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Comunidades y Conflictos Socioambientales - Experiencias y Desafí
Comunidades y Conflictos Socioambientales - Experiencias y Desafí
SOCIOAMBIENTALES:
E X P E R I E N C I A S Y D E S A F Í O S EN
AMÉRICA LATINA
CO M U N I D A D ES Y C O N F L I C T O S
SOCIOAMBIENTALES:
E X P E R I E N C I A S Y D E S AF Í O S E N
AMERICA LATINA
Pablo Ortiz - T.
(Compilador)
Ediciones UPS
ABYA -YALA - Programa FTPP/ FAO - COMUNIDEC
1999
COMUNIDADES Y CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES:
E x p e r i e n c i a s y d e s a f í os e n A m é r i c a L a t i n a
Iera Edición
1999 Ediciones ABYA-YALA
12 de Octubre 14-30 y Wilson
Casilla 17-12-719
Teléfono: 562-633 / 506-247
Fax: (593-2) 506-255
Quito-Ecuador
Correo electrónico:
E-mail: abya-yala@abyayala.org.ec
editorial@abyayala.org.ec
Compilación y
Edición: Pablo Ortiz-T
ISBN: - 9978-04-478-7
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . III
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . V
C a pí t u l o I :R e f l e x i on e s y Pr op ue s t a s t e ór ic o - c o nc e p t ua l e s
C a p ít u lo I I : E x p e r i e n c i a s y c a s o s
Bolivia: la guerra de los pozos en Vinto y Sipe Sipe. Carlos Crespo . . . . . . . . . 293
C a p ít u lo I I I : B a s e s m e t o d o l ó g i c a s p a r a e l t r a t a m i e n t o d e C o n f l i c t o s S o c i o a m b i e n t a l e s
III
Introducción
El propósito del presente libro con- de los recursos de bosques, aguas y suelos
siste en poner a consideración del público de los cuales dependen no solo comunida-
interesado, instituciones públicas y priva- des rurales campesinas e indígenas para su
das, universidades, organismos no guber- sobrevivencia, sino también economías
namentales, de cooperación para el desa- nacionales en su conjunto.
rrollo y organizaciones rurales en general, Y es que a fines de siglo, existe un
los temas y quizás los textos más relevan- creciente interés por la relación estrecha
tes discutidos a lo largo de un proceso de entre recursos naturales, pobreza y conflic-
reflexión colectiva de cerca de dos años en tos. Según la FAO, no debemos perder de
torno a los denominados conflictos so- vista que muchas de las personas despro-
cioambientales que involucran a comuni- vistas de los recursos esenciales para so-
dades rurales, sean campesinas o indíge- brevivir en la región, también viven en las
nas de la región, especialmente Centroa- áreas más vulnerables desde el punto de
mérica y las áreas andino-amazónicas de vista ambiental. El 80% de los pobres en
Ecuador, Perú y Bolivia. América Latina están asentados en tierras
Se trata de 26 autores de varios paí- marginales caracterizadas por su baja pro-
ses que ponen a consideración de un pú- ductividad y una alta susceptibilidad a la
blico más amplio, aquellos avances, en degradación ambiental, incluyendo tierras
unos casos, productos finales o experien- áridas, suelos de baja fertilidad y laderas
cias, en otros, que fueron discutidos en al- pendientes.
gunos de los eventos promovidos por el Sin duda, la degradación ambiental
Programa FTPP en asocio con algunas ins- que resulta cuando las personas utilizan
tituciones locales. Todos ellos, han tenido estas tierras marginales para procurarse
como denominador común, no solo el madera combustible y para sembrar culti-
compromiso por desarrollar una lectura vos de subsistencia y comerciales, empeo-
propia, desde la realidad latinoamericana ra su pobreza y abre la posibilidad a situa-
sobre el tema de manejo o tratamiento de ciones conflictivas.
los conflictos socioambientales, sino la lu- Las estadísticas de conflictos mues-
cha por apoyar las reivindicaciones popu- tran que existe una correlación directa en-
lares por mayor participación y transparen- tre deterioro de los recursos naturales, po-
cia en los procesos que deciden la suerte breza y las probabilidades de surgimiento
V
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
VI
Introducción
VII
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
Todo el proceso anotado permitió tes del II Curso Regional de “Manejo y Re-
diseñar la primera versión borrador de la solución de Conflictos Ambientales”, que
propuesta metodológica sobre “Gestión tuvo como sede la Universidad Gabriel Re-
Participativa de Conflictos Socioambienta- né Moreno, en Santa Cruz y anfitriones a la
les”, la cual fue sometida a discusión y Red de Forestería Social, al CERES y al
análisis de 17 especialistas de 10 países, a Grupo de Trabajo sobre Conflictos Am-
través del “Taller electrónico internacional bientales de Cochabamba. El segundo
de discusión sobre el documento de pro- evento se desarrolló en coordinación con
puesta para una guía metodológica para el CERES-FTPP Cochabamba, y el Comité
manejo de conflictos en torno a recursos Coordinador de las Cinco Federaciones del
naturales” celebrado entre el 29 de abril y Trópico de Cochabamba, que aglutina a
19 de julio de 1996. Este análisis fue efec- los campesinos cocaleros de la Región del
tuado, paralelamente, por los Grupos de Chapare. Y finalmente, también se imple-
Trabajo nacionales de Ecuador y Perú. mentó un curso de validación y capacita-
Igualmente una segunda etapa de ción en metodologías participativas para el
validación se inició entre junio y agosto de análisis y planeación de estrategias frente a
ese año, en el que se implementaron nue- conflictos, con funcionarios y técnicos de
vos talleres en Centroamérica, Ecuador, varios municipios del distrito de Cocha-
Perú y Bolivia. En el caso peruano, en Li- bamba, involucrados en conflictos por
ma, se desarrolló un Seminario Nacional bosques, aguas y tierras en esa región. En
con la participación de 20 delegados de Costa Rica, en el Centro de Capacitación
ONGs y organizaciones de base de distin- “Montaña Clara María”, se desarrolló en el
tas regiones. También se implementó un mes de agosto de 1996, el Taller de Acción
Taller de validación y capacitación en me- en Manejo Adecuado de Conflictos.
todologías participativas en Manejo de Ha sido fundamentalmente un pro-
Conflictos con la coordinación de FTPP Li- ceso colectivo de trabajo con comunida-
ma y el Centro EORI, en Puerto Maldona- des rurales (sean campesinas o indígenas)
do, en la región de Madre de Dios, al sur en varios países de América Latina, bajo la
de la Amazonía Peruana, cerca de la fron- modalidad de talleres y encuentros de ba-
tera con Brasil y Bolivia. Igualmente en se. Pero también alimentado por la refle-
Cusco, organizado por el Centro Bartolo- xión teórica y académica multidisciplina-
mé de Las Casas y Casa Campesina, se rea- ria. Las herramientas participativas de tra-
lizó un taller con líderes campesinos de la bajo en estos talleres, cursos, seminarios,
denominada Región Inka. conferencias y encuentros, han permitido
En Bolivia, se ejecutaron en este sobre todo que los miembros, hombres y
tiempo tres eventos: el primero, la partici- mujeres por igual, de las comunidades ru-
pación del FTPP y WWF como auspician- rales, excluídas generalmente de los proce-
VIII
Introducción
IX
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
damentales: Se inicia con un capítulo en lladas por las comunidades locales y orga-
torno a reflexiones y propuestas teórico- nizaciones de la sociedad civil, para defen-
conceptuales. Allí, R. Orellana, L. Endara, der derechos y reinvindicar mayor partici-
P. Guerrero, P. Ortiz-T. y R. Balza, tratan de pación, sin que ello se reduzca a una sim-
sintetizar y destacar los aspectos más rele- ple protesta o antagonismo con el orden
vantes del debate teórico conceptual exis- establecido, sino más bien al diseño de
tente alrededor de los denominados con- propuestas alternativas de gestión, de go-
flictos sociales y socioambientales. Otros bierno, de normatividad, de tomas de deci-
textos como los de V .H. Torres, M. Brice- sión, que anuncian, de alguna manera, los
ño o S. Poats, abordan más específicamen- nuevos vientos y parámetros que servirán
te la temática en el contexto del desarrollo de base para la definición de políticas, nor-
local, el ordenamiento territorial y la cues- mas y roles del Estado, las empresas, las or-
tión de género, respectivamente. En todos ganizaciones sociales en torno a la gestión
los autores, incluído A. Angel, es recurren- y aprovechamiento sustentable de los re-
te el énfasis en el problema de la participa- cursos naturales en el nuevo siglo.
ción, la identidad, las capacidades locales Finalmente, en la tercera parte del
y las nociones de desarrollo que atraviesan libro, están recogidas algunas experiencias
y definen las posiciones de los diferentes y reflexiones en torno a “Bases Metodoló-
actores presentes en la dinámica de los gicas para al Tratamiento de Conflictos So-
conflictos en torno a recursos naturales. cioambientales”. G. Ramón plantea una
La segunda parte del libro, a pesar lectura panorámica, retrospectiva, crítica y
de que se denomina “Experiencias y Ca- provocadora en torno al tema de las meto-
sos”, no está exento de algunas reflexiones dologías participativas, destacando, al
teórico-conceptuales generadas a partir de igual que P. Ortiz-T., la importancia de las
procesos concretos y específicos, tal como mismas en cuanto al objetivo de empode-
lo plantean T. Bustamante, I. Narváez y R. rar a las organizaciones de base, promover
Orellana. No se tratan de simples descrip- cambios, enfrentar la pobreza y buscar una
ciones o sistematizaciones de situaciones mayor equidad. D. Stewart, C. Creamer y
locales, o de estudios de caso, en estricto A. Bernales ponen a consideración algunas
sentido, sino de un “pensar en voz alta” o pautas en torno a los denominados proce-
compartir dudas y preguntas, surgidas al sos de consulta y diálogo respectivamente,
calor de la dinámica social y política de al- destacando la importancia de tomar en
gunos de los conflictos a los cuales se re- cuenta las percepciones entre las partes,
fieren. En los casos que nos presentan E. las estructuras comunicativas y los roles
Martínez, R. Borel, F. Rosero, M. Morales, que los terceros pueden cumplir. L. Díaz,
M. Donayre y C. Crespo, queda en claro la B. Tobin, E. García y J. Veintimilla, abordan
enorme riqueza de experiencias desarro- sus experiencias jurídicas y de trabajo con
X
Introducción
comunidades rurales, especialmente indí- dado, con el apoyo del Programa FTP estos
genas, para plantear algunas ideas claves primeros pasos. La continuidad de este
en torno a alternativas de manejo de con- proceso de acompañamiento a las comuni-
flictos, tales como la que cualquier pro- dades y organizaciones rurales dependerá
puesta alternativa de manejo de conflictos, de todos. FTPP agradece al apoyo de cada
tiene que ser compatible con su propia cul- una de las instituciones y personas que hi-
tura, así como con las normas legales del cieron posible esta publicación, con men-
Estado. O aquella que “no se trata solo de ción especial a COMUNIDEC, Abya Yala y
reconocer y crear espacios de participa- Ediciones UPS.
ción para las comunidades rurales, sino de
fortalecer su capacidad para que puedan Programa FTPP
ocupar adecuadamente esos espacios”. Quito, enero de 1999
En suma, el texto que Ud. tiene en
sus manos, marca el final de una etapa y el
inicio de otra. Muchas instituciones y per-
sonas que buscan y trabajan por días me-
jores para que las comunidades locales
eleven su calidad de vida y aprovechen ra-
cionalmente los recursos naturales, han
XI
Capítulo 1
REFLEXIONES Y PROPUESTAS
TEÓRICO-CONCEPTUALES
Apuntes teórico-conceptuales para el diseño
de una propuesta metodológica de manejo
de conflictos socioambientales a través
de la forestería comunitaria
Pablo Ortiz-T.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
evaluación participativos (DSEP), que se esos saberes, que pueden aportar mucho al
centra en la relación y comunicación recí- ámbito conceptual y teórico del quehacer
proca entre el facilitador y las comunida- investigativo y académico (Orellana, 1996,
des. En el DSEP se combinan tanto elemen- p.4).
tos conceptuales, metodológicos como Sin duda, en todo lo que se refiere
instrumentales. Para ello se ha partido en al saber en torno al fenómeno de los con-
general del intercambio de experiencias de flictos socioambientales, que involucran a
las organizaciones y comunidades partici- las comunidades rurales hay una visión
pantes en los talleres tanto en la Amazonia muy clara de la importancia que tienen las
ecuatoriana (comunidades de campesinos, organizaciones y sus dificultades. Las me-
colonos e indígenas de Sucumbíos, Napo, todologías participativas posibilitan que
Pastaza) y en la región andina, con comu- los actores campesinos, colonos o indíge-
nidades indígenas de la Sierra Central, en nas, manifiesten las posibilidades reales de
la provincia de Chimborazo. La idea ha si- definir demandas e intereses comunes. De
do contrastar y aprender de aquellas lectu- la experiencia desarrollada podemos con-
ras planteadas desde una racionalidad po- cluir que éstas están condicionadas a la sa-
pular, reafirmando todo el tiempo en la ne- tisfacción de demandas diversas, que debi-
cesidad que tienen, las comunidades debi- damente se encuentren expresadas y aco-
damente organizadas, de manejar adecua- gidas en esa demanda común (Ortiz-T.,
damente sus conflictos socioambientales 1995, p.31). La organización por los prin-
(Ortiz-T., 1995, p.23 y ss). Por ello cree- cipios que la justifican, debe premiar en al-
mos precisamente que deben potenciar y guna medida a los que creen en ella.
afinar sus capacidades, conocimientos, re- Cuando las organizaciones de base se
cursos y herramientas teórico-prácticas en plantean la necesidad de comprender me-
procesos de manejo y negociación de con- jor de qué tipo de conflicto se está hablan-
flictos. No se trata de diseñar una propues- do, es muy probable que se planteen tam-
ta al margen de los procesos de conoci- bién las salidas y las estrategias frente al
miento y saber de las comunidades rurales. mismo, así como las herramientas adecua-
Sino tomarlo como un insumo central, que das, para su conocimiento y manejo. La
pueda ser reforzado/complementado o am- comunidad hace o tiene en ese marco, la
pliado con aquellos conceptos y herra- posibilidad de plantear una tipología de
mientas metodológicas provenientes de un conflictos. Estos están asociados básica-
amplio espectro de disciplinas académi- mente a los problemas que los generan, a
cas. Creemos también que las disciplinas las causas y motivaciones: si son recursos
académicas, particularmente en las Cien- económicos en disputa se trata de un con-
cias Sociales deben ser lo suficientemente flicto económico; si son espacios de parti-
flexibles como para acoger y recuperar cipación en toma de decisiones se trata de
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
objetivos. Las acciones van acompañadas conduzca a una transformación del mis-
de actitudes y en algunas ocasiones de ac- mo.
ciones que llevan a cabo las partes en una La imagen de la triple naturaleza de
“zona gris” de las percepciones. El com- los conflictos ha sido ampliamente utiliza-
portamiento rara vez es tan fácil de inter- da en las teorías de resolución de conflic-
pretar como normalmente se cree. Por tos como una manera didáctica de ilustrar
ejemplo, las acciones que una parte perci- sus complejidades. La imagen triangular
be como no conflictivas, o incluso como del conflicto fue originalmente introducida
mutuamente constructivas pueden ser con- por Johan Galtung pero ha sido populari-
sideradas por la otra parte como hostiles y zada por algunos otros como J. P. Lederach
destructivas aun en aquellas situaciones en (1993) o C. Pendzcich (1994). No incluye
que las partes se dan cuenta de los roles a los actores o a la formación de actores y,
opuestos que están jugando y en qué con- además, tampoco se acomoda fácilmente
sisten las incompatibilidades. al proceso de reversión de la formación de
En este sentido las acciones difieren los conflictos, es decir, a la parte teórica
de otros elementos en la definición del que concierne a la construcción o forma-
conflicto. Aun en los casos en que una par- ción de nuevos órdenes sociales y ambien-
te niega que una determinada acción está tales
dirigida contra el oponente, la parte que se Los conflictos socioambientales en
considera víctima encuentra dificultades esa línea, aparecen siempre en muchas de
en compartir este punto de vista. las relaciones sociales, pero tienen una
La naturaleza de “zona gris” que graduación que los hace ir desde simples
poseen algunas acciones tiene que ver con desacuerdos manejados de manera infor-
el hecho que en la mayoría de los conflic- mal, no institucional, hasta confrontacio-
tos socioambientales, hay algo sobre lo nes que implican violencia y tendencia al
cual las partes no están de acuerdo - (por aniquilamiento del otro. Estas relaciones
ejemplo, las incompatibilidades en torno sociales, involucran siempre alguna forma
al concepto de bosque presente en muchas de comunicación. Sin esta comunicación
etnias y aquellas que manejan muchas no se pueden establecer expectativas co-
agencias estatales y empresas). O sea que, munes, interacciones que permitan la rela-
ambos pueden estar luchando de manera ción. En los conflictos socioambientales, la
simultánea por otros objetivos que involu- comunicación permite el intercambio de
cran recursos del bosque aparentemente mensajes reivindicatorios respecto a los
menos escasos. Algunas acciones pueden derechos en disputa y a hacer explícitos
sacar a la luz estas “compatibilidades” y de los procedimientos que las partes determi-
esta manera reducir tensiones en un con- nan, bien unilateralmente cada parte o
flicto determinado que eventualmente bien de mutuo acuerdo, para resolverlo.
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
ciones -o sea, las actitudes, los discursos, entre dos partes contendientes reduce el
las declaraciones formales-. Ambos análi- conflicto y puede incluso transformarse en
sis son necesarios pero la incompatibilidad una relación colaborativa. Como ya seña-
en sí misma requiere ir más allá, para de- lamos anteriormente en todo esto hay in-
sentrañar los intereses y las necesidades de volucrado un problema de percepciones.
los principales actores involucrados. Esto Algunas, y tal vez probablemente la mayo-
requiere un mínimo de información sobre ría de las acciones son entendidas de la
la historia de las partes y, en particular, del misma manera por las partes, pero otras
destino que han tenido las diferentes pro- pueden ser muy difíciles de interpretar.4
puestas de manejo de conflictos. Sólo un Por ejemplo, la interpretación de
análisis de este tipo puede revelar cuáles ciertas acciones estratégicas implementa-
son las incompatibilidades “reales” entre das por actores poderosos, frente a las co-
los actores, muy distintas de sus posicio- munidades locales a través de programas
nes. de desarrollo comunitario o ayuda econó-
mica o asistencia, por una parte puede ser
3 La propuesta, como se señala en entendida como una maniobra destinada a
el Diagrama [1] en la pag.11, muestra un la cooptación y el control, pero por otra
enfoque del comportamiento en sí mismo, puede ser entendida como una acción que
que es tal vez en donde la investigación promueve el fortalecimiento de las comu-
clásica en torno a conflictos interestatales nidades locales. Las percepciones distintas
puso énfasis. No debemos olvidar que el y contradictorias pueden así reflejar las in-
primer ímpetu de la teoría de resolución de compatibilidades existentes entre las par-
conflictos provino de la “revolución con- tes.
ductista” (behavioral revolution) (Vásquez, Un ejemplo de acciones que pue-
1983, p.34); la facilidad con la que se hizo den ser interpretadas como positivas por
posible el comprender la naturaleza del las dos partes antagónicas de un conflicto
conflicto a partir de las acciones públicas y podría ser el caso de Ecuador en 1994, de
plenamente identificables de las partes. Se- la firma del acuerdo en torno a la Ley Agra-
gún estos estudios, el comportamiento de ria entre los gremios de hacendados, las or-
las partes en relación a los conflictos tie- ganizaciones campesino-indígenas y el go-
nen que examinarse en términos de trans- bierno. El tamaño de la “zona gris” de es-
ferencia positiva o negativa de valores en- tas interpretaciones puede variar durante
tre las partes. Las acciones negativas, como un conflicto, y de hecho, el grado de
la conducta hostil y destructiva entre las acuerdo o desacuerdo de estas interpreta-
partes, induce o mantiene el conflicto. Las ciones de la conducta es un indicador del
acciones de índole positiva -lo que deno- estado en que se encuentra un conflicto
minan conducta amistosa y constructiva- como el aludido.
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
co tan difícil como para pensar que está al pero el enfoque (la posición) se ha cambia-
alcance solamente de grupos, promotores do a fin de reducir el énfasis en el conflic-
y facilitadores altamente cualificados o ex- to. Esta estrategia de distracción de intere-
perimentados. ses implica, por ejemplo, hacer sobresalir
los múltiples intereses comunes que exis-
4 . E l e m e n t o s d e l d i s e ñ o d e u n a e s t ra t e g i a ten entre dos partes involucradas en un
d e m a n ej o d e c o n f l ic t o s s o c i o am b i e n t al e s conflicto que tiene como escenario origi-
D i ag ra ma ( 1 ) nal un territorio dado: la cuestión de la
conservación o manejo sustantable de re-
Formación del conflicto Incompatibilidades cursos, los problemas de seguridad, la
Control, uso y manejo preocupación por el deterioro de las con-
de Recursos Necesidades, intereses
Naturales y Posiciones
diciones de vida, etc.
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
manera más viable, por ejemplo, si los ac- ciendo que el deterioro de la naturaleza es
tores involucrados luchan por obtener un invariable y/o creciente, ¿son las posicio-
cierto número, en lugar de cierta parte de nes de los actores modificables en una for-
los recursos disponibles. Las cantidades ma que se pueda promover una salida o
con número fijo pueden ser incrementadas transformación del conflicto?
o puede encontrarse un mecanismo que dé
un poco a cada quien. Si por el contrario, 6 . Conf li ct os, es ca se z y de te r ior o de l os
los objetivos se proponen y las posiciones r e c u r s o s d e l bo s q u e
se asumen en términos relativos, la salida
al conflicto puede ser muy compleja y difí- Cuando hablamos de bosques, en
cil. Si el actor A desea el 55 por ciento del términos de la forestería comunitaria, no
control y beneficios de todos los recursos estamos hablando solamente de recursos
disponibles en disputa, y el actor B desea forestales, sino fundamentalmente de espa-
la misma parte, obviamente la división no cios de vida en el sentido que le han otor-
funcionará, pues las dos partes desean te- gado muchas culturas y comunidades rura-
ner más que la otra. Más para A que para B les en todo el mundo. Esto significa que el
levanta una barrera al manejo de conflic- bosque no es solamente un conjunto de re-
tos, y sobre todo a las garantías de dura- cursos materiales -en el sentido de stocks-
ción de acuerdos. como se puede desprender de las concep-
En consecuencia, los objetivos y ciones presentes en muchos grupos empre-
posiciones pueden cambiarse, y también sariales y en muchos Estados. Cuando ha-
se pueden cambiar los recursos naturales blamos del bosque como espacio de vida,
por otros recursos intangibles. La escasez estamos hablando de un conjunto de ele-
puede no ser total aun cuando con fre- mentos materiales e inmateriales, a pesar
cuencia parece que lo es. En esta perspec- de que la economía del mercado, y parti-
tiva, los otros recursos pueden estar asocia- cularmente el eco-capitalismo pretenda
dos a la preservación de espacios de vida, otorgarles valores monetarios a estas otras
identidades, organizaciones, etc., por parte variables intangibles (la internalización de
de las comunidades rurales; y a imagen, externalidades) (Martínez-Allier, 1994, p.4
fortalecimiento institucional, reputación, y ss.).
legitimidad, por parte del Estado y/o de las Esto es muy importante al momento
empresas. Como resultado, las incompati- de definir posiciones y plantear objetivos
bilidades envuelven dos interrogantes fun- del conflicto desde la perspectiva de las
damentales en el tratamiento de conflictos comunidades rurales. La más importante
en torno a recursos naturales, ¿es suscepti- distinción desde el punto de vista del ma-
ble de variación la escasez y deterioro de nejo de conflictos en torno a recursos na-
los recursos de la naturaleza? y recono- turales desde las comunidades rurales radi-
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
curso tan limitado como el territorio: pue- también pueden originarse en el temor de
de ser el recurso escaso del control territo- que el acuerdo puede no durar, de modo
rial el que se modifique en lugar del espa- que cada actor desea asegurar su propia
cio físico. Inclusive, es posible encontrar parte.
una salida a un conflicto territorial como el Ser “primero” involucra el recurso
ecuatoriano-peruano, llevando a las partes no material del tiempo: obtener “más” con
a decidir que no se ejercerá control alguno frecuencia implica recursos materiales. En
por ninguna de ellas en ese territorio. La el último ejemplo, el problema de nuevo,
neutralización puede ser así, otra posible es de medida. Tener más depende de
salida. “¿más de qué?”. Las cantidades pueden no
En el caso de los conflictos territo- aparecer como particularmente claras a los
riales inter-étnicos, el control está ligado a actores, y en consecuencia, será preciso
muchos valores tales como el prestigio y el encontrar fórmulas para satisfacer tal rei-
estatus. De manera similar, estos recursos vindicación sin que la parte opuesta tenga
pueden incrementarse creando puestos es- el sentimiento de sufrir una “pérdida”. De
pecíficos al interior de una jerarquía admi- hecho, muchos conflictos basados en una
nistrativa o descentralizando la autoridad distribución relativa de recursos naturales
gubernamental, de tal forma que se creen pueden ser tratados como si fuesen conflic-
más poderes de hecho y éstos puedan divi- tos sobre números absolutos. Las cuestio-
dirse entre los contendientes. nes relacionadas con la prioridad -el ser
La situación se vuelve más proble- primero- suelen ser más complicadas y di-
mática como ya hemos mencionado, fíciles de manejar. Cuando el recurso en
cuándo los objetivos se formulan en térmi- disputa es el tiempo, es evidente quién ob-
nos relativos. Este es el caso cuando el ac- tiene su parte primero; cuando el control
tor A (empresa) demanda más que el actor es lo que se disputa puede ser generalmen-
B (comunidades locales), sin que sea im- te aceptado que ciertos recursos naturales
portante cuanto más obtiene A en términos sean más importantes que otros. Estos con-
absolutos. También un acuerdo según el flictos en el caso de los bosques son muy
cual A y B obtendrán su parte en el debido frecuentes y son muy complejos de superar
tiempo, pude dejar el problema de quién al menos que una de las partes (particular-
va a recibir su parte primero. El conflicto se mente el Estado/o las empresas) cambien
convierte así en un conflicto de prioridad. voluntariamente sus objetivos. Eso no sig-
Estos conflictos pueden basarse en el pres- nifica que las propias posiciones de las co-
tigio, con una de las partes reclamando su- munidades rurales -en muchos casos- no
perioridad de una manera u otra (moral- sean sometidas también a revisión.
mente, con base en la edad, históricamen-
te, legalmente, militarmente, etc.), pero
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
7. De las posiciones a los intereses: cam- métricos: desde el actor más fuerte a favor
b i o v o l u nt a ri o d e ob j e t i v os ( C V O ) del más débil y no a la inversa. Para el dé-
bil abandonar ciertas posiciones puede sig-
¿Cuál es la relevancia del modelo nificar un callejón sin salida que ponga en
de resolución convencional de conflictos riesgo su propia existencia. En el segundo
para aquellos casos que involucran a co- caso, también muy importante, ambas par-
munidades rurales forestales? Tanto los tes cambian (en forma simultánea o conse-
conflictos de carácter absoluto como aque- cutiva). No obstante debemos ser enfáticos
llos de naturaleza relativa ya descritos, en señalar que ningún actor puede cam-
pueden superarse por medio del cambio biar fácilmente sus posiciones previas dada
voluntario de objetivos por uno o más de la cantidad de energía, recursos materiales
los actores involucrados. y tiempo invertidos en su formulación y
En nuestra propuesta debemos re- defensa. Por lo tanto, necesitan un formato
saltar el concepto de Cambio Voluntario de legitimidad para cambiar sus posicio-
de Objetivos (CVO), en el sentido de que nes. En el caso de las comunidades rurales
éste no se produzca como resultado de y sus organizaciones, esto es fundamental
una situación de fuerza sobre una de las en la medida en que no se ponga en peli-
partes. La propuesta de manejo alternativo gro su existencia, su integridad o cohesión.
de conflictos socioambientales en ese sen- Según autores como Wallensteen,
tido busca construirse sobre el principio hay por lo menos cinco patrones de pensa-
del libre consentimiento de las partes, co- miento básico que se usan -en forma sepa-
mo garantía de legitimidad y transparencia rada o conjunta- por los distintos actores
de las negociaciones, y de satisfacción de para legitimar cambios de posición en las
las necesidades irrenunciables de las co- deliberaciones públicas (y probablemente
munidades rurales. también en el proceso de toma de decisio-
Cuando hablamos de cambio de nes internas):
objetivos, creemos que esto significa que
una posición previa, sostenida por una o • La validez de las posiciones en fun-
ambas partes, sea modificada o abandona- ción de resultados, costos, benefi-
da. Los cambios de posición en ese sentido cios y riesgos;
pueden ser unilaterales o multilaterales: en • En qué medida (los objetivos e inte-
el primer caso una parte abandona su po- reses centrales) ya han sido alcanza-
sición para favorecer un acercamiento con dos;
el oponente. En ese caso, consideramos • Los procedimientos adecuados (para
desde el punto de vista de las comunida- manejar el conflicto) se están apli-
des rurales que esto es posible casi en una cando ahora;
sola dirección en aquellos conflictos disi-
26
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
• Los objetivos de la otra parte se frus- bilidad. Por ejemplo, los actores pueden
traron; coincidir eventualmente en que la mutua
• Si la contraparte ha cambiado sus sobrevivencia es preferible al continuo pe-
posiciones y objetivos, es probable ligro de destrucción. Los costos de conti-
que entonces nosotros también po- nuar y mantener el conflicto abierto, pue-
damos hacerlo. den sobrepasar los beneficios.
En esta lista, las razones para modi- Las posiciones y los objetivos pue-
ficar las posiciones y los objetivos se des- den cambiarse también cuando uno de los
criben en términos de “correcto” o “equi- actores se da cuenta que sus demandas son
vocado”, de “conveniente” o “inconve- excesivas y sobredimensionadas. De he-
niente” para reforzar el punto. En realidad, cho ésta parece ser la razón más común
los actores que están involucrados en con- para reducir demandas. Al principio, gene-
flictos en torno a recursos naturales, rara ralmente las demandas de un actor pueden
vez van a aceptar de manera explícita que ser muy generales, en la medida que se es-
se haya producido un giro profundo en la pera una rápida victoria, pero cuando el
posición. En la mayoría de los casos, los conflicto enfrenta a un actor muy fuerte y
cambios se anunciarán de manera abierta se prolonga demasiado -con sus respecti-
sólo si se ha producido un cambio drástico vos costos y desgastes- algunas reivindica-
en la posición del actor, a partir de cam- ciones son abandonadas, presumiblemen-
bios en la correlación de fuerzas al interior te en favor de las que el actor considere
del propio actor (nuevo liderazgo, cambios como las más esenciales. El procedimiento
en la jerarquía de las unidades de tomas de inverso es, por supuesto, también posible:
decisión) o si los actores principales opues- en lugar de aferrarse de manera intransi-
tos llegan a establecer un acuerdo (en don- gente definida y muy particular, el actor
de se enfatizará en los logros y beneficios puede hacer posible una salida al conflicto
alcanzados, relegando a un segundo pla- y un acuerdo incluyendo objetivos adicio-
no, aquello que queda pendiente, particu- nales.
larmente lo que la otra parte no ha cumpli- En el caso de los bosques, la justifi-
do). cación clásica (en el cambio de objetivos)
Los actores en ese sentido, pueden suele ser tal vez que la “combinación ade-
llegar a la conclusión que se han venido cuada” se ha alcanzado. El compromiso y
adoptando posiciones y persiguiendo obje- la transacción involucran un dar y un qui-
tivos “equivocados”, al hacer notar que tal tar y en su forma más compleja, un “trato
o cual posición u objetivo no se pueden lo- por paquete” implica tantos elementos dis-
grar y que se han apartado de principios tintos que resulta imposible para los mis-
elementales. Los cambios en las priorida- mos actores (sin mencionar a los que están
des son los que ocurren con mayor proba- afuera) averiguar quién ha ganado y quién
27
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
ha perdido. Por consiguiente, los principa- les son las posibles alternativas de trata-
les actores podrán decir que la “mezcla o miento y resolución.
combinación correcta” se ha alcanzado y
esto puede ser cierto si el acuerdo demues- 8 . L o e s p e c í f i c o d e l o s c o n f l i c t o s d i s i m é t ri -
tra que es durable. cos
Cabe recordar en este marco, la su-
gerencia de Johan Galtung en torno a la Definitivamente la fórmula o el mo-
institucionalización de la resolución de delo que ha dominado las propuestas es-
conflictos. Encontrando un procedimiento tratégicas de manejo de conflictos, en ge-
que está fuera de la contienda, los actores neral ha partido de un supuesto bastante li-
pueden ponerse de acuerdo para cambiar neal: la existencia de un campo de racio-
posiciones y objetivos. En este caso, las de- nalidad común a todos los actores involu-
cisiones serán el resultado de procedi- crados, donde según estas tesis, los actores
mientos que han dado a cada uno de los o partes involucradas comparten en mayor
actores igualdad de oportunidades. Aun- o menor medida, un conjunto de valores
que las salidas propuestas no sean las más centrales, basados en un argumento racio-
deseadas, ni las óptimas desde el punto de nal. Se presume -dentro de un reduccionis-
vista ambiental y social, el procedimiento mo weberiano- que existe un actor racio-
es lo que se ha aceptado por las partes y así nal que opera en función de determinados
éstas pueden aceptar resultados no siem- fines. Si existen tales actores, es posible lle-
pre muy favorables. varlos a una mesa de negociaciones y en-
El momento adecuado para intentar contrar una solución “win-win” (victoria-
intervenir en el manejo de un conflicto, victoria) que sea aceptable para ambas
constituye otro tipo de problema a discutir. partes (Rupesingue, 1994, p.73).
¿Cuál es el momento adecuado o la fase Compartiendo la crítica planteada
del conflicto para intervenir en su manejo por Rupesingue creemos que estos enfo-
y tratamiento? Algunos autores como Tou- ques contienen un fuerte imperativo ideo-
val o Zartan (1990) sugieren que debe dar- lógico de igualdad formal, propio del pen-
se previamente un proceso de maduración samiento jurídico liberal, en el cual existen
del conflicto. El asunto del tiempo, el del Estados consolidados, políticamente esta-
“momento apropiado” pertenece así a los bles y en cuyas sociedades los conflictos
aspectos de procedimiento técnico del ma- son de carácter simétrico. En ese marco,
nejo de conflictos socioambientales. Para estos Estados juegan un rol mediador o de
poder promover una negociación es im- árbitro a través de todo el sistema jurídico
portante que el conflicto se consolide en formal. Sin embargo, desde la perspectiva
forma tal que se clarifiquen quiénes son de sociedades como las nuestras cabría
realmente los actores involucrados y cuá- preguntarnos cuán relevante es ese mode-
28
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
lo de interpretación, y en qué medida los similar, sino que también compartan per-
procesos de constitución de nuestros Esta- cepciones comunes respecto al conflicto o
dos-nación no han generado escenarios y la disputa, a la situación que se encuen-
actores, tales como el propio Estado, que tran. Sólo si se cumple esta última condi-
en lugar de aparecer como mediador o ter- ción, podría considerarse que, mediante
cera parte aparece directamente involucra- normas apropiadas (propias de una cultura
do como actor en los conflictos en torno a con elementos tolerantes) determinen sus
los recursos naturales, a los territorios, etc., acciones conjuntas. La pregunta a respon-
en tanto compite, busca ejercer controles y derse es cuál es la relevancia que estos ele-
dominios, excluye, coopta, hegemoniza, mentos tienen en muchos contextos socio
establece alianzas y fija órdenes. culturales y étnicos.
Muchas veces cuando el nivel de
confrontación es mayor y la voluntad del En síntesis, a nivel de los conflictos
oponente no es respetada o es respetada disimétricos podemos encontrar los si-
sólo en apariencia, hay poca voluntad de guientes elementos particulares:
cambiar su propia posición. A veces una
de las partes no acepta la mediación, y la a) El reconocimiento disimétrico: sólo
búsqueda de un mediador que sea acepta- una de las partes es considerada le-
do por ambas partes, se torna en un desa- gítima, las otras no;
fío difícil de alcanzar, donde probable- b) Una de las partes es favorecida por
mente el arbitraje o la intimidación sean las reglas existentes sobre la otra;
los procedimientos alternos a asumirse.5 c) Participación asimétrica en la toma
Estas normas compartidas funcio- de decisiones: cuando una de las
nan como nexos estables entre las situacio- partes controla la información, po-
nes y las acciones que determinadas con- see recursos y tiene acceso a más
diciones dadas exigen. poder respecto a la otra.
A la vez, “situaciones dadas” -como
una disputa o un conflicto- que son reco- Reuniendo estas asimetrías se cons-
nocidas por los participantes -evocan ex- tituyen los aspectos fundamentales de la
pectativas y disposiciones normativas es- relación dominante-dominado (“topdog-
pecíficas que se manifiestan en una deter- underdog). Obviamente la distribución del
minada conducta. poder en los conflictos en torno a los re-
El modelo de mediación o negocia- cursos naturales es muy sesgada y desi-
ción de disputas o conflictos -que estaría gual. A partir de que el momento que las
dentro de lo que se conoce como acción asimetrías o injusticias se han observado y
concertada- no solo requiere que los acto- descrito, una organización o un conjunto
res hayan tenido una formación normativa de organizaciones pueden establecerse y
29
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
30
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
31
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
tengamos estos resultados”. Todo ello pasa la promoción de la paz”, en revista Estudios Interna-
inevitablemente por la reflexión y el traba- cionales IRIPAZ Nº9, Guatemala, enero-junio.
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yendo un puente entre el mantenimiento de la paz y
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Conflictos Socioambientales”, Revista Bosques, Ar- No t as
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to. 1 Tradicionalmente la violencia se ha entendi-
do de una manera bastante limitada, como el
Pendzich, C. 1994 ejercicio deliberado de la fuerza para causar
The Role of Alternative Conflict Management in daño físico a las personas o su propiedad. Sin
Community Forestry, FAO, Working Paper, Roma. embargo, desde el punto de vista de educa-
ción-acción para la paz, es necesario ampliar
Pruitt, Dean y Jeffrey Rubin 1988 su significado para incluir la coacción de ca-
Social Conflict: Escalation, Stalemate and Entrap- rácter psicológico y la intención de hacer da-
ment, New York, Random House. ño moral, así como la posibilidad de que la
violencia pueda ejercerse contra la naturale-
Rupesingue, K. 1994 za.
“Governance and Conflict Resolution in Multiethnic 2 Siguiendo la propuesta de Juan Pablo Lede-
Societies”, en Ethnicity and Power in the Contempo- rach, es conveniente pensar el conflicto en
rary World, K.Rupesinghe & Valery Tishkov (eds), términos de un triángulo conformado por el
Yokyo, United Nations University, Forthcoming. problema, las partes (personas o grupos) y el
proceso. Johan Galtung lo planteó en térmi-
Touval S., Zartan 1990 nos de estructura, actitudes y comportamien-
La mediación internacional en la teoría y en la prác- to. Las partes serían fundamentalmente los
tica, Boulder, Westview Press. actores.
3 Retomamos la vieja propuesta de Coser, Le-
Touzard, Hubert 1982 wis, “Nuevos aportes a la teoría del conflicto
La Mediación y la Solución de Conflictos, Barcelona, social”, Buenos Aires, Amorrortu Edts., 1970.
Editorial Herder. 4 Las visiones de los actores sociales involucra-
dos en los conflictos, deben por fuerza dejar
Varea, A. (comp.) et.al. 1995 muchos importantes fenómenos sin explica-
Marea Negra en la Amazonía. Conflictos Socioam- ción, o darles solo una explicación ad hoc, o
bientales vinculados a la Actividad Petrolera en el una explicación basada en supuestos incohe-
Ecuador, Abya-Yala, ILDIS, FTPP, UICN, Quito. rentes derivados de más de una visión. La vi-
sión más pura no es necesariamente el funda-
33
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
mento de las teorías más convincentes, y mu- Desde allí que buena parte de lo que se hace
cho menos de las más válidas. En el análisis en nombre de la sistematización, aunque se
de los conflictos podemos tener simplemente quieran añadir otras epistemologías, expre-
datos para discriminar entre una teoría y otra. san el más puro positivismo.
Los hechos no “hablan por sí mismos”. Ha-
blan a favor o en contra de teorías encontra-
das. Los hechos pueden hacer trizas una teo-
ría, pero nunca pueden demostrar que es co-
rrecta. En última instancia, hay tantas visio-
nes como seres humanos, y más de una vi-
sión presente en los actores puede ser cohe-
rente con un hecho dado, pero nunca puede
otorgar a una teoría dada el imprimatur defi-
nitivo. La verificación empírica puede servir
para revelar cuál de las teorías que somete-
mos a nuestra consideración es más coheren-
te con lo que se conoce fácticamente.
5 Entre las principales perspectivas sociológi-
cas que se ocupan del análisis de la acción
social, ha sido tradicional considerar que las
acciones ordinarias están gobernadas por re-
glas o determinadas por normas morales y de
este modo, especificar el mecanismo funda-
mental mediante el cual las colectividades
configuran e imitan las actividades de sus
miembros. Según Talcott Parsons, las normas
morales se interiorizan para constituir las dis-
posiciones de necesidad de los individuos en
un proceso de socialización que, en lo esen-
cial consiste en un condicionamiento me-
diante la administración de premios y casti-
gos.
6 Ibidem., p. 161.
7 Los peligros del paso de una premisa particu-
lar a una conclusión general están ya plan-
teados en la lógica aristotélica pero en la as-
piración de la sistematización, la dificultad
va más allá de los tropezones que arriesga
quien no cumple con las reglas formales. La
consideración de la práctica en sí misma so-
lo permite pasar del particular concreto (una
experiencia singular) a lo particular abstracto
(un rasgo repetido en distintas experiencias),
pero no sale del conocimiento empírico, ni
genera directamente teoría, conocimiento
teórico al de las generalizaciones empíricas.
34
Aproximaciones conceptuales
y metodológicas
al conflicto social
35
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
rrar, pero sí debemos aprender a manejar- pectiva teórica, sino que se hace necesario
lo en la búsqueda de prevenir y eliminar un enfoque multidisciplinario para poder
sus efectos violentos y destructivos y cana- enfrentarlo y buscar solucionarlo. Otra ca-
lizarlo adecuadamente para que sea una racterística importante, es que se empiezan
fuente de transformación, crecimiento y a ver las dimensiones políticas que el con-
desarrollo de las sociedades. flicto encierra, dado que son actores socia-
Si bien la existencia de conflictos es les los que se encuentran presentes en la
algo natural a la sociedad, no lo son las vivencia de la conflictividad. Los nuevos
causas que los provocan, distinción que se enfoques buscan acercarse mucho más al
hace necesario tener presente en su análi- mundo de los actores y sus realidades; es-
sis y en el diseño de metodologías para so- to no sólo se muestra como un recurso me-
lucionarlos, pues en realidades como las todológico imprescindible, sino que es la
de nuestro continente, los conflictos tienen única forma de poder estructurar propues-
su raíz en claras causas estructurales, mar- tas reales de solución de conflictos.
cadas por la dominación, la dependencia, El presente documento busca apro-
el subdesarrollo, la marginalidad y las asi- ximarse a la problemática del conflicto,
metrías sociales, escenario dentro del cual desde algunas perspectivas teóricas; no só-
se profundizan las desigualdades sociales y lo en relación al conflicto ambiental -al
por consiguiente, se agudizan los conflic- cual específicamente hacen referencia los
tos. documentos analizados-; sino que hemos
Si tanto la realidad natural, como la considerado importante hacerlo en rela-
realidad social y cultural -especialmente ción al conflicto social en general, apoyán-
estas últimas- se desarrollan a través de los donos en otras fuentes teóricas, para así
conflictos, la reflexión sobre este tema no poder aportar en algo a la discusión teóri-
puede estar ausente de la discusión teóri- ca y metodológica, así como sobre otras
ca. Es por ello que distintas ciencias bus- cuestiones que en los documentos de eva-
can acercarse desde diferentes perspecti- luación de talleres y seminarios sobre este
vas teóricas y metodológicas al análisis del tema, no han sido suficientemente aborda-
conflicto. Se formulan conceptualizacio- dos.
nes diversas en relación al tema al que ha- Este no busca ser un documento
ce referencia, conflicto social, sicológico, analítico de lo producido, sino sintetizar la
cultural, político, ambiental, etc. Lo que discusión en torno al tema; sin embargo,
está claro, es que la complejidad social hemos creído importante introducir refle-
que atraviesa actualmente el mundo, plan- xiones sobre algunas posturas, que tienen
tea no sólo una diversidad y complejidad la intencionalidad de aportar mínimamen-
de conflictos, lo que hace imposible que te a la discusión de un aspecto tan impor-
puedan ser explicados desde una sola pers- tante de la vida social como el conflicto.
36
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
ción de hombres para producir efectos in- que es ahora; allí se enfrentan, lo “retros-
tencionales sobre sí mismos y sobre los de- pectivo” y lo “prospectivo”, la estabilidad
más, así como sobre las cosas. El poder sig- y la renovación, la tendencia a proteger lo
nifica la posesión de una capacidad para logrado o a lograr lo nuevo; allí se confron-
tomar y llevar a cabo decisiones que afec- tan el mantenimiento conservador del or-
tan nuestra propia vida, para controlar la den dominante, o la transformación revo-
conducta de los demás, o para transformar lucionaria del mismo.
objetos y recursos. Por ello, en las relacio- Finalmente, es importante ver que
nes conflictivas siempre se involucra una en la relación entre estas dos estructuras
intencionalidad de poder que pretende ga- básicas de la oposición, se pone de mani-
nar el control sobre los objetos, los recur- fiesto también la confrontación entre iden -
sos o posiciones escasas, o de influir en el tidad y diferencia, pues unidad y perma-
comportamiento del otro en cierta direc- nencia, son formas presentes en la identi-
ción; en definitiva, en todo conflicto se dad y la construcción de la misma, así co-
evidencia la búsqueda por adquirir y la ad- mo multiplicidad y cambio, son formas de
quisición por ejercer y el ejercicio del po- diferencia. Sin embargo, vale aclarar que
der8. la oposición identidad-diferencia, no ex-
Otro aspecto que debe ser conside- plica toda la conflictividad, y se hace ne-
rado es el de la dialéctica de la oposición; cesario, articularla a la dialéctica de la
esto ayuda a ver que en todas las manifes- oposición en su dimensión diacrónica y
taciones específicas de la cultura, se en- sincrónica y ver el juego de relaciones que
cuentran dos estructuras conflictivas bási- entre ellas se establece; por ello podemos
cas: la oposición entre unidad y diversidad ver que pueden construirse identidades
y entre el cambio y la permanencia, oposi- sincrónicas, con una diferencia diacrónica,
ción que se relaciona con los elementos o a su vez una identidad diacrónica con
anotados: actores, causas y poder. A la pri- una diferencia sincrónica; de lo contrario
mera estructura se la denomina también no podríamos llegar a entender el proceso
sincrónica, pues es en sí independiente de de construcción de identidades de los nue-
la dimensión temporal, se trata de la in- vos actores sociales que están emergiendo,
compatibilidad entre lo homogéneo y lo en la búsqueda de definir sus propios espa-
diverso, entre lo regular y lo excepcional, cios simbólicos, de representaciones y sig-
entre la universalidad y la especificidad, nificaciones, así como los nuevos hechos
entre lo simple y lo complejo. En la segun- socio-políticos que crean nuevos escena-
da, se habla de conflictividad diacrónica, rios de conflicto.
pues esta estructura tiene que ver con la di-
mensión temporal del conflicto: con el an-
tes y el después, con el cómo llegó a ser lo
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
II. Diversos enfoques teóricos relación a los roles que debe adoptar en re-
lación a su pertenencia a un grupo de refe-
Diversas son las perspectivas de rencia (teoría de los roles), etc. El conflicto
análisis teórico del conflicto; cada una de puede ser intrasíquico, consciente o in-
las ciencias se acerca desde marcos con- consciente; este último corresponde al ni-
ceptuales particulares de su acción, ya sea vel de los deseos, quejas, impulsos, alrede-
desde una perspectiva sicológica -que si- dor del cual gira todo el enfoque psicoana-
túa el conflicto en el nivel de las relaciones lítico que vincula al conflicto con el desa-
individuales-, desde una perspectiva socio- rrollo psíquico del individuo y sin el cual
lógica -que pone su acento en la estructu- no habría evolución.
ra y entidades sociales-, una orientación Un eje de esta corriente es tratar de
psicosociológica -que sitúa al conflicto en explicar el rol de la agresión en el conflic-
la interacción de variables del individuo y to, sea personal o social. La agresión se
la sociedad-, la antropológica -que busca considera, como una conducta cuya finali-
entender los contenidos simbólicos que se dad es la de matar, herir, dañar, perturbar a
encierran en el conflicto desde la perspec- alguien; destruir los bienes o apoderarse de
tiva de la cultura-, los socioambientalistas - los mismos, conducta que puede o no ir
que ven en el ambiente y su relación con acompañada de violencia física. Algunos
lo social las causas del conflicto en que se explican la conducta agresiva y por tanto
pone en juego la calidad de vida de la gen- el conflicto, como un comportamiento cu-
te-, etc. Sin embargo, dado que el conflic- ya fuente está en un impulso instintivo del
to es una situación multidimensional com- hombre, para otros es una respuesta indivi-
pleja, está siendo estudiada desde una dual a la frustración derivada de las restric-
perspectiva multidisciplinaria, como la ciones que tiene frente a la realidad exte-
única estrategia posible que puede posibi- rior, se explica además por la acumulación
litar la elaboración de una teoría más aca- de tensiones en el individuo; la agresión es
bada del conflicto. un comportamiento instrumental, una ma-
nera gratificante para llegar a un fin.
