En este capítulo nos habla de una táctica que utilizan los investigadores, además
de muchas empresas de marketing, llamada el señuelo: refiriéndose a un estímulo
que se utiliza para tratar de atraer o convencer a una persona con engaños. Es una estrategia que sirve para encantar las cosas para beneficio propio. Allí se puede ver un gran ejemplo acerca de la revista The Economist en donde presentan una promoción para que el consumidor adquiera un plan de suscripción, ya sea online, impresa u online-impresa, con ello, lo que se está buscando o lo que se quiere lograr es que el cliente tenga un punto de comparación para poder elegir entre esas opciones y seleccionar la que más le convenga sin darse cuenta que esa opcion que escogió es la que realmente quiere vender la empresa. Es aquí donde vemos el efecto “señuelo” que es una opción intermedia que actúa como punto de comparación o la que se busca que sea la opción elegida. La comparación hace referencia a que siempre tenemos que buscar y/o destacar más las características que deseemos ofrecer a los diferentes usuarios. Se debe observar detalladamente que es lo que las personas analizan para que las lleve a desear obtener lo que los demás buscan, como determinar su espacio asociado, qué creencias tienen, qué restricciones tienen a la hora de elegir algo y buscan siempre estar en un punto intermedio. Cuanto más tenemos más queremos y esa presión nos impulsa a círculos de comparación cada vez más grandes y ambiciosos. Siempre buscamos tener más pero no para satisfacción propia sino para querer superar al otro.