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Diplomado de Lingüística Española

Catedrático: David Ortiz


Tema No. 2
Lexicología

Se conoce a la lexicología como la ciencia lingüística que estudia el léxico o


vocabulario desde una visión general. Se dedica al estudio de los morfemas de la
lengua, es decir, al estudio de las palabras, de manera que teoriza, define y
clasifica las unidades del nivel léxico.

La lexicología hace equipo con la lexicografía, la cual también conserva el léxico


como objeto de estudio, puesto que lo analiza con un fin práctico: la elaboración
de diccionarios. Juntas comparten la tarea de estudiar la creación de nuevas
palabras  y su formación.

Dentro de esta formación léxica, se encuentran los neologismos; nuevas formas


del idioma cuya presencia puede afectar al significante, al significado o a ambos,
generando de esta manera neologismos de forma y contenido.

Esta ciencia de la lengua se caracteriza por ser de carácter teórico y sistemático,


siendo así la fuente de apoyo fundamental en los estudios lingüísticos dedicados a
la actualización de diccionarios y al análisis de palabras desde su formación hasta
las unidades significativas que las componen; es decir, sus significados
fraseológicos y pragmáticos.

La lexicología se subdivide en diferentes ramas, entre las cuales destacan:

1. Especial. Indaga acerca de las especificidades de cada lengua. Por lo general,


se dedica al estudio sincrónico y tiene como objeto el vocabulario de una lengua
en particular. Por ejemplo: la lengua española, alemana, rusa, etc.

2. Histórica. Llamada también etimológica, investiga todo lo relacionado con la


dimensión histórica del vocabulario. Se puede practicar en dos direcciones:

2.1.-Descripción del vocabulario de un determinado periodo de tiempo en el


pasado.
2.2.- Descripción del desarrollo de determinadas palabras a través de un periodo
de tiempo histórico.
3. Cognitiva. Describe el almacenamiento y procesamiento de las palabras en el
cerebro y la mente humanos. Algunos de los temas que investiga con mayor
determinación, son:

3.1.- Características del léxico mental.


3.2.- Módulos que conforman el léxico mental.
3.3.- Especificidades del reconocimiento de la palabra y de los procesos de la
producción de la palabra.
3.4.- Representación semántica de las palabras en el sistema conceptual.

La competencia léxica reconoce al individuo como el poseedor de la capacidad de


recepción y producir el lenguaje principalmente mediante textos.

El léxico como parte de una teoría del lenguaje; investiga al léxico como
componente del sistema de la lengua.

La lexicología se encarga del análisis de las unidades léxicas y de los vínculos


sistemáticos que se instituyen entre ellas. El término tiene su origen etimológico
en lexikón, un vocablo griego que puede traducirse como “glosario”.

El léxico es el vocabulario, ya sea de una lengua, una zona, una materia, etc. La
función de la lexicología, en este marco, es estudiar, clasificar y representar la
estructura léxica partiendo de los patrones que se encuentran en un idioma.

Muchas veces los hispanohablantes confundimos los conceptos lexicología


y lexicografía. Sin embargo, existen claras diferencias entre ambos: mientras que
la lexicografía se dedica a recopilar y explicar las palabras, elaborando
diccionarios, la lexicología, se orienta a la postulación de generalizaciones sobre
las relaciones entre los términos y la estructura del léxico. Además, la lexicografía
es eminentemente práctica, pero la lexicología apunta a la profundización de los
contenidos generales.

De este modo, así como la lexicografía permite la creación de diccionarios, la


lexicología reflexiona sobre las dificultades que plantea este trabajo, definiendo los
criterios que se plasman en cada obra de esta clase. Por eso ambas disciplinas de
la lingüística son complementarias.

En la lexicología es posible detectar diferentes ramas:

a.- La lexicografía etimológica o lexicografía histórica se especializa en el


desarrollo del vocabulario con el paso de los años. Puede describir la evolución de
las palabras en el tiempo o el vocabulario utilizado en un determinado período del
pasado.

b.- La lexicografía especial, se concentra en las particularidades de cada lengua.

c.- Además podemos reconocer la lexicografía cognitiva, que estudia cómo el


cerebro almacena y procesa las palabras.

Uno de los puntos fundamentales que trata la lexicología, por lo tanto, es


la etimología, o sea, la disciplina que estudia el origen de las palabras de forma
individual, tomando en cuenta el momento de la historia en el que surgieron, la
forma en la que se incorporaron a cada idioma y los cambios que atravesaron a lo
largo de su historia, tanto en su forma como en su significado. Esta rama del saber
humano es de gran importancia para mejorar nuestra comunicación y llevar
adelante la evolución de nuestra lengua.

Existen numerosos ejemplos de vocablos actualmente usados en el castellano


cuyo origen se encuentra en el griego y que antes de llegar a nuestra lengua
pasaron por otras, como el latín. Por lo general, su paso por tantos contextos
históricos y culturales afectó varios de sus aspectos, si no todos: mientras que los
más evidentes son los ortográficos y los sonoros, los cambios semánticos son
igualmente fascinantes.

Para tratar la etimología, la lexicología se vale de la lingüística histórica. Esta


disciplina también se conoce con otros nombres, como ser lingüística
comparada, diacrónica o comparativa. Se trata del estudio del cambio que
atraviesan los idiomas en el tiempo. Aquí entra en juego el concepto de cambio
lingüístico, el proceso de transformación que viven todos los idiomas a lo largo de
su evolución histórica, partiendo de sus unidades más pequeñas y llegando a sus
niveles más altos.

Una de las ramas de la lexicología se denomina onomasiología y se enfoca en el


estudio de la relación entre el significado y el significante, es decir, entre la idea y
la forma. La pregunta que responde esta disciplina es «¿cómo está expresado
X?», siendo X un concepto, un objeto, una actividad, una idea o una cualidad, por
ejemplo.

Por otro lado se encuentra la semasiología, otra de sus ramas, que estudia dicha
relación en el sentido opuesto: desde la forma hacia la idea. En el contexto de un
diálogo, el receptor debe llevar a cabo esta función cada vez que recibe una
palabra y debe atribuirle un significado.
Ortología

Según el Diccionario de la lengua española del 2005 Espasa-Calpe S.A., Madrid:

Parte de la gramática que establece las normas para pronunciar correctamente los
sonidos de una lengua: según la ortología del español, la “h” es muda.“Arte de
pronunciar correctamente los sonidos de una lengua y de hablar con propiedad:
los oradores deben cuidar mucho la ortología.”La ortología es la parte de una
gramática que hace referencia a la correcta pronunciación de las palabras.
Una falta de ortología puede estar originada en una gran variedad de problemas:
modo de hablar regional, tonada muy pronunciada, desconocimiento de la
ortografía de la palabra, problemas de origen biológico (labio leporino), etc. Igual
que la ortografía que es la parte de a gramática que persigue la correcta
escritura de las palabras de nuestro idioma, la ortología, inexplicablemente no ha
sido tomada en cuenta en la enseñanza normal en las escuela inicial y
primaria.Una incorrecta pronunciación de las palabras es algo especialmente
crítico para la profesión de locutor o cantante.

Resulta desmoralizador escuchar la gran cantidad de emisoras de radio y


televisión -locales y extranjeras- donde ejercen muchas personas la profesión de
“locutor”, que hablan con una gran falta de ortología. Seguramente no serían
profesionales de la locución. Por desconocimiento sobre su correcta escritura,
podemos citar los siguientes ejemplos de errores ortológicos:

a) desaveniencia por desavenencia, 
b) absoleto por obsoleto,
c) apreta por aprieta,
d) maniana por mañana,
e) aspamento por aspaviento,
f) diabetis por diabetes…

En el dioma español ¿qué es la ortología y por qué no se le da tanta importancia


como a la ortografía?
Analía Llorente
HayFestivalQuerétaro@BBCMundo
31 agosto 2020
¿Tenemos idea de qué es la ortología?

Todos sabemos que para escribir bien en español necesitamos de la ortografía,


ese conjunto de reglas del idioma escrito que muchas veces de niños -y hasta de
adultos- nos han traído dolores de cabeza, pero que nos ayuda a entendernos y
tener estándares al escribir.
Sabemos que después de la letra” m” siempre va una “b” como en la palabra
cambio y que después de la “n”, se necesita una “v”, como en invierno.

Pero existe otra parte de la gramática y fonética de la lengua española no menos


importante pero sí menos conocida: la ortología.

¿De qué se trata y por qué suele tener menos visibilidad que la ortografía?