A) El enfoque psicológico
B) El enfoque psicosociológico
El conflicto se define como el estado
de un organismo sometido a fuerzas con- Este busca explicar el conflicto des-
tradictorias. El conflicto es una situación de la perspectiva de la psicología social, la
universal y cotidiana. Cuando un indivi- misma que interrelaciona el plano indivi-
duo frente a un problema debe escoger en- dual con el de la sociedad, buscando com-
tre soluciones posibles (teoría de la deci- prender la interacción del individuo y los
sión), puede enfrentar un conflicto, o en sistemas sociales, considerando que en el
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
nario donde se desarrolla la vida humana, cando construirse espacios propios para la
donde se articulan los procesos sociales, gestión de sus necesidades11.
ecológicos, tecnológicos, culturales y polí- Es cada vez más claro el hecho de
ticos, y todos aquellos procesos que se re- que existe una íntima relación entre el de-
lacionan con la vida humana, no resulta terioro de la calidad de vida, los conflictos
extraño la cada vez más creciente preocu- ambientales y los conflictos sociales, como
pación por los temas socio-ambientales, consecuencia de la implementación de
pues allí se ponen en juego la cuestión de medidas de ajuste estructural impuestas
la satisfacción de las necesidades básicas y por las políticas macroeconómicas neoli-
el nivel y calidad de vida. En consecuen- berales, que han tenido gravísimas conse-
cia, el ambiente es también un escenario cuencias sociales, económicas, políticas
de conflictos, pues en todas partes del como ambientales, pues sólo han favoreci-
mundo, la búsqueda por un manejo equili- do a los sectores monopólicos y han dete-
brado y sustentable del ambiente y de los riorado cada vez más las condiciones de
recursos que de éste se extraen, inevitable- vida de la población.
mente conduce a conflictos, pues allí se Es importante por ello, no olvidar
enfrentan intereses, necesidades y objeti- que en realidades como las de nuestro
vos de actores sociales que pugnan por la continente, los conflictos tienen su raíz en
apropiación, uso, transformación y control claras causas históricas estructurales, mar-
de los recursos naturales10. cadas por la dominación, por una profun-
El problema ambiental es evidente- da dependencia, por la agudización del
mente un problema político y esto no pue- subdesarrollo, la marginalidad y las asime-
de, por tanto, descuidarse del análisis del trías, desigualdad y verticalidad sociales,
conflicto, pues cada vez está más claro que resultantes de la imposición de un determi-
ambiente, Estado y sociedad civil, se mues- nado orden económico, social y político,
tran como un trinomio que se hace más que favorece la reproducción de las condi-
evidente en las relaciones a nivel mundial. ciones de dominación y reafirma una es-
Así lo muestra la incorporación de los te- tructura vertical del poder ejercido por de-
mas ambientales en el contexto de la insti- terminadas minorías; escenario dentro del
tucionalidad oficial y de la población, y si cual se acentúan profundamente las desi-
bien esto es reciente, tiene una importan- gualdades sociales y por lo tanto se agudi-
cia profunda ya que está directamente re- zan los conflictos. En consecuencia, si las
lacionado con las condiciones y la calidad causas del conflicto ambiental como so-
de vida de una población cada vez más cial, se deben a causas estructurales pro-
numerosa, que enfrenta conflictos muy se- pias de un orden de dominación, se hace
rios para su supervivencia y que está bus- necesaria, la construcción de un nuevo or-
den, que transforme dichas relaciones de
44
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
45
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
latente designa las representaciones, las motín, o la mayoría de los conflictos racia-
actitudes, las percepciones, los estereoti- les.
pos, o los sentimientos que los actores en
conflicto experimentan y que no pueden Conflicto extremo. Es aquel conflic-
dejarse a un lado en el análisis del conflic- to violento agresivo que recurre siempre a
to social, pues ellos pueden connotar los medios coercitivos y en el que hay la inten-
aspectos más racionales y estratégicos del cionalidad de destruir o causar daño a una
conflicto. de las partes.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
el conflicto. El papel del ritual, de la reli- los dominados, que anulen la división fren-
gión, de los mitos, las creencias místicas, te a ellos, pero que alimenten la división
es aquí fundamental, pues actúan como entre los dominados, lo que muestra como
una fuerza unificadora, que hace que se dice Gluckman,17 que “dividir para reinar”
respeten los lazos sociales establecidos no no es tan solo una táctica maquiavélica, si-
por la coerción o la fuerza de las sancio- no un principio de cohesión social.
nes. Es inevitable que muchas personas se La importancia de este enfoque so-
muevan por su propio interés, pero sin el bre el conflicto desde la cultura y lo simbó-
reconocimiento de sus obligaciones; si és- lico, aporta una perspectiva teórica y me-
te no se produce, la fuerza de las creen- todológica que se refiere a un aspecto has-
cias, obligará a que ellos las cumplan, ca- ta ahora muy poco considerado en el aná-
so contrario perdería el apoyo de quienes lisis del conflicto y su resolución y que po-
mantienen dichas creencias y crean con sibilita entender cómo los grupos sociales
ese acto un elemento de ruptura en su re- se mantienen unidos por sí mismos, ope-
lación social simbólica, lo que implicaría rando un universo simbólico que es el que
la desgracia del abandono, que en muchas da sentido a sus prácticas sociales; por
de nuestras culturas, equivale a la propia ello, no se puede descuidar el análisis de
muerte social, razón por la cual se encuen- ese mundo simbólico, ver cómo opera la
tra obligado a tener que justificar su fe en racionalidad propia de su cultura, en el
dichas creencias, para no quedar fuera de momento de equilibrar sus relaciones y lle-
la estructura social, la misma que logra así gar a la resolución de sus conflictos; así
mantener su integración16. podríamos comprender mejor por ejem-
Muchas sociedades, así como otros plo, que las sanciones sobrenaturales, las
grupos sociales más pequeños, consiguen normas de autodefensa, la venganza, mu-
su integración a través de las lealtades di- chas veces la guerra, o la violencia, no re-
vididas de sus miembros. En ese tejido de flejan el “instinto primitivo” de dichas so-
relaciones que son establecidas por la cos- ciedades, como sostiene el etnocentrismo
tumbre y la tradición que se ven fuerte- occidental, sino que son respuestas socio-
mente reforzadas por las creencias y reafir- culturales y políticas que actúan para tratar
madas en la acción ritual, se posibilita el el conflicto y dar orden, equilibrio y cohe-
fortalecimiento de la cohesión social. Esta sión al funcionamiento social.
división de lealtades, constituye un factor
general de la vida social, en situaciones de V. El contexto social del conflicto
dominación, una sociedad puede conti-
nuar funcionando en base a la fuerza, pero Un principio de todo conflicto, es
para alcanzar cierta estabilidad, los domi- que éste se produce en el medio circun-
nadores, deben establecer relaciones con dante, del cual recibe su influencia, pero
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
sobre el que a su vez influye. Es por ello ciedad comunal menos compleja, se ten-
que se hace necesario, investigar el con- derá a conflictos interpersonales más di-
flicto tomando en consideración el sistema rectos, cara a cara. La diferenciación social
social global en el que ocurre, el cambio determinada por el estatus, roles ocupacio-
social de múltiples formas sobre el conflic- nales, posiciones de poder, etc., tenderá a
to, modificando continuamente las bases generar líneas de coincidencia o de ruptu-
de los intereses potencialmente en disputa ra, a la constitución de grupos diferencia-
y las posiciones relativas de poder de los dos que igualmente pueden entrar en coo-
individuos y los grupos sociales. Es impor- peración o en conflicto.
tante no olvidar que a medida que se mo- En sociedades libremente organiza-
difica la potencialidad del valor del con- das que tienen muchas presiones cruzadas
texto social, surgen nuevas demandas, e influencias distintas sobre sus miembros
nuevas condiciones potenciales para el y grupos, según Coster19, se reduce la po-
aparecimiento de conflictos. El crecimien- sibilidad de conflictos únicos, rígidos e in-
to demográfico, la migración, los procesos tensos, que lleven a la división total de la
de colonización, la acción ecocida de las sociedad o a un gran segmento de ella,
empresas, el incremento del turismo, y de- permitiendo mayor estabilidad a pesar de
más fenómenos resultantes de una mayor que haya un gran conflicto; para ello dis-
complejidad social, se vuelven fuentes de pone de instituciones que cumplen la fun-
conflicto que afectan a la naturaleza y al ción de válvulas de seguridad y canalizan
número de las partes y actores que entran las hostilidades reduciendo las respuestas
en él, así como a los instrumentos y me- conflictivas o haciéndolas manejables.
dios para su resolución18. Conviene no olvidar en relación a esto, lo
De lo anteriormente señalado, señalado por Gluckman sobre los conflic-
Mack/Sneyder hacen algunas proposicio- tos de lealtades.
nes al respecto, como las siguientes: Como Otro aspecto importante del contex-
resultado de los cambios profundos en el to social del conflicto se refiere al hecho
seno de las sociedades, se producen altera- de que por más serio que éste sea entre in-
ciones importantes en el equilibrio de las dividuos o grupos, siempre habrá desinte-
fuerzas de dicha sociedad, pero será la or- resados o neutrales que funcionarán como
ganización social la que determine el nú- terceras partes, que buscarán una solución;
mero y el tipo de las partes que entren en si el conflicto divide totalmente a una co-
conflicto; así, en una sociedad industrial munidad local, nacional o internacional, la
urbana compleja, el conflicto real será lle- solución se torna extremadamente difícil;
vado adelante por grupos altamente orga- por ello la presión que en pro o en contra
nizados que tengan miembros diversos y de su solución puedan ejercer terceras par-
representantes especializados; en una so- tes, vecinos desinteresados pero afectados,
52
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
constituye uno de los principales límites conflictos, frente a los que las normas regu-
para su duración, extensión e intensidad. ladoras permitirán soluciones aceptables,
La permisividad y disponibilidad de o serán modificadas o violadas, lo que de-
los instrumentos del conflicto, dependen notará las verdaderas relaciones de poder
evidentemente del contexto social; el em- entre las partes20.
pleo de armas de fuego para la solución de Una recomendación metodológica
conflictos interpersonales, se encuentra es- que debe ser considerada en el análisis del
trictamente controlado por la mayoría de conflicto, es la necesidad de realizar com-
las sociedades; en muchas culturas, esta paraciones entre los distintos contextos so-
forma de resolución se ha trasladado a la ciales correspondientes, ya que los contex-
esfera ritual simbólica en la que su resolu- tos de los conflictos, industriales, interna-
ción depende de los códigos culturales so- cionales, socioambientales, por ejemplo,
cialmente producidos. Sin embargo, uno difieren enormemente. Por esta razón, las
de los principales problemas del orden so- proposiciones no son igualmente válidas
cial, es el control del conflicto violento; para todos, de allí la necesidad también de
por ello, investigar y determinar qué tipo generar estrategias particulares que consi-
de medidas sociales conducen a un con- deren las condiciones diversas de los con-
flicto no violento, es una preocupación ac- textos sociales. Una de las razones por las
tual. que las proposiciones del conflicto étnico
Otra proposición señala que mien- no son aplicables al conflicto religioso, es
tras más integradas están las partes en con- que el contexto social es diferente aunque
flicto de una sociedad, hay menores proba- los dos se produzcan al interior de una
bilidades que éste sea violento. No olvide- misma sociedad21.
mos que orden y conflicto son estados Finalmente, es importante no dejar
constantes de todo sistema social; si bien de apreciar la importancia que tiene la cul-
pueden parecer opuestos, éstos pueden y tura y lo simbólico dentro del conflicto.
deben existir juntos y, lo que es más, su re- Como venimos insistiendo, esto implica
lación determina el grado de estabilidad que el conflicto deber ser considerado
social; de ahí que el equilibrio estabilidad- también en el contexto de las necesidades,
inestabilidad, es resultante del éxito o fra- creencias, representaciones, imaginarios,
caso del sistema normativo en la regula- percepciones, valores y actitudes de los in-
ción de los conflictos, pues como ya veía- dividuos y grupos societales, pues un con-
mos, el cambio social, su ritmo y dirección flicto real u objetivo, por ejemplo, puede
constituyen una fuente básica de éstos, ya en sí mismo inducir al prejuicio, a los este-
que a medida que el orden social sufre una reotipos, a las descalificaciones desfavora-
transición, surgen nuevos intereses, incom- bles y a la hostilidad; de ahí que la relación
patibilidades y antagonismos que generan entre las características de las partes y la
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
54
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
56
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
los, de ahí que es importante y necesario, to real en el que interactúan los actores
el distinguir las consecuencias socialmente que se hallan inmersos en un conflicto27.
útiles y perjudiciales del conflicto. Una for- En consideración de esto, pensa-
ma para diferenciar sus aspectos funciona- mos, se hace necesario hacer algunas bre-
les y disfuncionales, consiste en identificar ves referencias, en torno a esta problemáti-
las condiciones en las cuales las conse- ca.
cuencias disfuncionales pueden ser mini- El poder, cuya conceptualización ya
mizadas. Es fundamental por tanto, investi- habíamos hecho anteriormente, indiscuti-
gar cómo y por qué las consecuencias dis- blemente constituye el centro que atravie-
funcionales del conflicto llegan a predomi- sa toda situación de conflicto social. De
nar sobre las funcionales; pero lo es más ahí que ha sido preocupación de los estu-
todavía, avanzar en la búsqueda de res- diosos de la teoría del conflicto, el estudiar
puestas que aminoren los costos del con- las implicaciones del poder en los conflic-
flicto, hacer que éstos sean manejables y tos, ya sean interpersonales o intergrupales
solucionables, o mejor aún, que en lo po- y responder a algunas interrogantes que de
sible, se puedan evitar los conflictos. allí surgen, como: la cantidad de poder
que poseen los adversarios, la igualdad o
VI. El conflicto en relación al poder desigualdad en torno al mismo, y cómo és-
tos inciden en el desarrollo o resolución de
Un análisis holístico del conflicto no los conflictos; conocer cuál es la naturale-
puede limitarse tan sólo a describir los orí- za del poder que se posee y si esto tiene in-
genes, las causas o las funciones sociales fluencia sobre las estrategias y el compor-
del conflicto social, sino a ver cómo se ex- tamiento de los actores sociales involucra-
presa la articulación con uno de los he- dos. Estas interrogantes, a su vez, determi-
chos esenciales que lo provocan: su rela- nan análisis diferentes28.
ción con el poder; aspecto, por otro lado,
que no ha estado suficientemente tratado A) Los aspectos cualitativos del poder
en seminarios-taller y otros eventos que en
torno a la discusión sobre resolución de Al hablar de los fundamentos del
conflictos se han realizado, como por poder social, algunos autores definen el
ejemplo, el organizado en 1993 en Costa poder de un individuo (A) sobre otro (B),
Rica por la FAO y Resolve, el mismo que al como la influencia potencial del primero
ser evaluado dejó claro, que una de sus li- sobre el segundo. El poder de A sobre B, es
mitaciones fue justamente, no haber abor- resultante de todas las fuerzas que actúan
dado temas relacionados con el problema en un momento determinado T. La influen-
del poder, que resulta fundamental -según cia se verifica, en el cambio que se produ-
allí mismo se anota- para ubicar el contex- ce en B originada por la acción de A, in-
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
fluencia en la que actúan tanto las fuerzas autoridad, que no es sino una forma de
inducidas por A, como las fuerzas de resis- ejercicio y utilización del poder con el
tencia de B; la influencia de A sólo será consentimiento de los miembros de una
efectiva si las fuerzas inducidas de éste, sociedad; es el poder autorizado que pre-
son superiores a las fuerzas de resistencia supone el consenso entre dos personas o
de B29. grupos, aunque siempre en las sociedades
Touzard señala que las fuentes del estratificadas, quien tiene poder trata de
poder son cinco: hacer aparecer sus intereses como de los
demás para conseguir sus fines, pero siem-
El poder de recompensa. Hace refe- pre también a costa de las metas, objetivos
rencia al poder que tiene A de procurar a B y las necesidades de otros individuos y
una gratificación a cambio de un determi- grupos. Este tipo de poder se encuentra en
nado comportamiento, o de reducir o en- las organizaciones sociales de estructura
cubrir -creemos nosotros-, los efectos ne- jerárquica y caracteriza las relaciones en-
gativos que tal influencia tiene en realidad, tre superiores y subordinados.
para que la percepción de B no perciba el
trasfondo de poder que encierra. Esto se El poder de referencia. Es aquel que
evidencia cotidianamente en nuestras so- descansa en la identificación de B con A,
ciedades en donde la mayoría de actos y el de esta manera B se deja influir por A, por-
control social se ejercen a través de un sis- que valora a A; así tenemos el poder caris-
tema institucionalizado de premios y casti- mático de algunas personas que tienen
gos. prestigio social, político o religioso, el mis-
mo que es manipulado para el ejercicio del
El poder de coerción. Se refiere a la poder.
capacidad que tiene A de someter a casti-
gos a B si éste no acata lo que A ordena. Poder de competencia. Se origina
Este tipo de poder supone que A puede im- en los conocimientos particulares de A,
pedir a B salirse del campo de la situación que son reconocidos por B; es la típica for-
que enfrenta, para escapar a la amenaza de ma de poder del conocimiento, del saber,
castigo, es lo que muchos denominan, la o de la posesión de la información, como
“vigilancia necesaria”. formas evidentes de poder; es el poder que
posee el “experto” y que presupone la con-
El poder legítimo. Es el que se sus- fianza de B de que A no hará mal uso de
tenta en el reconocimiento que B le otorga sus conocimientos para aprovecharse del
a A, para que éste fundamente su derecho desconocimiento o no posesión de B de
para ejercer una forma de poder sobre B. esas fuentes del poder.
Es lo que comúnmente se conoce como
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
A estas cinco fuentes se añade tam- der asimétrico, en la que uno posee el po-
bién otra. El poder de información. Este es der y el otro no; y en una situación bilate-
un aspecto muy importante en el desarro- ral, en la que ambos poseen la misma can-
llo del conflicto y que garantiza el éxito de tidad de poder y tratan de extraer las con-
la negociación, del que depende la imple- secuencias previsibles del conflicto. En el
mentación de las estrategias apropiadas y análisis de un conflicto diádico, será nece-
de cómo y cuándo emplearlas, así como la sario tomar en consideración las caracte-
evaluación de su efectividad. El poder de rísticas de las dos partes, de las percepcio-
información, es sin duda uno de los aspec- nes de sí y del otro y de las fuentes de po-
tos tácticos más importantes de una nego- der que pueden utilizar cada una de ellas.
ciación; quien más y mejor información Esto podría ayudar a prever qué base de
tenga sobre el adversario, sobre sus estrate- poder utilice en realidad cada parte, ya
gias, objetivos, intereses, necesidades, tie- que esto alterará las percepciones que ca-
ne mejores posibilidades de resolver el da parte tenga de sí misma y de la otra, así
conflicto a su favor, pues no podemos olvi- como las reacciones de uno frente al otro;
dar que la información es también otra de ya sea para “reaccionar hacia” o para “ale-
las formas y recursos para el ejercicio del jarse”, o para “reaccionar en contra”, ya
poder30. que la utilización de un tipo de poder de
El conocimiento de esta tipología y una de las partes, provoca inevitablemente
de la descripción de las bases del poder so- la reacción de la otra, que puede verse
cial, resultan muy útiles para el análisis del obligada a emplear un poder distinto; de
conflicto, pues allí se expresa una doble ahí la importancia de analizar este juego
interacción del desarrollo del conflicto con de poder ligado a la naturaleza del mismo,
la naturaleza del poder; por ello, es impor- ya que no sólo permitirá un mejor conoci-
tante considerar que el desarrollo del con- miento de los conflictos diádicos, sino que
flicto depende en gran medida del tipo de además podría ayudar a la prevención de
poder que está en juego, y que la intensi- sus resultados.
dad y la resolución del conflicto no depen-
den únicamente de la cantidad de poder B) Los aspectos cuantitativos del poder
que poseen las partes, sino además de la
naturaleza de ese poder, pero a su vez la No se trata aquí tanto de la naturale-
naturaleza de ese poder puesto en acción, za del poder, sino de la cantidad que posee
viene influida por la intensidad del conflic- cada adversario y de las implicaciones que
to. esto tiene en el desarrollo del conflicto. Lo
Es importante en consecuencia, que se pregunta aquí, es si ¿varían las es-
analizar cada tipo de poder en una doble trategias y los resultados de un conflicto
situación, una situación unilateral de po- cuando los adversarios poseen más o me-
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
nos poder?, y ¿cuáles pueden ser las estra- Situaciones de poder desigual. Se
tegias del fuerte y del débil?, ¿cuáles son refiere a las situaciones cuando el poder de
las variables que influyen en la implemen- coerción no es el mismo para cada adver-
tación de una determinada estrategia cuan- sario. Aquí el poder consiste en reducir las
do hay asimetría del poder? La manipula- posibilidades de ganancia del adversario;
ción de la cantidad de poder, se hace ya en tales casos, las ganancias conjuntas de
sea por el control que ejerce A sobre los re- las partes son intermedias, más elevadas
sultados de B, como por la cantidad de re- que en el caso de las amenazas bilaterales,
cursos de los que dispone cada una de las pero menores que en la ausencia de ame-
partes en conflicto al inicio del mismo. Po- nazas. El juego de poder que aquí se da,
demos encontrar dos tipos de situacio- muestra que los juegos de poder cuando
nes31: son débiles, son más colaboradores y su-
misos que en situaciones de poder simétri-
Si tu a ci o n e s d e i gu al d ad d e p o d e r . co y que las ganancias son más elevadas
En este caso pueden darse hipotéticamente cuando más marcada sea la disparidad de
varias situaciones: que las dos partes pue- poder. Conjuntamente con esto, la noción
dan manipular una respuesta que cierre al de credibilidad de la amenaza y la impor-
adversario la posibilidad de control, a lo tancia del castigo, están relacionadas a la
que algunos llaman “amenaza bilateral”, o sumisión, ya que en una situación de dis-
sea que los dos o ninguno posean ese po- paridad de poder, el débil no tiene otra op-
der. Se ha demostrado que como resultado, ción que no sea la de someterse, aunque
se obtiene que las ganancias conjuntas de antes de hacerlo puede que busque un res-
las partes son menores en situación de tablecimiento del equilibrio, recurriendo a
amenaza bilateral, intermedias en las de veces a la amenaza, pero cuando no es
amenaza unilateral, y hay ganancias más grande la desigualdad con el adversario, o
altas para las partes, cuando ninguna de empleando otras estrategias, como pueden
ellas emplea el recurso de la amenaza, lo ser, el quitarle al fuerte algún elemento que
que se explica porque la amenaza actúa el débil supone que el fuerte valoriza, co-
como un mecanismo de “escalada del con- mo un modo de reducir la disparidad ini-
flicto”, pues el empleo de una amenaza cial de poder; la huida de la situación, o
provoca una contra-amenaza, y así sucesi- una acción agresiva desesperada, estrate-
vamente. Este proceso de escalada se ca- gias que la parte débil buscará innovar, ac-
racteriza, por la inducción de actitudes titud que posee una actitud constructiva
hostiles y por la escasez de la comunica- para la parte débil en el curso del conflic-
ción entre las partes, lo que refuerza las ba- to y que resultan ser las únicas manifesta-
ses efectivas del conflicto, agravándolo y ciones de poder del débil para oponerse al
dificultando su resolución32. más fuerte33.
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
61
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
portancia de considerar el peso que cada tos de larga duración, el legitimarse políti-
parte da a estas preferencias no utilitarias camente ante una comunidad local o na-
en el momento de establecer o evaluar una cional, disponer de mayor información so-
coalición36. bre recursos locales, así como ir desarro-
Todo lo anteriormente anotado en llando su capacidad para la movilización
relación a los aspectos cualitativos y cuan- social. Por ello es imprescindible realizar
titativos del poder, resulta particularmente un balance distintivo de la naturaleza del
útil en situaciones de países como los lati- poder que está en juego, considerando no
noamericanos, que mantienen y reprodu- sólo los mecanismos formales, sino funda-
cen una profunda desigualdad de poder, mentalmente las respuestas culturales no
que provoca conflictos entre instituciones formales que emplean las partes más débi-
sociales que tienen abismales diferencias les para la resolución de conflictos, impul-
en relación a la cantidad de poder que dis- sándolas y revitalizándolas en la perspecti-
ponen para su ejercicio; de ahí que una va de lograr la afirmación organizativa, po-
preocupación central, es la de “¿cómo uti- lítica y movilizadora de dichas organiza-
lizar las técnicas de resolución de conflic- ciones38.
tos cuando existen grandes diferencias de De todo lo anteriormente anotado,
poder?”37. En situaciones de desigualdad podemos concluir que el conflicto es una
de poder, los problemas de negociación se situación multidimensional y que por lo
tornan serios y complicados por distintas tanto debe ser estudiada desde una pers-
causas. Así, un sector podría estar en con- pectiva multidisciplinaria e integrada, ha-
diciones de negarle a otro recursos que le ciéndose necesario establecer una plurali-
son necesarios: agua, empleo, tierra, etc. dad y diversidad de niveles de análisis, de
Podría estar más articulado al sistema for- estrategias y métodos, que hagan posible
mal institucional para hacer pesar más sus su manejo y resolución, que respondan a
propuestas, así como las partes más débiles la propia diversidad y pluralidad de la rea-
podrían optar por ampliar su relación con lidad social y cultural de nuestros países.
grupos más fuertes para desarrollar estrate-
gias conjuntas tendientes a equilibrar un VII. La resolución de conflictos
poco su situación desigual de poder, y ele-
var su capacidad de negociación, pues Si partimos del hecho de que un
cuando un grupo más débil considera y va- grupo social es un sistema de tensiones,
lora su capacidad para negociar termina que encuentra en su cultura y en sus insti-
asumiendo un poder que creyó no tenía al tuciones los mecanismos para su equilibrio
principio, lo que le permite ir afirmando y estabilidad, a través de un continuo pro-
distintas fuentes de poder, como pueden ceso de conflicto, de escisiones, de exclu-
ser: buenas ideas de cómo resolver conflic- siones, de confrontaciones, por el choque
62
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
de discusiones, que de no producirse no por aquellas que han sido construidas por
sería posible la recreación social, su cam- la cultura. La antropología ha contribuido
bio, transformación y desarrollo y podría a demostrar que toda sociedad ha produci-
significar que la sociedad se anquilose y do formas diversas de procedimientos de
pueda incluso desaparecer, entenderemos mediación, de arbitraje, de conciliación,
la importancia que tiene en toda cultura, la de convenios, de acuerdos o transacciones
negociación para la solución del conflicto. para la resolución de sus conflictos, sea al
Una sociedad es también una negociación interior de sus propias sociedades y cultu-
permanente entre sus miembros, así como ras, ya entre sus miembros, o con otras so-
con su entorno, y más profundamente en- ciedades.
tre las variables de las que sus miembros
son portadores: poder, comunicaciones, A) Modos formales y no formales de reso-
afinidades, moral, principios, creencias, lución
ideologías, etc.,. De ahí que negociar a
partir de las relaciones de poder que las Ya antes habíamos señalado la im-
marcan, hace surgir como dice Anzieu39, portancia de considerar desde una pers-
relaciones de sentido. pectiva antropológica, la función que la
Si todo conflicto resulta más o me- cultura juega dentro del conflicto y su re-
nos costoso para cada una de las partes en solución, pues esto nos permitirá acercar-
confrontación, éste no puede durar dema- nos a la comprensión de cuáles son los in-
siado y por tanto es imprescindible que tereses socio-políticos de un grupo dentro
una situación en disputa termine, ya sea de una sociedad, y cuáles los mecanismos,
mediante la aniquilación de una de las las respuestas, tácticas y estrategias que di-
partes, o por la discusión y el arreglo entre chas sociedades emplean para la resolu-
ellas, que impone que éstas deban entrar ción de sus conflictos, ver que muchas de
en un proceso de negociación y diálogo las disputas son resueltas no en referencia
para solucionarlo. La tendencia actual en a un derecho formal dominante regulado
el mundo es la de buscar que todo conflic- por el poder, el derecho occidental, sino
to se resuelva por procedimientos de dis- que se aplican mecanismos informales de
cusión, negociación o mediación. Pode- resolución que han sido desarrollados por
mos ver por tanto, la importancia que tie- toda sociedad, los mismos que se anclan
ne el tratamiento de la resolución de con- en la racionalidad propia de su cultura, en
flictos, ya que la negociación es una res- lo simbólico, en un derecho que tiene pro-
puesta sociocultural, no sólo porque se fundas raíces de ancestralidad, en las que
sustenta en el lenguaje, sino porque ade- fundamenta su sistema jurídico y su nor-
más la resolución de conflictos impone el matividad para la administración de justi-
reemplazar ciertas leyes de la naturaleza cia, que responde a sus características so-
63
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
cio-políticas y culturales y que durante tan- currir en una equívoca abstracción mítica
to tiempo no sólo se ha preservado, sino propia del funcionalismo, sino que lo que
que ha mostrado su efectividad. se restablecerá, es el equilibrio social y la
Este es un hecho que no podemos integración del grupo, mediante sanciones
descuidar en el momento de un proceso de que van desde los castigos físicos, hasta las
resolución de conflictos, y mucho más en sanciones sobrenaturales y rituales. La an-
realidades pluriculturales, multiétnicas co- tropología jurídica, la antropología políti-
mo las nuestras, marcadas por la diversi- ca, la etnopolítica, están ahora poniendo
dad y la diferencia, frente a las que el sis- énfasis en el análisis de los modos forma-
tema impositivo, vertical, coercitivo y ho- les e informales de regulación de la con-
mogeneizante de administración de “justi- ducta social y de la resolución de conflic-
cia” del Estado, resulta ineficaz, pues gene- tos41.
ralmente no contribuye a la real resolución Es importante señalar que la organi-
de los conflictos, sino que más bien, mu- zación social y el derecho, son caracterís-
chas de las veces, ha ayudado a agravarlos ticas propias de todas las sociedades, pero
y reproducirlos. no todas poseen mecanismos formales pa-
Como la propia diversidad de las ra ejercer la autoridad e imponer la ley. Un
culturas, los conflictos que se presentan punto importante en relación a la variación
son diversos; éstos pueden ir desde la dis- en la organización social, es el grado en
puta por la posesión, el uso o la distribu- que los roles políticos, las instituciones y
ción de recursos escasos, conflictos fami- los procesos son diferenciados de otros as-
liares, entre vecinos, interfamiliares, inter- pectos de dicha organización social, y otro
comunales, por el incumplimiento de ta- es el grado en que la autoridad y el poder
reas comunales, o la violación de normas se centraliza o se difunde por la sociedad;
sociales o culturales, simbólicas del grupo, estos dos aspectos de la variabilidad se re-
para cuya resolución entran en acción me- lacionan con la complejidad social, el nú-
canismos culturales de sanción, que por lo mero de grupos, clases, etc., y los modos
general tienen una intencionalidad educa- como se interrelacionan entre sí42.
tiva y buscan la resocialización del infrac- En relación a esta complejidad so-
tor, ya sea para que se dé una reparación cial, los antropólogos han definido varios
efectiva de los daños o las violaciones de tipos de organización social según el grado
la normatividad, o para que así pueda in- de complejidad, a cada uno de los cuales
sertarse al grupo social, funcionando, co- corresponde una forma concreta de resol-
mo plantea Gluckman, conflictos de lealta- ver su subsistencia de densidad poblacio-
des; estos mecanismos simbólicos posibili- nal, un sistema económico y de ordena-
tarán, no la “armonía del todo social” co- miento social. Pero en todas la sociedades,
mo a veces se propone40, haciéndonos in- incluso las sencillas, sus miembros tienen
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
65
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
dad simbólico-ritual como los shamanes, zada ejerce el control social y mantiene el
que actúan como mediadores y jueces en orden a través de un sistema ya institucio-
la resolución del conflicto. No todas las nalizado para ello. El conflicto y la violen-
ofensas terminaban en un proceso; éstos cia interna son reducidos, pues el cacique
sólo se producían cuando se tenía una du- tiene la autoridad de dictar sentencia, cas-
da sobre lo que se juzgaba; la carencia de tigar a quienes infringen la ley y resolver
autoridad política central para imponer las los conflictos, ya sea recurriendo a las le-
decisiones, hacía que los mediadores recu- yes, o con el apoyo de las fuerzas sobrena-
rriesen a la influencia adicional de las fuer- turales; la autoridad del cacique para man-
zas sobrenaturales para asegurar que la tener el orden y resolver conflictos, es res-
gente cumpliese, y se procedía por jura- paldada por su control del poder simbólico
mento o por una ordalía, que era un modo de las fuerzas sobrenaturales, así como por
de comprobar la inocencia o culpabilidad el control administrativo, económico, polí-
de una persona sometiéndola a pruebas ri- tico y militar, al que recurre para evitar un
tuales dolorosas y peligrosas, que eran desorden interno que ponga en riesgo su
controladas por fuerzas sobrenaturales poder.
quienes definían su inocencia o culpa; así Las sociedades Estado constituyen
los jueces y mediadores no tenían que po- una forma más compleja de organización
ner en prueba su prestigio. A veces se po- social. El Estado es una forma jerárquica y
dían producir también conflictos violentos centralizada de organización política, en
que conducían a la guerra; ésta sin embar- la que un gobierno central tiene el mono-
go, podía verse como una respuesta adap- polio legal sobre el uso de la fuerza. Se ca-
tativa para limitar el crecimiento poblacio- racterizan por una profunda estratificación
nal, o para proveerse de recursos escasos y social; la estructura social ya no se funda-
mujeres. menta en el parentesco, sino que incorpo-
En las jefaturas o cacicazgos, el pa- ra otros grupos y clases propias de su es-
rentesco es el más importante principio de tructura estratificada, una persona ya no es
la organización social, pero se compone miembro de la sociedad por el parentesco,
de segmentos que son estructural y funcio- sino por la ciudadanía. En las sociedades
nalmente diferentes entre sí. Existe un sis- Estado, el gobierno tiene como tarea poner
tema de rangos, lo que implica diferencias en funcionamiento la sociedad. El Estado
de posición y status entre ellos y sus miem- mantiene absoluto control de todas las ac-
bros. Existe también un liderazgo centrali- tividades; controla el proceso económico,
zado; el cacique, que tiene una posición el trabajo; intervienen en el intercambio,
de autoridad socialmente reconocida, sus- distribución y consumo de bienes y servi-
tenta mucho de su poder en la redistribu- cios mediante una compleja red de merca-
ción ritual de bienes; la autoridad centrali- do.
66
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
67
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
les, la acción política, los programas de culturales del conflicto, mediante la apli-
conciencia educacional y pública, entre cación de normas y reglas que ritualizan,
otras, son igualmente válidas. Es importan- por así decirlo, la situación conflictiva, po-
te considerar que cuando hablamos de re- sibilitando su ordenamiento y resolu-
solución de conflictos, como señala Tou- ción47.
zard,46 nos referimos a una perspectiva a Estas normas de resolución de con-
corto plazo y localizada, en la que el con- flictos, se hallan más o menos precisadas
flicto se define por unas metas que cada en ciertas culturas como las tradicionales,
parte busca alcanzar; de ahí que el fin de en las que los enfrentamientos están clara-
un conflicto no implica que la situación mente codificados, como en el caso de los
conflictiva haya desaparecido, y que el combates rituales -anteriormente citados-;
conflicto abierto haya quedado descartado mientras en otras culturas, como la occi-
para siempre, ya que en muchas ocasio- dental, los conflictos están menos codifica-
nes, si bien se han logrado soluciones in- dos y su resolución dependerá del acuerdo
mediatas que son aceptables para las par- e interacción entre los beligerantes; esto
tes y los acuerdos han podido alcanzar al- implica en consecuencia, el intercambio
gunos objetivos y otros no, esto ha permi- de signos, de referentes simbólicos sobre la
tido que el conflicto abierto se detenga, representación de la victoria o la derrota
pero no que se anule definitivamente, pues entre los adversarios; el conflicto se detie-
puede ser que la situación conflictiva se ne en estos casos luego de la evaluación
mantenga en forma latente. de la fuerza de las partes, y porque la paz
En relación al costo del conflicto, obtenida de una negociación, es preferible
éste es diverso. Desde el plano psicológi- a la paz resultante del exterminio de una
co, porque todo conflicto exige un movi- de ellas. De ahí que una investigación que
miento mayor de energías para alcanzar se oriente a la búsqueda de comprensión
las metas propuestas, de los individuos, de de esta dimensión simbólica que hace que
los grupos o de las categorías sociales que los individuos acepten soluciones negocia-
se confrontan; desde el punto de vista, so- das, intermedias, e incluso a veces la de-
cial, cultural o económico, basta ver las rrota, es de vital importancia en el análisis
consecuencias del último conflicto bélico de la resolución de conflictos, como lo es
con el Perú. La consideración de lo costo- también la investigación para conocer los
so que puede resultar un conflicto, deter- elementos simbólicos que conducen al
mina muchas veces la detención del mis- conflicto48.
mo, pues una de las partes o las dos se de-
tienen al considerar que el costo del con-
flicto resulta muy elevado; será aquí, don-
de intervengan las regulaciones sociales y
68
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
VIII. Los modos de resolución de conflictos el cómo llegar a una resolución que sea sa-
tisfactoria para la mayor parte de los acto-
Los modos de resolución de conflic- res sociales y que haga posible, no tanto
tos pueden considerarse como un conjun- una unidad quimérica, sino más bien en-
to de estrategias, de tácticas, de métodos, contrar soluciones viables a sus problemas.
de reglas, de procesos, que se aplican para Una segunda premisa sostiene que
poder manipular la necesidad de resolu- cuando las partes llegan a un nivel de mu-
ción de un conflicto que tienen las partes tua agresividad, se hace necesario restable-
beligerantes. Es importante considerar que cer la comunicación entre ellas, pero sin
existen estrategias, tácticas, reglas, proce- olvidar que no es suficiente llegar a esta-
sos diferentes, que producirán resultados blecer un proceso de relaciones comunica-
distintos en situaciones diversas. Esto se tivas y constructivas entre las partes, sino
debe a que cada conflicto en sí mismo que se deben abordar los aspectos reales
también es diferente, tanto por las motiva- del conflicto para avanzar hacia la solu-
ciones que lo originan, las circunstancias ción del mismo.
en que se producen, los escenarios donde La premisa tercera reconoce la legi-
se desarrollan, como por los actores que timidad de los diferentes puntos de vista de
intervienen. Por tanto, cada conflicto debe cada una de las partes sobre lo que se con-
ser tratado de acuerdo a sus propias parti- sidera mejor para una determinada socie-
cularidades y especificidad y requiere de dad. Muchas veces, cada una de las partes
una estrategia, de un proceso, que respon- en conflicto mantiene en forma particular-
da a cada caso, pues existen modos de re- mente exclusiva una postura sobre cómo
solución que son apropiados para algunos resolver sus problemas; de ahí la importan-
sistemas conflictivos, pero para otros no, lo cia de mejorar la comunicación entre los
que permite concluir que los modos de re- distintos grupos de interés, para ayudar a
solución están íntimamente relacionados una mejor comprensión de los intereses y
con la naturaleza misma del conflicto49. necesidades de los otros; esto generará me-
La resolución de conflictos, según jores condiciones para una resolución mu-
Pendzich50, se refiere a un conjunto de tua de sus diferencias.
premisas sobre el conflicto, el cambio y Otra premisa íntimamente ligada a
poder. Una primera premisa señala que to- ésta, es el respeto del derecho -que tienen
do conflicto es indispensable para el desa- todos los afectados por un problema- de
rrollo y cambio social, y que además es un ejercer un rol directo y ampliamente parti-
derecho de los actores, considerando que cipativo en la solución de sus problemas;
cada actor tiene perspectivas diferentes pe- por lo tanto, hay que buscar su participa-
ro válidas y legítimas; por lo tanto, el pro- ción activa en la toma de decisiones que
blema no es el conflicto en sí mismo, sino tienda a reforzar el poder de decisión local
69
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
de las comunidades, entendiendo que una miento de los derechos y el poder, recurrir
solución será más duradera si todos los in- a las estrategias legales hasta llegar a la ne-
volucrados se comprometen para que ésta gociación. Hay que estudiar por tanto, las
sea posible. El reforzamiento del poder de ventajas o desventajas de dichas estrate-
las comunidades, deberá tomar en consi- gias, que pueden ir desde el no hacer na-
deración los aspectos socioculturales de da, hasta el uso de la violencia sea ésta di-
las mismas, procurando potenciar los as- recta o simbólica, la negociación directa,
pectos más positivos, funcionales y efecti- la mediación, o a la adopción de la vía le-
vos que éstas han desarrollado tradicional- gal51.
mente para la resolución de conflictos; así, Los procesos o modos de resolución
los ancianos o las autoridades con poder de conflictos que sugieren las premisas an-
simbólico, podrían actuar como sus legíti- tes anotadas son la mediación, la concilia-
mos mediadores, pero el objetivo más im- ción, la facilitación y la negociación. Estos
portante es el reforzamiento del poder en constituyen procesos colaborativos y vo-
la toma de decisiones de las comunidades. luntarios, puesto que definen situaciones
en conflicto cuya resolución está en manos
A) Procesos para la resolución de conflic- de las partes beligerantes y se deriva de la
tos interacción que se establece entre ellas,
puesto que los grupos en conflicto se reú-
Si existe una diversidad de conflic- nen voluntariamente con la finalidad de
tos y cada uno con una particularidad pro- tratar de lograr una solución, no tanto “ar-
pia, se debe considerar que también deben moniosa” como se afirma52 -cosa que pen-
ser diversas las estrategias y procesos em- samos resulta muy idílica-, sino más bien
pleados para la resolución de los mismos. de hallar una resolución real, que sea mu-
Para ello, es importante no olvidar que to- tuamente aceptable y ventajosa para las
do conflicto, como un sistema de interac- partes en conflicto.
ción social, se verifica dentro de un con- La resolución del conflicto no impli-
texto social e incluye un componente de ca, como hemos dicho, la aplicación de un
poder; por eso, en el momento de la imple- sólo proceso para todas las situaciones, si-
mentación de un proceso de resolución, no que éstos varían según la diversidad de
hay que tener siempre presente el rol que circunstancias, así como las barreras exis-
cumplen los elementos claves de todo sis- tentes para resolverlo, como puede ser el
tema de conflicto: las partes, los motivos y grado mayor o menor de polarización o
las relaciones de poder; así como conside- desconfianza entre las partes, el nivel de
rar la trayectoria que sigue el conflicto, que comprensión de los problemas que éstas
puede expresarse en el aumento de la ten- tengan, el número de actores involucrados,
sión entre las partes, pasar luego al reforza- la conciencia sobre el costo que puede im-
70
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
plicar el conflicto, los diferentes niveles del entre las partes y la búsqueda de una solu-
poder en disputa; todo esto implicará el ción del conflicto55.
empleo de un modo de resolución o la
combinación de varios, pero siempre estos Conciliación. Es la tentativa de un
procesos deben adaptarse a las situaciones tercer grupo neutral de comunicarse sepa-
y circunstancias específicas de cada con- radamente con los grupos en conflicto, con
flicto, deben considerar las situaciones la finalidad de lograr una reducción de las
concretas de cada escenario y no descui- tensiones y establecer un acuerdo sobre el
dar, las necesidades y las características so- proceso para la solución del conflicto56.
cioculturales de los actores involucra-
dos53. Facilitación. Se refiere a la ayuda de
Entre los modos o procesos más em- un tercer grupo neutral, para posibilitar el
pleados de resolución de conflictos pode- que se lleve a cabo una reunión producti-
mos encontrar: va y se amplíen los canales de comunica-
ción entre las partes en conflicto.
Negociación. Es un proceso social A más de éstas, Touzard señala otra
de resolución de conflictos, que consiste estrategia importante para la resolución de
en un procedimiento de discusión que se conflictos:
establece entre partes adversas, cara a ca-
ra, por medio de representantes oficiales, Arbitraje. Aquí las partes en conflic-
cuyo objetivo es llegar a un acuerdo que to se someten al juicio de una tercera par-
sea mutuamente aceptable para todos. La te neutral. A diferencia del mediador, que
negociación se produce generalmente cumple un mero papel funcional y carece
dentro de un marco más o menos codifica- de poder para imponer una decisión, el ár-
do y normativo, que determina las condi- bitro goza de todo el poder para formular
ciones en las que se deben dar las discu- una resolución que tiene fuerza de ley y
siones54. que por lo tanto debe ser acatada por las
partes beligerantes.
Mediación. Se trata de una negocia-
ción entre las partes en conflicto, en pre- B) Aspectos estratégicos de la resolución
sencia de una tercera que es neutral, que de conflictos
busca un acuerdo entre ellas que lleve a la
solución del conflicto. Los mediadores no Dos puntos de vista se pueden con-
tienen poder para tomar una resolución, o siderar en relación al problema de la reso-
peor para imponer una solución a las par- lución del conflicto social: La necesidad de
tes beligerantes, sólo son un catalizador, efectuar cálculos anticipados de los resul-
cuyo papel consiste en facilitar la relación tados del poder, y la sustitución por méto-
71
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
dos en pequeña escala (discusión o voto) mentalmente por los sectores menos favo-
de los métodos en gran escala (levanta- recidos, a fin de construir y fortalecer el
miento, huelga o guerra) en las oposicio- poder de la parte más débil, que permita
nes de poder. En efecto, las partes que en- incrementar su potencialidad para que
tran en conflicto necesitan saber con anti- puedan acumular fuerza para las negocia-
cipación si se puede llegar a una decisión ciones y para la toma de decisiones; el re-
con un modo de resolución o con otro. Si, forzamiento del poder de las comunidades
como ya señalábamos, una de las funcio- constituye el aspecto más estratégico de to-
nes del conflicto es la clarificación y esta- do proceso de resolución de conflictos59.
bilización de las relaciones de poder, los El reforzamiento del poder de las
modos de resolución que omitan este as- comunidades implica necesariamente un
pecto o no puedan influir en estas relacio- fortalecimiento de su cohesión interna y de
nes, resultarán evidentemente inefecti- sus instrumentos organizativos, así como la
vos57. ampliación y afirmación de sus procesos
Es importante no olvidar el papel de participación comunitaria en la discu-
que juega en la resolución de conflictos la sión de sus problemas y en la toma de de-
proporcionalidad del poder de las partes; cisiones, una revitalización de su acción
casi siempre éstas manejan diferentes pro- movilizadora, una maduración de sus pro-
porciones de poder, más-menos capacidad puestas y discursos políticos; todo ello le
económica, influencia política, informa- permitirá construirse como sujeto político.
ción, apoyo institucional y de la opinión Este avance en la construcción de la
pública, acceso o control de los medios de comunidad como sujeto político, está suje-
información, etc.; esto determina que to a una dialéctica de tres momentos60,
quien tenga una mayor proporcionalidad que van desde la necesidad que implica el
de poder, aunque no tenga la justicia de su “yo carezco”, el de la aspiración, que
parte, tiene posibilidades mayores de que equivale al “yo espero”, y finalmente el de
el conflicto se resuelva a su favor; de allí la demanda, que equivale al “yo lucho”.
que se sostiene, que la cantidad y calidad Cada uno de estos momentos tiene conte-
de los actores involucrados en un conflic- nidos cualitativos socio-políticos propios.
to, y la proporción de poder que éstos dis- Así, responder sólo a las necesidades y as-
ponen, resulta determinante en la forma piraciones, no posibilita desarrollar proce-
como un conflicto llega a su resolución58. sos de acción, de organización y lucha de
En consideración de lo anterior, la los sectores sociales que sufren la domina-
búsqueda de soluciones a los conflictos so- ción, cuando más, se establecen institucio-
ciales que sean ventajosas para las partes nes para solucionar las necesidades más
involucradas, requiere de ciertas estrate- inmediatas; en cambio responder a las de-
gias que deben ser implementadas funda- mandas implica reconocer un proceso de
72
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
lucha de la población, para enfrentar pro- más democrática y menos cacical, a fin de
blemas estructurales y de poder, que re- que la mayoría de los miembros de una co-
quiere de una estructura organizativa forta- munidad tenga la capacidad y la oportuni-
lecida, de una más vital acción moviliza- dad de representación61.
dora; pero sobre todo, implica la construc- Es importante no olvidar la dialécti-
ción de propuestas políticas en las que se ca que se produce en el conflicto, en rela-
evidencie la maduración de su discurso ción a las identidades de los actores socia-
ideológico y político. Hacer que la comu- les, pues éstas también entran en confron-
nidad avance a este nivel de demandas, tación; sabemos que los actores sociales
implica en consecuencia, fortalecer su po- no son estáticos, ni lo son las identidades
der, y ése es, como hemos dicho, el objeti- colectivas que construyen, por lo tanto hay
vo estratégico más importante de la resolu- que considerar continuamente la variación
ción de conflictos. de su identidad y tener claro que cada uno
Otro aspecto importante es exami- de ellos representa una forma particular de
nar la extracción social de los representan- racionalidad, de identidad propia y distin-
tes y buscar su legitimación en la medida ta, resultante de su especificidad cultu-
en que respondan a los objetivos, intereses ral62.
y necesidades de aquellos a quienes repre- Igualmente, en relación a los acto-
sentan; esto posibilitará que exista cohe- res, un aspecto estratégico es el de conse-
rencia entre lo que los representantes ne- guir la legitimación social de los actores
gocian, con lo que ha sido definido colec- comunitarios, para que estén en mejores
tivamente por la comunidad. Por ello, re- condiciones de ganarse el entorno, la opi-
sulta imprescindible el fortalecimiento de nión pública, el apoyo de otras fuerzas so-
la capacidad organizativa de las bases y es- ciales, nacionales o internacionales. La le-
tablecer mecanismos de control de la ges- gitimación de los actores hará posible la
tión de sus representantes. Esto impone a consecución del eje estratégico de la reso-
su vez, la necesidad de superar las limita- lución de conflictos, legitimar el derecho
ciones de la representación y el liderazgo, de participación de las comunidades y sus
estableciendo canales más eficaces de par- organizaciones en la toma de decisiones,
ticipación comunitaria, lo que implica por sobre aspectos que atañen a su propia exis-
una lado, viabilizar flujos continuos y per- tencia; en definitiva, el reforzamiento del
manentes de información entre los repre- poder comunitario, su fortalecimiento or-
sentantes y el resto de la comunidad, y por ganizativo, una más efectiva acción movi-
otro -y eso es lo más importante- impulsar lizadora y su construcción como sujeto po-
procesos de democratización interna que lítico.
se orienten sobre todo a cambiar el sentido
de la representación misma, haciéndola
73
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
74
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
trasladarse a la arena de los tribunales es- emic, es decir, desde adentro de la comu-
tadounidenses. nidad, y la versión ethic, o sea desde afue-
Este concepto de arena puede resul- ra, por ejemplo: la visión del Estado, de los
tar más útil y preciso, cuando se propone medios de información, o de las ONGs, -lo
el diseño de “escenarios” donde se preven que en la guía consta en el numeral 4, en
las etapas de resolución. Allí en realidad lo relación al proceso mismo del conflicto-.
que se encuentran son diversas arenas en En cuanto al análisis de La naturale-
donde el conflicto surgido en un escenario za del conflicto (numeral 5 de la guía), es
específico, se traslada y continúa a un es- imprescindible analizar si el énfasis es eco-
pacio nuevo, a una arena real en la cual el nómico, cultural, político, ambiental. Esto
conflicto se confronta y se resuelve. nos permitirá determinar el tipo de conflic-
Si bien la guía metodológica plantea to, así como su naturaleza espacial, para
un corte sincrónico, como puerta de entra- saber si el conflicto es local, intracomunal
da para el análisis del conflicto -es decir, o intercomunal, intrarregional o interregio-
abordar los aspectos históricos (Item 2 de nal, o internacional, y determinar los sec-
la guía), para poder conocer el contexto tores afectados por el conflicto.
sociopolítico regional y los antecedentes En relación a los actores (numeral 3
en relación al conflicto, pensamos que de la guía) es necesario que se considere la
puede resultar metodológicamente más multiplicidad de actores involucrados en el
conveniente65, no sólo para la presenta- conflicto, no sólo en relación a la comuni-
ción del informe sobre el conflicto, sino dad como señala la guía, o sea a los acto-
para el trabajo concreto con la comunidad res intracomunales, sino involucrando
en su tratamiento, el discutir el conflicto también a otros actores con quienes una
inicialmente desde una perspectiva sincró- comunidad interactúa, sean éstos interco-
nica; es decir, la situación presente del munitarios, extracomunales, o los que per-
conflicto, pues eso esta más ligado a la vi- tenecen a la sociedad nacional, como pue-
vencia inmediata de la gente, a una situa- den ser, entre otros, los agentes externos,
ción real que enfrenta todos los días y an- las empresas, las ONGs, la Iglesia, movi-
te la cual busca soluciones concretas, lo mientos sociales solidarios, así como el Es-
que puede facilitar una participación co- tado y sus representantes, que son los acto-
munitaria más amplia. res que están generalmente presentes en
La consideración de la situación los conflictos.
presente o sincrónica del conflicto, nos de- A más de analizar los aspectos seña-
be permitir llegar a precisar las causas evi- lados en la guía en relación a los actores,
dentes o detonantes que desencadenaron no se puede dejar de considerar la cues-
el conflicto y junto con ello, conocer cómo tión de la identidad de los mismos; ésta no
surge, cómo se ha desarrollado, la versión puede verse sólo desde un punto de vista
75
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
resultados limitados, ya que supone una si- de poder de las fuerzas sociales, ni termina
tuación de independencia y de autonomía con las bases estructurales en las que se
que sea recíprocamente reconocida por las sustenta el poder real, que son las que cau-
partes. Esta es otra condición necesaria, san y reproducen los conflictos y la desi-
que implica no tanto un verdadero equili- gualdad social. La negociación puede ayu-
brio de fuerzas entre las partes, sino una re- dar a lograr cierto equilibrio de esas fuer-
lación de fuerzas que no sea demasiado zas sociales, pero no es un factor de cam-
desigual. La negociación no puede em- bio del poder. La negociación es otra forma
prenderse si el conflicto no ha hecho posi- más de resolver conflictos, una vez que
ble cierto equilibrio del poder entre las que se han producido y llegar aunque sea
partes; cuando no se produce este reajuste en forma parcial, a cambios en las relacio-
de fuerzas y el poder de uno prevalece nes de fuerza entre las partes en conflic-
considerablemente sobre el otro, el con- to68.
flicto no se resolverá mediante la negocia-
ción, sino por el aniquilamiento del más E) El proceso de la negociación
débil. La negociación supone una relación
de poder no demasiado asimétrica entre Para poder establecer los mecanis-
las partes, sin embargo, es evidente que lo mos que entran en juego en un proceso de
importante, es considerar la naturaleza y la negociación, no se puede dejar de lado la
distribución del poder entre las partes y lo referencia a las fuentes de poder. Así: po-
referente a los puntos del conflicto67. der de coerción, de recompensa, de com-
No hay que olvidar en consecuen- petencia, de referencia, el poder legítimo y
cia, que la ruptura de esa asimetría y de el poder que se basa en la posesión de la
ese relativo equilibrio de fuerzas, ha sido el información, deben ser considerados en el
resultado de la emergencia de los actores proceso de negociación, pues en él, siem-
sociales generalmente excluidos del poder, pre estarán presentes una o varias de estas
que en su proceso de constitución como fuentes de poder69. La cuestión en relación
sujetos históricos han logrado disminuir tal al poder en juego no sólo permite aclarar
asimetría y obligar a los más fuertes a tener la situación del conflicto, sino que además
que negociar; han sido entonces las luchas es aplicable para el proceso de negocia-
sociales, los mismos conflictos, los que ción, que también consiste en el ejercicio
han impulsado este proceso de resolución de una forma de poder, pues cada parte
de conflictos. trata de influir sobre la otra u otras con el
Vale sin embargo no olvidar que es- fin de obtener las mayores ventajas posi-
te modo de resolución tiene limitaciones, bles; aunque a diferencia del conflicto, la
pues la negociación en sí misma no gene- negociación supone unas reglas que evitan
ra un proceso de cambio de las relaciones el intento de alguna de las partes de ejer-
77
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
cer el control total sobre la otra. Entre los partes hagan de sus riesgos y sus costos,
procesos que se pueden encontrar en una pues si el adversario la percibe como más
negociación siguiendo a Touzard tene- costosa para él que para quien la profiere y
mos70: ejecuta, tratará de que la amenaza no se
cumpla y llegar a un acuerdo; pero si la
F) El proceso de coerción amenaza se ignora, quien la formuló debe-
rá entonces elegir entre cumplirla a pesar
Esta es la fuente de poder más em- del costo anunciado o renunciar a hacerlo.
pleada en los conflictos sociales. La coer- Al cumplir con la amenaza, las posiciones
ción se encuentra en la negociación, no de quien la formuló pueden verse reforza-
como expresión de violencia directa, sino das en las negociaciones posteriores, su fir-
en el plano verbal, ya que toda negocia- meza y determinación será una carta de
ción no es sino una prolongación del con- triunfo, así como el no llevarla a efecto de-
flicto entre las partes, por ello el proceso bilitará sus posiciones. Lo aconsejable es
de coerción es un recurso que lo continúa tratar de llegar a acuerdos que eviten el te-
en forma distinta en el plano de la negocia- ner que proferir amenazas y peor aún el
ción. llevarlas a cabo.
La amenaza es otra forma muy fre- Junto con el poder basado en la
cuente de presión en las negociaciones. La coerción, la negociación pone en juego un
amenaza de endurecer posiciones, la ame- poder basado en la información y en la
naza de ir a un levantamiento si no se competencia. En la negociación se expresa
aceptan las propuestas, amenaza de rom- lo incierto y lo probable; quien posee más
per una tregua establecida o de terminar información tiene poder sobre su adversa-
con las mismas negociaciones, etc., son al- rio. El desarrollo de la negociación tiene
gunos ejemplos de este recurso, que se por objeto permitir esa adquisición progre-
aplica con el objetivo de disuadir al adver- siva de información, pues el primero que
sario de que persista en su comportamien- logre saber un poco más sobre los móviles
to intransigente, pues esa actitud generará del adversario, de su voluntad real o no de
consecuencias (sanciones, perdidas, da- llegar a un acuerdo, de su estrategia, de sus
ños). Con frecuencia, la amenaza se plan- puntos débiles y de los de su irreductible
tea como medio de presión, con la espe- intransigencia, tendrá un cierto poder so-
ranza de no ponerla en práctica, pues la bre éste. Es por ello que muchas de las ne-
ejecución de una amenaza no sólo reaviva gociaciones se asemejan a un juego de po-
el conflicto, sino que tiene costos para las siciones, en el que cada uno quiere hacer
dos partes. creer al otro lo que no es, disfrazar lo que
Una amenaza tendrá efectividad, pretende, para que sea el otro el primero
según la percepción y evaluación que las
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
cuestión interminable, y que los acuerdos ferentes actores sociales, hace difícil la
parciales vayan abriendo caminos para un comprensión y la mutua aceptación de las
acuerdo definitivo entre las partes en con- partes en conflicto.
flicto80. Si los procesos de negociación son
Es más importante impulsar la coo- muy prolongados, pueden provocar un
peración que la competencia; tratar no só- desgaste de los aliados, a lo que contribu-
lo de satisfacer el propio interés, sino tam- ye la situación de pobreza, lo que impone
bién el de la otra parte. La inversión de po- como una necesidad el realizar un balance
siciones en la negociación, avanzar de la temporal del proceso de negociación, para
competencia a la cooperación, permite adoptar con prontitud las acciones que
una ganancia mutua, pues la colaboración sean necesarias.
puede lograr resultados ventajosos para las El no llevar varias propuestas alter-
dos partes. nativas para manejarlas conforme la situa-
Los acuerdos deben ser viables, téc- ción lo requiera, y el no tener flexibilidad
nica y políticamente factibles, y procurar para escuchar las propuestas de la otra par-
satisfacer los intereses de las partes y desa- te, puede entrampar la negociación.
rrollar incentivos, ya que éstos posibilitan En relación al papel del arbitraje, se
que se dé un mejor cumplimiento de los cuestiona la supuesta neutralidad del me-
acuerdos. diador. El problema de la neutralidad del
mediador es una cuestión siempre espino-
J) Obstáculos a la solución de conflictos sa; si bien el mediador es útil, porque a ve-
ces las partes enfrentadas tienen poca ex-
El incumplimiento de los criterios periencia de negociación y a veces se ge-
básicos para una buena negociación pue- nera una dependencia de éste; se señala
de ser considerado uno de los primeros que debe haber un compromiso del media-
obstáculos para llegar a la solución de dor, ya que también tiene su propia racio-
conflictos; pero además, consideramos im- nalidad y principios, los mismos que no
portante referirnos a otros, que han sido pueden coincidir con los de alguna de las
formulados a partir del estudio comparati- partes, lo que es mucho más evidente en la
vo de distintas experiencias, realizadas en parcialidad que continuamente ejerce el
el Seminario-taller organizado por FAO y Estado.
Resolve en Costa Rica; allí se discutieron Débil compromiso institucional por
diversas limitaciones, que requieren ser la dependencia de personas; si éstas se
consideradas y que por su pertinencia, las cambian, se pierden esfuerzos, tiempo, re-
señalamos a continuación81: cursos, igualmente los cambios de dirigen-
La existencia de diferencias cultura- tes y políticos pueden generar dificultades.
les y de racionalidades distintas de los di-
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Aproximaciones a un marco teórico para la
comprensión y el manejo de conflictos
socioambientales
René Orellana H.
