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INICIA LA COLONIZACIÓN TEXANA

Texas en la época novohispana

La conquista del territorio de Nueva España no se extendió de inmediato a la región del norte,
habitada por los llamados indios apaches. Hasta el siglo XVII, en Texas fueron establecidos
distintos presidios y misiones.
Misiones en Texas
Las Misiones españolas en Texas comprenden una serie de puestos religiosos católicos establecidos
por dominicos, jesuitas y franciscanos para difundir la doctrina cristiana entre los nativos. Las
misiones introdujeron ganado europeo, frutas, verduras, y a la industria en la región de Texas.
Además del presidio y el pueblo, la “misión” era una de las tres agencias principales contratadas por
la corona española para extender sus fronteras y consolidar sus territorios coloniales.
En total, se mantuvieron veintiséis misiones durante diferentes periodos de tiempo dentro de las
futuras fronteras del Estado:

Dentro de los límites de Texas español Fronteras exteriores del Texas español

1. Misión de San Francisco de la Espada. 1690 18. Misión de Corpus Christi de la Isleta del Sur. 1682
2. Misión Santísimo Nombre de María. 1690-1692 19. Misión de San Antonio de Senecú. 1682
3. Misión de San Juan Capistrano. ¿1690? 20. Misión Nuestra Señora de la Limpia Concepción de
4. Misión Nuestra Señora de la Purísima Concepción Los Piros de Socorro del Sur. 1682-1848
de Acuña. 1716 21. Misión San Juan Bautista. 1700
5. Misión de San José de los Nazonis. 1716 22. Misión de Santa María de las Caldas. 1730-1749
6. Misión Nuestra Señora de Guadalupe. 1756 23. Misión de San Francisco Xavier de Horcasitas.
7. Misión Nuestra Señora de Guadalupe de los 1745-1755
Nacogdoches. 1716/ 1771-1773 24. Misión de San Ildefonso. 1746-1755
8. Misión de San Miguel de Linares de los Adaes. 25. Misión Nuestra Señora de la Candelaria del Cañón.
1717-1773 1749
9. Misión San Antonio de Valero / El Álamo. 1718- 26. Misión de San Lorenzo de la Santa Cruz. 1762-1769
1739
10. Misión de San José y San Miguel de Aguayo. 1720-
1824
11. Misión Nuestra Señora del Espíritu Santo de Zúñiga.
1722-1830
12. Misión de San Francisco Xavier de Nájera. 1722-
1726
13. Misión de Santa Cruz de San Sabá. 1756-1772
14. Misión Nuestra Señora del Rosario. 1754-1831
15. Misión de San Francisco Xavier de los Dolores.
1755-1756
16. Misión Nuestra Señora de la Luz. 1756
17. Misión Nuestra Señora del Refugio. 1793-1830
En el contexto íntimamente supervisado de la misión se esperaba que los nativos americanos
maduraran en el cristianismo y las prácticas políticas y económicas de España hasta que ya no fuera
necesario un estatuto especial de misión. Entonces sus comunidades podrían incorporarse como
tales en la sociedad colonial común. Esta transición del estado de misión oficial a la sociedad
española ordinaria, cuando ocurría de manera oficial, era llamada “secularización”.

En esta transición oficial, las propiedades comunales de la misión eran privatizadas, la dirección de
la vida civil se convertía en un asunto puramente secular, y la dirección de la vida de la iglesia era
trasladada de las órdenes religiosas misioneras de la iglesia diocesana católica. Aunque la
ley colonial no especificaba un tiempo preciso para que esta transición sucediera, el aumento de la
presión de la secularización de la mayoría de las misiones desarrolladas se dio en las últimas
décadas del siglo XVIII.

Este sistema de misiones fue desarrollado en respuesta a los resultados a menudo muy perjudiciales
de dejar en manos de la población española, formada por empresarios y militares, el control de las
relaciones con los nativos americanos. Esto había dado lugar con demasiada frecuencia al abuso e
incluso la esclavitud de los indios y una agudización del antagonismo.

