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Análisis funcional

de la conducta verbal
JAVIER VIRUÉS ORTEGA*
CAIO F. MIGUEL*
26
En nuestra vida diaria accedemos a multitud de haciéndole cosquillas y aspavientos. Hilario es un
reforzadores operando directamente sobre el entor- adulto de 39 años que vive en una comunidad tera-
no físico. Por ejemplo, accionamos un interruptor péutica para personas diagnosticadas con esquizo-
para encender una luz, giramos un grifo para obte- frenia y trastornos de personalidad. Las habilidades
ner agua o abrimos un cajón para coger una cucha- sociales de Hilario son muy escasas. Con frecuencia,
ra. No obstante, el acceso a otros muchos reforza- dice oír voces que le insultan o le dicen que haga
dores requiere de la mediación de otras personas. En cosas que no quiere hacer. Le gusta participar en las
análisis de conducta, calificamos como «verbal» a la actividades del programa de día, especialmente en
conducta que produce reforzadores mediados social- los grupos de debate y en el taller de música. Hilario
mente. La colección de conductas a las que de forma no se lleva bien con dos residentes del programa y,
general denominamos «lenguaje» son seguidas por con frecuencia, cuando estos residentes están presen-
consecuencias producidas por otras personas; veá- tes, comienza a llorar y a decir que está oyendo las
moslo en los siguientes ejemplos. Rosa es un bebé de voces otra vez. En estas ocasiones, el miembro del
seis meses. Como muchos bebés, Rosa no lloraba personal que está facilitando la sesión le pregunta si
excesivamente poco después de haber nacido; no se encuentra bien y le invita a ir a un lugar tranqui-
obstante, durante sus primeros meses de vida, su ma- lo en el que Hilario permanece solo hasta que con-
dre, Luisa, la alimentaba sólo después de que comen- cluye la sesión de grupo. Guillermo es un adulto con
zase a llorar. En otras palabras, el acceso al pecho discapacidad intelectual que trabaja en un pequeño
de su madre se hacía disponible únicamente después taller de muebles de empleo protegido en el que to-
de llorar. De forma inadvertida, el llanto de Rosa se dos los trabajadores tienen discapacidades intelec-
hizo progresivamente más frecuente e intenso en tor- tuales. El supervisor está enseñándole cómo montar
no a las horas en las que tomaba el pecho. Álvaro es las piezas de un cajón de un mueble que está en pro-
un bebe de 12 meses que balbucea ya desde hace ducción en el taller. Aprovechándose de las habili-
algún tiempo. Puede vocalizar algunas vocales y sí- dades básicas de lectura de Guillermo, el supervisor
labas; no obstante, no puede producir aún palabras le presenta por escrito una serie de instrucciones en
claras. Su padre, Gustavo, presta mucha atención a las que, paso a paso, se explica el montaje del cajón.
sus progresos y pasa tiempo con él cada día mode- Las instrucciones se presentan en tarjetas ordenadas
lando palabras sencillas tales como «ajó», «papá», en un cuadernillo. El lenguaje usado en las tarjetas
etcétera. Cada vez que Álvaro produce una aproxi- está adaptado a las habilidades verbales de Guiller-
mación cercana a la palabra que Gustavo le presen- mo, quien puede recurrir a los pasos descritos en las
ta, éste se alegra muchísimo y le alza por los aires tarjetas tantas veces como sea necesario.

* University of Manitoba y St. Amant Research Centre, ** (California State University, Sacramento, EE.UU.
Canadá.

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Todos los ejemplos descritos en el párrafo ante- la acción del aire expirado sobre el aparato fonador)
rior, a pesar de lo diversos que puedan parecer, des- que también es verbal (conducta mantenida por re-
criben casos de conducta verbal. La conducta ver- forzadores mediados socialmente). Puede haber, no
bal puede analizarse en los mismos términos en los obstante, casos de conducta vocal no verbal y casos
que se analiza cualquier conducta operante mante- de conducta verbal no vocal. Por ejemplo, toser para
nida por sus consecuencias. No obstante, los refor- aclararse la garganta puede considerarse como con-
zadores que siguen a la conducta verbal pueden ducta vocal no verbal, es decir, la consecuencia que
parecer diferentes en el sentido de que la conducta mantiene la conducta no está mediada socialmente.
está mediada por las repuestas de otro organismo: No obstante, la misma conducta puede considerar-
la conducta del oyente (Skinner, 1957). Por ejemplo, se verbal si se tose como una forma de obtener la
el llanto de Rosa puede que estuviese mantenido por atención de alguien. Los siguientes estudios ilustran
la alimentación, el confort y la atención ofrecidos esta distinción.
por su madre. La habilidad de Álvaro de emular las Poulson y Nunes (1988) demostraron un efec-
palabras presentadas por su padre puede que estu- to de reforzamiento en bebés presentando vibracio-
viese reforzada por las reacciones de su padre a sus nes de cinco segundos en sus manos de forma con-
vocalizaciones (Peláez, Virués Ortega y Gewirtz, tingente a las vocalizaciones que producían. Los
2011). Análogamente, las descripciones poco ajus- autores mostraron que se podían usar estímulos no
tadas que Hilario realizaba de su entorno (por ejem- sociales (sensoriales) para reforzar las vocalizacio-
plo, delirios) puede que estuviesen mantenidas, nes de los bebés. Dado que el estímulo reforzante
en el caso particular del ejemplo, por el escape de en este caso no es social, éste sería un ejemplo de
situaciones que le resultaban aversivas por la pre- conducta vocal y no de conducta verbal. Durand
sencia de otros residentes con los que no se lleva- y Carr (1988) refirieron el caso de Ted, un niño de
ba  bien. La conducta verbal permite al individuo 3 años diagnosticado con un trastorno del desarro-
acceder a un conjunto de situaciones virtualmente llo del lenguaje que presentaba problemas de con-
infinito, ya que consideramos conducta verbal cual- ducta a una elevada frecuencia (conducta oposicio-
quier conducta operante cuyas consecuencias depen- nista, rabietas y destrucción de objetos). Los
den de la conducta de otra persona (Sautter y Le- autores diseñaron varias situaciones para confir-
Blanc, 2006). mar que la conducta estaba mantenida por conse-
cuencias sociales (véase el capítulo 13, sobre aná-
lisis funcional). Los resultados mostraron que Ted
1. ¿VOCAL O VERBAL? realizaba los problemas de conducta de forma casi
exclusiva cuando se le prestaba atención justo des-
Hay ejemplos de uso del lenguaje para los cuales pués de presentar las conductas desafiantes. En una
una definición funcional de la conducta verbal no fase posterior del estudio, los investigadores le en-
sería evidente inmediatamente. En la mayoría de los señaron a Ted una topografía nueva, en este caso
ejemplos aportados anteriormente, la conducta ver- vocal («¿Estoy haciéndolo bien?») que facilitaba el
bal producía un estímulo audible resultado del con- acceso al mismo reforzador (atención). Los autores
tacto físico del aire expirado con el aparato fonador. hallaron que una vez que se estableció la nueva to-
Tales estímulos audibles pueden trasmitir mensajes pografía, y después ofrecer ayudas a la respuesta
convencionales compuestos por palabras a un oyen- en unas cuantas ocasiones, Ted comenzó a usar la
te competente que pertenece a la misma comunidad respuesta vocal que había aprendido para solicitar
verbal que el hablante (como sucedía en los casos atención. Paralelamente, las conductas desafiantes
de Hilario y Guillermo); también puede ser un so- se redujeron. Los resultados del estudio sugieren
nido vocal que imita los sonidos emitidos por otra que varias formas de conductas no vocales presen-
persona (como sucedía en el ejemplo de Álvaro), o tadas por personas con discapacidad intelectual,
quizá puede ser simplemente la acción indiferen- tales como conductas agresivas o autolesivas, pue-
ciada del aire expirado a través de la laringe, como den estar  mantenidas por consecuencias sociales
sucedía en el caso del llanto de Rosa. Todos éstos (por ejemplo, retirada de peticiones para realizar
son ejemplos de conducta vocal (efecto audible de tareas o atención) y son, por tanto, casos de con-