 Ortología vs. Ortografía


El diccionaro de la Real Academia Española define a la ortrología como la rama de
la fonética que establece las normas convencionales de pronunciación de una
lengua

"La ortología es a la lengua hablada, lo que sería la ortografía a la lengua escrita",


le explica a BBC Mundo María José Rincón, miembro de la Academia Dominicana
de la Lengua.

La relación entre las letras escritas y sus sonidos es muy cercana en el idioma
español.

"Las reglas de pronunciación de las palabras se unieron de forma rigurosa con la


ortografía hace siglos, entonces en el español hay una estrecha correspondencia
entre el fonema, que es el sonido y el grafema, que es la letra", dice por su parte,
el profesor universitario, fonetista y lingüista chileno Eduardo A. Roldán.

"La omisión de un fonema puede oscurecer la expresión oral y echar a perder el


pensamiento que el hablante desea comunicar.  Ahí está la importancia de la
ortología", le dice Roldán a BBC Mundo.

 La h no siempre fue muda


A diferencia del inglés, por ejemplo, en el idioma español hay pocos casos de no
correspondencia entre el sonido y la letra. El ejemplo más común es la h. Sin
embargo, ella no siempre fue muda.

"La h en un determinado momento sí tenía su sonido en español. Era una


aspiración. Pero eso que estaba de moda durante el Renacimiento, dejó de
estarlo.
Esa h perdió valor y se quedó como un fósil ortográfico", detalla María José
Rincón.
"'Estoy harto', pronunciando la h casi como una j no se considera de nivel culto, es
un vulgarismo, un ruralismo, una manera de pronunciar coloquial", agrega Roldán.

La incógnita de la letra H: ¿por qué existe si no suena?

 ¿Qué es una falta ortológica?

Como dijimos antes, la ortología se encarga de ofrecer pautas de cómo se


pronuncian los fonemas.

Por ejemplo no existe en nuestro idioma diferencia alguna en la pronunciación de


las letras b y v. Las dos representan en la actualidad el sonido bilabial sonoro /b/.

 ¿Por qué algunos países de América Latina usan el 'vos' en vez del 'tú'?

La ortografía española mantuvo por tradición ambas letras, que en latín


representaban sonidos distintos.

Entonces hacer un esfuerzo por "diferenciar la pronunciación de la b y la v es un


error ortológico", explica Rincón.

Otro ejemplo común de falta ortológica es la pronunciación de la r.


"En el inicio de las palabras como rosa o ratón se pronuncia una r vibrante doble.
Y hay personas que la hacen vibrante simple", agrega la filóloga Rincón, que
explica que este es uno de los errores más comunes en los niños.

 Apócope, metátesis, solecismo y otros cinco "vicios del lenguaje" que tal
vez usamos sin saberlo

1. Apócope: Supresión o pérdida de uno o más sonidos en posición final de


palabra. "la palabra ‘buen’ está formada por apócope de ‘bueno’".
2.- Metátesis: Cambio de lugar de uno o más sonidos dentro de una palabra.
"al decir ‘dentrífico’ en lugar de ‘dentífrico’ se produce una metátesis de la
‘r’".
3.- Solecismo: Error gramatical que consiste en alterar el orden sintáctico
correcto de los elementos de una frase. "la frase ‘me se ha caído’ es un
solecismo"

Otro caso de falta ortológica es la omisión en los finales de las palabras.


"Estoy cansao", en vez de "estoy cansado", o "me duele un deo" por "me duele un
dedo".
O la omisión al comienzo de una palabra: "Ta luego", en vez de "hasta luego".

Según explica el profesor Roldán en su ensayo "Sobre la ortología" de 2002, "se


encuentran incorrecciones en la articulación de los fonemas vocálicos y
consonánticos, como por ejemplo caa (por cada), toavía (en vez de todavía), en
la retracción del sonido b con resultado en el sonido g, como por ejemplo güeno
(en vez de bueno)".

También existen incorrecciones acentuales como en "nécesario, ojála" y faltas en


el ritmo y en la entonación, sin respetar el sentido y pausas significativas.

"Estos son problemas ortológicos que la misma comunidad lingüística ha ido


aceptando", señala Roldán.

¿Un error para todos igual?

Pero lo que para ciertos hablantes del español de algunas zonas puede llegar a
ser una falta de ortología, para otros es una forma normal y coloquial de
expresarse.
Un ejemplo de ello es la diferencia entre la pronunciación de las letras s, c y z.

"No diferenciar la s, la c y z no es que hablemos mal, es nuestra forma de hablar


en América y en ciertas partes de España".

"Me voy pal cine", "Le damos palante", son otros ejemplos.

Esta es una pronunciación incorrecta, pero muchos lo dicen así en un nivel


coloquial.

"¿La ortología me va a imponer a mí que mientras yo estoy hablando rápido no


diga 'pal' en vez de 'para el'?", se pregunta la miembro de la Academia dominicana
de la Lengua.

 Los países en que más se estudia español

"No hay una normativa ortológica establecida como sí hay reglas ortográficas.
Aunque sí tenemos descripción de los sonidos del español".
"La b bilabial, sonora, oclusiva es una descripción abstracta del sonido de la b. Yo
voy a pronunciar una b y tu otra, mientras no se separen demasiado, sigue siendo
la misma b y no es mejor la tuya que la mía". (bueno ↔ vueno, biento ↔ viento).

Entonces, si la ortología es tan importante como la ortografía, ¿por qué parece


que no tuviera tanta presencia en la educación?

Más ortografía, menos ortología


Algunos especialistas consultados coinciden que en la escuela se le presta menos
atención a la ortología que a la ortografía.
"En los tiempos antiguos se le daba mucha importancia a la retórica, se enseñaba
a hablar en público, a expresarse correctamente, etc.", describe Rincón.

"Eso se fue perdiendo poco a poco y la enseñanza se fue centrando en escritura y


lectura. Y a veces olvidamos que también hay que hablar bien", añade.

"¡Le damos palante! ¿La ortología me va a imponer a mí que mientras yo estoy


hablando rápido no diga 'pal' en vez de 'para el'?", se pregunta la filóloga María
José Rincón.

Donde primero se habló de ortología fue en la América Hispana a mediados del


siglo XIX de mano del filólogo y político venezolano Andrés Bello (1791-1865),
quien escribió varias obras sobre la lengua española.

"Porque probablemente había la conciencia de que la forma de pronunciar los


sonidos en Hispanoamérica se estaba desviando, separando de la forma
tradicional de pronunciar esos sonidos en el castellano de España", detalla
Rincón.

Se pensaba que si se alejaba un poco de la norma española era una degradación


del idioma, y por lo tanto había una necesidad de enseñar a pronunciar
correctamente el español.

Pero ¿quién dice qué es lo correcto? La respuesta corta: nadie.

No existe una forma correcta de pronunciar el español en un sitio y en otro no.


"Hay mitos de que hay un ideal de lengua. España no puede decir que la lengua
española es la que se habla bien, como tampoco se puede decir que los peruanos,
los colombianos, los guatemaltecos hablan mejor que los chilenos o los
argentinos", ejemplifica Roldán.
El profesor dice también que hay preferencias dentro de la enseñanza del idioma
materno que dan mayor importancia a la ortografía por sobre la ortología.

"Por ejemplo en el español chileno, colomabiano, argentno, salvadoreño,


gualtemalteco, hay muchos vicios articulatorios, flojera articulatoria, y como todos
hablamos mal a nadie le llama la atención, pero cuando alguien habla bien, sí que
llama la atención", dice.

 Imprimido, freído y proveído, esos verbos que suenan mal pero que están
bien

Pero al evaluar si la ortología debería tener más preponderancia, la filóloga Rincón


es tajante: "Personalmente no veo productiva a la ortología".

"Me parece que hay que prestarle más atención a la vocalización, a la expresión
oral en público y a que los niños o quienes estén aprendiendo español se fijen en
los hablantes cultos del español en su entorno", dice.

"Esos hablantes cultos de seguro no van a tener faltas ortológicas, van a hablar su
variedad del español correctamente", concluye.

LA ACADEMIA Y LA ORTOLOGÍA DE LA PALABRA


(La variabilidad léxica)

 La norma ortológica
• Ortología. Rama de la fonética que establece las normas convencionales de
pronunciación de una lengua.

• Ortografía ↔ Ortología

ortografía de la letra ↔ ortología del sonido


ortografía de la palabra ↔ ortología de la palabra
ortografía de la frase ↔ ortología de la frase

• No contamos para la ortología con un texto semejante al de la ortografía.