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
tuante. No es una cosa o conjunto de co- cuales las prácticas con respecto a los “re-
sas utilizables, explotables, no es un con- cursos” tienen expresiones lingüísticas.
junto de recursos, en el sentido utilitario e La cuestión lingüística es inherente
instrumental, la naturaleza es un ente vivo a las lógicas internas de las llamadas co-
que proporciona medios de autorreproduc- munidades locales. Así, es muy común que
ción. Alrededor de esta concepción el los términos de planificación y desarrollo
hombre construye un conjunto de creen- no sean conocidos ni tengan similares en
cias y valores que se expresan en prácticas, los mundos lingüísticos tradicionales.
hábitos y lenguajes. La imposición de lenguajes de ges-
Las formas y tipos de acceso, uso y tión es también una forma de intervención
manejo con respecto al espacio de vida, cultural, que responde ciertamente, aun-
hacen alusión a diferentes actores y proce- que se tomen las previsiones más exagera-
sos, que traslucen diferentes necesidades e das, a ciertas racionalidades. Esta interven-
intereses; éstos construyen diferentes con- ción puede, y de hecho genera conflictos,
textos y situaciones conflictivas. pues actúa o interviene en procesos, pro-
El término de comunidades tradicio- duciendo cambios1.
nales hace alusión a grupos étnicos y a co- Asumiendo que el término manejo
munidades que al establecer relaciones a es vacío, podemos plantear que existen -si-
través de sus prácticas pueden crear fric- guiendo el análisis hasta ahora desarrolla-
ciones en términos operacionales y norma- do- dos conceptos de manejo.
tivos. Uno de ellos es el manejo de recur-
sos naturales, entendidos como cosas. Este
C) El manejo desde dos perspectivas se concibe en términos de gestión econó-
mico administrativa. Las cosas se adminis-
Es importante hacer una distinción tran a partir de una visión económica, in-
de aquellas categorías operacionales que cluso, puede ser, bajo una lógica sosteni-
hacen referencia a prácticas sociales con ble o sustentable, pero en el sentido de
respecto a la naturaleza. Los términos de manejo de cosas o medios para determina-
uso, manejo y acceso, tienen connotacio- dos fines.
nes culturales, y como tales son muy enga- Otro concepto relacionado con la
ñosos. concepción de la naturaleza como espacio
Cuando estos términos son usados de vida, se expresa en términos de uso y
en los procesos de “planificación” y “desa- acceso a espacios de vida, o de uso “tradi-
rrollo” por organizaciones gubernamenta- cional” de espacios de vida.
les y no gubernamentales, sin la precau-
ción cultural necesaria, lo que se hace es
intervenir, sobre lógicas y procesos, en los
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
uno con otro -o de uno sobre el otro. Co- recurso natural, implica el relacionamiento
municación que se expresa en términos de necesidades e intereses diferentes. Las
culturales. Así, el mundo que concibe a la diferencias pueden o no ser divergencias.
naturaleza como espacio de vida puede te- Si son divergentes, se producen los conflic-
ner en su interior contrastes, sincretismos y tos.
simbiosis culturales, resultantes de asimila- Para hacerlo explícito, podemos ha-
ciones de encuentros culturales diversos. blar de conflictos entre colonos y ganade-
Sin embargo, lo que tratamos de ha- ros, colonos y madereros, colonos y Esta-
cer aquí es “construir” la realidad en dos ti- do, madereros y Estado, etc.
pos -siguiendo la metodología de Max We- Otra vez: los conflictos no se mani-
ber-, vamos a decir, puros, para poder fiestan solamente como binomios. Son mu-
aprehender, después, el todo en su com- cho más complejos y sus tonalidades pue-
plejidad entramada. Para ello, como diji- den entenderse en términos de gradacio-
mos, hemos rehuido al fenómeno, buscan- nes de conflicto, propensiones al conflicto,
do la esencia, lo que explica por qué he- grados de tensión, etc.
mos obviado hasta ahora una ejemplifica- Construir un mapa de conflictos en
ción exagerada; cosa que no descartamos función de actores (especificando necesi-
y que pretendemos hacer posteriormente, dades e intereses), de acuerdo a la realidad
al desarrollar más la presente ponencia. de cada país, podría ser muy útil para iden-
Concluyamos en esta parte, enton- tificar estas variables (propensiones al con-
ces, que el desencuentro entre estos dos flicto, grados de tensión, posibles alianzas,
mundos genera conflictos. etc). Intentaremos hacer esto en un acápite
Hasta aquí hemos reflexionado so- posterior.
bre un nivel de conflictos, entre mundos En la concepción de la naturaleza
interactuantes. Este nivel definirá un tipo como espacio de vida, las comunidades
de conflicto, como lo explicaremos poste- tradicionales expresan también necesida-
riormente. Pero existen también conflictos des e intereses a través de sus prácticas y el
al interior de estos dos mundos. En la me- desencuentro de éstas puede generar fric-
dida en que éstos no son líticos, sino, todo ciones y conflictos, en términos de acceso
lo contrario, ampliamente movedizos y vo- y uso de los espacios. Aquí se dibujan con-
lubles; son mundos intraactuantes. flictos interétnicos e intercomunales.
Ciertamente la “intraactuación” no Estos conflictos, al interior de las co-
es deslindable de la “interactuación”. Entre munidades tradicionales, pueden explicar-
ambas hay una dinámica compleja que se también a partir de la influencia cultural
puede explicar a una y a otra. de prácticas y lenguajes, o mundos, para
Por ejemplo, el encuentro entre ac- decirlo de una manera general, pertene-
tores, relacionados con la concepción de cientes a la concepción de la naturaleza
96
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
como recurso. Son notables los conflictos políticas que, aunque ambiguas, aún pro-
intercomunales por prácticas extractivas curan arraigarse en el nivel operacional a
comerciales que no responden a la norma- través de su inyección en el nivel ideológi-
tividad y a la subjetividad tradicional. Estas co cultural -ahí radica el peligro en su in-
prácticas extractivas son resultantes de pre- fluencia sobre la concepción de espacio de
siones ideológicas provenientes del mundo vida- y en el nivel normativo.
externo. El criterio de desarrollo sostenible
Si seguimos el gráfico, anexo al pre- es, por lo tanto, uno de los referentes de
sente acápite, veremos que existen dos globalización. Es decir, uno de los elemen-
grandes conceptos de desarrollo concomi- tos -correspondientes a una de las corrien-
tantes con cada uno de los mundos con- tes mundiales, puesto que hay varias que
ceptuales (de la naturaleza). Se trata, en el son diferentes y divergentes- que está inter-
caso de la concepción de recurso, de una viniendo en los procesos culturales e ideo-
teoría desarrollada en escenarios intelec- lógicos de las sociedades nacionales y de
tuales, a partir de reflexiones sobre las ac- las sociedades locales.
titudes destructivas y pobremente sustenta- En consecuencia, no se pueden en-
bles de la explotación de los recursos. Jus- tender los conflictos actuales (entre mun-
tamente de esta corriente emergen los con- dos intra e interactuantes) sin hacer refe-
ceptos de gestión relacionados con la ne- rencia a la globalización. Sin duda, las po-
cesidad de introducir la sostenibilidad co- blaciones locales y las comunidades tradi-
mo criterio regulador de la explotación de cionales, en particular, son focos conflicti-
los recursos. Este es hoy en día, el espíritu vos para el proceso de globalización. Lo
de los programas y proyectos entablados y global y lo local son pues dos referentes
estimulados por el Estado, sus agencias e opuestos en términos de valores, imagina-
instituciones no gubernamentales. rios y subjetividades -en nuestro caso, alre-
La particularidad del criterio de de- dedor de los llamados recursos naturales-
sarrollo (humano) sostenible (con equi- en general.
dad), estriba en que corresponde aún a la En el otro mundo, el del concepto
concepción de la naturaleza como una co- del espacio de vida, flota, en las prácticas
sa susceptible de ser poseída, explotada, cotidianas, un criterio de manejo sosteni-
usada e instrumentalizada. La variante es ble alrededor de espacios de vida.
que subraya la necesidad de gestionar la Este criterio se enfrenta, sin embar-
renovación de los recursos a través del ma- go, a la influencia permanente y determi-
nejo sostenible. nante del desarrollo sostenible en base a la
Adicionalmente se trata de un crite- explotación de recursos.
rio emergente de presiones y demandas Esta relación de influencia e inter-
mundiales, que empiezan a traducirse en vención, denota la comunicación asimétri-
97
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
98
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
99
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
100
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
101
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
102
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
mán (TICH), son un ejemplo de ello. Con conflictivo, pero propenso a crear proble-
respecto a los ganaderos, en ambos territo- mas y conflictos.
rios, así como en el Territorio Indígena Par- En algunas regiones existen conflic-
que Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), se tos entre colonos y madereros. En la pro-
presentan este tipo de problemas. vincia Chapare de Cochabamba, se han vi-
Entre campesinos-colonos e indíge- vido, por ejemplo algunos conflictos debi-
nas, existe también un grado de conflicto, do a la explotación de la madera.
debido al proceso de colonización de Entre los colonos y el Estado, la rela-
áreas protegidas y territorios indígenas, lo ción es bastante conflictiva, sobre todo en
que supone la invasión de territorios de la región del Chapare ( zona productora de
uso tradicional indígena. coca) y particularmente en el sur del TIP-
El TIPNIS (ubicado en la frontera en- NIS, debido al factor coca.
tre el departamento de Cochabamba y Be- Entre los madereros y el Estado la re-
ni) es un ejemplo claro de este tipo de con- lación es de comunicación fluida y de re-
flicto. Se trata de un territorio (declarado lativa tensión (debido justamente a la otor-
como Parque Nacional) en el que existe gación de territorios indígenas y la elimina-
una importante presencia de colonos (en la ción de concesiones en ellos). Esta relación
parte sur, en la zona productora de coca, es variable, dependiendo de la coyuntura y
llamada Chapare) productores de coca, de la capacidad de presión de los actores.
que presionan al bosque. El factor coca le Justamente ahora uno de los temas alrede-
ha añadido un componente que hace más dor de los cuales existe presión es la Ley
explosiva aún a la región, en la medida en Forestal.
que los productores están dentro el Territo- El mapa nos muestra que el grado de
rio-Parque, y son objeto de permanente re- tensión es variable. Entre colonos y made-
presión por parte de las Fuerzas Policiales reros existe una relación tensa. Entre ma-
que imponen la reducción de la coca. dereros y Estado, relativamente tensa. Entre
Los grados de tensión manifiestos Estado y colonos la relación es altamente
por los actores son diferentes. Entre made- tensa, con rasgos de crisis.
reros e indígenas existe una relación alta- En el mundo indígena también exis-
mente tensa. Entre el Estado y los indígenas ten conflictos, de carácter interétnico e in-
la relación es por el momento tensa. Fue tercomunal. El tema de la madera y su
altamente tensa durante el proceso de de- aprovechamiento es uno de los detonan-
manda de territorios indígenas. Sin embar- tes. Muchos de estos conflictos se explican
go, la propensión al crecimiento de la ten- por la influencia y presión de los madere-
sión es latente. ros sobre los indígenas (dirigentes, comu-
Entre colonos e indígenas existe narios y comunidades), y justamente por
eventualmente un grado de tensión, no los cambios de patrones de consumo que
103
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
hieren los valores tradicionales de las co- alrededor de las variables Intereses y Nece-
munidades y las predisponen a la división, sidades.
haciendo difícil la consolidación de algu- Ellos plantean que las necesidades
nos territorios. son factores que, en su evolución, crean
El TIM y el TICH son un ejemplo de conflictos, así como también los intereses.
ello. En estos territorios, existen graves pro- Consideran que la evolución de las necesi-
blemas debido a la venta de madera por dades se da de la siguiente manera: Las ne-
parte de comunarios y dirigentes, lo que cesidades son parte de la vida, y cuando
está repercutiendo sobre sus organizacio- éstas se presentan y no son resueltas, se
nes. transforman en problemas. Cuando los
Otro conflicto interesante (entre va- problemas no son resueltos, se transforman
rios) es el que existe en el Río Chapare (al en conflictos. Y, finalmente, cuando los
norte de la provincia del mismo nombre), a conflictos no son resueltos, se transforman
lo largo del cual se han asentado los Yura- en crisis.
carés. Este grupo étnico, ha estado ingre- El proceso de resolución de necesi-
sando a otro territorio ubicado hacia el Es- dades, siguen los autores citados, persigue
te, para extraer madera (otra vez la influen- dos pasos: la concertación y el consenso.
cia de presiones externas), en espacios de Estos son los dos niveles de resolución de
uso tradicional de los Yuquis. Aquí se ha las necesidades. Es decir, las necesidades
presentado un conflicto por uso y acceso no se negocian, se concertan o hacen con-
de espacios. sensuales.
A grandes rasgos, este mapa que es- Por su parte, los intereses, en su pro-
boza una parte de los conflictos, puede ceso de resolución, pueden seguir los si-
ayudarnos a entender los reflexiones reali- guientes pasos: negociación, mediación,
zadas en el documento. arbitraje. Los intereses, desde su perspecti-
va, son más difíciles de tratar, en la medi-
VIII. Intereses y necesidades: entre tensión da en que no se pueden consensuar, sino
y resolución sólo negociar.
Por nuestra parte, creemos que el
Julio Quan y Maralise Hood, “con- proceso de evolución de necesidades ha-
flictólogos destacados”, han desarrollado cia la crisis, está construido de una mane-
un interesantísimo trabajo de análisis sobre ra interesante; y que los intereses parecen
teoría de conflictos, el cual aparecerá en seguir también el mismo proceso evoluti-
un libro que editarán próximamente. Va- vo, es decir, hacia problema, conflicto y
mos a permitirnos tomar una parte de sus crisis.
reflexiones para continuar nuestro análisis Con respecto al proceso de resolu-
ción, parece ser que las necesidades en
104
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
105
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
106
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
IX. Formas de manejo y resolución de con- los medios locales comunitarios de resolu-
flictos ción. Esto implica determinar aquellos me-
canismos de manejo de conflictos en las
Las preguntas que nos hacemos los poblaciones locales en base a Diagnósti-
que estamos trabajando en esta línea son cos de Cultura Política Local, ubicando los
generalmente ¿Cómo resolver conflictos? mecanismos democráticos, comunicativos
¿Qué técnicas y mecanismos de resolución y participativos y facilitando sus procesos
utilizamos? de fortalecimiento.
Usualmente nos contestamos usan- Esto bajo una premisa: Facilitar el
do manuales de resolución y dinámicas de fortalecimiento desde abajo y desde aden-
manejo de conflictos que expresan realida- tro2.
des y racionalidades diferentes a las nues-
tras. B ibl io gr a fí a
Nuestra responsabilidad, sin embar-
Rosario León 1994
go, en la medida en que estamos compro-
Desarrollo del IFRI en Bolivia, ponencia, inédito.
metidos con la facilitación del fortaleci-
miento de capacidades locales, debería ser Julio Quan y Maralise Hood 1995
aprehender la lógica de los procesos con- Derechos Legales y Forestería Comunitaria, ponen-
cia, inédito. Apuntes de sus conferencias.
flictivos de nuestras sociedades; y en parti-
cular, en nuestro caso, las que giran alrede- Lauren Umans 1993
dor de los llamados recursos naturales. Analysis and Typology of Indigenous Forest Manage-
Asumiendo que la lógica de estos procesos ment in the Humid Tropics of Asia, ed: IKC-NBLC.
dibuja una cultura política.
Carlos Brenes 1995
Existen mecanismos de resolución Guía Metodológica para los Diagnósticos Comunita-
formales, oficiales, comunitarios y tradi- rios sobre Cultura de Paz y Democracia, Universidad
cionales, a los que recurren los actores pa- para la Paz, Costa Rica.
ra manejar y resolver sus problemas. Estos
Guillermo Hoyos s/f.
mecanismos varían dependiendo de las Herramientas Filosóficas de Conocimiento para la
necesidades o intereses implicados en el Comprensión y el Manejo de Conflictos, Universidad
tema. Nacional de Colombia, Departamento de Filosofía.
Los mecanismos pueden ser familia-
No t as
res, comunales, locales, institucionales, ju-
rídicos, etc. Hay, sin duda, un nivel de
1 Rosario León ha trabajado de manera brillan-
elección de éstos en las poblaciones de te el tema de la intervención a partir del aná-
acuerdo a la particularidades presentes. lisis de la participación. Sugiere que las po-
Fortalecer las capacidades locales blaciones locales generan sus propias lógicas
de participación, como parte de sus propios
tiene que ver seguramente con fortalecer
procesos societales, y que las lógicas de par-
107
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
108
Territorialidad de pueblos indígenas de las
tierras bajas de Bolivia y el marco
conceptual de la resolución de conflictos
según Peter Wallensteen
109
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
110
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
A fines del año 1986 el Bosque de lares -de tal manera que fuera com-
Chimanes cambia su situación legal: de re- prensible para empresarios y otros-
serva de inmovilización, 579 Ha pasan a creencias religiosas que dado el
ser declaradas como bosque de produc- contexto provocarían burla más que
ción permanente, lo cual lo habilita para entendimiento? (ob.cit. 15).
que empresas madereras privadas tengan
acceso al aprovechamiento del mismo b) La presencia gravitante de intere-
(Lehm 1993: 6). ses económicos.
El inicio de las operaciones foresta- El bosque de Chimanes tiene (¿tu-
les, fuera de toda norma de sostenibilidad, vo?) importantes cantidades de una
significó una alteración negativa para el de las especies maderables más pre-
desarrollo del sistema productivo e ideoló- ciada del mundo: la mara (o caoba).
gico de los indígenas, ocasionando inme- Los empresarios privados jamás es-
diatamente la protesta de éstos, la que se tuvieron dispuestos a renunciar a la
plasma en un documento que demandaba disponibilidad de este valioso recur-
territorio propio para los indígenas y la sa- so. De otro lado, las instancias re-
lida de las empresas madereras. gionales de la sociedad civil, como
A partir de ese momento se efectúan por ejemplo, el Comité Cívico del
una serie de acontecimientos (negociacio- Beni, también se manifestaron con-
nes) que expresan algunos elementos cons- trarios a la dotación de territorio a
tantes: los indígenas, por cuanto ello impli-
caría una reducción del 11% de los
a) La dificultad para que los repre- ingresos del departamento sobre la
sentantes de las instituciones occi- extracción forestal.
dentales (madereros, comités cívi-
cos, personeros del gobierno, etc.) c) Intentos de debilitar/dividir la or-
comprendan las necesidades que ganización y demanda indígena e
obligan a las organizaciones indíge- incumplimiento de los compromisos
nas a reivindicar el territorio propio. asumidos por sectores (instituciones
Si bien el hecho de sentarse en una y gobierno) de la sociedad occiden-
mesa a negociar significaba un tal.
avance en el reconocimiento mu- Se formaron comisiones intersecto-
tuo, se ponían en evidencia los pro- riales que debían atender el proble-
blemas de comunicación entre dos ma; sin embargo, nunca efectuaron
mundos culturalmente distintos y el trabajo. Con claro afán de dividir
ubicados en posiciones desiguales. el movimiento indígena, se formuló
¿Cómo transmitir en términos secu- otra demanda territorial del pueblo
111
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
Chimán, que se superponía a la de- del Beni) hasta la ciudad de La Paz, sede
manda inicial. Esta última fue in- del gobierno de Bolivia.
fluenciada por la misión Nuevas Tri- Esta movilización que duró 34 días,
bus, que siempre estuvo a favor de entre agosto y septiembre de 1990, fue de-
los intereses de la empresa privada. nominada “Marcha por el Territorio y la
Se violó una resolución suprema Dignidad”. Anteriormente, en 1989 se
que, surgida de las gestiones de las convocó a otra movilización similar deno-
organizaciones indígenas, identifi- minada “Marcha por el Derecho al Territo-
caba la necesidad del “reconoci- rio y la Vida”; sin embargo, esta última no
miento, asignación y tenencia de se llegó a ejecutar, debido a que el Gobier-
áreas territoriales en favor de los no había dictado Estado de Sitio por con-
grupos selvícolas y comunidades flictos con otros sectores (ob.cit. 21).
del Oriente y la Amazonia bolivia- Se debe notar aquí que la nomina-
na”. Tal resolución prohibía la otor- ción de ambas movilizaciones habla no so-
gación de derechos a terceros en el lamente del territorio, sino también del re-
área demandada por los indígenas, conocimiento que debe haber hacia su
hasta que la situación fuese solucio- existencia, a la “vida” a la “dignidad”. Am-
nada. Sin embargo, luego de aque- bos conceptos tienen una connotación
llo se otorgaron nuevos permisos de bastante amplia y, por ello, ambigua2.
corte a empresas privadas. (ob.cit. Las respuestas del gobierno a la mo-
26). vilización indígena fueron, a decir de Zu-
lema Lehm (ob.cit. 23), ambiguas. Se ame-
d) Las organizaciones indígenas has- nazó con enviar tropas del ejército para
ta ese momento y en los futuros detener el movimiento. De otro lado, ofre-
acontecimientos, tuvieron como im- cieron camiones del ejército para que los
portantes instrumentos de apoyo a marchistas sean trasladados a La Paz y así
algunas ONGs y otras instituciones evitar las adversidades del clima. A pesar
que cooperaron con ellas en la rea- de ello, las acciones del gobierno eran cla-
lización de investigaciones para la ras en términos de deslegitimar el movi-
formulación y sustentación de sus miento, quebrar la unidad del mismo o,
demandas. cuando menos (como vimos líneas arriba),
restarle fuerza. Lo cual no hacía otra cosa
Al no tener éxito las negociaciones, que favorecer a los intereses privados.
las organizaciones indígenas determinan, El resultado de la marcha fue la emi-
como mecanismo de presión, efectuar a sión de tres Decretos Supremos que reco-
pie un recorrido de más de 600 Kms desde nocían, por primera vez en la historia de
Trinidad (ciudad capital del departamento Bolivia, cuatro territorios indígenas para
112
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
los pueblos Chimán, Mojeño, Movima, Yu- A pesar de los intentos serios por lle-
racaré y Sirionó. Las empresas madereras var a cabo esta inicitativa, la propuesta no
tenían un límite de 3 meses para salir de pudo ejecutarse, entre otras razones por la
sus territorios. presión ejercida por la empresa privada a
Como era de esperarse, la empresa través de la compra de la madera (Balza
privada, representada por la Cámara Fores- 1995: 28).
tal y los sectores que en el proceso se ha- Siempre como consecuencia de la
bían aliado a ésta, como la Federación de histórica marcha, en 1991 se promulgan
Ganaderos del Beni y la Confederación de nuevos decretos que reconocen derechos
Empresarios Privados, expresaron su des- territoriales de los pueblos indígenas Arao-
contento con los decretos. Sin embargo las na, Mosetenes, Chimanes, Yuquis, Chiqui-
protestas fueron aplacadas en la medida tanos y Weenhayek.
que el gobierno declaraba otorgar garan- Esta figura jurídica aparentemente
tías para que los empresarios continuasen resulta muy progresista; sin embargo, en la
sus actividades en la zona (ob.cit. 28). práctica es insuficiente ya que los decretos
Al año siguiente, a pesar de estas supremos no otorgan derecho propietario
medidas de carácter legal, las empresas alguno. Dentro de muchos de los territo-
continuaban con sus actividades. Después, rios indígenas pueden haber propiedades
para acceder al precioso recurso natural, de terceros. Inclusive cualquier Decreto
utilizaron como instrumento la compra de Supremo puede ser derogado.
la madera. En articulación algunos funcio-
narios del gobierno, lograron firmar conve- Otro de los decretos que se emite
nios de venta de madera derribada con al- como consecuencia de la marcha es el que
gunos dirigentes de las organizaciones, en determina la “constitución de una comi-
algunos casos a espaldas de sus comunida- sión para que redacte un proyecto de ley
des de base (ob..cit. 30-31). de los Pueblos Indígenas del Oriente y la
Luego de la marcha, con el apoyo de Amazonía...”
la ONG CIDDEBENI3 los indígenas elabo-
raron un Plan Preliminar de Protección y C) La propuesta de Ley de la Confedera-
Desarrollo del Territorio Indígena Multiét- ción Indígena del Oriente Chaco y Ama-
nico, que tenía por objeto consolidar la zonia de Bolivia (CIDOB)
posesión real y efectiva del territorio a tra-
vés de la ejecución de proyectos de desa- La comisión que debía formular la
rrollo sostenible. Uno de ellos es el proyec- ley para las comunidades indígenas del
to de manejo y aprovechamiento integral Oriente y Amazonia, nunca llegó a sesio-
de los recursos forestales. nar. En consecuencia, aprovechando la co-
yuntura política generada por la Marcha
113
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
sector privado e indígenas, un representan- ticipación formula y aplica sus leyes, afir-
te de la empresa privada argumentó su ex- mando que con éstas soluciona el proble-
posición señalando que mientras el sector ma planteado, sembrando la confusión y la
forestal necesita el bosque para aportar im- desazón en las organizaciones indígenas.
portantes ingresos económicos para el Hasta aquí hemos seguido las líneas
país, por concepto de impuestos y regalías, de reflexión que nos propone el texto de
los indígenas utilizan el bosque sólo para Wallensteen; no obstante, es necesario
criar mosquitos. precisar otros elementos que se presentan
en las situaciones conflictivas con los indí-
E) Acuerdo mutuo sobre principios de re- genas. Estos son: las características de la
ducción y la participación igualitaria organización indígena y la intervención de
otros actores.
Wallensteen indica que “si hay me- Como dijimos al inicio del texto, las
dios disponibles y confiables para el arre- organizaciones indígenas amazónicas po-
glo no violento, las partes muy probable- seen la peculiaridad de tener una lógica
mente los preferirán en lugar de acciones contraria a la acumulación tanto en el as-
militares”(ob.cit 96). pecto económico como de poder. Esto im-
Evidentemente, la ley boliviana en sí plica que su estructura política carece de
misma constituye o establece mecanismos estructuras centralizadas, la única figura
para la resolución de conflictos; sin embar- que posee características de líder es el
go, la pregunta es ¿en qué medida ésta “hombre de prestigio” que para acceder al
puede ser útil si durante toda la vida repu- mismo -entre otras cosas- debe ser un buen
blicana el sector indígena no ha sido reco- redistribuidor de sus bienes y a pesar de
nocido como sujeto de derecho?. ello, no es considerado una autoridad.
¿Cómo puede ser confiable o útil un Aunque en la actualidad son relati-
parámetro legal si en la formulación de és- vamente pocos los pueblos indígenas que
te no han participado de manera real los mantienen estas características4, tampoco
actores indígenas? Si no existe la posibili- se puede afirmar que las mismas hayan de-
dad de argumentar proponer y discutir sus saparecido definitivamente.
demandas?. Por otro lado los asentamientos indí-
La Ley de Participación Popular y la genas que durante los procesos reduccio-
Reforma a la Constitución Política del Esta- nales jesuitas estuvieron concentrados en
do son un claro ejemplo de lo anterior. Los cantidades importantes, con la desestruc-
indígenas exigen derechos territoriales e turación de las misiones en la segunda mi-
igualdad de condiciones con el resto de la tad del siglo XVIII, viveron un proceso de
población, el Estado recibe estas deman- continua dispersión, reproduciendo en ca-
das y sin utilizar mecanismos reales de par-
119
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
da segmento sus características organizati- se puede decir que son absolutamente de-
vas experimentadas en las misiones. terminantes, sí son cuando menos gravi-
En consecuencia se tuvo que esperar tantes en la toma de decisiones de las or-
hasta el presente para que los diferentes ganizaciones indígenas.
pueblos indígenas, con el apoyo de ONGs Las ONGs de apoyo a los indígenas,
identifiquen por un lado la necesidad de por lo general están especializadas en
articularse en torno a una organización áreas determinadas. Unas son especializa-
que a nivel nacional defienda sus derechos das en investigación social y antropológi-
y, por otro lado en tener, a nivel del un ca, otras en aspectos legales, algunas otras
mismo grupo indígena (regional), una or- en la ejecución de proyectos productivos o
ganización similar más pequeña o macro- en el manejo de sistemas geográficos de in-
comunal. formación.
Esto nos expresa que las organiza- Fuera de la Coordinadora de Solida-
ciones indígenas de las tierras bajas de Bo- ridad con los Pueblos Indígenas, que se
livia son bastante recientes y que por su reúne con dificultad pocas veces al año,
“pensamiento político” no existe un rela- no existen esfuerzos serios para efectuar un
cionamiento fluido entre las direcciones y apoyo sistemático acorde a la realidad de
las bases. Este problema se profundiza aún los indígenas. Por un lado los abogados
más cuando alguna organización no tiene probablemente perciben la situación desde
una articulación muy estrecha con las es- un punto de vista extremadamente jurídico
tructuras organizativas tradicionales. y por otro los investigadores sociales traba-
Esta situación ha sido bien aprove- jan desestimando el aporte que puede sig-
chada por la empresa privada, por ejem- nificar tener un panorama de la situación y
plo, en el caso del TIM, para frenar la con- posibilidades legales.
solidación del territorio indígena. El resultado de esto es que se da un
Por otra parte, al momento de efec- apoyo desarticulado e inclusive contradic-
tuar las negociaciones se deberían respetar torio y que, por ser tal, conduce al movi-
los mecanismos de toma de decisiones de miento indígena a cometer errores en su
los pueblos indígenas, lo cual implica una práctica política y en la resolución de sus
dimensión de tiempo y comportamientos a conflictos.
la que el mundo occidental no está acos- Por otra parte, son precisamente las
tumbrado. ONGs quienes tienen el rol de coadyuvar
Finalmente, en los conflictos de te- a eliminar la percepción colonialista que
rritorialidad indígena siempre han estado los diferentes sectores de la sociedad boli-
presentes otros actores, al margen de las viana tienen respecto a la situación de los
partes antagónicas. Los organismos no gu- indígenas.
bernamentales en muchos casos, si bien no
120
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
121
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
No ta s
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Conflictos en forestería comunitaria en
América del Sur
Carlos Villarreal
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
125
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
cala; por el contrario, una comunidad cu- 2 intereses divergentes que compiten
yas necesidades básicas se atienden a tra- por un mismo recurso;
vés de un mercado recurrirá a instrumentos 3 recursos forestales no madereros
productivos y técnicas que le permitan ex- que se reconocen como fuente de ri-
traer del bosque más allá de lo que requie- queza;
re para su subsistencia. 4 uso insostenible de bosques por in-
Sin embargo, estas relaciones nunca tereses comerciales, sin beneficio al-
han sido estáticas y, por el contrario, están guno para las comunidades que vi-
sujetas a cambios cuyas características e ven en el bosque;
intensidad en mucho dependen de facto- 5 falta de legislación que tome en
res de contexto ligados, generalmente, a lo cuenta las preocupaciones comuni-
que se define como “factores estructurales” tarias;
de la sociedad de la cual son parte las co- 6 promoción de políticas técnicamen-
munidades locales. Aquí comienza a apa- te inadecuadas por organismos esta-
recer una de las principales fuentes de con- tales debido a la falta de informa-
flicto y, en general, dentro de la región es- ción;
to ha resultado totalmente evidente duran- 7 concentración de la propiedad del
te las últimas décadas, que ha sido cuando bosque o los derechos a explotar sus
las sociedades y economías nacionales recursos en muy pocas manos;
han trastrocado sus modelos en función de 8 marginación política de comunida-
articularse a un proceso industrializador, des indígenas aisladas;
primero, y actualmente a lo que se define 9 limitada participación de las comu-
como “globalización”. nidades en los procesos de toma de
decisiones que se relacionan con los
D. La forestería y sus conflictos bosques;
10 reubicación forzosa de comunida-
En el documento de trabajo “El pa- des por causa de la compra de terre-
pel del manejo alternativo de los conflictos nos para parques nacionales o agri-
en eldesarrollo forestal comunitario”2 se cultura comercial;
recoge en inventario, que aún siendo pre- 11 disputas sobre el manejo de las exis-
liminar, registra veintitrés fuentes de con- tencias de leña;
flictos que resultan frecuentes y hasta co- 12 insuficiencia de la tecnología dispo-
munes en toda Latinoamérica. Incluye las nible en las comunidades para el
siguientes tipologías: manejo forestal;
13 presión del sector privado y gobier-
1 traslape de las concesiones foresta- no sobre las comunidades para lle-
les;
126
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
var a cabo políticas que no convie- ción espontánea y, por el contrario, emer-
nen a sus intereses; gen a partir de procesos económicos, so-
14 falta de información dentro de las ciales, políticos y culturales que se van “fil-
comunidades sobre las opciones de trando” en las comunidades rurales y que
mercadeo; devienen en cambios o imposiciones de
15 falta de acceso a importantes tipos modelos en dos niveles fundamentales: en
de información; las modalidades de uso de los recursos fo-
16 falta de criterios aceptados por co- restales; y, en los objetivos del proceso
mún acuerdo sobre el uso del suelo económico. De ello nos ocuparemos a
u otros recursos naturales; continuación.
17 allanamiento de los derechos tradi-
cionales de las comunidades sobre III. BOSQUES, CAMBIOS Y CONFLICTOS
la tierra en favor de los grupos que
pueden comprarla; se transforman En el transcurso de las últimas déca-
los campesinos en meros ocupantes das, el auge y consolidación de la econo-
de la tierra que fue suya; mía de mercado ha sido particularmente
18 intereses agrícolas frente a los fores- intenso. En este contexto y no por coinci-
tales; dencia, en gran parte de los países de Amé-
19 promoción de la plantación de espe- rica Latina, y particularmente entre los que
cies exóticas frente a las nativas en poseen bosques tropicales, los efectos y
los planes de manejo forestal; conflictos en torno a este recurso ha toma-
20 falta de reconocimiento y respeto do proporciones evidentes.
hacia los conocimientos y culturas Los bosques tropicales dejaron de
locales; ser una fuente de recursos para el sosteni-
21 el rol de los actores, como producto- miento de economías locales y pronto pa-
res y consumidores urbanos, que es- saron a ser el escenario de formas de ex-
tán ubicados fuera de los límites de plotación a escala para satisfacer las de-
la comunidad; mandas de mercados regionales, naciona-
22 la falta de aporte y perspectiva feme- les e internacionales, en otros términos,
ninos sobre el uso de los recursos; pasaron a ser objeto de una economía de
23 conflictos entre grupos étnicos, a mercado.
menudo dentro de una misma co- Este cambio ha sido el resultado de
munidad. una compleja gama de factores; pero, a su
vez, es la fuente de amplia variedad de
Revisando este amplio conjunto de conflictos, como los enunciados en el títu-
formas de conflictos en la forestería se pue- lo anterior. Es un tránsito que ha llevado
de prever que éstas no surgen por genera- otros actores hacia al bosque a compartir y
127
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
128
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
129
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
nos, especialmente indígenas, atados a los reas, representaban -en 1987- el 55% de
terratenientes a través de una gama de me- todas las propiedades agrícolas que, en su
canismos serviles. conjunto, cubrían apenas el 5% de la su-
Los propósitos de estos cambios fue- perficie agrícola censada del país; mientras
ron múltiples, aunque los de mayor signifi- que las propiedades de más de 100 hectá-
cación fueron el incremento de la produc- reas representan el 3,6% del total de las
tividad de la relación fuerza laboral/tierra; propiedades y el 50% de la superficie agrí-
la monetarización de la economía, el au- cola.
mento de la demanda agregada mediante En Colombia, el 40% de las familias
el incremento del mercado interno y, en rurales carecen de tierras donde trabajar y
general, la reducción de la pobreza rural. un 24% adicional laboran en tierras degra-
Con la finalidad de conseguir esta dadas.
modificación de la estructura de tenencia En Brasil, el 70% de las familias ru-
de la tierra se dictó en nuestros países, ca- rales carecen de tierras y el 10% adicional
si simultáneamente, un paquete de leyes labora en parcelas virtualmente improduc-
de reforma agraria y de fomento (creci- tivas. Un 70% de las familias rurales brasi-
miento) de la producción. leñas se encuentra en condiciones de po-
Todas estas intenciones chocaron breza, desposeídas y sirviendo de instru-
contra una estructura de poder político mentos para la invasión de bosques para
consolidada por los terratenientes que hi- agricultura y ganadería.
cieron que, finalmente, los cambios en el En todo caso, la perspectiva de afec-
desequilibrio de la propiedad de la tierra tación de la propiedad indujo a los grandes
apenas si fueran perceptibles. La informa- propietarios a optar por un conjunto de es-
ción actual recogida por Centeno3 es una trategias para minimizar el riesgo, todas
confirmación de la inamovilidad de la es- ellas planeadas de manera que se reduzca
tructura de tenencia de la tierra. De acuer- la participación laboral campesina. Los
do a esta fuente: principales mecanismos fueron los siguien-
En Venezuela, según el censo de tes:
1988, el 73% del número de propiedades Mecanización de las actividades
corresponde a parcelas menores a 20 hec- productivas y/o cambio de uso de la tierra
táreas y apenas cubren el 4% de la super- para actividades en las cuales la participa-
ficie agrícola nacional. Como contraste, las ción de mano de obra es más extensiva
parcelas de más de 500 hectáreas, que re- (principalmente ganadería). Esta política
presentan el 3% de las propiedades, ocu- fue ampliamente apoyada a nivel guberna-
paban el 70% de la superficie agrícola. mental a través de incentivos, principal-
Los pequeños propietarios del Ecua- mente crediticios.
dor, con superficies de menos de 5 hectá-
130
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
131
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
III. Una vez en los bosques... erosión que causa el pisoteo de los vacu-
nos pesados y con el lavado y lixiviación
El campesino migrante convertido acelerados de los suelos por su exposición
en colono comienza con la “instalación” a la intemperie, las zonas sujetas a mono-
en tierras sobre las cuales desconoce su ca- cultivos se vuelven más y más improducti-
lidad y potencialidad. Generalmente se en- vas.
cuentra desprovisto de medios técnicos y Lo expuesto explica, lo que muchos
recursos económicos. La fuente inmediata expertos han confirmado, que las granjas
de ingresos es la tala forestal para extraer sometidas a la agricultura extensiva o a la
madera y, al mismo tiempo, para adecuar ganadería sólo rinden por espacio máximo
las tierras para la agricultura de subsisten- de diez años luego de lo cual disminuye
cia; que incluye -sobre todo- cultivos tradi- notablemente la productividad e ingresos,
cionales para el mercado. Obviamente es- obligando a los dueños a talar más bosque.
ta forma de agricultura sobre suelos gene-
ralmente pobres como son la mayoría de IV. Una expectativa frustrada
las zonas tropicales presenta un decai-
miento rápido en producción y obliga a Las zonas de colonización acogie-
transformar cada vez más bosques en áreas ron a toda una masa poblacional empobre-
agrícolas. Las antiguas áreas agrícolas se cida que buscaba mejorar sus condiciones
convierten -a su vez- en potreros que, ade- de origen; sin embargo, pronto se encarga-
más de no ofrecer una solución satisfacto- ron de frustrar sus expectativas. Las condi-
ria para las necesidades campesinas, ace- ciones de vida no han variado sustancial-
leran el desequilibrio ecológico general mente y toda esta gente ha encontrado tan-
del área. tas o más dificultades que las que dejaron
La introducción del monocultivo en los lugares de los que fueron expulsa-
significa la imposición de un sistema extre- dos.
madamente simplificado sobre extensos Los indicadores sobre las condicio-
trechos de terreno. Representa la creación nes de vida de la población amazónica,
de un verdadero semi desierto biológico en por ejemplo, así lo confirman y, con fines
donde se presentan tan sólo unas pocas es- ilustrativos, mostramos los siguientes casos
pecies de plantas y animales dentro de un nacionales:
medio que requiere, para ser productivo y En Brasil, la mortalidad infantil es de
libre de plagas y enfermedades_, una co- 75 por cada 1000 nacidos vivos y la tasa
munidad mixta de cientos de especies in- de desnutrición es de 31% en menores de
terdependientes entre sí. A lo largo de los 12 años. El analfabetismo y déficit de esco-
años, con la disminución del aprovisiona- larización representa 29 y 28%. El déficit
miento orgánico, con la compactación y
132
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
de vivienda es de 37% y los servicios bási- social que toma la forma, principalmente,
cos llegan sólo al 18% de esta población. de profundos impactos en el medio natu-
En Colombia, el 62% de la pobla- ral.
ción amazónica se encuentra con necesi- En efecto, la explotación industrial a
dades básicas insatisfechas (NBI) y el 29% escala, ha demostrado ser altamente inefi-
está en la miseria. Para los colonos disper- ciente desde el punto de vista de la conser-
sos la situación es más grave: el 82% se en- vación ambiental y, desde la perspectiva
cuentra con NBI y el 44% está en la mise- económica, es un proceso productivo con
ria. Los niveles de escolaridad son bajos y muchas dificultades. El problema de fondo
las tasas de analfabetismo son superiores a radica en el carácter excesivamente des-
la nacional. En salud la mortalidad infantil tructivo que, sobre los ecosistemas tropica-
y la desnutrición son altas, abundando en- les, provocan el tipo de procesos técnicos
fermedades como la malaria, las diarreas, y tecnológicos aplicados para este propósi-
respiratorias agudas y la leishmaniaosis. to.
De lo expuesto, la conclusión gene- El análisis de los datos existentes
ral es que el campesino migrante se en- muestra que hasta un 55% del bosque que
cuentra atrapado dentro de lo podríamos se tala comercialmente acaba deforestado.
denominar como “círculo vicioso de la Es, sin embargo, más alarmante el caso de
destrucción forestal y de pobreza”, es de- la explotación de los bosques tropicales
cir, de conflictos socioambientales ecuatorianos en donde se ha constatado
que el 70% de cada hectárea sujeta a la ac-
B. Industria forestal y conflictos ción de la maquinaria pesada queda tan
profundamente afectado (removidos los
El empresario forestal es el otro ac- suelos y destruida la vegetación residual)
tor presente en los bosques con el auge de que su rehabilitación resulta poco proba-
la economía de mercado. El ha llegado ble.
motivado por el interés de obtener lucro en
el menor plazo y con los menores costos Además, del diagnóstico de los pro-
económicos posibles. Ha llegado también cesos industriales de extracción de la ma-
con la idea de que los bosques se encuen- dera de los bosques tropicales de la región
tran deshabitados y de que los efectos que queda en evidencia que, de manera gene-
se pueden producir en éstos es algo que ral, los problemas de la explotación son si-
apenas se deberá tomar en cuenta. milares confirmando la persistencia de
Ha llegado acompañado de una tec- conflictos como los que se presentan a
nología que arroja, como saldo final, pro- continuación:
cesos productivos cuya relación costo-be-
neficio se inclina hacia un excesivo costo
133
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
134
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
135
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
remos brevemente los aspectos básicos de sujeción a una ética económica particular;
esta economía: la dispersión y movilidad de la población,
entre otros.
I. Principios básicos de la economía indí- La subsistencia.- Que se define co-
gena tradicional mo la práctica cotidiana para satisfacer,
dentro de la unidad productiva local, sus
Referirnos a los fundamentos sobre necesidades materiales básicas: alimenta-
los cuales se apoya la economía indígena ción, salud y vivienda. Para ello, la genera-
tradicional significa procurar comprender lidad de los pueblos indígenas de los bos-
una visión diferente del mundo y hasta ex- ques tropicales combinan una gama de ac-
traña para quienes no participan de la cul- tividades: agricultura de roza y quema, ca-
tura indígena. Esos son los pilares que han za, pesca, recolección; y, manufacturas
mantenido a los pueblos indígenas a lo lar- domésticas.
go de la historia, de manera que es necesa- La importancia que cada una de es-
rio conocerlos. tas actividades mantiene dentro de la eco-
Según la visión tradicional del indí- nomía interna depende de factores como
gena respecto al medio ambiente y su ma- la disponibilidad de recursos naturales, la
nejo, todos los componentes del ecosiste- tradición cultural y las formas de vincula-
ma tienen vida animada y exigen respeto. ción con la economía de mercado.
El ecosistema es integral, cada componen- La reciprocidad en las relaciones del
te mantiene una relación equilibrada con intercambio inter-comunitario.- El inter-
los demás componentes. Las relaciones en- cambio de productos en la sociedad indí-
tre todos estos elementos vivos se basa en gena tradicional no es comercial; y, por el
el principio de la reciprocidad: no se pue- contrario, se da en el marco de las obliga-
de tomar del ecosistema sin devolver algo; ciones recíprocas que se generan a partir
siempre se está endeudado con el ecosiste- de las relaciones sociales.
ma y el hombre es parte integral de éste, y La ética económica.- Cada uno de
por tanto debe ciudar mucho el equilibrio los pueblos indígenas ha desarrollado una
de poderes y deudas. ética que regula la economía de subsisten-
Asociados con esta cosmovisión, la cia. Esta ética norma la relación entre el in-
economía tradicional ha desarrollado algu- dígena y el medio ambiente, el uso y ma-
nos principios básicos que rigen las rela- nejo de los recursos naturales, las relacio-
ciones de producción que la hacen dife- nes sociales de producción, distribución e
rente de la economía de mercado, tales co- intercambio, tanto de recursos para la pro-
mo: la orientación hacia el autoconsumo ducción como los productos para el consu-
(subsistencia), la reciprocidad en las rela- mo interno. Esta ética está compuesta por
ciones del intercambio intercomunitario; la
136
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
valores, normas y modales cuyo elemento global y por lo tanto han creado necesida-
central es el principio de reciprocidad. des que no se pueden satisfacer dentro de
Por otra parte, resulta evidente que su sistema de subsistencia. Para poder sa-
los pueblos no han desarrollado una ética tisfacer estas necesidades deben desarro-
de manejo de dinero, ni de recursos, ni de llar actividades generadoras de ingresos
relaciones laborales frente al mercado. Es- monetarios. En aquellos lugares donde los
te hecho lleva a mucha confusión y/o con- indígenas han sido despojados de sus terri-
tradicción en el comportamiento social en torios o han quedado reducidos en espa-
relación con el dinero. En algunos casos, cios muy pequeños, (ejemplo: la región
tratan de imponer la ética de subsistencia multiétnica del departamento de Pando en
para ordenar las relaciones en torno al Bolivia, las comunidades Quichuas y
mercado; en otros casos imitan el compor- Shuaras de la Amazonia ecuatoriana), las
tamiento de los patrones, misiones, colo- estrategias tradicionales de subsistencia no
nos, madereros y otros actores que les ro- se pueden seguir, y aun para abastecerse
dean, que a menudo contradice la ética de de alimentos deben participar en una eco-
subsistencia propia. nomía de mercado como jornaleros u otra
Dispersión y movilidad de la pobla- actividad análoga.
ción.- Hasta hace poco, en la mayor parte En todo caso, para proyectar lo que
de los pueblos indígenas de los bosques podría suceder entre las comunidades indí-
tropicales, se constataba la existencia de genas involucradas en esta situación, cabe
un amplio rango de patrones de asenta- recordar que son varios los casos de comu-
miento aunque, en general, en mayor o nidades indígenas que se han visto “trans-
menor medida, éstos se han caracterizado formadas” en comunidades con rasgos so-
por ser de tipo disperso. bresalientemente campesinos. Son aque-
La dispersión en los patrones de llas que no tuvieron la opción de disponer
ocupación del espacio está asociada al sis- de alternativas que, en el marco de su eco-
tema de aplicación de las estrategias de nomía indígena tradicional, les permitieran
acuerdo con las variaciones ecológicas y, enfrentar la influencia sistemática de la
para ello, se requiere de una frecuente mo- economía de mercado.
vilidad que permite un uso extendido y di- Entre estas comunidades la econo-
versificado de los recursos naturales. mía indígena tradicional simplemente re-
trocedió y fue ocupada por nuevos patro-
II. En el mercado comenzaron los cambios nes productivos. Se dio una erosión de los
y los conflictos conocimientos y la diversidad de estrate-
gias y productos utilizados necesarios para
Los pueblos indígenas llevan una mantener vigorosa la práctica de subsisten-
larga historia de contacto con la sociedad cia.
137
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
138
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
sin embargo tienen un fuerte y decisivo im- LANDAZURI H. & JIJON C. 1988
pacto sobre lo forestal. En este sentido la El Medio Ambiente en el Ecuador ILDIS. Quito.
CONADE-CIESE-ILDIS 1982
Políticas y Procesos de Colonización, Quito.
LANDARURI H. 1987
“El Ecosistema Natural Amazónico”, en HOMBRE Y
MEDIO AMBIENTE No. 2, Ed. Abya-Yala, Quito.
139
La dimensión de género en el manejo
alternativo de conflictos socioambientales:
una exploración preliminar1
Susan Poats
141
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
142
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
143
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
144
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
145
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
pecies antiguas, ahora desaparecidas, que ran preferido sembrar árboles frutales, en
utilizaban sus abuelas y que ya no se pue- vez de los maderables, para poder ayudar
den encontrar. En otros lugares, las mujeres en la alimentación de su familia, pero sus
han expresado su deseo por árboles sim- preferencias y necesidades no fueron con-
plemente porque son bonitos. Estos deseos sideradas en el diseño del proyecto del vi-
también coinciden con los roles que llevan vero. Por no responder a sus intereses, las
las mujeres en sus actividades productivas mujeres dejan de aportar su mano de obra
y reproductivas o con los espacios que al vivero, y el proyecto, literalmente, mue-
ellas frecuentan mayormente. re.
Enfrentados con estas diferencias,
los agentes que promueven los viveros fo- B) Conflictos de género con los agentes de
restales han tenido que acomodar los inte- desarrollo forestal: El caso del Proyecto de
reses de los dos géneros, habitando espa- Desarrollo Forestal Comunitario (DFC) en
cios en los viveros para mayor número de Ecuador
especies y buscando materiales de siembra
de variedades locales. En los casos donde No sólo existen conflictos de género
los agentes sólo han tomado en cuenta las en cuanto a las actividades técnicas de un
preferencias de un género, como las de los proyecto, como las diferencias de género
hombres, han encontrado a veces situacio- en las preferencias por ciertas variedades o
nes de conflicto o incumplimiento en las especies de árboles, o por diferencias rela-
tareas necesarias para sustentar el buen de- cionadas a actividades de proyectos como
sarrollo del vivero. en el establecimiento de viveros forestales.
Christine Pendzich relata un intere- También existen conflictos de género rela-
sante caso hipotético que demuestra lo que cionados a las personas que trabajan con
pueda pasar cuando no se consideran las los proyectos de conservación o desarrollo
diferencias de género en el desarrollo de forestal. Aquí presento un ejemplo de un
un vivero forestal (Pendzich, comunica- conflicto de género que existe en el Pro-
ción personal, 1995). yecto Desarrollo Forestal Campesino-DFC
Los hombres en la comunidad pue- (FAO/INEFAN) en el Ecuador.2
den decidir que quieren producir un cierto El Proyecto DFC es financiado por el
tipo de árbol que es propicio para la cons- Gobierno Holandés a través de FAO e im-
trucción o que tiene un mercado seguro. plementado por un equipo mixto de profe-
Deciden iniciar un proyecto para estable- sionales nacionales e internacionales,
cer un vivero para producir esta variedad. hombres y mujeres, dentro del INEFAN.
Pero en esta comunidad, son las mujeres Como requisito del donante, el proyecto
quienes tienen la responsabilidad de regar tiene un fuerte compromiso con la incor-
las plantas y cuidar el vivero. Ellas hubie- poración de género dentro del campo del
146
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
147
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
munidad, criticándole que él no está con- gias que un proyecto puede considerar pa-
trolando a su mujer cuando ella sale a tra- ra promover la inclusión de género. La po-
bajar fuera de su casa. lítica de promover la participación femeni-
Estos problemas de aceptación co- na para la promoción comunitaria ha cau-
munitaria de las promotoras han causado sado conflictos de género en las comuni-
la salida de algunas promotoras de sus dades, pero tal vez estos mismos conflictos
puestos. Cuando el DFC ha tratado de ex- están promoviendo una consideración lo-
plorar el motivo de la salida, algunas dicen cal sobre posibles cambios en los roles de
al inicio que han salido porque el trabajo las mujeres, que pueden ser, a más largo
les quita demasiado tiempo, pero al inda- tiempo, saludables para la comunidad. Las
gar más, resulta que el motivo principal es promotoras que sobrevivan al conflicto y
el conflicto entre su rol de promotora y su consigan ejercer su trabajo, van a servir de
otro rol de hija o de esposa. modelo para otras mujeres de la comuni-
El DFC está empezando a tratar el dad. También sirven como ejemplos visi-
problema en una serie de talleres con gru- bles de que la mujer sí participa en las ac-
pos de los promotores. Para no enfatizar tividades de conservación, y que sí puede
aún más el problema que sufren las promo- ejercer roles de liderazgo comunitario.
toras, están organizando los talleres alrede- Por otro lado, no debemos confun-
dor de temas más amplios, como el de dir la contratación de mujeres para promo-
“problemas de desarrollo comunitario” toras con la inclusión de una dimensión de
donde se incluyen actividades para tratar género en el DFC. El acto de contratar las
explícitamente los problemas de las pro- mujeres es un resultado del análisis de gé-
motoras. Utilizan los métodos de las tarje- nero aplicado al campo del desarrollo fo-
tas para crear árboles de problemas y pro- restal comunitario, que ha revelado la ne-
mover discusiones sobre alternativas de so- cesidad de mejorar la comunicación direc-
lución. Aunque el DFC procura siempre ta con mujeres en el campo y el reconoci-
bajar las tensiones, reconocen también miento de que en la sociedad andina, la
que la aceptación de un rol nuevo a nivel comunicación “mujer a mujer” puede te-
de las comunidades, como es el de la pro- ner efectos mejores que la comunicación
motora, va a llevar un buen tiempo. La ne- de “hombre promotor hacia mujeres de la
cesidad del DFC en este momento es la de comunidad”. Esto no quiere decir que no
reconocer el problema abiertamente, apo- existan hombres con excelentes destrezas
yar a las promotoras en sus trabajos, y tra- para comunicarse con las mujeres campe-
tar de aliviar, en lo que pueda, las tensio- sinas, sino que esta comunicación necesa-
nes locales. ria para el buen funcionamiento del DFC
El caso de las promotoras del DFC puede ser mejorada con la inclusión explí-
imparte interesantes ideas sobre las estrate- cita de mujeres promotoras. La estrategia
148
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
de las promotoras del DFC va de la mano gráficos pueden ser adecuados sin mucho
con un programa de capacitación en aná- esfuerzo para recoger y analizar informa-
lisis de género y asistencia técnica en el ción sobre diferencias de género en la de-
uso del variable género en las otras activi- finición de un problema, quiénes partici-
dades del DFC. Esta combinación de estra- pan en un conflicto y quiénes son afecta-
tegias es una buena lección para otros pro- dos por éste. Lo esencial en esta fase diag-
yectos similares. nóstico es adicionar la palabra ¿quién? a
cada nueva pregunta de investigación. Su-
VI. ¿Cómo incluir género como una varia- giero que las herramientas analíticas, co-
ble en la resolución de conflictos socioam- mo el acceso y control, análisis de prefe-
bientales? Algunas sugerencias rencias, análisis de condición y posición
y oportunidades ante cualquier solución de un conflicto, y
el análisis de los interesados con la óptica
Queda en frente de nosotros un tra- de género, serán las más útiles para aplicar
bajo bastante grande para determinar las en esta fase. Es importante recordar que el
mejores avenidas para la inclusión de gé- análisis de género no tiene que ser hecho
nero en el campo del manejo de conflictos únicamente por personas profesionales es-
socio-ambientales. Sin embargo, es posible pecializadas. Miembros de la comunidad
sugerir algunas áreas inmediatas que po- misma pueden ser involucrados en las ac-
drían beneficiar si bien en una considera- tividades de diagnosis y análisis.
ción, aun parcial, la variable género.