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ducta verbal. En las ocasiones en las que la con- aprendizaje de uno no conduce necesariamente a la
ducta vocal adquirida recientemente permite acce- ocurrencia del otro. El aprendizaje de una segunda
der a las mismas consecuencias, la nueva conducta lengua ofrece un ejemplo sobre la independencia
puede reemplazar eficazmente los problemas de funcional de los repertorios de hablante y de oyen-
conducta. te. Ana es una estudiante que vive en España y para
la que el español es su lengua materna. Tiene pen-
sado pasar el verano en Londres y está dando clases
2. HABLANTE Y OYENTE para mejorar su nivel de inglés antes del viaje. Su
maestro le habla sólo en ingles durante las clases y
Como se sugiere más arriba, la conducta verbal, le anima a que se comunique en ese idioma. A pesar
a pesar de estar mediada socialmente, opera a través de que habla con fluidez, con frecuencia tiene pro-
del mismo conjunto de principios que hemos estu- blemas para comprender el acento británico de su
diado para cualquier otra conducta (por ejemplo, maestro. El maestro decide realizar un ejercicio que
reforzamiento, extinción y operaciones motivado- ayudará a aclarar si las dificultades de Ana tienen
ras). Por tanto, presentaremos el comportamiento que ver con su repertorio de hablante o con sus
verbal usando la misma unidad de análisis que uti- habilidades como oyente. Para ello, el maestro pre-
lizamos en modificación de conducta: la contingen- senta varios objetos frente a Ana: una manzana, un
cia de tres términos. Las contingencias compuestas libro, una revista y un reproductor digital de músi-
de respuestas verbales se denominan operantes ver- ca. La primera tarea de Ana consistió en pedir al
bales, a fin de distinguirlas de otras operantes no profesor un objeto que ella quisiese de entre los
verbales. Las operantes verbales requieren de la in- presentados (una respuesta de hablante emitida por
teracción de un hablante y un oyente. Consideremos, Ana). Una vez que Ana comprendió la tarea, la
por ejemplo, el caso de Mario, un niño de 9 años al realizó sin problemas. No obstante, la segunda ta-
que le gustan las clases de ciencias naturales aunque rea requería que señalase los objetos concretos a
a veces le cuesta terminar solo los ejercicios que medida que eran nombrados por el profesor (una
presenta el maestro al final de la clase. En estos respuesta de oyente emitida por Ana). En varias
casos le pide ayuda a Arturo, su compañero de pu- ocasiones no logró responder adecuadamente a esta
pitre: segunda tarea. Esta prueba ayudó al profesor a
identificar los aspectos específicos del repertorio de
— Mario: «Oye Arturo, ¿sabes qué tipo de ani- oyente de Ana que requerían más atención y entre-
mal es un delfín?». namiento. La tabla 26.1 presenta algunos ejemplos
— Arturo: «Es un mamífero». de respuestas de hablante y oyente. Como hemos
— Mario: «¡Gracias!» visto en el ejemplo anterior, los roles de hablante y
oyente cambian continuamente durante un episo-
En esta conversación, tanto Mario como Artu- dio verbal o unidad conversacional (Lodhi y Greer,
ro son hablantes. Arturo también se comporta 1989) (véase tabla 26.2).
como oyente, ya que su respuesta verbal sirve como Si volvemos al ejemplo anterior de Mario y Ar-
reforzador para la conducta de Mario. Éste tam- turo, la solicitud de información de Mario («¿Qué
bién se comporta como oyente cuando oye la res- tipo de animales son los delfines?») actúa como es-
puesta de Arturo, la cual sirve como estímulo tímulo discriminativo (ED) en cuya presencia una
discriminativo para que Mario reaccione como ha- respuesta verbal específica («mamíferos») tiene al-
blante diciendo «Gracias». La interacción de un tas probabilidades de recibir reforzamiento social
oyente y un hablante se denomina episodio verbal, generalizado («¡Gracias!»). Éste es un ejemplo de
y si ambos individuos ejercen roles tanto de oyente operante verbal descrita como una contingencia
como de hablante, hablamos de unidad conversa- de tres términos típica (un ED verbal es seguido de
cional. La comunicación efectiva puede ocurrir úni- una respuesta verbal mantenida por reforzamiento
camente cuando un individuo se comporta como social generalizado). Examinemos ahora con algo
hablante y como oyente. Curiosamente, ambos re- más de detalle los tipos principales de operantes
pertorios no se adquieren al mismo tiempo y el verbales.

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TABLA 26.1
Respuestas de oyente y de hablante

Respuesta de hablante Ejemplo

Pedir información Hablante: «¿Dónde está la parada de bus?».


Solicitar un reforzador Hablante: «Por favor, ¿podría tomar agua?».
Repetir un sonido vocal Hablante: Dice «Agua» (después de haber oído «agua»).
Respuesta de oyente Ejemplo

Hablante: «¡Mira Juan!, eso es un elefante».


Relaciones oír-ver
Oyente: [Juan mira al elefante].
Hablante: «Por favor, pásame la tarjeta que tiene una imagen igual
Igualación a la muestra a ésta».
Oyente: [El oyente sigue la instrucción].
Hablante: «Por favor, puedes señalar la fresa».
Señalar un objeto siguiendo una instrucción
Oyente: [El oyente sigue la instrucción].

TABLA 26.2
Componentes de un episodio verbal o unidad conversacional

Episodio verbal/
Operantes Hablante Oyente
unidad conversacional

Operante 1 Mario: «¿Qué tipo de animal es un delfín?» Arturo: «Los delfines son mamíferos».
Unidad/Episodio 1
Operante 2 Arturo: «Los delfines son mamíferos». Mario: «¡Gracias! Creí que eran peces».

3. OPERANTES VERBALES pide que repita una palabra exactamente de la mis-


ma forma que él la presenta:
B. F. Skinner (1957) identificó varios tipos de
operantes verbales en función de los estímulos an- — Maestro: «Di la palabra water».
tecedentes, respuestas y estímulos reforzantes impli- — Ana: «Water».
cados. En las siguientes secciones revisaremos las
operantes verbales que han generado más investiga- El repertorio ecoico parece ser uno de los prime-
ción empírica: ecoicas, mandos, tactos, intraverbales ros en adquirirse y es importante como repertorio
y autoclíticos (referimos al lector a Sundberg, 2007, prerrequisito para la adquisición de otras habilidades
para una revisión de otras operantes verbales no verbales (Greer y Ross, 2008; Horne y Lowe, 1996;
descritas aquí). Lowenkron, 1998). En consecuencia, se han desarro-
llado varios protocolos de intervención a fin de esta-
blecer el repertorio ecoico en individuos que no lo-
3.1. Ecoicas gran adquirirlo de forma espontánea (Kymissis y
Poulson, 1990; Ward, Osnes y Partington, 2007).
La ecoica es una operante verbal compuesta de Existe evidencia que sugiere que el repertorio ecoico
una respuesta vocal que guarda similitud morfoló- facilita la adquisición de otras operantes verbales
gica con el ED verbal. Cuando el maestro de Ana le (Goldsmith, LeBlanc y Sautter, 2007).

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Kodak y Clements (2010) intentaron enseñar a rantes es que la respuesta verbal está bajo el control
Hal, un niño de 4 años diagnosticado con trastorno de una operación motivadora (Laraway, Snycersky,
del espectro autista, a pedir galletas usando la pala- Michael y Poling, 2003), la cual produce un estímulo
bra «galleta». Antes de hacerlo se aseguraron de que reforzante específico que mantiene la conducta. Por
Hal no tenía acceso a las galletas durante los mi- ejemplo, las galletas constituyen una de las comidas
nutos previos al comienzo de la sesión. En primer preferidas para Margarita, una niña de seis años.
lugar, presentaron un reproductor de música a la Últimamente, su madre ha evitado comprarlas a
vista de Hal y expusieron la ayuda verbal «¿qué propósito para evitar que Margarita las consuma
quieres?». Si en este momento Hal decía «música» vorazmente. Hoy Margarita ha visto que su madre
(petición independiente), se le permitiría oír música colocó una caja de galletas en un mueble de la coci-
un ratito. No obstante, si después de cinco segundos na mientras estaba ordenando la compra. El mueble
Hal no respondía, el experimentador presentaría la estaba demasiado alto como para que Margarita
ayuda ecoica «di música» (petición con ayuda). Si pudiera alcanzar las galletas, de modo que pidió a
Hal decía «música» en este momento, se le permiti- su madre si podía tomar algunas («¿Puedo comerme
ría oír música por unos segundos. Kodak y Cle- una galleta?»). La madre abrió la caja y le dio una
ments refirieron que este procedimiento resultaba galleta. Este episodio identifica todos los compo-
efectivo para enseñar peticiones simples a niños con nentes de un mando: una operación motivadora (pe-
problemas de aprendizaje. Pese a ello, el procedi- ríodo sin galletas en casa), una respuesta verbal que
miento no fue suficiente en el caso de Hal. Los au- especifica el reforzador (galletas) y un oyente com-
tores decidieron anteponer a cada sesión de ense- petente capaz de ofrecer el reforzador. La presenta-
ñanza un ensayo de entrenamiento ecoico. Durante el ción del reforzador específico en la presencia de la
entrenamiento ecoico presentaban la palabra «mú- operación motivadora es suficiente para el estable-
sica» (el reproductor de música no estaba a la vista) cimiento de un mando. Por ejemplo, si alimentamos
y esperaron cinco segundos a que Hal respondiese. a un perro cada vez que ladra, el ladrido se relacio-
Si no respondía, el experimentador decía «di musi- nará funcionalmente con un estado de privación de
ca», y esperaba a que respondiese. Si Hal respondía, comida), de modo que cada vez que el perro tenga
el experimentador le felicitaba por ello (por ejemplo, hambre, ladrará.
«¡Muy bien hecho!»), y le permitía jugar con algu- La mayoría de los programas de entrenamiento
nos juguetes durante un período de tiempo. La figu- verbal enfatizan la adquisición de mandos al inicio
ra 26.1 muestra los resultados del estudio; como del currículo, ya que esta operante permite que el
puede observarse, la adición del componente ecoico individuo acceda con frecuencia a reforzadores es-
facilitó enormemente la adquisición de otras ope- pecíficos (Sundberg y Partington, 1988). Debido a
rantes verbales, en este caso mandos. este contacto frecuente con reforzadores intensos y
  efectivos, los mandos ayudan a establecer firmemen-
3.2. Mandos te la conducta verbal en el repertorio del individuo.
  Además, los mandos pueden servir como un paso
El mando es una operante verbal bajo el control intermedio en la adquisición de operantes verbales
de lo que el hablante quiere obtener del oyente, o, más complejas. Luego, las respuestas verbales ad-
en términos técnicos, de una operación motivadora quiridas como mandos pueden ser reforzadas bajo
(Michael, 1988). Un hablante emite un mando y el un control de estímulo verbales o no verbales dife-
oyente presenta aquello que fue especificado en rente y, por tanto, convertirse en tactos o intraver-
el mando de forma fiable y predecible. El mando bales (Ingvarsson y Hollobaugh, 2010). Asimismo,
requiere de un estado de privación u operación de como hemos mencionado previamente, el entrena-
establecimiento (tabla 26.2) (véase capítulo 4 sobre miento en mandos puede facilitar la reducción de
operaciones motivadoras). El ejemplo de Kodak y problemas de conducta en personas con discapaci-
Clements (2010) mencionado más arriba, describe dades intelectuales, dado que múltiples problemas
un protocolo de entrenamiento de mandos. El as- de conducta producen reforzadores específicos, y
pecto clave que diferencia al mando de otras ope- por tanto, están bajo el control funcional de una
operación motivadora (Hagopian, Fisher, Sullivan,
 