 La norma ortológica (I)


• La norma ortológica académica se encuentra dispersa y, a veces, poco precisa.
• Las lenguas estándar no suelen estar descritas en ninguna parte, ni nadie se
atreve demasiado, al menos en este momento, a pronunciarse sobre qué opción
léxica o de pronunciación debe considerarse como más prestigiosa (Demonte,
2003).

 La norma ortológica (II)


• Porque vende, nos vende, que toda pronunciación es buena. Que no hay que
reprobar los hábitos de realización fónica de nadie. Que lo diferencial es, en sí
mismo, un valor. Que no hay un modelo que seguir. […]. Pero la escuela no es
lugar natural para cualquier conducta, por más que cualquier conducta social
pueda resultar idónea en el contexto adecuado. En la escuela, que es ámbito de
transmisión cultural, no cabe otra pronunciación que la modélica, porque sin duda
existe un modelo de corrección
 La ortología de la palabra: su delimitación (I)
Pronunciación incorrecta de un sonido vocálico o consonántico
*calcamonía → calcomanía; *carnecería → carnicería; *plastelina → plastilina
*agüelo → abuelo, *gulimia → bulimia.

 La ortología de la palabra: su delimitación (II)


- Omisión o adición de un sonido vocálico o consonántico
*costreñir(se) → constreñir(se)
*costruir → construir
*neurisma → aneurisma
*preveer → prever
*suscinto → sucinto

 La ortología de la palabra: su delimitación (III)


•los esquemas acentuales
•los polimorfismos fónicos
– los latinismos y extranjerismos
(topónimos y antropónimos)
─ Alternancia acentual
•las abreviaciones

 Polimorfismos (alternancia acentual)


• Comienza a incluir en el DRAE (a partir de la edición de 1956) un número cada
vez mayor de voces con dos acentuaciones autorizadas bajo una sola entrada.

 Polimorfismos (alternancia acentual)


• «[…] existe un reducido número de palabras que presenta más de una
acentuación prosódica. […]. La existencia de palabras con doble acentuación en
español es un fenómeno de carácter excepcional. […]. Como se deduce de los
ejemplos que se han ido mencionando, la mayor parte de las palabras con doble
acentuación en español son sustantivos –comunes y propios (especialmente
topónimos foráneos) – o adjetivos. Pero existe también un grupo reducido de
verbos terminados en -iar y -uar que, en algunas de sus formas, admiten dos
acentuaciones»

• «Existe un grupo reducido de palabras que presentan más de una forma de


acentuación prosódica […]. En estos casos, quien escribe deberá elegir la grafía
que refleje la pronunciación con que emite el término»

 Polimorfismos (alternancia acentual)


• tángana o tangana. (Riña o alboroto). Ambas formas se usan y son válidas: “En
los últimos minutos se produjo una pequeña tángana entre los jugadores”; “Se
organiza una tangana entre dos camareros”.

• robalo o róbalo. (Pez de carne muy apreciada, más comúnmente llamado lubina).
Esta voz, formada por metátesis de lobarro (derivado del latín lupus ‘lobo’, que se
aplicó metafóricamente a este pez), tiene dos acentuaciones válidas: la
etimológica llana robalo [rrobálo] y la esdrújula róbalo (tal vez por influjo del pez
llamado sábalo).

 Polimorfismos (alternancia acentual)


• elite (DRAE, 1984, 1992)/ élite o elite (DRAE, 2001)/ élite [Tb. elite] (DLE, 2014)
• élite o elite. Ambas acentuaciones son válidas. La voz francesa élite, que
significa “minoría selecta o rectora” y se pronuncia en francés [elít], se adaptó al
español en la forma llana elite [elíte]; pero la grafía francesa élite, que circuló como
extranjerismo durante un tiempo, dio lugar a que muchas personas pronunciaran
esta voz francesa interpretando la tilde a la manera española, es decir, como
palabra esdrújula. Aunque esta pronunciación es antietimológica, es hoy la más
extendida incluso entre personas cultas; por ello, la grafía élite y la pronunciación
esdrújula correspondiente se consideran también correctas.

 Polimorfismos (alternancia acentual)


• “[…] las obras lingüísticas de índole normativa, así como el diccionario, suelen
inclinarse al empleo de una sola de las formas atendiendo a diferentes criterios,
por lo general el uso mayoritario, la etimología, cuando el uso no se ha depurado
aún claramente por una de las acentuaciones en competencia” (Ortografía, 2010:
212).

 Polimorfismos (alternancia acentual)


• atmósfera o atmosfera atmósfera. (Capa de aire que rodea la Tierra). Esta
palabra solo se usa hoy con acentuación esdrújula, única, por tanto, que debe
considerarse correcta (→ -sfera). La forma llana etimológica atmosfera [atmosféra]
está en desuso y debe evitarse.

• meteoro o metéoro meteoro. (Fenómeno atmosférico). Aunque en griego era voz


esdrújula (gr. metéoron), en español se ha usado siempre de modo mayoritario
con la acentuación llana que corresponde a su étimo latino (lat. meteorus, pron.
[meteórus]). Se aconseja, por tanto, no utiliar la forma esdrújula metéoro.

 Polimorfismos (alternancia acentual)


• pentagrama o pentágrama pentagrama. (Conjunto de cinco líneas paralelas
sobre las que se escribe la música). Es voz llana en el español actual. Debe
evitarse la forma esdrújula pentágrama, hoy desusada.

• pelícano o pelicano pelícano. (Ave acuática con una especie de bolsa en el pico):
“Le hacen coro [...] los gritos de las gaviotas y los aleteos de los pelícanos” (Rubín
Rezagados [Méx. 1991]). Aunque en latín era voz llana (lat. pelicanus, pron.
[pelikánus]), hoy solo se usa en español con acentuación esdrújula, lo que permite
diferenciar este sustantivo del adjetivo pelicano (‘de pelo cano’; → pelicano).

 Polimorfismos (alternancia acentual)


• raíl o rail raíl. Adaptación del inglés rail, (carril de la vía férrea). En español se
usa mayoritariamente como palabra bisílaba, con hiato entre las vocales en
contacto: raíl [rra - íl]. Se aconseja, por tanto, no usar la forma monosílaba rail
[rráil], con diptongo en lugar de hiato, aunque sea esta la que conserva la
acentuación etimológica. Su plural es raíles. No debe usarse el plural inglés rails.
En América, con este sentido, se emplea normalmente la voz riel (→ riel).

• reptil o réptil reptil. (Animal que repta). Procede del latín reptilis [rréptilis], que se
acentuaba en la primera sílaba. Sin embargo, la única forma vigente en el español
actual es reptil [rreptíl], con acentuación aguda debida seguramente al influjo del
francés. La forma llana réptil ha caído en desuso y debe evitarse.
 Polimorfismos (alternancia acentual)
• tortícolis o torticolis tortícolis. 1. (Espasmo doloroso de los músculos del cuello).
Aunque procede del francés torticolis (pron. [tortikolí]), en español es voz
esdrújula. Debe evitarse el uso de la grafía original francesa, escrita sin tilde, por
corresponder a una pronunciación llana [tortikólis], en desudo en nuestro idioma.

• utopía o utopia utopía. (Proyecto deseable, pero irrealizable). Procede del


nombre de un país imaginario descrito por Tomás Moro (s. xvi) en una de sus
obras. Aunque en su origen se pronunciaba con diptongo entre las dos vocales
finales (utopia [u - tó - pia]), la única pronunciación vigente hoy y, por tanto, la
única admisible es utopía [u - to - pí - a], con hiato en lugar de diptongo.

 La comunicación.
Desde que el hombre vive en sociedad enfrentó una enorme cantidad de
obstáculos y dificultades de manera que, para resolverlos tuvo la necesidad de
apoyarse en sus semejantes y, por tanto, de comunicarse. Esa fue una de las
razones por las que empezó a crear códigos –conjunto de signos– para mejorar su
condición y satisfacer sus necesidades de comunicación. El término comunicación
proviene del latín comunicare que significa: “poner en común”. De tal manera que
comunicar significa transmitir ideas y pensamientos con el objetivo de ponerlos “en
común” con otros. Esto supone la utilización de un código de comunicación
compartido. Por su parte, información se deriva de la voz latina informare que
significa “dar forma”.

De acuerdo con lo expuesto, existen diferencias entre informar y comunicar, a


pesar de que suelen utilizarse indistintamente. Esto tal vez se debe a que están
muy ligados y depende uno del otro, pues la información está presente en
cualquier forma de comunicación; sin embargo, no toda información implica una
comunicación.