Al final, el sistema de misiones no era lo bastante fuerte políticamente hablando como para proteger
a los nativos americanos contra el creciente poder de los ganaderos y otros intereses comerciales
que buscaban el control sobre las tierras de misión y de la mano de obra representada por los
nativos americanos. En los primeros años de la nueva República de México entre 1824 y 1830,
todas las misiones que aún operaban en Texas fueron secularizadas oficialmente, con la única
excepción de las ubicadas en el distrito de El Paso, que fueron entregadas solamente a los
sacerdotes diocesanos en 1852.

Presidios en Texas
En la época colonial el presidio era una construcción de vigilancia fronteriza. Los presidios eran
fortalezas militares dispuestas por la Corona para la administración y defensa de una región. Desde
allí se consolidaba el proceso de colonización y se controlaba toda la vida de la comarca: la religión,
la educación, la vivienda, los cultivos y el mercado; la asistencia a las familias de los soldados y de
los indios asentados y pacificados.
Una de las tareas primordiales de los presidios era mantener el orden interno de las misiones y
defenderlas de los ataques de los indígenas rebeldes. De ahí que en numerosas ocasiones las
misiones y los presidios ocupaban un mismo asentamiento o, se establecieran a corta distancia uno
de otro. Al paso del tiempo, tanto misiones como presidios fueron germen de nuevos centros de
poblamiento, pues las familias de los soldados y algunos vecinos preferían vivir en las
inmediaciones de ellos dadas la seguridad que les ofrecían los contingentes militares.

En Texas, en la época novohispana existían dos presidios: San Antonio de Béjar que fue fundado en
1692 y Bahía del Espíritu Santo en 1716, y formaban parte de la intendencia de San Luís Potosí.

Presidios de que se compone la nueva Línea formada de Mar a


Mar para la defensa de sus fronteras… según lo dispuesto por
la Real instrucción del 10 de septiembre del año 1772.
Provincia Presidio
Texas Bahía del Espíritu Santo
San Antonio de Béjar
Coahuila San Juan Bautista de Río Grande
Monclova
Santa Rosa
San Antonio Bucareli
Nueva Vizcaya San Sabá
San Carlos
Junta de los Ríos
Príncipe
San Eleazario
Carrizal
San Buenaventura
Janos
Sonora San Bernardino
Santa Cruz
San Agustín del…
San Gertrudis (?) del Altar
San Miguel de Horcasitas
San Carlos de Buenavista
Compañía Volante
Nuevo México Santa Fe
INICIA LA COLONIZACIÓN TEXANA

¿Cuándo comenzó la colonización de Texas?

Luego que en 1803 Francia cedió la Luisiana a los Estados Unidos, éstos quisieron apoderarse del
territorio de Texas argumentando que formaba parte de Luisiana, pero renunciaron a sus
pretensiones por el tratado Adams-Onís del 22 de febrero de 1819 firmado en Washington, a
cambio de que España cediera en sus reclamos del territorio de Oregón.
El Tratado Adams-Onís marcó a la provincia al autorizar el traslado de súbditos españoles afectados
por las pérdidas de territorio a otras partes del imperio bajo una política de colonización generosa.

Las Cortes de Cádiz, preocupadas por la necesidad de poblar el septentrión de Nueva España,
empezaron a discutir el problema de la colonización, pero la reacción absolutista, con la vuelta al
trono de Fernando VII, disuelve las Cortes el 10 de mayo de 1814, lo que impidió legislar sobre este
asunto.

Posteriormente, en mayo de 1820, tras un pronunciamiento militar realizado por Rafael de Riego, se
obliga al rey Fernando VII de España a firmar una constitución parlamentaria de corte liberal:
La Constitución española de 1812. Acto con el que se deroga el régimen absolutista y las Cortes
pudieron retomar la discusión de una ley de colonización. El análisis del caso quedó en manos de la
Comisión de Asuntos de Ultramar presidida por Ramos Arizpe y en la cual participaron otros
diputados mexicanos.1

1
En las elecciones para Cortes de Cádiz de septiembre de 1810, José Miguel Ramos Arizpe fue elegido diputado por Coahuila en las que
contribuyó muy destacadamente en todo el período legislativo (1810-1814) en donde muestra sus ideas liberales e independentistas.
Período en el que se proclamó la primera constitución española, la Constitución de Cádiz de 1812, llamada La Pepa por haber sido
proclamada el día de San José.
Finalmente, la ley de colonización fue aprobada el 28 de junio de 1821, en vísperas de la
independencia de México.2 Aunque en la práctica siguieron en vigor las viejas leyes españolas, la
ley de colonización aprobada por las Cortes tendría gran influencia en leyes subsecuentes, lo que es
comprensible por haber sido elaborada por diputados novohispanos.