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Entrenamiento
Linea- en tactos ET
ET y ecoicas
base (ET)
100
Con ayudas
90
80
70
60 Sin ayudas
50
40
30
20
10
0 Zumo

Entrenamiento EM y E EM
100 en mandos
90 (EM)
Porcentaje de vocalizaciones

Con ayudas
80
70
60
50
40 Sin ayudas
30
20
10
0
Música

ET ET y E ET
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0 Galleta

0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200 220 240


Sesiones

Figura 26.1.—La adición de un componente ecoico (E) al entrenamiento en mandos (EM) y tactos (ET) facilita la adquisición
de estas operantes verbales (según Kodak, T. y Clements, A. [2010]: Acquisition of mands and tacts with concurrent echoic
training. Journal of Applied Behavior Analysis, 42, 839-843. Copyright ® 2010 University of Kansas Press, reproducido con
permiso del autor).

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Análisis funcional de la conducta verbal / 489

Acquisto y LeBlanc, 1998), funcionando, esencial- por reforzadores sociales condicionados cuya adqui-
mente, como mandos inapropiados. sición puede no ser inmediata en individuos con un
repertorio verbal mínimo, requiriéndose un entrena-
miento adicional para que los estímulos sociales se
3.3. Tactos establezcan como reforzadores poderosos.
Como hemos indicado más arriba, el entrena-
El tacto es una operante verbal bajo el control miento de mandos puede facilitar la adquisición de
de un ED no verbal (por ejemplo, una foto, una per- tactos. Carroll y Hesse (1987) estudiaron los efectos
sona o un objeto) mantenida por reforzamiento so- del entrenamiento en mandos y del entrenamiento
cial generalizado (atención social). Tactar es una combinado de mandos y tactos en la adquisición de
respuesta de hablante que requiere de la mediación tactos en niños de desarrollo típico. Los resultados
de un oyente competente capaz de dar reforzamien- indicaron que el número de ensayos necesarios para
to social generalizado de forma contingente. Consi- que los niños alcanzasen el criterio fue notablemen-
deremos, por ejemplo, el aprendizaje de nombres de te inferior en el entrenamiento combinado de man-
animales. Un maestro proyecta diapositivas de dife- dos y tactos. Arntzen y Almás (2002) aportan algu-
rentes animales y pide a los estudiantes que le digan nos ejemplos ilustrativos relativos a este abordaje
el nombre de cada animal que se presenta. En las tanto en niños de desarrollo típico como en niños
ocasiones en las que ningún estudiante da con la con trastornos del desarrollo. En su estudio refieren
respuesta correcta,  el maestro dice el nombre del el caso de Siv, una niña de 3 años de edad. Los ex-
animal en voz alta (por ejemplo, «cigüeña»). Luego, perimentadores escondieron la última pieza de los
el maestro presenta nuevamente la diapositiva del puzzles de letras que Siv estaba realizando. En las
animal en cuestión y pide a los alumnos que repitan ocasiones en que Siv no podía encontrar la pieza
la respuesta correcta. El maestro felicita a los estu- que faltaba, debía pedírsela al experimentador (man-
diantes cuando dan respuestas correctas. Este ejem- do). Cuando no lograba hacerlo, se corregía el error
plo ilustra los componentes básicos del tacto. El usando ayudas ecoicas («di “dame la pieza”»). Cada
maestro presenta un estímulo no verbal (diapositi- vez que Siv mandaba el objeto de forma indepen-
vas de animales) que sirve de ED para una respuesta diente, recibía la pieza faltante y podía concluir el
verbal específica (nombre del animal en cuestión), puzle. El siguiente ensayo fue de entrenamiento de
la cual es seguida por un reforzador generalizado tactos. En esta ocasión, el experimentador colocaba
(felicitación del maestro). El término «tacto» sugie- el objeto frente a Siv y le decía: «¿Qué es esto?» Si
re que la respuesta verbal está en contacto con el respondía, el experimentador decía el nombre del
ambiente físico, es decir, la respuesta verbal contac- objeto y repetía la pregunta. Las respuestas inco-
ta con un aspecto particular del ambiente. Con res- rrectas eran seguidas de ayuda ecoica y, nuevamen-
pecto a su mantenimiento, Skinner (1957) sugería te, de la pregunta («¿Qué es esto?»). Las respuestas
que el reforzador más importante para los tactos era correctas eran reforzadas con fichas y elogio. Tanto
la reacción al mismo por parte del oyente. los ensayos de entrenamiento de tactos como los
Los tactos son muy importantes a la hora de ensayos de entrenamiento de mandos fueron alter-
ampliar el repertorio de oyente y de contactar con nados para una respuesta verbal dada hasta que Siv
el entorno. Si le decimos a alguien que no ha salido dio 10 respuestas correctas consecutivas. Los resul-
en todo el día que fuera está lloviendo (tacto), esta tados mostraron que Siv adquirió un conjunto de
persona (oyente) podrá tomar un paraguas y prepa- tactos determinado más rápidamente cuando se
rarse para la lluvia. Si le dices a tu médico cómo te añadía el componente de enseñanza de mandos.
sientes (tacto), éste podrá prescribirte la medicación En los ejemplos de adquisición de tactos y man-
adecuada. dos descritos más arriba, los autores usaron estímu-
Algunos autores han sugerido que los tactos tie- los verbales adicionales (ayudas) para facilitar la
nen más probabilidad de ser adquiridos después de respuesta (por ejemplo, «¿Qué quieres?» para man-
que se hallan establecido al menos unos cuantos dos, o «¿Qué es esto?» para tactos). Ello puede pa-
mandos (Sundberg y Partington, 1988). Ello viene recer incongruente con la definición funcional de
motivado por el hecho de que el tacto es mantenido mandos y tactos. En concreto, los mandos están

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bajo el control de una operación motivadora, mien- verbal, la cual puede muy bien servir como ED para
tras que los tactos están bajo el control de un es- otra intraverbal posterior. Decir tu nombre cuando
tímulo discriminativo no verbal. Usaremos los tér- te lo piden, responder a los comentarios de un ami-
minos mando o tacto impuro para referirnos a las go o responder sí o no a una petición son todos
ocasiones en las que se requieren ED y operaciones ejemplos de intraverbales. En el ambiente natural,
motivadoras adicionales para que ocurra la respues- las intraverbales son señalizadas con frecuencia por
ta verbal. Intenta identificar qué parte de los guio- un mando de solicitud de información por parte de
nes que se presentan a continuación podrían consi- otro hablante (por ejemplo, «¿Por favor, podrías de-
derarse tactos y mandos impuros: cirme dónde está la parada de autobús más cerca-
na?»), que sería seguido por una respuesta intraver-
—Juan: «Oye, Miguel, me he enterado de que bal (por ejemplo, «Sigue recto y la verás a mano
has pillado un resfriado y no tienes muy buen as- izquierda»). Las intraverbales integran la mayor
pecto, ¿aún tienes fiebre?». parte de las conversaciones durante el uso cotidiano
—Miguel: «Sí, tengo 38 grados, ¡siento que me del lenguaje, dado que la mayor parte de lo que de-
va a estallar la cabeza!». cimos no coincide directamente con lo que oímos.
—Juan: «¡Vaya!, ¿puedo darte una aspirina para Como hemos descrito en los ejemplos de ense-
el dolor de cabeza?». ñanza de mandos y tactos presentados más arriba,
—Miguel: «Si, por favor, ¡gracias!» el establecimiento de un repertorio intraverbal, ge-
neralmente, requiere del uso de ayudas y de respues-
A diferencia de los mandos y tactos impuros, los tas intraverbales apropiadas que sigan al estímulo
mandos y tactos puros están exclusivamente bajo el discriminativo verbal, por ejemplo, mediante el uso
control de una operación motivadora o un ED no de imágenes, textos, ayudas ecoicas o cualquier otro
verbal, respectivamente. Como vimos en el capítu- estímulo que facilite la respuesta objetivo. Luego,
lo 10, la enseñanza de respuestas que requieren un estas ayudas deben ser desvanecidas para asegurar
control de estímulo sutil puede facilitarse con el uso que el control de estímulo se trasfiere a los antece-
de ayudas. Esta estrategia, no obstante, conlleva el dentes verbales apropiados (Braam y Poling, 1983;
riesgo de hacer la respuesta dependiente de un ED Luciano, 1986). Por ejemplo, Ingvarsson, Tiger,
verbal que difícilmente estará presente en el entorno Hanley y Stephenson (2007) refirieron el caso de
del individuo cuando la respuesta objetivo sea re- Travis, un niño de 5 años de edad con discapacidad
querida. Por ejemplo, imaginemos un caso en el que intelectual leve que estaba recibiendo servicios edu-
el mando «Quiero agua» siempre venga antecedido cativos especiales. Los autores querían establecer
por la ayuda verbal «¿Quieres agua?». En esta caso, una respuesta intraverbal general: «No lo sé» para
sería improbable que la conducta se mantuviese a preguntas desconocidas (por ejemplo, «¿Con qué
largo plazo bajo los antecedentes naturales desde los estornudamos?»), mientras que las respuestas a pre-
que la mayoría de los hablantes usan la respuesta guntas conocidas debían seguir siendo contestadas
(por ejemplo, estado de privación de líquidos). Por correctamente (por ejemplo, «¿Qué dicen las va-
esta razón, es recomendable aplicar procedimientos cas?»). Presentaron preguntas tanto conocidas como
de desvanecimiento de ayudas a fin de asegurar que desconocidas y dieron reforzamiento (elogio) por las
la respuesta verbal está bajo el control de los ante- respuestas correctas a las preguntas conocidas y por
cedentes adecuados (véase el capítulo 10). la intraverbal general «no lo sé» a las preguntas des-
conocidas. Los autores usaron ayudas ecoicas («Di
“no lo se”») y demora temporal de la ayuda para
3.4. Intraverbales establecer la respuesta intraverbal general para las
preguntas desconocidas («no lo sé»). El procedi-
Las intraverbales son operantes verbales bajo el miento de demora temporal consistió en incremen-
control de antecedentes verbales que no guardan si- tar un segundo el tiempo entre la pregunta y la ayu-
militud morfológica con la respuesta verbal y que da cada vez que la respuesta ocurría antes o después
son generalmente mantenidas por reforzamiento so- de la ayuda en 19 de los 20 ensayos precedentes. Los
cial generalizado o por alguna forma de respuesta resultados mostraron que la respuesta intraverbal