Para comunicarse el ser humano posee un lenguaje y está capacitado para hablar;
no obstante, es importante recordar la diferencia entre lenguaje, lengua y habla. El
lenguaje es un sistema de signos articulados y se manifiesta de manera particular
y específica a través del habla; mientras que la lengua está conformada por el
repertorio de posibilidades lingüísticas que tienen los hablantes para expresar e
interpretar diversas palabras y enunciados.
Veamos la siguiente ilustración:

Lenguaje Lengua
vehículo para Habla modos de decir o
comunicación de ideas uso individual nombrar las cosas

COMUNICACIÓN

Comunicar significa entonces compartir. Las personas a través de un diálogo


comparten información, ideas, conocimientos o sentimientos. Desde Platón se
había señalado que el lenguaje “es un instrumento para comunicar uno a otro algo
sobre las cosas”.

La comunicación siempre es recíproca; los participantes tienen la posibilidad de


intercambiar sus papeles: el emisor se convierte en receptor y éste en emisor, así
alternadamente. Este intercambio de papeles implica la existencia de una
respuesta, lo cual propicia un diálogo. Se produce una especie de circuito o círculo
de la comunicación:


Decodificación Recepto Mensaje Codificación
Emisor
Codificación r Receptor
Decodificación

Por eso es que conocer la lengua y utilizarla con propiedad debe ser una meta,
tanto de estudiantes como de docentes, pues su uso apropiado satisface
necesidades fundamentales en el ámbito académico y escolar, así como en la vida
diaria. De esta manera, ante el grado de elaboración que ha alcanzado la lengua,
la diversidad y complejidad de las situaciones de comunicación en la vida cultural,
académica y pública, se requiere optimizar su aprendizaje en los diversos planes
de estudio.

Las tendencias actuales en la enseñanza y el aprendizaje de la lengua deben


estar basadas en teorías que postulan la competencia comunicativa como el
enfoque idóneo para propiciar el desarrollo de las cuatro habilidades lingüísticas:
escuchar, leer, hablar y escribir.
Conviene aclarar que, actualmente, la enseñanza de la lengua se enfoca en
desarrollar la competencia comunicativa entre hablantes reales y en contextos
sociales e históricos específicos, por lo que sus resultados en las escuelas deben
buscarse a partir de las cuatro habilidades lingüístias básicas mencionadas antes.

Estas habilidades comunicativas, las de producción: hablar y escribir, y las de


comprensión: leer y escuchar, deben considerarse desde su exclusiva y particular
interrelación, por lo que no deben enseñarse en forma separada como si fueran
cuestiones diferentes, sino como un todo lingüístico en un solo plan de estudios.
De acuerdo con algunos teóricos, como Daniel Cassany, el uso de la lengua
solamente puede realizarse de cuatro formas distintas, según el papel que tiene el
individuo en el proceso de comunicación, es decir, según actúe como emisor o
como receptor, y si el mensaje es oral o escrito.

Veamos ese procesamiento de mensajes:

PROCESAMIENTO DE MENSAJES

CODIFICACIÓN DECODIFICACIÓN

Hablar MENSAJE ORAL Escuchar

Emisor Receptor

Escribir MENSAJE ESCRITO Leer

Dentro de un salón de clases según Cassany, se genera una serie de


intercambios lingüísticos que requieren el manejo de las cuatro habilidades
lingüísticas, las cuales pueden clasificarse según el código oral o escrito y el papel
receptivo o productivo que tengan en la comunicación.
Según el papel en el proceso de comunicación:
Receptivo Productivo
(Comprensivo) (Expresivo)
Según el Oral/
código Escuchar Hablar

Escrito Leer Escribir

Frente a diversos enfoques en la enseñanza de la lengua se optó por el enfoque


comunicativo, que pretende desarrollar en los estudiantes una suma de
competencias: lingüísticas, discursivas o textuales, estratégicas, sociolingüísticas,
literarias e icónico-verbales. Al proponer la competencia comunicativa como
enfoque didáctico y propósito educativo central, la pretensión es ayudar en lo
posible a mejorar las capacidades de comprensión y producción textual de los
estudiantes, así como también a desarrollar sus capacidades como oyentes y
hablantes reales, de acuerdo con situaciones concretas de comunicación.
Por lo tanto, es necesario atender los usos lingüísticos, la textualización y la
contextualización de lo que leen, escuchan, escriben o hablan los individuos, ya
que posibilita la adquisición gradual de un capital comunicativo que,
necesariamente, será puesto en práctica a través del manejo de diversas
estructuras, propósitos de comunicación, temas, enunciatarios y contextos.

Según Cassany, anteriormente la lengua se había considerado básicamente como


materia de conocimiento, como un conjunto cerrado de contenidos que había que
analizar, memorizar y aprender; la fonética y la ortografía, la morfosintaxis y el
léxico. La palabra clave que agrupaba todos esos conocimientos era gramática. La
finalidad de las clases de lengua era aprender su estructura: la gramática. Saber
lengua quería decir tener muchos conocimientos cognitivos de este tipo y se
demostraba realizando determinadas actividades gramaticales, como el análisis
morfosintáctico, la transcripción fonética, los dictados, las conjugaciones verbales,
entre otros.

 ¿Qué es comunicación?

El término comunicación proviene del latín “communicare” que significa compartir


alguna cosa. Podemos entonces definir la comunicación de la siguiente manera:
“relación existente entre un emisor y un receptor, que se transmiten señales a
través de un código común”.
La comunicación es un acto voluntario de transmisión de información entre seres
vivos. Es afín a todos los seres vivientes, de una forma u otra, con diversos fines y
estrategias, ya sean microorganismos intercambiando señales químicas, aves
intercambiando cantos, o seres humanos intercambiando mensajes.

La comunicación es un proceso similar en todas las formas de vida, su


comprensión se halla en la base de prácticamente todos los saberes humanos. No
existe forma de vida que no se comunique de un modo o de otro, y por lo tanto
estamos hablando de un proceso fundamental en el mundo conocido.

Gracias a la tecnología, ahora el hombre ha diseñado mecanismos para amplificar,


caracterizar o modular la comunicación, superando grandes distancias espaciales
e incluso temporales, de modo que se trata de una actividad de importancia
central en la existencia humana.

En un sentido más profundo, comunicar es compartir un poco de nosotros mismos


a los demás.

Es bien sabido que la comunicación es la clave del éxito prácticamente en todos


los aspectos de la vida.

Todos compartimos la necesidad de interactuar con otros seres humanos. La


comunicación puede ser entendida como el proceso de entender y compartir
alguna idea. Transmitimos un mensaje no solo a través de lo que decimos, sino de
cómo lo decimos, ya sea de forma verbal o escrita. ¿Cómo sería la vida si no
pudiéramos comunicarnos, si no pudiéramos pedir lo que necesitamos, o entender
las necesidades de otros?

Ser incapaz de comunicarse puede tener repercusiones en muchos aspectos:


perder una parte de sí mismo; la habilidad de comunicarse es central para el auto
concepto. Todo comunica: nuestra redacción, las marcas que vestimos, el
lenguaje que utilizamos, el estado de nuestra ropa, las joyas que utilizamos, los
tatuajes que tenemos, nuestra postura y gestos, ¡todo! Y al mismo tiempo, todo
esto constituye el concepto que tenemos de nosotros mismos.

Por otro lado, nuestras habilidades de comunicación son una gran herramienta
para entender a los demás. De nuevo, no solo sus palabras, sino su lenguaje no
verbal, pueden proporcionar pistas muy claras de quiénes son y cuáles sus
valores e intereses. También la escucha activa es una habilidad de un buen
comunicador. La comunicación nos ayuda a enseñar y a aprender.
Otra de las ventajas de la comunicación, es que nos ayuda a difundir
el conocimiento y la información entre la gente. Por ejemplo, los escritores
publican un libro para compartir su experiencia con los lectores, los profesores
transmiten sus enseñanzas con los alumnos, los amigos y colegas discuten sus
ideas entre sí y las compañías interactúan con los consumidores. Además, el auge
de Internet no solo nos permite tener acceso a información de todo tipo, sino que
facilita tener un contacto más cercano con personas en todo el mundo. Sin duda,
el proceso de compartir conocimiento e información no sería posible sin la
comunicación. Es el pilar de toda relación.

Las relaciones humanas se logran a través de la comunicación. Este proceso


ayuda a las personas a expresar sus ideas y les permite entender sus emociones
a través de los demás. Como resultado, podemos desarrollar sentimientos de
afecto o de odio hacia los otros y crear relaciones positivas o negativas.