De la Ley de Colonización: Es importante notar que su artículo 28 prohibía la introducción de


esclavos y declaraba a los que se introdujeran, inmediatamente libres. No se sintió la necesidad de
exigir la religión católica como requisito, puesto que la Constitución de 1812 la establecía como
religión única.

La familia Austin y los primeros colonos.

Al aparecer en Texas Moses Austin, todavía no existía la ley. Austin había emigrado a Luisiana en
1797 y después de jurar lealtad a la Corona, obtuvo la ciudadanía española. Austin había
prosperado, por lo que para él no fue una bendición la noticia de que con la compra de la Luisiana
el territorio pasaba a ser norteamericano. Afectado por la guerra anglo-americana de 1812 y los
vaivenes de la economía, para 1819 estaba en bancarrota.

Al recordar su experiencia positiva en la Luisiana española, decidió emigrar a Texas y solicitar una
concesión para establecerse con 300 familias. Su recepción pareció poco prometedora, pero logró
que se le reconociera su calidad de español y que se remitiera su solicitud al comandante general de
las Provincias Internas para su aprobación.

Confiando en el resultado, regresó a Estados Unidos mientras su solicitud era aprobada. El


comandante Joaquín de Arredondo consultó con la recién establecida Diputación Provincial, que
favoreció la iniciativa, de manera que aprobó la solicitud el 17 de enero de 1821.

2
Previamente en la Nueva España, el 24 de febrero de 1821, Agustín de Iturbide lee en Iguala, Guerrero, el llamado Plan de Iguala que
proclamaba a la Nueva España como país soberano e independiente bajo cuatro principios: 1) Establecer la independencia de México.
2) Mantener la monarquía encabezada por Fernando VII o alguno de los miembros de la Corona española. 3) Establecer la religión
católica como la única. 4) Establecer la unión de todas las clases sociales. Hecho que daría lugar a la independencia de México que
sucedería poco después (27 de septiembre de 1821).
“El fundador más importante de las colonias angloamericanas de Texas fue Moses Austin,
originario de Durham, población del Estado de Connecticut, quien pasó a radicarse después a
la Luisiana. Audaz y afortunado impostor, Austin logró que el Gobierno de España lo creyese
representante de una multitud de católicos perseguidos en territorio angloamericano y que
buscaba asilo al Sur de la línea divisoria. Llevó su farsa hasta el punto de naturalizarse
súbdito español en 1779. El viejo Moses Austin se estableció en San Antonio de Béjar con su
hijo Stephen Fuller Austin. Murió aquél en 1821 en Misuri, y su hijo se encargó de consumar
la tarea que su padre dejó inconclusa”.
Preliminares a la obra de William Jay.
Revista de las causas y consecuencias de la guerra mexicana
Guillermo Prieto.

Moses Austin preparaba su regreso a Texas, cuando lo sorprendió la muerte en junio (pulmonía).
Desde antes de la muerte de su padre, la oferta resultó tentadora para su hijo Stephen y había
decidido participar en el proyecto, de manera que se puso en marcha. El 12 de agosto llegaba a San
Antonio Béjar con dieciséis individuos con los cuales pensaba explorar el territorio texano. En el
ínterin, el gobernador de Texas, Antonio María Martínez había recibido excelentes informes sobre
el heredero del viejo Moses, por lo que no tuvo objeciones en reconocerle los derechos aprobados y
autorizarle a explorar las tierras e importar provisiones e implementos agrícolas libres de impuestos.
Lo responsabilizó de la honorabilidad de los colonos admitidos y de la administración de los
establecimientos, mientras el gobierno los organizaba. El gobernador aprobó también el plan
propuesto por Austin para distribuir la tierra, al que haría ajustes más tarde y que concedían a cada
colono 640 acres. A los casados se les concedían 320 por esposa y 160 por cada hijo. Austin solicitó
80 acres por cada esclavo.