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general («no lo sé») se estableció con éxito, mientras puede repetir (ecoica) el ED verbal (por ejemplo, pre-
que las preguntas conocidas seguían siendo contes- gunta: «¿Cómo te llamas?»; respuesta: «¿Cómo te
tadas correctamente (figura 26.2). llamas?»), o reaccionar frente a algún otro antece-
dente en lugar del ED verbal relevante (por ejemplo,
pregunta: «¿Cómo te llamas?»; respuesta: «¡Qué reloj
más chulo!» [tactando el reloj del maestro]). El con-
trol de estímulo defectuoso también puede darse en
que responde "No lo sé" de respuestas correctas

Lineabase Entrenamiento
100 ocasiones en las que la respuesta se hace dependien-
80 te de forma excesivamente rígida de ED muy especí-
Porcentaje

60
ficos. McMorrow y Foxx (1986) lograron establecer
40
20
respuestas apropiadas a preguntas concretas (por
0 ejemplo, pregunta: «¿Cómo te llamas?» → respuesta
intraverbal: «Miguel»). No obstante, la introducción
de variaciones en las preguntas originales o la intro-
Porcentaje de veces

100 ducción de preguntas desconocidas no produjo el


80 control intraverbal adecuado (por ejemplo, pregunta:
60 «¿Cuál es tu nombre?» → no hubo respuesta intra-
40 verbal). El control intraverbal fino de respuestas ver-
20
bales requiere un número considerable de tactos y
0
Sesiones
autoclíticos disponibles en el repertorio del individuo
Conocida Desconocida 1 Desconocida 2
a fin de permitir una comunicación flexible.

3.5. Autoclíticos
Figura 26.2.—Datos de Travis, un niño de 5 años de edad con
discapacidad intelectual durante el entrenamiento de una res- Los autoclíticos son operantes verbales bajo el
puesta intraverbal general («no lo sé») para preguntas desco-
nocidas. Se presentaron preguntas tanto conocidas como control de otros ED verbales. Generalmente, los
desconocidas y se reforzaron las respuestas correctas a las autoclíticos especifican otra operante verbal prima-
preguntas conocidas y la respuesta «no lo sé» a las preguntas ria,  ya sea ésta una ecoica, un mando, un tacto o
desconocidas. Los autores usaron ayudas ecoicas y demora una intraverbal. Por ejemplo, un hablante que dice
de la ayuda para establecer la respuesta intraverbal general
para las preguntas desconocidas. La respuesta intraverbal ge-
«manzana roja» ante la presencia de una manzana
neral se estableció con éxito cuando las preguntas conocidas roja está usando el término «roja» como un autoclí-
seguían siendo contestadas correctamente (adaptado de Ing- tico descriptivo que ayuda a especificar el tacto
varsson, E. T., Tiger, J. H., Hanley, G. P. y Stephenson, K. «manzana». Consideremos otro ejemplo. La expre-
M. [2007]: An evaluation of intraverbal training to generate sión «Quiero un helado con chocolate» podría ser
socially appropriate responses to novel questions. Journal of
Applied Behavior Analysis, 40, 411-429. Copyright ® 2007 un mando (asumiendo que el hablante está privado
University of Kansas Press, reproducido con permiso del de helado) en el que el reforzador «helado» está es-
autor). pecificado por los autoclíticos «quiero un» y «con
chocolate». Echa un vistazo a los ejemplos a conti-
nuación e intenta identificar qué partes de cada ex-
Las respuestas intraverbales requieren de un con- presión pueden estar funcionando como autoclíticos.
trol de estímulo altamente específico. Disponer de ¿Podrías tratar de averiguar también cuál es la ope-
un  repertorio de ecoicas, mandos, tactos, o incluso rante primaria en cada uno de los ejemplos?:
un repertorio de oyente, no garantiza que las respues-
tas establecidas como parte de cualquiera de estas
Ejemplo 1
otras operantes emergerán como intraverbales (Mi-
guel, Pettis dottir y Carr, 2005). Podemos observar — Juan: «¿Qué tipo de películas te gustan?».
ejemplos de control intraverbal defectuoso en perso- — Miguel: «Me gustan las películas de acción y
nas con un repertorio verbal limitado. Un individuo de ciencia ficción».

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492 / Modificación de conducta

Ejemplo 2 acompañan (operante primaria) de una forma cons-


tante (por ejemplo, el marco autoclítico «Quiero»
— Celia: «Por favor, ¿podrías decirme la res- puede ser usado en multitud de contextos: «Quiero
puesta a la pregunta número dos?» té»; «Quiero marcharme», «Quiero que te mejores»,
— Laura: «Sí, la opción C es la respuesta etcétera). Un marco autoclítico puede establecerse en
correcta». función de sus efectos característicos en la conducta
del oyente. Los marcos autoclíticos también pueden
Ejemplo 3 tener un efecto en la adquisición de la conducta ver-
bal. Nuzzolo-Gómez y Greer (2004) refirieron que
— Arturo: «Dile a Ana que ya no le voy a espe- un protocolo de entrenamiento compuesto por ejem-
rar más». plares múltiples de mandos y tactos presentados bajo
— María: «¡Mamá dice que no te va a espe- un marco autoclítico específico (por ejemplo, «Yo
rar más!» quiero... por favor» o «Esto es un...») indujo eficaz-
mente la emergencia funcional entre tacto y mando
Ejemplo 4 en respuestas verbales que no habían sido entrenadas
previamente. Por último, se ha sugerido que los au-
— Lucía: «¿Vas a ir a la fiesta de María este toclíticos pueden inducir efectos de alteración del
viernes?». valor de reforzadores específicos (referimos al lector
— Estefanía: «Todavía no estoy segura de si voy al capítulo 4, relativo a operaciones de motivadoras).
o no». Hübner, Austin y Miguel (2008) usaron autoclíticos
a fin de incrementar el tiempo dedicado a la lectura
Ejemplo 5 en un grupo de niños. Los experimentadores dieron
elogio contingente a cualquier autoclítico descriptivo
— María: «¿De qué color es el traje nuevo de relacionado con la lectura durante una sesión de de-
Paula?». bate con los alumnos (por ejemplo, «Este libro me
— Lucía: «No estoy segura, creo que es violeta». dio ideas interesantes para mis dibujos», autoclítico:
«Este libro me dio»). Los autores registraron el tiem-
Como sugieren estos ejemplos, los autoclíticos po dedicado a la lectura frente a otras actividades
ayudan a controlar la conducta del oyente de forma lúdicas durante una situación de operante libre antes
más eficaz, permitiendo desarrollar respuestas más y después de que los autoclíticos relacionados con la
específicas y con mayor probabilidad de ser reforza- lectura fueran reforzados. Según los autores, «los re-
das, o que resultan en reforzadores muy específicos. sultados del estudio podrían ser explicados a través
Los autoclíticos también ayudan a instaurar res- de un proceso de elogio contingente (reforzamiento)
puestas intraverbales bajo el control de estímulo ver- que incrementó la probabilidad de realizar comenta-
bales muy concretos (por ejemplo, «¿Qué harías si rios positivos relacionados con la lectura. Estos co-
estuvieses en mi lugar?». «Si yo fuese tú, llamaría a mentarios, a su vez, funcionarían como eventos que
la policía»; autoclítico: «Si yo fuera tú, [...]ía», in- alterarían el valor reforzante de actividades de lectu-
traverbal «llamar a la policía»). Las autoclíticos ra incrementando la probabilidad de la lectura en
pueden cumplir también muchas otras funciones. presencia de libros» (p. 61).
Veamos algunos ejemplos.
Una de las vías por las que los autoclíticos pue-
den influenciar la conducta es alterando la probabi- 4. PROCESOS DE APRENDIZAJE
lidad de la respuesta del oyente. Por ejemplo, la pro- ESPECÍFICOS
babilidad de que el mando «¡Cierra la puerta!»
genere reforzamiento puede que se vea modificada La investigación reciente está descubriendo gra-
por la adición de marcos autoclíticos como «Podrías dualmente múltiples mecanismos a través de los cua-
hacer el favor de...», o «Por favor...» (Polson y Par- les se establece la conducta verbal compleja tanto en
sons, 1994). Los marcos autoclíticos son operantes personas con desarrollo típico como en personas
verbales que especifican la operante verbal a la que con trastornos del desarrollo. Algunos de estos pro-