 Elementos o factores de la comunicación

Se le llama elementos de la comunicación a todos aquellos factores que


intervienen en el proceso de envío y recepción de un mensaje. Cada elemento
aporta un valor que, dependiendo de la circunstancia, ayuda a mejorar o a
distorsionar la comunicación.

Los elementos de la comunicación son: Emisor, Receptor, Código, Mensaje,


Canal, Referente, Contexto. Algunos incluyen el ruido como parte de los
elementos de la comunicación.

1.- Emisor o destinador. Es el punto de partida del proceso de comunicación al ser


quien codifica o estructura el mensaje y lo emite. Para que esto pueda cumplirse,
el emisor tiene que compartir los mismos canales y códigos comunicacionales con
su receptor; de lo contrario, el proceso no culminará exitosamente.

Aunque se entiende que el emisor es quien tiene la intención de comunicar algo,


se trata de un rol flexible, puesto que un emisor se convierte en receptor, y
viceversa en el circuito de la comunicación. Recordemos que la comunicación se
materializa hasta que el emisor recibe una respuesta del receptor; de lo contrario
no habrá comunicación, sino simplemente una expresión.
2.- Receptor. El receptor o destinatario es quien recibe el mensaje del emisor. Su
relación puede ser voluntaria o involuntaria, ya que puede estar participando
activamente en el proceso comunicativo, de la misma forma en la que puede ser
un actor incidental, como cuando escucha una conversación de otras personas o
recibe un mensaje que no era para él.

En ese sentido, el receptor puede recibir el mensaje y no responder. Pero si lo


responde, deja de ser receptor para convertirse en emisor, ya que su rol ahora
implica enviar un mensaje.

3.- El código o lengua. Es el conjunto de signos con el que se transmite un


mensaje. En la comunidad hispanohablante, el código será el idioma español. Los
códigos lingüísticos pueden ser manifestados de manera oral o escrita. En el caso
del oral, se refiere a la lengua expresada de manera oral, lo que llamamos código
lingüístico oral; respecto del código escrito, aquí se necesitan habilidades de la
competencia de escritura madura: sujetarse a las normas que rigen la redacción y
la ortografía.

Los códigos también pueden ser no lingüísticos, como las señales de tránsito, que
son signos de carácter universal, o los códigos proxémicos y kinésicos, entre
otros.

4.- Mensaje. Es el contenido que se transmite desde el emisor hacia el receptor. El


mensaje está compuesto por una combinación de sistema de signos o símbolos
que son portadores de un concepto, idea o información y que suelen ser familiares
tanto para el emisor como para el receptor.

Sin embargo, la decodificación del mensaje depende directamente del resto de los
elementos de la comunicación. Si el mensaje es enviado en un código o a través
de un canal que solo es familiar para el receptor, será interpretado de forma
completamente distinta por el receptor.

Por lo tanto, se entiende el mensaje como una información o contenido concreto,


ya que su significado e interpretación dependen de múltiples variables.

5.- Canal. Es el medio físico por donde se transmite el mensaje del emisor hacia el
receptor. El aire es el medio físico más común de comunicación, (es esencial para
generar los sonidos del lenguaje verbal oral) pero también lo son el teléfono, el
celular, el correo electrónico, la voz, entre otros. Ahora bien, si el mensaje es
escrito, el canal lo conforman todos los materiales que el emisor utilice para
escribir su mensaje: papel, tinta, tableta, computadora, teléfono celular, etc.
6.- Referente. Todo mensaje hace alusión a algo. Ese es el referente del mensaje.
Si no está claro este elemento, el receptor podría entrar en duda respecto del
contenido del mensaje y se podría responder: “No sé a qué te refieres en este
mensaje”. La comunicación no tendrá el éxito que se persigue.

7.- Contexto. Es la situación en la cual se genera el proceso comunicativo. Incluye


factores emocionales, sociales, circunstanciales, lugares, etc. y puede tener una
influencia en el intercambio de ideas.

Un ejemplo de contexto puede ser la intención de mantener una conversación


telefónica durante una fiesta. En este caso, el contexto (la fiesta) puede ser, a su
vez, un factor de distorsión o ruido en la comunicación si impide que el proceso se
lleve a cabo de forma eficaz.

En el caso del ruido, no podemos considerarlo elemento de la comunicación


porque, en estas circunstancias, es un factor que impedirá que ésta se realice a
plenitud.

El ruido es toda señal que distorsiona el mensaje original que el emisor quiere
transmitir. Puede ser ambiental (sonidos que interfieren en la comunicación), del
canal (fallas de cobertura), del emisor (uso de código desconocido para el
receptor).

Es importante reconocer de dónde viene el ruido en la comunicación para


disminuirlo o eliminarlo para que el proceso comunicativo sea claro y efectivo.

En el caso de la realimentación o feedback, es un mecanismo de control del


mensaje por parte del emisor. Es una instancia donde el emisor o el receptor
quieren confirmar si todo está claro; si ambos están dentro del mismo contexto, y
el mismo referente.

Debido a que la comunicación es un proceso bidireccional y tanto el emisor como


el receptor están cambiando sus roles constantemente, la realimentación sirve
para determinar la efectividad de los mensajes enviados por el emisor. De esta
forma, quien emite el mensaje puede comprobar si fue recibido e interpretado de
manera adecuada. Puede haber un intercambio de preguntas y respuestas entre
el emisor y el receptor mientras dure el proceso comunicativo.

Veamos el siguiente esquema:

Referente
Código Código
Mensaje
Emisor Receptor

Codificación Canal Canal Decodificación

Contexto

RUIDO R E A L I M E N T A C I Ó N (feedback)

 Tipos de comunicación

Los seres humanos somos sociales, en el sentido de que pasamos la mayor parte
de nuestra vida con otras personas. Por lo tanto, es importante aprender a
entenderse con los otros y a funcionar adecuadamente en situaciones sociales.

Algunas habilidades de comunicación nos ayudan a mejorar las relaciones


interpersonales. La comunicación es el acto por el cual un individuo establece con
otro un contacto que le permite transmitir una información. En la comunicación
intervienen diversos elementos que pueden facilitar o dificultar el proceso.
La comunicación eficaz entre dos personas se produce cuando el receptor
interpreta el mensaje en el sentido que pretende el emisor.

Las formas de comunicación humana pueden agruparse, en primer término, en


dos grandes categorías: la comunicación verbal y la comunicación no verbal:

 La comunicación verbal se refiere a las palabras que utilizamos y a las


inflexiones de nuestra voz (tono de voz). Comunicación verbal: Palabras (lo
que decimos).
 La comunicación no verbal hace referencia a un gran número de códigos,
entre los que se podrían citar como los más importantes el contacto visual,
los gestos faciales, los movimientos de brazos y manos o la postura y la
distancia corporal. (kinésicos y proxémicos)

Pese a la importancia que le atribuimos a la comunicación verbal, entre un 65 % y


un 80 % del total de nuestra comunicación con los demás la realizamos a través
de canales no verbales. Para comunicarse eficazmente, los mensajes verbales y
no verbales deben coincidir entre sí. Muchas dificultades en la comunicación se
producen cuando nuestras palabras se contradicen con nuestra conducta no
verbal.

Veamos un ejemplo:

a.- Un hijo le entrega un regalo a su padre por su cumpleaños y éste, con una
expresión de decepción, dice: “Gracias, es justo lo que quería”.

b.- Un hombre encuentra a su mejor amigo por la calle y, cuando lo saluda, el otro
le devuelve el saludo con un frío y seco “hola” y desvía la mirada.

 Otros tipos de comunicación:

- Interpersonal

Una llamada telefónica, una conversación entre amigos o una reunión de trabajo
son algunos ejemplos de comunicación interpersonal. Las personas practican a
diario este tipo de comunicación, pues es algo ineludible, no siempre se reflexiona
sobre su importancia. Tampoco sobre los problemas que pueden surgir si no se
realiza correctamente.

De tal manera que es fundamental conocer sus claves para contribuir a que las
relaciones interpersonales se den de una manera positiva, pues afecta en todos
los aspectos de la vida humana.

La comunicación interpersonal es el proceso por el cual los seres humanos


intercambian sentimientos e información mediante mensajes verbales y no
verbales. De hecho, dijimos antes, el 80% de la comunicación es no verbal. Y
aunque pueda parecer demasiado obvio, es importante aclarar que cada persona
tiene sus propias expectativas, motivaciones e interpretaciones de la
comunicación.
Esta clase de comunicación engloba categorías como la comunicación escrita, los
gestos o la lectura de labios. También incluye algunas menos evidentes como el
baile y las expresiones faciales que dan pistas muy valiosas sobre las emociones.
La comunicación interpersonal, tanto verbal como no verbal, se da de manera
natural. Sin embargo, hay una serie de habilidades que se pueden poner en
práctica para mejorarla.

