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LOS 10 BENEFICIOS NO MONETARIOS QUE MÁS BUSCAN

LOS TRABAJADORES EN SUS EMPLEOS.

Las dificultades para atraer y retener talento pueden estar ligadas al salario emocional,
aquellos beneficios que no implican una retribución económica, por ello es importante
definir cómo integrarlo en las empresas.

El salario emocional es el concepto que resume de forma perfecta todos los beneficios no
monetarios que pueden recibir las personas trabajadoras y que hoy en día son un factor
clave para la atracción y la retención de talento.

A nivel general, los beneficios monetarios continúan siendo la razón principal para aceptar
una oferta de empleo, pero las personas también valoran la cultura organizacional, las
posibilidades de maximizar su potencial y las condiciones laborales prevalecientes según
el estudio de Remuneración 2021: México y Centroamérica de PageGroup.

Existe una confusión en torno al concepto de salario emocional, ya que se piensa que son
elementos que no requieren de una inversión por parte de las empresas. En general se
trata de “todos los beneficios que recibes como empleado que no tienen un componente
de retribución salarial directa”, explicó Manuel Ferrero, Executive Manager de Michael
Page.

Durante su ponencia en un foro convocado por Adiestra, el especialista precisó que


algunos beneficios, como los seguros de gastos médicos mayores o la asignación de
automóvil, son parte del salario emocional por el valor que tienen para los colaboradores,
pero son elementos que sí requieren de asignación de presupuesto por parte de la
organización.

¿Cuáles beneficios no monetarios son los que más buscan los trabajadores? Manuel
Ferrero citó los siguientes ejemplos:

1. Flexibilidad laboral
2. Seguro de gastos médicos mayores
3. Sesiones de bienestar
4. Tarjetas de recompensas
5. Vales de despensa
6. Buen ambiente de trabajo
7. Celebración de cumpleaños
8. Desarrollo profesional
9. Trabajo con propósito
10. Buen liderazgo
Parte de estos beneficios requieren de presupuesto. Sin embargo, lo importante en el
diseño del salario emocional no es la inversión o las acciones que se puedan tomar sin
recursos, el verdadero sentido es que la oferta esté alineada con los intereses y
necesidades del capital humano, expuso el especialista.

Para integrar el salario emocional, el primer paso que deben dar las organizaciones es
escuchar y observar a sus trabajadores para conocerlos mejor.

“Muchas veces esta escucha se realiza a través de preguntas directas”.


Fomentar un mejor entorno laboral, subrayó el especialista, no sólo depende de los
liderazgos, también es una responsabilidad de los colaboradores. Por ejemplo, compartir
su día de cumpleaños.

El segundo paso es entender las diferencias entre los colaboradores. “Un grave error que
cometemos los líderes es pensar que las motivaciones que tiene nuestro equipo son las
mismas que tenemos nosotros”. Por ejemplo, un colaborador recién egresado de la
universidad no tiene las mismas motivaciones e intereses que una persona mayor de 45
años y con hijos.

Una vez que la empresa ha realizado el proceso de escucha y ha entendido las diferencias
de intereses y motivaciones en su capital humano, el tercer paso es implementar el salario
emocional, consciente de que la oferta de valor puede ser diferenciada como un traje a la
medida para cada trabajador.

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