B) La inclusión de género en la organiza-
A) La inclusión de género en los diagnósti- ción de reuniones formales en comunida-
cos del conflicto en la fase de pre-negocia- des en la fase de negociación
ción
Otra área importante del manejo de
El área más propicia para iniciar la conflictos para la inclusión de la dimen-
inclusión de la perspectiva y metodología sión de género es el de la organización
del análisis de género es en la fase de pre- (“setup”) de las reuniones formales para
negociación. Una parte importante de esta discutir el conflicto. Hay varias cosas que
fase es la definición del conflicto y la de- pueden hacer los/las mediadores para pro-
terminación de los actores en el conflicto y mover una participación más equitativa de
los interesados. El análisis de género puede las mujeres y los hombres de la comunidad
ser útil para entender cómo se define el en tales reuniones.
conflicto para las mujeres y para los hom- El sitio de la reunión: Se debe esco-
bres, incluyendo también diferencias por ger un sitio donde todos puedan entrar y
edad. Los métodos participativos y etno- sentarse cómodamente. En espacios muy
149
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
chicos, hay una tendencia para las mujeres asistencia con sus responsabilidades case-
de quedarse escuchando desde afuera. En ras.
espacios muy grandes, las mujeres en mu- El arreglo (ubicación de los partici-
chas situaciones se sientan muy lejos de la pantes) en la reunión: Es importante preve-
“acción” y su participación tiende a bajar. nir el arreglo del sitio de la reunión para lo-
Si el sitio de la reunión es un sitio donde grar la participación de todos. Los círculos
normalmente sólo se reúnen los hombres, amplios donde todos pueden ver las caras
las mujeres no se van a sentir cómodas al de los otros es recomendable. A veces es
entrar a él, aunque el evento pueda ser ex- necesario invitar especialmente a las muje-
traordinario. res a sentarse más cerca, o a entrar en el
El día de la reunión: ¿Es un día en el grupo. Si esto es culturalmente difícil, uno
que tanto los hombres como las mujeres puede tratar de incluir distintas agrupacio-
están disponibles para asistir? Con frecuen- nes y actividades en grupos pequeños para
cia, se selecciona un día en el que los acomodar una necesidad de separación
hombres no tienen trabajo, pero no se con- dentro de la participación.
sidera que los trabajos de las mujeres sí Las dinámicas: Es muy útil incluir di-
continúan. A veces es mejor buscar una námicas sociales breves para aliviar tensio-
tarde en el fin de semana cuando no se in- nes y el cansancio durante las reuniones.
terfiere con las tareas de la cocina y el cui- Se pueden aprovechar éstas para bajar ten-
dado de los niños. Hay organizadores de siones de género u organizar momentos
eventos comunitarios que ofrecen comida donde los participantes jueguen roles dis-
para el evento para evitar así que la gente tintos a los normales. Esto ayuda a variar
tenga que salir a comer, y organizan activi- las perspectivas de un conflicto, generar
dades separadas para los niños para permi- distintas opciones de solución, y dejar, a
tir una activa participación de los padres. veces, que personas marginales puedan
La hora y la duración de la reunión: experimentar con roles más céntricos.
En adición a lo arriba expuesto, es impor- El idioma: Es esencial que el idioma
tante considerar cuáles son los horarios del discurso de la reunión sea accesible a
más convenientes para la comunidad y es- todos los participantes. Se debe evitar en lo
tablecer reglas de tiempo de duración. La posible la necesidad de traductores. Tam-
puntualidad es una condición que debe ser bién se debe cuidar el lenguaje de la reu-
aplicada no sólo a la comunidad sino a los nión y asegurar que todos entiendan bien
agentes de afuera. A veces es mejor dividir la “jerga” que puede usarse en una reunión
las reuniones en varias de menor duración, sobre conflictos.
a través de varios días seguidos para que la Los espacios/tiempos de reflexión
gente no se canse tanto y para que las mu- con la familia: Una estrategia que puede
jeres y los hombres puedan combinar la ser útil es la de programar en las reuniones
150
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
151
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
C u a dr o N º 1
Tendencias de Comportamiento de Hombres y Mujeres a la Negociación
MU J ER HOMBRE
cooperativo competitivo
expresivo asertivo
integrativo distributivo
integrativo y situacional individual
contextual aislado
pasivo agresivo
indirecto, relacional directo, lineal
personal despersonalizado
hablar poco hablar mucho
interrrumpido interrumpe
empatía antipatía
armonía conflicto
evitar conflictos confrontar conflictos
escuchar activamente escuchar a distancia
152
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
153
Condiciones necesarias para el manejo de
conflictos socioambientales
155
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
les que intervienen son heterogéneas y sus ser las bases para alterar la correlación de
intereses antagónicos. En caso contrario fuerzas entre los actores al ser entendidos
deberíamos modificar la expresión o -más como procesos de aprendizaje y fortaleci-
bien dicho- ampliarla a “manejo de con- miento de las organizaciones populares.
flictos y disputas socio-ambientales”, con El actor social se constituye como
lo cual también el análisis de las condicio- tal en la medida que representa un interés
nes para hacerlo deberían modificarse, y ocupa una posición en la sociedad, es
pues, aunque sea redundante, no es lo mis- decir que “encarna una idea, una reivindi-
mo aproximarnos al tema si nos referimos cación, un proyecto, una promesa, una de-
a disputas entre iguales que a conflictos nuncia”2 y en función de ellos actúa en el
entre desiguales. escenario social. Un individuo, un grupo,
Las confrontaciones puntuales cau- una comunidad o una institución pueden
sadas por un conflicto ocurren cuando los ser actores sociales y por lo tanto pueden
distintos actores sociales antagónicos se ser parte de un conflicto socioambiental en
colocan frente a frente -de manera real o fi- el momento en que sus intereses sobre de-
gurada- y pugnan por lograr que sus intere- terminado recurso son contradichos por
ses sean aceptados por el otro. En el caso los de otro u otros actores sociales. Los fac-
de los conflictos socioambientales, el inte- tores que intervienen en la constitución de
rés es sobre un determinado recurso natu- los actores sociales son su posición econó-
ral. Ese frente-a-frente tiende en la mayoría mica, su poder político, la cultura a la que
de los casos a ser violento o impositivo por pertenecen y su adscripción a una identi-
parte de los actores que concentran mayor dad3. Es el cruce de estas cuatro variables
poder político o económico, que pertene- el que provoca, por un lado, la diversidad
cen a culturas dominantes o cuyas identi- de actores sociales que intervienen en los
dades han sido hegemonizadas. A pesar de conflictos socioambientales y por otro, la
esta tendencia, hay cada vez más una con- complejidad de la caracterización de sus
ciencia de la necesidad de buscar medios intereses4.
que permitan alcanzar concertaciones o En todo caso, el papel que desempe-
acuerdos particulares sobre el uso de de- ñan los actores confrontados tiene un peso
terminados recursos naturales, aun entre fundamental en la manera en que el con-
actores estructuralmente antagónicos. Este flicto se desarrollará. Por esta razón, en es-
esfuerzo no debe olvidar que todos estos te trabajo se presentarán algunas condicio-
medios deberían procurar disminuir los nes a tener en cuenta en el manejo de con-
riesgos que reviste una confrontación vio- flictos socioambientales desde la perspec-
lenta para los actores menos favorecidos, tiva de los actores sociales que intervienen,
pero que en ningún caso serán soluciones dejando a un lado otro tipo de condiciones
definitivas al conflicto, aunque sí pueden que pueden derivarse de las causas que lo
156
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
157
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
puede ocurrir en una mesa de negociacio- canismos que emplean a la hora de inter-
nes cuando un actor se siente y se repre- venir en los conflictos han sido asumidos
senta a sí mismo como débil frente a uno por las poblaciones rurales como las úni-
que lo mira también como débil. El juego cas instancias válidas a las que recurrir.
de palabras expresa lo difícil de esta situa- Aun en el momento en que surge una dis-
ción. puta en el espacio intracomunitario, se
acude a ellos para que resuelvan sobre la
II. Legitimidad de los medios y de los agen- disputa o al menos “legalicen” la resolu-
tes de la resolución ción tomada. La “autoridad” que represen-
tan les otorga una legitimidad que rebasa
Más allá de las ventajas objetivas los límites de la legalidad. En muchas oca-
que pueden tener las estrategias colabora- siones hemos constatado cómo la solución
tivas en el manejo de conflictos socioam- final de una disputa intracomunal sólo se
bientales, debemos tomar en cuenta la va- alcanza cuando se ha pasado por los me-
loración que los actores más débiles hacen dios oficiales ejecutados por los agentes de
de ellas y la que hacen de las estrategias le- autoridad.
gales o impositivas. En este caso estamos En nuestras acciones de capacita-
tratando también de un aspecto que co- ción a sectores populares sobre el manejo
rresponde al plano del imaginario. alternativo de conflictos y a la hora de im-
Si nos acercamos a la realidad rural pulsar estas estrategias, deberíamos tomar
de América Latina, podemos observar que en cuenta los elementos o referentes más
las autoridades locales que representan a profundos a través de los cuales se constru-
la sociedad nacional (tenientes políticos, ye esa legitimidad de los medios y de los
guardias rurales, párrocos, maestros, ha- agentes que intervienen en la resolución
cendados, caudillos, etc.) gozan de un ele- de conflictos. En muchos casos podremos
vado prestigio al interior de las comunida- descubrir que parte de esos referentes giran
des, más aún si se trata de poblaciones in- en torno al sexo, a la edad, al manejo de la
dígenas; esto tiene mucho que ver con lo expresión oral, al desplazamiento y la ges-
que señalamos antes, es decir, la manera tualidad; son aspectos tan “triviales” los
en que lo perteneciente a la sociedad cul- que pueden revestir de legitimidad a un
turalmente dominante es representada por agente de autoridad y a través de él a la es-
las comunidades dominadas. Estos agentes trategia empleada. Podemos preguntarnos
de autoridad son, además, parte de un teji- también si el cambio de los roles asignados
do de relaciones de dependencia y sumi- a cada género, y que es impulsado sutil o
sión que se ha ido construyendo desde la bruscamente por los agentes de desarrollo,
colonia, pasando por la época de la ha- no infringe las normas culturales que pre-
cienda, hasta nuestros días. Ellos y los me-
158
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
tendemos respetar y hacer respetar con el Pueden aparecer a nuestros ojos (es decir,
uso de estrategias colaborativas. a nuestros filtros culturales) como actos
atentatorios a la dignidad, antidemocráti-
III. Estructura política interna de las comu- cos, autoritarios y hasta “salvajes”. Cabe
nidades locales nuevamente preguntarnos si somos capa-
ces de ser respetuosos solamente con
En el contexto latinoamericano coe- aquello que se asemeja a lo gestado en
xisten sociedades con sistemas políticos di- nuestra cultura o si aun aquellas prácticas
versos; entre ellos muchos que tienen un que contradicen nuestro sistema de valores
modelo altamente jerarquizado en el cual (y estoy hablando como miembro de la
un individuo concentra en sí prestigio, po- cultura hispano hablante latinoamericana)
der y fuerza naturales y sobrenaturales. deben ser respetadas y reconocidas como
Hablamos principalmente de las socieda- válidas y legítimas en el momento de la re-
des de floresta tropical, aunque en el con- solución de un conflicto.
texto andino también encontramos estruc- Sin ir tan lejos, constatamos también
turas de poder sumamente verticales. En que hay una gran diferencia entre un siste-
ellas, por lo tanto, el ejercicio de la autori- ma democrático (propio de las sociedades
dad tiende a ser vertical e impositivo. El originadas en la matriz cultural greco-lati-
mandato de un chamán es algo que no se na) y un sistema consensual (propio de las
puede obviar en el contexto intracomunal sociedades andinas). En principio, la de-
amazónico; la sanción comunal a quien mocracia es exactamente lo opuesto al
provocó un daño grave a otro de sus consenso. La primera implica la renuncia
miembros debe ser imperativamente cum- de todo por parte de algunos, mientras que
plida, como único mecanismo posible pa- el consenso implica la renuncia de algo
ra que el infractor se reincorpore a la vida por parte de todos. Pero, al menos en las
comunal en el contexto andino; el castigo comunidades andinas, esos consensos se
físico, la burla o el ridículo para quienes logran después de poner en acción todo un
alteran la vida comunitaria no son justa- juego de relaciones de reciprocidad, de
mente estrategias colaborativas en el senti- prestigio, de lealtades que poco o nada tie-
do usual (y muchas veces descontextuali- nen que ver con el tema sobre el que se
zado) del término, pero son estrategias ha- pretende alcanzar el consenso.
bituales en las comunidades indígenas del Las decisiones consensuales difícil-
continente. mente pueden ser contradichas o altera-
Todos estos mecanismos correspon- das. Este factor puede ser un aspecto favo-
den a sistemas peculiares de organización rable en el manejo de conflictos socioam-
política y son legítimos para quienes han bientales, pues fortalece la postura comu-
sido modelados en la cultura que los gestó. nitaria; pero también puede ser un impedi-
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
160
Pauta para el manejo de conflictos
del desarrollo local
Una perspectiva metodológica
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
3. La pauta como enfoque colabor ativ o Los conflictos son viejos y hay es-
cuelas para su tratamiento, pero el tema
En la implementación de planes sos- desplazado hacia la sociedad civil es rela-
tenibles de desarrollo local, juega papel tivamente nuevo. En el caso de los países
clave la concertación entre actores. Saber andinos, en los últimos tres años el mane-
tratar con los conflictos, al igual que tener jo de conflictos se está aclimatando a tra-
habilidad para negociar intereses y objeti- vés de la problemática medio ambiental, y
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
164
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
165
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Ordenamiento territorial:
¿Inventario de recursos o inventario de
conflictos?
Resumen Introducción
167
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168
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales..
169
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
de vida, como producto del progreso tec- actualmente en las reformas del Estado y
nológico-industrial y de sus requerimientos los procesos de descentralización.
de consumo. Particularmente se ha venido Paradójicamente, las nuevas opcio-
insistiendo en el cuestionamiento a los mo- nes para el manejo de los recursos natura-
delos de desarrollo más recientes, que han les, se plantean por la vía de la revaloriza-
privilegiado la concentración de pobla- ción ecológica, social y económica de sis-
ción, bienes, servicios, capitales y empleo, temas tradicionales de uso y explotación
en algunos lugares históricamente favore- de los recursos, de probada eficiencia en la
cidos, asumiendo que ello traduce ventajas conservación de los mismos y cuyo funda-
comparativas para el crecimiento econó- mento ha sido el uso múltiple de los recur-
mico, pero que de hecho han significado sos.
una enorme distorsión en la integración te- El uso múltiple de los recursos esta-
rritorial y en la organización de los espa- blece entonces una opción de grandes
cios geográficos. perspectivas por la vía de las complemen-
Los requerimientos de las nuevas taridades ecológicas, sociales y económi-
tecnologías y la importancia de otras esca- cas, y plantea un reto sociopolítico de gran
las de integración, han llevado a plantear trascendencia en la investigación, la cual,
la necesidad que tienen los países posee- a la hora actual, no puede ni debe perma-
dores de un patrimonio ecológico impor- necer como coto cerrado, en nombre de la
tante, de asumir nuevos roles en la econo- especialización necesaria de las ciencias.
mía internacional, en “beneficio de la hu- Es preciso abrirse a la integración de
manidad”. equipos interdisciplinarios y multidiscipli-
Se replantean las opciones del desa- narios, donde los problemas específicos se
rrollo, enfatizando la necesidad de promo- ubiquen dentro de las nuevas perspectivas
ver nuevas formas de manejo de los recur- del desarrollo, no como contraparte de los
sos naturales, que permitan su uso y explo- desarrollos urbano-industriales, sino como
tación, su conservación y una rentabilidad procesos integradores ecológica, social y
económica que responda a las exigencias económicamente necesarios; con un rol de
de las economías de mercado, en el marco capital importancia en el avance de las so-
de las nuevas integraciones que plantean ciedades hacia un mejor y mayor bienes-
los procesos de globalización de la econo- tar, cuyo fundamento se ubica actualmen-
mía mundial. te en el valor que sepamos otorgar a la bio-
Esto que, de hecho, implica cam- diversidad.
bios cualitativos importantes en la división En este orden de ideas, el ordena-
internacional del trabajo, requiere de ade- miento territorial como estrategia para
cuaciones también importantes en la ges- orientar la distribución espacial del desa-
tión político-administrativa representados rrollo, requiere, obviamente, de un conoci-
170
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales..
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales..
173
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
Ma t ri z g e ne ra l d e c o nj u nt o
Unidades político-administrativas
Unidades geomorfológicas
Unidades socioculturales
Unidades hidrográficas
Sistemas ecológicos naturales
Sistemas ecológicos implantados
Sistemas urbano-industriales
Unidades político-administrativas
Centros urbanos
Equipamiento
Servicios
Funciones urbanas
Unidades político-administrativas
Centros urbanos
Equipamiento
Servicios
Funciones urbanas
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales..
M at ri z de c onf l ic t os
Unidades político-administrativas
Conflicto de competencia
Conflicto de uso
Conflicto de valores
Unidades político-administrativas
Sistemas agrícolas
Plantación
Horticultura comercial
Fruticultura comercial
Cultivos anuales mecanizados de ciclo corto
Subsistencia y semi-comercial
Ganadería extensiva
Ganadería semi-intensiva
Ganadería intensiva
Complejos agropecuarios
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales..
los en el contexto global de los sistemas ur- los elementos histórico-culturales, socioe-
bano-rurales, locales, regionales y nacio- conómicos y geopolíticos que definen ese
nales. espacio en sus componentes locales, regio-
nales, nacionales y transnacionales. Es
2. Los planes de ordenamiento que dentro de este contexto donde se sitúan las
se derivan de esta estrategia, son instru- opciones políticas del desarrollo y las alter-
mento para la toma de decisiones, que par- nativas socio-económicas de integración
ticularizan las pautas a seguir en las orien- local, regional y nacional.
taciones de los procesos de desarrollo lo- Definir estas alternativas como op-
cales, regionales y nacionales, pero que al ciones para generar mejores condiciones
mismo tiempo constituyen una estrategia de calidad de vida, es lo que finalmente
para la gestión de los recursos que permite conduce a un proceso de desarrollo equili-
conformar un sistema nacional de gestión brado, que permite armonizar las desigual-
e integración del territorio. dades espaciales y las diferenciaciones ur-
bano-rurales.
3. El plan de ordenamiento, como
expresión material y concreta de una estra- 4. La gestión del territorio implica
tegia política, es un instrumento para la to- entonces, la toma de decisiones para el
ma de decisiones, pero que no se define manejo de los recursos disponibles y la im-
por la vía de la estructuración clásico-con- plementación del plan de ordenamiento
vencional de los planes de desarrollo, en como pauta para orientar el desarrollo. De
su versión diagnosis-prognosis-modelo esta manera, el plan de ordenamiento se
normativo. constituye en el fundamento de esa toma
La formulación de un plan de orde- de decisiones en la medida en que estable-
namiento debe partir de las valoraciones ce una visión global y sistémica de la diná-
del territorio: mica espacial del desarrollo; un cuerpo va-
a.Valoración ecológico-ambiental lorativo de las disponibilidades materiales
b.Valoración sociocultural de ese proceso y las opciones posibles pa-
c.Valoración económica ra reorientarlo.
d.Valoración geopolítica
Estas valoraciones son las que per- 5. La implementación del plan de
miten dimensionar los recursos naturales y ordenamiento conlleva entonces, a la for-
los recursos humanos y explicar la dinámi- mulación de planes de manejo de recur-
ca espacial del desarrollo en su diversas sos, planes globales o sectoriales de desa-
expresiones rurales y urbanas. rrollo, proyectos de equipamiento e in-
Se trata pues, de entender e interpre- fraestructura y planes de inversión, toman-
tar la organización del espacio geográfico,
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales..
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Participación comunitaria
y alternativas ambientales
Augusto Angel
181
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
real a las ventajas del desarrollo. El proble- década de los treinta. Habían sido incluso
ma de la participación está, por tanto, ínti- impulsados por las tendencias desarrollis-
mamente vinculado a la consolidación de tas prevalecientes en los círculos económi-
las democracias reales y no a las intencio- cos y políticos de los países centrales y
nes constitucionales, legales o discursivas ahora esos mismos países querían frenarlos
de las democracias formales. a mitad de carrera. De estas preocupacio-
nes surgió la tendencia media del ambien-
I. Los dilemas ambientales talismo de Estocolmo, que reconocía que
la fuente principal de deterioro ambiental
Por consiguiente, cuando se habla en los países periféricos era la pobreza y
de participación en problemas de medio que, en consecuencia, el desarrollo era in-
ambiente es indispensable dilucidar a qué dispensable para construir un ambiente sa-
tendencia ambientalista se alude. En efec- no.
to, no existe una sola perspectiva para
afrontar los problemas ambientales. En la II. Ambiente y subdesarrollo
Conferencia Internacional de Estocolmo se
plantearon claramente dos posiciones di- Estas ingenuas posiciones de centro
vergentes. Los países industrializados ten- se han visto desmentidas por los hechos. El
dían a comprender el problema ambiental desarrollo no ha traído consigo el anhela-
dentro del ámbito exclusivamente ecológi- do equilibrado, sino que marca cada vez
co o tecnológico. más las tendencias al desequilibrio am-
Se trataba de establecer medidas co- biental insertas en el desarrollo dependien-
rrectivas de tipo técnico a los graves pro- te.
blemas de contaminación y deterioro de Las ciudades de América Latina es-
los recursos que habían sido ocasionados tán superando rápidamente no sólo las
por el propio proceso de desarrollo. Se densidades poblacionales, sino las cotas
planteaba además, por parte de algunos de contaminación de los países centrales.
grupos más radicales dentro de esta ten- El crecimiento urbano no sigue las tenden-
dencia, la necesidad de pasar de una eco- cias clásicas del desarrollo industrial que
nomía abierta a una economía cerrada, to- predominaron en Europa y Estados Unidos
mando en consideración los límites im- durante el surgimiento del capitalismo. Por
puestos al desarrollo por un sistema de re- el contrario es un crecimiento caótico alre-
cursos finitos. dedor de dos ejes fundamentales: la con-
Ante estas tendencias los países del centración del excedente agrario en las
Tercer Mundo vieron amenazados sus es- grandes torres de cristal que adornan los
fuerzos para alcanzar el desarrollo que ha- centros habitacionales y la congestión tu-
bían emprendido con entusiasmo desde la
182
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
183
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
184
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
zación que significa que ese campo del sa- medicina popular, la autoconstrucción, la
ber tiene dueños y no puede ser invadido artesanía, nada de ello reúne las caracterís-
impunemente. Las ciencias se ejercen co- ticas sagradas de la ciencia.
mo batallas de competencia y no campos Dentro de este esquema conceptual
de complementariedad. Cada científico se hace imposible cualquier metodología
pretende llevar en su mochila de conoci- de participación comunitaria. La ciencia se
mientos la receta eficaz y el diagnóstico impone, no se consulta. Está hecha para
certero. imponer modelos de desarrollo preestable-
Por supuesto, de estas visiones par- cidos, no para encontrar alternativas socia-
ciales sólo resultan recetas ineficaces, pero les. Cumple una función social de ascenso
eso poco importa porque el conocimiento que no está vinculada a la solución de los
no está en razón directa con la función so- problemas populares. Está hecha para
cial que se le asigna al profesional. La in- competir, no para articularse en un proce-
vestigación se realiza en otra parte y tiene so de cambio.
que ver muy poco con las necesidades bá- Interdisciplina y participación co-
sicas de la población. Consulta más bien munitaria están íntimamente ligadas. Den-
las necesidades del mercado dirigido por tro del esquema monodisciplinar y reduc-
la propaganda. La universidad es un semi- cionista, no es posible entrar en un contac-
llero de profesionales, no un santuario de to creativo con la comunidad para propi-
la investigación. La escuela, por su parte, ciar alternativas de desarrollo. La transfor-
sirve para modelar los comportamientos de mación de los sistemas naturales está ínti-
sumisión a través de un curriculum oculto mamente ligada a las formas de organiza-
que no está contenido en los libros de tex- ción social y, por lo tanto, la cooperación
to. de las ciencias naturales, tecnológicas y
Frente a la comunidad, el científico sociales es indispensable para encontrar
o el técnico sólo están hechos para impo- propuestas alternativas.
ner modelos o extraer datos. Su instrumen-
to de investigación es la encuesta, no la V. El rol del burócrata y la participación
participación. La ciencia, para poder ser
competitiva se ha tenido que alejar del co- El papel social del burócrata está
nocimiento popular, relegado con Platón también articulado dentro del modelo ac-
al oscuro dominio de la opinión cuando tual en tal forma que difícilmente puede
no de la superstición. El conocimiento actuar como agente de un nuevo desarro-
científico se ha convertido así en un afeite llo. El burócrata es un ejecutor de los pla-
aristocrático, alejado de los vaivenes po- nes, con muy poco poder decisorio sobre
pulares. No tiene por qué mezclarse con la orientación del desarrollo. Ejecuta órde-
las tradiciones folclóricas del pueblo. La nes dentro de un ejército rigurosamente or-
185
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
bará por verse acorralada en la sumisión nía de los países industrializados tiende a
ineficaz o en la rebeldía estéril. la concentración transnacional de la pro-
Para que el conocimiento de la rea- piedad y de este ambiente han venido sur-
lidad no se convierta en frustración, los giendo, desde el tercer informe Club de
métodos de participación comunitaria de- Roma, alusiones a la necesidad de una
berían llevar la exigencia de nuevas formas centralización de la producción y conse-
de desarrollo que permitan a las mismas cuentemente a un control centralizado de
comunidades tener acceso a los recursos y los recursos del planeta.
orientar la producción hacia la satisfacción Por su parte, el oficialismo de los
de las necesidades biológicas y culturales. países tercermundistas sometidos a la he-
Este modelo alternativo es quizás igual- gemonía central del capital va perdiendo
mente la única salida para el estableci- cada vez más iniciativa de una propuesta
miento de un equilibrio entre producción y ambiental. Una vez difuminadas las espe-
sistemas de vida. Coinciden, pues, los pro- ranzas de Estocolmo, estos países se deba-
pósitos de la metodología de participación ten en la actualidad en los pantanos de la
con las alternativas ambientales hacia so- deuda y en las patrióticas utopías de la re-
ciedades más estables. cuperación.
Son los movimientos sociales los
VII. Modelos ambientales alternativos que han venido tomando conciencia de la
necesidad de una sociedad alternativa pa-
En efecto, al parecer la única salida ra evitar tanto el desangre de la violencia
alternativa ambiental viable consiste en la social como el agotamiento de los sistemas
descentralización de la producción. No es, vivos. Los movimientos sociales educados
por supuesto, la única que haya sido pro- tanto en la ideología de la armonía social,
puesta. El ambientalismo político ha for- como los que exigían un cambio revolu-
mulado propuestas que van desde el neo- cionario concebido dentro de la ortodoxia
fascismo ambiental, hasta el regreso puro y marxista no se planteaban una transforma-
simple a las leyes ecosistémicas, tal como ción de los sistemas productivos, sino una
funcionaron antes de la aparición del hom- aceleración del proceso económico cam-
bre. Existe todavía mucha confusión acer- biando o no las relaciones sociales de pro-
ca de las perspectivas políticas del ambien- ducción. El desarrollismo marxista podía
talismo y cada tendencia ha propuesto su coincidir e incluso ir más allá del desarro-
propio modelo, como continuación o co- llismo capitalista en las propuestas del cre-
mo ruptura del presente. cimiento indefinido de las fuerzas produc-
Las diferentes alternativas coinciden tivas. Es ese esquema el que se rompe con
con los intereses sociales contradictorios la aparición de la crisis ambiental.
entre países y clases sociales. La hegemo-
187
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
188
Capítulo I: Reflexiones y Propuestas teórico-conceptuales.
189
Capítulo 2
EXPERIENCIAS Y CASOS
Comunidades rurales en conflicto:
Una fotografía
Rolain Borel
193
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
194
Capítulo II: Experiencias y casos
sacar cualquier producto de una reserva Otro gran grupo de causas de los
forestal, siendo los “subproductos” esen- conflictos en torno a los recursos naturales
ciales para la sobrevivencia de las comuni- es por supuesto la pobreza rural, traducida
dades colindantes, o bien en los casos, en la necesidad de tierras y la sobre explo-
desgraciadamente frecuentes, de la decla- tación de recursos, etc.
ratoria de un área protegida en una zona Los problemas organizaciones apa-
previamente habitada. recen sólo marginalmente en los conflictos
Otras categorías de conflicto se dan estudiados, sea que estos se encuentren a
en relación al impacto ambiental y social la raíz misma, como en el caso, donde la
de las actividades industriales (especial- base de una organización indígena estaba
mente de la prospección petrolera) en terri- opuesta a las ventas de madera de bosques
torios indígenas o bien cuando se produ- comunales llevadas a cabo por sus dirigen-
cen invasiones en áreas protegidas o en te- tes, o bien sea que las organizaciones vean
rritorios indígenas. incrementados sus conflictos internos, co-
mo producto de una situación conflictiva
Causas de los conflictos. externa.
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Capítulo II: Experiencias y casos
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198
Capítulo II: Experiencias y casos
199
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
Bi bl iog r af ía
Upaz,1995.
Manejo de conflictos en recursos natura-
les. Informe de curso. Octubre de 1995
Upaz,1996.
Manejo de conflictos en recursos natura-
les. Informe de curso. Octubre de 1996
Ortíz-T P. 1997.
Guía metodológica de manejo comunita-
rio de conflictos socio-ambientales. FTPP-
FAO (Versión borrador).
Upaz, 1997
Guía metodológica para el análisis y el ma-
nejo de conflictos (Borrador) UPAZ. Junio
de 1997.
200
Casos Yuracarés e Izoceños:
derecho consuetudinario
y recursos naturales
René Orellana
201
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
Estas autoridades, individuales o co- opina que propiedad es una variable que
lectivas, ejercerán roles de dirección, pres- implica uso, gozo y disposición, en tanto
cripción, permisión y sanción. Pero tam- posesión implica uso y gozo.
bién son parte de la institucionalidad de El acceso supone disponibilidad y
gestión del espacio y los recursos natura- facilidad que tienen los miembros de una
les. sociedad para acceder y aprovechar deter-
En resumen, las autoridades tienen minados recursos para satisfacer intereses
atribuciones de decisión, dirección, admi- o necesidades.
nistración, sanción y resolución. Son, por El control alude al poder de admi-
consiguiente, parte del sistema de regula- nistrar o gestionar el espacio y sus recur-
ción de las sociedades. sos. Esta gestión tiene que ver con el uso,
Desde el enfoque de análisis del de- el aprovechamiento y el acceso a los re-
recho, el entramado de autoridades y nor- cursos naturales.
mas constituye la juridicidad indígena. Estas tres dimensiones están regidas
Pero hay un rol importante que lo por un conjunto de normas que facilitan a
vamos a analizar más adelante, se refiere a las sociedades el ordenamiento de su te-
la resolución de conflictos en términos de rritorio.
administración de justicia, es decir, al juz-
gamiento de personas por haber contrave- Recursos y normas: Casos Yuracaré y Gua -
nido normas y a la sanción. Proceso que r an í-Izo ceñ o
corresponde quizás más a un enfoque del
derecho penal, pero que para fines de Vamos a tomar dos grupos étnicos
comprensión de la dinámica comunitaria para desarrollar la relación de recursos y
de resolución de conflictos es importante normas en las dimensiones de tenencia,
puntualizar. acceso y control de recursos naturales.
Subrayaremos de manera resumida
D e r e c h o c o n s u e t u d i n a ri o y r e c u rs os n a t u - los aspectos comunes o relativamente co-
r a l es munes entre ambos grupos en relación a
diferentes recursos, obviando las diferen-
En nuestro análisis, tres elementos cias.
forman parte del conjunto de normas que El pueblo indígena yuracaré se en-
median en la relación de las sociedades cuentra ubicado en el Río Chapare, en la
con los recursos naturales, a saber: tenen- región del Chapare Tropical del departa-
cia, acceso y control. mento de Cochabamba (Bolivia). El pueblo
Vamos a entender tenencia como indígena Izoceño Guaraní, está ubicado
las formas de posesión y propiedad de un en la región chaqueña del Río Parapetí, en
recurso determinado. Henry Escalante,
202
Capítulo II: Experiencias y casos
203
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
karais que desarrollan la caza como de- solver conflictos con foráneos recurriendo
porte. al derecho oficial y sus instituciones.
En el caso de yuracaré, la presencia En los bosques comunales, el aceso
de asociaciones comerciales de pescado- a los árboles está restringido a los miem-
res que realizan pesca indiscriminada en bros de la comunidad. Los comunarios
grandes cantidades, sin respetar las épocas marcan los árboles con sus iniciales, es-
de veda y usando dinamita (prohibida por tampando así un derecho de propiedad so-
normas legales vigentes), los ha obligado a bre éstos. Esta práctica es legítima y forma
recurrir a las autoridades oficiales buscan- parte de la tenencia de árboles madera-
do control sobre el recurso en la medida bles. Sin embargo -aquí viene una prohibi-
en que sus autoridades comunales no son ción- personas de otras comunidades están
reconocidas por las foráneas al grupo étni- vetadas de acceso a manchas de madera
co y por tanto sus normas no funcionan en que no sean de su comunidad.
la resolución de conflictos. He aquí un ca- Existen áreas de explotación colec-
so de resolución de conflictos en el que el tiva, en las que no se distingue a los miem-
grupo étnico recurre al derecho oficial y bros de las comunidades. Estas están ubi-
sus instituciones para intermediar en sus cadas, en el territorio yuracarés, monte
relaciones interétnicas. adentro, lejos de la ribera, por tanto de los
La caza en el monte no tiene restric- territorios comunales.
ción, en el caso de los yuracarés, pero es Un componente fundamental para
mal vista cuando se trata de ajenos. entender el control del espacio y sus recur-
Los bosques ubicados en los territo- sos es el Territorio. Todas las comunidades,
rios comunales son propiedad de éstos; en los casos señalados, tienen territorios,
por tanto son controlados por las autorida- es decir, jurisdicciones conocidas y reco-
des comunales. Existen comunidades yu- nocidas. La delimitación es hecha a través
racarés que definen ciertas manchas de de mojones o el uso de otros referentes co-
madera como reservas, de modo que pue- mo chacos. También existen límites natu-
dan ser explotadas cuando los árboles al- rales. Diferentes comunidades miembros
cancen el fuste adecuado. En este grupo, de un mismo grupo étnico configuran en-
se ha creado una asociación maderera de tonces diferentes construcciones territoria-
yuracarés a fin de facilitar el relaciona- les.
miento con otras asociaciones comerciales Por otra parte existe el Territorio
que explotan madera en la región, dispu- Grande, o sea, aquel que aglutina a todas
tándola con los yuracarés. las comunidades. Se trata de otro espacio
Aquí observamos la presencia de de gestión, por tanto de normas de control,
otra autoridad, que busca el reconoci- de acceso y tenencia sobre diferentes re-
miento de su personería jurídica para re- cursos.
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Capítulo II: Experiencias y casos
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo II: Experiencias y casos
des con las que diariamente tienen que re- las comunidades indígenas son pues parte
lacionarse. de la dinámica de cambio de este período
Hay pues niveles, momentos y cir- histórico.
cunstancias en los que el derecho oficial y
el consuetudinario se cruzan en las prácti- E l r ol de l e sc r i to e n e l de r e ch o co ns ue tu -
cas de acceso y control de los recursos na- d i n a ri o
turales por parte de poblaciones locales.
En ciertas ocasiones, dependiendo Una de las manifestaciones de las
de los actores con que se lidien, las comu- transformaciones y metamorfosis mencio-
nidades se ven obligadas a elegir entre la nadas en el acápite anterior es la impor-
normatividad comunitaria o la oficial, op- tancia cada vez más grande del registro
tando a veces por la última. Ya vimos esta como práctica en la resolución de conflic-
situación cuando referimos a los yuracarés tos y en la construcción de normas.
y su asociación maderera o de los proble- Existe una tendencia a escribir las
mas que tienen con las asociaciones co- normas, lo que no quiere decir positivarlas
merciales de pesca. y a registrar los procesos y procedimientos
Existe, por otra parte, una notable de resolución de conflictos.
inquietud en las comunidades indígenas, El Acta, por ejemplo tiene una im-
por conocer ciertas normas positivas que portancia fundamental en el ejercicio de
están relacionadas con sus problemas coti- las funciones judiciales y políticas. Ade-
dianos; por ejemplo, existen demandas de más, este elemento forma parte del ritual
documentos sobre legislación forestal, mi- de resolución, legitimándolo.
nera, agraria, civil y penal. Esto es muy Se suelen registrar denuncias, inves-
evidente en los casos yuracaré, guaraní y tigaciones, declaraciones, sentencias, etc.
en otros de Bolivia. Adicionalmente, las autoridades comuna-
Incluso, cuando se llega a adquirir les ofician de “notarios” -sin ningún valor
estos documentos, se dan casos en que legal, pero con una gran legitimidad- en
ciertas normas positivas son adoptadas en casos de transacciones, compromisos de
detrimento de otras tradicionales. Las au- pago, multas, registro de bienes, reconci-
toridades judiciales, en las comunidades liaciones matrimoniales, etc., etc.
indígenas, suelen desarrollar estas prácti- Entre los izoceños, es común que
cas para resolver casos en los que no sa- un comunario karai o guaraní, haga regis-
ben cómo obrar o qué sentencia emitir, o trar, en un documento hecho por el corre-
no están seguras si sus edecisiones trans- gidor la cantidad de ganado que tiene y su
greden el derecho oficial. marca, de modo que cuando le roben al-
Esta preocupación por la legalidad guna vaca tenga dicho documento como
o ilegalidad de las decisiones tomadas por prueba de la cantidad de ganado que tenía
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo II: Experiencias y casos
N ot a s
209
Del otro lado de la luna:
litigios y pleitos
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo II: Experiencias y Casos
mano de obra o cedía sus recursos natura- artículo 4 declaraba que : “todos los indí-
les2. genas son dueños con pleno y absoluto do-
minio, de los lotes de terrenos que cultiva-
B) Período de 1900 hasta nuestros días ren; es extensiva esta gracia a todos los
ciudadanos del Perú que se dedicaren a
Durante este siglo3 en relación al te- poblar y cultivar”; esto también se hizo ex-
ma que venimos tratando : manejo de con- tensivo a los extranjeros. En otro momento
flictos, un espacio de resolución de los tenemos que se dispone que “para desig-
mismos lo tenemos en el caso de los fun- nar jueces y agentes fiscales en las provin-
dos, que jugaron un rol importante en la cias donde predomine población indígena
vida social amazónica4, se menciona por se dará prioridad a los postulantes que ha-
algunos autores como el período de la eco- blen el idioma autóctono”, Ley No. 10236
nomía fundaria ( 1920 - 1940). El régimen del 6 de septiembre de 1945. Es decir, las
político-social fundario era un ghetto en el relaciones y situaciones con los pueblos
cual el Estado peruano no se inmiscuía, indígenas han sido de acercamientos y ale-
parecía un territorio aparte, gozaba de ex- jamientos, como el considerando 3 de la
traterritorialidad5. Los dueños de los fun- Ley del 24 de mayo de 1845 que estable-
dos inclusive castigaban y resolvían con- cía que la Nación “tiene el deber de prote-
flictos a su discreción; se tiene testimonio ger la civilización de los salvajes existentes
de castigos con cepo, donde el dueño del en sus montañas”7. No se ha estudiado
fundo en sus relaciones laborales ejercía con profundidad todavía lo relacionado a
un rol omnipresente. los derechos en conflictos sobre la propie-
En estos pasos de ocupación de la dad entre los pueblos indígenas y los colo-
Amazonia por el Estado, recién durante los nos, como tampoco los espacios de resolu-
años de 1940 - 1960 se percibe la existen- ción de conflictos fuera del circuito oficial
cia de la población indígena que se veía en la floresta peruana.
fuertemente afectada por el proceso de co- En este proceso de contiendas sobre
lonización y comenzaba a hacer llegar sus tierras tenemos al Decreto Supremo del 11
reclamos directamente o a través de las mi- de marzo de 1910, Reglamento de la Ley
siones6. A lo largo de la historia republica- General de Tierras de Montaña, artículo 65
na el Estado peruano ha tenido acerca- donde se establecía que delegaban las fun-
mientos, alejamientos y tensiones con los ciones de resolver conflictos de tierras a
pueblos indígenas que moraban y moran la los prefectos, es decir, a la autoridad polí-
floresta; así por ejemplo tenemos que la tica. Del mismo modo establecía el Decre-
Ley del 24 de mayo de 1845 prescribe co- to Supremo del 1 de abril de 1910. Pero el
mo dueños absolutos a los indígenas y legislador en lo referente a los terrenos de
otros que cultivan tierras de montaña, el montaña en este período tuvo diferentes
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
criterios, exempli gratia, el Decreto Supre- Legislativa No. 13467 el Perú ratificó el
mo del 12 de mayo de 1911 prescribía evi- Convenio 107, sobre protección e integra-
tar que se dieran los latifundios. En este ción de las poblaciones indígenas y triba-
mismo sentido tenemos que por Decreto les.
Supremo del 28 de marzo de 1924 se regu- Así, la Ley de Comunidades Nativas
la evitar la explotación clandestina de te- y de Promoción Agropecuaria de Regiones
rrenos de montaña, y de otro lado el mis- de Selva y Ceja de Selva, Decreto-Ley No.
mo Estado fomentaba la inmigración y da- 20653 del 24 de junio de 1974 establece
ban en concesión extensos lotes a compa- sugerentemente un espacio de resolución
ñías extranjeras. de conflictos intracomunal en el artículo
Asimismo tenemos que el Estado pe- 16 que establece que : “Los conflictos y
ruano para dar seguridad a los tenedores controversias de naturaleza civil de míni-
de la tierra, crea espacios de resolución de ma cuantía que se originen entre los miem-
conflictos administrativos especializados, bros de una comunidad nativa, así como
el Decreto Supremo del 30 de diciembre las faltas que se cometan, serán resueltos o
de 1940, Reglamento de las Delegaciones sancionados, en su caso, en forma definiti-
de Tierras de Montaña, sustituye a los pre- va, por sus órganos de gobierno. En los
fectos departamentales en los asuntos rela- procesos civiles y penales los tribunales
cionados con la tramitación de expedien- comunes o privativos, según el caso, ten-
tes de tierras de montaña por estas delega- drán en cuenta al resolver, las costumbres,
ciones. Posteriormente, tenemos la crea- tradiciones, creencias y valores sociocultu-
ción de diferentes instancias administrati- rales de las comunidades”. Dicha disposi-
vas que de un modo u otro resuelven con- ción también ha sido regulada por la Ley
flictos referentes a tierras, como en el caso de Comunidades Nativas, vigente. Una
del Instituto Técnico Químico Industrial cuestión a comentar es que durante la vi-
del Oriente, Resolución Suprema del 8 de gencia del Decreto Ley No. 20653 el reco-
julio de 1946; la Dirección de Inmigra- nocimiento y la titulación de tierras se rea-
ción, Colonización y Terrenos de Montaña, lizó de manera prolija, véase la compila-
el Consejo Superior de Colonización y Te- ción realizada por Francisco Ballón La
rrenos de la Selva por Decreto Supremo Amazonía en la Norma Oficial Peruana
del 24 de febrero de 1954 que entre sus 1821 - 1990, T. III. Igualmente no debemos
obligaciones y atribuciones tenía la de “co- olvidar que la ley vigente sobre comunida-
nocer y resolver en segunda instancia ad- des nativas también nos ofrece espacios de
ministrativa las reclamaciones que formu- solución de conflictos a nivel comunal.
len los interesados en lo referente a las tie- En la actualidad por razones de po-
rras de montaña”. En este contexto es ne- lítica económica se ha indicado que el Mi-
cesario tener en cuenta que por Resolución nisterio de Agricultura debe ceder su rol de
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Capítulo II: Experiencias y Casos
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo II: Experiencias y Casos
partía del hecho de un accidente. Es decir, tablece competencia para los casos de de-
que una mayoría de los encuestados bus- beres alimentarios, desahucio y aviso de
caría la conciliación quizás urgidos por el despedida, pago de dinero, interdictos de
aforismo popular más vale un buen arreglo retener y de recobrar respecto de bienes
a un mal juicio. muebles, sumarias investigaciones en los
De otro lado, en lo relacionado al casos de menores. Frente a lo regulado por
aparato de la administración de justicia, la ley en mención, hay una corriente de
uno de los problemas principales, 75% res- opinión en el sentido de ampliar el ámbito
pondió, es la corrupción. Esta situación ge- de aplicación de la justicia de paz a otras
nera un temor hacia el aparato formal del áreas distintas a las zonas rurales o urbano
Estado para administrar justicia, y quizás - marginales, como fuero de mediación y
por ello las partes en conflicto prefieran la conciliación8.
conciliación antes que recurrir al Poder Ju- Asimismo, ante la ineficiente, costo-
dicial. sa y alejada justicia formal, se han ido
En el caso peruano se ha ensayado creando espacios alternativos de resolu-
sobre los problemas de administración de ción de conflictos; así tenemos el caso de
justicia, y una de las conclusiones y solu- las rondas campesinas y comités de auto-
ciones era que se deberían ampliar las fa- defensa en el caso de la región andina, cu-
cultades a los jueces de paz para que resol- yo surgimiento data de los años 70. Los di-
vieran otras cuestiones en conflicto, y así rigentes de las rondas manifestaban que
tenemos que a los actuales jueces de paz prefieren las soluciones adoptadas por su
de acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Ju- asamblea y según su tradición, a la justicia
dicial se les regula su función en torno a la formal, la que demora y entrampa la solu-
conciliación. Consecuentemente están fa- ción de conflictos, es costosa y poco efi-
cultados para proponer alternativas de so- ciente9. Estos usos de espacios de resolu-
lución a las partes a fin de facilitar la con- ción de conflictos que ha monopolizado el
ciliación, pero le está prohibido imponer Estado han generado un malestar y desa-
un acuerdo. También se ha dispuesto que grado de parte de los funcionarios, y ha
los juzgados de paz dediquen el tiempo conllevado a que los líderes comunales
necesario para el desempeño de su cargo. sean enjuiciados por delitos contra la ad-
En cuanto a infraestructura, se establece ministración de justicia, sedición e incluso
que el Poder Judicial debe proveer de los vulneración de derechos humanos10.
útiles indispensables para el cumplimiento
de su función; este deber se extiende a los
concejos municipales y a la colectividad
para que provean los locales que se re-
quiera. En relación a sus facultades, se es-
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
A) De las características de los sistemas al- mas, éstas nunca están por encima de la
ternativos de resolución de conflictos solución al conflicto de fondo14 . Estas ca-
racterísticas son elementos a considerar al
Una de las características principa- momento de comentar los estudios de ca-
les de los sistemas alternativos de solución so que se han desarrollado por el Grupo de
de conflictos es que tienen como objetivo Manejo de Conflictos - Perú, en la ciudad
fundamental resolver el conflicto de fondo de Iquitos.
o reparar los daños sufridos por la vícti-
ma11, están orientados a dar soluciones B) De los estudios de caso
efectivas al problema: no se busca privar
de la libertad individual al agresor, eso no Caso 1. En la búsqueda del
va ayudar para nada a la víctima12 . Asi- reconocimiento oficial, de su identidad
mismo y bajo los sugerentes comentarios y indígena, basados en su conciencia
características de los usuarios de la resolu- tribal, por Jaime Salazar.
ción de conflictos que señala Ana Teresa
Revilla, se indica que en los casos donde Este caso trata de la solicitud de re-
no existe una fuerte organización popular conocimiento como pueblo indígena de
o se percibe que los conflictos escapan de un caserío denominado Picuro Yacu. El po-
las atribuciones de la organización popu- blado se encuentra en la margen izquierda
lar, la población acude a las distintas auto- del río Nanay, a cuarenta y cinco minutos
ridades de la zona a resolver los conflictos de la orilla, en el distrito de Punchana, pro-
sin tomar en cuenta que no tienen compe- vincia de Maynas, región de Loreto. De un
tencia para administrar justicia. En este primer momento el Ministerio de Agricul-
sentido, la población acude muchas veces tura, que es la autoridad competente en re-
a la Policía Nacional, a las Fuerzas Arma- conocer a las comunidades nativas y cam-
das en zonas de emergencia, al goberna- pesinas e inscribirlas en el registro respec-
dor o teniente gobernador y al Ministerio tivo, les ha negado este derecho.
Público, y éstos resuelven conflictos sobre Pero no solamente es este conflicto
los que no tienen capacidad legal. Algunas de acceder a la legalidad en el caso de Pi-
veces por ignorancia, otras por no existir curo Yacu, sino que se suma la decisión de
autoridad judicial y otras porque cuando un grupo de pobladores del mismo caserío
ésta existe no resuelve efectivamente los que desean ser organizados como comuni-
conflictos que se le presentan13. dad campesina, y esta voluntad se ha tra-
Otra de las características de los sis- ducido a través de la Resolución Directoral
temas alternativos de resolución de con- No. 144 - 94 CTRA - DRA del 1 de junio de
flictos es que están orientados a dar una 1994, mediante la cual reconocen como
solución efectiva, si bien conservan las for- comunidad campesina a todo el caserío, y
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
justicia formal, sino en los denominados espa- nan auténticas “ínsulas” geográfica y política-
cios de la justicia informal -que pudieran ser mente hablando -casi a su solo criterio.
las comisarías, fundos, transacciones de par- 6 BARCLAY, Frederica. Protagonismo del Estado
tes. Del mismo autor Hildebrando Fuentes he- en el proceso de incorporación de la Amazo-
mos obtenido los siguientes datos del año nía.
1905: 7 Véase Legislación Peruana de Tierras de Mon-
Juicios ordinarios ejecutivos, sumarios y do- taña, Edición Oficial, Lima 1956, y BALLON,
bles que se han tramitado en el Juzgado 560 Francisco. La Amazonía en la Norma Oficial
Juicios criminales de oficio por querella 138 Peruana: 1821 - 1990. Centro de Investiga-
Sentencias civiles expedidas 72 ción y Promoción Amazónica, CIPA. Lima,
Sentencias criminales expedidas 14 1991.
Autos innumerables 8 Justicia Alternativa p. 15.
Oficios pasados por el Juzgado 780 9 Justicia Alternativa p. 44 - 45 . Se resume un
Expediente de visita comentario de Raquel Irigoyen en el sentido
Informaciones sumarias 223 siguiente: La experiencia de las víctimas (del
Número de reos en la cárcel, fluctúa abigeato) al recurrir a los aparatos del control
entre el máximo de 74 y el mínimo 42, estatal (policías, jueces, abogados, etc.) se tra-
actualmente hay 60 ducía en el conocido dicho campesino de que
Penitenciado 1 ello significaba “ no sólo perder una vaca, si-
Estos son algunos referentes de la justicia for- no dos “...
mal a tener en cuenta en relación a los espa- 10 Comentario de Raquel Irigoyen en Justicia Al-
cios de resolución de conflictos. ternativa. p. 46
4 BARCLAY, Frederica. La evolución del espacio 11 Ana Teresa Revilla. La justicia informal en De-
rural en la Amazonía nororiental del Perú en bate Vol. XVI, No. 75 Diciembre 1993 - 1994.
Amazonía. Escenarios y ConflictosCoordina- 12 Ana Teresa Revilla. Ibid.
dora: Lucy Ruíz, Quito, Noviembre 1993. 13 Ana Teresa Revilla . Ibid .
5 Hay un cierto parecido con el régimen de las 14 Ana Teresa Revilla. Ibid.
Haciendas y la inmigración china tratada por 15 Véase De la Resolución de Conflictos. Aporte
Fernando de Trazegnies En el país de las Coli- Liminar.
nas de Arena, Pontificia Universidad Católica, 16 Aquí es necesario hacer una precisión en el
Lima 1994 T. II. El autor manifiesta en relación sentido de la nominación de Reserva Comu-
con las Haciendas: De esta manera, los cen- nal. En nuestra legislación se define como Re-
tros de trabajo en el campo, donde la lejanía serva Comunal a los territorios declarados por
del Poder nacional les otorga una mayor liber- el Ministerio de Agricultura para la conserva-
tad de acción, se convierten casi en pequeños ción de la fauna silvestre en beneficio de las
Estados dentro del Estado, donde los derechos poblaciones aledañas para las que dicho re-
contractuales del trabajador sólo tienen vigen- curso es fuente tradicional de alimentación.
cia -cuando la tienen- por gracia del propio Se pueden incluir los cuerpos de agua, Ley Fo-
patrón. restal y Fauna Silvestre No. 21174. La denomi-
Ciertamente, esta situación se va acentuar en nación que se usa en este caso es un espacio
los centros de trabajo que tienen un aisla- del territorio comunal que es asignado para
miento aún más grande respecto de los cana- los fines de conservación y manejo de recur-
les del Poder central: en las islas guaneras, a sos naturales, y en razón de una decisión o
pesar de que se trata de explotaciones de una acuerdo comunal.
riqueza del Estado, los concesionarios gobier- 17 Entre los años de 1984-1985 un grupo de es-
tudiantes de Post - grado de la Universidad en
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Capítulo II: Experiencias y Casos
coordinación con el COPAPMA, inician un blo. Enredos, Pleitos y Problemas. Una guía
proceso de identificación de zonas boscosas práctica para ayudar a resolver conflictos. Edi-
con el fin de desarrollar un inventario forestal ciones Clara - Semilla, 1992.
y estudios de suelos. En 1989 en coordinación 19 Salvo los casos del control de cochas (lagos)
entre el COPAPMA, Caserío de San Rafael y hecho por las comunidades aledañas a la Re-
WWF-USA, presentan un proyecto denomina- serva Comunal Tamshiyacu Tahuayo, cerca de
da Reserva Comunal de San Rafael. El área de Iquitos. En el plano normativo había una dis-
asignada era de 200 Has. posición regional en el sentido que facultaba
18 Este estilo de estrategia de entrar al conflicto el control directo sobre los lagos cercanos a
se ha denominado técnica cooperativa; lleva a las comunidades de base (llámense comuni-
las partes a solucionar, a través del trabajo dades nativas, campesinas, asociaciones agra-
conjunto, un problema determinado. rias, etc.).
GARCIA MONTUFAR, Juan ¿De qué manera 20 En Justicia Alternativa. Ibid. Allí se desarrolla
se resuelve un conflicto? El Peruano, jueves 24 este concepto.
de noviembre de 1994; LEDERACH, Juan Pa-
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Iniciativas locales, voluntarios nacionales y
manejo de conflictos socioambientales en
América Latina
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
mente conocidas bajo el nombre de orga- (mujeres, indios, niños, jóvenes, grupos de
nizaciones no gubernamentales (ONGs). la tercera edad) en la esfera social de lo lo-
cal, transformándose, al mismo tiempo, en
3. De la vanguardia a los movimientos so- actores sociales.
ciales La eclosión de una diversidad de ac-
tores sociales en la década de los ochenta
La participación de la población en puso en cuestión el apelativo de popular
la toma de decisiones y en la riqueza de las pues las nuevas formas de participación
naciones fue planteada, en los años sesen- van más allá de las fidelidades de clase e
ta y comienzos de los setenta, en términos integran personas de diferentes sectores so-
de revolución a ser realizada por la van- cieconómicos en torno a identidades e in-
guardia política. En aquella época en Amé- tereses comunes, como por ejemplo en los
rica Latina se discutía sobre la viabilidad movimentos de mujeres y en los movi-
del partido del proletariado o del foco in- mientos indígenas. Por ello se prefirió ha-
surreccional inspirado por el Che Guevara. blar de los movimientos sociales.
Hacia mediados de los años setenta
el conflicto nicaragüense mostró al mundo 4. Ciudadanía global e iniciativas locales
entero la necesidad de superar los límites
de la dogmática partidista e integrar frentes Los movimientos sociales combinan
populares abarcativos de las izquierdas y la protesta con la propuesta bajo modali-
del llamado centro político. Los actores so- dades diferentes, dependiendo del contex-
ciales latinoamericanos aprendieron que to político y de las necesidades de su gen-
era necesario ir más allá de la lucha obre- te.
ra y campesina, y se difundieron los llama- Desde la década pasada han floreci-
dos movimientos populares. do, en Nuestra América, un sinnúmero de
El ajuste estructural trajo, a ritmos propuestas para satisfacer necesidades co-
diferentes, el retiro del Estado de los servi- lectivas de diversa índole. Al aislamiento
cios sociales, el desempleo y la pauperiza- inicial de estas experiencias ha seguido su
ción de amplios sectores de la población, inserción en redes nacionales, regionales y
incluyendo los medios. La gente vivió las globales de intercambios presenciales y a
limitaciones de la protesta y comenzó a distancia. Así como en la época de la revo-
generar y ejecutar propuestas alternativas a lución industrial se tejió la ciudadanía en
través de organizaciones de base, como las la red de los Estados-nación, en la actuali-
Comunidades Eclesiales de Base (CEBs), dad se teje cotidianamente la ciudadanía
asociaciones y comunas, entre otras. Se global en torno a los derechos humanos, la
produjo entonces la incursión de una di- participación ciudadana y el bienestar eco-
versidad de sectores poblacionales locales nómico, social y cultural.