Las condiciones impuestas a Austin, no obstante, estaban vigentes: se permitía el traslado de 300
familias de Luisiana, que debían ser católicas romanas, de buenas costumbres y que debían jurar
"obedecer y defender al gobierno del rey de España y de observar la Constitución Política de la
Monarquía Española", cuyo artículo 12 declaraba que era y sería perpetuamente la religión
"católica, apostólica, romana, única verdadera", la única tolerada, lo que deslegitima protestas
posteriores de Austin sobre la intolerancia religiosa y la abolición del federalismo como agravios
que condujeron a declarar la independencia, puesto que los colonos siempre se hicieron pasar por
católicos.

Mientras esto tenía lugar, en el centro de Nueva España el Plan de Iguala se imponía en todo el
territorio, tanto que el gobernador de Texas lo había jurado el 17 de julio, puesto que el comandante
de las Provincias Internas lo había hecho. Establecido el imperio mexicano, a pesar de los múltiples
problemas a que debía enfrentarse la Junta Provisional Gubernativa, presidida por Iturbide, los
asuntos de Texas no dejaron de llamar su atención.
En los primeros días de octubre se había derrotado al segundo intento filibustero del norteamericano
James Long.3 Este hecho daba peso a las advertencias de Tadeo Ortiz de Ayala4 sobre la necesidad
de preocuparse por la frontera del septentrión, amenazada por los angloamericanos pues era más
tangibles que un ataque español.

La Comisión de Relaciones Exteriores en la introducción de su informe analizaba el Tratado


Adams-Onís, al que consideró violatorio de las Siete Partidas y de las Leyes de Indias, aunque
imposible de desconocer, por lo que urgía marcar la frontera y poblar Texas, para evitar su pérdida.

Se discutió que podría hacerse con soldados novohispanos desmovilizados, indios mexicanos o
norteamericanos (atraídos como era tradicional, por evangelización, presentes, comercio o tratados),
la descontenta población de Nueva Orleáns, según creían, deseosa de pasar a esas regiones como lo
probaba el éxito del contrato de los Austin y, desde luego, europeos católicos.

Mientras se elaboraba una ley de colonización, se recomendó la aplicación de las previsiones de la


ley elaborada por las Cortes españolas. Reunido el Congreso, se creó una Comisión de
Colonización, que empezó a recabar solicitudes de tierras y sugerencias para abrir las Provincias
3
James Long fue un filibustero estadounidense que organizó expediciones fallidas para hacerse con el
control de Texas entre 1819 y 1821.
4
Simón Tadeo Ortiz de Ayala, criollo de amplia formación ilustrada que consagró pensamiento y acción al
servicio de su patria. Fue un activo colaborador de la causa insurgente, diplomático, entusiasta colonizador e
intérprete de los problemas fundamentales del México independiente.
Internas de Oriente al comercio libre con Estados Unidos y para protegerlas mediante la creación de
un ejército especial, al que se premiaría con tierras en Texas, también concedidas a indígenas
nativos que se convirtieran al catolicismo.

Cuando en marzo de 1822, Austin regresó a Béjar por segunda vez con otras familias, el gobernador
Martínez le aconsejó tramitar la ratificación de su concesión con el nuevo gobierno nacional, ya que
el país se había independizado.
Por tanto, a fines de abril de 1822 apareció en la capital, donde encontró que lo habían precedido
otros aspirantes angloamericanos. (Benjamín Milam, Andrew Erwin, Robert Leftwich y James
Wilkinson. Más tarde llegaron Haden Edwards, Daniel Stuart y Arthur Wavell. Diego Barry, Tadeo
Ortiz y Felipe O'Reilly también presentaron proyectos de colonización.)

