir de entonces y por mucho tiempo el influjo más hondo sobre el
desarrollo de la sociedad”. El orden instaurado no será el definitivo,
surgirán nuevos en tanto se hallen defectos en el ejercicio de la
soberanía del gobernante, en tanto este se presente como una
amenaza, actúe hostilmente o no cumpla con los deberes de su cargo,
y ningún orden se dará por definitivo puesto que los hijos devienen en
padres, y a su vez estos procrearán hijos que ponderarán la
conveniencia o no del orden impuesto.
En verdad, los salvajes no proceden de otro modo con sus
reyes cuando les atribuyen el poder sobre la lluvia y la luz
solar, el viento y el estado del tiempo, y luego los deponen o
los matan si la naturaleza defrauda sus expectativas de
obtener buena caza o una cosecha abundante.76

Ahora bien, hemos conocido que el ser humano posee instintos de


agresión, y estos pueden ser manifestados dentro de la tribu y contra
una tribu enemiga; del mismo modo a través de Freud nos hemos
aproximado a la lógica de la agrupación de miembros de una tribu para
acabar con un régimen que no les es favorable además de agresivo
con ellos. En este punto me parece necesario explorar dos conceptos,
la alegoría del auriga de Platón y la sombra de Carl Jung con la
finalidad de adentrarnos en el alma y/o mente humana y así podamos
reconocernos de modo más amplio y llegar a dominar los impulsos de
agresión intraespecífica e interespecífica. Si bien nos reconocemos
como Homo sapiens, nos diferenciamos de los demás animales por el
uso de la razón o capacidad de análisis sobre la percepción y
autopercepción tanto como de los perceptos; de modo que debemos
aprender a enfrentar y dominar los instintos con el objetivo de
desenvolvernos en una comunidad de manera asertiva. Solo el

76
Ibídem:56
77
autoconocimiento puede permitirnos el domar la bestia que habita en
nosotros, de modo que nos suscribimos a las palabras de Critias, sobre
la inscripción en el tempo de Delfos: “Conócete a ti mismo y sé sabio
es la misma cosa”77

Platón, en Fedro o de la belleza, explica el alma mediante la alegoría


de los corceles y el cochero o auriga. Este esquema exhibe las
energías en conflicto dentro del alma, las cuales explica del siguiente
modo: el auriga dirige a dos corceles; uno que es obediente y el otro
que no es obediente, uno es bello el otro es desagradable a la vista,
uno es vigoroso, el otro deforme. El primer corcel de color blanco es de
“buena raza”, “ama la gloria con sabio comedimiento”, tiene pasión por
“el verdadero honor” y “obedece sin que se le castigue”. El segundo
corcel es “de color negro, es “vicio”, de miembros “toscos,
desaplomados, la cabeza gruesa y aplastada”, respira “furor y vanidad”
y “sus oídos velludos están sordos a los gritos del cochero y con
dificultad obedece a la espuela y al látigo.”

El auriga entonces para realizar bien su viaje, es decir, el alma para


realizar sus actividades de manera saludable, justa y juiciosa, debe
aprender a dominar a los caballos -energías psíquicas- tanto como a sí
mismo. Arístocles nos ofrece un ejemplo en el que el cochero al
hallarse en movimiento, contemplar súbitamente la esencia de la
belleza, de modo que, en reacción, tira las riendas violentamente
causando que las bestias se encabriten; el caballo blanco se calma y
sosiega “de buena gana”, pero el caballo negro tiende a “la violencia y
a la rebelión”. Ante la presencia del objeto bello - objeto de deseo, se
suscita una pugna entre el pudor y la razón; la contemplación y la
violencia precipitada del disfrute de los placeres sensuales.

Como vemos, el autor nos enfrenta al conflicto de lo instintivo y lo


racional, desde nuestro punto de vista concebimos la alegoría como un
esquema que no deriva en una contrariedad definitiva, sino una suerte
de esquema de lo contrario-complementario, puesto que sin impulsos
básicos no seriamos humanos, y sin el uso de la razón tampoco, en
tanto que esta dualidad en perpetuo agón es lo que nos define.
Sócrates concluye: “Si la parte mejor del alma es la más fuerte y triunfa

77
Carmides o la sabiduría. Diálogos de Platón.
78
y los guía hacia una vida ordenada, siguiendo los preceptos de la
sabiduría, pasan ellos sus días en este mundo felices y unidos. Dueños
de sí mismos viven como hombres honrados, porque han subyugado
lo que llevaba el vicio a su alma, y dado un vuelo libre a lo que engendra
la virtud.”

Carl Jung, discípulo de Freud, presenta el concepto de arquetipos, los


cuales son contenidos del inconsciente colectivo78 y han sido
representados en el mito o la leyenda. El arquetipo “designa contenidos
psíquicos no sometidos aún en elaboración consciente… representa…
un dato psíquico todavía inmediato”79. De modo que lo graficado
simbólicamente en mitos y leyendas revela el “inconsciente drama del
alma”80. En síntesis, los arquetipos son esquemas “conductuales” que
se hallan en las culturas, puesto que se han enquistado en ella a través
de los milenios que el ser humano ha ido desarrollándose
históricamente. De modo que podemos hallar, arquetipos reconocibles
como el arquetipo del creador, el bufón, el héroe, el mago, el
gobernante, el sabio o la gran madre sino en todas, en casi todas las
culturas, insertándose así en una suerte de memoria colectiva o
inconsciente colectivo. De modo pues que los arquetipos junguianos
nos permiten conocer esquemas de la mente/alma de la humanidad. Al
respecto de nuestro tema, nos interesa el arquetipo de la sombra.
Era de noche en un lugar desconocido y solo penosamente
avanzaba yo contra un poderoso huracán. Además, se
extendía densa niebla. Yo sostenía y protegía con ambas
manos una pequeña luz que amenazaba con apagarse a
cada instante. Pero todo dependía de que yo mantuviese
viva esta lucecita. De Pronto tuve la sensación de que algo
me seguía. Miré hacia atrás y vi una enorme figura negra que
avanzaba tras de mí. Pero en el mismo momento me di

78
El inconsciente colectivo se entiende como una memoria colectiva, una memoria
humana que no corresponde a un individuo sino a la humanidad en su integridad o en
casi toda ella; así pues, Jung asevera: “es completamente general, puesto que sus
contenidos pueden encontrarse en todas las cabezas”” Carl Jung. (2003) Lo
inconsciente. Buenos aires: Losada. Pp. 102
79
Carl Jung. (2012) Arquetipos e inconsciente colectivos. Barcelona: Paidós. Pp. 13
80
Ibidem 14
79
cuenta -pese a mi espanto- de que debía salvar mi pequeña
luz, ajeno a todo peligro, a través de la noche y de la
tormenta. Cuando me desperté, en seguida lo vi claro; era el
«espectro», mi propia sombra sobre la niebla,
arremolinándose cansado por la pequeña luz que llevaba
ante mí81.

Connie Zweig y Jeremiah Abramas, en Encuentro con la sombra, de


1991, consideran que en Carl Jung, surge la idea del arquetipo de la
sombra en el sueño previamente citado. Este arquetipo se nos muestra
como insoslayable en nuestro objetivo referido al entender la
naturaleza humana y realizar una propuesta frente a la característica
beligerante del ser humano frente a los otros de su misma especie por
razones qu en breve se harán más claras. En el libro autobiográfico
Recuerdos, sueños y pensamientos Jung, continúa su narración, pues
él logra desentrañar uno de los símbolos presentes en su angustioso
sueño, la lucecita:

Sabía también que la lucecita era mi conciencia; es la única


luz que tengo. Mi propio conocimiento es el único y el
máximo tesoro que poseo. Cierto que es infinitamente
pequeño y frágil frente al poder de las tinieblas, pero una luz
al fin y al cabo, mi propia luz

La noche, el huracán, la niebla, el espectro y la lucecita: todo dependía


de que yo mantuviese viva esta lucecita, esta es la conciencia propia,
el propio conocimiento. La única manera de enfrentar la sombra, no
con el fin de exterminarla puesto que la sombra es parte de la
naturaleza propia, es mediante el autoconocimiento, mediante la
conciencia del sí propio. De este modo, Jung nos muestra un esquema
de oposición entre la sombra y la conciencia. Veamos, “la psique es
esencialmente conflicto entre el instinto ciego y la voluntad, o sea,
libertad de elección”82, de modo que, el ser humano frente a un
estímulo externo o interno, tiende a hallarse en esta pugna, si liberar al
instinto u obedecer a su voluntad. En este sentido, el estímulo, que

