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ANALISIS

INTRODUCCION

Todos los jugadores con experiencia saben que la táctica es el aspecto más
decisivo de la partida. A pesar del “prestigio intelectual” que rodea la estrategia, y a
pesar sobre todo de que el planeamiento a largo plazo, con perfiles aproximados, se
adapta muy bien al pensamiento humano, es evidente que en el ajedrez de competición,
sirve de muy poco elaborar ingeniosos y complejos planes, si uno no está capacitado
para llevarlos adelante con una mínima precisión.

Se ha dicho que el ajedrez es un juego de estrategia en el cual el 99% es táctica.


Seguramente es una afirmación exagerada, que busca llamar la atención. Pero lo que si
Podemos dar por cierto es que una mínima habilidad táctica es necesaria llegar a alguna
parte.

Los monitores también saben lo importante que es desarrollar las habilidades


tácticas y casi todos ellos, una vez explicadas las nociones fundamentales del juego,
comienzan a “machacar” a sus pupilos con toda serie de combinaciones. Los aspectos
básicos de la teoría de la combinación están desarrollados en muchos libros y existen
muchas y excelentes recopilaciones de combinaciones, que pueden servir como
material de trabajo.

Esta fase del trabajo es muy importante y generalmente logra desarrollar de


forma exitosa las habilidades tácticas del alumno, aunque no está exenta de dificultades,
a las cuales también nos vamos a referir. En cualquier caso, llega un momento en que
esta fase no logra mayores avances, los alumnos más o menos “combinan”, pero siguen
cometiendo errores tácticos en sus partidas.

La segunda fase, la corrección de problemas y el desarrollo más avanzado de la


capacidad de análisis táctico de las posiciones ha sido tratado con mucha menos
frecuencia en la literatura ajedrecística, aunque en los últimos años empieza a corregirse
este desequilibrio, y los monitores tienen mucha más elección.

A esta segunda fase, un poco olvidada, dedicaremos este trabajo.

En los próximos apartados abordaremos sobre todo dos problemas:

1) ¿Cómo encontrar las buenas jugadas?


2) ¿Cómo calcularlas bien?

Algunos capítulos se centran más en uno de los dos problemas, pero muy a
menudo ambas cuestiones aparecen indistintamente porque están interrelacionados y
muchas veces la respuesta a una depende de que como se aborde la otra.

BIBILIOGRAFIA
Libros que tratan el tema de la táctica más allá de la teoría de la combinación.

Si bien hay muchas y excelentes libros sobre la teoría de la combinación, e igualmente


hay muchos libros sobre partidas de ataque que pueden servir de material excelente para
buscar buenos ejercicios, e incluso libros de ejercicios mismos, sin embargo libros que
aborden el tema del calculo de variantes desde el punto de vista teórico hay pocos.

Por otro lado así es más fácil separar el grano de la paja. Todos los libros de la siguiente
lista son altamente recomendables y un buen entrenador los debe conocer todos.

Piense como un gran maestro Kotov Editorial Fundamentos

Es el primer libro que trata el tema y aunque sus recomendaciones son muy mejorables,
todos los demás lo toman como referencia. Imprescindible por su importancia histórica.

Secretos de la táctica en ajedrez. Dvoretzky. Editorial Meran


(Mejorada la edición inglesa)

Los libros de Dvoretzky han sido tan acertados que le han convertido en la máxima
autoridad mundial en el tema del entrenamiento. Este libro editado también en inglés
como Secrets of chess Tactics es, en mi opinión su mejor trabajo

Excelling at ches calculation de Jacob Aagard. Everyman Chess

Aagard ha sorprendido en los últimos años con una serie de libros sobre casi todos los
temas del entrenamiento. En la mayoría de los casos hace planteamientos novedosos,
con muy buenas ideas, y revisa todos los conceptos anteriores con ojo crítico. Sus libros
son altamente recomendables para cualquiera que quiera mejorar como entrenador.

Practical Chess Defense de Jacob Aagard. Quality Chess Books

Este nuevo libro de Aagard se ocupa de un aspecto muy concreto del juego, como esl
adefensa, pero lo hace no del modo habitual en que se ha tratado se tema, por cierto de
forma muy poco frecuente en la literatura ajedrecística, por ejemplo en obras como The
Art of defense in chess de Polugaievsky y Damski sino sobre todo desde el punto de
vista del cálculo de variantes. Los ejercicios son formidables y es un libro
imprescindible para todo entrenador que desee trabajar el tema del cálculo de variantes.