Austin contaba con algunas ventajas frente a los otros aspirantes. Su educación esmerada incluía el
conocimiento del español y su carácter le permitió ganar amigos en las esferas influyentes, lo que le
sería muy útil en adelante. Además, se ofreció a elaborar un mapa de Texas, remover el azolve que
obstaculizaba la navegación del río Colorado y poner en práctica el plan de pacificación indígena
que había presentado al nuevo comandante general de las Provincias de Oriente.
La organización territorial del Primer Imperio Mexicano fue la mayor extensión que tuvo México como país
independiente: 4 925 283 km².
Las 24 Provincias del Imperio fueron:

Californias Nuevo México


Coahuila Nuevo Santander
Costa Rica Nueva Vizcaya
El Salvador Oaxaca
Guatemala Puebla
Guadalajara Querétaro
Guanajuato San Luis Potosí
Honduras Sonora
Mérida de Yucatán Texas
México Valladolid
Nicaragua Veracruz
Nuevo León Zacatecas

No fue sino hasta julio cuando el Congreso oyó el informe de la Comisión de Colonización y un
mes después los proyectos de ley de colonización. El proyecto mayoritario contenía las condiciones
generosas ofrecidas por la ley española, prohibía la compraventa de esclavos y declaraba libres a los
hijos de esclavos a los 14 años. Por supuesto, se exigía la condición de católicos de los colonos y
declaraba preferencia por "los naturales del país y principalmente a los militares".
El proyecto de Gutiérrez de Lara, representante de Tamaulipas, se preocupaba de los trámites y
medición de terrenos, favorecía la preferencia a los naturales y la obligación de los extranjeros de
"cambiar su idioma por el del Imperio y convertir a sus esclavos en sirvientes libres, que con su
trabajo y arbitrios desquiten su esclavitud".

Hacía provisiones para atraer a los indios con religiosos, concediéndoles sus diputaciones
provinciales. El plan más radical era el de Valentín Gómez Farías. Daba preferencia de conceder
tierras a las tribus errantes de Texas, incluyendo las "que confinan con el Imperio Mexicano", y se
pronunciaba en forma drástica por la prohibición de la esclavitud, optando por la declaración de la
libertad de todo esclavo con sólo tocar suelo mexicano.

La inoperancia del Congreso alargó las discusiones, la ley no se llegó a aprobar y el órgano fue
disuelto. El emperador lo sustituyó por una Junta Nacional Instituyente, que fue la que aprobó la ley
de colonización en enero de 1823.

Una vez aprobado esto, a pesar de los acontecimientos, se le ratificó la concesión a Austin el 10 de
marzo. El Consejo de Gobierno revisó con cuidado las cláusulas del contrato para que se ajustaran a
la nueva ley, a pesar de su procedencia. Insistió en que las 300 familias fueran católicas, apostólicas
y romanas y que si se le autorizaba a ampliar el número de familias, como pedía Austin, esas
familias debían establecerse en lo interior de la provincia al lado de las antiguas poblaciones;
precaución que hace necesaria la seguridad del Estado, porque "una población numerosa de
personas que hablan el mismo idioma, tienen las mismas costumbres y conexiones con una nación
vecina, que ocupase exclusivamente un mismo terreno [ ... ] podría turbar algún día la tranquilidad
del imperio".

Como la crisis llevó a la abdicación de Agustín de Iturbide al trono mexicano, la ratificación quedó
sujeta a la revisión del Congreso reinstalado, al igual que todos los actos del gobierno del
emperador.
Gracias a la recomendación del Congreso, el supremo poder ejecutivo firmó la aprobación de la
concesión a Austin el 14 de abril.
Texas tras la Constitución de 1824

Promulgada la Constitución de 1824, se crean así los Estados Unidos Mexicanos; la constitución


organizó el país en 19 estados y 4 territorios. Texas quedó como parte de Coahuila.
Los 19 Estados fundadores fueron:
Orden Nombre Fecha de ingreso Fecha de instalación del
congreso
1 México 20-12-1823 02-03-1824
2 Guanajuato 20-12-1823 25-03-1825
3 Oaxaca 21-12-1823 01-07-1823
4 Puebla 21-12-1823 19-03-1824
5 Michoacán 22-12-1823 06-04-1824
6 San Luis Potosí 22-12-1823 21-04-1824
7 Veracruz 22-12-1823 09-05-1824
8 Yucatán 23-12-1823 20-08-1823
9 Jalisco 23-12-1823 14-09-1823
10 Zacatecas 23-12-1823 19-10-1823
11 Querétaro 23-12-1823 17-02-1824
12 Sonora y Sinaloa 10-01-1824 12-09-1824
13 Tabasco 07-02-1824 03-05-1824
14 Tamaulipas 07-02-1824 07-05-1824
15 Nuevo León 07-05-1824 01-08-1824
16 Coahuila y Texas 07-05-1824 15-08-1824
17 Durango 22-05-1824 08-09-1824
18 Chihuahua 06-07-1824 08-09-1824
19 Chiapas 14-09-1824 05-01-1825