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Análisis funcional de la conducta verbal / 493

cesos han sido ya presentados en las secciones pre- 1956; Taffel, 1953; Zoltan-Ford, 1991), sino también
cedentes. En este apartado revisaremos brevemente para mostrar autoaceptación (Nuthmann, 1957), o
algunos procesos adicionales que tienen efectos en conformarse a las actitudes de otras personas (Hil-
la adquisición y mantenimiento de la conducta ver- dum y Brown, 1956). Varios autores han sugerido
bal compleja. que el moldeamiento verbal es, probablemente, un
componente activo en la interacción de terapeuta y
cliente en psicología clínica (Birk, 1968; Hamilton,
4.1. Moldeamiento verbal 1988; Virués Ortega, Montaño, Frojan-Parga y Ca-
lero, 2011). En este contexto, clases verbales particu-
Como vimos en el capítulo 9, el moldeamiento lares, y no tanto respuestas verbales concretas, tie-
es un procedimiento conductual de gran importan- nen una elevada probabilidad de ser seguidas por
cia para establecer nuevas conductas. En el moldea- alguna forma de reforzamiento social generalizado
miento verbal se refuerzan diferencialmente respues- presentado por el terapeuta. Consideremos el caso
tas verbales de acuerdo con una gradación de de Manuela, una señora de 50 años de edad diag-
criterios conductuales que se aproximan progresiva- nosticada con depresión. Su terapeuta considera que
mente a una respuesta verbal final. Durante el pro- uno de sus problemas de conducta es quejarse exce-
ceso de moldeamiento, el reforzador se presenta jus- sivamente. La mayoría de las respuestas verbales
to después de la ocurrencia de la conducta cuando independientes de Manuela son verbalizaciones que
ésta alcanza un determinado criterio, mientras que enfatizan un aspecto negativo de su entorno social
no se refuerzan las respuestas que no alcanzan dicho (por ejemplo, «Mis hijos se han olvidado de mí»).
criterio o que llegan a un nivel previo en la secuencia Por supuesto, las topografías específicas son enor-
de criterios de conducta. El moldeamiento desem- memente variables; no obstante, todas tienden a ser
peña con frecuencia un papel destacado en la adqui- seguidas por alguna forma de atención por parte de
sición de las primeras respuestas ecoicas. Si regresa- su familia. Posteriormente, el terapeuta comienza a
mos al ejemplo de Gustavo y Álvaro, al comienzo extinguir las quejas durante las interacciones con
de este capítulo, en todas las ocasiones en las que Manuela y refuerza con elogio y atención descrip-
Álvaro producía una aproximación a una determi- ciones más positivas (véase una discusión sobre el
nada palabra, Gustavo se alegraba mucho, tomaba uso aplicado de los principios operantes en psicote-
a Álvaro por los aires y le hacía cosquillas durante rapia en Kanter, Tsai y Kohlenberg, 2010).
unos segundos. Los terapeutas del lenguaje usan in- Pese a que el moldeamiento verbal se ha obser-
advertidamente ayudas y moldeamiento cuando elo- vado frecuentemente, la medida en que los cambios
gian aproximaciones a sonidos vocales específicos en conducta verbal son acompañados por cambios
(por ejemplo, /r/), y facilitan la emisión de la respues- en conducta no verbal es una cuestión enteramente
ta usando un depresor lingual (Ruscello, 1995). Aná- diferente. En la siguiente sección revisaremos breve-
logamente, los analistas de conducta están comen- mente el gobierno verbal de la conducta y la corres-
zando a usar transcripciones fonéticas para guiar el pondencia decir-hacer como bases conceptuales de la
moldeamiento verbal de producciones vocales en interacción de conducta verbal y conducta no verbal.
niños con trastorno de espctro autista (Ventrella,
Albert y Carbone, 2010). El moldeamiento verbal
puede no ser sólo relevante para la adquisición de 4.2. Gobierno verbal de la conducta
nuevas vocalizaciones o palabras (Newman, Reinec- y correspondencia decir-hacer
ke y Ramos, 2009), sino también para la adquisición
de operantes y clases de respuestas complejas. El análisis funcional de la conducta verbal que
En la literatura existen multitud de demostracio- hemos presentado hasta ahora estaría incompleto
nes de moldeamiento verbal en individuos de desa- sin el análisis de los procesos que explican cómo la
rrollo típico. El moldeamiento verbal se ha usado conducta verbal ejerce control sobre la conducta no
no sólo para motivar la producción de tipos especí- verbal del individuo. Consideremos los siguientes
ficos de nombres, pronombres, verbos o categorías ejemplos. David es un joven de 18 años de edad que
semánticas (Greenspoon, 1955; Mandler y Kaplan, se ha unido a un club de espeleología y acude a un

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494 / Modificación de conducta

curso sobre cómo subir y bajar por una cuerda deada por contingencias depende de una historia de
usando técnicas de escalada. El monitor de la sesión reforzamiento ocasionada por el contacto directo
presenta un conjunto de pasos sencillos que deben con contingencias ambientales, la conducta goberna-
seguirse: a) asegurar el aparato de descenso en po- da por reglas es el resultado de la exposición análoga
sición vertical en el arnés; b) abrir el aparato de des- a contingencias según éstas son descritas en expre-
censo; c) instalar la cuerda en el aparato, y d) cerrar siones verbales o reglas (Place, 1988).
el aparato de descenso. David presta atención y es Varias investigaciones han estudiado la interac-
capaz de seguir los pasos descritos sin problemas. ción de la adquisición moldeada por contingencias
La madre de María, una niña de 6 años, va a salir o gobernada por reglas en su efecto sobre la con-
un momento a sacar la basura y le dice: «¿Qué te ha ducta (Joyce y Chase, 1990; Hayes, Brownstein,
dicho mamá que debes hacer cuando mamá sale?», Zettle, Rosenfarb y Korn, 1986). La evidencia sugie-
y María responde: «Debo seguir en el salón viendo re que mientras la conducta moldeada por reglas es
los dibujos animados hasta que regrese mamá». La más sensible a eventuales cambios en los programas
madre sale y María continúa viendo los dibujos du- de reforzamiento a lo largo del tiempo, la conducta
rante el tiempo que está fuera. Javier es un mecáni- adquirida mediante instrucciones directas tiende a
co que debe reparar un problema en el sistema de ser menos sensible a las contingencias ambientales
transmisión de un nuevo modelo de coche que no (Joyce y Chase, 1990; Baron, Kaufman y Stauber,
ha reparado previamente. Después de estudiar el 1969). La insensibilidad a contingencias ambientales
manual del coche durante algún tiempo, es capaz de puede ser un factor útil en el mantenimiento de con-
arreglar el problema de transmisión. Estos ejemplos ductas deseables bajo contingencias de reforzamien-
ilustran casos de conducta gobernada verbalmente, to muy ligeras o inexistentes.
es decir, conducta verbal que guía otra conducta La literatura muestra que la insensibilidad a las
verbal o no verbal. El gobierno verbal de la conduc- contingencias se establece progresivamente a lo lar-
ta es una forma muy eficiente de adquisición de nue- go del desarrollo. Mientras que los bebés responden
va conducta: el aprendizaje de contingencias sutiles a las distintas contingencias de reforzamiento de
cuya adquisición podría requerir de meses o años si forma muy parecida a sujetos no humanos (referi-
dependiésemos de la exposición a consecuencias mos al lector al capítulo 4, sobre contingencias de
ambientales directas que pueden ser adquiridas rá- reforzamiento), los niños de aproximadamente 4
pidamente usando instrucciones verbales (por ejem- años de edad muestran un patrón intermedio de sen-
plo, encontrar la mejor ruta entre dos puntos en una sibilidad tanto a contingencias como a instruccio-
ciudad intentando todos los posibles itinerarios, o nes. Por último, una vez que las habilidades verbales
siguiendo las instrucciones de un conductor exper- se han desarrollado más ampliamente, los niños de
to). El gobierno verbal de la conducta permite ad- 5 o más años tienden a ser insensibles a las contin-
quirir repertorios extremadamente complejos y di- gencias ambientales a favor de las reglas verbales,
versos en relativamente poco tiempo. manteniéndose este patrón en la edad adulta (Ben-
En el gobierno verbal de la conducta, un conjun- tall y Lowe, 1987; Lowe, Beasty y Bentall, 1983). Por
to de ED verbales establecen la ocasión en la que debe el contrario, personas con un repertorio verbal que
ocurrir una respuesta verbal o no verbal, y esas res- se está deteriorando progresivamente (por ejemplo,
puestas, a su vez, generan consecuencias (Catania, pacientes con enfermedad de Alzheimer) parecen
2003; Skinner, 1969). Los ED verbales, frecuentemen- mostrar el patrón opuesto, es decir, un incremento
te, tienen la forma de descripciones verbales de con- en sensibilidad a las contingencias de reforzamiento
tingencias operantes o reglas de conducta (por ejem- en detrimento del seguimiento de instrucciones (Spi-
plo, «Si sales ahora [ED] y haces las compras [R], ra y Edelstein, 2007).
podríamos cenar luego [estímulo reforzante, ER]»). La conducta gobernada por reglas puede con-
Esta conceptualización ha conducido a una dicoto- tactar con fuentes de reforzamiento cualitativamen-
mía en los procesos conductuales que explican la ad- te diferentes que la conducta moldeada por contin-
quisición de nueva conducta: conducta moldeada gencias. Una distinción clave a este respecto puede
por las contingencias y conducta gobernada por re- establecerse entre el seguimiento de reglas manteni-
glas (Skinner, 1969). Mientras que la conducta mol- do por contingencias ambientales actuales y el se-