Forcing chess moves. Charles Herían. New in chess.

Un libro sorprendente e inesperado. El enfoque de marketing “analizar con los ojos de


un ordenador” crea una impresión errónea y en mi opinión habrá disminuido sus ventas
en Europa (tal vez no en los USA), pero una vez que lo tienes en las manos te das
cuenta de que los consejos son muy adecuados y las posiciones en las que se basa son
extraordinarias, además de poco conocidas en general.

Attack and Defense. Dvoretzky y Yusupov. Batsford


Improve your chess now. Jonathan Tisdall. Batsford
Analyse to win. Byron Jacobs. Batsford
Secrets of practical chess. John Nunn. Gambit
La esencia del juego del ajedrez. Andrew Soltys. Paidotribo
Perfecciones su ajedrez. Volokitin y Gabrinsky. La casa del ajedrez

TEMA 1
UN POCO DE HISTORIA. LA TEORIA DE KOTOV
El libro “Piense como un gran maestro” causó un auténtico revuelo en el mundo
ajedrecístico. Probablemente el siguiente párrafo, que forma parte de la primera página
del capítulo 1, sea la principal causa de su éxito:

Pero ¿saben ustedes analizar variantes?, pregunté a mis oyentes, y sin darles tiempo a
contestar proseguí: “Yo les enseñare como analizar variantes, y si me equivoco,
entonces deténganme. Vamos a suponer que en un determinado momento de su partida
pueden elegir entre dos jugadas: TID o C5CR. ¿Cuál jugarían? Ustedes se acomodarán
cómodamente en su silla y comienzan sus análisis silenciosamente, diciéndose a si
mismos las posibles jugadas: Puedo jugar TID y el probablemente jugará A2CD, o
tomar primero mi PTD que ahora está indefenso. ¿Cuál entonces? ¿Me gusta esa
posición? Van una jugada más allá en sus análisis, y entonces se les pone la cara larga,
la jugada de torre ya no les interesa. Por lo tanto consideran la jugada de caballo,
¿qué pasa si hago C5CR?. El puede echarlo con P3T, yo juego C4R, él lo captura con
su alfil, yo vuelvo a capturar y él ataca mi dama con su torre. Eso no parece muy
preciso así que la jugada de caballo no es buena. Hay que ver otra vez la jugada de
torre. Si el juega A2CD, yo puedo contestar P3AR, pero ¿Que ocurre si el captura mi
PTD? ¿Qué puedo jugar entonces? No, la jugada de torre no es buena, debo considerar
la jugada del caballo otra vez. Por lo tanto 1.C5CR P3T 2.C4R AxC 3.DxA T5d; ¡no,
no e s buena!. Así que no debo mover el caballo. Hay que intentar la jugada de la torre
otra vez. TID DxPT. En ese momento, ustedes echan una mirada a su reloj: “Dios mío,
ya llevo 30 minutos pensando si mover la T o el C”. Si ocurre así ustedes están
realmente apurados de tiempo. Y entonces de repente, se les ocurre la feliz idea: ¿Poi-
qué mover la torre o el caballo? ¿Qué ocurre con A1CD? Y sin ninguna dificultad, sin
ningún análisis, ustedes mueven el alfil, exactamente como antes, solo que sin
considerarlo.

Sí, estoy convencido que la fuerza de esta idea tuvo mucha influencia en la fascinación
del libro. Yo tendría unos 16 años cuando mi buen amigo Enrique Martínez me contó
este párrafo; ¡Increíble! Así que yo no era el único que pensaba de esa manera que
instantáneamente me pareció tan desastrosa. Claro que esa era la única explicación, de
que a pesar de ello, de vez en cuando ganara alguna partida.

Entrando en un análisis más serio, Kotov logró caricaturizar determinadas fases del
pensamiento de un jugador medio, y una vez exagerados de forma cómica los defectos,
fue difícil descubrir alguna virtud.

