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Fecha 05/06/2020
Carrera Auditoría
Asignatura Interculturalidad
Grupo A
Docente Dra. Olga Gascher Portales
Periodo Académico Sem I-2020
Subsede Santa Cruz - Bolivia
INVESTIGACION
El 20 de octubre de 2019 el país celebró unas elecciones generales a las que Evo
Morales, tras ser habilitado por el Tribunal Constitucional, que en 2017 accedió a su
demanda de declarar inconstitucionales o inaplicables nueve artículos de la Carta
Magna y de la Ley Electoral (sentencia que, por cierto, ignoró el resultado negativo del
referéndum constitucional pro-reelección de 2016), se presentaba por tercera vez
consecutiva, por cuarta tomando en cuenta el primer mandato de 2006-2010, iniciado
bajo la vieja Constitución de 1967.
Aunque contaba con el respaldo de los partidos de la oposición y los altos mandos del
Ejército y la Policía, que empezó a desplegar soldados para ayudar a atajar los
saqueos y disolver las protestas que ahora protagonizaban los enfurecidos seguidores
de Morales, muchos de ellos indígenas y muy mayoritarios en la populosa urbe de El
Alto, Áñez se topó con el obstáculo, aparentemente insalvable, de ser investida por
una Cámara de Diputados integrada en sus dos terceras partes por legisladores del
MAS, quienes de hecho se negaban a sesionar. El 12 de noviembre la Cámara debía
discutir la renuncia de Morales, pero la sesión fue suspendida por falta de quórum.
Con todo, Áñez dio el paso de proclamarse presidenta interina con el voto favorable
del tercio de diputados de los Demócratas, la Unidad Nacional y el Partido Demócrata
Cristiano, acto que fue rápidamente validado por el Tribunal Constitucional.
Presidenta por sucesión
Jeanine Áñez asumió el mando del país por sucesión constitucional, amparada en los
artículos 169 y 170 de la Carta Magna. "Asumo de inmediato la Presidencia del
Estado", dijo en la Cámara de Diputados, luego de que los legisladores oficialistas
pusieran condiciones para sesionar y conocer la carta de renuncia del expresidente
Evo Morales.
Además del referéndum a nivel nacional, se contempla el mismo mecanismo para los
niveles departamental y municipal. En estos dos niveles, las reglas son
exactamente las mismas que para el referéndum nacional, con la excepción de que la
iniciativa popular departamental requiere el apoyo del 8% de los
ciudadanos inscritos en el padrón de la circunscripción departamental y del 10% para
el caso de los municipios.
Bolivia cuenta con dos experiencias previas en materia de referéndum. Sin embargo,
éstas no contaron con un marco normativo, lo que en principio limita la capacidad de
los resultados para transformar la legislación o las políticas públicas. La primera de
ellas, adicionalmente, no cumplía con los requerimientos mínimos de democracia
formal. Se trata del referéndum celebrado el 11 de enero de 1931, convocado por el
General Carlos Blanco Galindo, quien presidía la junta militar que asumió el poder tras
el levantamiento popular del 28 de junio de 1930 que derrocó al presidente
Hernando Siles. Siles había reformado la constitución para permitir su reelección
inmediata, y se encontraba en campaña en el momento de la revuelta.