En síntesis, la comunicación interpersonal es la interrelación del individuo con las


personas que están a su alrededor. Mediante este tipo de comunicación el emisor
y el receptor pueden reconocer sus fortalezas y debilidades, además de conocer la
capacidad para comunicarse. Permite, de alguna manera, negociar con los demás
y descubrir las formas efectivas de tomar decisiones. Es imposible no tener este
tipo de comunicación, porque siempre se está comunicando algo: en
conversaciones escritas o habladas, con la mirada, con gestos, ilustraciones,
apariencia, etc.

- Mediática:

 Es la comunicación hecha por organizaciones especializadas en la recopilación,


análisis y elaboración de documentos informativos, para uso general por parte de
grupos que compran esa información o al público que desea acceder a las
informaciones elaboradas por estas organizaciones especializadas.

- Intercultural: 

Es la comunicación entre personas de diferentes culturas. No significa que las


personas sean de diferentes lugares o muy distantes, pueden estar dentro de una
misma sociedad o un mismo espacio geográfico. La edad, sexo, religión,
orientación sexual, lugares geográficos, todo esto es parte de diferencias
culturales y disminuye de manera significativa la comunicación.

- Intragrupal: 

La comunicación intragrupal es un proceso de intercambio de información que se


da entre dos o más personas que pertenecen a un mismo grupo. Es la
contrapartida de la comunicación intergrupal, en la que el proceso comunicativo se
produce entre individuos miembros de comunidades distintas. Esta diferencia
genera características distintas en ambos fenómenos.

La comunicación intragrupal es considerada normalmente como un subtipo de la


interpersonal. Sin embargo, la naturaleza especial de la relación entre el emisor y
el receptor le concede una serie de rasgos que hacen que sea necesario
estudiarla por separado.

También este tipo de comunicación se da entre personas de un mismo grupo,


como una familia.

Existen muchas teorías diferentes respecto de la comunicación intragrupal, debido


a que hay varios fenómenos que intervienen en ella. Entender aspectos como la
jerarquía de los interlocutores, el contexto común que comparten, la naturaleza de
las relaciones entre ellos o su historia como comunidad es fundamental para
comprender lo que ocurre.

- Intergrupal: 

La comunicación intergrupal propone que cuando los individuos interactúan entre


sí, lo más frecuente es que sean sus miembros destacados y no sus
características individuales las que moldeen la comunicación.

De esta manera, la intergrupal examina cómo nuestra comunicación proporciona


información acerca de nuestra identificación con los diferentes grupos de la
sociedad, así como de qué manera la información acerca de los grupos y la
membresía de los grupos, da forma a la comunicación.

Si bien se reconoce que la comunicación es un fenómeno interpersonal y un


fenómeno intergrupal, los especialistas en comunicación intergrupal sostienen que
gran parte de nuestra comunicación es de alguna manera intergrupal (donde los
grupos incluyen, por ejemplo, la edad, el origen étnico, la orientación sexual o el
partido político).

La intergrupal considera a la comunicación como un proceso dinámico en el que


las cogniciones, emociones y motivaciones de cada emisor influyen en el
comportamiento comunicativo en las interacciones. Estos procesos son discutidos
por académicos de la comunicación intergrupal para afianzarla a través de muchos
contextos diferentes.

Por otro lado, esta clase de comunicación también se preocupa por explicar el
conflicto y la mala comunicación y, en particular, se centra en la relación entre los
grupos dominantes y subordinados. El estudio sistemático de ella tiene sus raíces
más fuertes en la psicología social, junto con las áreas socio-psicológicas de la
comunicación.

 Comunicación verbal y no verbal (continuación)

Estos tipos de comunicación ya se mencionaron anteriormente, sin embargo, son


los dos tipos de comunicación de los que se suele hablar mucho. Esta clasificación
dicotómica se refiere a si el mensaje es verbalizado o no. Realimentemos:

- Verbal
La comunicación verbal se caracteriza por el uso de las palabras en la interacción
entre el emisor y el receptor. Existen dos tipos, pues las palabras o el lenguaje
puede ser expresado de manera hablada o escrita:

a.- Oral: se realiza a través de signos orales o palabras habladas. Los gritos, el
llanto o la risa también son considerados por algunos estudiosos como
comunicación oral.
b.- Escrita: se realiza a través de códigos escritos. Los jeroglíficos, alfabetos o
logotipos también pertenecen a este tipo de comunicación.

Aunque la comunicación verbal es la más explícita y evidente, dado que está


regulada por una serie de normas que tardamos varios años en aprender y que
nos permiten transmitir unidades de significado relativamente claras, y muchas
veces incluso concisas, hay que tener en cuenta que tras ella también hay otra
muy importante que, además, puede modificar el significado de la primera. Se
trata de la comunicación no verbal, que veremos a continuación.

- No verbal

Este tipo de comunicación se lleva a cabo sin el uso de palabras y, en muchos


casos, de forma inconsciente. Los movimientos corporales, las posturas, la
mirada, la forma de sentarse o de andar son algunos ejemplos.

En la mayoría de los casos, tanto la emisión de mensajes como la interpretación


de estos, son procesos realizados de manera automática, incluso involuntaria.
Esto es así porque este tipo de comunicación es el que ha tenido más importancia
a lo largo de nuestra historia evolutiva, etapas de la evolución en las que aún no
existía el uso de las palabras.

Sin embargo, los mensajes vinculados a la comunicación no verbal son


relativamente ambigüos y difíciles de interpretar, ya que, a diferencia del tipo
anterior, no se rige por normas consensuadas y aprendidas de manera explícita.

 Según el número de participantes

El tipo de comunicación puede variar dependiendo de las personas que participen


en la interacción comunicativa.

- Individual
En este tipo de comunicación solamente interactúan un emisor y un receptor, es
decir que la comunicación se produce de individuo a individuo. Es un marco de
interacciones caracterizado por la privacidad y por la imposibilidad de pretender
impactar en una audiencia o una tercera persona que observa.

- Colectiva
Este tipo de comunicación ocurre cuando hay más de dos personas que
intercambian mensajes. En estos casos, puede darse la situación que a pesar de
que una persona se dirige a otra en su discurso, se pretende causar un efecto no
en ella, sino en el resto de la gente.

- Intrapersonal:
Se da cuando una persona se comunica consigo misma. Por ejemplo, cuando
alguien tiene que tomar una decisión y razona las soluciones. Está en discusión si
realmente se puede considerar comunicación. (soliloquio, monólogo interior)

- Masiva
La comunicación masiva o de masas se refiere a la interacción entre un emisor
único y un receptor masivo o audiencia. El receptor debe ser un grupo grande de
personas, heterogéneo y anónimo.

 Según el canal sensorial


Según el canal sensorial, es posible diferenciar distintas clases de comunicación:

- Visual
En este tipo de comunicación, se transmiten mensajes (por ejemplo, ideas) a
través del medio visual y son percibidos a través de la vista.

- Auditiva
Es un tipo de comunicación en el que los mensajes y la información es percibida a
través del oído. Por ejemplo, la música. Por supuesto, es uno de los tipos de
comunicación más utilizados, ya que puede conectar a dos personas a través de
una distancia relativamente amplia y, además, hace fácil localizar la fuente del
mensaje, algo que no pasa con la olfativa.

- Táctil
En la comunicación táctil, la información se percibe a través del tacto,
generalmente por la piel o mediante escritos en braille.

- Olfativa
El mensaje que se recibe por la vía del olfato da forma a esta clase de
comunicación. Por ejemplo, el acto de percibir la información que da una persona
por su olor. 
De la misma manera que la comunicación auditiva, el mensaje puede atravesar
largas distancias, pero en este caso no es fácil localizar la fuente ni establecer una
secuencia de información. Sin embargo, el mensaje permanece en el ambiente
mucho más tiempo de lo que ocurre con los sonidos.

En términos generales, existen diferentes tipos de comunicación, y se refieren a


las formas o maneras de comunicase.