81
Carl Jung. (2012). Recuerdos, sueños, pensamientos. Primera edición en 1964.
Barcelona: Seix Barral. Jung, C. 2012:111.
82
Carl Jung. (2012) Arquetipos e inconsciente colectivos. Barcelona: Paidós. Pp. 203
80
señalamos en el ejemplo de Platón puede ser el mismo, el objeto de
deseo, la conciencia y el instinto se encuentran en esa misma
condición, la voluntad como proceso volitivo y deliberado debe
enfrentar al instinto puesto que esta procede del actuar autónomo de
la fisonomía humana y limita el “el campo de aplicación de la
voluntad.”83

Veamos cómo se define la sombra según los apuntes de declaraciones


de Jung en Encuentro con la sombra de Connie Zweig y Jeremiah
Abramas, la sombra es: “el otro en nosotros; la personalidad
inconsciente de nuestro mismo sexo; lo inferior y censurable; es otro
yo que nos llena de embarazo y de vergüenza”; también es: “el aspecto
“negativo” de la personalidad, la suma de todas aquellas cualidades
desagradables que desearíamos ocultar, las funciones
insuficientemente desarrolladas y el contenido del inconsciente
personal”. Así, en lenguaje freudiano, la sombra es “lo reprimido” de
todo aquello es reprochable social o moralmente; en otras palabras, el
área instintiva y desordenada. Así pues, del hombre civilizado se
espera haber superado estos impulsos bárbaros, no civilizados, pero
frente a ello, Zweig y Abramas apuntan: “Por más que queramos
negarlo somos imperfectos y quizás sea precisamente la sombra – las
cualidades que no aceptamos de nosotros mismos, como la
agresividad, la vergüenza, la culpa y el sufrimiento, por ejemplo- la que
nos permita acceder a nuestra propia humanidad”

Así pues, la sombra, se halla tanto individual como colectivamente a lo


largo de la historia de la humanidad, aun en el hombre civilizado,
puesto que “con independencia de la altura alcanzada por su
consciencia, sigue siendo un hombre arcaico en las capas más
profundas de su psique. Igual que nuestro cuerpo sigue siendo el de
un mamífero, con toda una serie de reliquias de estados muy
anteriores, semejantes a los de los animales de sangre fría, también
nuestra alma es un producto evolutivo que, si nos remontamos a sus

83
Ibidem; 202
81
orígenes, sigue poniendo de manifestó innumerables arcaísmos”84.
Este último aspecto referido a los arcaísmos contemporáneos puede
ser demostrado muy fácilmente mediante creencias que constituyen
conocimiento pre-lógico como el caso de las supersticiones o la
astrología que son explicadas mediante la falacia de causa falsa, una
asociación de ideas que no corresponde a la realidad inmediata, pero
que satisface nuestra curiosidad o azuza nuestros miedos como el
caso contemporáneo de periódicos fines del mundo que pueden ser
explicadas como una neurosis colectiva por analogías escatológicas
mistificadas de creencias religiosas tan presentes en estados de
civilización sofisticados. Tal como Sebastian Charles apunta sobre
nuestro mundo hipermoderno: “las creencias urbanas se multiplican,
las sectas aumentan como nunca, las ciencias paranormales gozan de
una credibilidad inédita”85

Las implicaciones de la sombra junguiana de igual modo que la


alegoría platónica, nos muestran al ser humano en conflicto consigo
mismo, entre el instinto y la razón, entre la barbarie y la civilización o si
se quiere, entre la materia y el alma. La sombra no es algo que se
pueda eliminar, es un elemento con el que se debe convivir pues es
parte consustancial a la naturaleza humana, a lo que se apunta es al
equilibrio mental del individuo y del colectivo. “Los instintos belicosos
del hombre no pueden ser erradicados. Por ello es impensable el
estado de paz perfecta”86 Jung no considera que el (auto)conocimiento
de la sombra permitirá que vivamos en un mundo sin guerras o sin
conflicto o violencia, pero incide en su utilidad:
incluso nuestro estado de guerra nacional
debilitado llegaría pronto a su fin si cada uno viera
su propia sombra y pudiera emprender el único
combate que verdaderamente vale la pena: la lucha

84
Carl Jung. 2014. Civilización en transición. Obra completa. Volumen 10. Madrid.
Trotta. PP. 50.
85
Charles, Sebastián & Lipovetsky, Gilles (2008). Los tiempos hipermodernos.
Barcelona: Anagrama. Pp. 34.
86
Carl Jung. 2014. Civilización en transición. Obra completa. Volumen 10. Madrid.
Trotta. PP. 216.
82
contra el avasallador impulso de poder de la
sombra87

Lorenz, Freud y Jung nos indican que tenemos una programación


antes de nacer, la cual se entiende como un grupo de instintos ya
examinados. Bien, Sartre nos indica que el ser humano “empieza por
existir… surge en el mundo, y que después se define”88. Nosotros
consideramos que no partimos una total tábula rasa y que el ser
humano a lo largo de su existencia puede ir domando sus instintos o
pre- programación. En este sentido, nos suscribimos a Sartre cuando
indica: “el hombre es responsable de lo que es”89. En otras palabras, el
ser humano, a partir del uso de la razón y la voluntad puede manejar
de manera “saludable” sus instintos y no ser solo una bestia, en tanto
que es en el individuo y el colectivo responsable de lo que es.

Si vis pacem para bellum90

Como hemos visto hasta ahora, el ser humano es un animal complejo,


solemos aún hoy unirnos a tribus y vemos en otras el peligro para los
nuestros, vivimos considerando que nuestra cultura es la correcta y la
de los otros es la incorrecta, que nosotros estamos bien y los otros
están mal, que si requerimos recursos que otros tienen pues lo
tomaremos por la fuerza. Individualmente podríamos decir que estas
afirmaciones son falsas, pero a nivel de guerras por recursos vemos
concretada estas ideas que ocasionan repulsión puesto que
corresponden a la mezquindad. El otro y los otros al poseer una
interpretación de la realidad distinta a la nuestra se nos muestran como
posibles enemigos y al mismo tiempo como posibles entidades a las
qué dominar y de las cuales sacar provecho. Otra vez, ideas que
suenan a mezquindad, pero, en la práctica, vemos como Estados
Unidos bombardea Medio Oriente y vivimos como si fuera este un

87
Ibidem:215.
88
Jean Paul Sartre. (2009) El existencialismo es un humanismo. Barcelona: Edhasa. 31
89
Ibídem. 33
90
Publio Flavio Vegecio. Si quieres paz, prepárate para la guerra.
83
mundo en paz; o vemos como se le paga al hombre promedio una
remuneración minina vital, es decir lo mínimo para que coma, duerma,
descanse y siga trabajando en un país, donde existe más del 70% de
informalidad, lo cual quiere decir que este porcentaje de individuos no
se hallan en planilla de modo que no se ejercen sus derechos laborales
escritos tratados internacionales y en la Constitución Política del Perú.

La visión que poseemos hasta ahora de la naturaleza humana puede


quedarse solo en estos afanes mezquinos y tribales -de sociedades
cerradas-, pero azuzamos a la empatía y a la cooperación. Tenemos
los seres humanos neuronas espejo, las cuales producen que frente a
una persona sufriente sintamos interés o tristeza al reflejarse en
nosotros estas emociones; es condición humana fisiológica, no es algo
aprendido; y asimismo, tendemos también el comercio, el cual
básicamente consiste en realizar intercambio de bienes o servicios
entre diferentes individuos, comunidades o países, de modo que hoy
escribo desde un aparato de diseño y marca estadounidense, pero
ensamblado en China. Los imperialismos que usan la agresión tienen
poco sentido, puesto que las empresas transnacionales requieren tanto
gente que compre lo que vende, como mano de obra; y matar al cliente
es un contrasentido. En este punto tendremos algunas tareas como
individuos y colectivo, el dominio de nuestras conductas instintivas,
ejercer la empatía y respetar al otro y a los otros en su dignidad
humana y su cualidad de diferente; y seguir contemplando la
cooperación como salida a conflictos por escasez de recursos
económicos. Es cierto, en el Siglo XXI matamos menos personas, hay
menos guerras, pero, sí las hay, se suele tener la sensación de que no
las hay porque nos hallamos bajo los valores de la ideología
hegemónica occidental, puesto que vemos que Estados Unidos sigue
bombardeando Siria y tal vez lo siga haciendo aún tras haberse
terminado de escribir este libro.