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Análisis funcional de la conducta verbal / 495

guimiento de reglas como una clase operante man- las fechas límite con las que desea trabajar, pero le
tenida por consecuencias sociales generalizadas. Por advierte de que si se le pasan algunas de las fechas,
ejemplo, Wulfert, Greenway, Farkas, Hayes y Doug- perderá puntos en la nota final del curso. A Rodri-
her (1994) refirieron que individuos con un reperto- go se le pasaron algunas de las fechas límite inicia-
rio generalizado de seguimiento de reglas más fuer- les y, a consecuencia de ello, perdió algunos puntos,
te (estimado según la puntuación en una escala de pero pronto fue capaz de adecuarse al ritmo de tra-
autoinforme) tendían a seguir reglas que habían de- bajo establecido con el maestro y logró ganar los
jado de ser precisas una vez que se habían introdu- suficientes como para aprobar el curso. Este episo-
cido cambios en el programa original. dio ilustra el entrenamiento incidental en corres-
Algunos autores han sugerido que el gobierno pondencia decir-hacer. Rodrigo recibiría conse-
verbal de la conducta y la conducta gobernada por cuencias diferenciales dependiendo de que siguiese
reglas son adquiridas como un conjunto de clases o no lo que dijo que haría en las reuniones con su
de conducta, o clase de conducta de orden superior. maestro (secuencia decir-hacer). Resulta interesan-
Según Catania (2006), «las clases de conducta de te que cuando se compara la efectividad del entre-
orden superior se mantienen unidas por las con- namiento de secuencias decir-hacer y hacer-decir, la
tingencias compartidas por los miembros de las cla- correspondencia decir-hacer resulta más eficaz en
ses, del mismo modo que las diversas topografías de la producción de correspondencia (por ejemplo,
presión de una palanca por parte de una rata son Karoly y Dirks, 1977).
reforzadas por el acceso a comida (por ejemplo, pata
izquierda, pata derecha, ambas patas) y se mantie-
nen unidas por las contingencias comunes en virtud 4.3. Respuestas derivadas
de las cuales producen comida» (p. 91). A pesar de
que no hay mucha investigación que indique cómo Una de las críticas planteadas inicialmente al
se adquiere el gobierno verbal de la conducta, varios análisis funcional de la conducta verbal sugería que
estudios aplicados han podido establecerlo en indi- éste no explicaba satisfactoriamente la «generativi-
viduos que carecían de él por medio del entrena- dad» del lenguaje, es decir, el uso del lenguaje con
miento en correspondencia (Baer, 1990; Lima y funciones nuevas sin necesidad de entrenamiento
Abreu-Rodrigues, 2010). explícito (Chomsky, 1959). No obstante, los ana-
La correspondencia entre las conductas verbal listas de conducta han mostrado interés en com-
y no verbal se define como la relación entre lo que prender cómo emerge la conducta verbal nueva
una persona dice y hace o la relación entre lo que (Horne y Lowe, 1996; Sidman, 1994; Skinner, 1957).
una persona hace y luego refiere (Risley y Hart, La mayor parte de la investigación realizada en esta
1968). El entrenamiento en correspondencia está área se centra en cómo la enseñanza de una operan-
compuesto de dos componentes básicos: decir-hacer te verbal puede conducir a la emergencia de otras
y hacer-decir. En las secuencias decir-hacer, el indi- operantes verbales (por ejemplo, Carroll y Hesse,
viduo inicialmente describe qué es lo que va a hacer 1987; Petursdottir, Carr y Michael, 2005; Sundberg
y obtiene reforzamiento si su conducta posterior et al., 1990; Wallace, Iwata y Hanley, 2006). En el
sigue la descripción realizada inicialmente. Por otra estudio de Petursdottir y colaboradores, se enseñó
parte, en las secuencias hacer-decir, un individuo a niños a tactar las cuatro piezas necesarias para
realiza algún comportamiento no verbal y recibe re- completar un puzle y a mandar otras cuatro piezas
forzamiento si, en un momento posterior, describe que componían otro puzle. Después del entrena-
con precisión lo que hizo. miento en mandos, todos los niños fueron capaces
Consideremos el siguiente ejemplo. Rodrigo es de tactar las piezas correctamente, mientras que no
un joven de 16 años de edad que atiende un insti- todos los niños pudieron mandar las piezas después
tuto de Enseñanza Secundaria en Albacete. En va- del entrenamiento en tactos. De acuerdo con los au-
rias ocasiones a lo largo del año se reúne con uno tores, durante el entrenamiento en mandos los niños
de sus maestros para establecer fechas límite y ob- realizaban ecoicas de sus propios mandos en la pre-
jetivos que debe alcanzar a lo largo del curso. El sencia de la pieza mientras estaban completando la
maestro le pide a Rodrigo que establezca él mismo tarea. La respuesta ecoica que seguía a la presenta-

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496 / Modificación de conducta

ción de la pieza faltante podría haber servido para


establecer la pieza como ED para el tacto. Por otro
lado, durante el entrenamiento en tactos, no había
oportunidades de que la tarea incompleta adquirie- 1 /uno/
se control motivacional sobre la respuesta, lo cual
puede explicar por qué el entrenamiento en mandos A1 B1 C1
fue más adecuado que el entrenamiento en tactos en
la producción de ambas operantes.
Algunos autores sugieren que la conducta ver-
bal generativa requiere del establecimiento de com- 2 /dos/
plejas relaciones de equivalencia entre varias for- A2 B2 C2
mas de antecedentes y respuestas que componen la
operante verbal (Nuzzolo-Gómez y Greer, 2004).
Por ejemplo, el control de estímulo establecido por Figura 26.3.—Ejemplo de conjunto de estímulos para entre-
una tarjeta con el número dos, la palabra «dos» y nar relaciones de equivalencia. Las líneas continuas muestran
una imagen con dos arboles puede ser intercambia- las relaciones entrenadas y las líneas punteadas las relaciones
ble para una persona que ha adquirido el «concep- cuya emergencia quiere probarse. En este caso se entrenarían
to» de dos (figura 26.3). Para dicha persona, todas las relaciones AB y BC. Para enseñar la relación AB, se pre-
sentan A1 y A2 y B1 y B2 y se refuerza la selección de B1 en
las variaciones de estímulos en los que el dos puede presencia de A1 y la selección de B2 en presencia de A2. La
presentarse en el ambiente ejercen un control de relación BC se entrenaría de forma análoga. Una vez estable-
estímulo similar sobre la conducta. En otras pala- cidas estas relaciones de estímulo se probaría la emergencia
bras, todos los estímulos del ambiente en los que de relaciones no entrenadas; en este caso se observaría si se
selecciona C2 en presencia de A2 y C1 en presencia de A1
puede encontrarse el dos son funcionalmente equi- (durante la prueba de emergencia de una nueva relación de
valentes. Resulta interesante que estas relaciones equivalencia no se usa reforzamiento).
complejas entre estímulos no se enseñan por sepa-
rado para cada conjunto de estímulos. Algunos
autores hipotetizan que dichas relaciones de equi- cional están presentes dos o más estímulos, siendo
valencia se adquieren de forma incidental durante posibles varias respuestas. La respuesta correcta
el desarrollo a partir del aprendizaje explícito de dependerá de los estímulos que están presentes o
tan sólo algunas de estas relaciones (Peláez, 2009). que fueron presentados recientemente. Por ejemplo,
Esta hipótesis ha obtenido algún apoyo en los es- consideremos el caso de Carlos, un niños de 3 años
tudios experimentales que muestran que la adqui- diagnosticado de trastorno del espectro autista y
sición de un número limitado de relaciones entre con un repertorio verbal limitado. Andrés, su maes-
estímulos induce una forma especial de generali- tro, ha comenzado un entrenamiento en discrimi-
zación que conduce a la emergencia de relaciones nación para establecer relaciones de equivalencia
no entrenadas tanto en individuos con desarrollo entre varios estímulos asociados con números. An-
típico como en individuos con trastornos del de- drés usó el conjunto de estímulos presentado en la
sarrollo. figura 26.3 a fin de entrenar las relaciones AB y BC.
En un experimento estándar de equivalencia de Para enseñar la relación AB, Andrés presentó A1 y
estímulos, el experimentador enseña explícitamente A2, y B1 y B2. Luego, en sucesivos ensayos, reforzó
algunas relaciones usando reforzamiento diferen- la selección de B1 en presencia de A1 y la selección
cial y probando si algunas de las otras relaciones de B2 en presencia de A2. La relación BC se entre-
de estímulo que no han sido entrenadas se estable- nó de la misma manera. Andrés presentó B1 y B2,
cen (emergen) espontáneamente (Pérez-González, y C1 y C2. A continuación reforzó la selección de
1998; Sidman, 1971). La mayoría de los investiga- C1 en presencia de B1, y de C2 en presencia de B2.
dores y clínicos usa el procedimiento llamado de Una vez que estas relaciones de estímulo se estable-
igualación a la muestra para el entrenamiento de cieron firmemente, Andrés probó la emergencia de
relaciones complejas entre estímulos o discrimina- las relaciones no entrenadas y halló que Carlos se-
ciones condicionales. En una discriminación condi- leccionó C2 en presencia de A2, y C1 en presencia

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Análisis funcional de la conducta verbal / 497

de A1, relaciones que no fueron entrenadas explí- obtuvo evidencia de que ahora A, B y C son, pro-
citamente. Gracias a este procedimiento, Andrés bablemente, estímulos equivalentes para Carlos.