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Capítulo II: Experiencias y Casos
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo II: Experiencias y Casos
mente antagónicos en aras de la conserva- estas redes cada socio mantiene su identi-
ción de los recursos naturales y de la lucha dad propia en el proceso de conjunción de
contra la pobreza, como en el caso de la ideas e intereses dirigido hacia la concerta-
Cuenca del Lago San Pablo. ción.
La creación de espacios de diálogo,
generación de consensos y concertación 9. La persistencia el trabajo solidario
son fundamentales para lograr la alianza
de todos los actores internos, o al menos Las sociedades latinoamericanas tie-
de los más influyentes de la zona. Sin em- nen raíces profundas en formas tradiciona-
bargo, es necesario ir más allá en un mun- les de trabajo solidario: la minca o minga
do signado por la globalización de la eco- en los Andes, el mutirao en Brasil, el con-
nomía y la escasez de recursos financieros. vite en Haití y República Dominicana, pa-
Los actores locales latinoamericanos han ra mencionar sólo algunos ejemplos. A pe-
abierto, en los últimos años, canales de co- sar de la ampliación y globalización de los
municación y entendimiento con los go- mercados, el trabajo solidario persiste bajo
biernos seccionales (municipalidades, una amplia gama de formas tradicionales,
Consejos Provinciales, por ejemplo), con modernas y posmodernas como el accio-
las ONGs y con la cooperación internacio- nar de algunas organizaciones privadas de
nal. desarrollo y la participación ciudadana
global.
8. Sociedades para el desarrollo El trabajo voluntario de nuevo tipo
va más allá de la caridad y del asistencia-
La concertación entre actores inter- lismo pues se sustenta en la reciprocidad:
nos y externos ha dado lugar a alianzas es- dar, recibir para nuevamente dar. Por ello,
tratégicas bajo la forma de Sociedades pa- a más de la recepción de beneficios intan-
ra el Desarrollo. Estas buscan coordinar es- gibles, el voluntario (a diferencia del bené-
fuerzos y producir efectos sinérgicos a par- volo) recibe una bonificación en dinero.
tir de los recursos disponibles, pero, al mis- Si bien la gratificación pecuniaria
mo tiempo, lograr la movilización de re- desahoga la economía familiar del volun-
cursos provenientes de terceros. tario, lo fundamental viene dado por la
Para VNU las Sociedades para el motivación de los actores. El trabajo soli-
Desarrollo “ Son conjuntos articulados de dario se sustenta en la responsabilidad so-
socios que entran en una relación horizon- cial entendida como la síntesis de los valo-
tal, de intercambio de doble vía para em- res de respeto (a las personas, culturas,
pujar juntos una iniciativa local orientada pueblos y medio ambiente) equidad (social
a combatir la pobreza y promover el ma- y de género), paz y compromiso con los in-
nejo adecuado del medio ambiente.”1 En
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Capítulo II: Experiencias y Casos
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo II: Experiencias y Casos
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
té de Defensa del Lago San Pablo integra- manos, el CPI se concentró en la realiza-
do, al comienzo, únicamente por comuni- ción de obras físicas como la carretera pe-
dades indígenas. rimetral, caminos vecinales, casas comu-
La movilización por la tierra rindió nales, paraderos de bus y centros para el
los resultados más altos después del levan- almacenamiento de productos artesanales
tamiento indígena de junio de 1990, cuan- (esteras).
do las organizaciones de San Francisco de
Cajas, Apangora, Rumiñahui, Atahualpa, El 4. Hacia un modelo de desarrollo multiét-
Topo y Huycopungo compraron las ha- nico
ciendas respectivas con préstamos del Fon-
do Tierras del Ministerio de Bienestar So- El círculo vicioso que encadenaba
cial y de la Iglesia Católica (administrado la pobreza a la aculturación y éstas al de-
por el FEPP). terioro del medioambiente comenzó a res-
La lucha por la tierra estuvo arropa- quebrajarse en la década de los ochentas
da por las reivindicaciones culturales ini- gracias a un complejo proceso de revitali-
cialmente y luego por la estrategia global zación cultural que permitió revalorizar el
de los pueblos indígenas respresentados en quichua, la vestimenta y las técnicas agro-
la Confederación de Nacionalidades Indí- pecuarias andinas. Como fruto de este pro-
genas del Ecuador (CONAIE). ceso en la presente década aparecieron en
escena líderes con formación secundaria y
3. Actividades de la FICI y del CPI universitaria que se convirtieron en ele-
mentos catalizadores de los nuevos movi-
Durante el período 1985-1994, la mientos sociales.
FICI promovió una serie de seminarios pa- A diferencia de las décadas anterio-
ra identificar y reflexionar sobre las fuentes res, en las que los movimientos sociales te-
de contaminación del Lago San Pablo. Ini- nían un carácter exclusivamente contesta-
cialmente estos eventos se dirigieron a to- rio y reivindicativo, los nuevos movimien-
das las comunidades de la Cuenca pero tos sociales combinan, de manera creativa,
luego se instrumentó una estrategia por zo- la propuesta con la protesta.
nas (relacionadas con la división parro- Con la reconstitución del CODELS-
quial o jurídico-política). PA, en octubre de 1994, se incorporan las
En 1985, el CPI resolvió crear el De- ONGs, las empresas privadas y el Munici-
partamento de Desarrollo Rural para eje- pio de Otavalo con miras a promover el
cutar el Plan de Acciones Inmediatas y el desarrollo integral de la Cuenca del lago
Plan de Desarrollo Integral del Area de In- San Pablo. Para abril de 1996 el CODELS-
fluencia del Lago San Pablo. Por limitacio- PA propone la creación de un gobierno lo-
nes técnicas, financieras y de recursos hu- cal multiétnico. En octubre de 1996 este
236
Capítulo II: Experiencias y Casos
proceso se enriquece con la adhesión del nación con las Juntas Parroquiales, que
Consejo Provincial de Imbabura (CPI). agrupan a las poblaciones mestizas urba-
Estos cambios se inscriben en modi- nas, apuntan a la creación del Consejo de
ficaciones del contexto nacional. Efectiva- la Cuenca del Lago San ¨Pablo, el organis-
mente, en 1995 el Congreso Nacional re- mo de gobierno local encargado de la eje-
formó la Constitución para reconocer que cución del Plan de Manejo Integral.
el Ecuador es un “ Estado multicultural y Se trata de una propuesta innovativa
multiétnico “ y en 1996 la CONAIE partici- que puede enriquecer otras experiencias
pó en frentes políticos y electorales am- de manejo de cuencas hidrográficas con
plios en los que participan sectores popu- problemas similares en el Area Andina y
lares mestizos urbanos. otros países de la región caracterizados por
La propuesta de desarrollo multiét- la diversidad cultural, el deterioro ambien-
nico busca fortalecer los poderes locales tal y la pobreza.
de la Cuenca del Lago San Pablo mediante
la participación activa de todos los actores Bi bli ogr af ía
sociales de Cuenca con miras a la recupe-
ración del Lago, la superación de la pobre- AECO 1994
Documento presentado por la “Comisión de evalua-
za y el fortalecimiento de las identidades
ción de la obra portuaria-industrial de la Ston Fores-
culturales. Se trata de una propuesta inte- tal S.A. “, San José.
gradora de aspectos técnicos, económicos,
sociales, políticos y culturales que ha prio- AECO 1994
Consideraciones ambientales y jurídicas para susten-
rizado, en el momento actual, el fortaleci-
tar la oposición de AECO al proyecto de Ston Fores-
miento organizativo, el mejoramiento del tal, S.A., San José.
manejo de los recursos naturales, la gene-
ración de empleos e ingresos y la comuni- AECO 1994
Organizaciones comunales de Osa. Nuestra posición
cación como instrumento estratégico de
sobre el proyecto Ston Forestal, San José.
los nuevos procesos de educación.
Superando las limitaciones de las AECO 1995
experiencias realizadas bajo la impronta MUNICIPALIDAD DE GOLFITO, COMISION CAN-
TONAL ORGANIZADORA DE LA CONSULTA: Pro-
del esquema gremial, las organizaciones
ceso de Consulta y Concertación para la Reformula-
de la zona se han propuesto recuperar las ción y Operativización de una Estrategia de Desarro-
formas organizativas propias. Para ello, ya llo Sostenible para el Cantón de Golfito, Golfito.
está en marcha un proceso de fortaleci-
Alianza para un Mundo Responsable y Solidario 1996
miento de los gobiernos comunitarios o
Plataforma para un Mundo Responsable y Solidario,
Cabildos; se está promoviendo la unión de CEPSI, Quito.
comunidades en torno a microcuencas en
los Consejos de Cabildos. Estos en coordi-
237
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
238
Participación en los conflictos
ambientales amazónicos
Esperanza Martínez
239
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
lación con la labor de las organizaciones Así, contrariamente a lo que se cree, los
ambientalistas que trabajan en el país y de pobres suelen ser los mayormente interesa-
“verdeamiento” que están sufriendo la ma- dos por el ambiente, aun cuando pública-
yoría de ONGs de desarrollo, educación u mente estos temas quedan relegados frente
otros temas. a otros de mayor urgencia como son la po-
El tema ambiental al mismo tiempo breza, la violencia, la falta de recursos.
que ha entrado en las agendas de casi to- En el interés de los movimientos so-
dos, se ha convertido en un tema impreci- ciales y en su participación en la defensa
so. A fuerza de estirarse la palabra puede de los recursos se sustenta la corriente de-
significar distintas cosas para intereses dis- nominada por Joan Martínez Alier como
tintos. En medio de la ambigüedad, los te- ecologismo popular y la propuesta de dar
mas ambientales y ecológicos han perdido una nueva lectura a la historia ambiental
sus alcances sociales y ecológicos que de los países recuperando como luchas
planteaban contradicciones estructurales. ecológicas el sinnúmero de eventos de de-
El medio ambiente se ha convertido fensa de la tierra, de la diversidad y de la
en un componente técnico que es incorpo- calidad de vida.
rado por las empresas y Estados como una
medida de “ahorro de dinero”, muchas ve- L o s p ro t a g o n i s t a s d e l u c h a s e c o l o g i s t a s
ces traducido en imagen pública. Sin em-
bargo se ha postergado la reflexión de ba- Las reivindicaciones y luchas socia-
se: el “bienestar”. Esta reflexión tiene que les han tenido muchas veces como eje la
ver que con tipo de sociedad que quere- defensa de los recursos o han sido contra
mos y con los paradigmas y referencias de la contaminación y la pérdida de bienestar
desarrollo. ecológico.
En el caso ecuatoriano, común a to- En el primer encuentro alternativo
dos los países del tercer mundo, las pro- ecológico, realizado en montañita en
puestas de “desarrollo” estan directamente 1995, diferentes protagonistas de luchas
ligadas a la pérdida de recursos, la destruc- ecológicas plantearon el vínculo entre sus
ción de economías sustentables, la conta- luchas sociales y el medio ambiente.
minación y los riesgos de salud y seguridad Las mujeres defendiendo el manglar
y en general a la pérdida de calidad de vi- amenazado por las empresas camaroneras,
da. al defender sus prácticas de autosustento -
En este sentido la sensibilidad por extraer la conchas- (memorias del Encuen-
los problemas ambientales, no solo tiene tro, 1995).
relación con la información y la “concien- Agricultores organizados para de-
cia”, sino que está en directa relación con sentrañar los riesgos ambientales y sociales
la vulnerabilidad frente a estos problemas. de la naciente actividad minera en la zona
240
Capítulo II: Experiencias y Casos
241
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
bientales”, realmente eran gastos de rela- sus economías, y terminaron por incorpo-
ciones públicas. rar planes ambientales internos.
Los resultados del Incidente Kepo- Lo ambiental, de ser un tema detrac-
ne1, en los Estados Unidos, fueron una tor del modelo de crecimiento ilimitado,
sentencia de la corte por contaminación pasó a ser un tema domesticado. Si a lo
por $13,2 millones) que fueron reducidos a ambiental se le cortan las alas, se le utiliza
$5 después que la empresa donó $ 8 millo- como un slogan y se le mutila de sentido
nes a una organización ambientalista de entonces se le habrá convertido en un
los EE.UU), $3 millones para 50 emplea- componente más de lo mismo, y máximo
dos afectados, y $ 5,2 millones para el es- como un problema técnico, éste es preci-
tado de Virginia por los dalos provocados, samente el caso del componente ambien-
y otros costos por la defensa. Para terminar tal de los proyectos de desarrollo.
con el caso la empresa suprimió la palabra
“Chemical” de su nombre y adoptó una se- N ue va s f or m a s de pa r t ic ip ac i ón
rie de programas ambientales. Este caso in-
fluyó también en otras empresas. Al igual que el tema del medio am-
Otro caso muy importante fue el de biental la demanda de participación ha si-
Love Canal2 cuyas consecuencias fueron do un aspecto rápidamente aprendido por
tener que reparar los daños con un costo las Empresas, los Estados y la Banca Inter-
de $250 millones. La empresa encargada nacional.
de la limpieza Occidental Chemical Cor- La participación ha pasado a ser sus-
poration ofertó a partir de entonces su nue- tituida por la consulta. El proceso de con-
vo producto: Cómo hacer que las empre- sulta es ahora un requisito formal, en don-
sas ahorren dinero al adoptar programas de a lo máximo que pueden aspirar los
ambientales internos. consultados es a constar en un índice de
En el caso del desastre de Bopal en consultas o en un anexo con su posición.
la India, provocado por la Union Carbide, Así se legitiman los proyectos más cuestio-
en diciembre de 1984 que provocó la nados o de mayor riesgo.
muerte de más de 6.000 personas. Union La participación en este contexto no
Carbide fue encontrada culpable de utili- es un proceso verdadero de recoger la
zar una tecnología obsoleta. A partir de en- perspectiva de la gente para tomar en
tonces numerosas empresas introdujeron cuenta qué es lo que se quiere en relación
esquemas de auditorias ambientales y pro- a un proyecto y para tomar decisiones.
gramas de manejo ambiental interno. Ahora para significar la participación es
Las empresas aprendieron que lo necesario calificarla como alternativa.
ambiental era un riesgo, no tanto para la La participación alternativa recoge
gente, la salud y la naturaleza, sino para muchas posibilidades, desde la interven-
242
Capítulo II: Experiencias y Casos
ción para influir en las decisiones hasta di- cuales la FCUNAE (Vargas E. Com. per) de-
ferentes formas de resistencia como son la clara haberlo hecho en por lo menos 10
no cooperación y objeción de conciencias ocasiones en los últimos años. Estas accio-
y distintas prácticas que persiguen la movi- nes han sido realizadas por organizaciones
lización social frente a los problemas am- indígenas exclusivamente, y las organiza-
bientales. ciones de colonos consideran que es un re-
En una reunión de mujeres indíge- cursos imposible para otros sectores como
nas en la Amazonia ecuatoriana, las muje- los colonos o los ecologistas pues repre-
res discutieron sobre diferentes formas de senta un alto riesgo de intervención militar.
participación, desde aquellas culturales Para las organizaciones ambientalis-
como son la interpretación de los sueños y tas y ecologistas las formas de participa-
los consejos dentro de la familia, hasta for- ción son distintas. Se destaca particular-
mas de resistencia activa como son el ne- mente su capacidad en internacionalizar
garse a vender sus productos a las empre- los conflictos.
sas, no prestarles servicios, y condenar a Se han realizado numerosas demos-
quienes presenten servicios a las empresas traciones que incluyen manifestaciones,
(encuentro de mujeres, 1995). ocupaciones de oficinas, mítines relámpa-
En la Amazonia y sobre la Amazo- go y otras, entre ellas puedo mencionar las
nia hay varias experiencias que hablan de protagonizadas por la Campaña Amazonía
participación alternativa: por la Vida.
De los paros cívicos, por ejemplo,
se han registrado un promedio de uno por - Ocupación del Tribunal de Garan-
año (Yansa, com. per) en los últimos 10 tías Constitucionales demandando
años. Estos son fundamentalmente un re- la legalización del territorio Huaora-
curso de las “fuerzas vivas” de la provin- ni.
cia. Son momentos en que actúan juntas - Ocupación de la Texaco (deman-
tanto las instancias de los gobiernos loca- dando una auditoría antes de salir
les como las independientes. Si bien han del país).
sido siempre articulados a demandas de - Ocupación de British Petroleum
los gobiernos seccionales por presupuesto (demandando los estudios de im-
u otras obras (algunas de ellas no muy eco- pacto ambiental).
lógicas) han sido momentos muy impor- - Varias veces la ocupación de las ofi-
tantes de movilización social. cinas de CONOCO y después Ma-
Otra forma de participación desta- xus, demandando la suspención de
cada con las acciones de hecho y las pro- este proyecto.
testas locales. Las más trascendentales en - Varias veces la ocupación de las ofi-
la región son las tomas de pozos, de los cinas de Petroecuador como protes-
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Capítulo II: Experiencias y Casos
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
Martínez Alier Joan 1995 2 Love Canal fue un proyecto de relleno utili-
Lecturas, Facultad de Ciencias Económicas Universi- zado como un depósito de basura, en parti-
dad de Cuenca. cular por Hooker Chemical y Plastic Corpo-
ration, entre 1942 y 1952 . 20.000 toneladas
Oilwatch 1996 cubicas de desechos considerados como tó-
Presentación de la red, Acción Ecológica. xicos y peligrosos fueron depositados en la
Restrepo Marco Tulio 1995 quebrada, luego fue clausurada y tapada y
Petróleo y sociedad, ASPEC. luego fue vendida para viviendas. Años des-
pués se presentaron problemas de salud, ma-
Shiva V. 1994 yor incidencia de cáncer y de defectos de na-
Opiniones, Revista de Ecología Política. cimiento.
3 Los Comités de Vigilancia funcionan en Na-
po y Sucumbíos, incluyen a la personas afec-
No ta s
tadas por las distintas empresas, y cuentan
con el respaldo de comunidades cristianas de
1 En junio de 1975 un trabajador de la Allien base, de técnicos que trabajan en la zona, de
Chemical Corporation, que producía pestici- gente del Frente de Defensa de la Amazonia
das, fue diagnosticado con una extraña enfer- y de Acción Ecológica. Para un trabajo más
medad, esto llevó a los médicos a tomar eficiente, Acción Ecológica construyó un
muestras de sangre en otros trabajadores y se Centro de Monitoreo Ambiental en Lago
encontraron 30 afectados gravemente. Agrio.
256
Los conflictos socioambientales
¿Una perspectiva anacrónica?
Teodoro Bustamante
257
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
que ante nuestros ojos descubren los teóri- Pero antes de avanzar sobre esta hi-
cos del conflicto? pótesis, reveamos un poco cómo planteá-
Y me es difícil aceptar que los para- bamos tradicionalmente el tema de la con-
digmas anteriores hayan sido débiles para flictividad social. En general, presuponía-
entender el conflicto. Al contrario, con fre- mos que existían dos niveles de conflicto,
cuencia se basaban en él. Recordemos que el primero se caracterizaba por su fuerte
una de las vertientes teóricas más difundi- énfasis particular. Eran conflictos probados
das partía de la contradicción, de la oposi- o de grupos, y se enfrentaban a través de la
ción. Se auto denominaba dialéctica. Es Ley. Existía un presupuesto y éste era que
entonces que estas teorías tenían capaci- habían normas previamente negociadas en
dad para ver el conflicto pero, ¿la solu- el conjunto de la sociedad, y los intereses
ción? Tampoco esto puede afirmarse pues particulares que entraban en conflicto de-
frente a la conflictividad dialéctica tenía- bían de una u otra manera buscar dirimir
mos fuertes exponentes teóricos de la orga- sus discrepancias, sujetándose a estas nor-
nicidad, de la función alrededor del todo. mas que se suponían admitidas. Una di-
Pero, para qué realizo esta defensa mensión del conflicto revelaba la esfera
de mis viejas ideas. Lo sorprendente es que del derecho.
todo ese conjunto de pensamiento social Antes de pasar a ver otras dimensio-
tradicional quedó fuera de combate sin nes de los conflictos cuando éstos eran co-
que siquiera se haya producido una verda- lectivos, señalemos que la confrontación
dera confrontación. La reflexión sobre el de los intereses particulares no siempre lle-
manejo de conflictos no se postuló para le- gaba a los terrenos legales y aun cuando lo
gitimar la invalidez de los postulados y for- hacía no se recluia exclusivamente en ese
mas de pensar previas. Ustedes observarán terreno. En efecto, la discusión legal siem-
que las propuestas sobre manejo de con- pre estaba acompañada o incluso a veces
flictos no se desarrollan en debate y con- reemplazada por una discusión ética. Esto
frontación con ninguna de las teorías que presuponía que habían valores, normas y
he planteado, ni con la dialéctica, ni con la juicios generales que se suponían de algu-
sociología clásica Weberiana. na manera aceptados por el conjunto de la
¿Cómo se produce entonces este sociedad.
proceso por el cual toda una forma de pen- Y esta discusión ética también esta-
sar es desplazada sin ni siquiera haber sido ba presente en los conflictos colectivos,
combatida? Creo que la respuesta es que pero en este caso el campo de la confron-
este proceso no se da en el campo de la tación era generalmente otro, el de la polí-
discusión teórica, sino en el de la práctica tica. Los conflictos sociales eran vistos,
social. comprendidos y analizados como conflic-
tos políticos. Las personas tomábamos par-
258
Capítulo II: Experiencias y Casos
te, simpatizábamos, y nos jugábamos a tra- Hoy tenemos menos tapujos, sabe-
vés de formas políticas de comprender los mos que no es así, la ilegitimidad de los
conflictos. mecanismos de aplicación de la justicia es-
Qué es lo que nos plantea la técnica tá desnuda frente a nosotros. Sabemos que
de negociación de los conflictos. En gene- la Ley es solamente un recurso al cual las
ral, ustedes no van a ver muchos análisis partes en conflicto acuden, muchas veces
sobre el tipo de conflicto: antagónico o no, para entorpecer una salida a la conflictivi-
ni sobre su ubicación estructural en la so- dad. O más aún, un recurso que sirve bási-
ciedad y esto no es por pereza de quienes camente para crear y ampliar el conflicto.
proponen estas ideas, creo que la respues- Y dando un paso más, creo que tam-
ta es simple, no fue un cambio de paradig- bién podemos decir algo parecido de los
mas a nivel de discusión teórica. Lo que valores. Hoy día se enfrentan cada vez con
sucedió es que la realidad de la práctica más frecuencia grupos que afirman valores
social de manejar y enfrentar conflictos se que son tales en la medida que niegan los
modificó. La hipótesis que quiero explorar de los sectores a los que se enfrentan. No
es que se desmantelaron las condiciones hay valores comunes que sirvan de patrón
de la lucha política, y que, como conse- para juzgar a las diferentes partes.
cuencia de ello, lo que sucedió fue una ne- En una sociedad así, sin política, sin
cesidad práctica y muy concreta de abor- derecho, sin valores comunes, el conflicto
dar lo que quedó, esto es la enorme con- no tiene referentes globales, tiene sola-
flictividad cotidiana que, de manera muy mente una dinámica, leyes de confronta-
concreta enfrenta grupos, intereses, discur- ción, tiene táctica pero muy poca estrate-
sos. gia.
Para continuar con esta hipótesis ex- Tal vez este es el momento de parar
trapolemos un poco más la idea que estoy un poco y analizar con un poco más de ri-
presentando. Tal vez no sólo fue barrido el gor la aventurada y osada hipótesis que me
terreno de la política, sino que también ha he atrevido a exponer tan a la ligera.
sido desestructurado el terreno de lo legal. La primera observación será la de
Hoy día creo que ninguno de nosotros pre- decir pare, pare un rato. ¿Cómo puede us-
tendería resolver conflictos a través de me- ted afirmar que los conflictos actuales rela-
canismos legales. Tal vez antes nos enga- tivos a la explotación petrolera, o el poder
ñábamos con más facilidad y creíamos que político en una parroquia serrana no son
existía un sistema jurídico, imperfecto, de- temas políticos?, ¿cómo afirmar que esto
fectuoso, pero que al menos como esque- no es una dinámica política? Vamos más
ma ideal, como aspiración y meta lo se- allá como a afirmar que la confrontación
guíamos defendiendo. de ecologistas, mujeres o indígenas no es
una confrontación valorativa. Y vamos más
259
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
allá no ve usted que en todos los conflictos nia o de las zonas de colonización en ge-
el recurso a medidas legales no ha decreci- neral es ilustrativa. Las sociedades pre-
do sino que al contrario las acciones lega- existentes son borradas, o aplastadas y se
les florecen por todas partes. instaura un sistema en el cual la acción de
Y ante tan contundentes argumentos facto es la norma. Casi se está en un proce-
no me queda sino rendirme. De hecho los so de anarquía, cada cual tiene que defen-
conflictos que hoy día vivimos son conflic- derse como pueda, aprovechar todos los
tos políticos, son éticos y son jurídicos, pe- recursos a la mano para resolver cada con-
ro no por ello voy a abandonar tan fácil- frontación concreta y en cada una de ellas
mente mi hipótesis. Creo que su forma de acumular fuerza para otra confrontación.
ser políticos, jurídicos, y éticos es diferen- En la Sierra la situación es diferente,
te. En realidad mi percepción es la de que, hay cambios fuertes, y nuevas situaciones
en el día de hoy todas estas dimensiones se producen en cada parroquia, cada can-
de la conflictividad actual han sido vela- tón. Pero dentegámonos un rato. ¿Es este
das, disimuladas, casi desvanecidas. un fenómeno rural? Creo que podemos
La dimensión política de estas reali- continuar las hipótesis aventuradas para
dades exige, desde mi punto de vista, que afirmar que toda la sociedad es la que en-
se haga una referencia explícita a la orga- frenta una situación de cambio rápido. To-
nización de la globalidad de la sociedad. da la sociedad ecuatoriana fue sacudida
Un conflicto adquiere su plena dimensión por un sistema de negociación política
política cuando podemos referirlo a formas que, rompiendo el discurso político, los
de entender, organizar y desarrollar la so- valores éticos tradicionales, irrumpe y,
ciedad. Una afirmación ética lo es cuando además de saquear al país, desnuda una
la asentamos en una formulación que pre- lógica de funcionamiento corrupto que
tende ser aceptable y válida para toda la hasta el momento había sido pudorosa-
sociedad, y una acción de derecho es jurí- mente disimulada a pesar de que era evi-
dica cuando el eje central es la vigencia de dente por todas partes.
una norma o principio general. Pero esta anarquía no corresponde a
Una afirmación de este estilo tiene los sueños de Bakunine, no es la supresión
consecuencias, casi equivale a decir que de todas las opresiones y arbitrariedades,
no tenemos normas generales, y si no hay es al contrario una explosión muy diversi-
normas generales no tenemos instituciona- ficada de ellas.
lidad social, casi diríamos que la hipótesis Pero no seamos tan negativos, la
que planteo es la de un empobrecimiento realidad tiene siempre dos lados, en este
de la sociedad misma. torbellino de cambio surgen afirmaciones
En efecto, esa es la percepción que éticas y de valores. Surgen aseveraciones
tengo. Creo que la realidad de la Amazo- ideológicas y descubrimos que tenemos ar-
260
Capítulo II: Experiencias y Casos
mas, podemos afirmar un punto de partida sociedad y por lo tanto de que tal diferen-
para enfrentar tal marea si recurrimos a las ciación, tal forma de agrupar a las perso-
afirmaciones de valores que nos llegan con nas en la sociedad es la legítima. Esto im-
diversa fuerza. plica la necesidad de imponer a las otras
En efecto, podemos afirmar que so- partes un discurso, una forma de ver el
mos portadores de algo nuevo, de una conflicto. Se trata en definitiva de una lu-
identidad étnica, de una visión de justicia cha por la posesión de la palabra. Aquel
de género, o de valores ambientales que cuya palabra gana, impone los términos
nos permiten no sólo estructurar un discur- del conflicto.
so sino que además nos dan legitimidad y Pero en las luchas por la palabra
poderosas herramientas para construir hay también riesgos, y aquel al cual me
nuestras identidades en las confrontacio- quiero referir es al que se deriva de la dife-
nes que llevamos adelante. Se puede argu- rencia entre la victoria en una lucha retóri-
mentar aduciendo que las ideologías, que ca y la victoria en una lucha ideológica.
los actores esgrimen en estos conflictos les La lucha retórica tiene muchos te-
dan un carácter necesariamente global, so- rrenos. Está presente como en su campo
cial y político. privilegiado en las pantallas de la televi-
Pero en esta dinámica hay cosas que sión, en el cometarista de radio y en los ti-
han cambiado, la situación anterior era tulares de los periódicos. Aquí la palabra
una en la cual los términos de las oposicio- se hace imponente (se impone). Su fuerza,
nes y los conflictos eran simples y univer- su solidez es tal que calla a los que discre-
sales, poseedores-desposeídos socializado- pan de ella. Moviliza sentimientos y esta-
res-privatizadores, populares -elitistas. blece verdades absolutas. En un determi-
Hoy, los nombres de quienes se en- nado momento ya no es posible hablar sin
frentan son más diversos, e implican recor- recurrir a frases movilizadoras. Un ejemplo
tes cada vez más sutiles. Para participar en es la palabra corrupción, ¿Quién puede
un conflicto necesitamos un título que nos hablar de política hoy en día sin recurrir a
dé derecho a intervenir representando un ella? Su presencia es absoluta, no admite
particular recorte de la diversidad social. distancias es inevitable.
Afirmamos nuestro derecho a repre- Pero al mismo tiempo que esto su-
sentar a los indios, a los colonos, a las mu- cede, las condiciones de la corrupción si-
jeres, a los intelectuales a los científicos, a guen sin modificarse. La ideología que per-
los ecologistas y a los artistas, a un pobla- mite la corrupción no ha sido alterada. La
do, a un barrio. Y en realidad, en todo con- vida social es tal que las bases morales de
flicto existe una lucha que es ideológica la corrupción conviven sin molestarse por
para imponer la legitimidad de nuestra fa- el discurso altisonante que las condena.
cultad de representar a un segmento de la
261
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
262
Capítulo II: Experiencias y Casos
puede boicotear una solución que no co- pueda descubrir la presencia de su propia
rresponde a todas sus aspiraciones. palabra.
Los conflictos se vuelven desgastan- Esto en realidad es un paso gigantes-
tes, los únicos que ganan en tales dinámi- co, pues es reconocer los derechos de mi
cas son los profesionales del conflicto, los adversario. Este paso es fundamental en la
intermediarios que ofrecen a las partes construcción de las bases para una convi-
ventajas que luego son pérdidas en la in- vencia democrática.
terminable prolongación de la conflictivi- El asignar derechos a mi adversario,
dad. es la puerta que permite romper el particu-
Esta dinámica particular requiere de larismo que atrapa a muchos conflictos sin
una salida. Busquemos un manejo del con- solución. De hecho este paso que crea
flicto que tienda a solucionarlo, o por lo condiciones de solución democrática de
menos a minimizar los costos para las par- los conflictos es una recuperación del ca-
tes. Ha nacido el manejo de los conflictos. rácter social del manejo de los conflictos.
Pero este manejo de los conflictos Plantea normas generales.
presentado así, contiene una serie de prin- Esto implica reconstruir la categoría
cipios, recomendaciones que introducen de ciudadano, pues señala que el otro que
cambios en la dinámica. se opone a mí en esto y esto otro, compar-
La primera constatación de un ma- te conmigo una ciudadanía, y los derechos
nejo de los conflictos es la necesidad de de él se convierten en parte de mi acceso
reconocer a las partes. Todos los actores a los derechos generales.
comienzan a ser legítimos. Esto es un cam- En este paso los conflictos dejan de
bio absolutamente sustancial. Para nego- ser acontecimientos aislados, se convierten
ciar con alguien tengo que establecer nor- en un proceso social, en el cual el tema
mas que nos permitan a los dos hablar. No central es la creación de democracia.
tengo que limitarme a hacer una afirma- Esto no está libre de significaciones
ción excluyente de mi retórica, sino que importantes. De hecho, esta dinámica im-
tengo que generar un discurso que pueda plica reconstruir categorías abstractas. La
incluir al otro. Más allá de eso, la palabra confrontación con otros intereses ya no es
también cambia de significado: ya no es la mi conflicto acotado a una situación parti-
simple afirmación de aquello que me da a cular, es la defensa de principios generales,
mi ventaja por sobre el otro. La palabra co- entelequias abstractas, pero sin las cuales
mienza a ser escuchada. Y en la medida es imposible construir una vida social.
que el diálogo se arma mi palabra no es ya Pero ¿qué implica todo esto? simple-
solamente mi autoafirmación, sino que es mente es un regreso a las categorías anti-
una propuesta en la cual espero que el otro cuadas, sobre la globalidad social. Si con-
tinuamos con mi hipótesis, la reflexión y
263
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
las prácticas sobre el manejo del conflicto Esta es una tarea exigente, pues re-
son producto de una ruptura de varios as- quiere que abandonemos la retórica, para
pectos de la vida social, pero a la vez que abordemos seriamente el tema ideoló-
muestran un camino para su reconstruc- gico, y esto significa que en la construc-
ción. Para ello, propongo que el trabajo ción de una nueva dimensión social no po-
sobre resolución de conflictos debe recu- dremos ignorar las nuevas dimensiones y
perar estas dimensiones anticuadas relati- los nuevos nombres con los que hemos
vas a lo general, a lo social. descubierto problemas sociales. Tendre-
Pero no se trata de un retorno a un mos que construir una lucha política, en la
pasado. Pues si algo debemos aprender de cual estén presentes los temas de las iden-
todo este proceso es que la realidad ante- tidades indias, las de género, las ambienta-
rior que hablaba de discursos globales pa- les, culturales, y por qué no, las profesio-
ra la sociedad, estaba enferma, que era un nales y económicas, pero no como dicur-
velo para obscurecer una ausencia de vida sos que se superponen sino como un pro-
democrática, y si alguna tarea tenemos pa- ceso integrador en el cual todas estas di-
ra lograr una recuperación verdadera de mensiones tendrán que alimentar el con-
las dimensiones globales de la resolución cepto más general de ciudadanía.
de los conflictos, es recuperar su dimen-
sión política.
264
Paralegales comunitarios y Medio Ambiente
265
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
alguna manera les niegan el derecho a le- restales, Petróleo y Minería, Turismo Co-
gitimar su tierra y sin contar con ningún munitario y Biodiversidad.
precedente de esta forma de capacitación Hechos los ajustes, iniciamos el tra-
en el país, significaba un gran reto. bajo durante ocho meses, el primer punto
La pregunta de cajón, ¿Qué es un fue preparar los términos para la selección
Paralegal?, es un individuo procedente de de los postulantes, es decir, buscar entre
las organizaciones intervenidas que se ca- los participantes elementos comunes a ni-
pacita en el manejo de principios jurídicos vel académico, comunitario y personal.
relacionados al medio ambiente, la reali-
dad agraria y la organización comunitaria Nivel Académico
para servir de nexo entre el derecho y el
grupo beneficiario, con lo que facilita los - Haber aprobado mínimamente la
niveles de gestión, negociación y relación primaria;
de su organización con las OGs y ONGs. - Haber participado previamente al
El objetivo de la formación de estos menos a dos talleres o eventos de
agentes comunitarios es convertirlos en capacitación.
asesores de las directivas de las organiza- - Leer y escribir el idioma español
ciones que representan. fluidamente;
- Tener facilidad de palabra para ex-
La ex p er ien ci a plicar sus ideas.
266
Capítulo II: Experiencias y Casos
- Haber mostrado con anterioridad eran ellos mismos, con lo que lográbamos
interés en representar a la comuni- que sean agentes de las propias organiza-
dad. ciones los que transfieran la información y
por tanto haya mejor receptividad.
Tareas de los Paralegales Los procesos de capacitacion infor-
mal han buscado metodologías alternati-
Una vez elegido el paralegal debe vas que permitan romper los cánones de la
cumplir a lo largo de la capacitación con educación formal y llegar con mayor faci-
las siguientes funciones: lidad al receptor, en este sentido el progra-
ma de Paralegales no fue la excepción, pe-
- Asistir a los eventos de capacitación ro sí creo que fue la primera experiencia
y reuniones que se acuerden con la en utilizar el arte como técnica de capaci-
debida anticipación. tación jurídico-comunitaria. En base a esto
- Analizar leyes inherentes a las temá- trabajamos con títeres, sociodramas, im-
ticas de estudio. provisaciones, expresión corporal, tecnica
- Contribuir con información sobre gestáltica, observaciones, collages, pintu-
sus comunidades para establecer las ra, mapas parlantes, etc. Recursos que tam-
problemáticas a analizar. bién fueron utilizados por los Paralegales
- Asumir la ejecución de las activida- en los TR.
des legales que sus comunidades re-
quieran. Temas analizados
267
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
268
Capítulo II: Experiencias y Casos
mos cómo redactar una denuncia, la auto- néticos de la Junta del Acuerdo de Cartage-
ridad ante quién hacerla y los derechos na (JUNAC) y una ley nacional denomina-
que les asisten como ciudadanos ecuato- da Ley que Protege la Biodiversidad de
rianos, para mantener un medio ambiente Ecuador, legislación que determina el tra-
libre de contaminación. tamiento a los derechos de propiedad inte-
lectual de las comunidades locales y de
Turismo comunitario.- Los atracti- acceso a los recursos genéticos en general,
vos turísticos que poseen las comunidades por lo que los Paralegales deben entrenar-
que trabajan con SUBIR, sirvieron de base se sobre las relaciones con compañías,
para diseñar esfuerzos hacia consolidar es- universidades u otras organizaciones inte-
ta actividad como una alternativa econó- resadas en los conocimientos ancestrales
mica sustentable para las poblaciones lo- sobre la biodiversidad.
cales. Poblaciones como Añangu (qui-
chua) San Miguel (Chachis) Sinangüé (Co- O r g a n i z a c i o n e s b e n e f i c i a ri a s
fanes) entre otras comunidades han preten-
dido dedicarse a esta actividad con el apo- Las organizaciones beneficiarias de
yo de SUBIR-INEFAN, sine embargo en- este proceso han sido: Federación de Cen-
contraron limitaciones legales para dedi- tros Chachis del Ecuador (FECCHE), Playa
carse a esta actividad, que estaba permiti- de Oro, Comunas Negras del Alto Cayapa,
da tan sólo a personas jurídicas con cate- Asociación de Jóvenes de Borbón, Asoc.
goría de compañías, frente a esto hemos de Trabajadores Agrícolas Autónomos de
propuesto una alternativa jurídica para lo- Cuellaje (ATAACU), Federación de Comu-
grar los permisos correspondientes y reali- nas Nativas de la Amazonia Ecuatoriana
zar turismo comunitario con aprobación (FCUNAE), Asociación Shuar del Coca,
de CETUR e INEFAN. Unión de Organizaciones del Valle del
Quijos, Org. Indígena de la Nacionalidad
Biodiversidad.- El Convenio de Bio- Cofán del Ecuador (OINCE), Comunas del
diversidad suscrito y ratificado por el Ecua- Río Onzole y Comuna Oyacachi. (UCI-
dor, al igual que por casi todos los Estados JUM), organizaciones que habitan en el in-
del planeta, impone obligaciones ineludi- terior o en zonas de amortiguamiento de
bles respecto del manejo de la biodiversi- tres Areas Naturales, Reserva Ecológica
dad. En esta línea, en nuestro país no exis- Cotacachi-Cayapas, Reserva Ecológica Ca-
te una legislación adecuada sobre el tema, yambe-Coca y Parque Nacional Yasuní, las
que permita aplicar los principios del men- que constituyen las zonas de trabajo de
cionado convenio. Hoy en día se está tra- SUBIR.
bajando en la Ley de Biodiversidad, existe Desde que empezó el programa he-
la normativa para Acceso a Recursos Ge- mos capacitado a dos promociones de pa-
269
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
ralegales, con una representación impor- cultural por demás interesante, tomando
tante de mujeres. También se han incluido en cuenta que los participantes proceden
paralegales del sector público a fin que no sólo de distintas zonas, sino de distintas
una vez concluida la capacitación sean sus etnias: quichuas amazónicos y andinos,
aliados en los trámites a iniciar. shuaras, cofanes, chachis, negros y pobla-
Apoyándonos en las oficinas regio- dores de centros de colonización, todos in-
nales del Proyecto, presentamos y discuti- volucrados en la problemática socio-am-
mos la Propuesta de Paralegales a las Or- biental.
ganizaciones Beneficiarias. Hechos los Los temas desarrollados han servido
ajustes el primer punto fue preparar los tér- de base para conocer la cosmovisión de
minos para la selección de los postulantes, estos actores sociales sobre el marco jurídi-
es decir, buscar entre los participantes ele- co comunitario, frente a lo cuaL hemos for-
mentos comunes a nivel académico, social mulado políticas en los distintos aspectos
y organizacional, entre los que se desta- jurídicos con el objeto de disminuir la bre-
can: Tener aprobado mínimamente quinto cha entre la norma y la realidad.
grado de educación primaria, haber parti- Estas propuestas al igual que la ex-
cipado previamente en algún evento de ca- periencia del programa de Paralegales van
pacitación, leer y escribir el idioma espa- a ser recogidas en un libro a publicarse,
ñol, residir en la comunidad un tiempo no texto que esperamos se convierta en herra-
menor de dos años, haber ejercido algún mienta de trabajo para los diferentes secto-
cargo en la directiva de la organización, res involucrados en esta problemática.
haber mantenido un ánimo permanente de Previo a la obtención del certifica-
conocer y aprender, etc. do de haber recibido la Formación de Pa-
Para un desarrollo armónico de la ralegales Comunitarios, hemos diseñado
propuesta contamos con el apoyo del Co- una forma de evaluación que nos permita
legio de Abogados de Quito, quienes co- conocer los cambios producidos en los Pa-
nocieron la propuesta desde el inicio y han ralegales, pero no solamente en el conoci-
sido testigos de los análisis que hemos he- miento del texto de la ley sino sobre todo
cho, al igual que con varias dependencias en el manejo de elementos para hacer aná-
del Estado que prestaron su contribución lisis jurídicos del grupo de leyes vinculadas
con expositores de temas inherentes a los a las problemáticas comunitarias.
analizados y con visitas a las oficinas para Durante la capacitación nos preocu-
que los Paralegales conozcan las instan- pamos de elaborar y aplicar cuestionarios
cias que siguen los trámites administrati- para conocer en detalle aspectos legales en
vos. cuanto a Organización comunitaria, Te-
Este trabajo que se desarrolla duran- nencia de tierra, Problemas en Areas Prote-
te ocho meses produce una interacción gidas, Indemnizaciones para comunidades
270
Capítulo II: Experiencias y Casos
271
Conflictos y manejo sustentable de recursos
naturales en la amazonía ecuatoriana
Iván Narváez Q.
273
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo II: Experiencias y Casos
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo II: Experiencias y Casos
277
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
capado al fenómeno común de que son las manos disponibles. Básicamente aparecen
desigualdades económicas y políticas en la dos opciones:
gran sociedad, las que empujan a los po- 1ra.) La aplicada hasta ahora y que
bres y desposeídos campesinos a buscar su consiste en sacar el máximo provecho en
supervivencia en las partes marginales de el plazo más corto y en beneficio de gru-
la sociedad, en el bosque tropical o en re- pos minoritarios, sin pensar en los demás
giones remotas.4 sectores sociales, en el ambiente físico, ni
en las consecuencias sobre el potencial hi-
4 . D o s o b s e r v ac i o n e s a l d e s ar r o l l o d e l a drogenético, biodiversidad, etc.
RAE 2da.) La opción del “Desarrollo Sus-
tentable” y que en su versión original se
La percepción generalizada de la conoció como “Eco-desarrollo”, cuya tesis
Amazonia ha sido la de una región virgen principal se fundamenta en vivir bien el
que debía ser conquistada e integrada al presente sin descuidar el futuro (UICN
espacio nacional bajo el modelo hegemó- 1980). Lo que equivale a ahorrar o tomar
nico de producción y extracción de recur- en cuenta las pérdidas económicas que se
sos naturales. La tendencia neo-colonialis- derivan del no asumir hoy los costos de
ta propicia la explotación de riquezas que medidas que garantizan la producción de
son trasladadas a otra región y la burguesía bienes y la generación de servicios en el
local, como en toda colonia, la explota futuro previsible. El desarrollo a corto pla-
aún más despiadadamente, desde esta zo no es desarrollo, es parte de la consigna
perspectiva no se vislumbra la viabilidad actual.
del desarrollo sostenido en la región. Sin Las Políticas nacionales erradas e
embargo, una conciencia más consecuen- implementadas permanentemente han de-
te con la realidad amazónica ha emergido generado en maltrato al territorio amazóni-
contemporáneamente y apunta a desarro- co, sometiéndolo a una enorme presión de
llar la selva pensando en satisfacer prime- migrantes provenientes de otras regiones,
ro los legítimos intereses regionales, de sus ya que por la indecisión de ejecutar una
pobladores y del interés nacional; y toda verdadera reforma agraria, a la selva se la
vez que el “desarrollo” es un concepto dis- vio como una válvula de seguridad. Los
cutible, que en muchas de sus aristas está grandes tenedores de tierra detrás del po-
reñido con utopías más trascendentes, ca- der político siempre propugnaron la colo-
be enfatizar en la necesidad de superar el nización como alternativa y a la vez como
criterio predominante de crecimiento, ana- negocio para ellos. Simultáneamente, se
lizando en qué forma puede obtenerse és- fue desarrollando el concepto de satura-
te a partir de los recursos naturales y hu- ción de la capacidad productiva del área
andina, en relación a su población, olvi-
278
Capítulo II: Experiencias y Casos
dando que la Sierra es la región que posee ción y la ciencia, así como aquellas que
la mayor aptitud agropecuaria nacional. El son esenciales para prever servicios de
resultado de tratamiento tan discriminato- protección de cuencas (calidad del agua,
rio ha sido, entre otros, la migración hacia regularidad de flujos hídricos, control de la
la Amazonia, en proporciones tan abruma- erosión, etc.)
doras que todo intento de ordenar el pro- Plantearse la persistencia y repro-
ceso de ocupación del espacio regional ha ducción de la economía campesina (colo-
sido infructuoso (Narváez 1995: 73) na) o familiar en zonas de colonización,
La principal justificación para las resulta un asunto de relevancia práctica
agresiones contra la Amazonia es que de- para definir el tipo de política de desarro-
be expandirse la frontera agrícola para po- llo que el Estado puede implementar en es-
der aumentar la producción agrícola, sin tas zonas. Se pueden esgrimir argumentos
considerar que la producción puede au- técnicos y defender la planificación total
mentarse varias veces sin expansión de la del proceso de colonización arguyendo
frontera agrícola en la selva, bastando con que los asentamientos no planificados o
trabajar bien los millones de hectáreas ya espontáneos deben ser evitados en su tota-
habilitadas para la agricultura y adminis- lidad. La participación del Estado en la co-
trando cuidadosamente el agua de riego, o lonización dirigida involucraría entonces,
implementando proyectos de trasbase de tanto el estudio detallado de los recursos
agua de ciertas cuencas hidrográficas ha- del área como la selección y calificación
cia áreas tradicionalmente fértiles, pero de los futuros colonos, la asignación de
ahora secas. En este sentido, las políticas parcelas y la regulación de la tenencia de
estatales respecto a la ordenación del terri- la tierra, la política de desarrollo industrial,
torio o su zonificación, no han sido las más la comercialización y organización de em-
idóneas. Para el efecto, ha debido tomarse presas multifamiliares, etc.. Pero es del ca-
muy en cuenta el concepto de reserva fo- so que estas experiencias ya han fallado y
restal nacional; es decir, las tierras cuyo en la actualidad dada la restricción cada
uso aún no ha sido definido o que, por fal- vez más evidente de la capacidad del Esta-
ta de acceso y otras consideraciones, es re- do para incursionar en este tipo de proyec-
comendable mantener como reserva de re- tos, lo que realmente se ve como viable es
curso para el desarrollo futuro - cabe men- parar la colonización y canalizar todos los
cionar que este criterio inclusive ya ha si- esfuerzos hacia el resarcimiento de las
do superado y que lo que realmente se im- áreas devastadas, control absoluto de las
pulsa es el manejo efectivo y adecuado-. existentes y mayor implementación de téc-
En igual forma, deben definirse las áreas de nicas adecuadas y técnicas indígenas de
importancia para la conservación del patri- manejo del bosque, cuya percepción holís-
monio nacional, para el turismo, la recrea- tica hace posible una relación más equili-
279
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
brada y armónica del hombre con la natu- vidad actuales para el manejo sustentable
raleza. En este sentido, un aspecto funda- y autosustentable de los recursos de la
mental a considerarse es el de la tierra de RAE.
las comunidades indígenas, que debe ser
deslindada con carácter prioritario y en 5. Viabilidad del desarrollo sustentable
cuanto a la tierra con aptitud agrícola o pe- amazónico
cuaria debe dedicarse a esos fines y no a
otros. Los criterios técnicos para definir los La noción de “desarrollo”, por la
diferentes usos de los recursos amazónicos complejidad que pretende explicar se ha
en la actualidad existen. deteriorado, dando lugar a nuevos concep-
Compartiendo el criterio de que lo tos que han incorporado innovadas per-
perfecto es enemigo de lo bueno, al menos cepciones de lo económico, social, políti-
queda reconocer que entre otras alternati- co y tecnológico. De ahí que es factible
vas, es viable la de una política extensiva preguntarse si el desarrollo es un problema
de gran cobertura y selectiva, tendiente a económico un problema político. El tema
enfrentar los aspectos más críticos y desti- propuesto en el presente ensayo única-
nada a reforzar la unidad familiar campesi- mente analizará estas interrogantes en fun-
no-colona predominante en la región, pre- ción de problematizar los conceptos “De-
vio la comprensión de su esencialidad sarrollo” y “Desarrollo Sustentable” y muy
“campesina” y cosmovisión; es decir, de lo suscintamente tratará de determinar la li-
que realmente son y no de lo que se supo- mitaciones de este último y su viabilidad
ne que deberían ser; por ejemplo: tener en en el bosque húmedo tropical; porque si
cuenta su necesidad de subsistencia fami- bien es cierto el desarrollo sustentable tie-
liar y grado de pobreza crítica, sus limita- ne establecidas determinadas políticas res-
ciones para obtener crédito y a la vez su pecto a lo económico, social y ambiental,
aversión al riesgo, capacidad para el uso en el fondo la propuesta ambiental que lo
intensivo de su fuerza de trabajo, propen- subsume: adolece de imprecisiones; de au-
sión predadora e inmediatismo utilitario, sencia de bases filosóficas que le den con-
visión mercantil del recurso tierra y tradi- sistencia; y de una epistemología que le
ción cultural, entre otros factores; pero lo acredite veracidad científica.
que ya no se puede es soñar con una Ama- Finalmente se intentará una aproxi-
zonia sin colonos o sólo de indígenas, mu- mación a un modelo de desarrollo sosteni-
cho menos sin problemas. En todo caso los do enfocado desde la perspectiva indíge-
maximalismos han existido y existen tanto na, cuyos planteamientos aspira, sean to-
como la apreciaciones reales y objetivas mados en cuenta en la implementación del
de la realidad que obligan a utilizar toda modelo de desarrollo amazónico.
experiencia anterior e innovación y creati-
280
Capítulo II: Experiencias y Casos
5.1. Desarrollo Vs. Desarrollo sustentable se debió a que no se habían investigado las
causas del subdesarrollo: encontrándose
Hacia la década de los setentas el éstas en la estructura de poderes reinante
concepto “desarrollo” adquirió un sentido en los países. Esta estructura de poderes ha
mágico, llegó a ser un mito. Todo el mun- ido surgiendo históricamente6 y fue deter-
do habló de desarrollo y se creía que no minada esencialmente por el poder econó-
habría seguridad, tranquilidad ni paz en el mico que tenía una función dominante; es
mundo, mientras hubiesen países subdesa- decir, los medios de producción en manos
rrollados. Con el tiempo, analizando más de pequeños grupos hegemónicos. El po-
críticamente ese mito, se ha podido ver der económico generalmente produce de-
que tanto los motivos como los conceptos pendencia cultural, social y política y ya
que han sido imaginados y aplicados en lo que el poder es dinámico, la concentra-
que se refiere al desarrollo, han variado ción de poder económico ha creado un
sustancialmente. sistema de dependencia que es causante
A pretexto de los grandes objetivos del subdesarrollo (Thesing 1976). Este fe-
del desarrollo que debían realizarse para nómeno significa que quien dispone de
que los pueblos puedan vivir mejor, en la poder económico, decide sobre el destino
puja desarrollo Vs. subdesarrollo la discu- político de la sociedad; con esta asevera-
sión teórica se basó en las “teorías” de la ción queda comprobado que la estructura
dependencia. A partir de estos preceptos se de poderes existente ha causado y sigue
llegó a establecer que desarrollo no puede causando los problemas del subdesarrollo,
entenderse como proceso económico, y porque el poder económico es dinámico,
que desarrollo es más que solamente creci- y, por lo tanto, el proceso del subdesarro-
miento económico5. El concepto clásico llo es dinámico también.
de desarrollo hacía pensar que un creci- Actualmente las relaciones de domi-
miento económico dinámico solucionaría nación y dependencia entre países ricos y
en corto plazo los problemas sociales, por pobres no ha variado en absoluto; pero si
ello se dio primacía absoluta a los fines se ha logrado modificar el concepto de de-
materiales del desarrollo. Se intentó au- sarrollo, más aún, innovarlo por el de “De-
mentar la producción y el consumo a lími- sarrollo Sustentable”7, que más que ser
tes insospechados. A mediano plazo se una alternativa para sacar del subdesarro-
comprobó que las relaciones entre países llo a los países pobres, constituye una pro-
desarrollados y subdesarrollados eran peo- puesta -ambiental- política estratégica ela-
res de lo que jamás habían sido y que muy borada por el norte industrializado y en
difícilmente se podría salir de esa situa- función de enfrentar los llamados “proble-
ción; en definitiva, la prédica del creci- mas globales” que mucho tienen que ver
miento económico fracasó. Dicho fracaso con los cambios climáticos, la destrucción
281
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
282
Capítulo II: Experiencias y Casos
poder. Con estas limitaciones de fondo, el car dichas relaciones de poder en función
Desarrollo Sustentable ve a la Amazonia de cambiar los patrones de producción y
únicamente como una región que enfrenta de consumo del norte industrializado, por
presiones conflictivas para el desarrollo y otros más acordes a las limitaciones ecoló-
su conservación. Los problemas económi- gicas de la naturaleza y necesidades socio-
cos y socio-ambientales amazónicos ele- económicas de los países amazónicos, la
vados a la categoría de geo-políticos ame- cuenca continuará siendo amenazada.
ritan una tratativa especial que el desarro- Aun así, teleológicamente el Desarrollo
llo sustentable la reduce al plano ecológi- Sustentable busca estrategias para hacer
co. Para la percepción sustentabilista de que el desarrollo sea viable desde la pers-
los países industrializados, el desarrollo pectiva ambiental en todos los rincones del
descontrolado en la Amazonia ha traído planeta. Es un deseo legítimo y pueda ser
como consecuencia una serie de impactos que el dominio científico y tecnológico ac-
negativos que la ponen en riesgo de desa- tual ayude a ese propósito; pero el proble-
parecer, de ahí que “el uso más racional” ma no sólo es tecnológico, necesariamen-
de los recursos de la región es clave para te hay que contar con el aumento progresi-
su conservación, pero dicha racionalidad vo de la pobreza y expansión del consumo
no es compatible con la irracionalidad del opulento del industrialismo avanzado, que
industrialismo avanzado que para su sus- hoy por hoy no muestran síntomas de de-
tentación requiere de la explotación inten- tención.
siva de energéticos y: la región Amazónica
cuenta con la más grande reserva de recur- 6 . E l d e s ar r o l l o a m a z ó n i c o d e s d e l a p e r s -
sos naturales renovables y no-renovables pectiva indígena
del mundo (FAO 1990: 4).
