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Fuerza según contracción: concéntrica,

excéntrica e isométrica
Dentro del ámbito de la musculación y el entrenamiento, encontramos
diferentes tipos de contracción muscular según los ejercicios que realicemos y
los músculos que queramos entrenar y potenciar.

Aquí vamos a hablar de los grandes tipos de contracción muscular que existen:
la contracción isotónica (que a su vez se divide en concéntrica y excéntrica), la
contracción isométrica, la auxotónica y la isocinética.

1. Contracción isotónica

El primero de los tipos de contracción muscular es la contracción isotónica,


también llamada heterométrica, que consiste en la contracción más frecuente
cuando realizamos la mayoría de los deportes.

El término “isotónica” significa “de igual tensión”. En las contracciones


isotónicas, las fibras musculares se contraen y modifican su longitud. En este
tipo de contracción, las fibras de nuestros músculos se acortan y se alargan.

Como hemos adelantado, la contracción isotónica, a su vez, se divide en dos


tipos de contracción muscular: la concéntrica y la excéntrica.

1.1. Contracción concéntrica

En la contracción concéntrica, el músculo actúa, generando tensión, para


superar una determinada resistencia.

Así, se produce un acortamiento de las fibras musculares y posteriormente una


movilización de alguna parte del cuerpo. Para que lo entiendas mejor, este tipo
de movimiento sería como “concentrar” el músculo.

Un ejemplo de contracción concéntrica sería un acto tan sencillo como tomar


un tenedor y llevarlo a la boca, en el que observamos cómo nuestro bíceps se
hincha (en este caso, se trata de un acortamiento concéntrico). Otro ejemplo,
esta vez en el ámbito del deporte, sería hacer determinados ejercicios con
pesas, como el curl con mancuernas.
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sorprenderán"

1.2. Contracción excéntrica

En la contracción excéntrica, el segundo de los tipos de contracción muscular


isotónica, ocurre lo contrario que en el caso anterior. En este caso, ante una
resistencia, ejercemos tensión en el músculo a la vez que lo vamos alargando.
Simplificándolo, sería como “extender” el músculo.

Para ilustrarlo, un ejemplo sería bajar la barra hasta el pecho en un ejercicio de


barra llamado press de banca (en la fase concéntrica, subiríamos la barra).

2. Contracción isométrica

El segundo de los tipos de contracción muscular es la contracción isométrica,


que consiste en una contracción estática.

“Isométrico” significa “de igual medida o longitud”. En este tipo de contracción,


el músculo está estático (es decir, ni se alarga ni se acorta, su longitud no
varía, como sí ocurre en otros tipos de contracción muscular). Además, se
genera una tensión en él.

Un ejemplo claro de contracción isométrica sería agarrar una caja de


herramientas y moverla de sitio; es decir, generamos una determinada tensión
en nuestros brazos, que permanecen estáticos (para evitar que la caja se nos
caiga). Como vemos en este ejemplo, las fibras musculares de los brazos no se
alargan ni se acortan, sino que están en una posición permanente.

Otro ejemplo de contracción isométrica, en este caso en ejercicios deportivos


(de gimnasio), sería mantener agarrada la barra (de press banca) durante unos
instantes.

3. Contracción auxotónica

Otro de los tipos de contracción muscular es la contracción auxotónica. En este


caso, se combinan los dos tipos de contracción muscular anteriores (las
isotónicas y las isométricas). Es decir, a efectos prácticos: al iniciar la
contracción muscular, se produce la contracción isotónica, para posteriormente
producirse la contracción isométrica.

Un ejemplo de contracción auxotónica es el estiramiento de gomas elásticas


(extensores) con los pies juntos (un tipo de ejercicio); en este caso, contraemos
los músculos y los mantenemos en la misma posición unos segundos, y
posteriormente volvemos a la posición inicial

Es decir, estiramos el músculo de forma gradual, y lo mantenemos en una


determinada posición durante unos segundos. Existen muchos tipos de
ejercicios para practicar este tipo de contracción (igual que en los otros casos).

4. Contracción isocinética

Finalmente, el último de los tipos de contracción muscular es la contracción


isocinética. En este caso, se produce una contracción máxima del músculo, a
velocidad constante, en toda la gama de movimiento del músculo.

Este tipo de contracción es típica de deportes que no requieren una aceleración


del movimiento, como por ejemplo el remo o la natación. Como vemos, en este
tipo de deportes, se requiere mantener una velocidad constante y uniforme
para avanzar en el agua.

Para no confundirnos, debemos tener clara la diferencia entre las contracciones


isocinéticas y las isotónicas (las primeras comentadas). Cuando realizamos
contracciones isocinéticas, regulamos de forma constante la velocidad del
movimiento, y ejercemos una tensión máxima durante todo el tiempo. En
cambio, en las contracciones isotónicas, no controlamos la velocidad del
movimiento, y tampoco ejercemos siempre la misma tensión durante este.

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