 Acto del habla


 Definición:
“Acción realizada al emitir un enunciado con un fin comunicativo concreto”. Los
actos de habla se definen por una intención determinada del hablante (“fuerza
ilocutiva”) y por el efecto que producen en el oyente (“efecto perlocutivo”). Así,
decir ¡Qué calor hace aquí! en determinadas circunstancias puede ser interpretado
como un ruego (acto ilocutivo), para que alguien abra una ventana (acto
perlocutivo). Podemos decir, pues, que la realización de un acto de habla posee
tres dimensiones, o consiste en la realización simultánea de tres actos: un acto
locutivo, uno ilocutivo y otro perlocutivo. Estos son los tres tipos diferentes de
actos de habla implicados en la emisión de un enunciado de acuerdo con la teoría
de los actos de habla de John Langshaw Austin. En aquellos casos en los que la
forma del enunciado no refleja de modo directo su propósito comunicativo, se dice
que son actos de habla indirectos, por contraposición a enunciados en los que
la relación forma-función es directa, como en “Por favor, cierra la ventana”.
Así, por ejemplo, el enunciado ¿Puedes pasarme la sal? no es una solicitud de
información, sino una forma indirecta de pedirle al interlocutor que realice una
acción específica.
El filósofo John Searle estableció una clasificación de actos de habla en cinco
categorías en función de su fuerza ilocutiva. Habla así de actos de habla asertivos,
con los que decimos a otros cómo son las cosas (Este libro está en
español); actos directivos, con los que tratamos de conseguir que se hagan cosas
(Por favor, cierra la puerta); actos compromisivos, con los que nos
comprometemos a hacer cosas (Mañana te llevaré al cine); actos expresivos, con
los que expresamos nuestros sentimientos (Siento llegar tarde); y actos
declarativos, con los que producimos cambios en el estado de las cosas (Los
declaro marido y mujer).

John Searle fue sobre todo un filósofo del lenguaje. Antes de ocuparse de
aspectos relacionados con la pragmática se interesó por el estudio sobre la
“inteligencia artificial”, y en general por las ciencias cognitivas. En la década de
1960 publica sus primeros trabajos siguiendo la línea filosófica de Austin y del
segundo Wittgenstein. Su giro lingüístico hacia la pragmática sucede con el
análisis de los “speech acts“ (actos de habla). En 1969 publicó “Speech acts. An
essay in the philosophy of lenguage” (Cambridge). Y en 1976 escribe “A
Taxonomy of Illocutio- nary Acts”. Aún permaneciendo en la línea de la filosofía del
lenguaje, Searle abrió caminos para una nueva investigación pragmática, y
reelaboró la teoría de Austin relativa a los actos lingüísticos.

Por medio de los “actos lingüísticos” la persona realiza actividades con el propó-
sito de alcanzar ciertos objetivos. En consecuencia, el lenguaje no es tanto una
forma de presentar objetos, sino una manera viva y múltiple de actuar. El mismo
Wittgenstein pensaba que los usos del lenguaje son ilimitados, y que existen
infinitas posibilidades expresivas, un abanico lingüístico universal y general, sin
embargo no logró detenerse en el análisis de las determinaciones propias que
asumen las formas concretas del lenguaje. John Searle, por el contrario, sostiene
que no existen innumerables formas de los usos lingüísticos, sino que todo puede
ser clasificado y formalizado a partir de las finalidades ilocutorias. Esta tarea es
posible sobre la base del supuesto de que existe una relación de fondo entre
significado literal y fuerza ilocutiva. Searle considera, igual que Austin, que las
oraciones son sólo frases abstractas mientras no se concreticen en actos de
habla, que son las verdaderas unidades de la comunicación humana.

Por eso, los modos de los acto del habla, es decir, la emisión de una oración
hecha en condiciones apropiadas de acuerdo con las normas establecidas,
pueden ser identificados mediante su diversidad ilocutiva. Hablar resulta ser el
uso que hacemos de los enunciados como una actividad controlada por reglas:
“Hablar un lenguaje es participar en una forma de conducta gobernada por
reglas.” Representa, entonces, una forma compleja de actuar.

Searle reconoce que no se han estudiado suficientemente las reglas de juego del
lenguaje “Hemos aprendido a jugar el juego de los actos ilocucionarios, pero, en
general, lo hemos hecho sin ninguna formulación explícita de las reglas...” Se pro-
pone formular esas reglas para el uso del dispositivo indicador de fuerza
ilocucionaria. Las normas subyacentes que manejan y regulan la ejecución de
todo acto de habla con sus proposiciones literales o estándar son:

- De contenido proposicional: prescriben las restricciones referidas al contenido


de los enunciados con el fin de conectar las condiciones de análisis con la
semántica formal veritativa.
- Preparatorias: son las reglas que delimitan la situación en que los actos de
habla tienen sentido, dictando los rasgos del contexto que están implicados por
los actos de habla.
- De sinceridad: tiene que ver con los sentimientos y creencias del hablante y
su intención de ejecutar lo que dice en el acto lingüístico. Esta regla deriva del
significado de los enunciados y de su fuerza ilocutiva.
- Esencial: es la regla que corresponde a la definición esencial del enunciado y
en la que se incluye la intención ilocutiva. Ya que el lenguaje proporciona a los
hablantes las formas adecuadas para expresarse, esta regla corrobora el principio
según el cual el significado del lenguaje corresponde a la intención de quien lo
usa.

Posteriormente, Searle cita un catálogo de géneros de actos ilocuionarios de


acuerdo con esos tipos de reglas: pedir, aseverar, enunciar que, afirmar,
preguntar, dar las gracias, aconsejar, avisar, saludar, felicitar. Digamos que esta
clasificación manifiesta un modelo más bien idealizado del lenguaje, en el que hay
poco espacio para el manejo de los contextos no predecibles. Se nota aún mucho
apego al significado literal de los enunciados.

 Análisis de los actos del habla

En los actos de habla se produce la convergencia o enlace entre el significado de


un enunciado y las formas verbales performativas. Esto surge del carácter
convencional del lenguaje, que como tal está sometido a un ordenamiento:
“...hablar una lengua consiste en realizar actos de habla, actos tales como hacer
afirmaciones, dar órdenes, hacer preguntas...; en segundo lugar... se realizan de
acuerdo con ciertas reglas para el uso de los elementos lingüísticos.”

Según Searle, los actos de habla deben analizarse en términos de condiciones de


éxito, y considerar el significado de cada una de esas unidades analíticas
compuestas de dos elementos:

1°.- un indicador proposicional: es el contenido expresado en las proposiciones


que se emiten;
2°.- un indicador de fuerza ilocutiva: que muestra la dirección en que debe
interpretarse la oración, es decir, señala el acto ilocutivo que se está
realizando.

“Desde el punto de vista semántico podemos distinguir dos elementos (no


necesariamente separados) en la estructura sintáctica de la oración, que
podríamos denominar el indicador proposicional y el indicador de la fuerza
ilocucionaria o ilocutiva.”
Veamos en el siguiente ejemplo, la variedad de fuerza ilocutiva que asume cada
forma: Cynthia juega. ¿Juega Cynthia? ¡Que juegue Cynthia! Prometo que jugará
Cynthia.

La representación de la fuerza ilocutiva de cada unidad mínima de la


comunicación lingüística, es el punto central de las reflexiones de Searle, por eso
le interesa decir:
“Estoy distinguiendo entre el acto ilocucionario y el contenido proposicional del
acto ilocucionario”.

La tarea analítica de los actos de habla, es posible, porque hay una estrecha
relación entre los significados literales de los enunciados y su fuerza ilocutiva. En
la práctica, al hablar emitimos palabras para expresar contenidos y con cierta
forma de dirección ilocutiva.

“Los actos ilocucionarios y proposicionales consisten característicamente en emitir


palabras dentro de oraciones, en ciertos contextos, bajo ciertas condiciones y con
ciertas intenciones.”

Aquí nos encrontramos con la llamada hipótesis realizativa inherente al acto de


habla, según Searle. Si a semejanza de un juego, el lenguaje está sometido a
reglas, quiere decir que el uso del idioma a través de actos de habla está
íntimamente relacionado con la forma lingüística. Arriba observamos como Searle
subrayó la relación que existe entre el significado de un enunciado y su fuerza
ilocutiva. Ahora bien, esta relación permite establecer la primacía de los actos
verbales literales, puros o estándar, aquellos que ocurren cuando el significado
del enunciado (por ejemplo una aserción, una pregunta o una orden) y el
significado de la oración (declarativo, interrogativo o imperativo) convergen o
cuando los enunciados utilizan formas que incluyen verbos performativos
explícitos (decir por ejemplo: “te prometo...”, “juro que...”, “te sugiero que ...”, etc.).
Searle insiste en no separar las condiciones ilocucionarias de su estructura
lingüística, es decir, de las reglas de juego sintáctico formal, de donde deriva el
sentido y la dirección de los enunciados. Si la forma es un condicional (por
ejemplo: “Sería conveniente que fueras”), el enunciado resulta ser un deseo; si la
oración es un imperativo (“¡Salgan de aquí!”), el acto de habla es un mandato; si
la oración es una interrogación, el acto de habla será una pregunta. La fuerza
ilocutiva está dada y depende de la forma lingüística, es parte constitutiva de la
estructura sintáctica.
De acuerdo con este punto de vista, la interpretación cotidiana de los enunciados
indirectos no literales, depende del proceso de traducción que se hace de la
fuerza literal que ellos tienen. Un acto lingüístico solamente es posible descifrarlo
si se da la relación de uno a uno entre su forma literal estandarizada y la fuerza
ilocutiva.