Por lo expuesto se infiere, que mien- La falta de ordenamiento del espa-
tras el modelo socio-económico, político y cio amazónico para conciliar intereses di-
tecnológico capitalista no cambie su ma- versos en el aprovechamiento de recursos,
triz conceptual, el Desarrollo Sustentable ha traído como consecuencia múltiples
es sólo una respuesta transicional que no conflictos crecientes, impactos ambienta-
modifica sustancialmente las relaciones de les negativos y nivel de vida no satisfacto-
poder entre los polos altamente industriali- rio. Frente al fracaso del modelo de desa-
zados y los países subdesarrollados que rrollo capitalista implementado y modo de
conforman la Cuenca Amazónica, cuya extracción impuesto en la Cuenca (Bunker
fragilidad ecosistémica es antípoda a la vo- 1985), los pueblos indígenas plantean el
racidad capitalista de recursos naturales. imperativo de que se respete su modelo de
Esto equivale a sostener, que mientras el manejo del BHT conforme a sus prácticas
desarrollo sustentable no apunte a modifi- milenarias, y que la explotación de los re-
283
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
cursos del subsuelo sirva para impulsar el espacios. Evidentemente esta propuesta no
desarrollo regional, concebido éste desde ha de entenderse como un mecanismo de
una perspectiva holística y sistémica, para división o fraccionamiento de la sociedad
no agotar el recursos ni alterar la base mis- nacional en los países amazónicos, frente a
ma del recurso y garantizar la permanencia los países del industrialismo avanzado; si-
física y etno-cultural de los pueblos que la no al contrario, como un instrumento más
habitan. de integración de las comunidades nacio-
La propuesta indígena va más allá nales, y de cooperación entre los países de
del hecho de considerar a la Cuenca como la región (Centeno 1993: 45). En este sen-
región que presta innegables servicios am- tido, la propuesta indígena no es unilateral,
bientales globales: control del efecto inver- sino que se afianza en la realidad socio-
nadero, mantenimiento del equilibrio hí- política nacional frente al poder hegemó-
drico en la atmósfera, circulación de nu- nico exógeno, como una alternativa que
trientes, conservación de la biodiversidad facilite el aprovechamiento de los recursos
y de la diversidad cultural, etc.. Porque ver en base al consenso social y político inter-
así el problema, es únicamente responder no, necesario para garantizar su sustentabi-
a los intereses del mundo desarrollado que lidad a largo plazo, y lo que es tan impor-
exigen el mantenimiento de estos servicios tante, respondiendo a las exigencias plane-
ambientales, pero sin asumir los costos de tarias, para mantener a la Amazonia como
los mismos por el no uso de los recursos de la base de los servicios ambientales en be-
la Amazonia por parte de los países de la neficio de toda la humanidad, y obviamen-
Cuenca. te de su entorno más próximo.
La propuesta Indígena es una pro-
puesta política: ésta involucra elementos 7 . R efl exi o n es fi n ale s
tendientes a rupturar las relaciones de po-
der existentes, en la medida en que plantea Partiendo de la aseveración de que
que para conciliar los intereses económi- “crecimiento no es sinónimo de desarro-
cos y sociales de los países de la Cuenca llo” y mucho menos de “desarrollo huma-
con los intereses ambientales de la comu- no sostenible”, cabe pensar en la necesi-
nidad internacional y nacional; han de mo- dad de encontrar vías alternativas autosos-
dificarse las estructuras de poder a nivel re- tenibles que sean socialmente justas, eco-
gional y nacional, permitiendo que los nómicamente viables y ecológicamente
pueblos indígenas asuman el control de adecuadas.
sus territorios, manejo de sus recursos, Ello implica que si al proceso petro-
práctica de formas de gobierno propios y lero se incorpora la variable socioambien-
compartimiento de los beneficios por la tal en los costos del proceso productivo, la
explotación de recursos naturales en sus sustentabilidad de los proyectos extracti-
284
Capítulo II: Experiencias y Casos
vos dependerá de la capacidad para articu- so), la diversidad biológica se mediría co-
lar adecuadamente los objetivos económi- mo potencial genético de valor económi-
cos y sociales, con la renovabilidad y po- co.
tencialidad productiva de los ecosistemas En el Ecuador aún no se comprende
amazónicos. que disponibilidad y sustentabilidad de los
El desarrollo sustentable en el área recursos naturales son determinantes para
petrolera comprende el concepto riqueza, la generación de energía aprovechable a
como potencial para mantener el futuro futuro, y que para asegurar la permanencia
crecimiento, evitando la racionalidad pro- de los recursos naturales es necesario apla-
ductiva que obliga a sectores privilegiados zar las formas de aprovechamiento, regu-
del sistema, a perseguir únicamente el lu- lando su intensidad y cuidando su renova-
cro y ganancia ilimitada, echando sobre bilidad. Y en el caso de los recursos no re-
los sectores sociales menos protegidos los novables hay que tener en cuenta, que si
costos económicos y sociales. se extrae más petróleo en lo inmediato, sin
Si la existencia de recursos naturales disponer de reservas probadas abundantes,
constituye la base del desarrollo, y si dicha lo que se haría es agotar el recuso y la ba-
oferta ambiental (bosques, fauna, etc.) al se misma del recurso acrecentando los im-
incorporarse a la producción sea como in- pactos negativos directos e indirectos, y lo
sumos o bienes finales no es valorada en que es más, obligando a que el país en cor-
los costos del proceso productivo, lo que to plazo tenga que importar hidrocarburos
sucede es que al no cuantificar su renova- o derivados a precios muy elevados para
bilidad, ni el impacto que genere su apro- satisfacer la demanda interna.
vechamiento, alguien sale favorecido de En consecuencia -como ya lo han
esa no valoración y por supuesto la perju- establecido en otros países- , el aprovecha-
dicada es la sociedad. miento energético del país debe sustentar-
De allí se infiere que al considerar a se en la identificación, valoración y uso di-
la naturaleza y sus recursos como capital, versificado eficiente, sostenible y más lim-
hay que desagregar todas las variables con- pio de las fuentes energéticas, solo así el
jugando criterios económicos y ecológicos aprovechamiento energético puede con-
para lograr una sola gestión, de tal forma vertirse en un real agente del desarrollo y
que se pueda incorporar a las cuentas pa- no en una cara o problema para las actua-
trimoniales o nacionales las variables eco- les y futuras generaciones.
lógicas cuantificadas en los costos. Ello im- Cabe pensar sobre este particular,
plica que Petroecuador por ejemplo, al in- toda vez que en el Ecuador el petróleo es,
corporar criterios de: renovabilidad, depre- y continuará siendo por lo menos en los
dación, remediación, prevención de acuí- próximos 10 años, el principal recurso
feros con su masa forestal (para citar un ca- energético nacional y más aún, cuando
285
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
otras fuentes como el carbón, geotermia, la región amazónica (Varea y Ortiz 1995:
hidráulica, nuclear, solar, eólica, biomasa, 37
microhidráulica y mareomotriz aún no es- 8.3 Ciertamente las presiones eco-
tán suficientemente desarrolladas y algu- nómicas que acosan a los países amazóni-
nas de ellas ni siquiera han considerado. cos, han acelerado la incorporación de los
recursos naturales para un uso productivo
8. Conclusiones inmediato, generalmente en función de la
racionalidad externa que provoca impac-
8.1 Tanto el proceso petrolero y en tos irreversibles en el entorno socio-am-
menor escala las áreas agroindustrial y ma- biental.
derera, constituyen el eje de inversión que 8.4 Una de las características estruc-
determina las condiciones del desarrollo turales de la RAE tiene que ver con el capi-
regional. A partir de esta premisa es que tal natural (ambiental): recursos naturales
deben entenderse los problemas socio-am- renovables y no renovables (hidrocarbu-
bientales y por ende la presencia de los di- ros, oro, minerales metálicos, etc) biodi-
versos actores sometidos a la expansión versidad florística y faunística entre otros,
del capitalismo, bajo la modalidad del de- históricamente asumidos como la base de
sarrollo del extractivismo como modo de la explotación económica. Por ello la co-
producción (Bunker 1985).8 munidad científica internacional la ve co-
8.2 La violencia para controlar los mo el mayor banco genético que puede ser
recursos naturales en la RAE, ha permitido aprovechado considerando la preserva-
el control sobre los grupos sociales y fun- ción y conservación en función de los in-
damentalmente sobre los pueblos indíge- tereses de las futuras generaciones.
nas. Este proceso coercitivo ha permitido Debido a las presiones locales, na-
la emersión de una comunidad ambiental cionales e internacionales sobre los recur-
que además esgrime justificaciones éticas sos naturales, se han generado varios im-
para la preservación de la Amazonia como pactos directos como: a) ocupación territo-
patrimonio biológico del mundo y base de rial caótica; b) apropiación y uso irracional
nuestra seguridad común. de los recursos; c) consolidación de grupos
Y es que cuando existe una rivalidad con intereses económicos definidos y orga-
entre mecanismos externos y locales de le- nizados en función de la explotación de
gitimidad dentro del área del medio am- dichos recursos y con poder sobre los mis-
biente, el resultado es un conflicto social y mos. Grupos que han determinado la di-
político, lo que provoca un deterioro am- reccionalidad de la dinámica regional en
biental y eventualmente lleva al fracaso de base al patrocinio legal del propio Estado.
los intentos de asegurar las metas de los in- 8.5 En base al establecimiento de
tereses internacionales de conservación de una normatividad y políticas nacionales e
286
Capítulo II: Experiencias y Casos
287
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
zar la noción “cultura ecológica” y que sustentabilidad dentro del marco de la cul-
permita incorporar elementos preventivos tura ecológica.
en las fases más avanzadas de planifica- Petroecuador ha implementado la
ción. extracción petrolera y con ello ha contri-
En este sentido la intervención del buido al proceso de desarrollo del país, ge-
Estado en cuanto rector de la política eco- nerando beneficios que han permitido la
lógica, es condición insustituible para ase- ampliación de la planta productiva nacio-
gurar el equilibrio entre los costos sociales nal, la modernización del campo, el desa-
y los costos privados del deterioro ambien- rrollo industrial urbano, importante avance
tal. de la ciencia y tecnología nacionales; y lo
Reconociendo que toda actividad que es más importante, ha coadyuvado al
humana impacta el ambiente (directa o in- acrecentamiento de las bases sociales y
directamente), es posible (en el proceso ex- materiales requeridas para el progreso eco-
trativista) se le aplique el principio de la in- nómico (48% del presupuesto general del
ternalización de externalidades, aplicar Estado).
medidas preventivas, correctivas y de res- Por otra parte, hay que reconocer
tauración ecológica con importantes reper- que en el momento histórico actual, los hi-
cusiones socioeconómicas. drocarburos son factor preponderante en
De aquí se desprende que Petroe- materia de energéticos para el desarrollo
cuador tiene la obligación de formular un del país, pero ello no implica que se tenga
perfil ambiental que le permita analizar, que desconocer que sobre esos recursos
evaluar las causas y efectos ambientales también tienen derecho las futuras genera-
derivados de sus actividades; planteándose ciones. En consecuencia, la estrategia ex-
como objetivos básicos de ese perfil am- tractivista debe reconocer a la sustentabili-
biental: informar a la población de la situa- dad como un factor técnico y político que
ción ambiental de Petroecuador, y estable- viabilice una mejor planificación del desa-
cer las alternativas que permitan un marco rrollo socioeconómico. Caso contrario, si
adecuado para una gestión ambiental efi- no se adecúan los procesos productivos a
ciente, basada en la participación de los las diversas condiciones y potencialidades
sectores público privado y social, es decir; de los ecosistemas amazónicos, se produ-
asumiendo las responsabilidades en la pla- cirían graves desequilibrios e impactos re-
nificación y concreción de soluciones de gionales con incalculables costos econó-
manera técnica, oportuna y concertada. micos, sea por la pérdida de los servicios
Para ello debe fundamentalmente ambientales que presta el (bht por ejem-
existir una voluntad política expresa, re- plo), así como irreversibles impactos so-
cursos económicos y personal especializa- cioeconómicos y culturales.
do que haya asimilado los principios de la
288
Capítulo II: Experiencias y Casos
289
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
ECORAE 1996 N ot a s
Plan Maestro para el Ecodesarrollo de la Región Ama-
zónica Ecuatoriana, Quito. (Versión Preliminar). 1 Los autores en mensión enfatizan que es pre-
cisamente cuando se produce una crisis en el
FAO 1990 patrón de acumulación capitalista fundada
Conservación y Desarrollo Sostenible en la Región en el fordismo, cuando emerge el tema de la
Amazónica. crisis ambiental dentro de la agenda de las
GOODLAN, DALY, SERAFY y DROSTE 1994 preocupaciones políticas globales, y que de
Desarrollo Económico y Sostenible, TM. Editores, Bo- manera curiosa la crisis ambiental ha dado
gotá. un impulso a la sociedad capitalista liberal;
la misma que argumentando tener en sus ma-
NARVAEZ Q., Iván 1994 nos la salvación del planeta, ha elaborado la
“El Proceso Extrativo Petrolero en Territorio Indíge- teoría del uso racional y sostenible de la na-
na”, en: Petróleo y Sociedad Nro. 2., Ed. ASPEC, Qui- turaleza bajo el membrete del “desarrollo
to, pp. 103-121. sustentable”.
2 Por capitalización de la naturaleza se entien-
1995 de: la representación que se hace del medio
“Amazonia e Integración: Análisis Teórico”, en: Pe- biofísico, de las economías no industrializa-
tróleo y Sociedad Nro. 4, Ed. ASPEC -Fundación José das y de la naturaleza humana como reservas
Peralta, Quito, pp. 51-85. de capital. Y la codificación de estos stocks
1996 como propiedad susceptible de ser comercia-
Huaorani Vs. Maxus, Ed. Porvenir, Quito. lizada “en el mercado”, es decir, que puede
venderse a un precio que represente el valor
PICHON, Francisco 1993 (utilidad) del flujo de bienes y servicios como
“Colonización y Deforestación en la Frontera Agríco- factores de producción (inputs) de artículos
la de la RAE”, En: Varios, Amazonia Escenarios y básicos y en el consumo. O dicho en otros
Conflictos, Ed. Abya Yala, Quito, pp. 337-374. términos, formalmente este proceso implica
la introducción de un conjunto de elementos
RUDEL, Thomas 1993 en el terreno de los bienes básicos, a través
Tropical Deforestation Ecuadorian Amazon, Colum- de un proceso de colonización (O’Connor
bia University Pres, New York. 1994) citado por Varea y Ortiz (1995: 32).
3 Según Foweraker ( ) el proceso de expansión
TCA1993 de fronteras en la Amazonia continental se da
Amazonia sin Mitos, Quito. en tres períodos:
1.Período no capitalista: en el cual no existe
THESING, Josef 1976 un mercado de tierras ni de mano de obra. El
Política y Desarrollo en América Latina, Ed. Los An- mercado es reducido y predominan las acti-
des, Bs. As. vidades extractivas.
2.Período pre-capitalista: en el que existe el
TRUJILLO, Jorge 1988 mercado de tierras, y hay mayor cantidad de
Los Pueblos Indígenas y el Proceso Colonizador en la conflictos e interrelaciones entre mercado,
Región Amazónica Ecuatoriana, Ed. ILDIS, Quito. capital, mano de obra, etc.
3.Período capitalista: en éste prima el poder
VAREA, Anamaría y ORTIZ, Pablo 1995 de acceso a los recursos naturales renovables
Marea Negra en la Amazonia, Ed. Abya Yala, ILDIS, y no renovables, y especialmente el de la tie-
UICN, FTPP, Quito.
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Capítulo II: Experiencias y Casos
rra. (En el presente ensayo pondremos mayor problemas han ido aumentando y la utopía
énfasis en este período). de convertirse en países desarrollados, cada
4 La fundación Natura ha logrado especificar vez es más lejana.
en forma muy sintética “7 Interrogantes o 6 Desarrollo es también un problema histórico.
Preocupaciones Sobre la Amazonia”: La historia transmite el conocimiento de los
1)Un desarrollo desequilibrado que privilegia hechos pasados.
la extracción de riquezas, sin volverle nada a 7 El Desarrollo Sostenible emerge de una reali-
la región; dad concreta: de la pobreza y subdesarrollo
2)Escasez de investigación científica sobre la que se engendran todos los días en los países
Amazonia ecuatoriana; del sur, que tienen que vender sus productos
3)El caos de la gestión institucional pública al mercado internacional, en condiciones
que ha dificultado la aplicación de políticas desventajosas y someterse a las imposiciones
acordes con la realidad social y ecológica de financieras de los países industrializados. El
la región; Desarrollo Sostenible está atravesado por la
4)Manejo equivocado de políticas sociales y propuesta ambiental, cuya preocupación
desconocimiento de los derechos tradiciona- fundamental a más de la miseria creciente -
les indígenas, ruptura de su organización so- engendrada por el modelo de desarrollo tra-
cial, económica y política; dicional- es la certeza de que no es posible
5)La colonización ligada al proceso petrolero extender el patrón de consumo de los países
e impulsada por el Estado, como mecanismo ricos, a nivel planetario.
para solucionar la presión social sobre la tie- 8 Según Bunker (1985), la Cuenca Amazónica
rra en otras regiones del país; es vista como fuente de recursos y por ello
6)La contaminación ambiental y; está sometida a un régimen acelerado de ex-
7)El conflicto de legalización de la tenencia tracción. Uno de los graves problemas de es-
de la tierra y el reconocimiento de los territo- ta región radica en que debido a que las eco-
rios indígenas. Para una mayor profundiza- nomías extractivas de exportación son predo-
ción ver: (Natura, 1989 Nro. 87, Quito.) minantes, durante un determinado tiempo
5 Si bien es cierto esta tesis logró un amplio re- responde a la demanda internacional de mer-
conocimiento, gobiernos y élites gobernantes cancías extractivas específicas, pero perderá
han tenido muchas dificultades para aplicar sus utilidades cuando la fuente extractiva se
su contenido político, fundamentalmente en agote o cuando la demanda cambie.
los países subdesarrollados; en los que pese a
las inversiones considerables realizadas, sus
291
Bolivia: la guerra de los pozos
en Vinto y Sipe Sipe.
Carlos Crespo
293
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
dricos del Departamento, como el recono- El título del trabajo (“La Guerra de
cimiento a la existencia de actores socia- los Pozos”), se lo debo a Don Zacarías Va-
les, involucrados en la gestión de los recur- lenzuela, dirigente vinteño del movimiento
sos, pero ignorados hasta hoy, particular- de resistencia a la perforación de pozos
mente el sector campesino, con el que se profundos, quien tituló así al proceso.
debe dialogar y concertar cualquier deci- El presente texto es una versión re-
sión para su manejo. sumida del trabajo de investigación elabo-
La “Guerra de los pozos”, para los rado para optar al título de maestría en Me-
vinteños y sipe sipeños significó la recupe- dio Ambiente y Desarrollo Sostenible (CE-
ración de una memoria histórica de trans- SU-UMSS): se divide en cuatro capítulos:
formaciones ambientales y paisajísticas de el primero es un acercamiento conceptual-
su entorno, de frustraciones por promesas metodológico a la problemática de los
no cumplidas, producto desde su perspec- conflictos y su relación con la gestión am-
tiva, de la sobreexpolotación de pozos en biental. En el segundo capítulo realizó una
años pasados: la resistencia a la perfora- contextualización del conflicto, descri-
ción de pozos profundos se mostró como biendo la situación de escasez crónica de
un proceso de articulación de intereses al- agua potable en la ciudad y las alternativas
rededor de la defensa de dos indicadores de solución planteadas, aspectos que influ-
de la identidad local valluna: su vocación yeron de gran manera en el desarrollo del
agrícola y paisaje. conflicto. Por su parte, el capítulo tercero
Para el que escribe estas líneas, el esta referido a la reconstrucción cronológi-
estudio permitió alimentar una percepción ca y a la vez temática del conflicto, desde
más optimista respecto a la viabilidad de el origen hasta su “resolución”, basado
los movimientos ambientalistas populares, fundamentalmente en los testimonios de
un “ecologismo popular” como señala sus principales protagonistas, además de
Martínez Alier, frente a las tendencias he- una minuciosas revisión hemerográfica y
gemónicas de la época, que exaltan el documental. El análisis del conflicto es el
mercado como única posibilidad de cons- tema del cuarto capítulo, enfatizando los
titución de lo social, el individualismo co- roles asumidos por los actores, además de
mo estilo de vida y el autoritarismo demo- una evaluación crítica de los factores que
crático como práctica política, pues consi- influyeron en el manejo del conflicto; por
dero que resolver conflictos ambientales último se realiza una reflexión del movi-
democráticamente es construir una socie- miento de resistencia como “ecológico y
dad “en la que los hombres puedan vivir y popular”.
crear la igualdad, la justicia y su propia li- Agradezco profundamente a las per-
bertad” (Colombo 1994:47). sonas que accedieron ser entrevistadas y
colaborar con documentación referida a la
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Capítulo II: Experiencias y Casos
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo II: Experiencias y Casos
do, y que contradice las economías tradi- ¡AGUA YA!: CONTEXTO EN EL QUE SE
cionales, basadas en el valor de uso y la re- DESARROLLA EL CONFLICTO
ciprocidad. En fin, estas luchas sociales
constituyen la resistencia a una distribu- 1. La escasez de agua potable en la ciudad
ción ecológica inequitativa8, en el acceso de Cochabamba.
y uso de los RRNN.
El ecologismo popular se caracteri- La ciudad de Cochabamba “...un
za por defender el acceso comunitario a centro urbano de servicios extremadamen-
los RRNN, contra las amenazas del merca- te heterogéneos, enclavado en una comar-
do o el Estado, reacciona contra la degra- ca básicamente agrícola” (Ledo 1994:98),
dación ambiental causada por la pobreza, con una estrecha interrelación entre activi-
el exceso de población y el intercambio dad mercantil urbana (formal, informal y
desigual; por otro lado, se observa un rol clandestina) y economía campesina del
protagónico de las mujeres porque su rol entorno de la ciudad, donde la actividad
en la división del trabajo social tiene que industrial es aún una actividad secundaria,
ver con oikos (lo doméstico), es decir, la ha sufrido un rápido crecimiento poblacio-
reproducción de la unidad doméstica. nal: de 204.684 en el 76’ a 407.825 en el
El ecologismo popular forma parte 92’, con una tasa de crecimiento del 4.5%
del reconocimiento de la existencia de (Censo 92), traducido en un incremento en
múltiples actores sociales en las luchas so- la demanda de servicios básicos, principal-
ciales, articulados en su diversidad de ima- mente el agua potable.
ginarios y demandas; el antiautoritarismo Si bien en el año 1976 el 57% de los
de estos movimientos se basa en “la nega- hogares contaba con agua potable por ca-
ción de la jerarquía como principio estabi- ñería, en el 92’ la cobertura alcanzaba al
lizador u ordenador, tanto en la naturaleza 69% 9; en términos absolutos, ese año hu-
como en la sociedad” (M Bockchin en bo 12.000 hogares más sin el servicio, que
Fundación de Estudios Libertarios y Anarco en los 70’(Ledo 1994:101). El otro aspecto
sindicalistas [comp] 1994:45) es la inequidad en el beneficio del servicio
pues como demuestra un estudio realizado
por encargo de SEMAPA, existe una ten-
dencia a beneficiar con el servicio a zonas
residenciales más consolidadas, de ingre-
sos más altos, con una correlación entre
mayor ingreso económico y conexión a la
red pública10 (Idem 1994:102).
El consumo promedio per cápita
también es un indicador de la asimetría so-
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
2. Alternativas de solución a la escasez del 2.2. Plan Maestro de Agua potable de SE-
agua potable. MAPA
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Cua dro N º 1
Fuentes de agua Hoy Planificado
P ro d: 500 l t s / s eg* P ro d: 2935 l t s / s eg
ubterráneas
Su Campo noroeste (Paso) 40% Campo Noroeste (Paso) 19%
Campo Vinto 12% Campo Vinto 10%
Otros subterr. 4% Campo Norte (Tiquipaya) 12%
Campo Oeste (La Llave) 5%
TOTAL 56% TOTAL 46%
C u ad r o Nº 2
FUENTE LUGAR
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Capítulo II: Experiencias y Casos
cuni, tanto que a fines de Agosto el gobier- Entre los meses de Octubre y no-
no municipal de la ciudad de Cochabam- viembre SEMAPA y CORDECO reparten
ba anuncia la construcción del túnel de agua gratuitamente en varios barrios peri-
trasvase de los Ríos Titiri y Serkheta, con féricos (OP 4-X-94); el Alcalde Reyes Villa
recursos propios y regionales, al margen de expresaba que las demandas ciudadanas
las decisiones del poder central; las organi- por agua eran constantes:
zaciones sociales y cívicas apoyan la
idea15, pues se consideraba que había lle- “los vecinos -según señalaba- han
gado el momento de hacer realidad el emplazado al alcalde a tomar deci-
“añorado sueño”. Luego de un proceso de siones urgentes como Presidente del
negociación con el gobierno central, se de- directorio de SEMAPA...(pues) el ra-
cide iniciar la primera fase, a partir del 95, cionamiento ha llegado a extremos
con fondos del gobierno italiano. (OP 23-IX-94).
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
vemos luego, también será utilizado cimiento de agua potable”, entre ellos los
por la oposición, la perforación de pozos profundos (OP 21-IX-94); una sema-
pozos, esta vez profundos. na antes había anunciado, frente el déficit
de agua en la ciudad, entre otras medidas
4. La solución de 1977, es posible de corto plazo como la rehabilitación de la
asumirla como una salida “por batería de pozos en Vinto, Muyurina y El
cooptación” en la medida que a Paso, la licitación de un pozo de “600 mts
cambio de la batería de pozos, SE- de profundidad en la zona de Vinto, como
MAPA se compromete a implemen- parte del Plan Maestro de SEMAPA” (LT 14-
tar una serie de beneficios al pueblo IX-94).
de Vinto; por lo demás, a los repre- Luego de una licitación pública se
sentantes no les quedaba otra, pues anunciaba que como parte de la estrategia
los hechos estaban consumados (es- de corto plazo, del Plan Maestro, la Empre-
to es, los pozos habían sido ya per- sa norteamericana Leyne Wsterl Company,
forados); previendo esto, el movi- realizaría la perforación, por un costo de
miento de 1994-95 se adelanta a los 1’095.000 US; los estudios habrían planifi-
hechos y resiste cualquier tipo de cado la perforación “con criterio conserva-
perforación. cionista y ....de no interferir a los que ac-
tualmente utilizan el agua subterránea en
5. Cuando surge el conflicto del 94- el Valle Central” (OP 23-IX-94).
95, se pone en funcionamiento una Justamente, durante las fiestas de-
memoria colectiva de los conflictos partamentales, el Presidente Sanches de
pasados, que impulsará indudable- Lozada, reflejando el optimismo estatal en
mente la gran movilización de la zo- los beneficios de los pozos profundos, du-
na. rante la sesión de honor del Consejo Muni-
cipal, expresa que mientras llegue Misicu-
ni “se debe continuar con proyectos com-
3. Orígenes y desarrollo del conflicto de plementarios como la perforación de po-
1994-95 zos profundos para solucionar el problema
del agua en Cochabamba”; considera que
3.1. Causas directas e inmediatas
“Dios ha sido bondadoso porque
La tercera semana de septiembre de han sido identificadas importantes
1994, SEMAPA aprueba el Plan Maestro de reservas acuíferas que pueden desa-
Agua Potable y Alcantarillado, donde se rrollarse en el tiempo que demorará
“presenta el conjunto de escenarios o alter- la ejecución de Misicuni”18.
nativas de solución de lo que es el abaste-
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Capítulo II: Experiencias y Casos
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
C ua d ro N º 3
Gu e r r a d e l o s p o z o s . E t a p a s d e l co n f l i c t o
Etapa y duración C ar a c t e r í s t i c a s
1ra. ETAPA. Spte/94 -En/95 Se anuncia la aplicación de Plan Maestro en su dimensión de cor-
to plazo, con el inicio de la perforación de un pozo en la zona de
Mallco Rancho; primeras movilizaciones de Vinto y Sipe Sipe; ini-
cio de negociaciones con Alcaldía de Sipe Sipe.
2ra. ETAPA. Feb/95-Mar/95 Acuerdo SEMAPA- Alcaldía Sipe Sipe, aceptando perforación del
pozo, a cambio de algunos beneficios a la zona; comunidades ape-
drean Alcaldía rechazando el convenio. Inicio de bloqueo a vía de
acceso al área de perforación. Negociaciones entre autoridades, re-
presentantes y asesores de las poblaciones afectadas. Un comite
técnico intersectorial (gobierno y población), presenta un informe
negativo de la perforación.
Cu ad ro N º 4
L a g ue rr a d e l o s po zo s se ct o re s so ci a l es s / g
el gra do d e cob ert ur a con la p ren sa es cr it a
S e c t o r e s s o c ia le s Total
1. Gobierno 29.3
2. SEMAPA 19
3. Comité de defensa de RRHH de Vinto-Sipe Sipe 31.3
4. Prensa (colunmnistas) 5.4
5. Ambientalistas 8.1
6. Ingenieros 3.1
7. Organizaciones sociales, cíclicas de la ciudad de Cochabamba. 2.7
8. Gobiernos municipal 0.4
9. Iglesia 0.4
TOTAL 100
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Capítulo II: Experiencias y Casos
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
ni secará los pozos de menor pro- miento, la mala calidad del agua pa-
fundidad; a pesar de ello se conside- ra consumo humano22, riesgos am-
ra que el primer pozo tendrá un ca- bientales que supone y el peligro de
rácter exploratorio, para evaluar los provocar procesos sísmicos en la
probables impactos. zona.
• La perforación de pozos profundos
Por su parte el actor social CDRRHH constituye un mecanismo para dis-
tenía una visión diferente del proyecto, ex- traer la ejecución del proyecto múl-
presado particularmente a través de sus tiple Misicuni.
asesores técnicos: • Existen otras alternativas, ambienta-
les y económicamente sostenibles, a
• La historia ambiental de la zona en la perforación de pozos profundos,
los últimos 30 años muestra que la como la construcción de galerías fil-
perforación de pozos semiprofun- trantes y la explotación de aguas su-
dos por parte de SEMAPA tuvo efec- perficiales de la cordillera.
tos negativos sobre la calidad am-
biental de la zona, provocando el 1.2. Posiciones e intereses de los actores
desecamiento de los pozos artesia- sociales fundamentales en el conflicto.
nos y la pérdida de humedad del
ecosistema. Durante el conflicto, los dos actores
• El estudio realizado por la consulto- sociales fundamentales presentan posicio-
ra francesa no cuenta con el EEIA es- nes encontradas y que obstaculizaron una
pecífico; sólo se ha realizado una si- solución concertada:
mulación de los probables riesgos El bloque gubernamental tiende a
ambientales mediante modelos ma- entender el diálogo a partir del cumpli-
temáticos, sobreestimando el poten- miento de las disposiciones legales, como
cial hídrico de la zona. aquella que dispone las aguas como pro-
• Los costos del estudio y la perfora- piedad estatal, y empecinarse en expresar
ción de los pozos profundos son que los pozos son la principal alternativa
mayores a otros similares realizados de corto plazo, además de que no existen
en el exterior del país: “La perfora- externalidades ambientales negativas con
ción de pozos profundos era un ne- su perforación y explotación.
gociado porque estaban sobredi- Por su lado los agricultores, a través
mensionados” (C. Fernández)21. del CDRRHH consideran que la perfora-
• La explotación de aguas subterrá- ción, no solo tendrá un sobreprecio, sino
neas no es una alternativa para la re- que traerá consigo una catástrofe ecológi-
gión, por los altos costo de manteni- ca, que va desde cambios climáticos, has-
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Capítulo II: Experiencias y Casos
ta procesos sísmicos; por otro lado, sostie- más sectores sociales vinculados al bloque
nen que existen otras alternativas a los po- gubernamental, construyen su versión de
zos en el corto plazo, como las galerías fil- los hechos sólo con los datos que poseen.
trantes.
Entre los factores que explican las 2. Los campesinos asumen estas po-
posiciones e intereses totalmente contra- siciones basados también en la memoria
dictorios entre ambos actores sociales fun- histórica local, pues luego de casi 20 años
damentales, son: de perforación de pozos semiprofundos en
la zona, habían constatado los efectos de
1. El deficiente sistema de informa- su explotación: desecación de pozos arte-
ción y comunicación por parte de SEMA- sianos y “juturis”, reducción de la hume-
PA hacia la población, tanto de la ciudad dad del ambiente, por tanto un deterioro
como de las zonas afectadas con la perfo- de sus bases productivas; por tanto, cuan-
ración, respecto al proyecto; do se plantea la perforación de nuevos po-
zos, el imaginario popular inmediatamen-
• El desconocimiento de los alcan- te lo asocia con el pasado. SEMAPA en su
ces y lineamentos del Plan Maestro de SE- propuesta no incorpora en absoluto la his-
MAPA, pues éste no había sido elaborado toria ambiental de la región, en relación a
en forma concertada y participativa. los recursos hídricos, mucho menos la
• La incertidumbre de si el pozo a comprensión de esta historia por parte de
perforar era de exploración y/o explota- los campesinos.
ción; en la recta final de las negociaciones
SEMAPA recién reconoce que el pozo era 3. La coincidencia de posiciones de
de explotación. los distintos sectores sociales articulados
• La ambigüedad en la explicación en torno a la estrategia de SEMAPA, se ex-
de los probables impactos ambientales, plica fundamentalmente por la escasez de
pues nunca pudieron describir claramente agua potable, seguramente uno de los
los efectos que iba a generar la perforación principales problemas urbanos de Cocha-
sobre el entorno. bamba; por tanto, confiando en la infor-
• Los esfuerzos de SEMAPA y el go- mación de SEMAPA (“los pozos son la úni-
bierno por convencer a la población fue- ca alternativa de corto plazo y su explota-
ron insuficientes, pues se partía del con- ción no provoca impactos”), los distintos
vencimiento que por encima de todo esta- sectores sociales se empecinan en apoyar
ba el cumplimiento de la Ley. las disposiciones gubernamentales.
Al no contar con una información
adecuada por parte de la entidad encarga-
da, los campesinos, pero también los de-
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decir, los efectos provocados por la perfo- decuada para la implementación de estra-
ración de pozos durante la década del 70’ tegias de uso racional de recursos acuífe-
y las consecuencias provocadas sobre el ros:
imaginario de la población.
“La Ley de Aguas (la nueva) se viene
2.2. La aplicación de instrumentos de Ges- estudiando en el país desde hace
tión Ambiental (GA) aproximadamente veinte años, sin
que se haya aprobado” (R. Vera)
El conflicto ha mostrado una vez
más no sólo la inexistencia de normas am- A ello se añade que los gobiernos
bientales que regulen el uso y manejo de regionales y municipales carecen de políti-
los recursos naturales, sino también la es- cas de manejo del agua, mucho menos in-
casa capacidad del Estado y sus institucio- corporando criterios de sostenibilidad am-
nes para aplicar instrumentos, tanto lega- biental:
les, de planificación y evaluación, que hu-
biesen evitado los grados de violencia y “Teóricamente hay normativa, pero
autoritarismo alcanzados durante el con- a nivel de la Prefectura; pero allí to-
flicto. do se maneja a base de coimas, no
es una reglamentación válida. Teóri-
“no existe ninguna regulación sobre camente contempla que cada perfo-
la perforación de pozos en el valle ración debía registrarse, pero nada
de Cochabamba, sean estos artesa- de esto se cumple en la práctica
nales o industriales” (R. Vera) [...]; 30% de los pozos de la juris-
dicción de Vinto y Sipe Sipe son
“En Cochabamba existe un pésimo clandestinos” (C. Fernández)
manejo de las aguas superficiales.
Cuando llueve en Cochabamba, las “La alcaldía de Vinto no tiene nin-
aguas descienden en forma de to- gún marco legal para regular la per-
rrente desde la Cordillera, ocasio- foración de pozos [...] (Z. Valenzue-
nando daños y estas aguas no se al- la)
macenan y se escurren (en forma
natural) y se van al Oriente bolivia- Otro aspecto, reflejado en el caso
no” (R. Ramírez) del Plan Maestro de SEMAPA, es la necesi-
dad de tomar en cuenta que la administra-
La Ley de Aguas vigente, no solo ción del recurso requiere lógicas de con-
que es prácticamente desconocida por los certación con otros municipios y comuni-
actores sociales, sino que ésta se torna ina- dades, en el marco de la Descentralización
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por FEJUVE, donde participan también auto- es común que ésta sea manipulada, en fun-
ridades locales y regionales; allá se conmina ción de partes en disputa, generando imáge-
a iniciar obras hasta el 14-IX, fecha de las nes públicas difíciles de remover posterior-
efemérides departamentales. mente (Idem).
16 El tema de la escasez o abundancia de agua 24 Las reformas últimas, como la Participación
potable para la ciudad está vinculado a los popular o Descentralización las entiendo
cambios del régimen hídrico en la región; más como potenciales, posibilidades, antes
“Un incremento de la aridez del valle y una que evidencias empíricas de fortalecer una
despoblación de los bosques de la vertiente cultura democrática en el país, pues a medi-
norte tendrán su efecto en el régimen de llu- da que se cristalizan sus aplicaciones, las es-
vias, y esto en la capacidad de desarrollo de peranzas van desapareciendo.
la ciudad como tal (Laserna et.al. 1995:37). 25 Como se sabe, en las sociedades tradiciona-
17 Al respecto, ver Matzlawick 1989. les, al tener una estrecha relación con el en-
18 Como señala Carlos Fernández, ello se expli- torno natural, tienden a sacralizar los objetos
ca porque “más del 50% de la captación de y recursos con los cuales interactuan y/o
leche que nace la PIL proviene de esta re- aprovechan (Eliade 1975).
gión”. 26 En la cosmovisión andina, todo en el cosmos
19 En la comunidad de Mallco Rancho los pri- tiene vida, por tanto se trata de reciprocar
meros en levantarse fueron los del módulo con el entorno, a través del rito y las prácti-
lechero. cas habituales de respeto a la naturaleza; la
20 Los clérigos de la Parroquia de Vinto apoya- cercanía a teorías contemporáneas, como la
ron protagónicamente la resistencia a la per- Hipótesis GAIA es evidente.
foración, tanto que uno de los curas formó 27 No es de interés del trabajo analizar si Misi-
parte de la directiva del CDRRHH de Vinto. cuni es “la solución” al problema del agua en
21 “El costo de operación (de los pozos profun- la región o un sueño colectivo que permite
dos), que incluye gastos de inversión, opera- no perder la esperanza de una solución defi-
ción y mantenimiento es de (cuesta) US 30 nitiva; interesa de Misicuni, la capacidad que
3
ctvs. el mt ; en cambio, las aguas superficia- tuvo en su momento para coadyuvar a la pre-
3
les pueden estar entre US 20 a 25 el mt . Evi- sión social y las movilizaciones vinculadas a
dentemente el pozo de agua es mucho más los pozos.
caro que explotar aguas superficiales” (Carlos 28 A fines del 95 se realizaron elecciones para
Maldonado). elegir Alcaldes y Gobiernos municipales.
22 Varios de los técnicos entrevistados han coin- 29 A pesar de ello, muestran condiciones de vi-
cido en afirmar que las aguas subterráneas da mucho más adecuadas en relación a las
del valle bajo y central presentan alto conte- regiones más pobres del Departamento (Ta-
nido de hierro y otras sustancias dañinas a la pacari, Arque, Bolivar).
salud humana. 30 El Foro Cochabambino del Medio Ambiente
23 “La falta de información buena y legitimada (FOBOMADE), seguramente la organización
es un tercer factor, además de los intereses (in ambientalista más grande del Departamento,
situ) y valores (de enfoque), que influyen en no emitió ningún comunicado oficial, pues
los conflictos ambientales” (Sabatini no estaban seguros de la estrategia a seguir
1994:17); muchos conflictos se disiparían si (comunicación personal de un miembro de
se contara con información adecuadas; pero, FOBOMADE).
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Capítulo 3
René Orellana
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
ducción de nuevas actividades que se de- torno físico y social en función de las per-
sarrolan en un espacio productivo concre- cepciones de calidad de vida que las so-
to; una suerte de introducción de cambios ciedades producen desde sus mundos cul-
en las tecnologias de producción, motiva- turales.
dos probablemente por corrientes de ade- La intervención de ajenos en entor-
lanto tecnológico u otros. nos gestionados por sociedades locales
Así, las disputas, los desencuentros, exigirá reacomodos en la gestión de los es-
cuando llevan solamente el adjetivo de pacios. Pero, la gestión del entorno, no es
ambientales parecen estar sujetos específi- un hecho puramente físico o técnico, está
camente a la intervención de variables ex- muy imbricada con procesos normativos,
ternas, ajenas a la realidad que se trata. institucionales y valóricos que hacen que
Estas externalidades serían, por las sociedades accedan, usen y controlen
ejemplo, la intervención de empresas pe- sus espacios de cierta forma, con ciertas
troleras, madereras; la otorgación de con- normas, ciertas aurtoridades y ciertas per-
cesiones forestales, mineras, petroleras, cepciones o concepciones.
etc., la construcción de industrias chime- El enfoque sistémico es pues funda-
nea u otras de alto impacto ambiental que mental en el abordaje del conflicto.
puedan provocar daños directos o indirec- Por ejemplo, la intervención de una
tos al entorno; las inveriones externas; en empresa forestal en una región habitada
fin, todos aquellos elementos que parecen por una determinada sociedad, que acce-
estar fuera de una dinámica cuyo funcio- de y controla los recursos forestales y que
namiento es armónico en tanto no es dese- usa el bosque para diferentes fines (inclui-
satabilizada por intervenciones foráneas. dos los espirituales), exige modificaciones
Parecería ser que aquellos conflic- en la gestión que esa sociedad hace de su
tos originados por determinantes externos espacio, por tanto, probablemente restric-
no tienen relación o impacto directo con ciones en el acceso, el uso y el control; y,
procesos de gestión de recursos naturales concomitantemente, transtornos en los sis-
o de espacios vitales (urbanos o rurales), lo temas de tenencia (de árboles, de tierra),
cual no resulta muy coherente. allí donde intervenga la empresa forestal;
Toda intervención de este tipo (con- eso, solamente sin considerar los daños
cesiones, instalación de industrias, etc.) ambientales.
supone modificaciones importantes en el Otro ejemplo: actividades agrícolas
uso de los espacios (vamos a decir...) pú- desarrolladas en tierras de uso forestal di-
blicos; entendidos éstos como entornos vi- versificado (“nuevas actividades”), que su-
tales, como sistemas de convivencia en los ponen “cambios en los usos del suelo”,
que se producen procesos de adaptación y producirán conflictos por el control de
de re-creación, buscando modelar el en- quellos espacios. Aquí el asunto se puede
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trol de los recursos en cuestión pero enar- estos casos, las variables a considerar son:
bolar un interés proteccionista. Los sistemas de participación política y po-
Este podría ser el caso (por decir der local, los grupos sociales locales, sus
uno) de “balleneros” con grupos ambien- cuotas de poder, las formas de tenencia, el
talistas, de industrias nucleares con los sistema de derecho en el uso y control de
mismos grupos, etc. los recursos naturales, las instituciones
Se han dado casos interesantes que creadas para gestionar el espacio y los re-
involucran a grupos sociales con institu- cursos, el estado, las políticas, y proyectos
ciones o movimientos llamados ecologis- implícitos en el área de conflicto, otros ac-
tas. Por ejemplo: conflictos entre campesi- tores, sus intereses y necesidades.
nos-colonos y organizaciones proteccio- Notará el lector que hay un énfasis
nistas por el control de áreas protegidas. social. Sin duda. El objetivo es subrayar el
En Bolivia, podemos citar uno de papel político que cumplen los conflictos
éstos: Se trata del Parque Nacional Ambo- más allá de la implicaciones estrictamente
ró, ubicado en el departamento de Santa técnicas y físicas. En la medida en que en-
Cruz (Bolivia). En el límite sur, principal- tendemos que el conflicto es un desen-
mente en la provincia Florida, los campe- cuentro de intereses y necesidades adver-
sinos exigieron al estado la co-administra- sos, diferentes y divergentes; y en tanto tal,
ción del área protegida, además de de- se trata pues de un hecho político.
mandar derechos de acceso a los recursos, En el gráfico que vemos a continua-
para fines comerciales en algunos casos ción podemos observar cómo diferentes
(recolección de helechos, de orquídeas, actores modifican el concepto.
caza de loros y mariposas) y para fines de
consumo familiar en otros (recolección de
leña, por ejemplo). En el conflicto intervi-
no una organización ambientalista, quien
finalmente se adjudicó la administración
del parque.
Siguiendo a Sabatini, diremos que
en “nuestras sociedades”, los conflictos
son socioambientales, por las característi-
cas y particularidades propias de nuestra
realidades.
Los conflictos ambientales, revelan
pues características sociales, políticas y
culturales importantes cuando involucran
directamente a las sociedades locales. En
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con que los habitantes o sociedades pue- pacidad de acción organizada respecto de
den identificar o reconocer su entorno, las sus problemas ambientales (Sabatini y Me-
diferentes formas de interacción entre los na: 1995: 52).
habitantes, por una parte, y entre ellos y su Los investigadores que analizaron
entorno (Ibid). este tema, sugieren que “en la confluencia
Ahora, la pregunta es: ¿cuándo en histórica entre religiosidad popular y con-
un conflicto divergen percepciones dife- taminación industrial... chocaron dos
rentes, podemos hablar de escasez de tales mundos sociales y culturales... En palabras
o cuales percepciones más adecuadas pa- de John Friedman, chocaron el “espacio
ra “x” y “z” fines de conservación? vital” y el “espacio económico”: el prime-
Los espacios vitales o espacios de ro, un territorio organizado en torno a las
vida, son, como los ambientes, construc- necesidades y la vida cotidiana de una co-
ciones sociales, en las cuales intervienen munidad y el segundo, un espacio de rela-
como motores las percepciones, las valo- ciones gobernadas por la racionalidad
raciones de las sociedades locales y los ac- económica que es abierto y sin límites es-
tores que tienen determinados intereses y paciales” (op cit).
necesidades respecto a dichos espacios y Ortiz (1996: 6), vuelve sobre el te-
sus recursos. ma de la escasez y enriquece más el con-
El desencuentro de construcciones cepto desde la perspectiva socioambien-
sociales del entorno, produce también tal, sugiere que los conflictos en torno a re-
conflictos. cursos naturales, son procesos de pugna
Es muy revelador, al respecto, el ca- que implican no sólo escasez, sino tam-
so de un problema ambiental ocurrido en bién deterioro y privación.
la localidad de Puchuncaví, Chile (Sabati- Pero además existiría un abanico de
ni y Mena: 1995: 52). Se trata de dos in- causas combinadas en el surgimiento de
dustrias chimenea ubicadas en la mencio- conflictos: bienes en juego, principios en
nada localidad. Estas, provocaron un in- juego (definidos como intereses), territo-
tenso impacto ambiental negativo en la rios en juego y relaciones implícitas, es de-
población, deteriorando significativamen- cir, supuestos y creencias (Ortiz 1996: 8).
te su entorno vital y afectando considera- El componente territorial es impor-
blemente la construcción cultural de su es- tante, y nos lleva otra vez a la frase de
pacio tradicional de vida. Friedman, citada por Sabatini y Mena:
Los pobladores que tienen una tra- cuando el entorno es una construcción so-
dición muy particular, expresan a través de cial, tiene un sello cultural y político parti-
los bailes “Chinos”(término derivado de la cular que se refleja en el control político
lengua Mapuche), en los que realizan ce- sobre el espacio, que en ese momento se
remonias de adoración a la Virgen, su ca-
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Hacia una propuesta de manejo participativo
de conflictos socioambientales
Pablo Ortiz-T.
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flictos adquieren gran relevancia: son ins- a) ¿De qué conflicto estamos hablan-
trumentos que ayudan a comprender me- do?
jor las exigencias de la democratización y b) ¿Cuáles son las causas y motivos del
a la vez formar personalidades capaces de conflicto?
organizar una sociedad democráticamen- c) ¿Quiénes están involucrados en él?
te, desde abajo, con un ejercicio del poder d) ¿Cómo se presenta o se desarrolla?
más participativo y colectivo.
En este momento histórico de crisis Luego de comprender los conflictos,
ecológica planetaria, de reordenamiento se dio un segundo paso en torno a la ela-
político, económico y cultural, el diagnós- boración de propuestas de manejo de con-
tico e investigación participativos y la edu- flictos desde una racionalidad popular,
cación popular se potencian como instru- reafirmando todo el tiempo en la necesi-
mentos capaces de aportar al desarrollo de dad que tienen, las comunidades debida-
los procesos organizativos de las comuni- mente organizadas, de manejar adecuada-
dades rurales que enfrentan conflictos so- mente sus conflictos socioambientales.
cioambientales. Para ello deben potenciar y afinar
Posibilita la recuperación de la me- tanto sus capacidades, conocimientos y re-
moria y el fortalecimiento de la identidad. cursos como las herramientas teórico-prác-
Ergo la constitución de actores, la defini- ticas en procesos de manejo y negociación
ción de intereses comunes, la formulación de conflictos.
de demandas y el diseño de estrategias iné-
ditas. III. El diagnóstico participativo y el uso de
En el DSEP se combinan tanto ele- herramientas
mentos conceptuales, metodológicos co-
mo instrumentales. Con la asistencia de dirigentes y po-
Para ello se partió en general del in- bladores de las mencionadas parroquias,
tercambio de experiencias de las organiza- los talleres se efectuaron durante dos días
ciones y comunidades participantes en los de trabajo cada uno. Se utilizaron sucesi-
Talleres y en la reflexión en torno al tema vamente cuatro tipos de herramientas de
de los conflictos socioambientales y sus es- trabajo:
trategias de manejo.
Para enfrentar y manejar un conflic- a) la primera, que integra los grupos de
to -se dijo- es fundamental realizar un es- trabajo y facilita la relación entre los
fuerzo por comprenderlo o entenderlo, y participantes;
para ello pueden ser útiles definir pregun- b) la segunda, en base a sociodramas,
tas claves, tales como: que posibilitan expresar lo cotidiano
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tiene sus costumbres, sus fiestas, su forma organización y sus principios que la justifi-
de preparar la comida, etc”. can debe premiar en alguna medida a los
“En Shushufindi, no ha sido fácil por que creen en ella.
los diferentes pareceres de las personas y Y es muy probable que a partir de
porque las necesidades urgentes no permi- una secuencia adecuada de preguntas, co-
ten definir mejor metas más grandes”. mo las definidas en el trabajo grupal de los
“Los conflictos acá (en San Carlos) talleres, se pueda sistematizar y organizar
existen cuando la gente no encuentra tra- la reflexión de la comunidad sobre sus pro-
bajo y cuando no se soluciona ninguno de pios conflictos.
sus problemas. Deja de creer en los gobier- Cuando la comunidad plantea la ne-
nos, en las autoridades, en las organizacio- cesidad de comprender mejor de qué tipo
nes, en los dirigentes. Porque sus proble- de conflicto socioambiental se está hablan-
mas básicos están ahí, sin solución. Si mu- do, es muy probable que se planteen tam-
cha gente vive así, es difícil que crea en la bién las salidas y las estrategias frente al
organización y en una propuesta de traba- mismo, así como las herramientas adecua-
jo compartido, comunitario o participati- das, tanto para su conocimiento como pa-
vo”. ra su manejo.
“Sobre eso lo importante es que las Las comunidades rurales tienen en
organizaciones también busquen solucio- ese marco, la posibilidad de plantear una
nar por sí mismas los problemas de la gen- tipología de conflictos. Estos están asocia-
te. Acá cuando luchábamos por la titula- dos básicamente a los problemas que los
ción de tierras, y lo conseguíamos, la gen- generan, a las causas y motivaciones: si
te sentía la necesidad de estar organizada. son recursos económicos en disputa, se
Lo mismo cuando se han realizado movili- trata de un conflicto económico; si son es-
zaciones cantonales por mejoras. Sólo pacios de participación en toma de deci-
cuando ven que eso da resultados y es siones, se trata de conflictos políticos; si in-
efectivo, entonces se unen, de lo contrario volucran deterioro de recursos naturales e
no” (intervención en Shu- shufindi). impactos en las personas y familias, se tra-
Sin duda, hay una visión muy clara ta de conflictos socioambientales.
de la importancia que tienen las organiza- Es decir, las comunidades tienen la
ciones y sus dificultades. Igualmente los posibilidad concreta de diferenciar los
participantes de los talleres manifiestan las conflictos que la atraviesan y hacer una ti-
posibilidades reales de definir demandas e pología propia.
intereses comunes. Estas están condiciona- Igualmente en las propuestas de las
das a la satisfacción de demandas diversas, comunidades en torno al manejo, plantea-
que debidamente se encuentren expresa- do básicamente a nivel de sus conflictos
das y acogidas en esa demanda común. La internos, si se sigue el esquema planteado
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
por J.P.Lederach,3 se cumplen todos los pa- aclara los problemas y busca una salida
sos y se recurren a todos a los elementos aceptable para ambas partes.
necesarios para resolver conflictos por la ¿Cuáles son los logros de la media-
vía popular de negociación, o sea, en base ción en el conflicto entre iguales -plantea-
a la confianza, al consejo y a la conexión do- por las comunidades?
entre las partes.
En la trama de una disputa de linde- - reduce la hostilidad y establece una
ros o de robo menor, se planteó en un prin- comunicación eficaz;
cipio resolver la disputa con el empleo de - ayuda a las partes a comprender las
la coerción -acudir a la ley y a las autori- necesidades y los intereses del otro;
dades- pero se descartó esta opción, en - formula preguntas que ponen de
tanto (aparentemente) sus costos son de- manifiesto los intereses reales de ca-
masiado altos en comparación con los be- da parte;
neficios (considerados más bien escasos). - plantea y aclara cuestiones que han
Se privilegia incluso en la decisión sido pasadas por alto, o que no han
los otros costos y perjuicios (que desde una recibido la suficiente atención;
perspectiva de economía moral son muy - modera las exigencias que no son
importantes) tales como la destrucción de realistas;
las relaciones, el resentimiento para el fu- - comprueba la receptividad a nuevas
turo, la socavación de la integridad y la propuestas;
confianza cotidiana interpersonal. Por otra - ayuda a formular acuerdos que re-
parte, la ley es lenta, sus resultados son im- suelven el conflicto, salvaguarda las
predecibles, hay corrupción en las autori- relaciones y permite prever necesi-
dades, es cara, es pública, etc. dades futuras.
La opción escogida por las partes
fue la mediación: un tercero imparcial que Es importante aclarar que este con-
ayuda a las partes en litigio a hacer las co- flicto (más bien como disputa) se da de
sas que tal vez sin ayuda nunca harían. De manera frecuente (es decir, no se trata de
modo que la base de la mediación es la ne- un evento que rompe estructura, aunque
gociación y la tarea del mediador consiste amenace afectar las relaciones internas); se
en introducir algunas características espe- da entre iguales (en varios aspectos la con-
ciales para modificar el enfoque basado en dición de vida de los involucrados es simi-
la confrontación. lar, ingresos, nivel de vida, educación, ex-
El mediador ayuda a las personas a pectativas de vida, etc.); la voluntad del
dialogar, evita el generar malos entendi- oponente de alguna manera es respetada,
dos, establece por lo menos relaciones, hay disposición de ceder.
