Es un concepto desarrollado por Moscovici, quien investiga la representación social del
psicoanálisis, donde retoma las ideas de Durkheim respecto de las representaciones colectivas, formas en que la sociedad se representa a si misma. Difieren de las individuales, estudiadas por la psicología. Moscovici las define como entidades casi tangibles que circulan, se criza, se cristalizan y están en la encrucijada entre lo psicológico y social. La representación social va a guiar los comportamientos y las relaciones con el medio. Permite que la persona se pueda orientar en su entorno material y social y controlarlo, ordenarlo según sus significados. Son un puente entre la vida social y la subjetividad, son también sistemas sociales compartidos por todos los miembros de una comunidad, explicaciones de sentido común (a diferencia del conocimiento científico) que le permiten evocar objetos ausentes, presentes, pasados y futuros portando una condensación de significados que llevan emociones imágenes e ideas. Se crean y trasforman en la comunicación de la vida cotidiana, cuando se instala en la sociedad, va a cambiar la visión que las personas tienen del mundo y de sí misma, el mundo ya no volverá a ser lo que era antes, porque la representación social repercute poderosamente en ella. Hace familiar lo desconocido (diferentes categorías científicas por ejemplo) y prescribe así conductas. El surgimiento de la representación social implica la conformación única entre el sujeto cognoscente y el objeto conocido, porque la representación social media ambos ya que la representación social representa un objeto y al mismo tiempo un sujeto. Es de algo y de alguien, dice Jodelet.