Debemos considerar que el Estado como sujeto jurídico está orientado
dentro de sus límites de competencia y conforme a los parámetros de la normativa jurídica e internacional establecer los mecanismos necesarios para constituir las herramientas para cualquier ataque que este dirigido dentro el área geográfica del Estado objeto de ataca; por ende el Estado en su plena consideración y rectitud estará enfocado a utilizar cualquier mecanismo idóneo y eficaz no solo que ayude a solventar la situación que se esté generando y provocando una desestabilización interna. Igualmente el Estado no solo protegerá su ámbito territorial de cualquier ataque que se presente sino también protegerá los intereses y vidas de sus connacionales, vidas estas que son importantes ya que el Estado dentro de sus obligaciones es proteger los derechos inherentes de cada ciudadano cuando estos se vean afectado no solo por acciones o conductas internas sino también por acciones dirigidas desde el exterior al interior de dicho Estado. Por lo tanto el Estado siempre debe tener estructurado un parámetro a seguir para consolidar su seguridad de su territorio y de sus gentes; ya que el fin último y propósito del nacimiento del Estado es establecer un paz interna y interna aunado al hecho de crear los lineamientos a seguir para la protección de los derechos de todos sus ciudadanos y los bienes que estos tengan. Seguridad nacional.
Es menester entonces entender cual es el significado de seguridad nacional
o la connotación necesaria de este punto; el concepto de seguridad nacional no se encuentra clara y precisamente definido en el marco constitucional o en la legislación de los Estados analizados. La definición de seguridad nacional varía de acuerdo con las amenazas que en materia de seguridad enfrentan los Estados, a los intereses que buscan proteger en cada época y a las políticas públicas de defensa exterior, y en algunos casos de seguridad interior, que adoptan los gobiernos y las escuelas teóricas que subyacen por detrás de la concepción de la seguridad. Por ello, a nivel comparado es difícil encontrar acuerdos respecto a los contornos de la definición de seguridad nacional. A los efectos de este ensayo, que tiene por objeto definir los intereses de seguridad nacional que entran en conflicto con el derecho de acceso a la información pública, intentaremos aproximarnos a una definición en el marco de la realidad de América Latina. Una primera precisión que debe realizarse en el contexto regional tiene que ver con el propio nomen iuris del concepto. Sobre la base de la información obtenida en la investigación y a las discusiones desarrolladas en el seminario puede concluirse que, mientras en Europa o Estados Unidos la seguridad nacional se vincula a las amenazas a la seguridad interna o externa en el marco de un Estado democrático, en buena parte de América Latina el concepto “seguridad nacional” aún se encuentra asociado a la represión desatada por los procesos dictatoriales de la década de 1970 contra el “enemigo interno”, que no eran otra cosa que opositores al régimen, dirigentes sociales o sindicales. Bajo la doctrina de la seguridad nacional las dictaduras militares de América Latina justificaron graves violaciones a los derechos humanos y la coordinación represiva de los ejércitos nacionales.
Hechas estas primeras precisiones, se define el término seguridad nacional
en jurisdicciones con mayor tradición en el área. En Estados Unidos, por ejemplo, el concepto refiere a la defensa exterior. La Freedom of Information Act (FOIA) permite clasificar información como reservada o secreta por razones de seguridad nacional, pero el concepto refiere a que sólo puede decretarse una reserva por el interés de la defensa nacional (Correa, 2011). Estas dos causales pueden ser decretadas por una orden presidencial y se clasifican en distintos niveles según el grado de daño que puede esperarse de la circulación de información que afecte estos intereses.