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
Sobre este punto deseo llamar la ción de disputas o conflictos por la vía de
atención que la legitimidad de la propues- la mediación o la conciliación.
ta del conjunto de la organización parte Muchas veces cuando el nivel de
del reconocimiento de una demanda senti- confrontación es mayor y la voluntad del
da a niveles muy particulares. oponente no es respetada o es respetada
Esto no siempre se logra sin proble- sólo en apariencia, hay poca voluntad de
mas previos que precisamente pasan por cambiar su propia posición. A veces una
recoger demandas inmediatas -económi- de las partes no acepta la mediación y la
cas, materiales- a las cuales muchas veces búsqueda de un mediador que sea acepta-
tienen que subordinarse las demandas cul- da por ambas partes, se torna en un desa-
turales, políticas y ambientales. O dicho en fío difícil de alcanzar, donde probable-
otras palabras: lo socioambiental y políti- mente el arbitraje o la intimidación sean
co-cultural será relevante en la medida en los procedimientos alternos a asumirse.4
que acoja lo económico e inmediato. Lo Estas normas compartidas funcionan
futuro tiene sentido en la medida que ex- como nexos estables entre las situaciones y
prese lo coyuntural. Lo global-regional al- las acciones que determinadas condicio-
gún significado adquiere si va subordinado nes dadas exigen.
a lo local. Estas “situaciones dadas” -como una
En los sectores de campesinos colo- disputa o un conflicto- que son reconoci-
nos de Napo y Sucumbíos esto es mucho das por los participantes -evocan expecta-
más evidente, dada la racionalidad en la tivas y disposiciones normativas específi-
que se ven inmersos, como posibilidad cas que se manifiestan en una determinada
única de afianzar su presencia, posesión y conducta.
posibilidades de sobrevivencia. El modelo de mediación o negocia-
Una pragmática que les lleva a in- ción de disputas o conflictos -que estaría
sertarse fácilmente en propuestas clientela- dentro de lo que se conoce como acción
res a nivel regional, sea con las compañías concertada- no sólo requiere que los acto-
o con otros grupos de poder: intercambio res hayan tenido una formación normativa
de favores por lealtades. Atención focaliza- similar, sino que también compartan per-
da por inmovilismo. Satisfacción asisten- cepciones comunes respecto al conflicto o
cialista de demandas por actitud pasiva de la disputa, a la situación que se encuen-
las organizaciones (alianzas o consenso tran.
dependiente). Sólo si se cumple esta última condi-
Los participantes en los talleres, en ción, podría considerarse que, mediante
ese sentido aclararon que no siempre se normas apropiadas (propias de una cultura
producen esas condiciones para la resolu- con elementos tolerantes), determinan sus
acciones conjuntas. La pregunta a respon-
355
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
derse es si estos elementos constituyen aún Por ejemplo, se puede informar so-
piedras angulares de las culturas de los dis- bre la pertinencia (económica y ecológica)
tintos pueblos amazónicos del Ecuador. de no explotar recursos en cantidades y rit-
En ese marco, romper la lógica prag- mos que afecten a las generaciones futuras
mática con la que opera el sector campesi- y a las otras especies de manera irreversi-
no colono y una parte del sector indígena, ble.
para subordinar las demandas inmediatas y O sobre los efectos positivos de in-
locales en prácticas políticas de más largo cluir a las comunidades rurales en los be-
alcance y aliento, sobre la base de alianzas neficios y en la cadena de toma de decisio-
y propuestas conjuntas, es uno de los gran- nes respecto a la extracción de recursos
des desafíos de la propuesta comunitaria por parte del Estado o las empresas, a fin
de manejo de conflictos sociambientales, de que sus propuestas o demandas tengan
que deben enfrentar movimientos popula- cabida.
res como los amazónicos del Ecuador. Se puede igualmente informar y pro-
mover en las empresas y el Estado de los
VI. Supuesto dentro de una propuesta de impactos positivos (económicos, políticos
manejo comunitario de conflictos y ambientales) de incluir a las comunida-
des rurales en la toma de decisiones y en la
De acuerdo con Christopher Mit- distribución de los beneficios de la extrac-
chell (1981), el proceso de “Manejo de ción de recursos.
Conflictos” incluye todas las técnicas em- En conflictos ya abiertos, se puede
pleadas para prevenir el desarrollo de si- hablar de prevención, entendida ésta en
tuaciones conflictivas, impedir que resul- términos negativos, en el sentido de impe-
ten en comportamiento destructivo o po- dir que el conflicto escale a niveles de in-
nerle fin al mismo, remover sus causas por comunicación y violencia. Es fundamental
algún medio de algún acuerdo o negocia- allí establecer puentes, por la vía de la me-
ción. diación o la conciliación (Pendzich, 1995,
Diferentes técnicas son aplicables p.6).
en cada momento o etapa del desarrollo Como sugiere Mitchell, el proceso
de los conflictos. de manejo de los conflictos se concentra
En una etapa de conflicto latente, se principalmente al nivel del comportamien-
podría hablar de evitamiento de conflictos, to de los actores adversarios. Donde pri-
incidiendo en las percepciones existentes man conductas y estrategias coercitivas so-
en los distintos sectores involucrados, y bre las consensuales, hay que aclarar que
por lo tanto en la definición de sus deman- éstas (dentro de una vía polémica) no son
das. efectivas, ni seguras para resolver el con-
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
flicto, especialmente desde una óptica de En las disputas los asuntos son nego-
interés comunitario -de menos poder-. ciables y no involucran la alteración de
La tarea de los mediadores y de los instituciones y estructuras.
conciliadores debe centrarse así, en crear El arreglo de los conflictos como re-
condiciones de equilibrio de poder -por sultado de un acuerdo al que se ha llegado
ejemplo vía apertura en la toma de deci- por medio del regateo o de procesos judi-
siones- entre las partes involucradas en el ciales puede ser apropiado para las dispu-
conflicto, para que primen los elementos tas, pero cuando se trata de conflictos que
consensuales, en los cuales se sacrifican giran en torno a necesidades básicas o va-
algunas de las demandas a cambio de la lores, el mecanismo adecuado es la resolu-
satisfacción de otras. ción. Es decir, que mientras el arreglo pue-
Esta desactivación o encausamiento de darse por medidas coercitivas (arbitra-
del conflicto a niveles de manejo y diálogo je), el regateo o la negociación, en las que
entre las partes, puede ser muy parcial y el poder relativo de las partes determina el
temporal si no se apunta a las percepcio- resultado, la resolución exige la transfor-
nes y demandas de los actores. El objetivo mación de las relaciones mediante el abor-
básico debe centrarse en un manejo dura- daje de la solución de problemas que ge-
dero, consensual (que no implique una re- neraron el conflicto.
nuncia total de las demandas e intereses Puesto que el término de “preven-
básicos de los actores) y de cooperación ción” denota “control”, Burton y Dukes
entre las partes. han introducido el vocablo “provención”
Resulta interesante considerar las el cual implica que se tomen medidas pa-
conceptualizaciones de John Burton y ra remover las fuentes del conflicto e im-
Frank Dukes, en torno a estos aspectos. Es- plantar condiciones de manera que los
tos autores introducen una diferenciación comportamientos sean controlados por re-
entre disputas sobre intereses, las cuales laciones valoradas y colaborativas. El reco-
son una característica normal de las rela- nocimiento del otro, la comprensión de sus
ciones y parte integral de un sistema com- intereses, los posibles puntos de confluen-
petitivo, y conflictos que están profunda- cia o acceso, etc. La provención, por tanto,
mente arraigados en las necesidades hu- implica una anticipación del futuro, de
manas y que con frecuencia requieren una manera que se tomen medidas para remo-
reestructuración importante del ambiente y ver las fuentes de conflictos probables6,
las políticas para su resolución.5 Con fre- creando un ambiente conducente a rela-
cuencia los dos están ligados y los prime- ciones no conflictivas y cooperativas.
ros pueden ser síntomas de conflictos sub- En resumen, la provención se preo-
yacentes. cupa por los problemas sociales en gene-
ral, por alterar el ambiente que conduce al
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
La presencia del Estado en la zona, “Miren este tubo que está aquí, que
desde el punto de vista de las comunida- pasa por San Carlos, es el que lleva el pe-
des resulta insignificante. tróleo que surge del subsuelo y se va hasta
En cambio toma cierta importancia Esmeraldas, para de ahí venderse al exte-
la presencia de las organizaciones sociales rior, por lo tanto, no significa que esta zo-
locales que dinamizan la participación de na, siendo petrolera, transforme a sus habi-
la población en la solución de los conflic- tantes en petroleros”, añadieron.
tos existentes. Hay una clara percepción de que lo
En ese sentido, a pesar de su debili- que queda para las comunidades rurales
dad, estas organizaciones populares se son los impactos negativos, tanto ambien-
constituyen en los espacios de legitima- tales (contaminación) y sociales (pobreza).
ción y significación de sus necesidades, no El modo de extracción así realizado
necesariamente subordinados a la lógica produce pocos beneficios directos para la
impuesta por el orden y los actores hege- zona mientras que sus consecuencias ne-
mónicos, sino al contrario, como réplica gativas son numerosas y graves. Es una
popular emergente, contra-hegemónica, muestra muy clara de la naturaleza no sos-
que les permite gestionar sus propias satis- tenible de la actividad petrolera, pues los
facciones y en caso de presentarse obstá- hidrocarburos son recursos no renovables
culos, generar una multiplicidad de rela- y los yacimientos tienen límites.
ciones clientelares, de reciprocidad, ayuda Pero cuáles son las debilidades de
mutua, recreacional y religiosa. las compañías que explotan los recursos de
Tomando en consideración los con- la región:
flictos sociambientales, se señaló que las
relaciones entre estos actores disimétricos a) Por un lado desconocen deliberada-
era poco positiva, favorable a los actores mente las leyes y los reglamentos
hegemónicos y desfavorable a los subalter- que les obligan a respetar el am-
nos. biente.
Los beneficios económicos por b) Cuando las comunidades toman
ejemplo de las actividades extractivas, no conciencia de esto, y conocen los
son amazónicos o no se distribuyen en la reglamentos, se organizan y vigilan
región. “Si bien aquí están físicamente las que las compañías cumplan nor-
empresas petroleras, madereras y agroin- mas, entonces se cuidan de mante-
dustriales, eso no significa que la pobla- ner todo en orden y de mejorar las
ción viva bien o se beneficie de alguna for- relaciones con las comunidades.
ma. La mayor parte de las decisiones y uti- “Allá en Limoncocha, los indígenas
lidades operan fuera de aquí, incluso ni si- se pararon duro y no han permitido
quiera en el país”, dijeron (San Carlos). que se hagan muchas cosas negati-
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
vas como acá. Allá es diferente. En resolver sus problemas y sus conflic-
cambio, nosotros los colonos deja- tos (San Carlos).
mos no más. Incluso los indígenas d) Falta de comunicación entre noso-
han conocido por siempre las leyes tros, entre los diferentes sectores.
de la naturaleza, y sabían de la im- No sabemos nada de estas cosas,
portancia de los bosques. En cambio mientras que los otros conocen y
nosotros no sabíamos de la impor- por eso también hacen lo que quie-
tancia de los bosques, y no solo que ren (Shushufindi). Esto produce in-
hemos permitido que se destruyan comprensión entre nosotros. Y tam-
de esta manera los bosques, sino bién en las directivas. Eso debe me-
que incluso nosotros mismos ayuda- jorar.
mos en su destrucción”(San Carlos). e) La comunicación puede ayudar a
c) “Si acá no hemos tenido conciencia evitar ciertos conflictos. A través de
y los colonos no hemos dicho ni he- la misma escuela o de la junta pa-
cho nada sobre la política petrolera, rroquial se debería reunir para con-
a diferencia de los indígenas, es cla- versar. Las comunidades tenemos el
ro que una debilidad de las compa- derecho de estar informadas (San
ñías es una fortaleza”, afirmaron Carlos).
(Shushufindi).
También se señaló la importancia de
¿Cuáles son las debilidades de los fortalecer vínculos entre las organizacio-
campesinos, de los indígenas? nes de base y las organizaciones mayores
que existen en la Amazonia, como el Fren-
a) Nosotros estamos o desorganizados te de Defensa de la Amazonia.
o mal organizados. Falta de organi-
zación de la comunidad. Mejor a) Es importante que mejoremos las re-
coordinación entre las pre-coopera- laciones con grupos de apoyo como
tivas (San Carlos). el Frente de Defensa de la Amazo-
b) Desde la parroquia deberían fortale- nia, los organismos de derechos hu-
cerse la capacitación y la educación manos y la prensa.
de las comunidades. Más talleres b) Si fortalecemos las organizaciones
(Shushufindi). será posible enfrentar mejor a los
c) Sí, el Estado no atiende, eso ha afec- poderosos, que al vernos desunidos
tado para que la parroquia no se au- y débiles, nos imponen cualquier
togestione. Y si no se autogestiona la cosa, frente a lo que hacen o frente
parroquia de San Carlos, no podrá a lo que necesitamos.
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
361
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
y, al mismo tiempo, imaginar nuevas posi- cias (recogidas en las provincias de Su-
bilidades de acción. cumbíos y Napo):
Es probable incluso -especialmente
en marcos organizativos débiles- que con- a) la experiencia como unidad de aná-
tribuyan a una mayor clarificación de fines lisis: actores y condiciones sociales
y acciones, así como a la consolidación de del conflicto socioambiental;
sus organizaciones y metas. b) el uso de herramientas de diagnósti-
El uso de herramientas para el diag- co y evaluación participativos para
nóstico, seguimiento y evaluación partici- la explicitación de las experiencias
pativos constituye en ese sentido, una inte- comunitarias sobre conflictos;
racción comunicativa que coloca a los su- c) las conclusiones y propuestas de la
jetos participantes de las comunidades co- interacción comunicativa.
mo co-autores de acciones efectivas en el
medio social en el cual se realiza la expe- X. La sistematización de las prácticas y ex-
riencia. periencias de las comunidades rurales en
La sistematización entonces preten- torno al manejo de conflictos
de dar cuenta de esta interacción comuni-
cativa y de las acciones que implica. Es así a) El objeto de la sistematización, tal
un proceso de reconstitución de lo que los como entendemos, no es la práctica
sujetos saben de su experiencia. En otras singular, ni la realidad en la cual se
palabras, es una reflexión comunitaria -in- desempeñan los actores en los dife-
teractiva- sobre cómo conoce -y por lo tan- rentes conflictos, sino más bien, la
to cómo actúa- el facilitador en el dominio relación dialéctica entre estas deter-
de la experiencia que promueve. Es un tra- minadas intenciones orientadoras
bajo que intencionalmente se hace sobre de la realidad, los supuestos que
los relatos y vivencias de las comunidades fundan la racionalidad de esa inten-
para hacerlas más claras y significativas ción y las circunstancias particula-
para otros. Documenta el proceso de ac- res en las que se intenta.
ción traduciéndolo a un lenguaje que va Lo que se busca es recuperar cono-
más allá de la vivencia privada -individual cimientos acerca de esa relación,
o grupal- para que pueda ser transmitido a que está indicada por los cambios y
y comprendido por los demás. continuidades en el manejo de los
Asumiendo lo planteado, se propo- conflictos (por la coherencia entre
ne como elementos para la discusión, tres acciones y resultados).
pasos o momentos que ayudan en el pro- b) La sistematización, que incluye fun-
ceso de sistematización de estas experien- damentalmente elementos de auto-
diagnóstico con las comunidades
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
tos de poder que genera la eficacia simbó- ces. No solo deberán sustentarse en discur-
lica de ciertos valores y principios como la sos y propuestas coherentes y fundamenta-
defensa de patrimonios naturales. das, sino en una organización social fuerte
La eficacia real de este efecto sim- y cohesiva. Organizaciones comunales
bólico consiste en la capacidad de movili- que rompan la ambivalencia entre su “re-
zar los intereses de diferentes grupos socia- tórica antiestatal” y su “fascinación por el
les hacia el consenso, o bien constituir una Estado”, consolidando la acción creativa
fuerza social capaz de revertir y reorientar de las comunidades rurales, que forman
procesos de toma de decisiones. Lucha de parte de la sociedad civil.
la OPIP ( Transformación de las relaciones
de poder) y apropiación del movimiento B i b l i o g ra f í a
por parte del Estado en el caso Texaco.
Boyte, Harry 1992
La capacidad de asimilación de la “The Pragmatic Ends of Popular Politics”, en: Cal-
causa ambiental por el Estado se anticipa houm, Carig, “Habermas and the Public Sphere”, The
al poder emancipatorio y a la producción Massachusetts Institute of Technology Press (MIT),
de sentidos movilizadores de los valores Massachussetts.
del ecologismo de los pobres. La oficializa- Burton, John y Dukes, Frank 1990
ción y el uso retórico de los conceptos del Conflict: Practices in Management and Resolution,
ambientalismo, así como las acciones sim- St. Martin’s Press, New York.
bólicas del Estado, moldean las concien-
CIDES 1994
cias y manejan los intereses de la pobla-
Guía para Mediadores Comunitarios. La Solución In-
ción, desactivando las organizaciones y terna de Conflictos en Comunidades Indígenas a tra-
anulando el potencial crítico y transforma- vés de la Mediación o el Acuerdo entre las Partes,
dor del discurso popular sobre el medio CIDES, Quito.
ambiente.
Coser, Lewis 1970
Las propuestas alternativas de ma- Nuevos Aportes a la Teoría del Conflicto Social,
nejo de conflictos socioambientales -si no Amorrortu, Buenos Aires.
se parte de una propuesta de manejo parti-
Davis Case, D’Arcy 1993
cipativo-comunitario- pueden diluirse an- Herramientas para la Comunidad. Conceptos, Méto-
tes de haber consolidado sus propuestas y dos y Herramientas para el Diagnóstico, Seguimiento
estrategias, que deben inscribirse en el y Evaluación Participativos en el Desarrollo Forestal
marco de una nueva racionalidad social y Comunitario, Manual de Campo Nº2, FAO, Roma.
productiva sobre bases de equidad, demo-
Doorman, Frans, et.al. 1991
cracia y sustentabilidad. La Metodología del Diagnóstico en el Enfoque Inves-
Es una cuestión de poder que los tigación Adaptativa, IICA, Universidad Estatal de
movimientos sociales amazónicos deben Utrecht-Holanda, Universidad Nacional Heredia-
Costa Rica, San José.
enfrentar con estrategias creativas y efica-
366
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
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Mecanismos legales y alternativos para el
manejo de conflictos ambientales
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
a la opinión pública, permitió sacar a la como parte del texto constitucional. Estos
luz de la escena política numerosas co- principios y normas constituyen actual-
rrientes, tendencias y valoraciones de la mente más del veinte por ciento de toda la
realidad que, de haber permanecido aca- Carta, además de que estructuralmente la
lladas por más tiempo se habrían converti- temática ambiental fue incorporada de tal
do muy probablemente en un factor más modo en la Constitución, que ésta ha sido
de agudización de la crisis. clasificada por algunos doctrinantes como
De acuerdo con lo que ha sido de- una “Constitución Ecológica”.5
nominado como constitucionalismo lati- Sin embargo, más allá de tratarse de
noamericano o tercermundista, un primer unos acuerdos negociados, lo que se ha lo-
criterio que se debe tener en cuenta para la grado con estas normas y principios am-
interpretación de este tipo de constitucio- bientales, es introducir una nueva perspec-
nes, es que obedecen, en términos genera- tiva en la valoración de los conflictos exis-
les a sociedades desarticuladas y heterogé- tentes en esta sociedad. Puede decirse que
neas, sin capacidad para resolver conflic- se incorpora la dimensión ambiental en la
tos y sin la independencia suficiente para representación de las relaciones políticas y
poder definir los criterios para hacerlo. sociales de los diversos y heterogéneos
De allí que exista una tendencia a sectores de la sociedad colombiana, lo que
buscar solucionar los conflictos internos a aporta un nuevo elemento para la interpre-
través de la normatividad constitucional. Y tación y la propia definición de dichas re-
es esa misma heterogeneidad la que hace laciones, como lo veremos más adelante.
que este tipo de constituciones, a diferen-
cia de lo que sostiene la doctrina constitu- I I . L o s c i n c o e j e s t e m á t i c os d e l a c o ns t i t u -
cional clásica, no sean producto de un ció n amb ie n tal
consenso, ni obedezcan a un cuerpo doc-
trinario único, sino que tengan que ser el Siendo casi ochenta los artículos
producto de negociaciones entre grupos que establecen criterios y normas para el
muy heterogéneos.4 manejo y conservación de los recursos na-
turales y el ambiente, es posible clasificar
I . L a i n co r p o r a c i ó n d e l a d i m e n si ó n am - dichos artículos en cinco ejes temáticos, lo
b i e nt a l e n l a Co n s t i t uc i ó n d e 1 99 1 que permite abordar más fácilmente su
análisis.
Es en este contexto en el que se El primero de ellos es la inclusión en
plantea la importancia de reconocer dere- el texto constitucional de una serie de prin-
chos y obligaciones, tanto de los particula- cipios y normas que ya hacían parte, des-
res como del Estado, relacionados con la de casi veinte años antes, de la normativi-
defensa y protección del medio ambiente, dad colombiana, principalmente los que
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
tivas de carácter formal, con su consagra- ses particulares, y esto deberán tenerlo en
ción “se aumenta el poder del tribunal cuenta al momento de pensar en una posi-
constitucional y se pone en peligro el deli- ble negociación.9
cado equilibrio entre las ramas del poder Pero la incorporación de los dere-
público”.8 chos colectivos en el catálogo general de
Luego de numerosas discusiones en los derechos humanos, no se queda en una
las cuales se argumentaba que un recono- simple declaración de los distintos compo-
cimiento meramente formal de un derecho nentes que configuran la concepción de
sin posibilidades reales de aplicación equi- nuestro tiempo acerca de la dignidad hu-
valía a hacerlo engañoso en la práctica, se mana, sino que se complementa con la
acoge la figura del derecho al ambiente sa- creación de una serie de acciones judicia-
no como un derecho colectivo, con una les de carácter constitucional con las que
consecuencia adicional en el manejo y re- se busca garantizar su eficacia práctica.
solución de conflictos ambientales. Estas son: La acción de tutela
En efecto, tal como lo expresa Rodas (art.86) como mecanismo preferente y su-
M.: “El bien jurídico colectivo presupone mario cuya resolución no puede tomar
una decisión ponderante para equilibrar más de diez días, para proteger los dere-
intereses contrapuestos. Esta ponderación chos fundamentales frente a una acción u
configura una institución jurídica diferente omisión de una autoridad pública, cuando
de los distintos intereses individuales y, por no existan otros medios de defensa efica-
eso mismo, su titularidad viene referida a ces para evitar la violación de alguno o al-
la colectividad, legitimando la participa- gunos de estos derechos.
ción de los exponentes sociales de los mis- Por su relación directa con los dere-
mos”. chos fundamentales, los cuales han sido
De acuerdo con esto, para abordar identificados por la doctrina tradicional
un conflicto en el cual estén involucrados con los derechos civiles y políticos, esta
derechos ambientales u otro tipo de dere- acción no procedería frente a situaciones
chos colectivos como los derechos de las relacionadas con el deterioro del ambiente
minorías étnicas sobre sus territorios an- o recursos naturales. Sin embargo, la Corte
cestrales (Ley 70 de 1993), se hace necesa- Constitucional a través de sus interpreta-
rio añadir una consideración adicional a la ciones jurisprudenciales ha abierto la posi-
identificación de los intereses contrapues- bilidad de proteger estos casos mediante la
tos, que consiste en que quienes defienden tutela, en tanto exista una conexión direc-
derechos o intereses colectivos tienen en ta y comprobada con algún derecho funda-
su haber un valor adicional que le otorga mental, como el derecho a la salud o a la
el ordenamiento jurídico - político a estos vida, lo que ocurre con bastante frecuen-
derechos, por sobre los derechos e intere- cia. Esta vinculación no se deriva directa-
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
órbita del propio Estado. Y además, que la ticulares en tanto las normas no suelen
institucionalización de espacios de partici- consolidar situaciones previamente tejidas
pación no garantiza la capacidad de ocu- en la realidad social sino que, por el con-
parlos eficazmente por los interesados, de- trario, buscan introducir en ella valores y
bido a la falta de una cultura política y par- tipos de relación que muchas veces le son
ticipativa consolidada y a la tendencia cre- ajenos. Por supuesto, el desarrollo del De-
ciente al individualismo de nuestras socie- recho Ambiental en nuestros países tam-
dades.9 bién comparte esta característica.11
Para completar este contexto es ne- Esto no significa, sin embargo, que
cesario tener en cuenta los desarrollos le- no exista una incidencia de las normas so-
gales de los principios contenidos en la bre la realidad. Lo que ocurre es que, por
Carta de 1991, los cuales están representa- lo general, el efecto que se genera con
dos, en materia ambiental, principalmente ellas no es precisamente el que se expresa
por la ley 99 de 1993, que creó el Ministe- a través de los propios textos legales12, y
rio del Medio Ambiente y reestructuró el esto es justamente lo que sucede en el ca-
Sistema Nacional Ambiental. En ella, co- so de los mecanismos legales que se esta-
mo en otras legislaciones afines se han in- blecen para manejar los conflictos ambien-
corporado un buen número de mecanis- tales.
mos y espacios que permiten a la comuni- Lo primero que podemos decir de
dad en general participar en la defensa del esta relación es que, si bien los conflictos
ambiente.10 ambientales no comenzaron a existir con
No entro aquí a describir estos me- la reciente transformación normativa, sí se
canismos puesto que sus criterios funda- puede afirmar que se les concedió el ca-
mentales son básicamente los que he desa- rácter de tales en el momento en que se
rrollado a partir de la Constitución. Algu- posicionó en la escena de las discusiones
nos de sus efectos y consecuencias serán públicas, la categoría de “ambiental” para
descritos en la segunda parte de esta pre- catalogar una serie de situaciones que has-
sentación. ta entonces habían sido interpretadas úni-
camente desde dimensiones políticas y
III . A lg u n as r ef lex io n es ace rc a d e l a sit u a - económicas y, a lo sumo, socioculturales.
ción actual de los mecanismos legales y al- Esta “ambientalización” del escena-
t er n at i v os d e m a ne jo d e c on fl i c to s a m - rio nacional ha tenido varios tipos de con-
b i en ta l es secuencias, que podríamos enumerar así:
376
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
377
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
ambientalistas de cierta parcialidad cerca- ros”; el maderero, tanto en las grandes ex-
na a la complicidad. portadoras y procesadoras de pulpa, como
Sin pretender mostrar un falso opti- para los campesinos y colonos que comer-
mismo en las posibilidades de transforma- cian a pequeña escala, así como el creci-
ción de la realidad por parte de las normas miento de la infraestructura vial, son algu-
y del discurso ambiental, lo que sí es posi- nos de ellos.17
ble observar es una mayor aceptación de A pesar de que la “gradualidad” y la
los argumentos a favor del ambiente, que “concertación” son elementos consagra-
se refleja en ciertas decisiones. Por ejem- dos en la Ley 99 como criterios de aplica-
plo en los últimos meses se presentó de ción de las normas, se presentan situacio-
nuevo el debate en torno a la fumigación nes de grandes niveles de deterioro que, a
con defoliantes de la Sierra Nevada de consideración del gobierno, ameritan ac-
Santa Marta y lo que se planteó para tomar ciones inmediatas.
la decisión fue la convocatoria de una Sin embargo, es necesario reflexio-
Consulta Popular16. nar también sobre la aplicación de la nor-
Ahora bien, el lamentable resultado ma como factor de generación de conflic-
de la Consulta Popular, que no tuvo ni si- tos, puesto que un examen global de las
quiera el número de votos suficiente para prácticas y procedimientos de explotación
poder ser válida, demuestra la precariedad de recursos naturales y construcción de
de la eficacia actual de los mecanismos de obras de infraestructura, incorporados mu-
participación ciudadana. Y además el do- chos de ellos en culturas centenarias, lo
ble efecto de dicha ineficacia instrumental, que nos presenta es un difícil panorama de
puesto que ahora se dificulta aún más la conflictos hacia el futuro.
oposición a la medida. Podríamos decir que en este caso la
norma tiene una función de “hacer visible”
C) Deslegitimación de acciones que antes el conflicto, pero es necesario rodear el
se considerabanlegítimas o inocuas, por proceso de aplicación de la norma de otros
inexistencia de normas adecuadas o insu- refuerzos que permitan encausar el con-
ficiencia en su aplicación. flicto hacia su resolución.
En este caso son muchos los secto- IV. Los retos de la participación
res cuyas actividades se han visto perjudi-
cadas, o al menos interferidas por la apari- Como se puede ver en este análisis,
ción de nuevas regulaciones en materia las posibilidades y limitaciones que apor-
ambiental. tan los mecanismos legales al manejo y re-
El sector minero, desde la gran in- solución de conflictos ambientales no son
dustria hasta los pequeños “mazamorre- independientes, sino que se articulan con
378
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
los mecanismos llamados “alternativos”. tiene también que ver con los alcances que
Esta denominación resulta incluso algo en- se le han dado por vía jurisprudencial.
gañosa puesto que, cuando en un Estado En este sentido se ha planteado que
se decide incorporar institucionalmente las condiciones que han determinado la
una serie de mecanismos de participación falta de aplicación práctica de los derechos
que buscan canalizar dichas expresiones sociales en Colombia, por lo menos hasta
“alternativas”, aparecen de inmediato una la entrada en vigencia de la Constitución
serie de exigencias y retos diferentes, pues- de 1991, son: “en primer lugar, la debili-
to que ya no se trata de ganar unos espa- dad de las presiones sociales frente al Esta-
cios para expresar determinadas aspiracio- do; segundo, la falta de una doctrina cons-
nes, sino de ocupar adecuadamente los es- titucional dotada de criterios de interpreta-
pacios que se han abierto, lo que implica ción que permitan oponer al poder político
en muchos casos una postura crítica frente del gobierno el poder jurisdiccional de los
a su composición, sus modos de operar, tribunales, y tercero, las enormes dificulta-
sus alcances, etc. des materiales, técnicas y administrativas
En efecto, se ha vuelto casi un lugar para llevar a la realidad las promesas ins-
común entre nosotros escuchar como re- critas en las mencionadas constitucionales
quisito para la solución a cualquier situa- de derechos sociales”. 18
ción crítica, incluidos por supuesto los pro- Es entonces en estas tres direcciones
blemas ambientales, “la participación de la en las que es necesario actuar si se quiere
comunidad y el fortalecimiento de las or- alcanzar dicha vigencia.
ganizaciones de base”. La situación que vi- Pero no debemos olvidar que estos
vimos actualmente en Colombia no es la mecanismos judiciales son únicamente re-
falta de espacios para participar, sino la ne- mediables, puesto que operan ante perjui-
cesidad de fortalecer nuestra capacidad, cios ya ocurridos o en peligro de suceder,
como sociedad civil, de asumir el sinnú- lo que restringe notoriamente sus alcances
mero de responsabilidades que se nos han prácticos.
entregado, muchas de ellas desarticuladas En contraposición, en general aún
y poco coherentes. es bastante pobre la capacidad de interlo-
Llama la atención que los mecanis- cución, negociación y decisión por parte
mos que mayor apropiación han tenido de las comunidades y los gobiernos locales
por parte de la comunidad son los judicia- en los espacios de definición de políticas y
les, especialmente la Acción de Tutela. Es- ejecución de las mismas, es decir, la inter-
to obedece, en parte, a su accesibilidad y vención en los dos primeros momentos de
agilidad, pero también, y específicamente la participación que deben ser prioritarios
para su aplicación en asuntos ambientales, para la determinación de los desarrollos fu-
turos de las sociedades y sus territorios.19
379
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
sobre la nueva Constitución” Señal Editora, 12 Mauricio García Villegas “La eficacia simbó-
Medellín, 1991. lica del derecho” Ediciones Uniandes, Bogo-
4 Luis Fernando Alvarez “Principios estructura- tá, 1993.
les de la nueva Constitución” En: “Doce en- 13 Rodolfo Stavenhagen - Diego Iturralde “Entre
sayos...” la ley y la costumbre” III-IIDH, México,
5 A propósito del concepto de Constitución 1990, entre otros.
Ecológica, ver José María Borrero, “Los dere- 14 Sentencia T-3636 Organización Indígena de
chos ambientales Una visión desde el Sur” Antioquia: Explotación de Maderas de Mada-
FIPMA - CELA, 1994 y en el artículo del mis- rién
mo autor en “Derecho y medio ambiente II” 15 Por supuesto, una investigación que demues-
Penca de Sábila, Medellín, 1994. tre esta incidencia implica grandes dificulta-
6 Ver Germán Palacio C. “Notas preliminares des por el grado de subjetividad de las varia-
sobre la redefinición jurídica de las relacio- bles que involucra. Sin embargo, el creciente
nes sociales con la naturaleza”. En Derecho número de tutelas interpuestas (7.000 en
y Medio Ambiente II, Penca de Sábila, Mede- 1992; 16.000 en el 93; 52.000 en el 94) pue-
llín, 1994. de ser un buen indicador.
7 En cumplimiento de esta obligación el pre- 16 Instrumento de participación ciudadana con-
sente gobierno formuló el documento de po- sagrado en el art. 103 de la Constitución y re-
lítica ambiental nacional denominado “Salto glamentado mediante la ley 134 de 1994 o
social hacia el desarrollo humano sosteni- Ley Estatutaria de Participación Ciudadana,
ble”, Publicado por el Ministerio del Medio que consiste en la convocatoria, por parte del
Ambiente en junio de 1995. ejecutivo nacional, departamental o local (en
8 Las normas que contienen actualmente me- este caso la convocó el Alcalde de Santa
canismos para la participación ciudadana y Marta) a la población, para que se pronuncie
comunitaria en nuestro país representan respecto a una decisión de trascendencia.
aproximadamente unas mil páginas de textos 17 Ver artículo del periódico “El Tiempo” del
legales. Domingo 23 de abril de 1995, p. 6 A “Por
9 Ver “Participación social, planeación y desa- una veda en El Chocó se dan madera”.
rrollo regional” Alejo Vargas V., Universidad 18 Mauricio García Villegas “De qué manera se
Nacional de Colombia, Bogotá, 1994. puede decir que la Constitución es importan-
10 Ver Francisco Antonio Galán “Participación te” en “Doce ensayos...”, p. 48
ciudadana y medio ambiente” FESCOL - 19 Tomando como los tres momentos de la par-
ECOFONDO - 1995 y “La participación ciu- ticipación la definición de políticas, la ejecu-
dadana en la gestión ambiental” Angela Ma- ción y desarrollo de éstas y el control y segui-
ría Sylvestre, Biblioteca de Derechos Colecti- miento de dicha ejecución.
vos, Defensoría del Pueblo, 1995.
11 José María Borrero, Op. cit.
381
Protegiendo los derechos de
propiedad colectiva
La búsqueda de una solución provisional*
Brendan Tobin
383
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
384
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
uno de los primeros pasos en el largo ca- nocimiento, tanto dentro como entre gene-
mino hacia la equidad. raciones de pueblos indígenas; (b) asegurar
que el control del uso del conocimiento
P r o t e g e r l o s d e re c h o s d e l a c o m u n i d a d e n permanezca firme en las manos de los
e l me r c ad o de l os p r o du c t os n a t u r a l e s pueblos indígenas, incluso cuando dicha
información se encuentra bajo el denomi-
Cualquier discusión técnica sobre nado “dominio público”; (c) asegurar que
cómo proteger los derechos sobre el cono- el ejercicio de los derechos por parte de
cimiento comunitario indígena y local, de- cualquier comunidad, grupo de comunida-
be primero considerar qué es lo que va a des, pueblo o pueblos no transgreda los
ser protegido, la naturaleza del material, su derechos de otras comunidades o pueblos
propiedad, quién la protegerá, y contra para usar, disponer, u otra forma de control
quién se hará entrar en rigor la protección. de uso, de sus recursos; (d) evitar la crea-
También debe considerar por qué razones ción de monopolios de derechos sobre el
se requiere la protección. ¿Es para evitar su conocimiento, y evitar la posibilidad de la
uso, estimular el mercado, promover inno- adquisición monopolizadora de derechos
vaciones, etc.? Si los medios han de lograr sobre el conocimiento o los recursos bioló-
una meta, será importante tener claro estos gicos a los que éste está asociado; (e) ase-
asuntos antes de formular el mecanismo de gurar la equidad en la distribución de los
protección. Si, por ejemplo, las comunida- beneficios dentro y entre las comunidades;
des indígenas desean asegurar un recono- (f) ayudar en la revalorización del conoci-
cimiento económico entonces el mecanis- miento de los indígenas, promover el uso
mo adoptado debe ser uno que lleve a ma- tradicional, y minimizar los impactos ad-
ximizar la utilidad. Si por otra parte, el ob- versos sobre los recursos y las culturas; y,
jetivo principal es evitar el uso no autoriza- (g) establecer la suposición de que el uso
do, o impedir completamente su uso, en- de los recursos sobre los que existe un co-
tonces un sistema de acceso estricto y exi- nocimiento, en especial respecto a las
gente es lo que debería buscarse. plantas medicinales, implica el uso de di-
El análisis de los escritos de los co- cho conocimiento.
mentaristas es útil para identificar algunos Lo antes mencionado refleja algu-
asuntos fundamentales que deben ser in- nos de los intereses de los custodios del
cluidos en cualquier sistema para proteger conocimiento, y en un mundo perfecto la
la propiedad colectiva comunitaria indíge- solución debería asegurar el logro comple-
na y local; entre los más ampliamente to de estos objetivos. Pero vivimos en
aceptados aparecen los siguientes. Cual- mundo imperfecto y la realidad de la situa-
quier sistema debe (a) asegurar el recono- ción requiere que consideremos una serie
cimiento de la naturaleza colectiva del co- de otros aspectos. Por ejemplo, ¿qué capa-
385
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
cidad tienen las autoridades nacionales pa- puede asegurarse una certeza legal, con el
ra establecer un mecanismo que pueda fin de asegurar que la compañía está prote-
asegurar el logro de estos objetivos? ¿Có- gida de reclamos futuros sobre los benefi-
mo podemos mantener bajo el costo de es- cios aportados por otros custodios del co-
tas transacciones? Si el sistema es suma- nocimiento luego del desarrollo de algún
mente costoso, los beneficios terminarán producto interesante? ¿Deberían buscarse
siendo consumidos por su mantenimiento garantías para los pueblos indígenas res-
y no llegarán a las comunidades. ¿Pueden pecto a sus derechos de hacer acuerdos?
identificarse todas las comunidades, como ¿Puede requerirse que los pueblos indíge-
custodios del conocimiento pertinente, y nas acepten obligaciones de confidenciali-
de ser así, es factible que a todas se les so- dad respecto a informes sobre la investiga-
licite su consentimiento para su uso? ¿Qué ción y desarrollo, y si es así, estarán en po-
sucede cuando estas comunidades viven sición de cumplirlos? ¿Hasta que punto
en países vecinos? ¿Cómo podemos evitar son responsables las compañías de asegu-
el uso del material que es de dominio pú- rar la equidad en la distribución de los be-
blico? ¿Cómo aseguramos equidad en la neficios dentro y entre las comunidades?
repartición de los beneficios dentro de las ¿Están las compañías obligadas a pagar re-
comunidades sin caer en el paternalismo? galías luego de que las patentes expiren?
¿Y cómo podemos asegurar que las comu- ¿Qué sucede cuando los competidores no
nidades compartan, en especial entre pagan regalías por información que es de
aquellas comunidades que no tienen un dominio público? ¿Es justo que las compa-
historial de cooperación, de nuevo sin res- ñías que realicen los acuerdos se vean per-
taurar el paternalismo? ¿En qué forma la in- judicadas al competir con compañías que
formación puede mantenerse en un regis- no pagan las regalías?
tro, y con qué propósito? Si el valor del co- Lo anterior identifica sólo algunos
nocimiento se basa en mantenerlo confi- de los asuntos más importantes a tomarse
dencial, ¿cómo podemos asegurar que los en cuenta, al buscar un sistema adecuado
usuarios potenciales estén conscientes de y funcional para proteger los derechos so-
qué comunidades deben ser consultadas bre el conocimiento. Aunque ha habido
acerca del uso del conocimiento? una gran cantidad de artículos respecto a
Aunadas a estas inquietudes pode- la falta de una adecuada protección, y ca-
mos añadir aquellas del sector privado. si una aceptación universal de que los sis-
¿Con quién deberían negociar? ¿Con todas temas de propiedad intelectual existentes
las comunidades, con los custodios del co- son inadecuados para este propósito, hasta
nocimiento particular, con todos los miem- la fecha sólo existen unas pocas propuestas
bros de la comunidad, o sólo con los sha- que ofrecen soluciones potenciales al pro-
manes, curanderos, líderes, etc.? ¿Cómo blema.
386
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
Hasta la fecha las propuestas, dife- piedad colectiva, que ha estado circulando
rentes de aquellas que identifican las limi- por algunos años, daría el derecho a los
tadas posibilidades del uso de los sistemas pueblos indígenas de registrar su conoci-
de DPI existentes, se han centrado princi- miento y utilizar dicho registro para el con-
palmente en el desarrollo de una protec- trol de su uso comercial. Posey, por otra
ción sui generis y una modificación de los parte, se centra en un conjunto de dere-
requerimientos de los informes, respecto al chos existentes que en combinación pro-
uso de recursos, bajo los procedimientos veen reconocimiento y protección a lo que
de aplicación de los DPI existentes. Parece él denomina derechos tradicionales sobre
haber la creencia de que éstas son mutua- los recursos.
mente exclusivas, es decir, un enfoque que Posey busca, a través del reconoci-
incorpore tanto los sistemas sui generis co- miento de un paquete de derechos, asegu-
mo la modificación de los sistemas DPI rar el respeto más completo, y la protec-
existentes podría ser lo más apropiado. Los ción, de los intereses de los indígenas y co-
primeros, para reconocer y proteger los de- mu nidades locales. Sin embargo, su pro-
rechos de los pueblos indígenas, y para fa- puesta no provee el formato para un siste-
cilitar el ejercicio de esos derechos, y los ma de protección, sino más bien identifica
segundos para limitar las posibilidades del los sistemas existentes cada uno de los
uso sin autorización de los recursos de los cuales, cuando se tratan al unísono pro-
indígenas y comunidades locales en los veen reconocimiento y protección a los
países importadores. derechos de los indígenas.
Mientras, cualquier sistema debería
S i st e ma s su i ge n er i s desarrollarse con mucha atención al pa-
quete de derechos que él ha identificado,
Dos influencias importantes en el los gobiernos, pueblos indígenas, y profe-
debate sobre los sistemas sui generis son sionales, preocupados por el continuo, y
los bien conocidos trabajos de Gurdial creciente, uso no autorizado y no compen-
Singh Nijar (In Defence of Indigenous sado del conocimiento, innovaciones y
Knowledge and Biodiversity, Third World prácticas de los pueblos indígenas, están
Network, 1995) y de Darrel Posey (Provi- buscando un mecanismo que pueda apli-
sions and Mechanisms of the Convention carse en el futuro próximo. Y con este fin
on Biological Diversity for Access to Tradi- se requiere de una propuesta más específi-
tional Technologies and Benefit Sharing for ca sobre el formato de una legislación que
Indigenous and Local Communities Em- reconozca los derechos.
bodying Traditional Lifestyles OCEES Re- La propuesta de Nijar nos provee un
search Paper, Oxford, abril 1996). La pro- formato básico alrededor del que tal siste-
puesta de Nijar sobre un registro de pro- ma de derechos podría estructurarse. El
387
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
388
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
389
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
das, psico-activos, o tóxicos, o donde las podría conducir a la erosión genética, pér-
características importantes de los recursos dida de acceso a los usos tradicionales, o
cultivados están confinados a parcelas cul- conducir a incursiones no deseadas dentro
tivadas en ecosistemas claramente identifi- de los territorios indígenas.
cables - implica el uso del conocimiento, ( I X ) Establecer mecanismos que
prácticas o innovaciones de las comunida- conduzcan a asegurar la distribución equi-
des indígenas o locales. En dichos casos tativa de los beneficios entre todos los cus-
los derechos para usar los recursos genéti- todios de la propiedad colectiva, sean o no
cos relacionados, deberían depender de la parte contratante para su uso. La adminis-
existencia de una licencia válida para usar tración de los beneficios debería llevarse a
el conocimiento asociado. cabo por parte de los mismos pueblos in-
( V I I ) Que, a pesar de que es desea- dígenas, sin embargo, como son de pro-
ble que se busque el consentimiento pre- piedad colectiva será necesario asegurar
vio informado por parte de todos los custo- que los beneficios sean distribuidos de for-
dios del conocimiento, innovaciones y ma transparente y que los interesados de
prácticas, esto puede de hecho ser, al me- las generaciones futuras sean tomados en
nos actualmente, imposible en muchos ca- cuenta.
sos. Por lo tanto se considera preferible ( X ) El Estado tiene la obligación, de
que cualquier contrato o licencia de uso acuerdo con la CDB, de promover la dis-
de propiedad colectiva debería ser de na- tribución equitativa de los beneficios, y los
turaleza no exclusiva.6 pueblos indígenas deberían ser advertidos
( V I I I ) Cualquier sistema que reco- que si no logran asegurar la distribución
nozca los derechos colectivos debería es- equitativa de los beneficios con los demás
tablecer procedimientos de revisión admi- custodios, entonces el Estado podría inter-
nistrativos y judiciales que permitan a los venir.
custodios del conocimiento, etc., que no ( X I ) Proporcionar un registro de la
sean parte de un acuerdo, apelar los acuer- propiedad colectiva de los indígenas y co-
dos sobre el uso de dicho conocimiento, munidades locales para ayudar a las auto-
en instancias claramente definidas. Estas ridades nacionales a determinar qué co-
podrían incluir, por ejemplo, cuando la munidades, o pueblos, deberían ser infor-
comunidad o pueblo contratante no son mados y consultados respecto a los contra-
los custodios legítimos del conocimiento tos propuestos para el uso de su propiedad
en cuestión; la división de los beneficios colectiva, y entre quienes deberían distri-
sea inadecuada; la comercialización del buirse los beneficios. Este registro debería
conocimiento socavaría la cultura del pue- ser sólo declaratorio y no debería ser defi-
blo, o fuera en contra de sus creencias es- nitivo respecto a qué comunidades tenían
pirituales; o, cuando la comercialización derechos, los beneficios tampoco deberían
390
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
acrecentarse para aquellos registrados más veer la prueba de derecho de uso del co-
allá de los beneficios que les corresponden nocimiento o los recursos en el usuario y
tras su identificación como partes interesa- no en el país de origen o sus comunidades
das ante el gobierno y usuarios potencia- locales e indígenas.
les. A pesar de que la idea de utilizar el
mercado como un medio para evitar la
2) Un sistema multilateral para asegu- “biopiratería” es visto, por algunos críticos,
rar el consentimiento previo infor- como la punta del témpano a través de la
mado. que la propiedad colectiva eventualmente
será expropiada, una consideración objeti-
Cualquier sistema nacional está, por va conduce a una conclusión contraria. En
su naturaleza, restringido en su aplicación efecto, la siguiente propuesta no debería
por límites jurisdiccionales. Más aún, las verse como algo que convertirá la propie-
dificultades económicas y logísticas que dad colectiva en un bien negociable. Sino
los indígenas y comunidades locales en- que, al contrario, lo que promueve es un
frentan en controlar el uso de su propiedad mecanismo que asegurará que, cuando el
colectiva limita la efectividad de cualquier uso del conocimiento, innovaciones y
sistema que requiera que los custodios mo- prácticas, no estén sujetas al consentimien-
nitoreen y denuncien abusos contra sus de- to previo informado, las oportunidades pa-
rechos. También debería recordarse que ra el usuario de comercializar cualquier
los mercados comerciales más importantes producto o proceso resultante se verán se-
están probablemente en países diferentes veramente limitadas.
de aquellos en los que el conocimiento tra- Al adoptar la premisa de que los in-
dicional fue desarrollado y son la fuente de dígenas y comunidades locales son las
los recursos asociados. principales preocupadas por evitar el uso
Por estas razones, se propone que sin autorización de su conocimiento, etc.,
cualquier sistema nacional sea comple- incluyendo en algunos casos cualquier for-
mentado mediante el establecimiento de ma de comercialización, la siguiente pro-
una herramienta con base en el mercado, puesta se dirige a controlar tales activida-
que revertiría la obligación de proveer una des y asume que el deseo de acceder y
prueba, respecto a los derechos de uso de usar el conocimiento es directamente pro-
los recursos. Esta herramienta buscaría porcional al rédito comercial potencial co-
identificar el uso de material genético y el mercial del usuario. Al limitar las posibili-
conocimiento asociado, en el momento en dades de rédito comercial para el uso no
que un individuo o compañía trata de ob- autorizado deberían en cambio inducir a
tener beneficios comerciales de su uso. La los usuarios a buscar el consentimiento
idea es hacer recaer la obligación de pro- previo informado. Por lo tanto, éste debe-
391
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
ría verse como un instrumento de control casos, implementarse por parte de las auto-
más que como apoyo a la comercializa- ridades nacionales y organismos de estan-
ción. darización por medios administrativos más
Maximizar los beneficios de, y por que legislativos, ofreciendo entonces pro-
lo tanto invertir en, las actividades de in- tección a corto plazo en lugar de a largo
vestigación y desarrollo a nivel industrial plazo. Más aún, tomando en cuenta las
está estrechamente relacionado con asegu- provisiones del acuerdo de TRIPs, la modi-
rar la protección de los DPI sobre los pro- ficación propuesta para los procedimientos
ductos, procesos, y nuevas variedades de de aplicación no caería fuera del artículo
plantas, y también está cada vez más de- 27, y no requeriría modificación del acuer-
terminado por la aprobación de los pro- do.
ductos por parte de organizaciones de es- Numerosos comentaristas han llega-
tandarización nacionales e internaciona- do a la conclusión de que al requerir una
les. Los sistemas existentes, tanto para la identificación de la fuente de los recursos
aprobación de productos como para la genéticos y el conocimiento, en las paten-
protección de DPI, han sido desarrollados tes ayudará a llamar la atención sobre su
durante muchos años y han estado sujetos uso por parte de los custodios. Esta conver-
a intensos debates, que continúan hasta gencia de opinión, el principio de la cual
hoy y continuaran en un futuro previsible. se desarrollo por separado en diferentes
Los principios en que se basan dichos sis- continentes aproximadamente al mismo
temas son para muchos considerados una tiempo, tiende a demostrar que una herra-
doctrina, mientras que para otros represen- mienta con base en el mercado no sólo es
tan la gran lacra del monopolio capitalista. una opción válida, sino que está entre los
Tomando en cuenta la polarización del de- mecanismos más prácticos para monito-
bate, las posibilidades para modificar los rear y controlar el uso del conocimiento.
principios fundamentales de dichos siste- Pero la identificación del contenido
mas se consideran al menos a corto plazo, genético y el uso del conocimiento en una
remotas o inexistentes. patente, no incorporan el asunto del con-
La propuesta que se encuentra a sentimiento previo informado. Las restric-
continuación, trata de evitar verse envuel- ciones que los indígenas y comunidades
ta en ese gran debate y en su lugar se cen- locales enfrentan en el control del uso de
tra en modificar los procedimientos de sus recursos y el costo de apelar el otorga-
aplicación de dichos sistemas, en lugar de miento de un DPI también deben tomarse
desafiar a sus elementos substantivos. Este en cuenta. Por esta razón se propone que
enfoque también ha sido adoptado como haya una reversión respecto a la obliga-
una forma de proponer un mecanismo que ción de proveer pruebas con respecto a
si es acordado, podría en la mayoría de los evidenciar el derecho de uso del conoci-
392
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
miento por parte del custodio de dicho co- cho sistema también protegería la confi-
nocimiento hacia el usuario. De esta forma dencialidad comercial de ciertos detalles
podríamos tratar de usar herramientas de delicados de los contratos que no se reque-
mercado para regular el uso para éste. rirían para las autoridades de patentes. Un
Certificados de origen: revertiendo la certificado uniforme y reconocible obvia-
obligación de proveer pruebas. ría la necesidad de que las oficinas de pa-
Al requerir que los aplicantes a pa- tentes verifiquen la naturaleza del consen-
tentes y otros DPI hagan una declaración timiento otorgado, un papel que no debe-
juramentada respecto al uso de los recur- ría requerírseles que desempeñen.
sos genéticos y el conocimiento asociado,
y que provean evidencia de su derecho le- Conclusión
gal a usar dichos recursos para la produc-
ción del material para el que se busca la Debería solicitarse a la COP 4 que
protección de un DPI, el peso de asegurar establezca un grupo de expertos ad hoc so-
los intereses de los países de origen de los bre propiedad colectiva con el mandato de
recursos genéticos y de los indígenas y co- considerar posibilidades para la adopción
munidades locales se transfiere al usuario. de un convenio internacional sobre los de-
La evidencia de tener derecho al uso rechos sobre el conocimiento de indígenas
de los recursos podría proveerse sea me- y comunidades locales. Este grupo debe in-
diante la producción de un contrato/licen- cluir representantes de los pueblos indíge-
cia de uso del conocimiento o en forma de nas y debería iniciar un proceso global
un certificado emitido por la autoridad participativo para determinar el formato
competente del país donde residen los cus- que debería tener dicho sistema.
todios del conocimiento. Este certificado Aunque es deseable que cualquier
incluiría los nombres de las partes, los re- sistema para proteger los intereses de los
cursos tangibles e intangibles que serán indígenas y comunidades locales sea deli-
provistos, y los derechos y limitaciones neado por los propios pueblos indígenas,
conferidas al usuario. Como en muchos algún tipo de protección es necesario a
casos el acceso al conocimiento estará li- corto plazo. Una combinación de medidas
gado al acceso a recursos específicos el nacionales e internacionales será necesaria
certificado podría abarcar tanto el conoci- para asegurar protección completa y efec-
miento como los recursos. tiva.
Un sistema de certificados para to- Al reconocer los derechos a nivel
das las naciones ayudaría a armonizar los nacional, e impedir el uso no autorizado
procedimientos y evitar la necesidad de in- del conocimiento para propósitos comer-
terpretar diversas provisiones en los con- ciales, mediante la adopción de un acuer-
tratos bajo diferentes sistemas legales. Di- do multilateral que exija a los países modi-
393
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
ficar los DPI y los procedimientos de apli- dustria el poder para adoptar un sistema es-
pecial para proteger los derechos de los pue-
cación de la aprobación de productos,
blos indígenas sobre su conocimiento, inclu-
puede establecerse un mecanismo provi- yendo si es que fuera apropiado el estableci-
sional que podría ayudar a reducir signifi- miento de un registro de intereses sobre el
cativamente el uso comercial no autoriza- conocimiento.
3 Existe el error generalizado de que el mate-
do del conocimiento, innovaciones y prác-
rial de dominio público no puede estar suje-
ticas tradicionales. to a derechos de propiedad intelectual. Sin
embargo, dentro de los EE.UU., la Unión Eu-
No ta s ropea, y Japón, existen varios ejemplos de
protección de material de dominio público,
* Es posible que una comunidad o grupo de incluyendo escritos, diseños, etc. Estas expe-
comunidades específico puedan tener un riencias, que en el caso de Japón y la UE tu-
cierto conocimiento que no sea compartido vieron lugar durante esta década, son con
con otros pueblos indígenas, y que todos los frecuencia precedentes para otros esfuerzos
custodios acuerden dar un derecho exclusivo de proteger material de dominio público.
a un usuario en particular. Deberían haber en Protección similar al conocimiento indígena
efecto buenas razones comerciales para ha- es por lo tanto una posibilidad.
cerlo, así como razones relacionadas con el 4 El Artículo 24 de la nueva Ley peruana sobre
mantenimiento del control sobre el conoci- Conservación y Uso Sostenible de los Recur-
miento. En tal caso, la exclusividad podría ser sos Biológicos, Ley No. 26839 adoptada el
adecuada en tanto los derechos sean otorga- 27 de julio de 1997, reconoce que el conoci-
dos bajo licencia, puedan ser revocados por miento, innovaciones y prácticas de los pue-
incumplimiento, y no excluyan a las genera- blos indígenas constituyen su patrimonio cul-
ciones futuras del uso de ese conocimiento tural y que ellos tienen derechos sobre éstos
para su beneficio. y están calificados para decidir sobre su uso.