Los 4 territorios federales fueron:


Alta California; Baja California; Colima; Nuevo México

El representante de Texas no pudo defender con efectividad la preferencia texana por instaurarse en
territorio dependiente del gobierno federal, mientras tenía suficiente población que le permitiera ser
estado. Lo que sí logró fue que, por decreto del 7 de mayo de 1824, se asegurara que: "Texas tiene
el derecho a formar un solo estado tan pronto como sienta que es capaz de hacerlo".

En términos prácticos, de inmediato significó la pérdida de la autonomía de que gozaba por la


lejanía y urgencia de defensa. La dependencia de Saltillo se convirtió enseguida en problema,
puesto que era un estado pobre que no podía organizar una defensa efectiva y en cambio entorpecía
los trámites de concesión, expedición de títulos y solución de los asuntos judiciales capitales, que
por ley debían remitirle los alcaldes locales.

La Diputación Provincial de Texas se negó en agosto a enviar un diputado a la legislatura


constituyente del estado y en septiembre, el diputado texano al Congreso nacional informó que
Texas prefería ser territorio.

Al reunirse el primer Congreso federal, muchos diputados defendieron la posición texana, entre
ellos Carlos María de Bustamante, quien consideraba que su dependencia del gobierno nacional
aseguraba un mayor control. Pero el influyente Ramos Arizpe ganó la partida al llamar la atención
del ayuntamiento de San Antonio Béjar de que, de acuerdo con la nueva ley de colonización, si
elegían el carácter de territorio, perdían el control de las tierras públicas. El argumento fue eficaz y
el ayuntamiento de San Antonio Béjar cesó de presionar al diputado texano, con lo que el 4 de
octubre Coahuila y Texas quedaron unidas como un estado.

El gobierno de Coahuila procedió de inmediato a suspender la diputación provincial texana, lo que


significó un golpe duro para la provincia, que se quedaba sin un órgano autónomo para resolver sus
problemas. Militarmente se mantuvo la unidad de las tres provincias y Texas. Además, tuvo la
suerte de que fuera encabezado por dos distinguidos y honestos generales hasta 1832, Anastasio
Bustamante y Manuel Mier y Terán.

El problema de la esclavitud, tan espinoso para Texas, se había discutido en enero de 1824 y de
inmediato se prohibió el tráfico de esclavos. La mayoría sostenía la libertad inmediata de los que
tocaran territorio nacional y la confiscación de barcos nacionales o internacionales que trataran de
introducir esclavos. El interés en la población llevó al diputado texano a proponer un año de
tolerancia para introducirlos, pero fue rechazado casi por unanimidad.
La ley de colonización aprobada en agosto de 1824 sólo dejó las tierras comprendidas a 20 leguas
de la frontera y a 10 de los litorales bajo el control nacional. Concedía preferencia a los mexicanos e
indios "de todas las naciones confinantes con el estado, así como las tribus errantes que hay dentro
de él". La introducción de esclavos se sujetaba a las leyes establecidas, es decir, quedaba sujeta al
decreto del 13 de julio de 1824, que la prohibía.

La política colonizadora adoptada era totalmente diferente de la norteamericana, menos generosa y


controlada por el gobierno federal. Al quedar la colonización bajo la autoridad estatal y no federal,
la
concesión de tierras en Texas se desplazó de la Ciudad de México a Saltillo, adonde partieron
especuladores y empresarios.

Asediada por la afluencia de extranjeros y preocupada por las invasiones indígenas del norte, la
Asamblea Legislativa de Saltillo se apresuró a pasar su ley de colonización a principios de 1825,
con las mismas condiciones generosas. No decidió sobre el asunto de la esclavitud, a causa del
intenso cabildeo de Austin, quedando pendiente para resolverlo en la Constitución del estado.