Dicho de otro modo, la explicación formalizante es la clave de interpretación del


significado del enunciado, porque cuando alguien expresa una oración intenta
establecer una correspondencia entre la estructura sintáctica y la finalidad
ilocutoria del enunciado. La hipótesis realizativa sostiene entonces, que se da una
identificación entre ambos elementos de modo que la forma sintáctica de la
proposición coincide con la fuerza ilocutiva que le señala el hablante. Prevalece
por tanto, el significado literal que es el responsable de imprimirle rumbo al
significado del enunciado. Existe, pues, una fuerza ilocutiva encerrada en la
misma representación sintáctica. En esto se fundamenta lo que Searle denomina
condiciones de felicidad de los enunciados. Pongamos dos enunciados: “Yo no sé
si esta tarde vendrá Gabriela” y “¿Pensará venir Gabriela esta tarde?”. En ambos
casos la fuerza ilocutiva es la misma, y su sentido ya se halla implícito en la
misma estructura sintáctica de las oraciones.

Searle llega a la conclusión de que la diferencia entre la semántica y pragmática


es bastante artificial y debería superarse o eliminarse, porque, en definitiva, cada
acto de habla es convencional y depende de las reglas lingüísticas.

Es preciso aclarar, sin embargo, que la hipótesis realizativa resulta difícil de


entender cuando se trata de actos lingüísticos indirectos, cuya fuerza ilocutiva no
es dependiente solo de componentes sintácticos, sino que su valoración brota de
los contextos en que se producen los intercambios verbales. Si un papá le dice a
su hijo: “¿Podrías venir un momento a ayudarme a mover la mesa?”, la expresión
formal del enunciado es la de una pregunta, sin embargo su fuerza ilocutiva es un
mandato que corresponde a decir: “Ven acá y ayúdame”. En consecuencia, las
expresiones literales contenidas en las construcciones gramaticales, pueden
adquirir variadas fuerzas ilocutivas según los contextos en que se emiten.

Searle no se detuvo mayormente en el análisis de los contextos lingüísticos. Hay


que reconocer, sin embargo, que su teoría sobre los “Actos de habla” ha
despertado interés entre los estudiosos del lenguaje corriente, abrió nuevas y
amplias perspectivas en las investigaciones pragmáticas, enfatizando la
competencia del sujeto en las acciones lingüísticas. Además reafirmó el sentido
del lenguaje, como una actividad mental que surge de la conciencia del sujeto, y
evitó la confusión conceptual de separar el problema filosófico del problema
científico, la existencia de fenómenos mentales como si fuesen independientes del
mundo físico.
 Programación Neurolingüística (PNL)
Se conoce como neurolingüística a la disciplina que analiza los métodos del
cerebro humano para lograr la comprensión, la generación y la identificación
del lenguaje, tanto hablado como escrito.

Según los expertos, la neurolingüística tiene una raíz interdisciplinar ya que se


beneficia con aportes de la lingüística, la neurobiología y la lingüística
computacional. La noción de neurolingüística suele vincularse al estudio de
la afasia, dificultad que refleja una carencia lingüística a partir de formas
específicas de daño cerebral.

Por eso, se acostumbra decir que la afasiología constituye la base histórica de la


neurolingüística. De todas maneras, con el correr de los años, esta disciplina
consiguió un valioso desarrollo y ha logrado complementarse con las nuevas
tecnologías, con lo que expandió su campo de acción.

Por ejemplo, las técnicas más modernas de imagen cerebral permitieron acceder a


nuevos conocimientos sobre la estructura anatómica basada en las funciones del
lenguaje. Con estas imágenes, puede analizarse el empleo de la energía en el
área cerebral mientras se realizan acciones dirigidas a procesar el lenguaje.

La Neuroligüística estudia el normal funcionamiento de los mecanismos del habla,


teniendo en cuenta las funciones características de cada zona del cerebro.

Resulta interesante mencionar que la neurolingüística se encuentra muy vinculada


a la psicolingüística, que estudia los mecanismos cognitivos del lenguaje a través
de las técnicas tradicionales de la psicología experimental.

La psicolingüística es la disciplina que se encuentra relacionada tanto con la


psicología cognoscitiva como con la lingüística y se especializa en estudiar los
procesos mentales relacionados con la comprensión y emisión de mensajes en
una situación comunicacional. Los elementos que se involucran en este estudio
son los factores psicológicos y neurológicos que hacen posible que las personas
adquiramos un lenguaje y lo utilicemos adecuadamente.

El concepto de Programación Neurolingüística (PNL) hace referencia a la unión de


tres términos:
a.- Programación (aptitud para implementar programas de comportamiento)
b.- Neuro (percepciones sensoriales que marcan el estado emocional de un
individuo) y 
c.- Lingüística (medios verbales y no-verbales que utilizamos los seres humanos
para comunicarnos).

Pero, ¿en qué se centra el modelo de la Programación Neurolingüístca?


El mundo se experimenta por medio de cinco sentidos: vista, oído, tacto, olfato y
gusto. Mucha información viene hacía nosotros continuamente; consciente e
inconscientemente y eliminamos aquello a lo que no queremos prestar atención.
Nos dicen que la información restante se basa en nuestras experiencias, valores y
creencias pasadas. Con lo que nos quedamos al final, resulta incompleto e
inexacto, ya que parte de la información general ha sido eliminada, y el resto se ha
generalizado o distorsionado.

Importancia de la Programaciónb Neurolingüística (PNL)


Gracias a la neurolingüística, somos capaces de comprender los mecanismos y
entender el funcionamiento de nuestra comunicación, tanto oral como escrita. En
consecuencia, esta disciplina es esencial para entender, entre otros, la evolución
comunicativa del hombre, tratar problemas de habla, así como superar o reforzar
la comunicación en pacientes con lesiones cerebrales; y es que no hay que olvidar
que el lenguaje está inevitablemente relacionado con nuestro cerebro.

Teniendo en cuenta que el habla se produce con base en varias y diferentes


zonas de nuestro cerebro, cabe destacar que la neurolingüística es una disciplina
esencial que ayuda a comprender un poco más cuáles son las lesiones que
causan las afasias. Esta disciplina elaborará tratamientos y terapias capaces de
reeducar, reestablecer y rehabilitar todas las funciones perdidas debido a
cualquier tipo de lesión.
Pero no sólo la afasia es un objeto de estudio para la neurolingüística, también el
bilingüismo; y es que a muchos científicos les fascina cómo el cerebro procesa
el aprendizaje y uso de dos o más idiomas, aunque nosotros lo veamos como algo
normal.

Podemos decir que la neurolingüística es esencial para poder estudiar, de forma


científica, la evolución del lenguaje en el hombre. Así, gracias a esta disciplina se
intenta profundizar en cómo el lenguaje es adquirido por los niños, y como
posteriormente puede ser perdido en la vejez.

En conclusión, la programación neurolingüística es un modelo del funcionamiento


de nuestra mente y nuestra percepción. Así, como si fuéramos computadoras,
percibimos y procesamos la información en nuestro cerebro.
Diplomado de Lingüística Española
Catedrático: David Ortiz
Tema No. 2 Lexicología, ortología y comunicación

Guía No. 2
1.- Instrucciones. Complete el esquema con los elementos o factores de la
comunicación.
2.- Instrucciones. Encuentre cinco diferencias e igual númro de similitudes entre
las disciplinas ligüísticas que se le presenten.

COMPARACIÓN

DIFERENCIAS LEXICOLOGÍA / ORTOLOGÍA SIMILITUDES


3.- Instrucciones. Escriba cinco conclusiones generales respecto de los actos del
habla

a.- _______________________________________________________________

b.- _______________________________________________________________

c.-_______________________________________________________________

d.- _______________________________________________________________

e.- _______________________________________________________________

4.- Elabore un esquema (a su elección) con las clases de comunicación:

5.- Ejemplifique los actos de habla de John Austin y Searle.

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