De acuerdo a Raúl Benitez Maunal, la nueva doctrina de seguridad de
Estados Unidos, que supone una amalgama de estrategias políticas, militares, de inteligencia, policíacas y de cooperación internacional, tiene dos ejes: 1) La protección de la Patria (Homeland Security); 2) La guerra anticipada-preventiva (preemptive military action). Defender la patria implicó en el 2001 la emisión de la Ley Patriótica (Patriot Act) que pone en cuestión el tema de la vigencia del régimen de libertades civiles en Estados Unidos. (Debate Nacional sobre Defensa, p 106)
En Europa, en cambio, el concepto de seguridad nacional está ligado a la
defensa nacional y a los “valores” democráticos. “El campo de la seguridad nacional incluye la política de defensa, pero no se limita a ella. Su finalidad principal es la de defender la población y el territorio. La segunda es la de asegurar la contribución francesa a la seguridad europea e internacional y la tercera la de defender los valores republicanos. La principal innovación de este Libro con respecto al anterior es que abarca de forma global nuestros intereses de seguridad, sin limitarlos exclusivamente a cuestiones de defensa. Define una estrategia de seguridad nacional que aporta respuestas al “conjunto de los riesgos y amenazas que puedan vulnerar la vida de la nación”.
Ahora bien, en el plano del derecho interno venezolano, se creó en el
ámbito de la seguridad de la nación una nueva institución denominada Consejo de Defensa de la Nación, como "máximo órgano de consulta para la planificación y asesoramiento del Poder Público en los asuntos relacionados con la defensa integral de la Nación”. El artículo 323 de la Constitución establece que: El Consejo de Defensa de la Nación es el máximo órgano de consulta para la planificación y asesoramiento del Poder Público en los asuntos relacionados con la defensa integral de la Nación, su soberanía y la integridad de su espacio geográfico. A tales efectos, le corresponde también establecer el concepto estratégico de la Nación. Presidido por el Presidente o Presidenta de la República, lo conforman, además, el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, el Presidente o Presidenta de la Asamblea Nacional, el Presidente o Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, el Presidente o Presidenta del Consejo Moral Republicano y los Ministros o Ministras de los sectores de la defensa, la seguridad interior, las relaciones exteriores y la planificación, y otros cuya participación se considere pertinente. La ley orgánica respectiva fijará su organización y atribuciones.
Seguridad humana.
Desde el origen de la vida en sociedad la seguridad ha sido una
preocupación fundamental de los seres humanos. Tal es su importancia que para algunas corrientes legales y filosóficas como el contractualismo, la seguridad es el gran objetivo que empuja a los hombres a pactar para salir del estado de naturaleza y constituir la sociedad política y el Estado. La seguridad ha sido una necesidad perenne de los seres humanos, pero como cualquier fenómeno socialmente determinado, ha evolucionado en cuanto a su definición y alcances.
Durante buena parte del siglo XX la seguridad era un concepto propio de
las élites políticas y militares y como tal estaba fuertemente relacionado a factores como, el Estado, la defensa, carreras armamentistas, insurgencia, contrainsurgencia, represión, etc. En la actualidad, los extraordinarios cambios en las relaciones internacionales marcados por un aumento de la interdependencia y las conexiones transnacionales y las vulnerabilidades mutuas y los cambios ambientales y climáticos, han hecho que esa perspectiva convencional de la seguridad sea insuficiente. La seguridad y sus múltiples consideraciones no pueden seguir siendo una preocupación exclusiva de unos pocos, se trata de un problema muy grande como para que no se le haga frente de manera colectiva. Crisis humanitarias, con altos números de refugiados y desplazados en Colombia y Sudán o catástrofes ambientales como el vertido de petróleo en el Golfo de México exigen una visión ampliada, holística y más participativa de la seguridad.
Este es el marco de pertinencia del concepto/noción que se ha venido
conociendo como “seguridad humana”, que ha sido promovida por diversas instancias de las Naciones Unidas—y por diferentes países--desde 1994, que se caracteriza por su naturaleza universal, centrada en las personas, la interdependencia, enfocada a la prevención de conflictos y la cooperación.