En este sentido, el presente siglo tiene como tarea superar las taras
culturales que nos llevaron al borde de la extinción humana en la
Guerra fría con el conflicto de los misiles entre Estados Unidos y la
Unión soviética. Debemos dejar claro, que en la realidad, no hay
buenos ni malos, lo que existe es el conflicto de intereses entre una
84
tribu/agrupación y la otra, entre un país y el otro. Al superar este filtro
de polaridad, podríamos reconocer como diferentes culturalmente,
pero iguales en dignidad y derechos; reconocer la diversidad, lo
diferente como riqueza y no como amenaza. La historia nos ha
enseñado que toda marginación deriva en radicalismos. Otra tarea
pendiente que arrastramos desde la industrialización es solucionar el
tema de la sobreexplotación de animales y ecosistemas sin un
desarrollo sostenible, lo cual trae como consecuencias enfermedades
que pueden degenerar en pandemias o calentamiento global,
colocando -en un cercano futuro, otra vez- al ser humano al borde de
la extinción.

Otro defecto que arrastramos en macro, como humanidad dividida en


tribus, es la lucha entre los grupos políticos, unos que parten de la
igualdad económica y social como principal tarea del Estado, y el otro
que señala a la libertad como principal tarea del ser humano frente al
Estado, postulando que el Estado impide el desarrollo natural del ser
humano colocando demasiadas trabas e impedimentos-y por lo tanto
que debe ser reducido-. En palabras de Yuval Noah en Sapiens. De
animales a dioses. Una breve historia da la humanidad:

... el mundo moderno no logra casar la libertad con


la igualdad. Pero esto no es un defecto. Estas
contradicciones son una parte inseparable de toda
cultura humana. En realidad, son los motores de la
cultura, responsables de la creatividad y dinamismo
de nuestra especie. Así como cuando dos notas
musicales discordantes se tocan juntas obligan a
una pieza musical a avanzar, la discordancia en
nuestros pensamientos, ideas y valores nos
fuerzan a pesar, reevaluar y criticar. La
competencia es el campo de juego de las mentes
obtusas.91

91
Yuval Noah Harare. Sapiens. De animales a dioses. Una breve historia de la
humanidad. 175.
85
Consideramos que ni una dictadura del proletariado ni un Estado
mínimo o debilitado podrían resolver los problemas que nos aquejan
como nación o humanidad; los dos extremos son nocivos para
cualquier sistema económico; tanto al exceso de libertad como el
exceso de los totalitarismos igualitarios son perjudiciales para la
humanidad. El trabajador se identifica con una clase, al igual que los
empresarios se identifican con su propia clase de modo que
defenderán sus status, el denominado proletario y el denominado
burgués se enfrentan en un conflicto de intereses; un sueldo digno y
una calidad de vida como remuneración a la entrega de su fuerza de
trabajo y la búsqueda de crear mayor riqueza con la menor inversión.
Estas dos fuerzas se solucionarían fácilmente si tuviéramos, por lo
menos en nuestro país a decididores que tengan un plan real de nación
más que a grupos oligárquicos que buscan mantener la situación del
país para no perder sus privilegios de modo que se esfuerzan para que
persista nuestra nación bajo las características del tercer mundo:
pobreza, enfermedad, corrupción, opresión y asesinatos de personas
que no se hallen en línea a sus intereses, además de la situación
internacional que también afecta al primer mundo donde: “la clase, el
sexo y la etnia se fusionan en el extremo inferior de la sociedad…
produciendo un conglomerado de mecanismos de opresión y
explotación”92”

En el Siglo XXI, se esperaba una suerte de paraíso del descanso donde


tendríamos robots sirvientes, vehículos voladores, abundancia de
alimentos para todos ¿Se pensó en el equilibro con la naturaleza? ¿se
pensó en desarrollo sostenible de manera seria?… Se escribieron
distopías donde un grupo de personas domina a la mayoría, se supone
que estas personas son las mejores educadas, “la élite”; de modo que
esta “aristocracia” devenida en oligarquía decide qué y cómo debe ser
el ser humano y lo controla a extremos inimaginables para un hombre
medioeval.

¿Dónde está el amor al prójimo que nos enseñaron en las escuelas a


nivel macroeconómico y social? ¿Eran mentiras adormecedoras

92
Oliver Nachtwey en La sociedad del descenso. Precariedad y desigualdad en la era
posdemocrática de 2017 editada Paidós. Pp. 135.
86
ejecutadas por orden de los grupos oligárquicos para mantenerse
dentro del poder y privilegio por sobre los demás? Aristóteles ya
señalaba el peligro de las élites en gobierno, pues como ya mencioné
devienen en oligarquías, de modo que éstas se vuelven tiránicas y
opresoras; estas condiciones originan subversión pues ejercen sobre
los dominados un orden sicópata, donde la vida de unos vale más que
la de otros, donde la vida de los oligarcas y los suyos valen más que
las de los dominados; y no solo sus vidas, también sus muertes, su
tiempo vital, es decir, el tiempo que usan para generar riqueza, sus
trabajos, en una dinámica donde un grupo tiene calidad de vida y el
otro vive en calidad de subsistencia. Es solo en un contexto
democrático es que se pueden equilibrar las fuerzas, los menos
privilegiados pueden tener representación política y buscar que se
hagan cumplir los derechos consignados en las leyes de la república,
aún cuando esto implique enfrentarse a los grandes medios que son
monopolizados por el grupo de poder económico de turno. De modo
que, en la práctica y por la estructura y superestructura de nuestro país,
el logro de una representación política efectiva por parte de los menos
privilegiados es una quimera aún por conquistar, pues como hemos
sido testigos, el Estado suele verse como un botín y/o como una
herramienta donde legitimar el poder de un grupo.

Para finalizar nuestra reflexión sobre la naturaleza humana y sus


consecuencias de dinámica tribal, veamos un poco el concepto del otro
entendido como cualquier persona que no corresponde al yo individual,
es decir, el otro inmerso como elemento de la sociedad en la que éste
se desenvuelve. A este respecto, Freud nos indica: “En la vida anímica
del individuo, el otro cuenta, con total regularidad, como modelo, como
objeto, como auxiliar y como enemigo”93. Hallamos en el psicoanalista
el reconocimiento del individuo en el otro, individuo perteneciente a la
misma tribu, un enemigo-antagonista, pero también como un ejemplo
de patrones de comportamiento para ser socialmente aceptado; como
una cosa, es decir, no como un ser humano al cual respetar por su
dignidad, sino un objeto al cual usar; y como un amigo, un cómplice,
un partidario, alguien a quien reconocer en conjunto como un nosotros.

93
Sigmund Freud. (1992). Más allá del principio del placer, Psicología de las masas y
análisis del yo y otras obras. Obras completas. Volumen 18. Buenos aires: Amorrortu.
Pp. 67.
87
Así también Sartre consideraba al otro intersubjetivamente, de modo
que el individuo “no puede ser nada… salvo si los otros lo reconocen
como tal”94 y enfatiza aún más esta relación en tanto afirma que el
individuo reconoce a los otros ”como la condición de su existencia“95
pues, entendemos que el ser humano se realiza a sí mismo en el
entramado de la comunidad en la que vive. El ser humano no es bueno
ni malo, busca el bienestar consigo mismo y con los que asume como
suyos, además, es potencialmente violento con sus semejantes, por
ello, cuando vive en sociedad requiere leyes que le regulen y le
protejan, tanto de los otros, como de sí mismo.

