¿Qué es fidelidad? Firmeza y constancia en los afectos, ideas y
obligaciones, y en el cumplimiento de los compromisos establecidos. La fidelidad es similar a la lealtad, fe, exactitud. Seamos fieles y temamos a Dios, como Anani Nehemías 7:2 mandé a mi hermano Hanani, y a Hananías, jefe de la fortaleza de Jerusalén (porque éste era varón de verdad y temeroso de Dios, más que muchos) Seamos fieles en las tentaciones, como Jose Genesis 39:9 No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios? Seamos fieles a nuestros amigos, como Jonatan 1 Samuel 18:1-4 Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo. Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre. E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo. Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte. Seamos fieles al administrar los bienes Mateo 25:21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Seamos fieles a las escrituras Salmos 119:5 ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos Para guardar tus estatutos! Seamos fieles en el servicio, como Timoteo Filipenses 2:19-22 Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al saber de vuestro estado; pues a ninguno tengo del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros. Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio. Seamos fieles, aun cuando otros sean infieles 2 Timoteo 2:13 Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo. Seamos fieles hasta la muerte como esteban Hechos 7:55-60 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió. Apocalipsis 2:10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. Esmirna fue famosa por sus competencias deportivas. Una corona era el laurel de la victoria, el trofeo para el campeón de la contienda. Si hemos permanecido fieles, recibiremos el premio de la victoria: la vida eterna (Santiago 1:12) Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. El mensaje a la iglesia de Esmirna es que debe permanecer fiel a pesar de su sufrimiento porque Dios esta en el control de la situación y sus promesas son confiables. Jesucristo nunca ha dicho que al serle fieles evitaremos problemas, sufrimiento y persecución. Mas bien, debemos ser fieles a El en nuestros sufrimientos. Solo entonces así nuestra fe resultara genuina. Permanecemos fieles cuando mantenemos la mirada en Cristo y sus promesas presentes y futuras. Filipenses 3:13-14 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. 2 Timoteo 4:8 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.