El enfoque cognitivo-conductual discurre a que los comportamientos son aprendidos
de diversas formas. Mediante la propia experiencia, la observación de los procesos de
condicionamiento clásico u operante y las formas del lenguaje verbal y no verbal. Durante su vida los seres humanos desarrollan aprendizajes que se incorporan a la vida de la persona y que pueden ser problemáticos o funcionales. Las personas nacemos con una herencia y un determinado temperamento, con los cuales comienza a interactuar con su entorno, aprendiendo pautas de comportamiento, tanto beneficiosas como perjudiciales para sí mismo y/ o para los demás.
El enfoque cognitivo-conductual y sus técnicas generan importancia en la aplicación de su plan
de intervención ya que van dirigidas pues a tratar de cambiar estos comportamientos problemáticos, aumentando unos y disminuyendo otros. Se enfoca en tres niveles en el ámbito de Intervención en Salud, trabaja con respuestas físicas, emocionales, cognitivas y conductuales desadaptadas y que son aprendidas. Considera que la persona tiene responsabilidad en los procesos que le afectan y que puede ejercer control sobre ellos, la terapia nos ayuda a recuperar el control sobre aquellas conductas que sí dependen de uno mismo. Enfocándose a cambiar la forma de cómo piensa y cómo actúa ya que se centra en problemas y dificultades del "aquí y ahora". En lugar de centrarse en las causas que generan angustia o síntomas del pasado, busca maneras de mejorar su estado anímico ahora. La terapia tiene como punto clave de eficacia el centrarse en la acción viendo resultados de manera inmediata.
La psicología humanista se caracteriza y genera la importancia por considerar al ser humano
como un todo, teniendo en cuenta que existen diversos factores que intervienen en la salud mental, en su crecimiento personal y en su autorrealización. Entre ellas se reúnen e interrelacionan aspectos como las emociones, el cuerpo, los sentimientos, la conducta, los pensamientos.
Citando a Carpintero, Mayor y Zalbidea (1990): El enfoque humanista se ocupa de desarrollar
el potencial humano y no se contenta con su adecuado funcionamiento. En una palabra, la psicología humanista representa un compromiso para llegar a ser humanos, un acentuar la totalidad y unicidad del individuo, una preocupación por mejorar la condición humana, así como por entender al individuo.