La sociedad y el Estado derivan su calidad del estado


espiritual del individuo, pues constan de individuos y de la
manera en que éstos se organizan. Por meridiano que sea
este hecho todavía no ha penetrado suficientemente en la
concepción colectiva para impedir que la gente utilice la
palabra «Estado» como si se tratara de una especie de
superindividuo dotado de un poder y abundancia
inagotables. Del Estado se espera hoy que consiga realizar
lo que nadie esperaría de un individuo.96

...el ser humano no es un ser manso, amable, a lo sumo


capaz de defenderse si lo atacan, sino que es lícito atribuir a
su dotación pulsional una buena cuota de agresividad. En
consecuencia, el prójimo no es solamente un posible auxiliar
y objeto sexual, sino una tentación para satisfacer en él la
agresión, explotar su fuerza de trabajo sin resarcirlo, usarlo
sexualmente sin su consentimiento, desposeerlo de su
patrimonio, humillarlo, infligirle dolores, martirizarlo y
asesinarlo... Bajo circunstancias propicias, cuando están
ausentes las fuerzas anímicas contrarias que suelen
inhibirla, se exterioriza también espontáneamente,
desenmascara a los seres humanos como bestias salvajes
que ni siquiera respetan a los miembros de su propia
especie97

94
Jean Paul Sartre (2009). El existencialismo es humanismo. Barcelona: Edhasa.Pp.65
95
Ibidem: 64
96
Carl Jung. 2014. Civilización en transición. Obra completa. Volumen 10. Madrid.
Trott- Carl Jung. La lucha con la sombra. Pp. 217
97
Sigmund Freud. El Malestar de la Cultura.
88
[continúa en el siguiente volumen]

89
Francisco, padre: ... otra vez no te quedes ahí parado sin decirme si
has comido o no
Empleado: Usted me llamó
Francisco, padre: ¿Y qué hay con eso? ¿No tienes dignidad acaso?
El hecho de que trabajes para mí no te convierte en un esclavo... Yo
quiero hombres a mi lado, y no renacuajos. En este país siempre ha
habido más renacuajos que hombres.
Hijo 1: ¡Qué viva la santa hermandad doliente de los renacuajos!
Hijo 2: ¡Jajaja!
Francisco, padre: Trata de no ser estúpido. Al menor cambio en las
circunstancias, se viene el huayco y acaba con todo
Hijo 1: Por un rato papá. Luego sacamos a Dios a las calles. Todos
rezan y las cosas vuelven a quedar como antes.
Francisco, padre: No confíes mucho en esa alianza. Más seguro es
mantener las circunstancias que hemos creado.
Hijo 1: Pero siempre con bendiciones apostólicas, papá.
Hijo 2: No entiendo eso de las bendiciones. Tú siempre estás
hablando enredado como un imbécil
Hijo 1: Vivimos rodeados de fieles que necesitan rezar y creer. Los
dioses siempre viven muy lejos, por eso nosotros debemos
proporcionarles sustitutos. No muy divinos ni milagreros, pero bellos
como vírgenes. Francisco, padre: Lo que quiere decir tu hermano es
que cuando se tiene la sartén por el mango, no se suelta por nada del
mundo; y todos los cambios y las reformas no son sino disfraces de
esta verdad bíblica
Hijo 2: Eso lo sabe todo el mundo.
Francisco, padre: Eso lo saben muy pocos... y trata de que los
renacuajos no lo sepan nunca. Tienes que hacerles creer que son
dueños del mundo, que todo les pertenece, que las injusticias se
acabarán el día menos pensado para que ellos hereden la tierra.
Somos ladrones, eso debes decirles, que todos los males se deben a
que somos ladrones, pero que muy pronto seremos castigados.
Mientras crean eso y se sientan prisioneros de una injusticia, seguirán
luchando por escaparse; pero no por dejar de ser renacuajos, y esa
es la clave de todo. Mientras sigan siendo renacuajos puedes permitir
todos los cambios que quieran, porque en realidad nada cambiará,
pero que no dejen de ser renacuajos ¡Nunca!98

98
Robles Godoy. El espejismo.
90
Posfacio. El problema de la tierra o las protestas en Virú e Ica

El latifundio costeño no ha reclamado nunca, para


fecundar sus tierras, hombres, sino brazos99

—¿Eres gente u otra cosa? —le preguntó delante


de todos los hombres y mujeres que estaban de
servicio.
Humillándose, el pongo no contestó. Atemorizado,
con los ojos helados, se quedó de pie.100

José Carlos Mariátegui publicó en 1928, al cumplirse poco más de un


siglo de creación de la República del Perú, el libro: 7 ensayos de
interpretación de la realidad peruana, donde reflexiona sobre los
problemas de nuestro país. Su aporte es innegable, tanto como su
influencia política y económica, así como su calidad humana e interés
peruanista. En ese sentido, Mariátegui se erige como un intelectual
necesario para pensar o repensar el Perú; el método marxista que
desarrolla le permite analizar tanto la economía, la política, la religión
y la sociedad peruana, desentrañando una cultura colonial que es
transversal a las mencionadas aristas del prisma que conforma nuestro
país, así también, consideramos importante señalar que no se limitó a
realizar una lista de problemas endémicos, sino que también postuló
soluciones a ellos.

A fines del año 2020 e inicios de 2021, hallándose el país en crisis


pandémica, política, social, económica, ecológica y agraria, con
respecto a la lucha de los trabajadores agrarios en Ica y Virú,
consideramos rotular la presente edición como El problema de la tierra,
pues como título de uno de los ensayos del escritor moqueguano,
relacionado a la reivindicación del trabajador agrario, nos surge como
un tema que debemos repensar en las condiciones actuales, las cuales
por obvias razones, no son las mismas que en el periodo en el que se
desarrolló el texto del escritor marxista. Es así que este homenaje es a

99
José Carlos Mariátegui. Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. 1928.
100
José María Arguedas. El sueño del pongo. 1965.
91
la vez, reflexión teórica tanto como creación estética, que no busca
repetir, sino ser un intento modesto de actualizar el asunto en cuestión
El problema de la Tierra, hoy.

El rótulo consignado, según nuestra consideración, abarca los


siguientes temas: la tierra como tal, física y matérica; la tierra en su
tenor místico como Gea, Gaia o Pachamama; como fuente de riqueza
de donde se extraen minerales; como hogar de los seres vivos; como
fuente de biodiversidad y como parte de esta: el ser humano, así
entonces también estimamos al hombre y su relación con la tierra, la
presencia de plástico en la biósfera, la contaminación ambiental del
aire con gases tóxicos, la contaminación de los ríos con metales
pesados y/o con petróleo; la vida de los seres vivos afectada en
consecuencia a ello, los animales marinos, aéreos y terrestres, entre
ellos el mismo ser humano en tanto animal laborans; la vida de la
trabajadora y el trabajador agrario; la vida de la trabajadora y del
trabajador de las minas y sus condiciones laborales.

En un apartado rincón del


universo donde brillan innumerables
sistemas solares, hubo una vez un astro en
el que unos animales inteligentes
descubrieron el conocimiento. Fue el
minuto más engreído y engañoso de la
«historia universal», aunque, a fin de
cuentas, no dejó de ser un minuto. Tras un
breve respiro de la naturaleza, aquel astro
se heló y los animales inteligentes
hubieron de morir101

101
Friedrich, Nietzsche. Verdad y mentira en sentido extramoral. 1896.
92
Relación del hombre con la Tierra/ Naturaleza/Cosmos

El ser humano es un mamífero, un primate que al igual que las demás


especies de la Tierra, está compuesto por elementos del universo y
depende del Sol para vivir, en otras palabras, “el ser humano es
íntegramente hijo del Cosmos”102. Y de igual modo que las demás
especies, para continuar su supervivencia, requiere vivir en armonía
con su entorno, con su planeta, pues la estrella que habitamos es a la
vez hogar, tanto como fuente de nutrimentos. En este sentido la
existencia del ser humano se entiende en un sentido
antropobiocósmico. Así pues, el ser humano, como habitante de la
Tierra tiene un deber, una responsabilidad sobre ella pues el descuidar
el hogar produce la destrucción del mismo.

A este respecto, resuena la voz de Chomsky quien sigue alertándonos


que nos encontramos en un sexto período de extinciones masivas103
por dos razones: una como producto del Calentamiento global104
debido a nuestras emisiones desmesuradas de carbono, gas que
retiene el calor; y dos, el peligro de que estalle un conflicto nuclear
entre las potencias mundiales.105 Sí, todavía hoy incluso cuando ya no
hay Guerra fría. Como vemos, esta extinción sería ejecutada por la
propia especie humana, por lo cual el reconocido lingüista, filósofo y
politólogo nos dice: “Se trata de nuestro propio problema; es culpa
nuestra. Nosotros permitimos que ocurra”.106