El concepto ha generado un importante debate en las Naciones Unidas y
otros organismos. No obstante, aún no existe consenso amplio en la ONU, ni en el mundo académico sobre él. Este trabajo aporta un análisis sobre la evolución conceptual de la seguridad humana a partir de las distintas contribuciones de Naciones Unidas así como un estado del arte sobre la seguridad humana.La adopción y operacionalización de conceptos responde a contextos históricos específicos y a la vez a cambios coyunturales y/o estructurales; de allí que la tarea de reconceptualizar sea permanente. Durante la Guerra Fría predominó la noción de “seguridad nacional” con énfasis en las dimensiones militares-estatales. Los conflictos entre Estados Unidos y la Unión Soviética ocupaban la atención de las estrategias de seguridad e incidían en los conflictos regionales. El fin de la Guerra Fría provocó un cambio en el carácter de los conflictos y amenazas. Actualmente la mayoría de los conflictos tienen carácter intra estatal. A diferencia de la existencia de guerras entre Estados, en muchos países el Estado representa mayores amenazas a los individuos que la presencia de conflictos armados.
Por su parte, los procesos de globalización han sido acompañados de la
emergencia de nuevos actores importantes. Los Estados ya no son los únicos actores en el sistema internacional, la presencia activa de las empresas transnacionales, las distintas redes de la sociedad civil y los organismos internacionales complejizan el panorama de las relaciones internacionales y restan protagonismo a los Estados. Asimismo, gracias al impacto de la mundialización los Estados han perdido su poder monopólico sobre las comunicaciones, el desarrollo tecnológico, las finanzas, las inversiones, las migraciones internacionales y sobre el comercio. Otro de los cambios fundamentales ha sido la variación en las amenazas a la seguridad. Los desafíos más apremiantes en el presente son el cambio climático y los desastres naturales, la crisis alimentaria, la propagación de enfermedades pandémicas en el contexto de amplia interdependencia de poblaciones, el terrorismo y el crimen organizado. Estos se han visto afectados negativamente por la coyuntura de la crisis económica desde finales de 2008. Son amenazas transnacionales que dificultan que los Estados por sí solos puedan hacerles frente; se requiere cooperación para enfrentarlas. Los cambios mencionados fueron haciendo insostenible e insuficiente el concepto tradicional de seguridad, pues los nuevos desafíos no cabían bajo su marco de acción. La adopción del concepto de “seguridad humana”, más acorde con el nuevo contexto internacional, surgió como respuesta. La adopción del concepto se vincula a la creciente universalización y promoción de los valores y derechos contenidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos firmada posteriormente a la Segunda Guerra Mundial. Ha ido aumentando la tendencia hacia el reconocimiento pleno del individuo como sujeto de Derecho Internacional. El orden internacional ya no se limita a las materias vinculadas a la ausencia de guerra entre Estados, sino también a promover los derechos de los ciudadanos, su bienestar y su libertad. CONCLUSION
En definitiva es necesario que todos los Estados utilicen las herramientas y
mecanismo necesario que se encuentren contemplados en los ordenamientos internos de cada uno de ellos y en el marco internacional a los fines de salvaguardar sus interés y la vida de sus connacionales; esto a a los fines de que verdaderamente existe lo que se conoce como seguridad y nacional y seguridad humano; ya que sin las existencia debida de parámetros que se puedan activar en caso de emergencia entonces no se puede llamar un Estado cuyo fin y norte sea la protección de todo los punto de vitas tanto su territorios, bienes, vida y derechos de cada uno de sus connacionales. En pocas palabras el Estado es un sujeto jurídico con plenos derechos pero también con plenas obligaciones que están propiamente enmarcada y consolidad en el marco jurídico del mismo, ya que la existencia del Estado en su totalidad depende del surgimiento y avance del ser humano por lo tanto en necesario establecer parámetros para la protección rápida y efectivas de esos últimos.
BIBLIOGRAFIA
Castro, Freddy. La Seguridad Humana Frente a la Seguridad Democrática.