TABLA 26.3
Antecedentes, respuestas y consecuencias que integran a las operantes verbales más importantes

Operante verbal Antecedente Topografía de respuesta Respuesta de oyente

Respuesta verbal con igualdad Reforzamiento generalizado.


Ecoica ED verbal
morfológica con el ED verbal.
Reforzador específico (con frecuen-
Mando Operación motivadora Respuesta verbal o no verbal.
cia especificado en la respuesta).
Respuesta verbal que identifica al
Tacto ED no verbal Reforzamiento generalizado.
ED (o algún aspecto de él).
Respuesta verbal sin similitud
Intraverbal ED verbal Reforzamiento generalizado o social.
morfológica con el ED verbal.
Respuesta verbal que especifica No verbal, verbal o reforzamiento
Autoclítico ED verbal o no verbal otra respuesta verbal que perte- generalizado (determinado por la
nece a otra operante verbal. operante primaria).

Pese a que la investigación aplicada es aún limi- Por ejemplo, en el caso de Carlos, después de que
tada, existen varias razones conceptuales que sugie- Andrés le enseñase relaciones entre el número uno
ren que protocolos como el descrito más arriba pue- y la palabra «uno» e hiciese lo propio con el concep-
den facilitar la adquisición de lenguaje funcional en to de dos, repitió el proceso con los números tres y
individuos que no logran adquirirlo incidentalmen- cuatro, y luego con los números cinco y seis. Ello
te. En primer lugar, la emergencia de numerosas re- hizo posible que Carlos fuera capaz de aprender
laciones de estímulo después de que sólo unas cuan- nuevas relaciones de estímulo cuando se entrenaron
tas hayan sido entrenadas economiza los recursos otros números y cantidades de objetos.
de intervención ayudando a reducir las horas de La emergencia de nuevas funciones de estímulo
instrucción sistemática necesarias. En segundo lu- no es la única forma de respuestas derivadas que se
gar, el uso natural del lenguaje es muy diverso, ha- cree pueden mejorar las oportunidades de aprendi-
ciendo que una respuesta verbal dada pueda estar zaje incidental. Horne y Lowe (1996) identificaron
bajo el control de múltiples estímulos (por ejemplo, el naming como una unidad básica de conducta ver-
la respuesta «Mi nombre es Juan» puede estar bajo bal. Greer y Ross (2008) matizaron la definición del
el control de «¿Cuál es tu nombre?», «¿Cómo te lla- concepto como la habilidad de adquirir un tacto
mas?», «¿Podrías decirme como te llamas?», «Se me puro o impuro y una respuesta de oyente sólo en
olvidó tu nombre...»). Por tanto, el uso natural del función del contacto con el tacto o la observación
lenguaje requiere de complejas relaciones de equiva- de otro individuo tactando el estímulo en cuestión.
lencia entre estímulos a fin de responder adecuada- En niños de desarrollo típico, el repertorio de naming
mente a diversas combinaciones de ED verbales. Por se adquiere mediante las interacciones cotidianas
último, una vez que las relaciones de estímulo han con otros niños y adultos. Veamos un ejemplo. Un
sido entrenadas explícitamente con varios conjuntos niño está pasando el día en el zoo con su padre. En
de estímulos, la habilidad de aprendizaje incidental un momento dado, al pasar frente a un terrario con
del individuo puede incrementarse notablemente, es camaleones el niño tiene la oportunidad de oír de su
decir, la habilidad aprender de relaciones de estímu- padre el tacto «camaleón». Luego, y sin el beneficio
los presentes en el ambiente sin instrucción explícita. de instrucción explícita, el niño emite el uso correc-

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498 / Modificación de conducta

to del término «camaleón» a través de varias topo- La adquisición del naming puede favorecer el
grafías de respuesta (señalar, dibujar, tactar...). Al aprovechamiento de múltiples experiencias de
volver a casa, el niño dibuja un camaleón y lo seña- aprendizaje incidental y el logro de más objetivos
la diciendo «camaleón». Este ejemplo ilustra la educativos de los que se alcanzarían si este reperto-
transferencia entre una respuesta de oyente (por rio no estuviese presente. El naming hace posible el
ejemplo, ver-oír «camaleón») y una respuesta de ha- aprendizaje de múltiples respuestas después de la
blante (tactar «camaleón»). instrucción explícita de una sola forma de respuesta,
Varios estudios han usado instrucción de ejem- también hace posible la adquisición de nuevas pala-
plares múltiples para establecer naming en indivi- bras sin instrucción explícita. La investigación re-
duos con retrasos en el desarrollo. Esta estrate- ciente sugiere que una vez que se adquiere naming,
gia  consiste en presentar una serie de estímulos tanto niños de desarrollo normal como niños con
instruccionales en secuencia aleatoria a través de autismo son capaces de categorizar imágenes y ob-
varias respuestas de oyente y de hablante. El proto- jetos sin instrucción directa (véase Miguel y Peturs-
colo alterna respuestas de oyente (señalar e igualar dottir, 2009).
a la muestra) y hablante (tactar y usar intraverbales) En otras palabras, cuando un niño aprende que
con una misma respuesta verbal (Greer, Stolfi y Pis- ciertos objetos que no comparten similitud física
toljevic, 2007). Este procedimiento intensifica y re- alguna son denominados como «juguetes», pue-
crea de forma sistemática las situaciones naturales den comportarse a la vez como oyentes y como ha-
de aprendizaje necesarias para desarrollar lenguaje blantes (naming), y clasificar dichos objetos correc-
en niños de desarrollo típico. tamente.

LECTURAS PARA AMPLIAR

Conducta verbal vocal o no vocal fensores del uso de sistemas de comunicación alternativa
(por ejemplo, lenguaje de signos) sugieren que el estable-
Existe cierto debate sobre cuál debe ser la forma óptima cimiento de respuestas vocales puede requerir de inter-
de enseñar conducta verbal en individuos que no logran venciones muy prolongadas en el tiempo, causando un
adquirirla de forma incidental. Uno de los puntos de discu- retraso en el inicio de las habilidades de comunicación,
sión tiene que ver con el establecimiento de conducta ver- mientras que para otros, puede ser del todo imposible ad-
bal vocal o no vocal (por ejemplo, usando signos, tarjetas quirir vocalizaciones incluso después de una intervención
o imágenes). Los que defienden la primacía de la conduc- prolongada. Además, existe evidencia que sugiere que los
ta verbal vocal indican que la comunidad verbal de referen- sistemas de comunicación alternativa son eficaces en el
cia para una persona que usa conducta verbal vocal es establecimiento de conducta verbal (Millar, Light y Schlos-
mucho más amplia, mientras que los sistemas de co- ser, 2006). Por ejemplo, en una revisión reciente, Schlosser
municación alternativa, ya estén basados en signos, tarje- y Wendt (2008) indicaron que «varias investigaciones so-
tas o imágenes, disponen de un número limitado de oyen- bre el uso de signos y gestos en niños con autismo revela
tes competentes capaces de reforzar la conducta (por una elevada efectividad de  la intervención en la adquisi-
ejemplo, Greer y Keohane, 2005). Por ejemplo, sólo las ción y la producción de símbolos, así como en habilida-
personas cercanas al individuo que usa signos (familia y des relacionadas como la comprensión y la producción del
cuidadores) serán capaces de reforzar los signos adecua- lenguaje. Estos resultados sugieren que el uso de signos
damente. Además, los sistemas de comunicación alterna- y gestos son una opción de comunicación efectiva en ni-
tiva limitan la habilidad del individuo de beneficiarse del ños con autismo» (p. 370). Como comentario para cerrar
aprendizaje incidental a fin de producir conducta verbal esta polémica, merece la pena mencionar que estudios
nueva.  Por ejemplo, un niño que oye a su madre decir recientes apuntan a que ambas estrategias pueden ser
«Mira ese hipopótamo» no podrá beneficiarse del uso de hasta cierto punto complementarias. Por ejemplo, Carbo-
la nueva palabra como hablante, ya que la palabra no es ne, Sweeney-Kerwin, Attanasio y Kasper (2010) refieren
parte de los objetos que se encuentran previamente esta- que la incorporación de un signo manual como criterio de
blecidos en la colección de estímulos que forma parte del conducta intermedio en el entrenamiento de mandos voca-
sistema alternativo de comunicación. Por otro lado, los de- les incrementa la producción vocal muy significativamente.