En las siguientes páginas de este inolvidable primer capítulo Kotov reconoce que él era
un débil jugador táctico en sus comienzos y que solo con esfuerzo y voluntad logró
superar ese defecto y nos propone su propia técnica de análisis basada en el concepto
del árbol de variantes.
La técnica de Kotov consiste esencialmente en lo siguiente:

Antes de analizar enumerar sistemáticamente todas las jugadas posibles


candidatos), una vez convencido de que están todas en la lista, comenzar a analizar la
primera de ellas y seguir todas sus variantes hasta el final, (hasta que una evaluación
clara pueda ser hecha), naturalmente a lo largo de este análisis nos encontraremos
con puntos donde muchas jugadas son posibles (nudos de decisión) y en ese caso
debemos hacer de nuevo una lista de jugadas candidatos para esas posiciones (y así
todas las veces que sea necesario).Solo una vez terminada la primera jugada
comenzaremos con la siguiente y así hasta terminar con la lista. Entonces nuestro
análisis, que se habrá ramificado en todas las direcciones, tendrá el aspecto de un
árbol de variantes.
Pero eso sí, muy importante, hasta el extremo de que Kotov lo subraya y lo
argumenta. “Al analizar complicadas variantes uno debe examinar cada rama del
árbol una vez solamente.99

Esto es la base de la teoría que Kotov desarrolla con excelentes ejemplos (aunque la
mayoría muy complicados y por supuesto corregibles fácilmente con un módulo de
análisis). No vamos a reproducir dichos ejemplos que fueron elaborados en una época
en que no existían los módulos de análisis, pero todos ellos son de gran interés para el
aficionado y para cualquier entrenador.

Después de Kotov, muchos han hecho algunas aportaciones, la mayoría para flexibilizar
esta teoría, pero nadie ha propuesto todavía una formulación radicalmente diferente.
Sin embargo el estudio de algunos aspectos parciales, pero muy concretos relacionados
con el cálculo de variantes puede ser más útil en la práctica que la propia teoría. Claro
que dichos aspectos parciales, siempre necesitarán una comprensión ajustada y una
aplicación sabia.

TEMA 2 ERRORES TIPICOS


LA FALTA DE ATENCION A LOS MOTIVOS
Como ya apuntábamos en la introducción, el problema más frecuente que se
encuentra cualquier monitor que tiene algún alumno con cualidades razonables es el
siguiente: El alumno resuelve todas las combinaciones que se le plantean como
ejercicios, incluso algunas muy complicadas, pero pasa por alto golpes tácticos bastante
sencillos en sus partidas. ¿Por qué sucede esto? y ¿Cómo corregirlo?.

Una respuesta sencilla es que en los ejercicios el alumno “sabe que hay algo”, y
en la partida no sabe en que momento hay una combinación. Esto es verdad y aunque
intervienen otros factores, sin duda este es el más importante.

A menudo se corrige con la práctica, así que la simple práctica es un remedio


adecuado para este y muchos otros males, incluso las partidas rápidas son un
entrenamiento útil para desarrollar la agudeza táctica.

Pero la solución ideal sería encontrar un modo de que el jugador sepa en que
momento hay una combinación, y resulta que eso es muy posible.
Los jugadores experimentados saben que las combinaciones, las variantes
tácticas forzadas, no surgen de la nada, hay algo en la posición que las justifica. Si
desarrollamos la habilidad para reconocer ese algo tendremos siempre una especie de
aviso que nos señala en que posiciones debemos buscar y eso será el primer paso para
encontrarlo.

Y por fin hemos llegado al punto clave de este primer apartado:

No existen combinaciones “SINMOTIVOS”, por lo tanto, si reconocemos los


motivos^ entonces también reconoceremos las posiciones en que puede haber
combinaciones, y esta habilidad también puede entrenarse.
Mi propuesta es que el estudio de los motivos de las combinaciones está
comparativamente descuidado y debe prestársele una mayor atención.

Vamos a pasar ya a estudiar algunos ejemplos:

POSICION 1
abcdefgh

abcdefgh

Es difícil resistir la tentación de presentar en primer lugar un ejemplo algo


propagandístico, pero tal vez es porque estoy convencido que las ideas impactantes o
paradójicas son más fáciles de recordar.