102
Edgar Morin. La relación antropo-bio-cósmica. Gazeta de Antropología. 1995, 11.
Artículo 01.
103
“Está ampliamente reconocido que nos encontramos en un sexto período de
extinciones masivas; el quinto, hace sesenta y seis millones de años, se atribuye por lo
general al impacto de un gigantesco asteroide contra la superficie de la Tierra, lo que
supuso el final del 75 por ciento de las especies del planeta. Este acontecimiento puso
fin a la era de los dinosaurios y allanó el camino al apogeo de los pequeños mamíferos
y, en última instancia, de los humanos, hace unos doscientos mil años.” Noam Chomsky.
Cooperación o extinción. 2020.
104
“El Anthropocene Working Group ratifica la conclusión de que las emisiones a la
atmósfera de Co2, gas inductor del calentamiento global, están aumentando a la tasa
más elevada existente en sesenta y seis millones de años.” Ídem.
105
“Todos los años, un grupo de expertos organizado por científicos nucleares actualiza
el Reloj del Apocalipsis, creado en 1947, en el albor de la era atómica, en el que la
medianoche significa desastre terminal para todo el mundo. Hace dos años [en 2014],
se movieron las agujas tres minutos m{as cerca de esa hora, y ahí sigue.” Ídem.
106
Ídem.
93
En nuestro país, pervive en la mujer y el varón andino el respeto a la
Madre Tierra, challando con ella antes de beber, presentando
ofrendas, brindando su respeto al Apu antes de escalarlo o extraer sus
minerales. Mariátegui recoge la autopercepción cósmica que
poseemos los peruanos desde antes del periodo virreinal: «La tierra -
escribe Valcárcel estudiando la vida económica del Tawantinsuyo- en
la tradición agrícola, es la madre común: de sus entrañas no sólo salen
los frutos alimenticios, sino el hombre mismo. La tierra depara todos
los bienes. El culto de la Mama Pacha es par de la heliolatría, y como
el sol no es de nadie en particular, tampoco el planeta lo es.
Hermanados los dos conceptos en la ideología aborigen, nació el
agrarismo, que es propiedad comunitaria de los campos y religión
universal del astro del día»107

Como apreciamos, la relación del ser humano con la tierra para la


mujer y el varón andino, tal como todavía pervive en sus memorias, es
de pertenencia, de contemplación panteísta, filial y económica. La
tierra se presenta como una madre y la actividad del hombre es
trabajarla de manera comunitaria. En palabras de Ciro Alegría: “La
justicia, es la justicia. Los bienes comunes son los que produce la tierra
mediante el trabajo de todos.”108 La tierra es fuente de riqueza de
donde extraemos minerales, agua, energía eléctrica y materias primas
diversas, de donde el ser humano mediante la industria creada por su
intelecto las transforma en bienes y servicios, objetos y no-objetos que
se introducirán en el mercado, algunos de ellos satisfarán las
necesidades básicas de alimentación, vivienda y educación y otros
serán bienes o servicios que brindarán un status-o ilusión de status-
por encima del promedio.

El ser humano se desarrolla en el entramado económico, político,


social, histórico y cultural del espacio donde vive y se relaciona, de
donde aprende como valorarse a sí mismo, tanto como al otro, o a los
otros. El ser humano se halla limitado por su cuerpo, por su cualidad
de efímero y por su imaginación. La citadina y el citadino moderno o

107
José Carlos Mariátegui. Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. 1928.
108
Ciro Alegría. El mundo es ancho y ajeno. 1941.
94
posmoderno se halla rodeado de artificialeza antes que de naturaleza,
condición que le mantiene dentro de una irrealidad la cual le mantiene
a distancia de su prístina relación con la naturaleza. Este alejamiento
desemboca en una vivencia mistificada de la realidad, en una
abstracción artificial, que mantendrá a los citadinos y citadinas en una
suerte de virtualidad que le aleja de su real cualidad de ser, es decir,
de su relación biocósmica. El ser humano promedio de ciudad no
conoce la naturaleza sino por los zoológicos o mediante pantallas que
caben en la mano o empotradas en la pared.

La mujer y el varón andinos ligados a la tierra, realizan su labor en


orden astral, siembran y cosechan según el clima, según la fase lunar
pertinente; se despiertan junto al gallo y reciben los primeros rayos del
sol del día yendo a trabajar la tierra de donde extraen sus frutos con
sus propias manos. Colegimos entonces que el imaginario del ser
humano que se desenvuelve en la naturaleza tanto como el que hace
lo propio en el contexto de ciudad es distinto; así también estos dos
individuos tienen cultura, la cual será condicionada por el entorno:
naturaleza o artificialeza. El ser humano así, no deja de ser unitario y
dual a la vez109, es decir tiene cuerpo matérico y un mundo mental que
son dos, y a la vez son uno, pues estas características convergen. En
palabras de Morin: “Nos hace falta, pues, insistir en el doble arraigo del
hombre, en el Cosmos físico y en la esfera viviente”110. Lo natural y lo
metanatural, el ser matérico inmediato y la cultura. De alguna manera
los artefactos creados a partir de la tierra misma, el cemento bajo los
pies, el plástico que se halla en los utensilios y demás, hacen ignorar
a la citadina y al citadino la relación antropobiocósmica con su
materialidad, su facticidad, su “estar aquí” eludiendo esta relación
(¿)perdida(?), de modo que se ignora que: “en este Cosmos
misterioso, maravilloso y terrible, reencontramos una Patria, el planeta
Tierra, hábitat de nuestra errancia; [donde] reencontramos una Matria,

109
“Lo que nos hace falta comprender no es la cultura excluyendo la naturaleza, no es el
espíritu excluyendo el cerebro; por el contrario, no podemos comprender nuestra
naturaleza si excluimos nuestra cultura, nuestro cerebro si excluimos nuestro espíritu;
nos hace falta concebir la «unidualidad» compleja de nuestro ser natural-cultural, de
nuestro cerebro- espíritu, nuestra realidad a la vez natural y metanatural, es decir:
cosmo-físico-bio-antropo-sociológica”. Edgar Morin. La relación antropo-bio-cósmica.
Gazeta de Antropología. 1995, 11. Artículo 01.
110
Ídem.
95
la Biosfera, a la que estamos vinculados por una simbiosis orgánica de
la que tomamos cada vez más conciencia.”111 ¿Cada cuánto el citadino
o la citadina, el ser humano de sociedad post-industrial mira al cielo o
se reconoce a sí mismo como uno con las plantas, la tierra o el mar?
¿Tiene tiempo para contemplar el cosmos o para reflexionar sobre sí
mismo.

El indio/ el cholo

“No nos contentamos con revindicar el derecho del


indio a la educación, a la cultura, al progreso, al amor y al
cielo. Comenzamos por reivindicar, categóricamente, su
derecho a la tierra.”112

No hay nobleza ni dignidad en una sociedad que


precariza y desecha a las personas, a algunas personas.113

¿Qué culpa tiene uno de ser indio? ¿Acaso no es


hombre?114

Para Mariátegui, los indios y las indias eran descendientes de los inkas,
de naturaleza consustancial a la tierra, campesinos y campesinas,
pertenecientes a una raza de agricultores. La condición social-todavía
a inicios del Siglo XX- era la de siervos y siervas de latifundios en un
orden feudal medieval, el cual contrariaba el colectivismo inka y
trastornaba el carácter bucólico de estos varones y mujeres; y como
consecuencia de corromper este tenor telúrico y de cooperación
produjo una baja en la economía agrícola. Los indios y las indias, indica
el ensayista, no deberían ser cosas que trabajen en un régimen
esclavizado que le quite todo valor por sí mismo; la tierra no debía
pertenecerle al gamonal quien también era dueño de los indios y las
indias, eran ellos y ellas quienes debían de ser propietarios de la tierra.

111
Ídem.
112
José Carlos Mariátegui. Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana.
1928.
113
Remedios Zafra. El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital. 2017.
114
Ciro Alegría. El mundo es ancho y ajeno. 1941.
96
Así pues, Mariátegui consideraba “como lo observa Charles Gide, que
«la tierra pertenece al que la fecunda y vivifica»”115

De este modo se solucionaba el problema de los indios y las indias,


mediante “el fraccionamiento de los latifundios para crear la pequeña
propiedad”, así se redimiría al indio de la servidumbre, del ser cosa
pasaría a ser persona, cambiaría su condición de siervo a ciudadano.
Como sabemos se hizo efectiva esta propuesta en el Gobierno
revolucionario de las fuerzas armadas generando opiniones divididas.
Por un lado, un sector considera que sí se avanzó en cuanto al
reconocimiento de los indios y las indias a ser personas, es decir, a ser
sujetos de derecho; así como otro sector, consideró que fue un robo a
los hacendados, de quienes se expropió tierras de cultivo, además de
constituir un atraso económico para el país.