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Análisis funcional de la conducta verbal / 499

RESUMEN DEL CAPÍTULO

1. En modificación de conducta, se denomina al sigo necesariamente la emergencia del otro).


lenguaje conducta verbal. Esta denominación Pedir un objeto o repetir un sonido vocal son
aclara que el lenguaje puede ser estudiado respuestas típicas del repertorio de hablante.
usando los mismos métodos y principios de Seleccionar un objeto siguiendo una instruc-
aprendizaje que usamos para estudiar cual- ción o responder a un comentario de un ami-
quier comportamiento. go requieren del repertorio de oyente.
2. En modificación de conducta, consideramos 4. Denominamos operantes verbales a contin-
conducta verbal toda aquella conducta refor- gencias de tres términos de respuestas verba-
zada por mediación de un oyente competente. les. Se han descrito distintos tipos de operan-
Por ello, la conducta verbal puede ser tanto tes verbales en función de las características
vocal como no vocal. del ED, la respuesta verbal y el estímulo refor-
3. El comportamiento verbal está compuesto de zante presentes en la operante. Las operantes
dos repertorios conductuales fundamentales: verbales más estudiadas son: ecoicas, tactos,
el repertorio de oyente y el repertorio de ha- mandos, intraverbales y autoclíticos. La ad-
blante. Pese a que durante el uso diario del quisición de una respuesta verbal dada bajo
lenguaje ambos repertorios se usan de forma una operante verbal determinada no asegura
simultánea, los dos son funcionalmente inde- que dicha respuesta verbal se haya adquirido
pendientes (la adquisición de uno no trae con- bajo una operante verbal diferente.

TÉRMINOS CLAVE

Autoclíticos, 491. Mandos, 487.


Conducta gobernada por reglas, 494. Mandos y tactos impuros, 490.
Conducta gobernada verbalmente, 494. Marco autoclítico, 492.
Conducta moldeada por contingencias, 494. Moldeamiento verbal, 493.
Conducta verbal, 484. Naming, 497.
Conducta vocal, 484. Relaciones de equivalencia, 496.
Ecoicas, 486. Tactos, 489.
Intraverbales, 490.

TEST PRÁCTICO

1. ¿Qué es la conducta verbal? (p. 484). 4. ¿Cuáles son las operantes verbales más impor-
tantes? (pp. 486-491).
2. ¿Qué es la conducta vocal? (pp. 484).
5. ¿Qué quiere decir que las operantes verbales
3. ¿Qué es una operante verbal? (p. 486). son funcionalmente independientes? (p. 486).

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500 / Modificación de conducta

6. Identifica respuestas típicas de oyente (pp. 485- 9. ¿Qué procedimientos de intervención pue-


486). den usarse para el establecimiento de las pri-
7. Identifica respuestas típicas de hablante meras respuestas ecoicas en personas con
(pp. 485-486). trastornos del desarrollo? (pp. 493-494).

8. ¿Qué quiere decir que los repertorios de oyen- 10. ¿Qué importancia tienen las relaciones de
te y hablante son funcionalmente indepen- equivalencia en el control de estímulo de las
dientes? (pp. 485-486). respuestas verbales? (pp. 496).

APLICACIONES

1. Guillermo es un niño de 18 meses que muestra cuando se le pregunta cómo se llama (intra-
signos indicativos de trastorno del espectro au- verbal). Cristina cree que el repertorio de
tista (no establece contacto ocular con sus pa- naming está ausente y que su entrenamiento
dres y responde escasamente ante estímulos incrementaría notablemente las probabilida-
lúdicos y sociales), tampoco presenta ninguna des de beneficiarse de experiencias de apren-
vocalización funcional. Sus padres han comen- dizaje incidental. Para ello, Cristina elige
zado a llevarle diariamente a un centro de in- varios estímulos (animales, personajes de
tervención temprana, donde la doctora García, dibujos animados y superhéroes de cómic).
analista de conducta y directora clínica del Durante la intervención, se entrenan las res-
centro, ha establecido un programa para el en- puestas de hablante y de oyente para algunos
trenamiento de habilidades prerrequisitas para estímulos. Por ejemplo, se refuerza la selec-
el establecimiento del repertorio verbal de Gui- ción de la foto de Bob Esponja en presencia
llermo. El programa incluye el establecimiento de la instrucción «Señala a Bob Esponja»
de contacto ocular con cuidadores y familiares (respuesta de oyente). También se establece
y la adquisición de la vocalización funcional la respuesta «Bob Esponja» mediante el uso
«a» como mando generalizado. Este último de ayudas y moldeamiento ante la pregunta
aspecto de la intervención se ha puesto en mar- «¿Quién es Bob Esponja?» (respuesta de ha-
cha mediante un procedimiento de moldea- blante). Por otra parte, otros estímulos sólo
miento verbal usando ayudas ecoicas y mol- se entrenan en el contexto de respuestas de
deamiento motor usando un depresor lingual. oyente. A través de sucesivas fases con múl-
2. Cristina es la supervisora de Agustín, un niño tiples ensayos, Cristina va probando si las
de 5 años diagnosticado con discapacidad in- respuestas verbales adquiridas como oyente
telectual. Agustín dispone de un amplio reper- emergen en un contexto de hablante en fun-
torio de ecoicas, mandos, tactos e intraverba- ción del número de respuestas entrenadas en
les. No obstante, el entrenamiento de una ambos repertorios.
respuesta bajo una determinada operante no 3. Víctor, un niño de 10 años con trastornos del
resulta en la emergencia de esa respuesta desarrollo, ha adquirido recientemente un
como una operante diferente. Por ejemplo, amplio repertorio de intraverbales. Por ejem-
puede pedir su libro con fotos de animales, plo, es capaz de decir los nombres de sus
pero cuando se le presenta el libro es capaz de familiares y compañeros de clase, los nom-
tactarlo correctamente. Análogamente, puede bres de animales y juguetes y puede dar su
decir su nombre en presencia de una foto suya nombre y dirección cuando le preguntan.
o delante de un espejo (tacto), pero no lo dice No obstante, el analista de conducta que su-

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Análisis funcional de la conducta verbal / 501

pervisa su caso considera que Víctor tiene una Para ello, el supervisor creó numerosas tareas
dependencia muy inflexible de los ED verbales de igualación a la muestra en las que se refor-
en sus respuestas intraverbales. Por ejemplo, zaba diferencialmente la selección de un atri-
cuando se le pregunta «¿qué animal da leche?» buto perteneciente a un objeto en presencia de
responde «vaca»; sin embargo, no da una res- dicho objeto. También elaboró listas de varia-
puesta apropiada ante la pregunta «¿qué ani- ciones posibles de ED verbales para las respues-
mal hace “muu”?», o «¿qué animal tiene man- tas intraverbales y las alternó aleatoriamente
chas negras y blancas y cuernos?» El supervisor (por ejemplo, «¿Qué animal da leche?», «¿Qué
de Víctor considera que éste adquirirá una animal es el que da leche?», «De los animales
comunicación más flexible si le ayudan a esta- que conoces, ¿cuál da leche?», etc.). Estas ma-
blecer relaciones de equivalencia entre los ob- nipulaciones permitieron que Víctor tuviese
jetos que conoce y algunos de sus atributos. una interacción intraverbal más flexible.

APLICACIONES INADECUADAS

1. Ricardo quiere que Adrián pida ir al baño vención en personas con un repertorio verbal
cuando tenga ganas. Para ello, le lleva cada mínimo? ¿Qué modificaciones realizarías a
cinco minutos al baño y usa ayudas ecoicas este planteamiento de intervención?
para decir la palabra «baño». Si Adrián repi- 3. Raúl es un niño de 8 años con un repertorio
te «baño» correctamente, Ricardo le deja en- verbal muy limitado y con discapacidad inte-
trar en el baño y jugar allí durante unos mi- lectual. Uno de los problemas de conducta más
nutos. ¿Qué problemas encuentras en este graves de Raúl era escaparse de casa o salir
procedimiento de intervención para establecer corriendo y extraviarse cuando iba de la mano
mandos? ¿Cómo lo mejorarías? de uno de sus padres. Por este motivo fue una
2. Ernesto está ayudando a varios niños en un prioridad para su familia que aprendiese algu-
grupo de educación especial. El repertorio nas intraverbales sencillas que le permitiesen
verbal de estos niños es muy escaso (usan en- decir quién era y dónde vivía cuando le pre-
tre dos y cinco vocalizaciones idiosincráticas guntase un extraño. El supervisor de Raúl en-
para pedir determinados alimentos y objetos). trenó usando ayudas y reforzamiento diferen-
Para lograr su objetivo, Ernesto se propone cial en respuestas específicas a las preguntas
establecer un repertorio verbal básico que fa- «¿Cómo te llamas?», «¿Dónde vives?» y «¿Cuál
cilite el acceso frecuente a reforzamiento a fin es el número de teléfono de tus papas?». El su-
de que el repertorio verbal se afiance firme- pervisor usó ayudas ecoicas para establecer las
mente, favoreciendo así la adquisición de re- respuestas correctas. Por ejemplo, a la pregun-
pertorios verbales más complejos. Ernesto ha ta «¿Cómo te llamas?» siguió la palabra «Raúl»
seleccionado varios juegos que son apropia- por parte del supervisor. Las ayudas fueron
dos para la edad de los niños con los que tra- desvaneciéndose progresivamente, hasta el
baja y los presenta delante de la clase. Cuando punto en que el supervisor únicamente daba el
alguno de los niños nombra el objeto o reali- primer fonema de la respuesta como ayuda
za una vocalización próxima al nombre del ecoica. El paso siguiente fue retirar las ayudas
objeto, Ernesto le felicita muy efusivamente y completamente; sin embargo, al hacerlo se per-
también al resto de la clase. ¿Qué operante dió el control de estímulo de la respuesta. ¿Qué
verbal quiere establecer Ernesto? ¿Es ésta la podría hacer el supervisor para mejorar la efec-
operante más apropiada para iniciar la inter- tividad de este procedimiento?

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