La posición del diagrama sucedió después de las jugada 13 de las blancas en la partida
Kasparov - Karpov de Linares en 1994. Los dos mejores jugadores del momento, en el
más importante torneo, y sin embargo ambos pasaron por alto un sencillo golpe táctico,
si bien los resultados del mismo no son contundentes.
En su momento, con los entonces recién estrenados módulos de análisis, todos los
periodistas que cubrían el evento “vieron” la interesante jugada 13...Aa3. Años atrás
estos dobles descuidos podían pasar desapercibidos mucho tiempo. Las blancas no
pueden capturar el alfil, y aunque salvan los muebles convirtiendo al alfil en pieza
rabiosa y jugando 14.Ah6 las negras tienen una amplia elección entonces, para
conseguir una posición sana por medio de 14... Ab4 o 14.. .Th6, o persiguiendo una
ganancia de material con 14...Ab2. No es el lugar ahora para valorar con exactitud las
posiciones resultantes; lo que me interesa es comprender porque la jugada 14.. .Aa3 fue
pasada por alto.

Si nos fijamos en la posición del diagrama, no salta a la vista ningún “motivo” evidente
de combinación. Esa debe ser la causa, aunque el calculo es sencillo, la ausencia de una
señal luminosa oculta el golpe táctico.

Si buscamos en la lista de motivos que presentamos más adelante, veremos que hay uno
que se ajusta a la posición del diagrama: “La torre de al y el peón de b2 están
sobrecargados”. Ambos defienden dos cosas a la vez, la torre defiende a3 y el y el peón
defiende a3 y c3. Esta situación de doble sobrecarga provoca la combinación, pero
efectivamente es un motivo bastante oculto. Si fuera solo una pieza la sobrecargada el
motivo sería luminoso, pero al ser dos es bastante más difícil, porque la intuición nos
indica que no suele funcionar.

Veamos otro ejemplo que nos permitirá discutir un nuevo concepto:

POSICION 2
abcdefgh

abcdefgh

La posición del diagrama se produjo en la partida Granda - Svidler del torneo de


Madrid de 1998. Las negras jugaron 27. Tg5? Y acabaron perdiendo la partida, sin
embargo en la posición del diagrama existe una continuación que decide la lucha a su
favor.

Yusupov presenta este ejemplo en su libro Escuela de Ajedrez como un ejemplo para
el tema Jugadas Candidatas. Aunque estoy de acuerdo con el concepto de jugada
candidata desarrollado por Dvoretzky en sus excelentes libros (todos sin excepción) y
con su uso para mejorar las habilidades tácticas, no estoy de acuerdo en que este sea un
buen ejemplo para ilustrar el tema. Mucho más evidente me parece que a través del
reconocimiento de motivos la secuencia táctica debió ser encontrada.

De hecho en la posición del diagrama hay dos motivos muy claros: l)La presencia en la
misma línea geométrica del alfil blanco y la dama negra y 2) La escasez de casillas de la
propia dama negra. Es muy posible que Granda prestara atención al primer motivo, pero
no observara el segundo, porque de haberlo visto, la secuencia ganadora es bastante
sencilla: 27.f5! Ag2 28.Rg2 ganando la dama.

Es cierto que en este ejemplo aparecen dos pequeñas circunstancias que normalmente
suponen un freno psicológico al análisis de ciertas jugadas. Me refiero al hecho de que
27 ...Ag2 gane la calidad ¡con jaque! Y a que en la jugada 28 el rey salga de su seguro
escondite. Sí, repito, es cierto que esos detalles a veces nos impiden ver una jugada,
pero esas son pequeñas barreras y no parece normal que dos jugadores de alto nivel
como Granda y Svidler se dejaran “engañar” por ellas. No lo hubieran hecho si hubieran
apreciado el segundo motivo.

Así podríamos observar muchos ejemplos más, y estoy seguro que cualquier monitor
podría encontrar varios en la práctica de sus alumnos, pero antes de seguir, creo que ha
llegado el momento de presentar una lista de motivos.

LOS MOTIVOS MÁS FRECUENTES

Todos conocemos listas de los mecanismos tácticos más populares: Ataque doble,
Clavada, Rayos Xy Descubierta son los 4 más básicos y los primeros que define
cualquier libro de táctica. También podemos encontrar muchos libros que clasifican e
ilustran una serie de ideas combinativas: Atracción y Desviación son las más
frecuentes, bloqueo, cierre de líneas, apertura de líneas, destrucción de la defensa son
otras muy populares.

Pero no he encontrado una lista clasificada de motivos y unos ejemplos específicos


ilustrándolos. Es cierto que al describir una combinación casi siempre se hacen
referencia a los motivos que había en la posición inicial. Es cierto que los motivos son
citados en la mayoría de las obras de táctica, pero al hacerlo como de pasada, al
prestarle escasa atención en el aspecto teórico, también es muy posible que los
estudiantes le presten menos atención de la debida.