La cultura en la que participamos nos enseña a valorarnos a nosotros


mismos, tanto como al otro, o a los otros. Es característico de
Occidente considerar al bárbaro, al salvaje, sin ciudadanía, sin
dignidad, y como consecuencia: sin derechos. El mundo de ese otro,
es considerado un mundo no humano. En nuestro país, los indios, tanto
como las indias, eran ese otro, salvaje, bárbaro, no humano, sin
dignidad o derechos, solo eran brazos para trabajar la tierra.
Recordemos a Bartolomé de las Casas y Gines de Sepúlveda quienes
discutían si el indio poseía alma. De la respuesta del debate
dependería el status de persona, y en consecuencia el valor que
tendría como cosa o como ser humano para los colonizadores, esos
indios e indias no eran un nosotros, eran unos otros. La otredad era
india, el yo y el nosotros era el colonizador, eran los colonizadores.
Como bien sabemos este pensamiento virreinal todavía pervive en
nuestra manera de valorar a las personas.
Posteriormente en el Siglo XIX, como justificación de las
colonizaciones por parte de los países imperialistas se hallaba en boga
el darwinismo social, una teoría seudocientífica que postulaba la
supuesta superioridad racial, de modo que los individuos superiores
tendrían toda la legitimidad de invadir países de razas inferiores y
explotarlas a cambio civilizarlas, mediante la educación de su cultura

115
José Carlos Mariátegui. Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana.
1928.
97
(la cual también era superior) sobre estas culturas inferiores,
generando en muchos casos aculturación y en otros sincretismo; de
modo que la ideología imperialista entraba en la mente de los
dominados, los colonizados se sometieron a esta nueva estructura con
violencia, de tal modo que el mundo mental, religioso y laboral
sumergió a los colonizados en esta ideología de sumisión para ellos y
de apoteosis para los colonizadores, y sí, esta ideología llegó a nuestro
país y se sumó a la ideología virreinal.

Este entramado cultural del pensamiento del dominante/colonizador


por sobre el dominado/colonizado penetró en el espíritu/mente de los
sometidos a tal punto que ellos también se valoraron -y aún hoy se
autovaloran-, a partir de los principios axiológicos de sus dominadores;
de modo que ven lo propio como cultura inferior, como subcultura; se
ven a sí mismos como inferiores ante el cuerpo, la mente, los dioses y
las labores del dominante; la dinámica de la vida mental del dominado,
al asumir el pensamiento ajeno, donde se es valorado como una cosa,
una no-persona penetra en todas las fibras(naturales) y no fibras
(metanaturales) de su ser, configurando exitosamente el objetivo
utilitario de la ideología en la que se halla sumido. A este respecto,
Achille Mbembe, sobre la valoración del colonizador sobre el
colonizado, afirma: “A ojos del conquistador, la vida salvaje no es más
que otra forma de vida animal, una experiencia horripilante, algo
radicalmente “otro” (alien), más allá de la imaginación o de la
comprensión.”116

Hoy no le decimos indios o indias, -oficialmente- a las personas que


trabajan la tierra, les llamamos campesinos o campesinas, pero pervive
todavía en muchas personas el decir indio como insulto; quien enuncia
indio de manera peyorativa con gestos faciales y ademanes de
desprecio y asco, lo hace ideologizado sintiéndose colonizador,
gamonal, de raza superior, incluso hoy, aun cuando ya sabemos que
la raza no existe, que somos una especie humana, que todos
procedemos de África y que luego por características geográficas nos
fuimos adaptando al medio, a las características de la tierra en donde
nos asentamos. Se insulta como indio, a quienes por características
fenotípicas tanto como por indumentaria tengan mayores

116
Achille Mbembe. Necropolítica. 2006.
98
características serranas o selváticas, oriundas; se segrega, se marca
la línea, se levantan muros contra esa peste, se extrema el repudio
contra ese ser inferior que se atreve a creer que es persona, que tiene
derecho a ser igual, a ser persona y no cosa.

De igual modo sucede con el llamado cholo, se usa como insulto, el


cual es intercalado con término indio117, para ofender, para marcar
distancia, diferencia y superioridad. Según Lumbreras, la palabra
cholo118, proviene de xolotl, que significa perro en idioma náhuatl.
¡Perro! ser cholo es ser perro, para nada pensar que tiene que ver con
la nobleza del animal, sino todo lo contrario, es afrenta, el cholo es
inferior, es animal, no-persona. El periodista Marco Avilés indica:
“Cholo es un insulto. Una herramienta para segregar”119. En todo el
Perú se cholea, hay quienes han visto en llamarse cholos, como
sinónimo de esfuerzo, de trabajo, de dedicación, de persona que “sale
adelante” a pesar de las adversidades, a pesar de vivir en un país, en
una cultura que lo ve por debajo del hombro. Debemos resaltar que el
admirar a un cholo por lograr algo por su esfuerzo en una situación
adversa nos muestra cómo opera el sistema. Si el cholo estuviera
integrado de manera efectiva en el Estado como ciudadano/sujeto de
derecho no tendría que esforzarse más que el resto, el sobreefuerzo
del cholo como característica sine qua non para lograr sus metas, solo
nos evidencia que algunos tienen privilegios y que el cholo tiene que
ganárselos; es más, en una república donde existiera democracia por
definición, no existirían estos tipos de privilegios. Como decíamos, el
sometido a la cultura del colonizador adopta la ideología de su opresor,
y obviamente los cholos, también se cholean entre sí. “El verbo cholear
es un aporte peruano al diccionario, y nos ayuda a entender quiénes
somos y qué papel jugamos dentro de nuestra sociedad racista y
virreinal. Si puedes cholear, tienes poder. Si te cholean, estás
jodido.”120

117
La palabra indio se refiere a una suerte de pureza de caracteres fenotípicos incaicos;
el cholo es más bien mestizo, pero al serlo, se halla contaminado de lo indio, sigue siendo
valorado como inferior.
118
“La historiadora María Rostorowski…, afirmaba que el cholo vino de cholu, un término
de la lengua moche que quería decir joven, muchachito” Marco Avilés. No soy tu cholo.
2017.
119
Ídem.
120
Ídem.
99
Así, entonces el indio y el cholo no son lo mismo, pero, son casi lo
mismo en cuanto al trato/maltrato y violencia verbal/fáctica/simbólica
recibida, pero el cholo es recio se dice, aguanta, y como tal, sigue allí
de pie, resistiendo. No sé hasta qué punto eso pueda sonar heroico,
pero, es simple, si un grupo de personas tiene que trabajar el doble, o
el triple, o no tiene el mismo acceso a la misma educación, al libre
desarrollo, al bienestar, a la libre expresión de su identidad étnica sin
ser rechazado o segregado, sino puede acceder a los mismo cargos
públicos que los otros, si seguimos arrastrando taras culturales como
el pensamiento virreinal o el darwinismo social no estamos
concretando una nación libre y justa, sino una oligarquía con tintes
monárquicos.

Sería darles demasiado crédito a los partidos políticos que actualmente


se disputan el poder del Estado al considerarlos como ejecutantes de
un plan propio. El ejecutivo tanto como los congresistas de turno son
solo empleados de un grupo de criollos que se creen muy pendejos,
conservando en el aparato estatal con una ideología de sumisión por
características somáticas/color de piel o por posición social/clase. Esta
no es una democracia entonces, ni una república, es un país pendejo
y criollo, donde domina, donde gobierna el más pendejo, no el más
preparado, el más inteligente, el mejor guerrero o el más sabio. La
viveza, los intereses subalternos, el poder del dinero de algunos es
quien gobierna el país en manos de algunos grandes empresarios que
se pelean entre sí para tomar las arcas del Estado y dominar el Poder
Judicial y el Ministerio Público para guarecerse de la Justicia. Del
mismo modo sucedía en épocas de Mariátegui, esto no ha cambiado:
“El Perú carecía de una clase burguesa capaz de organizar un Estado
fuerte y apto” 121

Se supone que en un país rico como el nuestro, se puede desarrollar


tanto la explotación de materias primas, como la generación de una
industria, pero nuestras clases pudientes y/o preparadas, han sido y
son mediocres; infectando con las ideologías colonizadoras, han usado
el poder estatal para enriquecerse, tal como lo siguen haciendo hasta
el día de hoy zurrándose en los intereses nacionales y en el artículo 2

121
José Carlos Mariátegui. Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. 1928.
100
de la Constitución Política del Perú, la cual resulta ser una novela
romántica o un texto que reglamenta una Utopía al estilo de Tomás
Moro; en la práctica, ese afán quijotesco se golpea la cara con que el
Estado es el botín de una oligarquía donde todavía se pueden avisorar
apellidos de rancia aristocracia, y estamos tan sometidos, que aún hoy,
tras siglos de reyes con la cabeza cercenada que nos admiramos ante
aquella estirpe o abolengo, lo cual, condice que razonamos a partir de
esas ideologías colonizadoras, que el cholo y la chola; el indio y la
india, valoran y se valoran mediante ese sistema axiológico, donde
ellos y ellas son el otro.