No obstante que la actitud antiesclavista mexicana desanimó a muchos posibles colonos y causó
incertidumbre en los establecidos, dada la depresión económica en Estados Unidos, el crecimiento
de Texas no cesó, aunque con lentitud, según Austin se quejara.

Por entonces, el tenaz empresario se había convencido de que lo más a que se podía aspirar era a
conservar los esclavos que ya se habían introducido y, con mucha suerte, a sus hijos hasta los 14
años, aunque no dejó de luchar por que se mantuviera la "institución peculiar'', que consideraba
fundamental para el éxito de su empresa.

Una reunión de colonos en San Felipe, el 5 de junio de 1824, preparó un memorial e insistía en que
los esclavos de los 300 colonos habían sido introducidos de acuerdo con la ley imperial, confirmada
por el Congreso Constituyente, con la insistencia de que se trataba de sirvientes de familia, no
africanos, que no eran objeto de compraventa, sino utilizados para roturar los campos.

Pedían pues la exención de la ley de emancipación o, por lo menos, el permiso para volverlos a
Estados Unidos. Un año más tarde, otro memorial proponía que hasta 1840 los colonos pudieran
introducir esclavos para su uso, liberando en esa fecha a los varones nietos de esclavos a los 25 años
y a las hembras a los 15.

Lo que es indudable es que los colonos violaron desde el principio las condiciones y que la urgencia
mexicana por poblar el lugar para preservarlo de ataques de los indios y del expansionismo
norteamericano permitió que el estado tolerara las ilegalidades. Fue excepcional la entrada de
católicos y, a pesar de la prohibición vigente, se introdujeron esclavos, así como se violó la
prohibición de no vender la tierra de las concesiones.

Sólo Austin y De Witt parecen haber respetado el no vender y cobraron el deslinde, la emisión de
títulos y el pago del esfuerzo y gastos del trámite de la concesión. Las consecuencias de la crisis
económica de 1819 y el precio de la tierra en Estados Unidos aseguraron una afluencia constante.
Para marzo de 1822 habían entrado 150 colonos con Austin y para septiembre de 1824 se habían
extendido 272 títulos de la primera colonia. Al año siguiente el censo reportó 1 800 almas, de las
cuales 443 eran esclavos.
La Rebelión de Fredonia

21 de diciembre de 1826. El empresario Haden Edwards declara la creación de la República de


Fredonia en territorio de Texas.

Habiendo tomado con sólo 30 colonos el edificio Old Stone Fort de Nacogdoches el 16 de
diciembre pasado, en este lugar, hoy los hermanos Edwards declaran a la excolonia Edwards la
nueva república de Fredonia, no sin antes firmar un tratado de paz con los cheroqui y otras tribus de
la región. A continuación izan su bandera con dos rayas –una roja y una blanca – que representan
las dos etnias –indígenas y colonos, y con el lema "Independence, Liberty, and Justice".

A pesar de ser un agresivo especulador de tierras, el gobierno mexicano otorgó a Edwards un


contrato de colonización el 14 de abril de 1825, el cual le permitía asentar a 800 familias al este de
Coahuila y Texas.

La nueva colonia comprendía desde 20 leguas al norte del Golfo de México hasta 15 leguas al norte
del municipio de Nacogdoches; y desde el Río Navasota hasta 20 leguas al oeste del río Sabine. Al
oeste y al norte colindaba con tierras controladas por tribus indígenas que el ejército norteamericano
había desalojado de sus territorios originales; al este con el área conocida como zona neutral entre el
río Sabina y el arroyo Hondo; y al sur con la colonia de Stephen F. Austin.
En el contrato, Edwards se comprometió a reconocer los títulos de propiedad españoles y
mexicanos preexistentes en la tierra colonizada, y a que todos los títulos de propiedad que otorgara
serían certificados por el comisionado de tierras del estado de Coahuila y Texas. Aparte, se le
permitía reclutar una milicia para la protección de los habitantes de la nueva colonia.

La verdadera intención de Edwards era eliminar a los colonos menos prósperos y vender esas tierras
a los ricos hacendados del sur de los Estados Unidos. Pero al llegar a Nacogdoches en diciembre de
1825, encontró que los límites de su concesión y los de este municipio estaban superpuestos
parcialmente, lo cual generó una situación conflictiva para quienes se encontraban ya asentados,
pues Edwards les exigió validaran su propiedad, so pena de hacerlas subastar, y la mayoría de
colonos norteamericanos y mexicanos carecía de títulos escritos.