A continuación presento una lista de los motivos más frecuentes, algunos de ellos
pueden ser también objetivos o fases intermedias de una combinación y todos ellos
están relacionados directamente con los mecanismos tácticos y con las ideas
combinativas, pero en esta lista los motivos son “las circunstancias especiales de la
posición que nos hacen sospechar de la existencia de una maniobra forzada”.

Como es lógico, puesto que señalan la posibilidad de una resolución forzada de la


partida, los motivos son defectos en la posición del rival o virtudes importantes en la
nuestra, Trataré de ordenarlo por orden decreciente de importancia, pero esa
clasificación siempre será discutible:

Rey mal defendido


Piezas indefensas
Clavadas
Piezas sobrecargadas
Piezas con dificultad de movimientos
Peones con opciones de coronar
Coincidencia de piezas importantes en líneas geométricas.
Es interesante considerar que el primer motivo, podría dividirse en muchos otros, según
la circunstancia que haga vulnerable al rey. Esto podría ayudar en la búsqueda, por
ejemplo en la posición 19.

En el último motivo, por líneas geométricas hay que entender, columnas, filas o
diagonales, pero también la presencia de piezas susceptibles de recibir un doble de
caballo pueden considerarse dentro de este apartado, o si no se quiere hacer así,
entonces se debería añadir otro.

Bien, una vez hecha la lista, y antes de analizar más ejemplos, se pueden hacer algunas
reflexiones. Seguro que todos estaremos de acuerdo en que el motivo del rey mal
defendido es el más fácil de percibir para la mayoría de los jugadores; precisamente por
eso las combinaciones que implican ataque al rey son generalmente más fáciles de
descubrir que las que se producen por otros motivos menos notorios. También es
curioso señalar que algunos de los motivos como piezas indefensas, se relacionan muy
bien con el ataque doble, mientras otras como las piezas sobrecargadas se prestan a la
desviación o a la destrucción de la defensa; en todo caso, casi todas las mezclas de ideas
y motivos son posibles, sobre todo si tenemos en cuenta que en las combinaciones
complejas coexisten casi siempre varios motivos y varias ideas.

Después de años de “poner ejercicios” he comprobado que hay algunas combinaciones


que a pesar de su aparente sencillez (una vez vista la solución), presentan más
dificultades de resolución que otras. No hace falta ser muy perspicaz para sospechar,
que esas combinaciones coinciden con las que más fácilmente suelen pasarse por alto en
la partida viva. Con los años he hecho una lista de algunas de ellas, pero seguramente
cualquier monitor podría presentar la suya. En las próximas páginas vamos a ver unas
pocas, para comentar algunos otros aspectos interesantes.

Antes de comenzar quiero llamar la atención sobre otro enfoque importante de la teoría
de los motivos en relación a las técnicas del cálculo de variantes. La observación
correcta de los motivos desde el principio influirá de forma decisiva en la selección de
las jugadas candidatas; el olvido de un motivo y el descubrimiento posterior nos
obligará a replanteamos la lista inicial de jugadas candidatas, el orden de prioridad de
las variantes que vamos a calcular, y posiblemente justificará una pausa mental y un
replanteo de toda la situación, incluyendo el repaso de algunas de las variantes ya
analizadas.

POSICION 3

abcdefgh

4
3
^

abcdefgh

Esta es una de las posiciones de mi lista. Una combinación relativamente sencilla que
suele crear problemas a los alumnos. Con más motivo la combinación que se oculta en
esta posición pasaría fácilmente desapercibida en una partida

Pensemos en la combinación desde el punto de vista de los motivos: la posición del rey
negro es algo sospechosa y algunas piezas blancas apuntan en esa dirección, pero no es
suficiente; observemos otra cosa, la dama negra está indefensa, seguramente los que no
descubren esta combinación no “se han fijado” de forma específica en este hecho. Una
vez vista la indefensión de la dama la combinación parece fácil: l.Tg7 Rg7 2.Dg3 Rh8
3.Cg6 y 4.Dd6 ganando.

Como ya dije antes, las piezas indefensas son un motivo muy poco llamativo, por eso
muchas combinaciones basadas en él, se pasan por alto.