Mariátegui escribió: “Un nuevo orden jurídico y económico no puede


ser, en todo caso, la obra de un caudillo sino de una clase. Cuando la
clase existe, el caudillo funciona como su intérprete y su fiduciario. No
es ya su árbitro personal, sino un conjunto de intereses y necesidades
colectivas lo que decide su política”.122 Las oligarquías que han
gobernado el país han dictado el orden jurídico y económico según sus
intereses y bajo el orden de las ideologías que sostienen sus privilegios
-las mencionada, ideología virreinal y la ideología del darwinismo
social- con el uso del monopolio de la cultura y de la fuerza. A este
respecto pues, afirmamos que los caudillos ya no van a caballo y se
vuelven presidentes como en el siglo XIX, los caudillos son los
congresistas que legislan a favor de los intereses de sus jefes, o no
legislan o no votan por alguna ley que pudiera afectar los intereses de
quienes les pagan las campañas para llegar a obtener un curul en el
hemiciclo; de igual manera sucede con los Presidentes, que se
muestran ante los peruanos como quienes encarnan una nueva
ideología, una nueva propuesta, una nueva fórmula maravillosa para
solucionar el Perú, sí, solucionar el Perú, porque hoy Perú, todavía es
un problema, no solo la condición del indio o la condición del cholo,
también es un problema lo que le sucede a la Tierra, a la Pacha Mama;
problema que permitimos que suceda.

El tercer grupo de caudillos es conformado por las fuerzas armadas y


la Policía Nacional del Perú, quienes sin ningún reparo van a pacificar
disparando al cuerpo a los manifestantes quienes protestan por causas
justas llegando al extremo de tomar carreteras impidiendo el paso de

122
Ídem.
101
personas y flujo de mercadería porque el Estado les ha dado la
espalda, puesto que cuando ellos buscaron ejercer su ciudadanía se
les cerraron las puertas, se les ignoró. Fuera del caso de lo sucedido
por las protestas contra la Ley Nº 27360, otros manifestantes llegaron
hasta Lima desde los departamentos más alejados y los grandes
medios de comunicación prefirieron entrevistar a algún farandulero o
preocuparse por supuesta homosexualidad del presidente de turno
antes que atender el drama del trabajadores agrarios o mineros; o de
sus condiciones de vida pauperizadas y al borde de la muerte porque
las aguas que consumen tienen metales pesados, sus hijos mueren
con cáncer, zika o dengue y sus animales mueren por el agua
contaminada; mientras los ministros, congresistas y presidentes se
toman fotos para la TV y/o los periódicos y hablan sobre las crisis
cuando llegan a su punto extremo, cuando los trabajadores ya se
hartaron, cuando los cholos y los indios ya se hartaron de ser
atropellados, de no ser tratados como personas y salen a las calles a
protestar, y a tomar carreteras.

Es en estos extremos, que el Estado, hace gala de la soberanía de la


oligarquía, son ellos quienes pueden decidir, quien vive y quien
muere123 tras un discurso de pacificación para poner todo en orden, el
orden en que estaban las cosas antes a esa crisis, la misma que llevo
a actos extremos a estos cholos e indios. Esta pacificación se hace en
nombre de la soberanía de la nación, pero es falso, se realiza, en el
nombre y por órdenes de la oligarquía de turno, son ellos quienes
dirigen la obra de teatro que performa las marionetas de turno. Colocan
lo que siempre fue carne de cañón, trabajador vs trabajador, cholo vs
cholo.

El policía obedece porque si no lo hace le dan de baja, en el orden


policial hay subordinación, sino obedeces se mancha tu hoja de vida;
los policías también son trabajadores, al igual que quienes reclaman el
cumplimiento de sus derechos fundamentales. Se enfrentan
trabajadores precarizados contra trabajadores precarizados sometidos

123
“Ia soberanía reside ampliamente en el poder y Ia capacidad de decidir quién puede
vivir y quien debe morir. Hacer morir o dejar vivir constituye, por tanto, los límites de Ia
soberanía, sus principales atributos. La soberanía consiste en ejercer un control sobre
Ia mortalidad y definir Ia vida como el despliegue y Ia manifestaci6n del poder”. Achille
Mbembe. Necropolítica. 2006.
102
al mercado donde el ser humano también es un producto- uno
desechable, intercambiable-. Sobre ellos, por su cualidad de inferiores,
se ejerce una necropolítica, una política de la muerte, puesto que la
oligarquía, en el ejercicio del poder tiene la “capacidad de decidir quién
puede vivir y quien debe morir”124 sin mancharse las manos; usando
peones, usando cholos e indios.

Sobre los sucesos del 14 de noviembre y los asesinados Inti y Bryan;


se oyeron cacerolazos a la medianoche tras la confirmación de sus
decesos, se marchó también por ello en todos los departamentos. Esos
jóvenes fueron considerados los héroes del bicentenario, otros
llamaron a quienes defendieron en las calles, la democracia y la
institucionalidad125, la Generación del bicentenario. Esta misma
generación heroica, no salió a las calles masivamente, como aquella
vez cuando a inicios de diciembre de 2020 trabajadores y trabajadoras
agrarios salieron a las calles en Ica y luego en Virú a protestar en contra
del régimen agrario precarizador vigente durante tres décadas. Luego
del primer asesinado por el Estado surgieron marchas en Lima, pocos
manifestantes, menos de 1500 personas en el Centro de Lima, frente
al Congreso; El hemiciclo no reaccionó a tiempo tampoco, sino cuando
ya se extendía en el tiempo la toma de carreteras impidiendo el
comercio tan vital para la supervivencia de una nación interconectada
e iban sumándose los fallecidos. En nuestro país, es algo ya tradicional
que se atienda un tema de derechos fundamentales al surgir uno o más
muertos. Es como el signo de la validación de que una medida de
protesta es necesaria de ser atendida, luego del muerto, surge la
urgencia.

¿Qué pasó, hizo falta que sean de Lima los fallecidos para salir a las
calles en todo el Perú? El sistema está tan excelentemente performado
bajo los intereses de unos cuántos que ni si quiera nos damos cuenta

124
Achille Mbembe. Necropolítica. 2006.
125
La vacancia realizada usando de modo antojadizo una institución jurídica de la
Constitución Política del Perú y el ascenso nauseabundo a la presidencia por el
acciopopulista Merino que usó a la PNP para pacificar las marchas, en contra de su
mandato de menos de una semana, puesto que no tenía el respaldo de la nación, tras
llegar al poder ejecutivo mediante el atropello a la ley de leyes, la cual garantiza, no la
democracia ni la república, sino la intención de tener algún día una democracia y una
república funcional y representativa.
103
de que el poco interés responde al poco valor que le damos a la vida
de las personas debido a su posición social o a su lugar de origen,
pervive en nosotros en cómo valoramos al otro y a nosotros mismos,
el racismo y la segregación por clase ¿Qué vida es más valiosa que la
otra? ¿Qué define nuestra empatía? Los asesinados de Lima, Inti y
Bryan eran de Lima, sí, eran cholos, cholos matados por el aparato
estatal, pero de Lima; y este país es en extremo centralista; lo que
sucede en Lima es lo que sucede al Perú. En nuestro país, el otro es
el cholo, el indio; y no solo ellos, también lo es la mujer, el
afrodescendiente y el culí, hoy tusán; el otro también es el trabajador y
la trabajadora precarizados. Entonces, en este orden de ideas, si estos
son los otros ¿Quién es el yo desde nos pensamos, autopercibimos y
valoramos? Este yo es un yo virreinal, es un yo darwinista social,
clasista, racista refrendado en los grandes medios de comunicación
por una oligarquía. Este orden nos divide, nos segmenta en quiénes
tienen dignidad y quienes no, quienes son sujetos de derecho y
quienes no, quienes tienen permitido vivir y quienes no, quienes
pueden ser funcionarios públicos y quiénes no, quienes son
legítimamente personas entre iguales y quienes no. Todavía hoy en
2021, a doscientos años de la independencia.