Para solucionar el problema, el alcalde del municipio, Luis Procela, y el secretario municipal, José
Antonio Sepúlveda, empezaron a validar las tierras poseídas por los antiguos pobladores de acuerdo
con la ley vigente; pero Edwards denunció que se falsificaban los títulos y a continuación, se
autonombró jefe de la milicia de su colonia y sin tener autoridad alguna, convocó a elecciones
municipales, en las cuales compitieron Chichester Chaplin, yerno de Edwards, y Samuel Norris.
Obviamente, resultó “electo” Chaplin. Pero ante las protestas de fraude, Juan Antonio Saucedo, jefe
político del Departamento de Béjar, anuló la elección en marzo de 1826, y proclamó ganador a
Norris.

Entonces Edwards se negó a reconocer a Norris y marchó a reclutar más colonos en Estados
Unidos, en tanto su hermano Benjamín quedó a cargo de la colonia, pero no fue capaz de mantener
el orden en la misma, y en cambio, trató de lograr apoyo de colonos e indios cheroqui para una
futura rebelión contra los mexicanos.

Ante los crecientes conflictos entre los mismos colonos y las quejas por la situación imperante, así
como los rumores de que Haden organizaba en Estados Unidos un grupo armado, el gobierno
mexicano revocó el contrato de colonización de Edwards en octubre siguiente y ordenó la salida del
país de los Edwards, quienes ignoraron la cancelación y la orden de salir de México, y se reunieron
todos en Nacogdoches a finales de ese mismo mes de octubre para continuar su complot.

El 22 de noviembre de ese año de 1826, el coronel de la milicia local Martin Parmer y otros 39
miembros de la colonia de Edwards arrestaron a Norris, a Sepúlveda y al comandante de la
guarnición mexicana en Nacogdoches, bajo el cargo de opresión y corrupción. También Haden
Edwards fue encarcelado por violar la orden de expulsión, aunque fue liberado condicionalmente de
inmediato, pues su arresto sólo fue, quizás, una treta para ocultar que estaba detrás de estas
acciones. A continuación un tribunal constituido ad hoc, declaró culpables a los arrestados, los
destituyó de sus cargos y nombró nuevas autoridades provisionales.

Es en este contexto que el 16 de diciembre siguiente, se apoderaron del edificio Old Stone Fort de
Nacogdoches, desde donde hoy proclaman la nueva República de Fredonia, suponiendo que cuentan
con el apoyo de la tribu Cheroqui.
Inútilmente, Haden Edwards solicitará en Luisiana ayuda de militares norteamericanos; e invitará a
Austin y a sus colonos a unirse a la revuelta. Las autoridades mexicanas podrán neutralizar a la tribu
cheroqui con nuevas promesas y con ayuda de Austin y grupos de colonos, el ejército sofocará la
revuelta el 31 de enero de 1827 tras algunas escaramuzas y recuperará Nacogdoches.

Ante la falta de apoyo de colonos e indígenas, los rebeldes huirán hacia Estados Unidos. Y los
cheroqui demostrarán su lealtad a México mediante la ejecución de dos de sus miembros que
siguieron a los hermanos Edwards.

Derrotada totalmente la rebelión, el presidente Bustamante decretará la amnistía general para todos
los alzados, salvo Haden y Benjamín Edwards, Martin Parmer, y Adolphus Sterne, único que será
aprehendido, juzgado y condenado a muerte, pero que será liberado a condición de jurar lealtad
eterna a México y a su gobierno.

Con la sospecha de que Edwards en realidad era un agente encubierto norteamericano, (Edwards
será candidato a gobernador de Missisipi en 1849 y morirá durante su campaña electoral) el
gobierno de Guadalupe Victoria enviará al general Manuel Mier y Terán a inspeccionar Texas. Con
base en el informe resultante de esta inspección, se promulgarán las leyes del 6 de abril de 1830,
que restringirán la inmigración a Texas a efecto de mantener el dominio mexicano, leyes que sin
solucionar los existentes, provocarán nuevos conflictos en esa región. 

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