En algún lugar he leído (perdón por la incompleta cita) que un entrenador de la antigua
Unión Soviética trataba de desarrollar la visión táctica de sus pupilos con el siguiente
consejo: “Ustedes primero piensen que pieza pueden sacrificar y cuando comprueben
que no pueden sacrificar ninguna, piensen las jugadas normales”.

Sin poner en duda que este sistema ayudará a encontrar algunas jugadas inesperadas, no
me parece el método adecuado. En el ejemplo anterior creo que habría servido de poco
pensar en 1 .Tg7 si no se tiene una idea posterior y en el próximo ejemplo no serviría de
nada.

POSICION 4

abcdefgh

abcdefgh
Una posición de una partida Sión - Campos, Mallorca, 1991. La solución es
enormemente sencilla, aún así suele plantear problemas y a menudo se resuelve por
eliminación, en una segunda o tercera búsqueda. Pero en la partida su puede pasar
fácilmente por alto. El motivo es “poco impactante”, pero ¿Qué les parece si miramos
cuantas casillas tiene el alfil blanco?. La solución es fácil 1.. .Rf6 2.Ah5 Rg5 y se acabó.
Creo que las piezas con pocas casillas hábiles son el motivo más difícil de ver, sobre
todo si tienen una apariencia de actividad como el alfil blanco de esta posición.

POSICION 5
Milton - Lugovoi, San Petersburgo, 1998

abcdefgh

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Una posición que me impactó. ¿Ustedes dirían que no puede comerse el peón de a6?.
Bueno, tal vez habrá una compensación por la actividad de las piezas mayores en la
columna abierta, pero nada serio, al menos no para perder. Comámoslo. l.Caó Aa6
2.Aa6: y ahora ¿que les parece si hacemos un inventario de las piezas blancas
indefensas? Vaya, parece ser que ambas torres están en el aire. ¡Horror, no!. Entonces la
simple continuación 2.. .De7 y 3.. .Da3 gana pieza.
¡Si hubiéramos observado antes los motivos!

POSICION 6
abcdefgh
abcdefgh

Y ¡que me dicen de esta conocidísima posición de la partida Rivera - Fischer de la


Olimpiada de Varna (1962)!. Si marcamos con pintura fosforescente los dos alfiles
blancos indefensos (el de b3 se puede considerar indefenso al estar atacado y defendido
por las mismas piezas), que además están en la misma línea, ¿Quién tardaría más de 5
segundos en ver la continuación ganadora?. Sin embargo les aseguro que he visto a
muchos chicos pasar muchos minutos “sin olería”.

Otro ejemplo de derrota fulminante, por culpa de no ver un motivo fue el siguiente:

POSICION 7
Korchnoi - Portisch, 1967

abcdefgh

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El tenaz Korchnoi, el genio táctico Korchnoi, acaba de jugar 13:Cd5?? Prestando


atención insuficiente a la indefensión del caballo de c4, y después de 13...Ad5 14.ed5
g3 puede tranquilamente abandonar, aunque no lo hizo hasta 20 jugadas después.

Ya hemos visto unos cuantos ejemplos y en las próximas secciones, al tratar otros temas
también interesantes, volverá a presentarse este tema y lo citaremos, así que vamos a
pasar a las conclusiones. En definitiva ¿Qué puede hacerse?.

Se dice que una vez conocido un problema, ya tenemos la mitad de la solución y


esa máxima es aplicable al caso actual, porque creo que es fácil diseñar ejercicios para
corregir un defecto de visión combinativa, lo que es más difícil es darse cuenta.

Creo que explicar las combinaciones con atención especial al motivo (o motivos) es
fundamental. Después se pueden clasificar posiciones por motivos, en vez de las
clasificaciones tradicionales y por último se pueden hacer listas de combinaciones que
se han pasado por alto en partidas de fuertes jugadores y se pueden discutir los motivos.
Además como trabajos aplicados a caso individuales, si se detecta que un jugador pasa
por alto a menudo un motivo concreto, es fácil hacérselo notar o preparar una batería de
posiciones que le obliguen a desarrollar esa habilidad. Si su “cabezonería” es persistente
puede ser conveniente pasar a una fase en que deba elaborar diagramas con las
posiciones donde se produce el error, e imprimirlos en la misma hoja para observarlos
de vez en cuando.

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