5 Durante las negociaciones del ICBG se deci-
1 El proyecto Perú ICBG es uno de cinco pro-
dió adoptar un sistema contractual que sepa-
yectos en todo el mundo financiados por el
re claramente los beneficios recibidos por el
US National Institue of Health, National Can-
uso de los recursos biológicos de los benefi-
cer Institute y la National Science Founda-
cios recibidos por el uso del conocimiento,
tion, que pretenden establecer un consorcio
esto se hizo para evitar las posibles interven-
entre el sector privado, instituciones acadé-
ciones del Estado en la distribución de los be-
micas y actores locales para la investigación
neficios, intervención que se sentía que po-
y desarrollo de nuevos productos mediante el
dría conducir al consumo de los beneficios
uso sostenible de los recursos genéticos. Pa-
en gastos administrativos.
ra información adicional sobre el Proyecto
6 Es posible que una comunidad o grupo de
Perú ICBG y los acuerdos asociados con éste
comunidades específico puedan tener un
véase en Tobin Brendan, Putting the Com-
cierto conocimiento que no sea compartido
mercial Cart Before the Cultural Horse: A
con otros pueblos indígenas, y que todos los
Study of the ICBG Project in Peru. (En Pren-
custodios acuerden dar un derecho exclusivo
sa)
a un usuario en particular. Deberían haber en
2 Esta propuesta borrador implementará las
efecto buenas razones comerciales para ha-
provisiones del artículo 64 de la nueva ley de
cerlo, así como razones relacionadas con el
propiedad industrial de Perú, adoptada en
mantenimiento del control sobre el conoci-
mayo de 1996, que otorgó al Ministro de In-
394
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
395
Medios alternativos de solución de
conflictos en comunidades
indígenas ecuatorianas
La guía del CIDES
397
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
les que empiezan a surgir desde el siglo forma Agraria y Colonización) donde la
XVI y que trataban de representar a los in- distribución de la primera instancia seguía
dios en los diversos juicios y litigios que se normas especiales, basadas en la distribu-
presentaban ante la Corona. En todo caso, ción por distritos con sede en las principa-
lo que se busca explicar es que siempre se les ciudades.
asimilaron ab initio los conflictos indios a En relación con los pueblos indíge-
la realidad occidental, siendo dichos pro- nas, quienes aportan de manera valiosa
blemas solucionados desde la óptica pe- con medios alternativos para la preserva-
ninsular generalmente basados en la arbi- ción de los frágiles ecosistemas, la mayor
trariedad y el desconocimiento social de parte de los mismos se encuentra en secto-
los mismos. res rurales, al menos aquellos grupos in-
Posteriormente, en la época republi- dios organizados y en los que existe una
cana no habrá gran cambio y más bien re- conciencia clara de su cultura e identidad
sultará una herencia común, el hecho de la indígena. Esto genera el primer problema
gran dificultad de acceder al sistema legal de acceso a la justicia, la distancia y los
por parte de la población tanto de las co- costos de traslado hacia los centros urba-
munidades indígenas cuanto de sectores nos donde se ubican los jueces. Adicional-
urbano-marginales. Es decir, estos grupos mente esta ubicación en sectores urbanos
sociales se encuentran imposibilitados de da lugar a una orientación predefinida de
utilizar los servicios de justicia para solu- los jueces, cuya preparación y temas que
cionar conflictos, a causa de ciertas restric- tratan habitualmente se dirigen hacia pro-
ciones formales y tácticas que impiden el blemas de la ciudad. Sin temor a equivo-
funcionamiento de dichos servicios bajo carnos, podríamos hablar de una general
condiciones de generalidad e igualdad. incomprensión de los jueces e incluso de
Un primer acercamiento que se tie- los legisladores hacia los problemas del
ne que realizar es constatar que los juzga- campo, como los sistemas comunitarios de
dos civiles y de menores así como los tri- trabajo por ejemplo, que llevan al intento
bunales penales se encuentran ubicados de encuadrar en los diversos corpus nor -
en las distintas capitales provinciales, má- mativos -de una manera más bien mecáni-
xime en las cabeceras cantonales: por su ca- a todos los problemas, lo que no siem-
lado, los juzgados penales se ubican tam- pre es posible o justo.
bién en las capitales de provincia y en cier- Otro problema en relación con el
tas cabeceras cantonales. Obsérvese que el acceso constituye el problema de costos,
criterio utilizado para la creación de los pues aparte del ya mencionado de movili-
juzgados es la población de la ciudad que zación -que supone además del transporte,
los acoge. Igualmente ocurría con los los gastos de estadía y alimentación, y ge-
asuntos del antiguo IERAC (Instituto de Re- neralmente, la pérdida de días de trabajo-
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
cida por la autoridad del Estado, por la au- Sin embargo, se han presentado ten-
toridad de la comunidad o si puede ser di- siones entre mediadores y dirigentes en las
rimida por el acuerdo inter partes.4 dos federaciones, siendo la causa de indi-
ferencia la existencia de mediadores muy
C) El ámbito de acción de los mediadores jóvenes.
404
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
so sanción comunitaria, que un acta tran- trada por el coordinador indígena de la FI-
saccional. CI, quien expresaba, durante una de las
Para el caso de la Amazonia, las reuniones de evaluación, que sería pru-
acusaciones sobre brujería generan fre- dente buscar una “nueva palabra” que sin-
cuentes conflictos, cuyas formas de solu- tetice este proceso.
ción son difíciles de entender desde fuera Pienso que si abordamos decidida-
de su cultura. El alcance de la intervención mente los conflictos indígenas podremos
de los mediadores en estos casos, es un as- evitarnos una serie de problemas socioam-
pecto que requiere aún de mayor reflexión. bientales posteriores, sobre todo referidos
Sin embargo, puede afirmarse que hay una al manejo de la tierra, que muchos colonos
serie de conflictos que serían muy difíciles y terratenientes no la conocen, la migra-
de solucionar dentro del corpus legal, o ción incontrolable, la venta indiscriminada
sencillamente que la alternativa sería injus- de la tierra, los cultivos indebidos, la cace-
ta con una de las partes o con las dos; re- ría y la pesca por parte de colonos que ha-
cuérdese el caso señalado anteriormente cen que muchas especies animales y vege-
sobre la “pactachina”. tales se encuentren al borde de la extin-
En el caso de Imbabura, el hecho ción, la injerencia letal de la cultura occi-
que el conflicto se solucione de mutuo dental que no respeta los canones tradicio-
acuerdo no libera a la parte ofensora (se- nales de los indígenas, entre otros. Como
gún las normas de la comunidad) a que re- se advierte, en estos aspectos las normas
ciba un castigo por parte de la comunidad formales no podrán cubrir las realidades de
(hortigada, baño en agua fría, azotes). Du- las partes protagonistas inmersas en estos
rante el castigo, el “sujeto castigado” es problemas, que en lugar de ir a las cortes
aconsejado y exhortado para que mejore de justicia, podrían ir al sentido de solida-
su conducta. Al respecto, es interesante co- ridad, respeto y mutua confianza, para ha-
nocer que el castigado acepta el castigo y cer que se dé una capacidad creativa de
no lo siente como una agresión personal, controlar los conflictos, ayudando así in-
sino que generalmente le sirve para cam- cluso a una práctica verdadera de la demo-
biar su conducta. cracia, pues este sistema implica la idea de
Al ser la “mediación”, tal como for- respeto a todos y cada uno de los elemen-
malmente se la define, una forma no tradi- tos que conforman un Estado, en este caso,
cional de resolver los conflictos, pero con la forma cultural india.
características que encajan perfectamente
con el “Derecho de costumbre”, estamos
ante un “método” en proceso de construc-
ción y aprendizaje mutuo. Tal vez, esto se
puede matizar con la preocupación mos-
405
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
406
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
407
La consulta Baha’i: una herramienta
para solucionar conflictos
Donald Stewart
409
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
lograr una comprensión más completa de B) Los participantes deben expresar sus
la verdad. propios pensamientos con absoluta liber-
Quien expresa una opinión no la tad.
proclamará como correcta y acertada, sino
que la ofrecerá como una contribución al Dentro de la consulta no hay que te-
consenso de opinión; ya que la luz de la mer la diversidad de opiniones, sino apren-
realidad aparece cuando dos opiniones der a alentarla y respetarla.
coinciden. Hay que recalcar que cada miembro
del grupo tiene la responsabilidad moral
IV. La transformación colectiva de expresar su conciencia, como una par-
te del proceso de la búsqueda y aplicación
Participar en la consulta no sólo es de la verdad.
uno de los medios más eficaces de buscar
la verdad, sino que también es un elemen- C) Cada participante debe expresar su opi-
to clave en la transformación colectiva y el nión con cortesía, dignidad, cuidado y
establecimiento de una sociedad mejor. moderación
Sin la consulta no se puede avanzar
mucho en fomentar la unidad en diversi- Es importante que cada participante
dad, formular una visión compartida, cuide su forma de expresarse, evitando la
transformar relaciones de dominación en agresividad, la burla, el menosprecio, la
relaciones de interconexión, reciprocidad terquedad y el ataque. Debe tratar de pre-
y servicio, o establecer la injusticia. sentar sus ideas con objetividad y expresar-
las en un tono amable.
V. Los lineamientos para una consulta pro- El choque de opiniones puede con-
du c t i v a ducir a una mejor comprensión de la ver-
dad, pero el choque de personalidades ge-
A) Los participantes deben mostrar afecto, neralmente oscurece la verdad.
armonía y sinceridad en sus relaciones
unos con otros. D) Cada participante debe escuchar cuida-
dosamente las ideas de los demás
Es bueno iniciar una reunión de
consulta con oraciones o con la lectura de Quizás la actividad más importante
un pensamiento inspirador para elevar los de la consulta es escuchar. Cada persona
sentimientos y recordar a todos de la im- debe escuchar activamente, mostrando
portancia de la armonía y unidad. atención e interés en lo que dicen los de-
más.
410
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
Escuchar bien comunica respeto ha- G) Nadie debe insistir en su propia opi-
cia las demás personas y les da ánimo pa- nión, ya que la terquedad y la persistencia
ra expresar sus opiniones libremente. Tam- en el propio parecer conducirán en último
bién agiliza la consulta y la ayuda a llegar término a la discordia y a la disputa, y la
a su objetivo. verdad permanecerá oculta
E) No se debe permitir que nadie menos- A veces las personas insisten necia-
precie la idea de otro. mente en sus propias opiniones porque to-
davía consideran la toma de decisiones co-
El menosprecio atenta contra la ba- mo un campo de batalla para la imposi-
se misma de la consulta. Causa desunión, ción de opiniones egoístas, en que uno ga-
limita la libertad de expresión, e impide na o pierde o porque tienen un interés per-
que se pueda integrar los diferentes enfo- sonal oculto que determinada decisión fa-
ques de la verdad en una visión común vorecerá.
más amplia. Otras veces una persona repite va-
rias veces la misma opinión porque since-
F) Si alguien contradice la opinión de uno, ramente cree que tiene una buena idea.
no debe alterarse, ya que del choque de Pero siente que los demás no le están escu-
opiniones puede saltar la chispa de la ver- chando o poniendo la debida atención. En
dad. tal caso, queda al criterio concienzudo de
la persona decidir hasta cuántas veces
El propósito de la consulta es lograr vuelve a mencionar la idea y hasta cuándo
una visión más amplia de la verdad, por aceptar el hecho de que, por la razón que
medio de la integración de enfoques distin- fuere, los demás no responden a su idea.
tos, y no de tratar de imponer su propio en-
foque y “ganar” a los demás. La diversidad H) Si la discusión lleva a conflictos, odio o
de opiniones es algo positiva. Este proceso antagonismo, hay que posponer la discu-
exige desprendimiento, autodisciplina y sión del tema.
práctica.
Si esto sucede, es claro que no se
han seguido bien los lineamientos de la
consulta. Puesto que es difícil volver a ac-
tuar con calma, una vez que se han calen-
tado los ánimos, lo más recomendable es
suspender la discusión del tema, o si es ne-
cesario, hasta suspender la reunión.
411
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
412
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
sión en qué apoyarse cuando trata de des- decisiones nos indican sobre qué consul-
prenderse de sus propias ideas, reconocer tar. Son:
sus intereses egoístas por lo que son, y sin-
ceramente comprender puntos de vista dis- 1. Definir quién es responsable de realizar
tintos del suyo. el objetivo o solucionar el problema
413
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
Una vez que se asume la respon- 4. Identificar los principios que se relacio-
sabilidad de solucionar un problema o de nan con el objetivo o el problema
realizar un objetivo, el segundo paso es
conocerlo a fondo. Existen principios espirituales, o lo
Esto significa averiguar todos los que algunos llaman valores humanos, por
datos relacionados con el problema u ob- medio de los cuales se pueden encontrar
jetivo, tales como su fondo histórico, sus las soluciones a cada problema social. Só-
causas inmediatas, sus consecuencias, su lo soluciones que están de acuerdo con la
relación con otros problemas u objetivos, naturaleza esencial del ser humano pue-
los intentos previos para solucionar el pro- den ser duraderas.
blema o llevar a cabo el objetivo, y los re- Algunos ejemplos de principios
sultados que éstos han dado. son:
La consulta es especialmente va- - La educación es la base del progre-
liosa en esta fase, ya que da lugar a una va- so individual y social;
riedad de perspectivas y así a una com- - Un equilibrio entre el conocimien-
prensión más amplia de todo el sistema del to intelectual y espiritual es necesario para
cual el problema u objetivo forma una par- el bienestar;
te. - El hombre es una parte de la natu-
raleza y no puede vivir sin ella;
3. Identificar las causas del problema o las - La cooperación y la consulta facili-
fuerzas que pueden facilitar o dificultar la tan el trabajo en conjunto;
realización del objetivo y ponerlas en or- - La igualdad de derechos y oportu-
den de prioridad nidades para cada sexo, raza, religión, na-
cionalidad y clase social es un requisito de
Es importante calificar tanto la in- una sociedad justa, etc.
fluencia de cada causa o fuerza como el
control que tenemos sobre ella. 5. Sugerir varias líneas de acción o solucio-
Al analizar las fuerzas que facili- nes posibles
tan u obstaculizan la realización de un ob-
jetivo, se puede comenzar a detectar aque- No hay una solución correcta para
llas sobre las cuales es más importante tra- cada problema o una línea de acción me-
bajar. Según los estudios, generalmente es jor para cada objetivo. Pueden haber una
más eficaz trabajar en aminorar los obstá- gran variedad de soluciones o líneas de ac-
culos o la realización de un objetivo que ción que funcionan. A menudo la “mejor
414
Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
415
Resolución de disputas públicas
Claudio Creamer
417
Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
roles a futuro para el Estado. Cabe señalar sectores sociales, priorizando la elimina-
algunos de los más importantes: ción de la pobreza de las mayorías, la re-
ducción de los desniveles entre distintas
- Su papel regulador. Se convierte regiones. Se busca la democratización del
más en un constructor de institucio- Estado que resulte, a su vez, en democrati-
nalidad, o sea, del espacio público zar la estructura económica y social.
en el que los agentes privados acep- La reforma política del Estado apun-
tan responsabilidades; su papel es ta a fortalecer la capacidad de dirección
menos de un agente económico di- del gobierno y propiciar una democracia
recto. participativa y pluralista que provea de su-
- Su rol facilitador del desarrollo del ficientes espacios de consenso y legitimi-
sector empresarial privado y de dad para desarrollar un ciclo integrado de
otros sectores de la sociedad civil, gestión de políticas estatales que trascien-
en lugar de su antiguo papel protec- dan los peródos gubernamentales.
tor e interventor. Una reforma política implica, por
- Surge un estado concertador que un lado, la trasformación de los partidos
sustenta una actitud de disponibili- políticos, la reforma del sufragio, la moder-
dad a la cooperación entre los acto- nización de los Poderes Ejecutivo, Legisla-
res sociales y el Estado que, más allá tivo y Judicial, pero por otro lado se nece-
de la consulta y el diálogo, trate de sita fortalecer y profundizar la democracia,
buscar un consenso para una actua- a través de adecuados canales de partici-
ción concertada frente a determina- pación, extensión y desarrollo de una ciu-
dos problemas u objetivos de las po- dadanía pasiva a una activa, y el fortaleci-
líticas públicas. miento de la sociedad civil que se organi-
ce y vincule al Estado.
Todos estos roles del Estado tienen La especificidad del concepto Go-
relación con el fortalecimiento de la capa- bernabilidad en Ecuador, a diferencia de
cidad de gobierno frente a la solución de los países desarrollados, no se topa con
disputas públicas, pero un desarrollo de la una sociedad civil moderna, compleja,
gobernabilidad del conflicto necesita de con un exceso de demandas, sino con teji-
reformas del Estado en las áreas política e dos sociales débiles, sociedades civiles por
institucional principalmente, que produci- fortalecer que puedan construir una demo-
rían sinergias de apoyo a la reforma econó- cracia participativa. (Ecuador Siglo XXI;
mica. 1992:175).
En el caso ecuatoriano, ante un Una nueva relación Estado-Socie-
“pluralismo conflictivo” se necesita un mo- dad en el Ecuador no podrá limitarse ex-
delo de desarrollo integrador de todos los clusivamente a la articulación de lo priva-
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
do empresarial y lo estatal, que resultaría nas, eficaces y coherentes, que sean social-
en una tendencia de un neocorporativismo mente aceptables y consigan el desarrollo
institucionalizado, quizás de un “pluralis- de un país”. (O. Hurtado, 1993:9).
mo corporativista”. La Gobernabilidad Una noción más restringida y perti-
desde la ciudadanía, desde lo social, asu- nente a la de gobernabilidad de “gestión
me este punto de partida: “el tema de la estatal” plantea que “la actividad central
gobernabilidad guía interacciones y prácti- del aparato estatal es la formulación, eje-
cas que buscan ejercer control ciudadano cución y evaluación de políticas, y que su
del proceso de toma de decisiones, así capacidad de gobernar está vinculada a su
también como acceder a la determinación aptitud para llevar a cabo, de manera efi-
de las formas y contenidos cotidianos de ciente, el ciclo completo de la política pú-
convivencia o coexistencia colectiva (par- blica”. (J. Sulbrandt, 1991:8).
ticipación de la gente en la definición de Dentro de estos procesos, la partici-
su propia gobernabilidad)”. (A. Menéndez- pación ciudadana se constituiría en una
Carrión, 1991:81). práctica social que incluye “una interac-
Esta gobernabilidad “social” asume ción expresa entre el Estado y actores de la
una alternativa de legitimidad basada en la sociedad civil, a partir de la cual estos últi-
participación ciudadana a través de una mos penetran en el Estado”. (N. Cunill,
nueva relación estado-sociedad, que de- 1991:44).
mocratiza “el ciclo integrado de gestión de A través de la participación ciuda-
las políticas públicas” de la administración dana se desea fortalecer a la democracia, y
estatal. Consideraríamos válido que en la no al corporativismo, por medio de su in-
construcción de una democracia participa- serción en un proceso de rearticulación de
tiva, la gobernabilidad “social” como fuen- las relaciones Estado-Sociedad.
te de legitimidad se articule con la eficien- Sin embargo, un elemento funda-
cia de la gobernabilidad de “gestión esta- mental para que la apertura del Estado ha-
tal”. cia la sociedad civil se produzca es la pre-
Para efectos de este trabajo conside- xistencia de un tejido social, que pueda
raríamos la capacidad de gobernar como producir interlocutores con el Estado y
una modalidad de “gestión estatal”, que ocupar los espacios posibles de poder.
implica una racionalidad técnica con refe- Sin este requisito cumplido, las ins-
rencia al diseño y ejecución de políticas tancias de la participación ciudadana con
públicas. un bajo poder de negociación podrían ser
subordinadas en mayor grado a los intere-
En esa perspectiva, gobernabilidad ses de las instituciones gubernamentales
se podría concebir como “la capacidad de y/o de los partidos políticos.
un Estado para adoptar decisiones oportu-
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
La futura reforma institucional es un II. D esarr o llo In stitu cio n al par a la solu -
campo por desarrollar, sin suficiente sus- c i ó n y pr e v e n c i ó n d e c o nf l i c t o s e n e l p r o -
tento de conceptos y base teórica y con ca- ce so d e ges ti ó n d e l a p o lít ica p ú b l ica
rencias significativas de directrices firmes,
pero su formulación y ejecución combina- Rescatando los nuevos roles de un
da con procesos de reforma política ya ex- Estado facilitador para el desarrollo y con-
puestos son requeridos para el desarrollo certador de la gestión de las políticas pú-
de un “Estado inteligente” en la administra- blicas, se requiere de una innovada institu-
ción y solución de disputas públicas. cionalidad para incorporar procesos abier-
Son requisitos para la creación de tos de negociación.
una institucionalidad que facilite la gober- Tendría que superarse la excesiva
nabilidad del conflicto y su canalización burocratización de entidades públicas que
dentro del fortalecimiento de la democra- intentan resolver problemas o conflictos
cia participativa. mediante normas que más bien originan
Si bien en las reformas económicas conflictos aún más graves, por lo que el
el principal reto para el gobierno fue la aumento de la formalización se convierte
gestión macroeconómica por élites tecno- en una forma de agravar los conflictos más
cráticas aisladas en la reforma institucional que de resolverlos.
será el desarrollo institucional altamente Como alternativa, ya se indicó la ne-
dependiente del desempeño de gerentes cesidad de desarrollar modelos organiza-
medios dentro del sector público. cionales flexibles ante la creciente incerti-
Así como la inestabilidad macroe- dumbre y cambio acelerado; si una enti-
conómica complica los esfuerzos de desa- dad se resiste rígidamente al cambio, posi-
rrollo de las instituciones públicas, la ines- blemente nunca se atenúe la situación de
tabilidad política crea un contexto en el disputas.
que existe discontinuidad en las priorida- Por tanto, cuanto más rígida sea la
des de los gobiernos y equipos guberna- estructura organizativa y la cultura más dé-
mentales con una alta rotación. (M. Naim, bil, menor impacto beneficioso traerá cual-
1994:15). quier conflicto. Aparte de flexibilizar las
Uno de los objetivos claves de la re- estructuras, se requiere trasformar una cul-
forma política debe orientarse a crear el tura organizativa legalista, con inercia al
clima adecuado para el desarrollo organi- cambio, resistente a la coordinación, ce-
zativo del Estado. Son condiciones que rrada en sus tomas de decisión, hacia una
cultura que valorice la comunicación y la
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una solución apropiada que ellas - Redactar las reglas, los procedi-
pueden aceptar o rechazar. mientos y establecer una agenda,
Es una técnica nueva en disputas antes de que comiencen las nego-
distributivas. Las partes disputantes ciaciones las partes deben concor-
mantienen el control del diseño del dar en dos puntos claves: ¿cómo
proceso, y deben aprobar o no el re- van a trabajar juntos? y luego ¿qué
sultado último, pero los intermedia- exactamente van a discutir?
rios tienen más responsabilidad para - Búsqueda conjunta de información,
trazar posibles soluciones. Las par- en este proceso ellos deben pregun-
tes piden una respuesta, por lo que tarse y tratar de contestar esta im-
este tipo de árbitros deben ser con- portante pregunta: ¿Qué conocemos
siderablemente conocedores del te- y qué no conocemos acerca de los
ma, aun más que los mediadores. asuntos, contextos y experiencias
Idealmente, ellos deberían entender relevantes a esta disputa? Este es-
no solo las complejidades de los fuerzo de búsqueda puede crear un
asuntos en disputa, sino también los contexto sicológico positivo para la
procesos legales que se pueden pro- siguiente fase.
ducir si todo esto falla. La segunda fase es la negociación,
Por otra parte, tanto en la negocia- esta es la fase más creativa e incluye
ción “asistida” como en la “no asis- los siguientes pasos, en este orden:
tida” se siguen las mismas tres fases - Invención de opciones para encon-
del “proceso de desarrollo de con- trar una ganancia mutua, una tor-
sensos”: prenegociación, negocia- menta de ideas puede ser muy útil
ción y ejecución (o posnegocia- recordando que “inventar no signifi-
ción). ca comprometerse”.
La primera fase de prenegociación - Preparar acuerdos, significa inter-
incluye a su vez, en este orden, los cambiar cosas que las personas va-
siguientes pasos: loran diferentemente a fin de solu-
- “Comenzar la negociación” es difí- cionar los posibles desacuerdos. Las
cil pues en disputas distributivas partes deben acordar cuáles res-
quien hace la primera sugerencia puestas a cada punto de la agenda
puede ser interpretada como señal deberán ser incluidas en el acuerdo
de debilidad o ansiedad. final.
- La representación, que se refiere a la - Producir un acuerdo escrito, esto es
identificación y selección de repre- importante por dos razones: primero
sentantes de todos los grupos invo- asegura que las partes se hayan es-
lucrados. cuchado y entendido entre ellas, si
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Anexo Nº 1
E vo l uc i ó n d e l a G o b er n ab i l i da d de l co n f l i ct o
Negociados
Resueltos 606 75 78 12
Rechazados y
Reprimidos 88 11 86 13
No resueltos
y Aplazados 99 12 478 74
Fuente: Sánchez-Parga, José. “Las cifras del conflicto social en Ecuador: 1980-1995”. Quito,
CAAP, 1996, pág. 124.
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Introducción a las metodologías
participativas
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foques participativos, bien puede ser asu- croquis y dibujos, pero ni lograron com-
mido por sectores interesados en el funcio- prender los problemas, menos producir
namiento de una propuesta, pero poco dis- cambios significativos; surgieron diversos
puestos en cambiar al poder. En este caso, conflictos sobre los que no se tenían res-
puede ser un maquillaje de las metodolo- puestas; los manuales producidos pronto
gías convencionales, que utilizan el con- se volvían obsoletos o se quedaban cortos
cepto para mantener su hegemonía, sus frente a las demandas variadas y cada vez
prácticas y sus principios absolutamente más incisivas. Chambers y Guijt se refieren
intocados. Más aún. Hay bastante tinta que a estas ideas iniciales que se tenían sobre
sostiene que es un nuevo mecanismo de los métodos participativos, como verdade-
cooptación que usa el poder para evitar ros mitos que requieren una pronta revi-
que se desborde la sociedad civil, mientras sión.
otros sostienen que son técnicas neutras Estas constataciones nos obligan a
que pueden servir tanto para la cooptación repensar sobre el por qué de la creciente
como para el empoderamiento de los gru- popularidad de los enfoques participativos
pos de base, que su distinto uso depende y a meditar sobre sus riesgos. Proponemos
mas bien del contexto, los fines y de quien seis razones para el debate:
las usa.
Primero, su popularidad no reside
¿Por qué se difunden tan rápidamente? en su rapidez, facilidad o sencillez, sino en
su capacidad para involucrar a la pobla-
La propaganda inicial de los méto- ción local, activar la democracia, estimular
dos participativos ponía mucho énfasis en el diálogo, el análisis y el aprendizaje en-
cuatro aspectos que supuestamente los ha- tre afines y diversos, en un contexto gene-
cían muy atractivos: (i) que son rápidos y ralmente autoritario y excluyente, que cla-
de bajo costo; (ii) que son fáciles y que ma por mayor democracia.
cualquiera puede hacerlos con una escasa Segundo, de nada valdría un gran
capacitación; (iii) que son políticamente diálogo y unos buenos análisis, si éstos no
inócuos y neutrales; y (iv) que no interesa conducirían a un fin, a lograr consensos y
su fundamento teórico, sino su aplicación resultados prácticos. El enorme atractivo
práctica. Ello provocó más que adhesio- de los métodos participativos es que a la
nes, resistencias: varios técnicos y cientis- par que abren el debate, aseguran la sínte-
tas sociales dudaron de los conocimientos sis de manera ordenada y sistemática. Por
que allí se producían; muchos improvisa- ello, en los métodos participativos, juega
dos y burócratas usaron los métodos con un papel enorme la facilitación, la capaci-
irresponsabilidad, escasa ética y poca cali- dad de manejar conflictos, el abordaje de
dad; muchos talleres realizaron cientos de los temas amplios, centrales y candentes.
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ción de la sociedad en los cambios, no jue- con el bienestar humano y los procesos de-
gan ese papel. Todo lo contrario. Tales ins- mocráticos"(Ibib).
tituciones no están enraizadas en la socie- Más aún. Para los latinoamericanos,
dad civil, reproducen cortes étnicos, clasis- resulta importante retomar las enseñanzas
tas, regionales, élite-pueblo, urbano-rural, de lo que produjeron en metodologías par-
de género y generacional que hacen impo- ticipativas los grupos contestatarios que se
sible el funcionamiento de un sistema de desarrollaron en la década del setenta. Ha-
representación y generación de consensos. ce falta apelar a la enorme tradición cultu-
Existen severas dudas sobre la viabi- ral de nuestros pueblos, revalorizar sus cul-
lidad del modelo neoliberal a pesar de que turas democráticas, inspirarse en ellas y
ha logrado mejorar los índices macroeco- construir puentes de comunicación con la
nómicos , la pobreza se ha acentuado, la tradición contestataria occidental.
concentración de la riqueza es mayor y los No cabe duda de que, este proceso
estados siguen sin resolver los problemas demanda de un empoderamiento de los
básicos de la población. Mas bien, los pro- actores organizados de la sociedad civil.
blemas se han multiplicado con la emer- Ello significa principalmente que, desarro-
gencia de nuevos como la violencia, la de- llen su autonomía y organización, su de-
lincuencia, la violación de los derechos mocracia interna, construyan redes y coa-
humanos, el discrimen y el narcotráfico. liciones que les permita mayores niveles
En estas condiciones, los grupos la- de impacto, que dispongan de sistemas de
tinoamericanos interesados en las metodo- comunicación e información que les posi-
logías participativas, tienen la misión de biliten debatir y socializar sus ideas, que
extender la democracia a casi el 70% de la logren movilizar recursos, preservarlos y
población excluída de ese proceso. Pero acrecentarlos, pasar de impactos en pe-
ello no parece posible, si al mismo tiempo queña a impactos de mayor escala, apro-
no se atacan los problemas estructurales, vechar adecuadamente los espacios de
especialmente el problema de la pobreza. participación que abren los sistemas políti-
Pero no sólo ello. El trabajo demanda al cos estatales, recuperar su historia, crear,
mismo tiempo usar inteligentemente nues- conocer otras experiencias, adaptarlas, re-
tros recursos naturales, asegurando su pre- crearlas y universalizar sus propios avan-
servación hacia el futuro. De esta forma, ces.
como señala Aarón Zazueta "hay una clara
relación entre la degradación ambiental, el
deterioro de la calidad de vida y los siste-
mas políticos antidemocráticos" . Es decir
que, comienza a aparecer un nuevo padig-
ma que relaciona "el manejo ambiental
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mas como: agricultura tropical, control in- cias entre diversos especialistas y proyec-
tegrado de plagas, amazonía, nutrición y tos latinoamericanos: un curso en DRP
salud, conservación de la vida silvestre, (Desarrollo Rural Participativo) en Bolivia
mapas para la defensa de la tierra, trabajo congregó interesados de varios países an-
veterinario, extensión agrícola, manejo de dinos y de México. Una enorme actividad
agua, manejo de conflictos (sobre todo am- ha desplegado el programa FTPP de la FAO
bientales) entre otros, mostrando la enor- que ha organizado una serie de eventos y
me potencialidad del sector. ha mantenido publicaciones especializa-
También se registran tendencias ha- das. La Revista “Bosques, Arboles y Comu-
cia la institucionalización del tema: hay nidades Rurales” ha mantenido una difu-
grupos interesados en montar bibliotecas, sión sostenida de los avances de las meto-
armar bibliografías, establecer contactos dologías participativas en el mundo..
sostenidos, movilizar recursos para apoyar
el desarrollo de las metodologías. 7. Un aspecto muy importante es
Varias ONGs están incorporado re- que comienzan a aparecer metodologías
gularmente las metodologías participativas creadas en América Latina. No se trata de
en sus sistemas internos de trabajo, daría la meras adaptaciones o repeticiones, como
impresión que están convenciéndose de sucedió en el pasado, sino de intentos muy
que la democratización comienza por ca- sólidos por desarrollar propuestas a partir
sa. Diversas organizaciones populares de de nuestras idiosincracias. Se destaca, por
distinto nivel de coalición las han hecho ejemplo el PAC (Planeamiento Andino Co-
suyas. munitario) ideado para los pueblos de la
región Andina. Una adaptación muy inte-
6. Han comenzado a estructurarse resante de este método es aquella realiza-
redes nacionales y regionales que sin du- da por Jaime Levy para la Amazonía. Las
da alguna multiplicarán los resultados has- metodologías participativas de resolución
ta hoy logrados. Se reportan avances en de conflictos ambientales y de apoyo al
México, Bolivia y Colombia. En México se desarrollo han tenido una gran activida-
produjo una primera reunión latinoameri- d.En Ecuador, la Universidad Politécnica
cana con miras a formar una Red que no Salesiana está diseñando una carrera en
tuvo el empuje necesario. Algunos cursos Gestión y Desarrollo que adiestrará a los
de gran envergadura se han producido en aspirantes en las diversas metodologías
Bolivia y en este año en Argentina. En este hasta aquí desarroladas y estimulará la
esfuerzo, se destaca la importante ayuda y creación y adaptación a las realidades lo-
promoción del Instituto de Recursos Mun- cales.
diales (WRI). Junto a la idea de la Red, se
realizan algunos intercambios de experien-
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DRP. Como enfoque tiene mucho para ins- en las comunidades y preparan códigos,
pirar. tales como dibujos y canciones, que refle-
jan los problemas locales. Luego se discu-
Límites: A menudo los intereses es- te y procesa cada código en una reunión
tablecidos, tanto de las comunidades co- abierta. el seguimiento consiste en un plan
mo de las organizaciones de desarrollo, de acción, que tiene como objetivo atacar
perciben como amenazante su clara defi- las causas del problema.
nición política y compromiso personal con
el cambio. Hay cierta tendencia poco Contribución: Con su énfasis en re-
pragmática en sus proposiciones. forzar la confianza, crear espacios, y dar la
voz a los que tan frecuentemente son mar-
E d u c a c i ó n p a r a el D e s a r r o ll o y E q u i p o s d e ginados, DELTA involucra a más gente en
Liderazgo en Acción (DELTA) el proceso de autodesarrollo local.
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2. Se han producido dos saltos cen- 5. Hay una serie de retos que tienen
trales en las metodologías: (i) el cambio de por delante las metodologías participati-
destinatario: de un primer momento en vas. Entre ellos, nos parecen de importan-
que se las dirigió a los técnicos a aquel que cia trascendental por lo menos cinco: (a)
se las dirigió a los grupos de base, convir- pasar de escala, de los proyectos o planes
tiendo al técnico en un facilitador y enri- comunales a propuestas regionales, secto-
quecedor; y (ii) de la idea de que son sen- riales y nacionales; (b) se requiere crear
cillas, baratas, poco rigurosas, a la idea de metodologías de comunicación entre el
que exigen reflexión, procesos, sistemati- pensamiento local y el pensamiento técni-
zación. Estos saltos han sido cruciales en la co, reconociendo el estatuto específico de
redefinición que se está operando en las cada uno de ellos y su mayor potenciali-
metodologías. dad si colaboran en pie de igualdad; (c) ex-
plorar algunos aspectos del desarrollo sos-
tenible y de la cultura democrática aún no
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Naturaleza de los conflictos socioambien-
tales, estrategias de apoyo utilizadas
y condiciones necesarias para su manejo:
perspectiva desde la planificación
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rales y sociales por parte de todos los acto- condicionantes y que permanecen ocultos
res, su monitoreo y la minimización de im- cuando no se han hecho explícitos los su-
pactos negativos sobre el capital natural y puestos de base o cuando no se ha recurri-
la sociedad. do a un marco lógico de análisis. Muy fre-
Las Mesas Redondas sobre Econo- cuentemente se asume que los actores y
mía y Medio Ambiente y sobre Bosques y sobre todo el Estado, tendrán respuestas ló-
Desarrollo Sostenible del Canadá, llevadas gicas y coordinadas, que sus representan-
a cabo a partir de las recomendaciones de tes están investidos de suficiente delega-
la Comisión Bruntland(8), así como la ex- ción de autoridad y que se respetarán los
periencia piloto del Plan de Uso de Suelo compromisos. Esto raramente sucede y es
(PLUS), en Santa Cruz de la Sierra en Boli- recurrente constatar la debilidad y hetero-
via, con fines de ordenamiento territorial, geneidad de posiciones que presentan las
reúnen algunas de las características aquí diferentes instituciones del aparato del Es-
planteadas. A nivel local, muchas comuni- tado, características también presentes en
dades rurales en la región practican meca- las demás actores sociales.
nismos de asignación y regulación propios, De otro lado, los administradores de
a veces de manera sincrética con las nor- las áreas y sus dependencias jurisdicciona-
mas del Estado o aún a pesar de ellas. Tam- les, así como muchas instituciones conser-
bién desde los municipios encontramos vacionistas, han enfatizado una aproxima-
iniciativas que asumen creativamente este ción biológica a la conservación, descui-
reto, en las Mesas de Concertación de Ca- dando muchas veces su conocimiento
jamarca, o el sistema municipal de gobier- acerca de las relaciones entre las comuni-
no de la provincia de Yauli, basado en la dades humanas y sus ambientes. Por cier-
organización y participación territorial en to, es menos frecuente encontrar una ra-
comisiones y asambleas populares delibe- cionalidad que interprete estas relaciones
rantes(9). desde las perspectivas de estos grupos hu-
En referencia al entorno operativo y manos y que esté dispuesta a interactuar
de proyectos, mi intervención en procesos con ellos en procesos más horizontales.
de planificación dirigida a áreas protegidas Este tema ha sido ampliamente dis-
y sus zonas de amortiguamiento, me ha cutido por M. Pimbert y J. Pretty. El docu-
permitido constatar cómo la utilización mento llama la atención sobre los pobres
mecánica de técnicas y procedimientos de resultados obtenidos por estrategias con-
"planificación participativa", pueden con- servacionistas en muchas áreas protegidas
tribuir más a generar situaciones de con- mayormente de Asia y Africa, basadas en
flicto que a resolverlos. Suele ocurrir que el el supuesto que con las restricciones de ac-
análisis institucional de los actores ha sido ceso al manejo del ecosistema, para habi-
descuidado, al igual que de los factores tantes o usuarios tradicionales, se obtendrá
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
una mejor preservación de la biodiversi- ritario las áreas protegidas. Las oficinas pú-
dad. En última instancia, los autores cues- blicas responsables de su gestión carecen
tionan los métodos de intervención dirigi- de recursos humanos y medios para afron-
dos y puestos en práctica por los agentes tar o liderar procesos de consulta basados
externos -públicos o privados-, en desme- en la participación, peor aún, cuando éstos
dro del conocimiento nativo sobre su hábi- se realizan se hace más evidente la ausen-
tat.(10) cia de voluntad política de las esferas deci-
La tipología expuesta por ellos y re- sionales. Como resultado, los procesos
ferida a modalidades de participación en participativos, cual fuere su modalidad,
los procesos que involucran cooperación o terminan contribuyendo al descrédito de
intervención externa, permite a los autores las áreas y sus administraciones, aumen-
postular como alternativa, procesos de par- tando la desconfianza de los actores socia-
ticipación interactivos entre las partes des- les frente a ellas.
de el inicio del ciclo de intervención o pro- La disposición creciente del mundo
yecto. La dinámica entre diferentes pers- desarrollado por apoyar la creación de
pectivas ofrecería a todos los participantes nuevas zonas de protección, incluyendo el
la posibilidad de comprender mejor los in- uso de mecanismos persuasivos, como el
tereses de terceros, definir más claramente canje de deuda por naturaleza, o la firma
las situaciones y permitir la identificación de convenios para la prospección científi-
de opciones socialmente aceptables para ca y comercial de la biodiversidad, han lo-
el manejo de estas áreas. grado incrementar el grado de interés de
Algunas agencias de cooperación gobiernos y empresarios, quienes vislum-
bilateral y privadas han modificado sus es- bran en esta tendencia oportunidades a ex-
trategias y metodologías para el diseño de plorar.
proyectos en esa dirección. Para la puesta No es difícil prever una futura y qui-
en operación de tales procesos se requie- zás próxima transferencia del control y ma-
ren de ciertas condiciones sociales e insti- nejo de las áreas protegidas o zonas que
tucionales no siempre presentes. En la puedan ser consideradas para tal fin, a em-
práctica, el comportamiento de la mayoría presas y otras formas de asociación, basa-
de agentes institucionales públicos suelen das en criterios de mercado. Es fácil imagi-
responder más a conceptos preconcebidos nar las medidas restrictivas que esta situa-
y roles tradicionalmente basados en la au- ción conllevaría para las poblaciones que
toridad, jerarquía y legitimidad para deci- sin poseer títulos o reconocimiento de usos
dir, que a una voluntad política de diálogo tradicionales, aspiren a consolidar una po-
entre semejantes. sesión o uso, si no se dan medidas precau-
Salvo excepciones, para la mayoría telatorias o compensatorias que tengan en
de nuestros gobiernos no son asunto prio- cuenta estas situaciones, o mejor, se adop-
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Comunidades y conflictos socioambientales: experiencias y desafíos en América Latina
ten criterios y procedimientos que garanti- toria. La crisis ambiental será difícilmente
cen una real participación de actores loca- controlada de mantenerse estas caracterís-
les. ticas, a pesar de los avances conceptuales
Tampoco resulta extraño que la ma- y el mejor conocimiento que se tiene sobre
yoría de experiencias de ordenamiento las interrelaciones y hombre/entorno y las
temporal (planificación y asignación), apa- consecuencias del estilo dominante de
rezcan en el mejor de los casos como so- consumo y distribución del bienestar en el
fisticados despliegues tecnológicos o me- planeta. Sobre esta base de conocimiento,
ros ejercicios de consulta a ciertos grupos una ética y valores favorables al respeto de
de interés, o entre responsables públicos la diversidad cultural y la conservación, ha
multisectoriales. Así, la necesidad política sido posible construir nuevos escenarios
y administrativa por obtener resultados de cooperación y alianzas entre actores
cuantificables, hace privilegiar la acción que propugnan un futuro basado en la sos-
sobre la reflexión, la imposición al diálogo, tenibilidad. Pero los cambios sociales y po-
contribuyendo también el Estado por esta líticos que requieren no han adquirido la
vía al desarrollo de futuros conflictos. dimensión necesaria, ya que en el mejor
A una escala todavía mayor, un aná- de los casos, los activistas y convencidos
lisis somero acerca del posible desarrollo del cambio no constituyen movimientos
de la cuenca del Pacífico y la interoceani- sociales importantes, en medio de relacio-
dad de América del Sur, permite aventurar nes internacionales marcadas por la domi-
que las vías terrestres entre Brasil y la cos- nación y los dobles estándares.
ta del Pacífico puedan ser factibles me- En aras de modernizar y hacer efi-
diante el otorgamiento masivo de tierras y cientes y competitivos a nuestros países,
el control del peaje a los constructores. crecen las tendencias de asignar el acceso
Aún si esta modalidad no se diera, la sola a los recursos naturales con criterios de
construcción de estas rutas significará pro- mercado, sin tener las capacidades institu-
bablemente una creciente y espontánea cionales indispensables para su regulación
ocupación migratoria. La presión sobre los social, ni menos aún concebir como praxis
ambientes y quizás sobre poblaciones colectiva, la identificación de estrategias
asentadas sin duda representará nuevas frente a las oportunidades y amenazas de
oportunidades para las poblaciones, pero la globalización.
también situaciones de conflicto. (11) Para afrontar los efectos de estas
Podemos inferir entonces que mu- nuevas fuentes estructurales de conflicto es
chas de las fuentes u orígenes de conflictos necesario trabajar a nivel de la formula-
sociales y ambientales están inscritos en ción de políticas, promoviendo el diálogo
los modelos y estilos de desarrollo depen- para definir estrategias nacionales y regio-
dientes que han caracterizado nuestra His- nales de competitividad sobre la base de
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Capítulo III: Bases metodológicas para el T.C.S.A
nuestras culturas, capital humano y natu- cumplen una función educativa importan-
ral, y no sobre su debilitamiento o agota- te, pero por lo general se limitan a activi-
miento. dades puntuales, que al no tener continui-
A nivel operativo y volviendo a la dad, contribuyen poco a mejorar la inte-
dimensión local y de proyecto, las modali- racción entre las partes, condiciones favo-
dades de intervención dependerán en gran rables para llegar a situaciones de consen-
medida de la demanda y apertura social e so o acuerdos.
institucional que se vayan logrando y los Las ONG que se orientan a la ges-
espacios que se generen producto de la tión alternativa de conflictos responden a
planeación y como resultado de las accio- un demanda social e institucional. Sin em-
nes emprendidas y la sinergía social que bargo, la intervención implica costos y be-
contribuya a esa apertura. En numerosos neficios a tener en cuenta, sobre todo por-
conflictos que ocurren en Latinoamérica, que la acción colaborativa por parte de fa-
la Iglesia Católica ha sido referencia obli- cilitadores externos suele demandar recur-
gada para una posible mediación, lo que sos importantes y un acompañamiento en
se debe en gran medida a la aceptación de el tiempo que alguien debe sufragar. Los
su rol, basado en la creencia religiosa in- resultados esperados de acciones focaliza-
corporada durante siglos, y la desconfian- das deben ser evaluados en el contexto del
za social frente a la poca honestidad o ca- conflicto, para evitar la ilusión de arribar
pacidad de respuesta de las instituciones con facilidad a acuerdos inmediatos. im-
oficiales. Sin embargo, y a pesar de las ine- plementables y duraderos, y por tanto pre-
ficiencias y debilidades de los sistemas pú- ver la eventual continuidad del proceso y
blicos de administración de justicia, la sus necesidades de intervención.
conveniencia de institucionalizar medios La situación ideal sería aquella don-
alternativos no es aún percibida por los di- de no se requiere de intervención externa,
ferentes estamentos sociales, y en todo ca- si los protagonistas pueden y desean recu-
so, pueden ser vistos con suspicacia o des- rrir a prácticas e instancias locales acepta-
confianza por los poderes públicos o por das, a través de consejeros comunales, co-
quienes obtienen ventaja de esta realidad. mités ambientales municipales, asambleas
La eficacia del diálogo como forma vecinales, jueces de paz, etc. Una expe-
alternativa en el manejo de conflictos no riencia interesante de seguir y que apunta
ha sido explorada suficientemente. Se sue- a abrir nuevas instancias, se refiere a un
le confundir reuniones de intercambio de programa de formación de facilitadores es-
ideas y posiciones con mecanismos estruc- colares, que iniciará la Cámara de Comer-
turados conducentes al esclarecimiento de cio de Lima, entidad empresarial que pro-
los intereses, motivaciones comunes y po- mueve el arbitraje como medio para resol-
sibles soluciones. Por otro lado estos foros ver controversias comerciales(12).
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(ej. conservacionistas del Norte y pueblos el Canadá; por no mencionar las disputas
indígenas), a menudo subyacen otras for- entre Japón y EU o entre países de la UE
mas de conflicto, muchos de los cuales por el tema de subsidios agrícolas.
afloran bajo la forma de restricciones al ac- Lamento que mi limitada experien-
ceso de recursos, basados en supuestos cia referida a estrategias de intervención
científicos acerca de la conservación (12). no me permita profundizar en el tema.
Además, estas relaciones distan de Creo, sin embargo, pertinente el formular
ser horizontales. Frente al potencial uso de algunas preguntas básicas al momento de
la biodiversidad, los convenios de investi- evaluar una decisión de participar, como la
gación sobre germoplasma y principios ac- legitimidad y oportunidad de la convoca-
tivos requieren del conocimiento local, los toria, además de los compromisos que se
que además abaratan los costos de identi- adquieren al involucrarse en tareas de faci-
ficación. A pesar de la reciente introduc- litación o mediación. La imparcialidad,
ción de cláusulas compensatorias en algu- que no significa neutralidad, es una de las
nos convenios, en la ejecución de estudios condiciones que deben responder a un
de etnobiología, el conocimiento nativo comportamiento ético-profesional, que lo-
suele ser más sujeto de apropiación con fi- gre la aceptación por las partes de los roles
nes comerciales que de reconocimiento a a asumir. De otro lado, las características
la propiedad intelectual y mejora en la ca- individuales requeridas de los facilitadores
pacidad negociadora por parte de sus po- implican la madurez y capacidad de con-
seedores. Que estos derechos sean toma- frontar situaciones que podrían contradecir
dos en cuenta dependerá en gran medida los propios puntos de vista, expectativas y
de la aplicabilidad de la legislación inter- creencias; prueba que obliga a privilegiar
nacional y del grado de fortaleza que ad- la empatía con los dialogantes por delante
quieran las comunidades locales y sus alia- de la visión personal del problema. Depen-
dos. derá de la “misión” y perspectiva del agen-
Pero el doble standard o doble mo- te o actor, lo que determinará finalmente
ral que caracteriza el comportamiento de su rol en un conflicto.
la comunidad internacional en sus relacio- La imagen de "task force"o de un
nes entre el Norte y el Sur, se manifiesta grupo de mediación puede ser adquirida
igualmente entre los países del Norte. Así, con una apropiada difusión de intervencio-
mientras se exige liberalizar el acceso a los nes exitosas. Parte del esfuerzo colectivo y
recursos y la biodiversidad en nuestros paí- personal constituirá analizar con espíritu
ses, presenciamos el desarrollo de conflic- crítico las connotaciones culturales de las
tos no resueltos por el acceso a los recur- modalidades y técnicas de intervención,
sos, como el reciente caso de la pesca del muchas de las cuales son desarrolladas en
fletán (especie de lenguado) entre España y laboratorios de universidades de los países
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del Norte y que pueden no adaptarse con ten, deben estar en capacidad de verificar
facilidad a costumbres y tiempos cultural- la idoneidad de las opciones que se van
mente distintos. Las reglas de representati- proponiendo, para mejor orientar el proce-
vidad, negociación y toma de decisiones, so de acuerdos y compromisos que de-
por ejemplo, varían culturalmente así co- manden su puesta en práctica.
mo las modalidades de validación social. Para concluir estas reflexiones, pro-
Mientras las instituciones occidentales pongo enfatizar programas de apoyo al de-
pueden estar representadas por un nego- sarrollo de capacidades locales de manejo
ciador, en otras culturas no hay tal delega- de conflictos, contribuyendo a la revalori-
ción, se negocia colectivamente y no se zación de mecanismos culturalmente vi-
adopta acuerdos si no luego de consultas gentes, dentro de las acciones de fortaleci-
extensas vía mecanismos e instancias tradi- miento institucional de las comunidades
cionales. de base.
En todo caso, un proceso de diálogo Si se tratase de una aproximación al
o negociación implica una serie de condi- inicio de un proyecto, habría que conside-
ciones que deben estar presentes, siendo rar la incorporación de instancias y meca-
fundamental entre ellas la expresa volun- nismos institucionalizados de diálogo y
tad política de las partes libremente mani- manejo de conflictos desde la fase de iden-
fiesta, así como su aceptación de roles y tificación. Esta modalidad de intervención
reglas previamente definidas antes de enta- fue formulada para la elaboración del Plan
blar un proceso, durante el cual es respon- de Manejo de la Reserva Ríos Blanco y Ne-
sabilidad de los facilitadores el lograr y gro en Bolivia, bajo la responsabilidad de
mantener un clima de confianza lo mismo una ONG en convenio con la Dirección
que su legitimidad. La utilización de cier- Nacional de Diversidad Biológica y el
tas "reglas", tales como privacidad o aisla- Centro de Desarrollo Forestal (14).
miento de interferencias externas, como el En este caso se planteó la necesidad
mismo concepto de confidencialidad, tie- de convocar, visitar y explicar a cada una
nen también que ser puestos en el contex- de las partes con intereses socialmente re-
to cultural de los participantes. conocidos por la legislación boliviana o re-
La labor cooperativa y grupal del clamos sobre el área protegida, el objeto e
equipo de facilitación debe acompañarse importancia de la convocatoria. La prime-
de un adecuado conocimiento de los ante- ra condición para viabilizar la metodología
cedentes y características del conflicto y propuesta fue entonces persuadir a los di-
sus protagonistas, con el auxilio de espe- ferentes actores de la transparencia e ido-
cialistas si el tema así lo exige, pues si bien neidad de su desarrollo, al situar el proble-
no compete a los facilitadores tener res- ma con objetividad, basado en argumentos
puestas a las interrogantes que se presen-
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sólidos y afines a los intereses de los gru- ra determinar sus intereses y refrendar los
pos. acuerdos. De esta manera se pretendía que
A pesar de las inquietudes y dudas los mismos generasen compromisos, que
sobre la oportunidad del proceso manifes- una vez legitimados por cada una de las
tada por alguna de las partes y la descon- partes y sancionados formalmente por las
fianza prevaleciente entre ellos producto autoridades, fueran aplicables.
de experiencias anteriores e intereses con- Finalmente, se logró aprobar el Plan
trapuestos, se logró un primer acuerdo pa- de Manejo, que incluye una propuesta de
ra su inicio. Hacer explícitas las ventajas gestión participativa con los "Stake hol-
del diálogo sobre eventuales costos e im- ders" principales, basada en los principios
pactos de no hacerlo, de decisiones toma- de la conservación y respeto de los legíti-
das sin participar en la consulta, persuadió mos intereses de todas las partes, en la to-
a las partes de las ventajas de su involucra- ma de decisiones apoyados en la informa-
miento. Desde el inicio la Cámara Nacio- ción científica disponible y los compromi-
nal Forestal comunicó la delegación en ca- sos voluntarios de los actores. Se espera
lidad de observador a su órgano técnico que este proceso facilite a las partes el de-
Promabosque, no queriendo comprometer sarrollo de sus estrategias con menores
el nivel político gremial en el proceso. riesgos en el manejo de futuros conflictos,
Mediante una primera mesa de si- gracias a la experiencia de interacción y la
tuación se pudo analizar las características mayor posibilidad de asumir un diálogo di-
y alcances de la propuesta, se difundió los recto entre ellos.
avances de investigación sobre la impor- Quisiera concluir reiterando que
tancia y diversidad ambiental y biológica, afrontamos una situación difícil cuya mag-
su potencialidad económica y conoci- nitud rebasa nuestras capacidades de ac-
mientos etnobotánicos, así como la situa- ción. Por tanto considero necesario reto-
ción legal del área. Se propuso mecanis- mar la vía de la planificación en sus formas
mos horizontales de diálogo entre el Esta- más modernas y participativas, como me-
do, empresarios madereros, pueblos indí- dio adecuado para enfrentar los retos de la
genas, naturalistas, científicos, sociales y la globalización y mejorar las posibilidades
ONG, que regirían el proceso, el cual sería de éxito de los proyectos con el menor
acompañado por la agencia cooperante costo social y ambiental posibles, influyen-
como observadora. Se conformó un equi- do en la búsqueda de estilos de desarrollo
po de planificación conformado por repre- basados en la sustentabilidad del patrimo-
sentantes institucionales y mediante la li- nio natural y la creatividad basada en el
bre participación, practicándose reglas de conocimiento, la solidaridad y la toleran-
diálogo que respetasen las diferencias cul- cia. Mientras este proceso no se generali-
turales de los participantes y sus formas pa- ce, estoy convencido del agravamiento de
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Breve referencia de los Autores
(Por orden alfabético)
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