Jorge Yener Muñoz, fallecido por el impacto de un proyectil de plomo


en la cabeza, K.N.R.D., de 16 años, fallecido por el impacto de proyectil
de arma de fuego, Reynaldo Reyes Ulloa, fallecido por un proyectil;
asesinados por un Estado asesino, dirigido por una oligarquía que
mantiene a raya quién tiene permiso de vivir, y quién no lo tiene, quién
es persona y quién es todavía cosa. En el artículo 20, inciso 11 del
Código Penal, se exime de responsabilidad penal al policía o al militar
que en el ejercicio de sus funciones cause daño o muerte; la
responsabilidad entonces ¿de quién es? El policía, que solo obedece
órdenes, es un trabajador precarizado, el policía cholo que dispara a
otro cholo que se manifiesta por sus derechos se halla bajo
subordinación ¿quién da la orden de endurecer la represión? ¿Quiénes
son responsables de que las medidas de protesta se extremen a tomar
carreteras? ¿Qué vida es más valiosa? ¿Qué discurso sostiene como
legítimo que una vida sea más valiosa que la otra? ¿Cómo reaccionaría
el país entero si el asesinado por el Estado, por un policía, por un cholo,
fuera un varón o una mujer blanca, no indio/no cholo, y que proceda de
algún distrito pudiente de la capital o sea hijo de algún plutócrata de los
104
grandes grupos de poder económico? Haz el ejercicio de imaginar la
situación, el escándalo, el privilegio. Ahora piensa, imagina y responde
¿Vivimos en una república democrática donde todos somos iguales?

La distinción axiológica no es una tara cultural que podamos dejar sin


analizar, es un problema medular, es de orden ontológico, permite
entender qué es un quién y qué es una cosa. Los peruanos nos
desenvolvemos en una cultura que nos sujeciona bajo un discurso de
poder hegemónico: “En la costa peruana el trabajador de la tierra,
cuando no ha sido el indio, ha sido el negro esclavo, el culí chino,
mirados, si cabe, con mayor desprecio. En el latifundista costeño, han
actuado a la vez los sentimientos del aristócrata medioeval y del
colonizador blanco, saturados de prejuicios racistas”126 Precarizar
para dominar, precarizar para someter; precarizar para reificar; para
deshumanizar; precarizar para obtener fuerza de trabajo a bajo costo;
no tenemos ya personas; sino mano de obra barata. “La economía del
Perú es una economía colonial. Su movimiento, su desarrollo, están
subordinados a los intereses a las necesidades de los mercados de
Londres y de Nueva York. Estos mercados miran en el Perú un
depósito de materias primas y una plaza para manufacturas” 127 Los
trabajadores y trabajadoras, se hallan en un orden connotativo
extrasocial, en palabras José Matos Mar, son el Perú no oficial, no
tienen ciudadanía, no tienen dignidad, sí aceptan la precarización
son buenos, y el enemigo sí buscan defender sus derechos
fundamentales ya reconocidos en la Constitución del país tanto como
en los tratados internacionales ¿Por qué hoy a doscientos años de la
Independencia de la República pervive esta estructura? La
responsabilidad es compartida, por un lado, de quienes lo han
permitido y por el otro de quienes se hallan en el poder. No somos
conscientes de todo el poder que tenemos, porque nos bombardean
con cultura que adormece, que no cuestiona. El uso de armas blancas
o de fuego para cambiar las cosas no es viable. Hoy las armas son la
educación, la memoria; la voluntad y la acción; el poder viene de allí;
el poder legítimo no viene del fusil. Cooperación o colectivismo-
identidad-, ese es el camino, o los indios y cholos seguirán como
Mariátegui los describe, o con pequeñísimos cambios a través de la

126
José Carlos Mariátegui. Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. 1928.
127
Ídem.
105
historia como quien recibe caridad según la voluntad de quien la ejerce.
Oí decir a alguien, “pero se ha avanzado bastante”; el amor propio, la
dignidad de la persona no requiere migajas. La persona es un absoluto,
no es una entidad fragmentada. La división viene bien para destruir
al enemigo. Vencieron al incanato por hallarse dividido en una guerra
fratricida. La historia sería otra si el incanato se habría hallado en el
culmen de su poder, pero pensar en los hubiera, es una pérdida de
tiempo: hoy se requiere unión, un mismo norte, una nación que se
identifique, no una que se divida a sí misma:

"A los indios les falta vinculación nacional.


Sus protestas han sido siempre regionales. Esto ha
contribuido, en gran parte, a su abatimiento. Un
pueblo de cuatro millones de hombres, conscientes
de su número, no desespera nunca de su porvenir.
Los mismos cuatro millones de hombres, mientras
no sean sino una masa inorgánica, una
muchedumbre dispersa, son incapaces de decidir
su rumbo histórico."

Todavía somos una masa inorgánica, una muchedumbre dispersa


incapaz de decidir sobre nuestro rumbo histórico. El varón y la mujer
no pueden ser entendidos solo por su lado matérico/natural, jamás
debe dejarse de lado, su aspecto mental/metanatural. Sin la cultura el
hombre es solo animal, no persona, es sintomático que en este país el
Ministerio de Cultura fuera creado recientemente, en el año 2010, a
189 años de su creación como república. El varón y la mujer andina
necesitan un lugar donde reconocerse como lo que son, creadores de
una las culturas madre de la humanidad, Caral; como herederos de
construcciones ciclópeas en arquitectura como Machupicchu,
creadores de ingenio hidráulico como el canal de Cumbemayo;
descendientes de quienes sometieron los Andes, un lugar agreste, en
andenes, de quienes generaron una economía agrícola mediante
waru-waru´s prevaleciendo ellos sobre una atmósfera fría y seca a
5000 msnm; de creadores de ciudades complejas como Chan chan; de
quienes dibujaron colosales figuras en las pampas de Ica de cuya
realización todavía hoy no se encuentra una explicación satisfactoria
en los investigadores.

106
Estas maravillas fueron creadas por los denominados indios, todavía
otros, cuya lengua quechua todavía hoy es signo de discriminación;
incluso en el Congreso ¿Qué otro espacio de poder es más
representativo que el que nosotros mismos elegimos? Es el mismo
sujecionado al poder quien también performa sus relaciones privadas
y públicas bajo el discurso virreinal/darwinista social. Mariátegui
hablaba de cuatro millones de indios, hoy somos más de nueve
millones de peruanos. El indio que describe Mariátegui, aún es el otro,
vive en los departamentos donde el Estado no llega sino es para
extraer y contaminar; el cholo es el migrante trabajador precarizado, el
cual también adolece de otredad. El objetivo nacional debiera ser la
integración en su diversidad, en ciudadanía efectiva; no en discursos
poéticos vacíos o violentistas. Ya no es momento de dividir, ya hemos
sufrido recientemente como la marginación deviene en radicalismos
mesiánicos y terroristas.

“Estoy harto de cholear, de que me choleen, de los que


cholean, de los que nos dejamos cholear, y de los que,
teniendo poder, no hacen nada para detener esta
tragicomedia. Estoy harto de los padres que cholean delante
de sus hijos, de los niños que fusilan a los cholos en la
escuela, de los maestros que lo permiten, de los chicos
blancos que se creen más que los cholos porque los criaron
diciéndoles que las cosas, en el Perú, son y seguirán siendo
así. Se equivocan. Estoy harto de ver el noticiero para
comprobar una vez más que los que narran y opinan y
analizan el Perú son blancos, mientras que los que matan o
roban o invaden o lo pierden todo son los pobres cholos de
siempre. Estoy harto de las revistas de sociales y de su
manera tan vulgar de cholear eliminando a los cholos de las
fotografías. Estoy harto de la publicidad y de sus modelos
rubios como ángeles medievales, y de que un indígena no
pueda entrar a un centro comercial sin convertirse en noticia,
ya sea porque le impidieron la entrada o porque se la
permitieron. Estoy harto de pensar que Quispe Mamani o
Lloque Chafloque jamás serán directores de aquel diario ni
ministros de Economía ni esposas o esposos de Bentín
García-Miró o de Aljovín Olaechea. ¿Te imaginas a un niño
apellidado Graña Chuquillaqta o Chichipe Hochschild o, sin
ir tan lejos, Avilés Huamanripa? Estoy harto de saber que
este tabú (ese asco o miedo o sospecha o vergüenza) está
107
en nuestros corazones. Y más harto todavía de que saberlo
no solucione nada”128

“la mentira es una institución…


¿Y vos qué opinas? …
Si los años que suceden nunca miran hacia atrás
más que para obviar la culpa y la responsabilidad.
Cuando hay hechos que hay que difundir
que no se deben repetir…
¿Y vos dónde estás?
Cuando las palabras faltan, pero hay mucho que contar…
Si la hipocresía es negar, las armas serán
recordar.
¡Y actuar!”129

128
Marco Avilés. No soy tu cholo. 2017.
129
Las Armas. El enemigo.
108
Lima
Setiembre, 2021

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b
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