es acabar con su vida, sino con su sufrimiento. Creen que
tienen razones para morir, y lo que necesitan son razones para vivir. ¿Vale la pena seguir viviendo? Veamos tres razones que muestran que sí. MITO: Hablar del suicidio —o tan solo decir la palabra— fomenta el deseo de quitarse la vida REALIDAD: Hablar abiertamente del tema puede ayudar a una persona a pensar o es acabar con su vida, sino con su sufrimiento. Creen que tienen razones para morir, y lo que necesitan son razones para vivir. ¿Vale la pena seguir viviendo? Veamos tres razones que muestran que sí. MITO: Hablar del suicidio —o tan solo decir la palabra— fomenta el deseo de quitarse la vida REALIDAD: Hablar abiertamente del tema puede ayudar a una persona a pensar en otras opciones en otras opciones o es acabar con su vida, sino c o es acabar con su vida, sino con su sufrimiento. Creen que tienen razones para morir, y lo que necesitan son razones para vivir. ¿Vale la pena seguir viviendo? Veamos tres razones que muestran que sí. MITO: Hablar del suicidio —o tan solo decir la palabra— fomenta el deseo de quitarse la vida REALIDAD: Hablar abiertamente del tema puede ayudar a una persona a pensar en otras opciones on su sufrimiento. Creen que tienen razones para morir, y lo que necesitan son razones para vivir. ¿Vale la pena seguir viviendo? Veamos tres razones que muestran que sí. MITO: Hablar del suicidio —o tan solo decir la palabra— fomenta el deseo de quitarse la vida REALIDAD: Hablar abiertamente del tema puede ayudar a una persona a pensar en otras opciones ir —añade—. Para mí, la muerte es una amiga, no una enemiga.” Muchas personas se sienten como Diana, y algunas de ellas han pensado, o incluso intentado, terminar con su vida. Sin embargo, de acuerdo con los expertos, lo que realmente buscan estas